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Ley Gryffindor Rosier

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Ley Gryffindor Rosier ganó por última vez el día 16 Octubre 2014

¡Ley Gryffindor Rosier tenía el contenido más querido!

Acerca de Ley Gryffindor Rosier

  • Cumpleaños 13/07/1991

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    5
  • Rango Social
    Unicornios de Oro
  • Galeones
    78962
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Neutral
  • Familia
    Gryffindor
  • Trabajo
    0
  • Raza
    Humana
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    140
  • Puntos de Poder en Criaturas
    10
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    10 a 200
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    Defensa contra las Artes Oscuras
    Encantamientos
    Conocimiento de Maldiciones

Profile Information

  • Casa de Hogwarts
    Hufflepuff
  • Género
    Female
  • Location
    México
  • Interests
    Programar, leer, bailar

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Reputación

  1. Con el abrigo cubriéndome hasta la nariz, una gran bufanda que apenas me dejaba ver y un gorro morado con blanco y con una bonita borla encima, llegué deprisa deseando estar dentro de la mansión junto a la chimenea. La nieve no dejaba de caer y amenazaba con cubrir hasta el tope cada rincón de Ottery. Casi no se veía a nadie caminando afuera pues el frío era de ese que se metía hasta los huesos y era mejor estar en cama o en la sala bebiendo algo mientras te calientas. La mansión se hallaba navideña totalmente, con lucecitas y mil adornos más, hasta a las estatuas les había tocado ser parte del espíritu navideño de los Gryffindor. Al entrar sacudí ligeramente mi abrigo para tumbar aquellos montoncitos de nieve acumulada y que no mojaran la casa, no quería poner a trabajar más tiempo a los pobres elfos domésticos. Casi al entrar escuché una voz que decía algo sobre el chocolate y no pude evitar sonreir. Al llegar a donde se encontraba la chimenea, mi padre estaba ahí bebiendo algo caliente, supuse que sería lo que invitaba a tomar. —¿La invitación sigue en pie?— dije mientras dejaba a un lado el abrigo y me sentaba en el sillón a su lado, para sentir un poco el calor del fuego —, me muero por tomar algo, afuera hace un frío tremendo.
  2. Luego de que mi elfina desapareciera a su misión, papá se había decidido a irse detrás de ella. —¡Espera, no!— pero ya era tarde, sólo una estela de niebla rojiza quedó donde anteriormente se encontraba el patriarca. Comencé a caminar de un lado a otro girando sobre mis talones y con la mirada baja. Estaba esperando que Mahuru nos dijera algo, que mi padre volviera... ¿a dónde se había ido? —Tenemos un gran problema hermanas, éste hombre desconocido... no se qué debemos hacer— decía a Luna y Kytta que se habían quedado en silencio, tal vez sentían lo mismo que yo. El tema era bastante delicado. De pronto, un ruidito nos indicó que alguien se había aparecido ahí donde estábamos. Mi padre al fin había vuelto. Abrí los ojos observándolo boquiabierta con mil dudas en mi cabeza. Estaba a punto de hablar cuando dijo que "ya estaba listo" y que "Sammael no podría escapar". Confundida, arrugué mi frente rascando mi barbilla, pero apenas iba a decir algo cuando la puerta se abrió dejando entrar a mi madre y mi pequeño hermano Elros. Todos sonreímos al verlos, pero la preocupación no dejaba de notarse en nuestras caras y al parecer mamá también se dio cuenta de que algo no andaba bien. Mi padre comenzó a explicarse y luego de terminar un "paf" nos anunció que Mahuru había aparecido enmedio de todos. —Señorita, señores Gryffindor... ¡Oh, ama Annick! Qué dicha tenerla por aquí y al joven Elros... ah si, el intruso Sammael— decía la elfina rápidamente mientras se sobaba las manos nerviosamente—. Mahuru se ha escondido debajo de la cama y ha observado al intruso. El intruso a dicho que logró entrar a la mansión a pesar de que lo retaron y que el amo Elvis ha sido amable. Dijo también que su padre podría sentirse orgulloso al fin. ¿Su padre? ¿Orgulloso al fin? Nada tenía sentido en ese momento para mi. Observé a los presentes, esperando a ver qué decían sobre lo que la elfina nos había dicho. —Gracias Mahuru, puedes retirarte— y la elfina desapareció luego de una reverencia—. Se supone que, según lo que dijo, es huérfano y según a eso Morrighan lo adoptó. Algo no cuadra con todo ésto. ¿Qué hacemos?— dije llevando mis manos a mi frente, preocupada. @@Annick McKinnon @
  3. Buenas tardes, vengo a solicitar la modificación de éstos campos de mi ficha. Muchas gracias para la persona que lo haga . Aspecto Físico: Estatura: 1.60m, complexión delgada, color de pelo castaño oscuro, rizado y largo casi siempre lo lleva suelto, tez morena clara (piel un poco amarilla), color de ojos marrones, cara ovalada, labios curvados, cejas ni muy delgadas ni muy gruesas, nariz afilada y su gesto parece como si siempre estuviera enojada. Cualidades Psicológicas: Ley es una mujer que no se anda con rodeos y peca por su honestidad al decir las cosas lo que le ocasiona problemas porque los demás interpretan de otra manera lo que en realidad quería decir. A veces es muy inocente y no entiende de lo que le hablan hasta que se lo explican. Un poco distraída. Su manera de aprender es con la práctica. Es una bruja trabajadora comprometida con sus obligaciones y un poco perfeccionista, acomoda hasta el dinero mágico en orden del galeón al knut. Le gusta mucho la limpieza. Adora ir a comer en sus tiempos libres con sus amigos e ir a bares, sin embargo, es floja y le gusta dormir mucho y acostarse temprano como los adultos mayores. Si la necesitas te ayudará sin poner condiciones. Historia: Ley nació un 13 de Julio de 1991 en el seno de la familia Gryffindor, siendo sus padres Elvis y Annick. Una niña llena de energía que necesitaba estar haciendo algo siempre. La enseñaron a tejer, a pintar, a moldear y todo lo que pudiera tenerla entretenida en algo para que no hiciera travesuras. A sus 9 años comenzó a mostrar signos de no ser una squib haciendo pequeñas travesuras a los elfos domésticos de la cocina. A los 11 años entró a la escuela Hogwarts de magia y hechicería y fue elegida, para su sorpresa, en Hufflepuff. Fue una noticia en la familia ya que una descendiente de Gryffindor no hubiera quedado en su casa, pero eso no importó para sus padres ya que le dieron todo su apoyo. Según el sombrero seleccionador, tenía valentía y osadía, pero la lealtad, el ser amistosa y trabajadora sobresalía de lo demás. Sufrió una fractura en un tobillo a causa de que se cayó de las escaleras a sus 13 años por andar corriendo jugando con sus hermanos y hermanas y estuvo ingresada en San Mungo por tres días. Al egresar de Hogwarts y cumplir con los requisitos solicitados se une al cuartel de aurores, al igual que su padre quien era auror en ese tiempo. Es un trabajo que sigue desempeñando actualmente. Dos años después de egresar y entrar al ministerio de magia, decide alejarse de todo por problemas personales y viaja a vivir en un pueblo muggle en el que se esconde bajo el nombre de “Martha” y se junta a vivir con un muggle de su edad sin que nadie de su familia y grupo de amigos supiera su ubicación. Un tiempo después decide volver, desmemorizando al hombre con el que vivió y regresando al mundo mágico y a su antiguo trabajo. Cuando llegó el momento de enfrentar a su familia y amigos tuvo que admitir que todo lo había hecho por rebeldía y por, en algún momento, sentirse sin motivación. Hoy a sus 27 años se desempeña como empleada del cuartel auror en el ministerio de magia.
  4. —¿Podría ser por patronus? Llevé la mano a mi barbilla pensando. Mi padre había preguntado de alguna manera de contactar a mi hermana rápido y aunque se le había mandado una carta, ésta tardaría en ser respondida. Se me había ocurrido la idea del patronus, pero aún estaba con muchísimas dudas. Habíamos usado ese método muchísimas veces para mandar llamar a miembros de la orden y que acudieran de prisa al sitio donde se les necesitaba. Se podría decir que era una manera eficaz de rápida comunicación. Observé a mi padre esperando a ver qué opinaba. —¿Te refieres a usar legeremancia? Tal vez es un oclumante y las cosas se podrían complicar... ¡Mahuru!— dije llamando a mi elfina, la cuál apareció dando una reverencia a todos los presentes. —Quiero que vigiles al "invitado" que tenemos— dije haciendo una mueca —, pero que no te vea.. Que no se de cuenta que lo estamos observando y cualquier cosa rara que escuches ven a decírnoslo—. La elfina asintió vigorosamente y desapareció dejando sus huellas en la alfombra. Teníamos que ser muy cuidadosos y hacerle creer que estábamos con la guardia baja. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Sammael ¿Será que el plan de Sammael estaba marchando tal como lo esperaba? Parecía que los Gryffindor se habían alarmado, pero sea como sea lo dejaron quedarse, aunque sabía que las brujas que lo habían enfrentado no se quedarían tranquilas. Por lo pronto eso no le importaba en lo absoluto y se sentía tranquilo de haber podido dar un gran paso al estar dentro de la mansión descansando en una de las habitaciones. Había allí una mesa y una silla junto a ella para poder sentarse a escribir. Sammael se acercó a su maletín, mismo que los elfos habían dejado a un lado de la cama. Lo puso encima de ésta y sacó una pluma y una libreta para comenzar a escribir. —Día miércoles del presente año...— decía mientras garabateaba rápidamente—, creí que me tirarían a los leones y no podría hacer las cosas, pero aquí estoy. He logrado ingresar a la mansión sin ningún problema a pesar de que las matriarcas me retaron. El patriarca por otro lado, se portó más amable y gracias a él es que estoy aquí. Es momento de que comiences a sentir orgullo de mi, padre. Las cosas se van a arreglar pronto. Fin de la bitácora— finalizó con un punto el texto que escribía mientras soltaba una risita irritante, sin darse cuenta de que bajo la cama, unos ojos grandes y de color miel lo observaban en silencio.
  5. Cada vez más miembros de la familia se reunían allí para conversar y escuchar al recién llegado. Había estado en silencio escuchando a mi padre y dejando que él, como máxima autoridad de la mansión cuestionara a aquel extraño. Me había dejado llevar por la emoción de escuchar el nombre de mi hermana, pero ahora todo sonaba tan extraño que ya no sabía que pensar, tenía la mente confundida y llena de preguntas. Comencé a sentir la frente sudorosa y mis manos comenzaron a temblar... Las palabras de mi padre me dejaron aún más nerviosa, ¿y si mi hermana estaba mal? ¿y si no estaba en Transilvania? Negué con la cabeza para alejar ese pensamiento y estar serena, debía mantener la calma. Invitaron a Sammael a pasar a la mansión. —Ya es tarde, debemos descansar. Seguiremos hablando mañana y veremos cuáles son tus intenciones...—solté el comentario lleno de veneno. Algo no andaba bien y nos daríamos cuenta. El elfo se llevó la maleta de Sammael, que no pudo hacer nada pero que si hubiera podido habría detenido con un maleficio al elfo que se cumplía una orden. Su mirada lo decía todo. Al darse cuenta, desvió su mirada, se puso de pie y agradeciendo se retiró a donde se le indicaba. Al verlo alejarse me acerqué a mi familia susurrando. —Algo no anda bien, temo dejarlo así como así... ¿Deberíamos montar guardias por fuera de su habitación? O tal vez mandar a un elfo a que lo vigile como si fuera su sombra— dije alzándome de hombros. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Sammael Gryffindor Sammael pudo darse cuenta de que lo observaban con recelo. Eran demasiadas personas las que habían llegado a enfrentarle, pero tendría que mantenerse tranquilo. Suspiró y se acomodó en la silla en la que estaba descansando. Cuando escuchó lo que el patriarca le preguntaba, no pudo evitar hacer una mueca de sorpresa y ponerse ofendido. —Señor Gryffindor... ¿está usted insinuando que pudo haberme engañado? ¿O que tal vez era alguien con poción multijugos que se hizo pasar por ella? No entendería para qué hacerme eso, el hacerme creer que tendría una familia... Arrugó la frente e hizo como que se limpiaba una lagrima tocando sus ojos. Levantó la vista cuando escuchó que lo invitaban a pasar y sonrió de lado a lado. —Gracias...— estaba por decir algo más, cuando de pronto llamaron al elfo y sin que éste pudiera hacer nada más se llevaron la maleta. Estiró sus brazos... pero el maletín ya no estaba. Abrió la boca indignado, pero la cerró de inmediato. Volteó a ver a Ley, quien lo observaba incrédula. —Es que no quiero que golpee el maletín, traigo cosas de valor que podrían romperse— comentó excusándose. Luego de escuchar el comentario que le hizo la Gryffindor, guardó silencio y le sonrió amablemente, pero por dentro lo había invadido la ira... ¿quién se creía para hablarle de esa manera? Del patriarca lo hubiera tolerado, pero de ella... —Buenas noches y gracias— comentó finalmente, para subir las escaleras y llegar al dormitorio para huéspedes sin decir una palabra más.
  6. Mi padre se acercó a Luna y la besó en la frente, luego me acarició la mejilla. Él siempre tenía tiempo para demostrar su cariño por sus hijos y jamás le había importado frente a quién lo hiciera, lo que me hacía feliz. Al final invitó a pasar al recién llegado. Vi que antes que nada fue a asomarse por la ventana en dirección a las estatuas. Eso me dejó pensativa. O había encontrado la manera de encantarlas o de verdad no tenía ninguna mala intención. Pasó frente a mi para ir a sentarse mientras le asentía con la cabeza y lo seguía para tomar asiento junto a ellos. Al escuchar las preguntas que le hizo a Sammael, me di cuenta de lo mucho que me faltaba por aprender. No por nada papá había trabajado por años como auror, eran preguntas directas y concisas que podrían revelarnos la verdad en un santiamén. Apenas hizo éstas interrogantes se apareció en el lugar Kytta, mi otra hermana. Le sonreí, pero sin descuidar vigilar al invitado. —Hermana, ven, siéntate con nosotros y haznos compañía— le dije mientras estiraba mi brazo y le indicaba que se sentara en el sillón que estaba a un lado nuestro—. Tenemos un invitado, hijo de Morrighan... Gracias Rhaenya. La verdad era que aún estaba bastante desconcertada con aquella noticia. Era verdad lo que decía papá, siempre se suelen mandar cartas o algo así, pero ya Tanis estaba informando a mi hermana sobre aquello. Yo no sabía que andaba por Transilvania y sólo había escuchado historias sobre el lugar que estaba infestado de vampiros. Si algún día volvía a la mansión se lo iba a preguntar. —Y bien, Sammael. Estamos esperando... ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~O~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Sammael Gryffindor Al fin lo invitaron a pasar. Sammael comenzaba a pensar que era mucho más fácil lanzar un maleficio encima de todos ya que lo exasperaban bastante. Tomó asiento dejando a un lado su maletín, no le perdería de vista. Las preguntas comenzaron a llegar, como tenía previsto. Era obvio que no se confiarían así como así y tomarían sus precauciones. —Lo entiendo señor, hay muchos delincuentes allá afuera. Puedo darme cuenta de que sus retoños han aprendido bien. Es usted un excelente padre— decía ésto mientras sentía cómo se le revolvían las tripas. Le parecía ridícula la manera de cómo se demostraban tanto cariño que pensaba que era innecesario. Un par de palmadas eran más que suficientes para saludar a alguien. Por un momento, Sammael se estremeció al escuchar que enviarían una carta a aquella bruja que había elegido como "su madre". Todo su plan se vendría abajo, pero no podía evitar que el elfo entregara el paquete. Si lo asesinaba, nada se ganaría. Podría parecer un accidente, pero no era el momento de despertar sospechas; sin embargo, tardaría muchísimo tiempo en dar con ella, ya que la bruja iba viajando de un lado a otro y no tenían certeza de dónde es que estaba exactamente. Mientras tanto, le daba tiempo suficiente de ganarse su confianza y dar la puñalada cuando menos lo esperaran. Cuando habían metido a su padre a Azkaban, pudo hablar con él minutos antes y éste le había dado la misión de vengarlo, ya que se pudriría ahí lo que le quedara de vida y no lo defraudaría, al menos eso esperaba. Llegó al lugar otra bruja, una de cabello pelirrojo. Por lo que pudo ver, era Kytta, a quién tenía entendido tenía poco que la habían nombrado jefa del cuartel. Sammael dio un asentimiento con la cabeza a manera de saludo y dirigió su mirada de nuevo a la mujer que lo había recibido. Si, ya sabía que aún no respondía las preguntas y no era necesario que lo estuvieran apurando. —Bueno—dijo mientras daba un sorbo al té que habían acercado, en realidad estaba delicioso y perfecto para el mal tiempo—. A ella la vi por última vez en donde me adoptó, al norte de Estados Unidos, en Canadá para ser exactos. Me encontró en la calle mientras pedía comida ya que yo era un vagabundo. Tenía en ese entonces 13 años y me llevó a vivir a su casa y decidió adoptarme, de eso le hablo hace 4 años. Yo dejé de verla hace un año, porque luego de trabajar duro pude hacer mi vida solo y ella decidió seguir viajando por el mundo. No se decir con exactitud en dónde esté... pero le agradezco por lo que soy ahora. Dio otro sorbo al té hasta terminárselo, los elfos rápidamente se acercaron a rellenar la taza con la tetera. —Gracias— dijo a secas y vio al elfo desaparecer —. Antes de irse me contó sobre ustedes, y me dijo que si me veía en un apuro podría venir a refugiarme aquí. Por desgracia tuve un accidente con mi casa y ésta se quemó, así que he venido para acá. Sólo logré salvar mi maletín y la ropa que traigo puesta... Por las preguntas no se preocupe, es que ella tiene una vida muy apurada y regularmente no se queda más de un año en los sitios y si duró 3 años en Canadá, fue por mi. Terminó de hablar y se escondió detrás de la taza que le habían rellenado, esperando a ver qué era lo que tendrían que decir ahora. @ @ @
  7. Apenas Sammael iba a dar un paso adelante, Luna seguía enfrente sin dejarlo pasar. Su actitud comenzó a molestarme bastante y fruncí el ceño, sin embargo no le dije nada. Me quedé en silencio escuchando lo que sucedía. Entendía su preocupación, pero no dejándolo pasar no resolveríamos ninguna duda, al menos era como yo lo veía. Había algo extraño ahí que no cuadraba. De pronto, unos pasos indicaron que alguien iba bajando las escaleras y se quedó allí parado. Mi corazón dio un vuelco. Era Elvis, mi padre, en persona. Estaba allí parado observándonos mientras nos mencionaba. Sentí una alegría profunda y quería correr a abrazarlo ya que hacía mucho tiempo no lo veíamos, pero me contuve, por el visitante que teníamos en la mansión. Con una sonrisa en el rostro dejé de tener los brazos cruzados y los bajé lentamente mientras me agarraba de uno de los muebles. —Padre...— dije en un susurro. Luego de un silencio de unos 15 segundos y de intercambiar miradas, Luna comenzó a hablar rápidamente como sólo ella sabía. No sabía muy bien si mi padre le había entendido, así que luego de que terminó de hablar, aclaré mi garganta un poco y dije: —Así es, padre. Éste hombre ha llegado y dice llamarse Sammael Gryffindor y que es hijo de mi desaparecida hermana Morrighan. Estaba invitándole a pasar a sentarse para conversar bien con él— dije con respeto, esperando su opinión. ~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~ Sammael Gryffindor —Mi nombre no es Samuel, señorita Luna, me llamo Sammael— dijo exasperado, corrigiendo a la matriarca. La bruja de aspecto descabellado no se callaba ni por un minuto. Para Sammael era como un dolor de muelas, pero tenía que mantenerse sereno. De pronto, otro miembro de la familia apareció ante todos y por el efecto que causó al parecer era el cabecilla de la familia. Era sin dudas Elvis F. Gryffindor. ¿Es que los Gryffindor tenían como un imán o algo parecido? Cuando aparecía uno, de la nada ya estabas rodeado de un centenar de ellos, tal como había escuchado decir. Rápidamente hizo una reverencia al patriarca y acomodando su cuello, saludó —Señor Gryffindor. Efectivamente. Morrighan me adoptó hace algunos años luego de haber dejado la mansión. Yo he hecho mi vida ahora, pero me dijo que algún día viniera a visitar a la familia y que me recibirían con los brazos abiertos, pero veo que me he equivocado.—dijo sin dar más explicaciones. Abrazó entre sus manos el maletín, no quería perderlo de vista. Ahí dentro guardaba el plan que había hecho con un regalo al que en pocas horas entregarían en uno de los castillos de Ottery St. Catchpole y que seguramente cobraría la vida de alguien
  8. Sammael Gryffindor Cuando apenas había pasado saludando alegremente, una bruja salió bastante agresiva y apuntando al Gryffindor recién llegado. Sammael cayó al suelo sobre su espalda y tiró su maletín del que salieron varios papeles con escritos sin importancia, uno de ellos ponía "lista de compras" y seguía un montón de palabras como: "leche, azúcar, repelente de babosas carnívoras". Sin duda se había asustado, no esperaba que la familia reaccionara de ésa manera. Al final, se puso rápidamente de pie y bastante acalorado por la pena acomodó su túnica. —Luna Gryffindor ¿no? Sabía que estabas loca, pero no al grado de atacar a tus familiares— dijo fríamente Sammael fulminándola con la mirada y moviendo la cabeza de un lado a otro de manera reprobatoria —. Tal parece que trabajar como auror te ha hecho bastante daño, te recomiendo unas merecidas vacaciones en las Bahamas. Comprendió entonces que no debía decir ese tipo de comentarios, sin embargo no pudo evitarlo. Sentía como su sangre hervía de odio y sería tan fácil como lanzar un maleficio sobre la bruja, pero ahí estaba en desventaja, tenía que seguir con el plan tal como estaba escrito. Suspirando y armándose de mucha paciencia hizo una reverencia a las brujas ahí presentes con un gesto amable que no le costó nada de trabajo. —Como había comentado al principio— dijo respondiendo a las interrogantes de Luna —, vengo a visitarlos. Decir "primo" de donde vengo, es una manera amigable de decirle a alguna persona, pero en realidad yo soy su sobrino. Soy hijo de Morrighan, no de sangre claro, pero me adoptó y decidí venir a ver a mi familia. Ella me aseguró que me recibirían calurosamente. Sammael sabía perfectamente que Morrighan, la hermana e hija de las presentes, llevaba muchos años desaparecida, por lo que eso podría ser real y no tenían manera de comprobar lo contrario. Esperaba que mordieran el anzuelo. Qué plan tan bien ideado, qué bueno era mintiendo. —Tía Ley, por favor.— Susurró al final, esperando. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~o~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ http://i.imgur.com/KmYChAZ.png Me había quedado en silencio, observando la escena boquiabierta. Luna se había levantado de un salto y sin que yo pudiera decir nada estaba haciendo de escudo entre el visitante y yo. Sammael, que no había dado señales de querer hacer daño cayó de espaldas por el susto y cuando apenas quise ayudarlo se puso de pie de un salto rápidamente y rojo como un tomate. La verdad era que no sabía que decir. —Luna, por favor tranquila— dije tomándola de el hombro —, guarda la varita. No creo que... Sammael... quiera hacernos daño. Sentí que la sangre se me ponía helada al escuchar el nombre de mi hermana Morrighan. Éramos bastante unidas, sin embargo se había ido un día y nunca volvió. Probablemente se puso a rehacer su vida lejos del mundo mágico y de toda la maldad que tenía. Yo sabía que estaba viva, pero no sabía que había adoptado a un hijo. —¿Mi hermana.... Morrighan? Oh por dios...— musité —¿Cómo está ella?¿En dónde está? Oh, disculpa. Estoy bastante emocionada de escuchar su nombre. ¿Porqué no pasas a sentarte y nos cuentas? Kytta debe estar por ahí... ¡Oh por amor a Merlín, Luna, guarda eso! Tenía miedo de que el visitante se fuera. Tenía muchas preguntas que hacerle, y estaba muy nerviosa. También me sentía un poco desconfiada, pero no podíamos ir por ahí lanzando hechizos a todo mundo.
  9. Luego de haber vuelto a la mesa y preguntar si de algo me había perdido me di cuenta de que no a pesar de que me había retirado un buen rato a atender a la puerta. Le sonreí a Luna escuchando lo que me platicaba asintiendo mientras colocaba de nuevo la servilleta para terminar de cenar. La idea del café me parecía maravillosa, ya mi hermana conocía mi adicción a esa bebida y casi en automático estaba diciendo que si. Justo después de eso apareció uno de los elfos que pertenecía a Luna. —Oh, sí por favor.— dije al elfo quien en seguida hizo una reverencia y desapareció. Esperaba que mi elfina Mahuru no se hubiera dado cuenta ya que solía ponerse celosa aunque no lo demostrara mucho. Segundos después mi taza se rellenó mágicamente de café. Tomé la cuchara y tomé una porción de azúcar para echársela. —¿Saben?—dije a las allí reunidas —Había una chica allí en la puerta diciendo que había recibido un supuesto reporte de una criatura que la verdad no se que es... un Krampus o algo así, pero nadie había denunciado nada que yo sepa—dije dando un sorbo al café—, además, se quedó muda y ya no volvió a decir una palabra y al parecer se marchó cuando me distraje por un ruido... cosa más extraña. No llevaba ni a la mitad el café cuando volvieron a tocar el timbre. Vi la hora y ya eran las 11 de la noche... Afuera comenzaba a llover muy fuerte. No pude evitar que la piel se me erizara, ¿quién podría ser a esas horas? Rol del Cuartel General de Aurores La noche era perfecta, con esa tormenta peligrosa que movía bruscamente los árboles de un lado a otro. La mansión Gryffindor sin embargo, ni se inmutaba por el mal tiempo. Las luces adentro indicaban que aún había gente despierta tal vez disfrutando de un buen momento al lado de la familia. Sammael caminó despacio hacia la entrada. Llevaba puesta una capucha negra de viaje y llevaba consigo un maletín de piel. Sus botas manchadas de lodo a causa de la lluvia iban pisando los charcos sin siquiera preocuparse por evadirlos. Observó con cuidado y llamó tocando el timbre, esperando a alguien que le respondiera. Los Gryffindor eran reconocidos por ser personas hospitalarias, demasiado tontos y confiados como para ver el peligro aunque les mordiera la nariz. Sammael comenzaba a sentirse desesperado ya que no atendieron al llamado de manera inmediata <<malditos elfos inútiles>> pensó observando con exasperación su reloj de bolsillo. Un elfo viejo y de aspecto amable abrió la puerta, mientras saludaba y daba una reverencia. Detrás de él estaba una mujer de cabello rizado y castaño que lo observaba con recelo, esperando que el extraño se presentara. Ella debía ser Ley Gryffindor, una de las matriarcas quien en un tiempo estuvo a la cabeza de los aurores... y precisamente era contra ellos con quienes cobraría venganza, por todo lo que lo hicieron pasar. —¡Prima!— dijo con una sonrisa en el rostro —, tanto tiempo... ¿qué acaso no me recuerdas? Soy Sam... Sammael Gryffindor— he venido a visitarlos querida familia... Espero que Kytta esté por aquí también, quiero verlos a todos. @Kytta Gryffindor Rambaldi @Dennis Delacour @Lunatica Lupin Evil Black @@heberth portillo Off: éste rol es para trabajo del cuartel, pero pueden unirse los familiares obvio (?
  10. Al parecer, la persona que había ido a ver lo de la supuesta criatura en la mansión le comieron la lengua los gatos, ya que no volvió a decir una sola palabra y de pronto ya no la vi en un descuido que tuve cuando escuché alborotos dentro. Al final me encogí de hombros y cerré la puerta, no sin antes ver que todo estuviera tranquilo y los hechizos siguieran activos. Di la vuelva y observé la sala de estar donde algunos de los elfos limpiaban las mesas carmesí y los muebles adornados con algunos floreros que tenían diversas flores: rosas, girasoles, tulipanes, etc. Recordé que estaba en la hora de la cena y decidí dirigirme de nuevo al comedor donde yacía una mesa donde fácilmente podrían sentarse todos los Gryffindor de la mansión, pero en ésta ocasión, sólo estábamos cuatro personas contando al bebé. Recogí la servilleta y la coloqué en mi regazo mientras tomaba asiento de nuevo. Tomé una taza y me serví un poco de chocolate caliente, lo necesitaba para antes de dormir ya que se me había hecho una costumbre. Tomé de un plato también unos cuantos panecillos y los engullí como si no hubiera un mañana. —¿Me he perdido de algo importante?— pregunté dejando la taza en el plato y entrelazando mis dedos mientras colocaba mis codos sobre la mesa.
  11. Mientras esperaba a que la chica que tenía enfrente respondiera algo sobre lo del supuesto Krampus, un montón de magos comenzaron a irrumpir a la mansión ignorando completamente que estaba parada en la puerta y entrando haciendo un alboroto. ―¡SONORUS!―dije llevando a mi cuello la punta de la varita, para llamar la atención de todos los presentes―¿Que alguien me explique el porqué todos ustedes irrumpen a mi casa y comienzan a ir a las habitaciones sin esperar a que nadie les de paso?¿Quiénes son ustedes? Espero una respuesta pronto o tendré que pedirles que se retiren. La verdad no conocía a esas personas, pero suponía que tenían que ser amigos o conocidos de la familia ya que las estatuas no los habían atacado. Por suerte habían aparecido afuera, pero algunos ya estaban dentro. ―Son amigos o enemigos...― solté observando fijamente a cada uno. Estaba muy desconcertada, tal vez algún compañero estaba en peligro. off: sorry por meterme a su rol xd pero osea yo estaba ahí en la puerta y lo ignoraron completamente wtf (?? @@Vladimir Karkarov y los demás :B
  12. ―El gusto es mío―dije respondiendo a los saludos de la visitante y demostrando educación―, es sólo que no entiendo de qué habla. ¿Un Krampus? No estaba muy segura de qué clase de criatura era eso, pero igual no quise hacerlo ver. Tampoco nadie se había quejando de nada en la mansión y de ser así que estuviera presente, alguna alarma hubiera sonado o algún miembro de la familia ya lo abría reportado con cualquiera de los patriarcas. Fruncí el ceño pensativa y observé de nuevo a la joven que tenía frente a mi. ―Me sentiré más tranquila y comprenderé si me muestra ese aviso que les llegó, como es costumbre, debe mostrarnoslo para poder colaborar o de lo contrario me temo que no puedo darle acceso a mi casa y tendré que pedirle que se retire, por seguridad para mi familia―dije alzándome de hombros―. Espero que no me malinterprete y lo tome a mal. Mi voz había sonado tranquila en todo momento, pero era necesario dejar claras las cosas porque no le podría permitir a nadie accesar y que al final pudiera ser un error. ―Una vez me muestre la prueba, por supuesto estaré en disposición de ayudarle. Me será de ayuda también saber qué miembro de mi familia dio el aviso para ponerme en contacto con él o ella―dije sonriendo amablemente. No sería necesario el uso de la varita de momento, la persona no se veía de malas intenciones, pero no dejaría de observar todo con cuidado esperando por su respuesta. @
  13. Estar reunida con mi familia hacía que definitivamente me sintiera mucho mejor. No pude evitar sonreír aliviada y en un gesto de agradecimiento a las palabras de mi madre que me llenaban de fe y esperanza. Tenía razón, era cuestión de que me lo decidiera para comenzar a tomar el rumbo de mi vida. Tomé un sorbo a la sopa calientita de champiñones y mi alma se sintió revitalizada. ―En verdad agradezco sus palabras, madre―dije luego de pasar el bocado―la verdad necesitaba escuchar algo así. Apenas sepa o sepan si hay un lugar en el cuartel me gustaría que me lo hicieran saber―. Lo último era sobre todo para mi hermana, ya que ella mejor que nadie sabría de las vacantes. Tomé otro trozo de pan al igual que mi hermanito y terminé mi sopa. Estaba muy agusto, pero todavía tenía un huequito para que trajeran algo más... tal vez un filete. Me quedé un poco seria luego de escuchar lo que preguntaba, y era raro que las tres nos sintiéramos observadas. ―¿Mortífagos?―inconscientemente mi mirada recayó sobre el más pequeño de los Gryffindor, no quería que le pasara nada pues era sólo un pequeño niño―Oh por Merlín, espero que no. No tendrían porqué vigilarnos... bueno, sí, pero de todos modos me parece muy extraño. Los hechizos están activos y las estatuas de los animales vigilan la entrada. El hechizo antiaparición está activado, así que espero que eso sea suficiente. De todos modos no estaría de más mantener los ojos abiertos...―y entonces se escuchó un sonido fuerte y me sobresalté un poco. Habían tocado la puerta y me puse de pie para ir a ver, un poco nerviosa. Saqué mi varita por si las dudas... ¿Quién vendría a éstas horas y para qué? Al acercarme abrí con cuidado viendo ahí a alguien desconocido, alguien que yo no recordaba haber visto antes. Con un carraspeo saludé a la visitante. ―Muy buenas noches señorita, ¿a qué debemos el motivo de su visita?― dije sin apartarme de la puerta, observando con cuidado. @ @@Annick McKinnon @
  14. No se porqué no me llegan las notificaciones si sigo éstos temas t.t en fin. @@Beryl Serenity Hawthorne Bienvenida a la familia, puedes pasarte a rolear cuando gustes y en cuanto Elvis tenga tiempo editará el árbol genealógico. Ahora, eres mi sobrina adoptiva ya que soy hermana de Kytta <3 espero verte pronto por la mansión y cualquier cosa no dudes en llamarnos. Ahora otro detallito @ Sólo los patriarcas pueden pasar a darle la bienvenida a los miembros, a menos que te hubieran pedido como familiar si puedes hacerlo, si no, luego nos podrían regañar. Saludos a todos y perdón por el retraso pero el foro es el culpable e.e
  15. ―Hola, mamá― dije con una sonrisa en el rostro. Había extrañado al par de mujeres que tenía frente a mi. Elros estaba ahí haciendo travesuras y volvió a los brazos de mamá. Me di cuenta enseguida de que un puñado de cristales yacían en el suelo, pero nada que no pudiera arreglarse con magia―. ¿El niño está bien? Me refiero a que si no se cortó un dedo o algo por el estilo. Vaya que es un niño travieso... ¿Puedo?― dije estirando los brazos para abrazar a mi pequeño hermano, el más joven de los Gryffindor. Acaricié su cabello rojo como el fuego, característica que había heredado de ella. Escuchaba con atención lo que decían sobre cenar. Observé el reloj y ya casi era hora de dormir. Me agradó bastante la idea de ir a la mesa y conversar mientras comíamos algo así que asentí con gusto. ―Mahuru mi elfina puede ayudar a poner la mesa mientras tu elfo calienta la comida... vamos a sentarnos mientras tanto―. La pequeña criatura apareció junto a mi y le guiñé un ojo, asintió y se marchó mientras los platos aparecieron en la mesa, una fina vajilla blanca con tonalidades rosa pastel. Tomé unos panecillos para comenzar a abrir el apetito y escuchaba atenta que Luna seguía en el cuartel auror y no solo eso, ahora era jefa. No me sorprendió que lo sea, ya que conozco el alto potencial que mi hermana tiene, pero sí me sentí muy orgullosa. ―Oh Luna, me alegra tanto saber eso. Yo espero volver pronto. Anda, Elros, con mamá― dije mientras soltaba al niño que ya se ponía inquieto queriendo volver a su regazo―. Eh, bueno... estuve por ahí.―Dije a la pregunta de mi madre. La verdad era que no sabía qué responderles, me aterraba el qué pensaran de mi, pero qué mas daba.―Estuve de aquí para allá un pequeño tiempo, pensando en si todo ésto valía la pena― dije lo último en un murmullo. Luna mencionó algo sobre que si se sentía observada y la verdad yo también así que tomando la varita y murmurando un "muffliato" protegí nuestra conversación de oídos chismosos―. Llegó un momento en que toqué fondo y me sentí bastante desmotivada, por todo el revoltijo que hay en el ministerio, ya saben, la huelga y todo eso y toda la corrupción. Terminé por enfermarme y me marché a ningún lugar en específico... dejé que el viento me llevara al igual que una hoja...―decía observando los cubiertos de mi plato―Pero he decidido regresar a los labores, es sólo que creo que me falta algo y no se lo que es... además de que no hay cupo en el cuartel, ¿o sí lo hay?―. La comida llegó al fin, de entrada era una sopa de champiñones perfecta para el fresco que comenzaba afuera.
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