►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Arya Macnair]

Todo estaba hecho, era hora de partir. Ya serían casi las seis o siete de la madrugada, el frío calaba los huesos de cualquiera que se atreviera a asomar la nariz a esas horas, solo ellos podían verse, su respiración casi palparse cuando salieron al verde jardín que todo lo rodeaba, aun faltaba para que el sol delatara la ubicación de cada uno, por lo que, haciendo señas a su mano derecha, supo que la operación había llegado a su fin, uno a uno, sus compañeros deberían desaparecer, y ella como buen AR debería comprobar que nadie se quedase atrás. Pensando en ellos buscó una vez más con la mirada a Meight, le sonrió y le indicó que se marchara cuanto antes, necesitarían un baño caliente para recuperar el calor corporal y un buen sueño reconciliador para sentirse como nuevos. En cambio, ella, sabía perfectamente lo que haría, arrastraría a Lisa consigo, una vez más, hasta el Cuartel, para analizar todo lo recolectado.

 

—¿Que tal unas cervezas para pasar la noche?— Le preguntó a su compañera viendo como uno a uno sus hermanos desaparecían.

 

—Vale, nos vemos en el cuartel, Rena— Se limitó a responder Lisa, negando lentamente con la cabeza, parecía algo decepcionada, en parte Arya la comprendía, susbuenos tiempos parecían acabar, los Mortífagos huían, se escondían o no aparecían, era triste, más para un par de guerreras que disfrutaban blandiendo sus armas para el bien.

 

Sería una larga jornada junto a la Delacour, pero valdría la pena después de aquel Cateo; podría ser que estuviera perdiendo el toque, pero comenzaba a sentirse viva por primera vez.

 

Cuando el silencio por fin se hizo con los terrenos Crowley, Arya se quitó la luz del rostro sin dilemas, ya nadie quedaba más que Lisa a sus espaldas, extendió su brazo, como queriendo tocar el cielo con la varita, y altiva exclamó: —¡Lealtad y Sacrificio!— su voz sonó fuerte, clara y segura. Acto seguido y apuntando a la negrura frente al castillo, hizo una elegante floritura al tiempo que del extremo opuesto de Sombra surgían cientos de hilos dorados, rojizos y anaranjados. Lenguas de fuego que fueron quemando el oxígeno en el aire, formando una nube flamante que poco a poco fue tomando forma hasta batir sus alas como un magistral e imponente ave fénix, aquel sería el mensaje que les dejaría a los dueños de casa, ellos siempre prevalecerían, La Marca Tenebrosa jamás triunfaría si ella aun estaba en pie y respirando.

 

 

http://i.imgur.com/T255QVB.png

Y sin más, tomó a la mujer por el brazo, tras caminar cuesta abajo por el sendero de piedra gris hasta volver a atravesar la verja de entrada y perderse por las calles de Ottery, estando lo suficientemente lejos como para desaparecer, juntas, como dos buenas compañeras.

[Fokker]

Fokker y Nicole - En Narnia (a que es cool xD)

 

—¡Bienvenidos!—

 

Se escuchó tras ellos una vez que la puerta se cerró tras ellos. Sin tiempo para examinar la cabaña y saber si mas personas estaban dentro, el chico de ojos rojos (me hace recordar a cierto dragón negro de ojos rojos xD) solo atino a ponerse delante de ella para protegerla de quien sea, sea quien sea, llevando su mano instintivamente y tener lista la espada para sacarla si es necesario. Si hubiera tenido su varita podría haber iluminado aquella área donde la sombra retrocedió, supuso que para poder defenderse.

 

—Tranquilos no les haré nada, y en todo caso, ustedes invadieron la tranquilidad de mi hogar, y quieren atacarme— Las orbes brillantes de la persona observo la empuñadora que aun sostenía.

 

—De acuerdo, le pedimos una disculpa por la intromisión— exclamó el chico dejando la posición defensiva que tenia, pero sin dejar de vigilar sus espaldas —¿Me gustaría saber quién es nuestro anfitrión?

 

—¿Me gustaría saber quienes son mis invitados primero?— replicó la voz, pero esta vez se acerco mas a la luz que ofrecía la chimenea.

 

Y se pudo distinguir la figura antropomorfa de un carnero, o bueno es lo que le pareció, no parecía que les pudiera causar algún daño, asi que no vio problema en presentarse.

 

—Ella es Nicole y mi nombre es Fokker, venimos de tierras lejanas.

 

—Del Castillo Crowley para ser exactos— replico la criatura para sorpresa de ellos. —Mi nombre es Maron— la criatura se dirigió a lo que podia ser llamado el comedor y tomo asiento, inventándolos a hacer lo mismo.

 

Fokker miro a Nicole, sin saber si aceptar o no, esperando que ella tomara la decisión —¿Debemos confiar en él?— preguntó.

 

La criatura continuo con su explicación sin importar lo que ellos decidieran —Este es un mundo donde se probara si ustedes son verdaderos herederos del espíritu de lucha de los Crowleys. Ambos son dos personas de corazón puro aunque hayan seguido caminos distintos, pero les falta algo y es luchar por un ideal.

 

Había muchas preguntas que hacer, y esperaba que la joven lo ayudara con ello, entre ellas, saber si volverían a casa una vez terminada la "prueba".

Editado 25 de Junio del 2015 por Fokker

[Nicole Evans Crowley]

Con Fokk en Narnia

La sombra los saludo e instintivamente llevo su mano derecha al pecho, en donde descansaba el cuchillo. Alguien, mejor dicho Fokker se coloco delante de ella, cubriéndola de la vista del desconocido. Escucho la tranquila pero firme voz del propietario e intento verlo por encima del hombro de Fokk que, gracias a su altura, le impedía ver completamente al personaje que tenían frente a ellos.

 

Nicole escucho en silencio el pequeño intercambio de palabras y miro con atención al dueño de la voz cuando este quedo fuera de las sombras, su forma era algo parecido a un carnero. Fokker relajo la postura y alejo su mano de la empuñadura de la espada, cosa que Nicole no habia notado, para después continuar con la tranquila e interesante conversación que mantenía con "Maron" nombre con el que se identifico el desconocido.

 

La Evans no pudo evitar sentir curiosidad con los últimos comentarios realizados por Maron y asintiendo al cuestinamiento de Fokk se acerco con cautela a uno de los asientos que el anfitrión les ofrecía.

 

-Así que... ¿no somos los primeros en llegar a este lugar?.

 

-No jovencita. Desde los comienzos de la historia Crowley se han presentado ante mi varios de sus antepasados; aunque últimamente no habia aparecido un Crowley en estas tierras- Maron miro a Nicole y despues a Fokker -Por lo que es raro y placentero que me visiten no uno, sino dos miembros de esa familia.

 

-Llegamos aquí por casualidad- se excuso la chica -Y....¿en donde estamos?- era algo que no habia dejado sus pensamientos desde que llegaron ahí.

 

-No importa como llegaron, lo importante es que están aquí. Ahora este es un lugar al cual solo tienen acceso las personas de linaje Crowley, nadie mas puede visitar estas tierras.

 

-Momentos antes mencionaste que debemos de probar que somos herederos del espíritu Crowley- la chica dudo por unos segundos antes de continuar con hablando -¿A que te refieres?

 

-Es muy sencillo- Maron se recargo en el respaldo de su silla y los miro a ambos -Solo una serie de pruebas, algunas mentales y otras tanto físicas. Aunque debo mencionarles que deberán realizarlas sin varita, apoyándose de su alrededor y entre ustedes.

 

Nicole no pudo evitar levantar las cejas en señal de sorpresa...pruebas sin varita "esto debe de ser una broma" pensó, pero al ver la expresión de Maron esa idea se esfumo de sus pensamientos. La chica miro a Fokk a la espera de algún tipo de reacción o comentario. ¿A qué clase de pruebas deberían enfrentarse? ¿Como serian capaces de cumplir con la pruebas? ¿Qué pasaría si no lo hacían? ¿A caso serian desterrados de la familia sino completaban con éxito las demanda de Mason?

 

@Fokker

[Fokker]

Fokker con Nicole (Visitando la Tierra de Aslan, osea del gato patriarca de aquí (? xD )

 

Caminos distintos, a que se refería, es que la criatura sabia que... no podía ser que le estuviera pasando lo mismo otra vez, caminos distintos eran los que ambos siguieron, la orden y la marca. Sacudió su cabeza y dejo que la Evans tomara el rumbo de la conversación. El chico se dedico a estudiar el lugar donde estaban. No era una cabaña muy lujosa, pero tenia lo básico para vivir de manera cómoda. Pero no había nada que le indicara que tenia relación con su familia, y tampoco recordaba que su padre le hubiera hablado de algo parecido, claro que muchas conversaciones con su padre no tuvo. El temperamento de León no invitaba a tener una conversación animada y llena de preguntas sobre su pasado.

 

—¿Espera cuanto tiempo llevas aquí?— interrumpió, si estaba en lo correcto, la ultima visita de un Crowley debió ser hace mucho tiempo.

 

—Mas de lo que puedes imaginar— fue la vaga respuesta que obtuvo. Tomo asiento de mala gana y atrapo la botella que estaba en la mesa. <<¡Espera! esa botella y esos panecillos no estaban antes ¿o si? ¿y esos vasos?>> Volvió a sacudir la cabeza, y llenó los vasos con un liquido parecido a la miel, le alcanzo uno a Nicole, otro a Maron. <<No esta nada mal>>

 

Volvió al mundo real cuando la chica lo miro con cara de preocupación, ¿que había pasado? ahhh no tendrían ayuda de magia, recordó y sonrió. Es que cuando le había preocupado poner su vida en peligro. Tantas cosas que le paso en el Colegio, y tantos problemas que le ocasionó a su mejor amiga por acompañarlo en sus aventuras.

 

—Nicole tranquila, no creo que vayamos a morir, espero— y mirando a Maron le agradeció por la comida —Jamas comí algo tan delicioso como hoy. pero supongo que no nos dirás a que tipo de pruebas nos enfrentaremos, eso seria facilitarnos las cosas.

 

La criatura asintió —Aquí es donde comienzan su camino, y de ustedes dependerá volver a casa y demostrar ser dignos del apellido Crowley— Todo empezó a desvanecerse, la casa, los pocos muebles y dejando solo un campo árido rodeado de frondosos arboles, y un camino que suponía tenían que seguir —Solo necesitan ser ustedes mismos para triunfar.

 

Cygnus miro a su alrededor, y se sentó en la tierra —La verdad no tengo pensado en ir a ningún lado, me parece gracioso e inútil ponernos pruebas y mas cuando nunca quise ser un Crowley— dijo mas para si que para ella.

 

Viejas heridas volvían a ser abiertas, heridas que pensaba ya habían sido olvidadas. La chica ignoraba muchas cosas de su pasado, aunque no era el momento para pensar en esas cosas.

 

Miró a la chica que lo miraba extrañada, pero mas a tres figuras que se movían tras ella, y con intenciones nada amistosas. Sin reacción por como estaba, tardo en ponerse de pie, para defenderla, y una de esas personas tomo por sorpresa a la chica.

 

—Mira lo que nos trajo la diosa fortuna— se escuchó la voz gruesa de burla, al mismo tiempo que los otros sacaban sus espadas. Fokker se puso de pie y llevó la mano a la espada. —Tranquilo muchacho, deberías pensarlo mejor.

 

Fokker miró a los ojos de Nicole, y esperó que ella entendiera el mensaje para que se librara de su atacante y poder atacar. —nos tienen, y ahora que— Sonrió y se acerco a uno de ellos, en el momento preciso ambos chicos atacaron. El sacó la espada y se deshizo del que tenia enfrente fácilmente, y luego atacó al que hace unos minutos tenia a la Crowley. El otro solo atino a desaparecer entre los arboles.

 

—¿Estás bien?— guardó la espada y se acercó para ver el estado de ella. —Creo que no tendremos otra opción de ir hacia adelante, aquí somos blanco fácil—. Reviso a uno de los caídos y le quito lo que podía usar, entre ellas un arco y flechas —¿Que tal eres apuntando?— dijo mientras le daba el arco, —nos sera útil para cazar algo, no creo que la comida venga incluida con el viaje jajaja—

 

Y emprendieron el camino.

 

@@Nicole Evans Crowley

[Nicole Evans Crowley]

En un abrir y cerrar de ojos la cabaña habia desaparecido, dejándolos en el medio de un camino que llegaba hasta donde la vista alcanzaba, al parecer solo debían seguir el camino "sencillo" comento para si misma "demasiado sencillo". La Evans ladeo la cabeza mirando como Fokk tomaba asiento y hablaba mas para si mismo, pensando en voz alta.

 

-No nos podemos quedar aquí, sino hacemos las "pruebas" nos quedaremos aquí y la verdad eso no me apetece para nada- comunico al chico, quien ahora la miraba de manera extraña...no, no a ella, sino a algo a sus espaldas. Nicole no tuvo oportunidad de reaccionar, en menos de un segundo pudo sentir como alguien la sujetaba por detrás, recargando una navaja sobre su cuello. Se percato de los movimientos de Fokker y comprendió cuales eran sus intenciones, reacciono en el momento exacto en el que el joven atacaba a sus rivales, derribandolos uno por uno.

 

Vieron como el ultimo de los atacantes salia huyendo; la chica arrugo el entrecejo, su humor habia cambiado con aquel ataque, no habia hecho nada productivo y por lo contrario habia actuado como la damisela en peligro, "patética" se regaño mentalmente. Tomo el arco y el carcaj con flechas que Fokker le entregaba -No soy la mejor pero tampoco soy pésima- se colgó el carcaj -Si debemos continuar.

 

Comenzaron a andar por el camino, andando con tranquilidad, no habia ningún ruido solo el sonido de sus pisadas y la constante amenaza de peligro. Entonces un sonido de aleteo llego a los oídos de la chica -¿Escuchas eso?- agudizo el oído para percibir con mayor claridad la fuente de aquel ruido que, aumentaba a cada segundo. Levanto la vista y noto como una nube oscura se acercaba a ellos; cuando la distancia era de apenas unos cinco metros Nicole pudo observar que lo que se aproximaba no era una nube sino unas criaturas con alas parecidas a las gárgolas, de piel grisasea, colmillos salidos y garras listas para capturar a su presa.

 

La Crowley cargo el arco y comenzó a disparar flechas lo mas rápido que podía; una, dos, tres de las criaturas cayeron. Las bestias intentaron acercase hasta ellos pero Fokk ya estaba preparado, y mientras ella disparaba flechas el mantenia alejadas a las demás, pero eran demasiadas y en unos segundos se vieron rodeados de aquellas criaturas; podía sentir las garras clavándose en diferentes partes de su cuerpo.

 

Escucho un golpe seco, giro sobre sus talones y vio como Fokk se encontraba en el piso con dos criaturas intentando sujetarlo, Nicole disparo una flecha acertando a una de las gárgolas. En ese momento sintió como algo la golpeaba en la nuca y callo al suelo, lo ultimo que vio antes de cerrar los ojos fue el camino alejándose bajo ella y Fokker inconsciente en garras de otra de las gárgolas.

 

@@Fokker Chan Chan Chaaaan! Esto se pone interesante xD

[Monica Malfoy Haughton]

El ruido metálico que emitieron los goznes de la verja al ceder anunciaron la llegada de un visitante que acababa de aparecer fuera de los límites de los terrenos de aquella propiedad. El cielo sin estrellas mostraba la soledad de la luna en una noche de verano demasiado calurosa como para disfrutarla al máximo y el canto de los grillos aseguraba que aquellas altas temperaturas no remitirían pronto, algo que todas las criaturas del bosque negro parecían agradecer con sus aullidos y gorgoteos. Ella al contrario era silenciosa y casi invisible, y solo las mentes mas despiertas podrían divisarla en medio de tanta penumbra. Se movía rápido, aunque no parecía correr.

 

Se detuvo cuando sus pasos recorrieron toda la distancia que separaba la entrada a los terrenos del edificio principal y escrutó el castillo de piedra blanca que se alzaba ante ella de forma silenciosa. No era la primera vez que ponía sus pies en aquel lugar, pero si la primera desde hacía mucho tiempo y algo dentro de ella insistía en que era una mala idea volver allí. Quizás eran los malos recuerdos o al contrario, los buenos recuerdos, los que le provocaban aquel deseo de huida que azotaba su mente, pero fuera como fuere permaneció allí impasible durante unos minutos hasta que volvió a moverse. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la puerta hizo chocar los nudillos de una de sus manos contra la madera, anunciando con ello que había llegado y que alguien habría de recibirla.

 

La puerta cedió un poco y al instante volvió a cerrarse. Luego se abrió una vez más y esta vez Mónica creyó ver la cabeza de un elfo observarla a través del escaso hueco. Juró reconocerlo de alguna otra parte, pero la puerta volvió a cerrarse y el contacto fue tan escaso que no podía estar segura de estar en lo cierto. Esperó unos minutos con el convencimiento de que alguien le volvería a abrir, pero no fue así; parecía que aquella noche le había tocado lidiar con un elfo con problemas de intelecto.

 

- ¿Será posible? ¿Nadie piensa abrir esta puerta? - la nívea mano volvía a chocar contra la puerta, esta vez con mas insistencia pero sin perder la cortesía de visitar una casa ajena. Un jadeo escapó de sus labios producto de la impaciencia y se pasó varias veces la mano por el pelo denotando que comenzaba a estar verdaderamente molesta. Cuando sus manos volvieron a descender acariciaron la larga falda de la túnica sin mangas que vestía, de un tono blanco grisáceo.

 

Se giró entonces y perdió la vista en ningún punto de los jardines que tenía delante. Un suspiro salió de sus labios y se perdió ante un gesto de negativa que se hizo a sí misma. Quería ver a Claudia y no se iría de allí hasta lograrlo.

[Andy Greyback]

Las horas pasaban incontenibles, los momentos se hacían mas cortos que de costumbre y la actitud del Greyback seguía siendo la misma. Tirado en su cama observaba con detenimiento las columnas de su habitación, con la mente puesta en aquellos acontecimientos que habían alimentado su actual situación. Si bien sabía que no mejoraría ahí acostado, también era cierto que hasta el momento no había nada que lo motivara despertar de una vez. Su elfo no hacía mas que incentivarlo, pero desgraciadamente no era suficiente, no para él.

 

- "Creo que debería darse una ducha amo, quizás eso le haga mejorar su humor" - la voz chillona expresaba los deseos de la criatura, mientras los oídos del Crowley hacían lo posible por ignorar la sugerencia, aunque certera, no deseaba seguirla. Sin embargo se sentó a un costado de la cama y miró fijamente a el espejo que estaba a un costado de la misma. Su barba había perdido tu toque estetico, era mas larga y desordenada que de costumbre, sus ojos no tenían aquella determinación que solían tener. Sin embargo en el reflejo se veía al fondo una sombra, que al parecer empezaba a materializarse con mas fuerza.

 

- "Vaya, parece que estás intentando despertar "- la voz esta vez mucho mas imponente, hizo abrir por completos los ojos del Greyback, su expresión cambió y en un ademán se colocó en pie para observar fijamente la figura que estaba tras de él. - "Si Greyback, soy yo "- decía el vampiro mientras salía de las penumbras con una sonrisa macabra en sus labios, era Selim. Aún no comprendía como estaba ahí, aunque si sabía que las capacidades de aquel despreciable ser, le permitirían entrar sin se detectado por los elfos.

 

-" Largo de aquí "- exclamó Belsebú mientras Andrés continuaba aun sin decir palabra alguna. -" Silencio asquerosa criatura, no mereces dirigirme la palabra" - respondió el vampiro clavando sus ojos en los del elfo, intimidandole de manera inmediata, haciendo que el mismo bajase la cabeza. - "Bueno bueno, ¿A que se debe este cambio? "- dijo esta vez dirigiéndose al Crowley -" ¿Crees acaso que esta vez será diferente?" - Selim, sabía perfectamente todo lo que había pasado y se encargaba desde hace mucho tiempo de mantener al Greyback ahí, recordando todo lo malo que le había pasado.

 

Era casi imposible que Selim pudiera poner a Andrés en aquel estado en que se encontraba, pero tenía razón, la ultima vez todo terminó mal, era inútil tratar de recuperar lo perdido, al menos esa fue la idea que el Vampiro incubó en la mente del Licantropo, aprovechando su debilidad. - "Tu padre estaría muy decepcionado" - lanzaba comentarios entre muecas de burla, mientras el Greyback no hacía nada mas que recibirlas.

 

- Tienes razón - respondió el Greyback por primer vez en mucho tiempo, los orbes de Selim detonaron lo preocupante que para el era aquella reacción.- Si viera como estoy ahora, se sentiría avergonzado de mi, siendo condicionado por un est****o vampiro - esta vez el Greyback lo miró fijamente y con una pequeña mueca de sonrisa que se apoderaba lentamente de sus labios. En ese momento se escuchó el toqueteo de la puerta, por lo que Belsebú partió a la puerta. - ¿Creíste que podrías hacerlo por siempre? - dijo negando a la vez que hacía su cuello tronar.

 

- Es momento de que te marches, Selim - dijo empuñando sus manos. Era obvio que no podría vencerlo en una batalla física, se había pasado los últimos años tirado en la cama, lamentándose por lo que pudo haber cambiado, era el momento de cambiarlo, El Vampiro estaba incrédulo, sin embargo volvió a su estado normal, y lanzó una sonrisa - "Volverás a caer Greyback, lo sé" - diciendo esto salió de la habitación por la puerta principal. El Greyback había planeado darse una ducha y ver como estaba su familia, hacía mucho no tenía una conversación con quienes vivía, por muy sarcástico que esto fuese.

 

El vapor inundó su habitación al abrir la puerta del baño, se acercó al armario y rápidamente tomó una camisa sin mangas y un pantalón paraejercitarse, lo primero que debía hacer era mejorar su estado físico, luego las cosas vendrían por si solas. Antes de salir, fue interrumpido por su elfo, quien parecía estar preocupado, se sorprendió al ver que Selim ya no estaba y que el moreno estaba a punto de salir, e intentó detenerle -" ¿A donde va amo? "- dijo su voz un poco mas débil que de costumbre - "¿Desea que le traiga algo? "- su intención era clara, evitar a toda costa que dejara la habitación, Mónica estaba en el castillo.

Editado 9 de Julio del 2015 por Andy Greyback

[Monica Malfoy Haughton]

La oscuridad parecía engullirla. Allí parada sugería más la figura de un guardián del castillo en vez de la de una visita y eso la incomodaba. Tenía la esperanza de que en cualquier momento algún miembro de la familia llegara y la ayudara a ingresar en el edificio, pues parecía que desde el interior de este nadie pretendía recibirla. No sabía si todos los elfos del lugar había desaparecido o estaban en huelga, pero aquel que había hecho el intento de abrirle la puerta le había sembrado una inquietud en la mente de la que no lograba deshacerse ¿Estaba en lo cierto y conocía la identidad del elfo? Tampoco sería algo extraño pero con tan poco tiempo como lo había visto le resultaba imposible estar segura de ello.

 

Escuchó ruido en el interior e intentó apartar las ideas extrañas de su cabeza con una sacudida. Entonces se abrió la puerta.

- Por fín – las palabras salieron de sus labios a la vez que su cuerpo giraba incluso antes de ver quien había abierto. Hasta ese momento había estado de espaldas al edificio y cuando le dio la cara se cruzó con la última persona a la que esperaba encontrarse en aquel lugar-. ¿Tú? ¿Se puede saber qué haces aquí? - sus ojos se arremolinaron sobre los de Selim, que pareció haberse quedado petrificado ante la presencia de la vampiro más joven. Ella por su parte sintió como una ola de calor inundaba su cuerpo y como el nerviosismo la hacía su victima, aunque no supo el motivo de esto durante los primeros minutos-. ¿De donde vienes, Selim?

 

Entrecerró los ojos cuando la respuesta a su propia pregunta apareció en su mente. El hombre se encogió de hombros aunque Mónica lo conocía lo suficiente como para saber que el encuentro lo había dejado completamente descolocado y que no sabía como escapar de la situación. Dio un paso al frente para acercarse y de pronto ya no parecía la misma mujer, si no una más mortífera y peligrosa. Se quedó a apenas unos centímetros del húngaro, los suficientes como para que él se viera obligado a reaccionar ante la mirada casi asesina de su ahijada.

- Tranquila, ¿vale? - quiso parecer despreocupado pero la tensión de sus hombros lo delató-. Solo he visitado a un viejo amigo, pero ya me iba.

- Tú no tienes amigos, Selim – él sonrió al escucharla.

 

- ¿Vienes? Es hora de cenar y esta mañana escuché a los elfos hablar de lo que prepararían. Estoy seguro de que estará delicioso – hizo un ademán con el brazo para que su compañera se agarrara de este, como si no hubiera ninguna opción más interesante. Mónica negó con la cabeza.

- ¿Está ahí? ¿Vienes de hablar con él, verdad? - el rostro del pelinegro pareció oscurecerse, pero no respondió-. ¿Qué diablos os traéis vosotros entre manos? ¿Qué tienes que hacer tú aquí?

 

Algo dentro de ella parecía haberse roto aunque estaba segura de que ya llevaba roto mucho tiempo. El orgullo quizá. Había pasado años sin obtener una respuesta que creía merecer y cuando se había convencido de que no la recibiría, ocurría aquello. Nunca había sabido el motivo por el cual Andrés Greyback había salido de su vida pues lo había hecho sin aviso ni excusa y a pesar de que alguna vez lo había buscado, nunca había encontrado lo que buscaba. Y para colmo de todo ahora se enteraba de que tenía un trato que desconocía con alguien con quien se suponía que no se soportaba. Entonces todas sus alarmas se encendieron ¿Y si se habían vuelto a enfrentar? La última vez no había sido especialmente agradable.

 

-Apártate – lo dijo con una voz tan baja que la amenaza oculta en aquella palabra se escuchó como un relámpago. Selim la miró y por un momento pareció que no le haría caso, pero finalmente dio una zancada y pasó junto a la mujer para luego dejar que la oscuridad de los jardines se lo tragara. Algo le decía a Mónica que no se había ido realmente pero cuando lo perdió de vista comenzó su camino. Esta vez abrió ella misma la puerta de entrada al castillo y entró en él sin que nadie la invitara; ya tendría tiempo de pedir disculpas si necesitaba hacerlo.

 

Sabía perfectamente a donde dirigirse pues había ido a aquella habitación en infinidad de ocasiones, aunque en ese momento no estaba segura de encontrar en ella a quien buscaba. Las veces anteriores nunca lo había encontrado por lo que dar por hecho la presencia de Andrés era una conjetura que no podía permitirse. Aún así las prisas se habían apoderado de su cuerpo y cuando llegó a la puerta del cuarto no habían pasado más de varios minutos y estaba jadeando. Se puso la mano en el pecho y por un instante cuando intentaba tranquilizarse pensó que cualquiera que la viera pensaría que era una delincuente. Pero no le importó.

 

Tuvo la idea de salir corriendo, pero sabía que si lo hacía no podría comprobar si Selím le había hecho daño al Crowley y eso no la dejaría vivir. Antes incluso de pensar en lo que hacía puso la mano en el pomo de la puerta y la abrió, dejando que la luz del interior de la habitación la iluminara. Y allí estaba. Parpadeó un par de veces al verlo y luego vio al pequeño elfo junto al hombre, momento en el que se dio cuenta de que esa era la criatura a la que había creído reconocer. Que est****a. Cuando quiso darse cuenta se descubrió a sí misma aguantando la respiración y con el cabello parcialmente ocultándole el rostro sudoroso.

 

- Di-disculpa – logró decir. Su cuerpo se había convertido en algo parecido a una estatua, por lo que cuando se giró lo hizo sin expresión alguna y sin mover más músculos de los necesarios. Había comprobado que estaba bien, que no había ocurrido nada y entonces algo dentro de ella le gritó que se marchara. El pasillo entonces pareció alargarse, sus piernas avanzaban demasiado lentas o bien era ella la que no quería irse, la cuestión es que se detuvo de nuevo y lo miró esta vez a los ojos. No sabía si estaba enfadada o preocupada-. ¿Estás bien?

[Andy Greyback]

La extraña actitud de Belsebú creaba cierta incertidumbre en él, pero decidió no hacer caso, quizás aun estaba nervioso a raíz de la presencia de Selim y temía que el Greyback saliera, ya que el vampiro podía estar rondando en el castillo. Sin embargo Andrés hizo un ademán de negación y puso su varita bajo su pantalón. Hacía tanto no usaba su arma mágica que sentía que no merecía portarla. Cerró los ojos e hizo que belsebú se apartara con un movimiento de su brazo, debía ir a ejercitarse o el entusiasmo desaparecería, volviendo a caer en la cama como esperaba Selim.

 

- Será mejor que me traigas una botell.. - Justo en ese momento la puerta de su habitación se abrió, su cuerpo entró en estado de alerta, sabía que una pelea había quedado pendiente con el vampiro y no sería nada extraño que este volviera a culminarla. Sus ojos no se apaciguaron, sino todo lo contrario, una corriente pasó por su cuerpo haciéndole paralizarse y enmudeciendo sus labios al ver quien se había encargado de abrir la puerta. La voz de la vampiro no hizo mas que exteriorizar la impresión del licantropo que aun se hallaba un poco desconcertado.

 

Hacía mucho tiempo que había desaparecido de la vida de Mónica, la razones, eran muy complejas, fueron las mismas razones por las que había perdido el derecho a pertenecer a la marca, como a ser el patriarca de aquel castillo, las mismas razones que lo había hecho perder la cabeza a tal modo que Selim lo había controlado. No podía moverse, era como si su pasado le hubiese dado un golpe directo a la memoria, reviviendo en su mente cada uno de los encuentros que se habían llevado a cabo entre la pareja. La bruja no parecía estar muy bien tampoco, al parecer, no esperaba encontrarse con su presencia, algo raro pues estaba en su habitación.

 

- Estoy bien - respondió por fin Andrés, con voz firme a la vez que observaba la silueta de Mónica. ¿Que la había llevado a su habitación? ¿Era acaso un plan de Selim? Muchas preguntas rondaron su cabeza, sin embargo ninguna era capaz de salir de sus labios. La pausa se hacía cada vez mayor y los labios del Greyback no pronunciaban palabra alguna, liberó su mano, pues a raíz de la expectativa de Selim, ya la había empuñado para dar el primer golpe.

 

- ¿Que haces aquí? - Un poco agresiva se escuchó aquella pregunta, sin embargo no era esa su intención - No esperaba verte - un susurro mas leve salió de sus labios y se reincorporó - ¿Quien te ha hecho pasar hasta mi habitación? - hizo un ademán de asomar su mirada hacia afuera, para cerciorarse de que no estuviese acompañada del vampiro, sin embargo notó rápidamente que no estaba Selim ni alguno de los elfos de la familia. Era extraño que esto ocurriera, no quería pensar que estaban solos en el castillo, en especial con aquel molesto individuo rondando los terrenos Crowley.

 

- Estoy a punto de.. Ejercitarme.. creo que necesitamos hablar, pero esto no puede esperar - extendió entonces su brazo derecho para asegurarse de que la bruja lo tomara, con la finalidad de acompañarlo, pero ¿Que le aseguraba a él que ella querría? Aquella inseguridad infundida por Selim empezaba a aflorar, el brazo del Greyback se encojia lentamente, algo que no hubiese ocurrido, nunca había sido inseguro y esperaba que la reacción de Mónica fuese mas rápida que la de su brazo.

[Fokker]

En Narnia (?? xD

 

El primer reto había pasado, porque supuso que era un reto, pelear con tres desconocidos no lo hacia cualquiera. Bueno quizás ayudo el hecho de ser demonio ayudo un poco, pero aun así derrotar a tres tipos era algo complicado y mas cuando uno de ellos tenia una daga en el cuello de su compañera de viajes. Así que esperaba que quien sea que fuere el juez del "torneo" lo considerara de esa manera.

 

Tenia la sensación que Nicole no se sentía para nada bien con el hecho de haber sido la damisela rescatada de la torre del castillo —... o del dragón— exclamó la ultima parte de sus pensamientos en voz alta, algo que sucedía cuando perdía el sentido de la realidad. Claro que para el pensamiento del Crowley esto de real no tenia nada. Miró a la Evans y noto que tenia una expresión de extrañeza.

 

—No me hagas caso, a veces solo...— pero un "shhhhh" y "escuchas eso" lo puso en alerta.

 

—Son... no distingo... ¿espera? ¿debe ser una broma?

 

Pero no lo era, pronto una "bandada" de gárgolas los rodeaban y se lanzaban en picada en busca de su presa. En tales momentos el arco que sostenía la chica era la mejor arma defensiva, pero no podían depender solo de eso. La espada que sostenía solo podía usarla cuando tenia al enemigo encima. Aun así resistían bastante tiempo, pero pronto las flechas se terminarían, al contrario de las criaturas que parecían ser infinitas.

 

—¡Nicole escapa!—

 

No pudo decir mas, con magia todo seria mas fácil. Una de las criaturas golpeo por su espalda y otra le hizo perder la espada, la chica disparo sus ultimas flechas para ayudarlo y pronto fue atrapada. Ambos fueron llevado a la torre de un desolado Castillo (era eso o las cavernas xD). Él tardo en despertar, aquel lugar antimagia parecía también limitar sus poderes de Demonio.

 

Estaban en la parte mas alta de la torre, sin vigilancia, aunque esto ultimo era porque la única forma de acceder a esta era volando, a menos que consiguieran la forma de abrir el portón de hierro que los aislaba del resto de la estructura. Cygnus abrió los ojos, y luego de examinar donde estaban, recordó que no estaba solo. Ella tenia múltiples heridas, producto de las garras de las gárgolas y supuso que el estaba igual, con la salvedad que sus heridas cerraban mas rápido.

 

—¿Tienes alguna idea de donde estamos?— la sensación de deja vu acompaño a la pregunta, hacia la misma pregunta una y otra vez —Olvídalo, supongo que no tenemos otra opción que esperar.

 

Se puso en pie para examinar la puerta, era su única ruta de escape, a no ser que consiguieran una escoba, algo mucho mas improbable.

 

—Nicole, tengo una pregunta ¿que es lo que piensas de ser una Crowley? Hace poco llegaste con nosotros, y la verdad no hemos tenido mucho tiempo de charlar.

 

Se giró y acercó a ella —Lo preguntó porque no creo que estemos aqui porque si. ¿crees que estas en la familia correcta?

 

Sus intenciones eran claras, Maron hablo de caminos separados y el quería saber si ella era realmente de fiar, no desconfiaba de sus ideales, sean oscuros o luminosos, solo quería saber si podia confiar en ella totalmente. El bando nunca podía estar por encima de los lazos familiares. Raro en él, pero los Crowleys era una familia a a la que despreciaba, pero aun así mataría por ellos.

 

@@Nicole Evans Crowley