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Concurso Bi-Mensual del Bosque Prohibido : Mes de Febrero 2017


Sagitas E. Potter Blue

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El tiempo era favorable, una leve y exquisita brisa acompañaba la luz solar, increíblemente brillante para la temporada de invierno en la que estábamos. El mes de enero había sido lluvioso y el Bosque Prohibido había verdecido. Febrero estaba siendo soleado, como si supiera que necesitábamos del buen tiempo para la celebración anual de la Gala. Los caminos que llevaban al Bosque no tenía nada de polvo y caminar por ellos era relajante e implicaba un agradable aunque forzado paseo. Sería imposible aparecerse en él; su cuidadora había invocado unos hechizos protectores que eran imposibles de superar. Nadie podría aparecerse en el Bosque bajo el riesgo de ser consumido por un limbo desconocido que le haría personarse, en algún momento indeterminado del Tiempo, en un espacio completamente distinto al lugar donde se iba a celebrar la Gala.

 

A la entrada del Bosque Prohibido había un tocón de madera con múltiples farolillos. Dentro de cada uno, descansaba una hada. Todos estaban invitados a la gran Gala que empezaría en cuanto anocheciera, cuando el manto nocturno mostrara las estrellas. Sería la única luz visible en el lugar. Si alguien se adentraba en el Bosque sin un farolillo de hada, acabaría irremediablemente perdido. Un Guardián Nocturno, con un farol calavérico, acabaría encontrándolo y llevándoselo al Más Allá, de donde sería muy difícil, por no decir imposible, salir. La Cuidadora del Bosque esperaba no tener que aventurarse por terrenos abyectos para sacar a ningún despistado.

 

Por eso era muy importante que se siguiera el camino que le indicarían las hadas. Cada visitante tendría un farolillo a su disposición. La luz que emitía era la única forma de pasar por el Bosque sin que el Guardián lo percibiera del todo, dejándole vagabundear entre los árboles sin peligro.

 

Cada camino no tenía porqué ser el mismo que tomara cualquier otro visitante. Había tantos árboles que cada uno podría ir por donde quisiera, aventurándose por riberas, espacios cerrados, grupos de árboles gruesos o troncos apenas más grandes que un palito... También hay que tener cuidado con las criaturas del Bosque. Y no me refiero a los animales tradicionales como ratones de campo, castores, ardillas voladoras o las no tan agradables musarañas . Hablo de los seres elementales, quienes son muy familiares y enseguida te invitan a un té de hierbas para hablar de las mil historias que han vivido entre las arboledas; o a los gnomos de la corteza, que son picarescos seres que se esconden entre la madera o el ramaje frondoso, muy amables con todos en general, siempre que no intentes hacer daño al árbol que cuidan. Si lo intentas, se unen en grupo para alejarte de él con manera muy poco agradables. Viven con los bowtruckles como los guardianes privados de los árboles sagrados.

 

También hay duendes de las setas que se forman en las raíces externas de ciertos árboles. Son algo gruñones y poco dados a entablar conversaciones; siempre quejándose de todo, piensan que el ser humano, salvo escasas excepciones, debieran tener vetado el paso por el interior del boscaje. Aunque si consigues contactar con ellos, son de trato cortés mas de frases cortas. Es mejor saludarles y seguir el camino.

 

Debieras seguir caminando y dejar que la hada te guíe con su débil luz hasta llegar al arroyo. En la zona calmada, donde las quietas aguas apenas se mueven, hay un hermoso roble milenario, madera noble y de gran poder mágico, rodeado por maravillosas rosas. Allá, si haces el tributo adecuado a la Sacerdotisa que os espera, os dejará pasar e instalaros en las sencillas mesas y en los tocones apostados a modo de silla, para celebrar todos juntos la V Gala del Bosque Prohibido.

 

¿Qué ofrenda debes traer para ser merecedor de acceder al lugar? Es sencillo... La brisa que se originó en el bosque y dejó la invitación en cada mansión de Ottery, dejó a su vez una semilla, diferente en cada familia. Devolverla a Sagitas. Ella la plantará con cuidado en la orilla del lago. Después tomará el farolillo y liberará a las hadas. Ya no nos hará falta. Habrá luz suficiente para empezar la Gala.

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