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►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)


Claudia Crowley
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—Bien que sea con pepperoni, y... no se, creo que con queso estaría bien, lo clásico siempre es bueno

 

Como el nombre de Bel Evans era conocido por él, sospecho que esa pregunta se la hizó con anterioridad, claro que también conocía el nombre por la relación de Bel con los Crowley desde antes, en todo caso su memoria podía estar jugandole mal en ese momento, claro que nada de eso importaba ahora más que la sola idea que si lo detuvieron los posibles lazos familiares, ahora estos no estaban presentes.

 

Su demonio interior disfrutó de esa certeza y lo mostró esbozando una media sonrisa maligna mientras la observaba allí, de pie con ese vestido que se movía armonioso de un lado al otro cada vez que ella se giraba buscando las cosas, añadiendo ingredientes o amasando la masa para la pizza. Estuvo volando en sus fantasías, igual que la masa por obra de magia, hasta que sintió las orbes de la Evans sobre él.

 

Volteo la vista un momento a la pizza que ya tenía la forma final y tenia la mayoría de los ingredientes listos.

 

—¿Buscas el horno?— Inquirió de manera torpe desviando el tema, con menos estilo que ella porque el horno estaba a la vista de todos tras la joven. —Te ves...— exclamó si meditar y callo a tiempo, carraspeo entonces para continuar —... se ve deliciosa.

 

Mientras la joven le daba los toques finales, él volvió a sus pensamientos y recordó que menciono que alguien le ayudaba, era acaso un elfo, o su novio quizás. No claro que no ¿o si? y como quien no quiere la cosa pregunto de forma despreocupada y lo más tranquilo que pudo, porque no deseaba que se le notará que estaba algo "celoso".

 

—Y la persona que te ayuda en el negocio, ¿es tu elfo?

 

@@Nicole Evans Crowley xD

Editado por Fokker

Don't make promises you can't keep... but those are the best kind.

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kRRKjq1j.gif         "Perdón por la sangre derramada xD "

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La chica estaba inmersa en su tarea, después de amasar la masa y de darle forma habia llegado el momento de agregar los ingredientes, en esa labor se encontraba; habia colocado la salsa de tomate como base, grandes cantidades de queso y después de escuchar la positiva del chico habia agregado peperoni a la totalidad de la masa.

 

Le estaba dando los últimos toques a la pizza cuando sintió como un par de ojos se clavaron en su espalda, sin poder resistir el impulso la Evans miro sobre su hombro para notar que Fokk la miraba fijamente, al notar el contacto visual el chico cambio la conversación de manera drástica, sin duda aquel día el Crowley se estaba comportando de una manera poco usual.

 

Nicole apenas fue capaz de escuchar los balbuceos emitidos por el chico por lo que decidió restarle importancia, tal vez solo estaba pensando en voz alta. -Claro, yo la preparé pero en unos minutos podrás comprobar que tienes razón.

 

La Evans regreso a su tarea, tomando la bandeja con ambas manos para después colocarla dentro del horno, selecciono el tiempo necesario en el artefacto, la pizza non tardaría mucho en estar lista, podía sentir como su estomago rugía de hambre, el preparar la masa le habia abierto el apetito. Con la pizza en el horno solo quedaba esperar, giro nuevamente para poder observar a Fokker, recargándose en la barra y cruzando los brazos.

 

-Si, Van me esta ayudando con la limpieza y a reparar algunas cosas pero también he estado recibiendo ayuda de un chico y de su elfo domestico. Entre los dos hemos estado haciendo varias mejoras en el lugar y todo esta quedando bastante bien, si no hubiera sido por él hubiera tardado un poco más con las remodelaciones.

 

Un ligero timbrazo detrás de ella la interrumpió, la pizza estaba lista, el horno estaba encantado para terminar la preparación de los alimentos en el menor tiempo posible. La chica abrió el horno y con ayuda de la varita colocó la pizza sobre la mesa, el olor que emitía la pizza inundo rápidamente la cocina, cualquiera que pasara cerca de ahí podría sentir aquel delicioso aroma, sinceramente no sabía quien se podría resistir a aquella delicia.

 

Con la varita saco dos platos de las alacenas, colocandolos sobre la mesa, tomo asiento en uno de los lugares e hizo una seña al chico para que hiciera lo mismo.

 

-Muy bien, dime que tal quedo. Si es la pizza más rica que has comido me tendrás que acompañarme por una vuelta al castillo, tal vez encontramos un lugar interesante como en nuestra última excursión - Tomo un trozo de pizza para darle una gran mordida.

 

 

@Fokker

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  • 2 semanas más tarde...

Los días que había pasado con León recluida en su hotel dentro de la playa, alejados de toda la civilización sin duda alguna habían conseguido que se relajara y volviera con toda la energía necesaria a la vida cotidiana. Sin embargo, esa paz mental que había conseguido, se vio evaporada por la caída del Ministerio de Magia y la vulnerabilidad que esta situación representaba para todas las instituciones mágicas, estaba en tiempos de guerra y esos tiempos eran muy difíciles de sortear así que debían mantenerse unidos y forjar alianzas o eso era lo que en la mente de la Black Lestrange no dejaba de resonar.

Considerando aquellas circunstancias, había vuelto a su oficina en el Banco Mágico de Gringotts, donde había pasado los últimos cuatro días de su vida. Durmiendo sobre un sofá, bebiendo vodka con algún jugo y atendiendo todos aquellos pendientes que requerían las familias mágicas para salvaguardar su fortuna personal y familiar. La comida, había pasado a ser algo secundario en su cuerpo, así que poco o nada de atención de brindaba, pero sin duda era algo que requería o al menos así lo sentía en esos momentos que caminaba por una de las tantas calles de Ottery.

Pero, eso no era lo realmente importante, no sino el motivo principal de su visita al castillo Crowley. Sino un pequeño rumor que había corrido hasta su oficina, estaban convocando a elecciones populares para elegir al nuevo ministro de Inglaterra. ¿Qué clase de caos sería ese? No estaba del todo segura, pero confiaba en que pronto pudiese comprender todo aquello que pasaba, porque su nombre había salido a relucir como candidata gracias a algunos cuantos miembros de su familia y uno en especial perteneciente a la de León e irónicamente no había sido él, sino una de sus sobrinas algo que le alegraba pero que indudablemente le molestaba por la poca confianza que tuvo su prometido al no confiar en sus capacidades para guiar a las masas.

Meditando su sentir, llegó hasta la puerta principal del castillo y se encontró con Cattelyn, una elfina doméstica que de inmediato le preguntó si la podía ayudar en algo o guiarla a algún sitio. Pero con una media sonrisa en los labios, le indicó con un movimiento de sus manos que no era necesario, y le mostró la llave que aún llevaba colgando en su pecho y que le había sido recientemente entregada.

—Sigue con tus obligaciones. —soltó casi sintiéndose dueña del castillo, algo que si bien no era cierto al menos podría tener cierto peso de autoridad por el papel que en algún momento representaría su unión con uno de los patriarcas.

Recorriendo el camino empedrado, comenzó a acercarse lentamente hasta la puerta principal de la vivienda, pasando y dedicando un par de segundos su vista a las esculturas que descansaban delante del imponente castillo. Era obvio que aquella construcción no era propia de Londres, y eso la hacía un tanto más especial de lo que los demás quisieran admitir y eso le agradaba aunque no conseguía eliminar del todo su malestar, pero no era momento de concentrarse en eso, sino en conocer el sitio, porque para ser honesta únicamente conocía la habitación del demonio y de ahí en fuera le era totalmente extraño el lugar.

Así que decidiendo, aventurarse con la confianza característica en su andar comenzó a recorrer los pasillos de la primera planta y el aroma a pizza recién hecha llegó hasta sus fosas nasales, ¿quién estaría cocinando aquella delicia? No tenía ni idea, pero su cuerpo hambriento después de pasar más de tres días sin alimento alguno, le indicaba que tenía que llegar hasta allí y comenzó el camino hasta lo que supuso eran las cocinas de la construcción y en cuanto llegó a una distancia prudencial, pudo escuchar la voz de dos personas intercambiando ideas y manifestando el agrado por la reciente creación. ¿Debía interrumpir? Si, claro que debía, nunca le había importado y no comenzaría en aquel momento.

—Buenas… —soltó ingresando con tranquilidad a la cocina y mirando todo a su alrededor— ¿les importaría compartir su mangar? —añadió con confianza y sintiéndose un poco cómoda en el lugar, recordando que en realidad era la primera vez que estaba allí y que únicamente conocía a Nicole de vista, gracias a Romina.

En cuanto al chico, no recordaba haberlo visto antes, pero eso no la intimido. Ingresando con paso seguro y total tranquilidad, como si la morada fuese la suya y ellos estuvieran de visita, se quedó de pie delante de la mesa y les regaló una sonrisa tranquila, esperando su respuesta.

 

@@Nicole Evans Crowley @León Crowley @Fokker

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En la mesa frente a ellos se encontraba la pizza, entre ambos habían comido un poco más de la mitad de la crujiente masa que la bruja había preparado. Después de que el joven diera su primera mordida a uno de los pedazos no había sido capaz de decir nada negativo en relación a la comida preparada, a lo que la chica sonrió triunfal pues sabia que ella había tenido razón, Fokker había quedado satisfecho y hasta aquel momento no habia probado algo como aquello.

 

En algún momento la Evans dejo su asiento para preparar una segunda pizza, ya casi devoraban la primera y quería tener un poco más por si alguien se aparecía en la cocina; aunque conociendo la fama que precedía a los miembros de su familia, sumado a la experiencia que tenia tras vivir en aquel castillo por varios meses, sabia que las posibilidades de que apareciera un Crowley, que no fuera Fokker, eran prácticamente nulas. Bueno aquello servia como excusa para tener más pizza que comer.

 

Tomo asiento nuevamente, seleccionando un pedazo más de pizza -Muy bien, ¿ya pensaste a que parte del castillo iremos a explorar esta vez? o ¿tienes demasiadas cosas que hacer?- se llevo el pedazo de pizza a la boca, justo a la mitad de camino se vio interrumpida. Una mujer acababa de llegar al lugar, saludando de manera rápida a ambos, la mujer se detuvo un segundo en el umbral de la puerta, inspeccionando el lugar con la mirada y sin esperar la respuesta de los Crowley ingreso a la cocina con una sonrisa amplia en el rostro.

 

La mujer camino hasta ocupar uno de los lugares de la mesa, su andar era seguro y firme, como quien llega a un lugar que conoce y en donde sabe que es bienvenido. Echo un rápido vistazo a Fokk y por su expresión supo que la presencia de aquella bruja en la cocina del castillo lo habia dejado igual de desconcertado que a ella.

 

Dejó su rebana nuevamente sobre su plato; miro a la bruja tratando de hacer memoria, sabia que la habia visto en algún lugar pero no estaba segura de en donde, seguramente por las calles de Ottery o en el Callejón, ya que el único familiar con el que se topaba en el castillo era a Fokker, y en cierta ocasión a Claudia, a la cual no veía desde antes de su partida. De lo que si estaba segura era de que era un miembro de la Crowley o era algún invitado distinguido, pues solo estos dos grupos de personas podían entrar libremente a los terrenos de la familia.

 

-Buenas- respondió, la cortesía era algo que no cambiaba en ella, su lado Evans salia a la luz -No estoy segura de conocerte, podrías decirme ¿quién eres? y ¿Qué te trae a este castillo acogedor?- esta frase no presentaba la cortesía del saludo, el vivir tanto tiempo con los Crowley había dejado algunas marcas en ella.

 

 

 

@Mia.

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Las lagrimas que rodaban por la mejilla de Valentine estaba aún frescas cuando la puerta de su habitación se cerró con ella adentro. Le era complicado a León saber si estas eran producto de haber encontrado su habitación tal cual como la había dejado tanto años atrás o por el completamente inesperado recibimiento por parte de su padre. Nunca había sido el más consentidor ni el más tierno ni con ella ni con ningún hijo. Siempre había cuidado de ellos y se había preocupado, pero nunca había dado una muestra de cariño más allá de una sonrisa. Eran tiempos distintos, momentos diferentes. Si pudiera volver unas cuantas décadas atrás.. tal vez tampoco lo hubiera hecho. Eso le había forjado un carácter recio y frío que necesitaban en el salvaje mundo que los rodeaba.

 

León la dejó ahí, luchando con sus propios demonios internos, con sus recuerdos buenos y sus memorias amargas. Si a él le quedaran algunas lágrimas, tal vez las hubiera derramado también. Se disponía a volver a la habitación cuando Cattelyn, la elfina principal de la casa, se apreció frente a él. Sus ojos, grandes como dos platos, estaban abiertos de par en par y su rostro parecía reflejar una mezcla entre sorpresa e indignación. Tenía un ligero problema del habla, por lo que tenía que concentrarse más de lo normal para poder expresar sus ideas.

Am.. Amo, llegó una mujer al castillo que nn..nunca había visto —soltó al fin la menuda criatura—. Tt... Tenía una llave como la que usa la ama Claudia.

 

¿Rubia? —preguntó el patriarca tratando de disimular la sonrisa

 

Sss.. si, me mandó a seguir haciendo m... mis deberes —exclamó Cattelyn, notoriamente ofuscada.

 

¿Ojos verdes? —siguió

 

Ss... si, creo. ¿Quien se cree?

 

¿Te refieres a mi futura esposa?

 

Si no fuera por el habitual color grisáceo de la piel de los elfos, las mejillas de Cattelyn se hubieran tornado rojizas, invadida por la pena y la vergüenza de haberse referido así. Hizo una pequeña inclinación y se dispuso a retirarse.

 

Descuida Cattelyn ¿Viste a donde se fue? —la detuvo León con una sonrisa. La elfina, arrepentida de su atrevimiento, mantuvo la cabeza abajo

 

Se dirigía a la cc... cocina cuando subí, amo —respondió sin levantar la cabeza—, a donde están el amo Fokker y la señorita Nicole.

 

—Gracias. Arregla mi alcoba, por favor.

 

La criatura desapareció en lo que León se acercaba a las escaleras. El aroma de la masa de pizza y la salsa napolitana llegó hasta su nariz, lo cual le recordó a su cuerpo que no había comido nada en todo el día y su estomagó gruñó al darse cuenta. Le causaba bastante curiosidad la reacción de su sobrina y su hijo al ver una completa desconocida en la casa. Sabía bien que la Black Lestrange sabría manejar la situación, pero no dejaba de intrigarlo. Llegó al fin ala cocina justo en el momento en que la rubia los saludaba y alcanzaba a verla de espaldas, pero no a los otros dos. Se quedó esperando un poco por la reacción de los primos y fue Nicole la primera en responder. O Fokker tenía la boca llena de salami y champiñones o se había quedado analizando detalladamente a la recién llegada. Nicole era casi una copia de Claudia y su saludo no podía ser diferente al de ella: cortés pero seco. Era todo lo que necesitaba escuchar.

 

Creo ser yo quien la trajo a este castillo acogedor —respondió la pregunta de la Evans ingresando a la cocina y pasando una mano por la espalda de Mía—. Hola amor, bienvenida al castillo—soltó dejando un pequeño beso en sus labios.

 

Frente a él, los dos primos, con sus enormes ojos cargados de intriga, parecían aún con más preguntas que con respuestas. Para ninguno de los dos, o al menos no para Fokker, era una sorpresa que el patriarca llegara al castillo con una acompañante en horas del día. Podría hacerlo a altas horas de la noche o a la madrugada y solían irse antes de que los rayos del sol impactaran en la ventana. Nunca una presentación formal y mucho menos un desayuno en familia. La novedad se notaba en sus ojos y León disfrutaba verlos tan sorprendidos. Se acercó hasta la enorme nevera donde sacó una botella de vino y cuatro copas que puso frente a la pizza recién horneada.

 

Pato, Nicole, que gusto verlos en el castillo —dijo al fin, luego de sacar una de las sillas para que Mía lo acompañara y se sentó a su lado—. Les presentó a Mía Black Lestrange... Mi prometida.

 

El tiempo que pasó entre el ser novio y el estar comprometidos había sido muy corto como para que los allegados procesaran la información. Si, habían salido por años, pero nunca habían visto la necesidad de presentarse en sociedad como pareja. Eran felices con la relación tal cual como la tenían y esa relación había mutado a algo mucho más fuerte, mucho más solido. León aún no se acostumbraba a presentarla como tal y de seguro Mía tampoco. Aún no había llegado el momento de que los Black Lestrange supieran de la decisión que ambos habían tomado, pero de seguro serían de tanta sorpresa como lo estaba siendo en ese momento.

 

—Y bueno —cortó el silencio— ¿Nos van a convidar pizza o no?

 

@@Nicole Evans Crowley @Mia.@Fokker

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  • 2 semanas más tarde...

Las caras de sorpresas de los Crowley no fueron tal y como las imaginó, sino todo lo contrario permanecieron serenos y solamente se giraron a verla con un poco de curiosidad. ¿A caso no sería la primera vez que una mujer hacía acto de presencia en el castillo? Era posible, pero no dejaría que su mente molesta le jugará malas pasadas. Si, estaba enojada con León, pero eso no significaba que podría buscar hasta el más mínimo pretexto para incrementar su malestar, así que concentrándose únicamente en la escena que tenía delante, continuó con la media sonrisa en los labios.

Al escuchar el saludo amigable de Nicole, supo que sería bienvenida, aunque las palabras que vinieron después le dejaron en claro que querían saber quién era y que hacía en el castillo. Así que relajándose un poco más, porque eso podría explicarlo y simplemente, se tomó unos segundos para meditar correctamente cada una de sus palabras y respondió.

—Buenas tardes. —no pudo añadir nada más, porque en ese momento el patriarca de la familia hizo notar su presencia y se acercó hasta ellos.

Girándose un poco, y aceptando su saludó de un rápido beso en los labios. Soltó un pequeño suspiró en cuanto reveló que estaba allí por él, que si bien era cierto, no tenía del todo ganas de verlo precisamente, sino de conocer el lugar a la luz del sol y no sol con la de la luna. Pero, asintiendo con tranquilidad, confirmó que era el motivo de su visita, el tener un dialogó con él y expresarle unos cuántos de sus sentimientos, los cuales fueron relejados en cuanto escuchó la palabra amor de los labios de su prometido.

Estaba siendo cariño delante de alguien que era de su familia, eso era un mérito que se lo tendría en cuenta. Así que con una sonrisa un poco más serena, permitió que León sacará una botella de vino y la colocará en la mesa, para después abrirle una silla, en la cual tomó asiento y justo antes de que pudiese decir algo más, soltó su nombre a los presentes y el papel que jugaba en su vida, haciendo que todo fuese mucho más real, porque eran los primeros en enterarse y de esa manera, convertir todo en algo mucho más tangible.

—Pueden decirme Mia. —soltó con una sonrisa nerviosa.

No podía creer que el Crowley hubiese soltado la noticia de manera tan directa y sin prepararlos mentalmente, ella no habría podido hacer eso con su familia, no tenía que al menos decirles que era algo importante y alguna cosa más, quizás con tacto pero León, todo lo contrario había sido directo y sin pensarlo realmente. Eso le dio la seguridad de que él la quería en su vida con o sin la aprobación de los miembros de su familia, algo que inexplicablemente la hizo sentir un poco más amada.

—Obviamente, están invitados a la boda. —añadió intentando aligerar la noticia— Pero cómo dice León, ¿nos regalan pizza? —añadió intentando cambiar el tema.

No sabía como iban a tomar los primos aquella noticia, y esperaba que conocer a la novia y prometida de golpe, no fuese tan complejo de procesar para ellos.

 

@@Nicole Evans Crowley @León Crowley @Fokker

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Volver al castillo Crowley no era algo que estaba fuera de los planes de la joven, pero sin embargo no se sentía del todo lista para cruzar la gran puerta de entrada. Había pasado años dormida en su cuarto sin que nada la atormentara, mas la pesada maldición que había caído sobre ella se levantó. No halló una respuesta en el momento del porqué, pero tampoco la buscó, alejarse terminó siendo una solución. Estaba segura de que en el momento que descubrirían que faltaba se armaría un alboroto y su ánimo no estaba para lidiar con eso. No iba a permitir que arruinaran su regreso, después de todo estaba viva.

 

Continuaba con la misma ropa, o lo que quedaba de ella; suéter, falda gris y botas que le llegaban hasta las rodillas. Por suerte el clima en ese lado del mundo no era tan helado como con el que había coexistido hacia unos días. Marissa estaba segura de que la calidez le sentaba mejor, su piel tomaba un poco de color, no sólo sus mejillas, y sus ojos brillaban con un verde más luminoso. Parecía que su hogar también sufría los mismos efectos, las habitaciones también lucían más vivas, y el efecto de un murmullo la fue guiando.

 

La rubia trató de mantener los sonidos controlados al mínimo, no deseaba interrumpir a su familia en medio de una discusión, le interesaba más saber de que se trataba todo aquello. Sus recuerdos de aquel lugar eran en penumbra y silencio, pocas fueron las veces donde hubo concurrencia. Se acercó lo suficiente a la cocina para interpretar a que se debía todo. Por fortuna no se trataba de su desaparición, si no de algo que la tomó completamente por sorpresa.

 

-¿Has dicho boda? comentó apareciendo en la cocina sin más, de brazos cruzados sin que le importe mucho la cortesía de saludar a los presentes.

 

La Black estaba perpleja, pero se esforzaba en aparentar lo contrario, no era sensato perder la cordura frente a una desconocida. Aunque esta acompañará a su padre y uno de sus hermanos estuviera en la misma sala.

 

Una sonrisa tensa se dibujo en sus labios.

 

-¿Acaso es que planeabas casarte mientras tu hija favorita estaba maldita? Pero que padre más desconsiderado terminó por mirar a León dejando dilucidar un poco de rabia durante una milésima de segundo.

 

@ @León Crowley @@Nicole Evans Crowley @@Fokker

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La bruja seguía parada ante ellos, saludo a ambos y parecía que estaba dispuesta a responder los ligeros cuestionamientos de la Evans cuando una voz, indudablemente masculina, la interrumpió a sus espaldas. Al principio no pudo reconocer a quien pertenecía dicha voz y por un ligero segundo no pudo ver al propietario pues la mujer ocultaba parcialmente al recién llegado que, con paso ligero pero firme, se coloco alado de la bruja, la saludo para después plantarle un beso en los labios.

 

Se trataba de nada más y nada menos que León Crowley, que grata e inesperada sorpresa ver al patriarca de la familia tan temprano. La verdad es que Nicole habia visto a León en una ocasión, tal vez, así que su presencia ahí la dejaba sin palabras; más anonadada quedo al escuchar lo que el mago decía, al parecer la bruja, Mia Black Lestrange, era su prometida. La Evans prácticamente no conocía al patriarca, pero habia escuchado rumores acerca de él, por lo que su idea era que aquel hombre no era del tipo que suele formar lazos románticos tan íntimos y mucho menos pensaba en algo tan serio como el matrimonio.

 

El patriarca saco una botella de vino, coloco dos sillas y tomo asiento instando a la Lestrange que hiciera lo mismo. Tal vez aquello era un broma, tal vez León solo quería tomarles el pelo pero el siguiente comentario de la Black la hizo dudar acerca de su teoría. No sabia que decir ni como reaccionar, miro a Fokker buscando ayuda, pero el rostro del joven revelaba los mismos sentimientos de sorpresa e incredulidad que ella sentía en aquellos momentos.

 

-Si claro, pueden tomar los pedazos que quieran, hay otra en el horno- respondió rápidamente, estiro el brazo para servir vino a todos los presentes cuando una nueva persona irrumpió en la cocina, con tantas cosas y preguntas que rondaban en su cabeza, la repentina aparición de la joven de rubia cabellera casi provoco que tirara la botella de vino. Nicole no conocía a la recién llegada pero por la forma en la que esta se dirigió a León quedo clara la relación padre-hija que existía entre ambos.

 

La Evans miro a todos los presentes, esperando para ver quien era el primero en responder ¿Quién diría que podría existir drama en el siempre callado y solitario Castillo Crowley? Sin duda no podía decir que no estaba disfrutando aquello, después de tanta inactividad en aquel lugar aquello le agregaba un toque peculiar y una nueva perspectiva a su familia. La Evans continuo su labor de servir a todos vino, sacando una nueva copa con un movimiento de varita.

 

-Bienvenida- levanto su copa hacia la chica -toma asiento y únete a este desayuno en familia, así León y Mia nos explican todo el asunto de su boda- tomo un trago de vino, mirando a la pareja que se encontraba frente a ella, la curiosidad de saber cómo habia surgido aquel amor y la presencia de más de dos miembros de la familia juntos, la tenia de un buen humor.

 

 

@@Marissa A. Black Crowley @Fokker @Mia. @León Crowley

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El rostro de sorpresa de Fokker y Nicole fue lo que advirtió al pelinegro de que tal vez no había tenido el suficiente tacto para soltar la noticia. El rostro del Cygnus tenía una inusual y burlona sonrisa que no necesitaba de palabra alguna para expresar su falta de fe y León entendía el porque. Era normal, nunca había visto a su padre comprometerse con algo que no fuera él mismo o una botella de licor, incluso fue testigo de todo lo contrario, en uno de sus bares, muchos años atrás. El rostro de Nicole si era un poco más difícil de descifrar pero de una extraña forma parecía complementar la risa burlona de Fokker. Pese a que no compartía la línea de sangre Crowley, parecía tener cierto rasgos muy propios de Claudia.


Por supuesto que están invitados —completó las palabras de Mía, tomando un par de porciones de pizza y dejando una en el plato de la rubia—, pueden ir acompañados o acompañarse el uno al otro, como mejor les parezca. Aún no hay fecha, pero en cuanto la tengamos, lo sabrán.


El lenguaje corporal es el medio de comunicación más honesto que existe y el demonio tenía cierta experiencia en interpretarlo. La rápida y leve mueca de descontento de su hijo mayor al tener compañía no pasó inadvertida; demostraba cierta frustración un plan que seguramente trataría de terminar en otra ocasión. Imaginó por un momento a Nicole y Fokker juntos y sonrió. Sería una irónica muestra del justo equilibrio de la sabia naturaleza teniendo en cuenta la afición de Claudia por sus sobrinos. Jamás se le pasó a León por la cabeza algún tiempo de venganza por la misma vía, pero tal vez su hijo mayor pudiera hacerlo. Un fugaz pensamiento se cruzó por su mente referente al paradero de León Jr.


Aunque no estaba obligado a hacerlo, se disponía a brindar un poco más de información a su sobrina y a su inusualmente callado primogénito cuando alguien más interrumpió en el lugar. No necesitó voltear a mirar quien era, reconocería esa voz en cualquier lado. El viejo dicho de que el castillo parecía más una casa de verano y vacaciones parecía cobrar cada vez más fuerza. En el arco de entrada a la cocina, con su particular pose rebelde, aguardaba Marissa por una explicación. Si su primera oración después de años de estar perdida, no estuviera cargada de altanería y descortesía, seguro el demonio se hubiera puesto de pie y brindado un abrazo esperando otro de vuelta. Se giró para verla devolviéndole la misma seriedad que ella brindaba.


—¿Acaso esperabas que me quedara viendo pasar la vida mientras despertabas? ¿O crees que es casualidad que despertaras justo cuando he vuelto? —devolvió la pregunta fijándose en sus intensos ojos verdes—. Deja el drama y ven a acompañarnos, Annabeth, que no demora en bajar Valent.


Desde que tenía memoria, su abuela había utilizado los segundos nombres para hurgar en la molestia de sus hijos. Su propio padre lo había utilizado tanto en su hermana Aura como en él y pese a odiar que lo hiciera, él mismo había continuado la tradición familiar. Se giró de nuevo hacia el centro de la mesa y apartó la silla que estaba a su izquierda, esperando que entendiera la clara invitación y se uniera pronto y poder presentarla a su prometida. Tomó una porción y dio un mordisco.


Esto está delicioso. ¿Estaban celebrando algo en especial?


La sonrisa de Fokker se borró misteriosamente.



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<< ¿En que estaba?>> Se preguntó internamente, en qué momento se llenó el Castillo, exactamente la cocina, de tantas personas.

 

Es que su hermana Marissa estaba con ellos, << ¿es que despertó de su letargo?>>, y ¿cómo de que Valent iba a bajar?, << ¿desde cuándo estaba en Londres>>, y Mia estaba ahí, << ¿y quién diablos era Mia?>> acaso de él (?, ¿desde cuándo? ¡Ah no! era de su padre. Y << ¿cómo es qué... boda, de quién con quién?>> seria en ese momento, tal vez por eso todas esas personas. Finalmente, << ¿qué hacía con ese pedazo de pizza en su boca?>> por cierto estaba delicioso.

 

Todas esas preguntas llegaban a su cabeza y se respondían solas, es que se perdió en la delicia del bocadillo italiano, <<¿Qué sería de Deiwan??>> Lo último que supo es que dejo la mansión Rambaldi sin más, y la verdad echaba de menos las fiestas en aquel lugar que podían durar meses, muy por el contrario de la soledad de la mole de piedra donde vivía ahora. Disculpa, divague un poco, si esto va para ti lector que lee mis pensamientos con telepatía (?, o siente lo que creo, como lo hace la consejera Troi en Viaje a las Estrellas. A todo esto, tener habilidades empáticas podrían ser útiles en ese momento, para saber exactamente que era toda esa aura que sentía a su alrededor.

 

Miró a Nicole de frente, y ella parecía estar molesta con él, tal vez porque no dijo nada desde que mordió la pizza, ni las gracias. Bueno espero comprendas que cualquier plan que tenia se vino abajo por las visitas inesperadas, tú sabes llevarte a... bueno donde sea, ya es imposible a menos que use la tele transportación de Goku y aparezcamos a miles de kilómetros de casa. Luego, se fijó en Mia, se podría decir que llegó como un fantasma, y demás que probablemente se equivocó de estancia, porque si venía a buscar al gato a su padre simplemente tenía que buscarlo en su habitación, que es donde todo finalizaba. Quizás las sabanas aun no estaban limpias desde la última menstruación del gato, el último mensaje ensangrentado que apareció en ellas en uno de los tantos problemas que arrastraba el viejo patriarca Crowley.

 

Y con su padre intercambio miradas, León no necesitaba palabras para entender que acababa de malograr un plan de aquellos que el tramaba, porque ambos se parecían más de lo que admitían. Claro que la experiencia ayudaba mucho, << ¿cuántos años tendría el viejo patriarca?>> algún día le preguntará.

 

Se olvidaba de alguien, claro de Mishu, recordaba que se encerró a hibernar por falta de alimento, o cosas así, nunca lo supo. Así que si Nicole le preguntaba luego donde estuvo la chica, que mejor le pregunte a ella. Por cierto, ese es un feedback que están de moda, según parece xD.

 

—¡¿Boda?!— exclamo entre sorprendido e incrédulo, de paso que calmaba la situación tensa provocada por la personalidad altanera de Mishu. —¿¡Nooo!? Hay una poción inmiscuida aquí, o le ocultaste toda la dotación de licor Mia.— y creyó dar con el motivo que León estuviera en casa, vino por la dotación de reserva.

 

—Donde están mis modales—, se acercó a Mia primero, e hizo una reverencia—un gusto conocerla, no recuerdo si mi padre me presentó, pero Soy Fokker Cygnus, guitarrista en tiempos libres, espero podamos llevarnos bien de acuerdo a nuestra futura relación, madre hijo. — termino haciendo un guiño.

 

Luego cambio la vista a Mishu, —hermanita, deja la tensión para otro momento, no vez que es un acontecimiento importante, la boda y tu despertar, ven y comparte el festín como dice Ncole—

 

Miró a la Evans, parecía ahora algo confundida, tal vez porque no conocía a nadie ahí, como la familia nunca estaba presente, se podía decir que a pesar de no ser numerosos eran unos completos desconocidos, y no tenían mas relación que un que tal y como estas.

 

—Por cierto, Nicole ella es mi hermanita, veras que es muy divertida, y gracias por la pizza, te quedo excelente, quien diría que estábamos pensando a futuro al prepararla.— El dicho nadie sabe para quién trabaja quedaba a pelo en la situación actual.

 

—Ya en serio, ¡felicidades!— y camino al lado opuesto donde estaba su padre y tomo asiento, porque hasta ese momento estaba de pie en medio d todo, y ya estaba empezando a cansarse. Tomo la silla y se sentó como un vaquero del viejo oeste, con el respaldo adelante, y aun con el pedazo de pizza en la mano, el que ya tenía buenas mordidas.

 

—Y no padre, no celebrábamos nada en especial, más que este es un buen día para disfrutar, y conocernos.

 

Tenía ciertas dudas, respecto a la aparición de León, no creía que solo fuera para anunciar su boda, quizás estaba siendo paranoico, pero siempre que aparecía, los problemas lo seguían y él terminaba teniendo que luchar por su vida. Mejor desvió su atención a la joven prometida.

 

Mia cuéntanos de ti, que es lo que haces exactamente y como lo atrapaste— inquirió mientras tomaba otro pedazo de pizza. — ¿Te quedaras a vivir aquí?

 

@León Crowley @@Nicole Evans Crowley @@Marissa A. Black Crowley @

Don't make promises you can't keep... but those are the best kind.

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kRRKjq1j.gif         "Perdón por la sangre derramada xD "

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