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Mia Zoeh

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Mia Zoeh ganó por última vez el día 19 Julio 2016

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Acerca de Mia Zoeh

  • Cumpleaños 25/02/1998

Ficha de Personaje

  • Nivel Mágico
    8
  • Rango Social
    Dragones de Bronce
  • Rango en el Bando
    Sin rango por inactividad
  • Galeones
    12693
  • Ficha de Personaje
  • Bóveda
  • Bóveda Trastero
  • Bando
    Orden del Fénix
  • Libros de Hechizos
    Libro de la Fortaleza (N.5)
  • Familia
    Rambaldi
  • Trabajo
    Empleada del Dep.Misterios del MM inglés | Directora de Cátedra y Profesora de griego (Univ. muggle)
  • Raza
    Vampira
  • Graduación
    Graduado
  • Puntos de Poder en Objetos
    570
  • Puntos de Poder en Criaturas
    10
  • Puntos de Fabricación
    0
  • Rango de Objetos
    210 a 1100
  • Rango de Criaturas
    10 a 200
  • Conocimientos
    Idiomas
    Primeros Auxilios
    Conocimiento de Maldiciones
    Encantamientos
  • Medallas
    2000
  • Tickets
    0

Profile Information

  • Equipo de        0
    Quidditch
  • Casa de Hogwarts
    Ravenclaw
  • Género
    Femenino
  • Location
    Torre de Ravenclaw

Campos para Gringotts

  • Escalafón último mes cerrado
    T1
  • Posteos acumulados último mes cerrado CMI
    6
  • Posteos último mes cerrado CMI
    0

Contact Methods

  • MSN
    saara.daf@hotmail.com
  • Skype
    miazoehth

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Reputación

  1. Salí del trabajo a la hora de siempre y, apenas poner un pie en el exterior, pude notar que la nieve no había dejado de caer en ningún momento. La suela de mi bota se hundió en la mullida y blanca capa que recubría el piso mientras comenzaba a caminar acelerando un poco el paso y alejándome de la entrada principal al Ministerio de Magia. Me alejé lo suficiente para poderme desaparecer sin ser vista y antes de poderlo pensar más, me dejé sumergir por la sensación de la desaparición. Aparecí ya en Ottery, pero alejada del Castillo. No me molestaba caminar los metros que me separaban del lugar, pero el viento frío de invierno estaba intensificándose a medida que caía la noche, por lo que apuré el paso. No sentía el frío como los humanos pero tampoco quería quedarme en la ventisca cuando se hubiese hecho de noche. Atravesé la gran verja de hierro que llevaba a los jardines del castillo y continué caminando, ya aminorando un poco el paso. Entré y me sorprendió el cambio de ambientación del lugar. Por un momento bastante largo estuve segura de haberme equivocado de castillo, o de haber descubierto un ala que aún no había explorado. Aquello parecía un saloon de las películas de vaqueros que mis hermanos muggles solían ver cuando éramos pequeños y a las que jamás había terminado de encontrarles la gracia más que verlas con ellos. Había una barra que no se veía muy estable pero parecía poder cumplir con su función; todo estaba ambientado amaderado pero con el olor a nuevo que todo solía tener y, cuando observé a quienes se encontraban en el interior de la estancia, pude ver que Matt iba vestido como un vaquero de aquellas mismas películas. También se encontraba Melrose, y pude ver como una elfina se retiraba del lugar justo cuando yo ingresaba. Me acerqué a ambos a saludarlos y el olor que provenía de una cesta en la barra me abrió el apetito de golpe. Parecían bollos. —Buenas tardes. ¿Qué es todo esto?— pregunté a quien pudiera responderme, aún contemplando todo a mi alrededor. —¿Debería cambiarme de ropa?— pregunté de repente, recordando que tenía puesta mi ropa del trabajo y no algo que combinara mejor con la decoración.
  2. De pasada por aquí para avisar que pude terminar el semestre antes de que él terminara conmigo (? Hola de nuevo!

  3. Mía Zoeh - Ministerio de Magia de Londres. 19 horas. Había decidido quedarme hasta tarde aquel día y, aunque no lo sabía todavía, iba a agradecerme a mí misma tarde o temprano por esa decisión. Al llegar a la mañana a mi oficina del Departamento de Misterios una simple ojeada al entorno me había asegurado que sería un día de bastante trabajo: pilas de papeles se acumulaban en mi escritorio; gente entraba y salía de otras dependencias del Departamento, lo que me hacía sospechar de que una infinidad de casos nuevos a atender se estaban sucediendo. Cerré la puerta detrás de mí y comencé con mi tarea inicial de organizar mi cantidad de trabajo en bloques para poder encargarme de todo lo antes posible. No iba a ir a llegar al fin de semana con todo ese trabajo y no pensaba dejarlo para el lunes tampoco. A mediados de la tarde ya había concluido con todo lo urgente, pero por algún motivo decidí quedarme unas horas más y adelantar algo de trabajo. Redacté informes y cartas que debía enviar a primera hora del lunes. Dejé por escrito qué había resuelto ese día y qué quedaba aún por resolver. Suspiré mientras observaba la oficina por una última vez antes de tomar mi tapado de tweed y dirigirme hacia la puerta, cerrándola detrás de mí. Caminé por el pasillo prácticamente desierto mientras me colocaba el abrigo y sostenía la varita entre los dientes. Acomodé mi ropa mientras esperaba el ascensor que me llevara al Hall de entrada y desde donde saldría al exterior para comenzar con mi fin de semana. Di un vistazo al reloj que se encontraba en el inmenso Hall: eran las siete de la tarde. No recordaba haberme quedado hasta tan tarde en el Ministerio nunca, y por eso me resultaba tan extraño verlo tan vacío y sentirlo tan silencioso. La noche ya había caído hacía horas aunque desde mi oficina no lo había podido notar. Me dirigía hacia la puerta principal cuando un chirrido horrible que salía de no se sabía muy bien dónde me hizo detenerme para taparme los oídos y agarrarme la cabeza. Temí que me comenzaran a sangrar si no se detenía pronto. Una voz siguió al chirrido; una voz horrible y profunda. Me destapé los oídos brevemente para intentar escuchar de qué hablaba. La Purga. Era hoy. Y estaba por comenzar. Tragué saliva. Era cierto que en el Ministerio no se había hablado de otra cosa en días; habíamos enfrentado incluso manifestaciones de personas que pedían que se echara hacia atrás la resolución ministerial. Habíamos tenido que lidiar con esas personas casi a diario: se colocaban en la entrada, en los lugares cercanos, acechaban. Por los pasillos del edificio era el único tema de conversación entre empleados: en el ascensor, en la hora de la comida e incluso en los baños. Tanto gente a favor como gente en contra y personas que no habían establecido su opinión al respecto era de lo único que hablaban desde hacía días. Y aún así lo había olvidado por completo. Retrocedí y decidí buscar un lugar donde refugiarme. Si bien no creía que hubiese un lugar más seguro que el Ministerio de Magia (Hogwarts, quizás), en aquel momento entendía que también era un sitio con una cantidad de información y de poder increíbles. Un ataque al Ministerio podía poner de rodillas a la comunidad mágica inglesa pero también al mundo mágico todo. Y seguramente intentarían atacarlo aprovechando que no habría consecuencias por las siguientes veinticuatro horas. Me escondí debajo de unos escritorios que había en el centro del Hall. Si veía que estaba lo suficientemente tranquilo intentaría llegar hasta mi Departamento o a algún otro que quedase cerca. Estaba lista para que comenzara el juego.
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