Bóveda de THB Potter

[THB Potter]

Saliendo del Ministerio de Magia, estando a punto de abandonar Londres rumbo a Ottery St. Catchpole, THB recordó un minúsculo detalle, ¡su bóveda! En el Ministerio había escuchado algo respecto a la necesidad de llevar un buen control de las operaciones bancarias mágicas, así que sin quedarle remedio, se encaminó al Callejón Diagon. Hubiera querido aparecerse, pero en Reino Unido carecía de licencia, así que tenía que aguantarse.

Después de unos cuantos contratiempos (que tuvieron que ver con su despiste por el sentido en el que circulaban los autos muggles), THB llegó al reconocido callejón mágico londinense. Se adentró con curiosidad, viendo los letreros de los distintos establecimientos, hasta llegar a la banca mágica. La advertencia de los duendes la tenía sin cuidado, pues no era el tipo de persona que codiciara algo ajeno.

Respirando hondo para animarse (pues veía, con cierta sorpresa, que había bastante clientela), la bruja se cambió la capa de viaje de brazo y se acercó al mostrador.

—Buenos días, ¿podría indicarme lo que necesito para registrar mi bóveda? —preguntó amablemente a uno de los duendes.

El ser mágico, entretenido con unos diamantes del tamaño de huevos, se limitó a asentir con la cabeza y le extendió un pergamino, pluma y tinta.

—Gracias —THB suspiró con resignación.

Parecía que era su destino tratar con seres que simplemente le darían fichas a llenar, en vez de indicarle con palabras lo que necesitaba. Sin ganas de discutir, comenzó a escribir.

CITA

1.- Ficha de THB Potter.
2.- Bóvedas de negocios que posea THB Potter: Ninguna por el momento.
3.- Registro de familia sanguínea: Familia Triviani.
4.- Bóveda de familia sanguínea: Bóveda de la familia Triviani.

—Aquí tiene —le indicó al duende en cuanto terminó de rellenar la ficha —Si hubiera algún problema con mis datos, ¿podría mandarme una lechuza o algo? En estos momentos me voy para Ottery St. Catchpole a arreglar un asunto y…

Como el duende tomó su pergamino y asintió sin siquiera quitarle la mirada de encima a sus diamantes, THB decidió no insistir.

—Gracias —dijo finalmente, haciendo una pequeña reverencia.

Dio media vuelta dispuesta a marcharse, por lo que no vio cómo el duende arqueaba una ceja, en actitud interrogante.

—¿Qué pasa? —le preguntó un colega.

—Una portadora de varita… Nah, olvídalo —el duende volvió a su trabajo enseguida.

Pero en vez de seguir pesando sus diamantes, se decidió a procesar la ficha de la bruja que recién había atendido.

 

Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 10060 G