Aura de Thestral (MM B: 106427)

[Samantha Sokal]

Al menos las cosas se habían calmado. Samantha no tenía intenciones de pelear, al final de cuentas, el cuervo estaba vivo. No, Sort estaba vivo. Iba a ser su compañero y mas vale que empezara a llamarlo por su nombre.

 

Luego de aceptar la propuesta del vodka el muchacho se había acercado a acariciar el animalito, Samantha lo dejó, y no pudo evitar que sus manos se tocaran. respiró hondo hasta que el chico dio unos pasos hacia atrás separándose. Era demasiado atractivo para no sentirse turbada por él.

 

- Soy danesa -dijo titubeando- y un poco alemana. No estaba acostumbrada a que la llamaran hermosa. Nunca había tenido problemas en ligar pero la mayoría de las veces era ella quien tomaba la iniciativa y dejaba siempre claro que ese tipo de apelativos le molestaba. Ultimamente habían empezado a sentarle bien, tal vez era por la gran inseguridad que sentía dentro del mundo mágico. Sabía que tenía fama de seria y dura y eso, aunque la divertía un poco, no terminaba de gustarle. En realidad ella no era tan fría como parecía.

 

- El local es de unos amigos -aclaró- yo soy dueña de una pequeña parte y vivo arriba. Si no te molesta podemos ir a mi cocina, allá tengo el vodka. Realmente prefería dejarle el espacio libre a Antoni y su esposa.

 

- Sígueme -dijo yendo hacia la escalera.

 

Una vez que llegó arriba el cuervo se soltó de sus brazos y voló hasta un perchero de su habitación. Aparentemente había elegido un lugar en la casa. Lisbeth lo siguió con la mirada desde la cama, pero Samantha llegando hasta la puerta de su dormitorio la apuntó con la varita y le gritó varias frases en danés. La gata sabía lo que eso significaba, le daba igual lo que su dueña había dicho, sabía que esa varita podía hacer mucho daño, no tocaría al cuervo ni que sus 7 vidas dependieran de eso.

 

Parada en la puerta sam se miró al espejo, tenía el pelo revuelto y seguía con ese camiseta de dormir. pensó en cambiarse. Daba igual, era casi un vestido minifalda.

 

Luego miró hacia atrás a ver si el muchacho de ojos azules había subido a la planta alta. Suponía que sí, pero con el asunto de Lisbeth y el cuervo no había pensado en que debía mostrarle donde era la cocina, seguramente la había podido encontrar solo.

 

@@Vladimir Karkarov

[Anthony R. Dracony M.]

Antoni Ryvak Dracony

 

La sala donde se exhiben las pinturas realizadas por el ojimiel, parece que no tiene nada inusual, muy callado está el sitio pero no se encuentra el elfo que debe hacer el aseo del lugar...muy extraño...según menciono Cindy, el elfo de Samantha se dedicaba esa semana a ese lado del local.

 

Pero se va a adentrado a la sala y no puede irse tranquilo, lo escucho hace poco...ruidos extraños que no identifica, así que toma la varita en su diestra y camina con lentitud mirando detenidamente el piso, muros y techo, con la determinación de hallar que es lo que provoco aquellos ruidos que él logro percibir.

 

 

Aún no ve a Samantha, pero supone el chico que la joven rubia va bien en el atalier, con la chica lleva buena amistad y como socia también es buena su relación. Un mes más y ya la bruja tiene su propio local y quizás una de estas noches, platiquen de como marchan sus negocios y se den ideas para mejorar ambos locales.

 

En mira de eso, el chico se le ocurre una idea: Pintar un cuadro especial para Sokal...y cree que ya tiene el tema, ahora será mejor que encargue un nuevo lienzo para iniciar a realizar el cuadro, que habrá de iniciar esta misma semana si quiere tenerlo listo antes de la navidad...

[Shena Cindy de Ryvak M.]

La castaña registra en un libro contable, las ventas del mes, aunque es mediados de febrero, la chica mejor lleva casi a diario el registro, para que no se le haga tan pesado después, que también hay que hacer lo mismo con los otros dos locales, pero al menos en el atelier, las cosas se deslizan con más calma. La tranquilidad gusta a la castaña y al terminar con el libro contable, deja la oficina y se dirige a la sala de exhibición, hay varias pinturas que disfruta de contemplarlas, porque el ojimiel plasmo con colores, una armonia que da paz al espiritu.

 

No hay muchos clientes en la sala, así que puede darse el lujo de mirar a sus anchas las bellas pinturas, una de ellas es muy amplia y alta, la que hizo de varios magos y brujas que acudieron a posar para el peliverde...es algo que maravilla pues siempre se encuentra algún detalle que parece contar lo que ocurre en la pintura, así como un libro descubre al diferente cada vez que se lee, o será acaso que su mente capta partes distintas debido al estado del animo....no lo entiende completamente, pero más que pensar, le gusta disfrutar, así que llega a ese cuadro de la escena con el mar y esas personas que nadan...todo al parecer, enmedio del océano...

[Anthony R. Dracony M.]

La vida se desliza con calma...también la hay en el atelier, Una carta, la que su gran amiga @@Samantha Sokal le envió para comunicarle que partia de nuevo y su ausencia hace que el peliverde sienta que la propiedad le oprime y se sienta triste...

 

No se siente del todo mal, al menos supo por conducto de su propia amiga, que se marchaba, pero piensa el peliverde, si será mucho el tiempo que deba aguardarpor su regreso. Dobla la carta y la guarda en su caja "de tesoros" (Donde tiene todas las cartas de su padre Reacon y sus amigos). La guarda en el armario y se coloca una chamarra negra. El aire de este día es algo frío, camina a su taller. Será mejor distraerse un poco pintando, hace más de un mes que no pinta nada. Le ayudará a tranquilizarse, siempre es como un bálsamo para su alma atormentada y dolida...si al menos pudiera volver hablar con Anna...siempre su amiga sanadora lo hacía recuperarse de ánimo. Pero precisamente ella le recomendó hacer otras actividades antes que derrumbarse por el ayer que le atormenta.

 

Pasa horas manipulando el pincel, no es que desee apresurarse, su espiritú desea expresarse, las pinceladas son cuidadosas, calculadas...no hay sentimientos de enojo o furia, sino de melancolia y perdida, toma un poco de pintura amarilla, la gota de pintura en la punta, su mano quieta frente al lienzo, su intención es agregar un detalle alegre pero su emoción le traiciona. Las lagrimas le impiden ver claramente, le nublan la vista, le arde su caminar por sus mejillas, tiene que retirar su mano dejar el pincel en el caballete y enjugarse las lagrimas.

 

Tiene que sacar un pañuelo de entre sus ropas, el sentimiento le hace gemir....entonces definitivamente se pone de pie y abandona el taller....no tiene porque seguir así, no....puede ir a donde está su amada, su otra mitad de corazón, así que cruza el pasillo y sale a la puerta trasera, el jardín está primoroso, ve el columpio y piensa en los que hay al lado de la cabaña de la familia de Cindy.

 

Entonces corre aún más ansioso, el camino de piedras blancas hace esos sonidos al chocar de sus pasos, su corazón late emocionado, llega a las habitaciones privadas que hay en su local, abre apresurado y se encamina a la sala. Se detiene frente al muro donde está aquella singular pintura; la que muestra un sendero enmedio de un bosque algo peculiar, con flores y criaturas que parecen muy alegres. Lo mira durante unos segundos, luego va a la chimenea, golpea estrategicamente en el sitio que él solo conoce y una compuerta secreta deja al alcance un pincel muy especial. Este tiene una runa compuesta grabada y el peliverde cierra el comportamiento cuando toma el pincel delicadamente.

 

Lo guarda en su bolsillo y usa un encantamiento para ocultarlo, después va de nuevo frente al muro, mira detenidamente el cuadro, saca con pasimonia a "Cobra"....su mano siente un flujo electrizante pero él no le presta atención, levanta la varita mágica y pronuncia el hechizo:

 

--Engorgio....--La pintura aumenta de tamaño, hasta que cubre casi la totalidad del muro, el aleteo de un hada se nota en el cuadro...el ojimiel toma aire, es momento y avanza resuelto hacia el sendero, en cuanto toma unos pasos sobre el , el cuadro recupera su tamaño y la habitación luce normal como si no hubiese ocurrido lo que sucedió.

 

Tiene tiempo que el peliverde no ha ido a la cabaña, pero se deja conducir por su corazón, quien le guía certeramente a donde su amada se encuentra.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

La castaña se incorpora, un sentimiento que no es propiamente de ella pero si de la persona que más ama, le llena su ser con fuerza. La silla de madera se enuentra frente a la ventana, donde la muchacha castaña miraba el verde césped frente a la cabaña. pocas personas pueden entender que se sienta ella tan segura de su amor por el ojimiel.

 

Ella deja la nivea tela con la aguja prendida en un extremo. Hubo de ser necesario que el ojimiel tomará la iniciativa para tomar el camino para ir al encuentro de la castaña. Ella respeta la decisión de su amado esposo de permanecer en Ottery, cuidando y administrando los locales en Diagón y su empleo en el Ministerio.

 

El ojimiel sigue muy aferrado a esa vida mágica y ella entiende bien porque, lo que le hace ilusión al ojimiel, ella entiende y ella está ahí en espera de él, siempre para él, dispuesta a las ideas que el tenga.

 

Ella ahora lo acepta, le ayudará por sobre todas las cosas, sobre su propio entendimiento, ella estará a su lado y crearan juntos su vida, unidos y con la dicha de ser almas gemelas que se complementan. Él es su mundo y por eso sale al encuentro de su amado, para demostrarse su gran amor.

[Anthony R. Dracony M.]

Devora la distancia con la velocidad de su amor por ella, su corazón que late al ritmo de la música que parece surgir de solo tenerla en su pensamiento. No mira con detenimiento el paisaje, la belleza de lo que le rodea, el sendero que le ayuda a llegar a su lado, sus ojos miel solo anhelan verla.

 

Se siente con el alma incompleta, hace cosas en aquella ciudad, pero es media vida. Lo presiente, es porque no ha comprendido lo que en realidad es verdadero. Sigue corriendo, el esfuerzo no es fisico, es emocional, también tiene que hacer un gran esfuerzo para aceptar que debe ser él, imperfecto pero él mismo.

 

Solo está seguro que debe llegar con ella y hablar....si, hablar de todo aquello que no se atreve a decir, de todo lo que ha escondido desde hace tanto tiempo...de cuando no sabía como explicar sus sentimientos....incluso ahora no lo sabe todo, no tiene suficientes palabras, o no tiene el significante. Pero ahora sabe que debe confesar...aunque su imagen se distorcione y la "mascara" que se ha puesto caiga y exponga su verdadero yo.

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Sentado en la recepción, Jerard se entretenía contemplando una lámpara de lava, le entretenía verla y como no pasan clientes al atelier, se siente un tanto aburrido. Para sentirse útil fue por un sacudidor y volvió a repasar todos los muebles, ni polvo había en ellos pues era lo que usualmente hace más de dos veces al día...acomoda todo en el recibidos y acomoda el calendario que descansa sobre el mueble y he ahí que se fija de la fecha...---¡Santo cielo! ¡Ya es dos de diciembre!...

 

El elfo se apresura a sacar las series de foquitos de luces y ni tardo ni perezoso, adorno la fachada y luego se paso al jardín interno y las habitaciones de los amos...en ese sitio se lucio más decorando y orgulloso contemplo su "obra maestra" está seguro que quedó más lindo que el año pasado!....solo espera que los amos se pasen y disfruten del hogar que hay para ellos ahí...

[Tauro M.]

Le había prometido a Anthony que iría a visitarlo y eso hizo, habían quedado con una conversación pendiente además de que tenía curiosidad por saber como era aquel negocio en posesión de su amigo. Recordaba el nombre a la perfección porque era una de sus criaturas favoritas y de repente se preguntó ¿cómo sería el Aura de un Thestral? Lo más lógico sería pensar que era oscura, debido a la historia alrededor de ellos, pero lo cierto es que la imaginaba más pura y brillante que todas las demás. Aceleró el paso para llegar lo antes posible y no hacerlo esperar más y cuando hubo dado con el lugar simplemente permaneció en la puerta.

 

Llamó dos veces esperando a que alguien le abriera. Nada ocurrió. ¿Habría salido Anthony a algún lugar? De todos modos no llevaba prisa, había dejado la tarde libre específicamente para ir hasta allí, por lo que no tendría ningún problema si se tardaba o llegaba tarde a cenar, total no es que la estuvieran esperando en casa y no sería la primera vez que se ausentaba. Dio una vuelta por los otros locales que se encontraban cerca y se le ocurrió ir a visitar a un conocido, pero no, había venido por una específica razón y lo mejor sería no distraerse.

 

Volvió al local y llamó tres veces una vez más.

[Anthony R. Dracony M.]

Jerard, elfo del local "Aura de Thestral"

 

Los golpes en la puerta principal del local perturbaron la atención del elfo, quien debido a lo sorpresivo de aquel llamado, le hizo tirar el sacudidor, luego trastabillar encima de la escalera en la que estaba encaramado y caer desde lo alto, el pobre Jerard comenzó a regañarse por su torpeza...--"Jerard debió desaparecer para no caer como mundano costal de papas...Jerard debe apresurarse ahora, tal vez a llegado un cliente, si, seguramente es alguien que desea una fotografía, que bueno tener ya listo el mural propio de las navidades, a la gente gusta mucho tomarse fotos de la tradicional Nochebuena.." --Iba hablando el elfo mientras caminaba de la sala de exhibición a la recepción, de nuevo se escucho aquella música...estaban llamando nuevamente, por lo que el elfo entonces si desapareció y apareció justo detrás de la puerta de madera, sujeto la perilla para abrir mientras tras el cristal esmerilado con aquel árbol del cual caían hojas, miraba a la joven de cabello celeste, ya franqueo a la joven la entrada haciendo una respetuosa reverencia:

 

--Buenos días señorita, bienvenida, Jerard se disculpa por tardar en recibirle, Jerard está para servirle ¿Qué desea la señorita?

 

 

Anthony Ryvak Dracony

 

 

El peliverde camina con lentitud, no le apura ahora ir al local, está convencido que Jerard tiene todo bajo control....como siempre...suspira hondo, si no fuera por el elfo, seguro que el local no estaría de pie...a dejado de lado aquellos proyectos que tenía en el principio, de cuando era recién llegado a la comunidad...

 

No puede evitar pensar en los tiempos pasados, sobre todo en los últimos meses...cuando estaba decidido a hablar con la "verdad" que le ocultaba a la castaña...¿Qué habría cambiado de haberlo hecho?...........un nuevo suspiro porque no tiene la respuesta, solo un reproche a su falta de "suerte" porque ha sido la partida de la castaña, el principal motivo de tener "atorado aquel sentimiento de culpa y vergüenza"...

 

El Ryvak toma aire y le deja salir lentamente para intentar calmarse antes de llegar al Atelier...continuará con el cuadro que está pintando, al muy complicado porque su destreza se contrapone con su sentimiento, pero puede que sea el pintar, una manera de apaciguar su alma...

 

También tiene que estar atento pues en la Feria Gastronomica, ha invitado a su amiga Tau al local, así que debe encontrarse ahí para recibirla, piensa sobre aquel día, el incidente con aquellas mujeres peleando, le hicieron olvidar sobre acordar el día, aunque aún puede suceder que se encuentren.

 

Alcanza sin problemas a visualizar el Atelier abierto y justo Jerard saludando con propiedad a la ojiazul, ¿Qué haría sin el servicial elfo? más agradecido se acerca a la joven y le saluda efusivo:

 

--¡Buen día Tau! es un placer tenerte en mi humilde Atelier...¿gustas acompañarme? iremos a la parte interior, estaremos más a gusto en las habitaciones adicionales-- El peliverde hizo una elegante reverencia antes de caminar hacia la puerta de acceso al interior para abrirla y franquear la puerta a la peliazul, caminaron por el pasillo, el Ryvak iba mencionando que eran las salas mientras caminaban rumbo al jardín--Mira Tau, ese es el estudio, ahí se toman las fotografías, ese otro es para cuando los clientes desean que se le pinte un retrato, luego ahí esta el cuarto oscuro y más adelante esta la sala de exhibición de pinturas, usualmente es lo que los clientes visitan a menudo, muy pocos magos y brujas conocen el jardín, son contados los que he mostrado mi "lugar secreto".

 

Una floritura de su varita hizo que la puerta de metal se abriera para dejarles libre el paso, caminaron por el sendero de piedrillas blancas, dejaron atrás la jacaranda con la pequeña fuente al frente, también dejaron atrás la estatua pequeña del dragón blanco que el ojimiel atesora, de repente el Ryvak se queda paralizado contemplando la gran cantidad de luces...igual que la navidad pasada en que Cindy decoró por su cuenta...era Bellisimo! una sonrisa leve asomo a su rostro gratamente sorprendido...pero el detalle de ver en gran cantidad de luces, le da al ojimiel la pista para deducir que ha sido Jerard el que se ha emocionado adornando este año....seguro que pensó sería un buen detalle...

 

--Es claro que Jerard se emociono con la decoración, pero se ve bien ¿no es cierto? vamos a la sala, Jerard puede traer chocolate ¿te parece?

 

@@Tauro M.

[Danny Lestrange]

Danny se había vuelto a perder en las calles del pueblo como hacía siempre que estaba aburrido, y aunque no era muy sociable sí gustaba de vagar solitario por las calles, visitar locales, museos, etc. Aquella vez estaba pensando en que daría un paseo para visitar algunos negocios que no conocía, lo haría al azar, sería más divertido así, y para lograr su objetivo sin cansarse el chico vestía ropa deportiva: pants y sudadera de color azul marino y zapatos de deporte blancos. Llevaba también una mochila al hombro con una botella de agua y galeones por si le daban ganas de darse un gusto.

 

―Interesante ―pronuncia a medida que avanza por las calles observando las fachadas de los negocios, entrando a algunos de ellos y saliendo de inmediato en el justo momento en que alguien se dirigía hacia él para atenderlo. Era extraño, pero a Danny le daba por hacer lo mismo todo el tiempo.

 

Una vez en la calle, saca su botella de agua y bebe una poca y continúa su camino después de ponerle la tapa y devolverla a la mochila, un par de minutos más tarde se acerca a una tienda de golosinas y compra algunas grageas de todos los sabores. No le importaba arriesgarse a comer alguna que tuviera un sabor asqueroso como fruta echada a perder o sabor a animal muerto de varios días a la interperie. Luego se desilusiona cuando prueba una, se encoge de hombros.

 

―Jabón de manos ―protesta sin dejar de caminar. ¿Como conocía el sabor del jabón de manos? Por la simple razón que cuando era niño se le había ocurrido tomar el despachador que tenían en el lavamanos cuando su madre no estaba mirando.

 

Danny sonríe al recordar aquella experiencia ya que por los sensible que era a los sabores, había vomitado ahí mismo, el ruido alertaría a su madre quien terminaría castigándolo en su habitación durante el resto de la tarde. Aunque, para él, mantenerse castigado era como si le hubiesen dado un premio, ya que podría pasar varias horas entretenido con su lectura sin ser molestado por nadie. Había sido realmente fantástico.

 

Pasaron diez minutos más cuando se detiene en un negocio al azar de fachada desconocida, solo había alcanzado a leer el anuncio y entra como si lo hubiese hecho todos los días. Dentro le vuelve un poco el nerviosismo y se queda inmóvil, solo a unos pasos de la puerta, mira a su alrededor contemplando el decorado y por fin se anima a saludar.

 

―¿Hola? ―pronuncia en voz medianamente alta, sin darse cuenta de que resonaría en todo el interior.

 

 

@@Anthony Ryvak Dracony