Nely Aradia Gaunt Lill

--Si lo quieres acariciar, ¿por qué no lo haces? ya te dije que no es peligroso-- Bigotitos se acercó a ella en busca de nuevos mimos al ver que se guardaba aquella manguera, ya que le gustaba la gente, pero si había algo que realmente odiaba, eso era el agua a chorro, no era así con los charcos de agua, que le encantaba embadurnarse en ellos cuando la lluvia se mezclaba junto con la tierra, creando un barro exquisito para poder pasar un buen rato jugando. Comenzó su explicación sobre su parentesco para con Sagitas, y mi cara iba siendo todo un poema, ya que, tenía la pequeña esperanza de que fueran familiares, aunque fuesen lejanos, pero no, su respuesta fue que eran amigas, y mi cabeza comenzó a divagar ¿Qué tipo de amigas? ¿largas amigas? ¿locas historias? Su cara me comenzaba a sonar, ¿No estaba ella en una de las ocasiones en las que la loca pelivioleta se metía en líos como en la multa por el circo? Podría ser, no estaba del todo segura. --Entiendo-- Dije de una forma que no quería haber dicho, pero que salió así de improvisado. --He de reconocer que Sagitas es una mujer ultra conocida por estos lugares, me alegra saber que es tan querida.-- Esta vez mi tono de voz cambió, siendo unas palabras sinceras, dichas de corazón. Me alegraba saber que estaba bien rodeada de gente.

Que lástima que no puedas poner foto, me encantaría tenerlo, espero que cuando lo veas por google, nos lo subas, para poder saber de qué libro se trata exactamente. Tamarindo, cuánto tiempo te tarde en llegar las cosas de aliexpress? Veo cosas chulas, pero es que ahí sí que me da miedo comprarlo... pero quién sabe, quizás me anime. En una boda que fuimos en septiembre, nos regalaron dos funkos, de Hermione y de Ron, porque saben que nos gusta mucho Harry Potter y que nos casaremos, así que nos lo hicieron como regalo. Ahora que tengo dos, me gustaría tener más, asi que toda pagina web que pongais con articulos de HP, se agradece

Justo, ¿Podrías poner foto del libro que compraste por 9,90? Me gustaría ver si lo puedo conseguir por internet, yo soy más de comprar casi todo por internet, soy una vaga, no me gusta demasiado salir de casa (y eso que me paso el día fuera de casa entre el trabajo y las clases e,e) creo que por esa misma razón, siempre compro por internet, porque no quiero salir más de lo que ya lo hago xD Hasta la compra mensual del carrefour la hago por internet y que me la traigan a casa, eso de estar tanto tiempo fuera... xDD

Vengo leyendo vuestro hilo, me apasiona esto ¿De qué tienda habláis? Yo cada vez que compro algo, lo hago en la frikilería o sino, en tiendas de Barcelona o amazón (Aliexpress nunca compré, siempre me da miedo) Tengo ya el sello y el lacre de Hogwarts pero sigo buscando más cositas. En 2 años me caso y quiero que sea 100% estilo Harry Potter (A mi novio lo conocí en el foro, allá por el 2009) Ya tengo muchas cositas de las que no puedo hablar, ya que habrá invitadas del foro y no quiero que lo lean jajajaja. Qué libros especializados miras? Tengo algunos libros de coleccionista, pero no sé si te refieres a eso o si buscas en algun otro lugar, la verdad es que aunque aún falta mucho para la boda, ya voy pensando en detalles y en ir comprando cosas para que luego no me venga todo de golpe.

Bigotitos ronroneaba a mi lado, contento de viajar siempre en mi compañía, mientras aquellas dos brujas se mantenían asustadas, un tanto prudentes ante la reacción del felino, sin saber que era completamente inofensivo. --Bigotitos no come seres vivos que lleven en su sangre la magia, podéis estar tranquilas-- Reí mientras le acariciaba detrás de las orejas. --Pero si crees que puedas tener ratones en la trastienda, quizás te haga una buena limpieza-- No pensaba por nada del mundo ponerle un bozal, era el mejor felino que había tenido nunca (aunque nunca había tenido otro, así que no sabía muy bien cual era el comportamiento del resto) pero entendía que las brujas le tuvieran miedo. --Puedes estar tranquila, Tamarindo, él no se te acercará si yo no se lo ordeno, parece peligroso, pero en realidad es bastante tímido-- Bigotitos se sentó a mi lado, cansado de estar de pie, sabiendo que no haría buenas migas con las presentes. Tamarindo no soltaba la manguera a pesar de todo lo que yo la decía, y por ello no pude ocultar mi sonrisa, ¿Pensaba que el agua iba a hacer huir a un animal de aquel tamaño? si con solo que levantara una pata ella podía caer al suelo y ser su aperitivo. De repente, las facciones de mi rostro cambiaron, y es que mi mente empezó a divagar y no supo estar callada. --¿qué parentesco tenéis vosotras dos? ¿De qué os conocéis? Creo que nunca antes te había visto con Sagitas-- Temía que sonara a una mujer interrogando a una segunda solo por el hecho de estar junto a mi mujer, espera...¿Aún seguiría siendo mi mujer? Seguro que no, que ya tenía alguien quién la hiciera volar maripositas dentro de sí. ------ Off: Perdón por la tardanza!!!

Sonreí. Aquella mujer podía llegar a ser tan sorprendente, que jamás podrías cansarte de estar a su lado. La joven, llamada Tama, debía de ser muy parecida a Sagitas, y se podía notar lo bien que se llevaban. --El placer es mío, Tamarindo-- La respondí amablemente. Al momento fuimos interrumpidas por un comunicado que traía una joven con una campaña de registro; me dejó helada, ¿Qué pasaría con mi Bigotitos? ¿Tendría que llevarlo a algún lado? Al pensar en él, escuché como mi fiel amigo asomaba sus bigotitos por la tienda. --Ven aquí, Bigotitos, no pasa nada, son amigas.-- Desde tiempo atrás, en el momento que decidí irme del mundo mágico, Bigotitos había sido mi amigo incondicional, los muggles no lo veían bien, y mantuve cientos de pleitos por el hecho de tener en mi hogar un tigre de tal tamaño, pero tenía claro que no pensaba deshacerme de él. --Sagitas, junto con esas galletitas de las que habla Tamarindo y un café, ¿No tendrías algún animalillo para que Bigotitos coma? Creo que lleva mucho tiempo sin comer, cualquier ratoncito sería válido-- Bigotitos rugió a modo de aprobación de mis palabras. Me quedé acariciando a Bigotitos mientras esperaba que Sagitas tuviera algo que llevarnos a la boca, ambos llevábamos mucho tiempo sin probar bocado.

Sonreí. Sagitas no había cambiado absolutamente nada desde la última vez que había estado por los mundos mágicos. Pareciera que el tiempo no hubiera pasado para ella, estaba deslumbrante con la ropa ceñida al cuerpo debido a la ducha imprevista de la manguera. Comencé a sonrojarme al verla en ese estado, consiguió que una vez más, mi estomago volviera a estremecerse, ¿O quizás era hambre tras el largo viaje? La voz chillona de Sagitas me hizo ver que aún se alegraba de verme, aun que no sabía muy bien si se alegraba, o si fue una reacción espontanea por haberla visto de tal manera. La miré, y noté como dentro de esa alegría, también entraba el reproche. Reproche por mis tantas ausencias prolongadas. ¿Cómo iba a responderla si ni yo misma sabía por cuánto tiempo había regresado? La chica de la manguera me sacó de mi ensimismamiento, la miré tímidamente y sonreí, su cara me era conocida, pero hacía tantísimo tiempo que ya no vivía ahí, que no recordaba con exactitud de dónde procedía. --Yo que tú tendría cuidado, Sagitas puede ser como un bombón de licor. Dulce, pero a la vez explosiva.-- Evité el contacto de Sagitas en ese momento, pues no sabía como podía tomarse ella ese comentario, y más cuando se lo estaba haciendo a una persona que quizás no debía, pues no sabía qué tipo de relación podía tener con la pelivioleta. Dejé la escoba a un lado y saqué mi varita, la cual chispeó al ser tocada por mi, debido a tanto tiempo sin ser utilizada. Al instante apareció una gran toalla de color lila a la altura de mi pecho, la cogí y guardé la varita. Me acerqué a Sagitas y la cubrí con ella. --Deberías cambiarte de ropa si no quieres resfriarte-- dije entre pequeñas risas, dándole un toque de humor a la situación. Inmediatamente me aparté por miedo a sus siguientes posibles actos. --Soy Nely Aradia-- incliné la cabeza hacia la otra muchacha a modo de presentación. --Espero no haber interrumpido la fiesta--

¿Cuánto tiempo había pasado? Caminaba por el Callejón Diagon; sin saber porqué, siempre acababa por aquel lugar cuando tenía ganas de vivir la magia. Tanto tiempo conviviendo en el mundo muggle le hacia olvidarse que ella venía de un mundo distinto, de un mundo dónde todo, absolutamente todo podía pasar. Arrastraba su escoba, había pasado varias horas subida en ella y después de pasar más de 2 años sin usarla, su gordo trasero se resentía. --Antes me gustaba más este trasto-- murmuró para sí al ver el letrero de aquella floristería dónde tantas aventuras había vivido junto a su hermana y a su tía-amada-amante Sagitas. Entró recordando el buen aroma que solía recorrer siempre aquel local, miles de flores diferentes desprendían una agradable sensación de paz, pero, en esta ocasión fue diferente; ¿A qué olía? Estaba claro que a flores no era, sino más bien a estiércol húmedo. -- ¿Hay alguien ahí? -- Preguntó un poco incrédula por lo que estaba oliendo en aquel momento. --¿Quién no ha llegado a hacer sus necesidades en el baño? Creía que aquí se usaba la magia, podríais haber hecho aparecer un retrete, o desaparecer este hedor. -- Según se adentraba iba alzando la voz para hacerse oír, ya que comenzó a escuchar el ruido de una manguera de agua. --¿Sagitas? ¿Eres tú?-- ----- Off: Holitaaaaa

Yo adquirí un sello de Hogwarts, siempre quise tenerlo pero no sabía que uso darle. Ahora que planeo mi boda, ya sé en qué lo usaré Sé que hay varios sellos, de cada casa, de Hogwarts y muchos más, pero me hacía ilusión comprar ese, la verdad, no son caros, me salió por 10€ en amazon y en 4 días lo tenía en casa. Me venía lacre de 3 colores. Creo que ahora ha subido un poco de precio. Dejo enlace https://www.amazon.es/ONEVER-timbres-Insigne-Cuill%C3%A8re-Coffret/dp/B01KO5AP96/ref=pd_lpo_vtph_229_bs_t_1?_encoding=UTF8&psc=1&refRID=6TTRFBVDJEWTK0QJQQ98 Espero que la opinión te haya servido.

Posó el pergamino sobre la mesa, tenía mucho que pensar, un viaje no era algo que tomar a la ligera y por ello debía de estudiar bien sus posibles destinos. --No, no puede ser que esta agencia pertenezca a ella. Su humor cambió cuando vio el icono de la agencia al final de aquel folleto. No imaginaba que Sagitas pudiera llevar algo así, o quizás sí, después de todo, cualquier cosa era posible en la mente de Sagitas. Cambió de opinión, arrugó el panfleto haciéndolo una bola y lo lanzó al fuego que calentaba su pequeño y tranquilo hogar.

--yo para ser feliz quiero un camión, yo para ser feliz quiero un camión-- Canturreaba la joven desaparecida tras presentarse en el Hipogrifo Asustado con uno de esos juguetes enormes muggles, que tan bien les iría en aquel lugar para distraer a los pequeños diablillos. http://mla-s2-p.mlstatic.com/camion-de-coca-cola-de-plastico-impecable-retro-juguete-5351-MLA4317429070_052013-F.jpg Había encontrado aquel objeto inanimado en un cubo de la basura de un muggle, y ella misma lo había recogido, pero aún así, anteriormente observó con atención a los pequeños muggles, percatándose así de toda la imaginación de la que llegaban a contar esos muchachos. --Dígale usted a la señora casada Sagitas Potter Blue que yo, Nely Aradia Gaunt Lill, le deja este juguete (muy útil y eficaz) para sus alumnos, victimas, o como quiera que los llame a esos bichos sin control-- Depositó con cuidado aquel juguete y antes de desaparecer, dio media vuelta y avisó sin maldad --Que lo desinfecte primero, puede que su procedencia no sea del todo muy buena-- Y sin más, se marchó de aquel lugar con una amplia sonrisa.

El frío aire hacía que sus alas volasen más despacio, con más delicadeza. Tenía una misión, encontrar a Sagitas. Sus ojos se centraron en aquella guardería en la que tantas chucherias había comido, y es que le encantaba tener que enviar mensajitos a Sagitas, siempre recibía alguna chuche a cambio. Al fin el vuelo se acababa, tenía justo en frente aquel colorido lugar que tanto visitaba, entró por una de las ventanas abiertas y visualizó a Sagitas, con cuidado, voló hasta su hombro sorprendiendola, ya que estaba tirando galletas al aire, soltó su carta sobre ella y rapidamente picoteó al vuelo una de esas galletas que Sagitas había lanzado. Ululó de felicidad por aquel premio inesperado y voló por dónde había entrado.

Aquellas letras podían leerse de manera clara, habían sido escritas con todo el cariño del mundo, con un gran fin; tan solo quería felicitar las navidades al personal de la guardería. Esa guardería que tiempo atrás también había sido una parte de ella. Leía la pequeña carta y recordaba como poco a poco, fueron dando forma a aquel local, convirtiéndolo en un lugar habitable para aquellos pequeños e indefensos (pero peligrosos a la vez) magos y brujas. --Fueron buenos momentos-- Susurró para ella mientras doblaba el pergamino con delicadeza para darselo su pequeña lechuza, quién sabía bien dónde tenía que dejarlo. Su destinataria: Sagitas. --Feliz Navidad, Sagitas-- Besó el pergamino y susurró para ella, conformandose con poder felicitarla mediante aquel papel.

Sintió un escalofrío por su cuerpo ante el roce de la mano de su gemela. Aún así, no dejó de sonreir, a pesar de ver ante ella a una persona que no era a la cual había dejado tiempo atrás. Su hermana del alma había cambiado y no solamente en su forma de saludarla (cosa que era normal tras tanto tiempo sin verse) Sino también en su físico. Ahora era muy fácil reconocer quién era quién, y es que veía en el rostro de su gemela una preocupación que la hacía parecer más mayor. Lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos ámbares que ahora no parecían tener aquel brillo de antaño, se sentían apagados. -"Escuchame bien Reena, estoy bien, estoy aquí, contigo. Todo está bien"--- Una vez más, después de tanto tiempo, sus mentes se unieron para comunicarse sin que el exterior supiera nada, puesto que tan siquiera habían tenido la necesidad de abrir la boca para dedicarse aquellas palabras. Un sentimiento de culpa y de remordimiento le pasó en aquel instante a la castaña al ver así a su hermana, pensó que ella podía ser la culpable de que su hermana se sintiera asustada al verla, después de todo, siempre que se marchaba, jamás le decía a dónde iba o con quién estaría ni por cuanto tiempo. -Te pido perdón, hermana, ya sabes como soy, cu.lo de mal asiento; pero bien sabes que te quiero, y que de vez en cuando me dejo caer por estos "lares" para que sepas que estoy bien.-- No parecía creerla, puesto que no soltaba sus manos para nada, como si tuviera miedo de que en cualquier momento la bruja desapareciera del lugar.

Parecía que el tiempo no pasaba por aquel bullicio de brujas que se encontraban en la trastienda de la floristería tomando pastitas de té. Ver como Sagitas reía junto con esa bruja que decía llamarse Tamarindo, le hacía feliz. No tanto así como aquel fantasma con el que se había casado anteriormente, y es que, después de todo; la castaña debía de aceptar que jamás olvidaría a aquel amor con el que rompió reglas. ¿Quién la iba a decir que un día tendría una aventura amorosa con su tía favorita? Debía de aceptarlo. Ella se marchó y dejó todo atrás, no podía esperar que todo volviera a ser igual a pesar de que los cuerpos físicos no notasen el paso del tiempo. Cada uno hacia su vida, y ella, ya había aceptado que la suya no estaba en Ottery más que para meras cortas visitas, así pues, al lado de su gemela, feliz de estar con ella; volvió su mirada hacia la pelivioleta y sonrió viendo a aquel fantasma allí presente. --"Con que ese debe de ser su marido, mira que es feo el condenao´"-- La gemelsa sonrió por sus propios pensamientos. --Y bien, hermanita ¿Me vas a poner al día de tu vida mientras me invitas a un té con leche?--