►—Castillo Crowley—◄ (MM B: 96477)

[Fokker]

—Pero que coincidencia, porque también eres la primera persona que veo despues de muchas lunas por aqui— Respondio al primer comentario de la joven —crees que sea el destino o quizás sea porque todo el mundo llega en tiempo de vacaciones, quizás este sea un buen lugar para pasar el verano— dijo con una semisonrisa, pensando en el Castillo como si fuera el hotel Crowley.

 

Pocas eran las ocasiones en que el Castillo se llenaba de vida con mas de dos habitantes aparte de los elfos, claro que esos pocos momentos eran memorables porque siempre pasaba algo peculiar, y claro con Nicole siempre cabia la posibilidad de que algo asi suceda. Pero antes se tendria que acabar con el arreglo de la habitación.

 

—En todo caso, el servicio no es muy bueno si tienes que venir a trabajar en vez de pasarla sin hacer nada...

 

Y se preguntaba como estaria su habitación, pero si estaba como al de la joven Crowley, no era para alarmarse, su elfina se encargaria de mantenerla habitable de eso estaba seguro. Ya que la espada no era necesaria, la soltó, y esta desapareció antes de tocar el suelo, sabia que magicamente esta regresó al lugar que le correspondia.

 

—Nahh, se que puedes sola, esta es una buena aventura personal que te sirve de calentamiento.

 

Ella no se lo tomo muy bien, o quizas si, él no era una persona que descifrara lo que pensarán los demás. Acepto la invitación pero para mirar con mas detalle los aposentos de la joven, se sento en la cama que la joven trataba de ordenar para interrumpir su trabajo, sin perder detalle.

 

—Mejor descansa un rato y pedimos algo para comer, tengo mucha hambre, aun no desayuno...— dijo tocando la cama para que se siente a su lado con una sonrisa

 

@@Nicole Evans Crowley

[Valent]

La muchacha se asomó hacia delante intentando ver quién era el elfo que le abrió la puerta, pero la sacó de sus pensamientos un viento fuerte que trajo algunas hojarascas de afuera y, que a la vez que se daba una vuelta a ver de dónde provenía, le echó la capucha a un lado y desordenó el cabello. Tomando la capucha con ambas manos amagó ponerla otra vez en su lugar, sin embargo sus ojos se encontraron con los de un hombre que se acercaba a ella.

 

Quizás no hubo tiempo de fijarse en la camisa desabrochada, el pelo un poco desaliñado o demás pistas que señalaban no haber tenido unas ocho horas completas de descanso, pues su timidez o miedo llegaron a su cumbre más alta al darse cuenta de que era su padre . De repente se dio cuenta de las pocas o nulas veces que envió cartas para decirle dónde estaba. No era momento para arrepentirse de su actuar, pero tampoco era momento para que su consciencia le restregase todo eso.

 

Mientras esperaba saber la reacción de su padre, ¿enojo?, ¿olvido?, intentó tapar su sonrojo con ambas manos. Ese rojo que era imposible cubrir o hacer desaparecer una vez que venía y que la dejaba expuesta a todos. No importara cuanto había entrenado para no expresar sus emociones a través de su rostro, en el momento en que vio a esa figura fue como que todo volvió a ser como antes. Después de todo, es él quién la vio crecer.

 

Recordó cómo él la había llevado a Hogwarts por primera vez, esa alegría de empezar a pertenecer oficialmente al mundo mágico, esas ganas de llevar su apellido en alto y todos los sueños que uno lleva en la niñez cuando apenas empieza a entender las cosas. Él la había guiado, incluso la había presentado al bando mortífago, que la impulsó otra vez más alto. Le había dado todos los consejos para que ella pudiera crecer por sí sola y ahí estaban nuevamente y ella solo tenía ganas de mostrarle todo lo que había ganado en su vida, pero intentó acalmar su interior y dio unos pasos hacia él.

 

Al escuchar que no había rencor a través de sus palabras, se soltó un poco más y le pasó una mano en un intento de saludo formal. Se sintió algo extraña haciendo eso cuando en realidad quería darle un buen abrazo, así que conteniendo una sonrisa se tomó el atrevimiento de darle uno. Lo abrazó bien fuerte cerrando los ojos, con todo el cariño y el orgullo que sentía. Porque no lo había visto desde hacía mucho tiempo y porque todavía sentía que ella era la que tenía que ser la mimada de la familia.

 

—Hola, padre —dijo cuando por fin lo soltó—. ¿Por dónde has estado? Tengo un montón de cosas que contarte. ¿Dónde están todos?

 

Con un remolino de preguntas que no debía hacer, respuestas a preguntas que no se habían hecho, anécdotas que tal vez solo a ella le parezcan increíbles y mucho más dio un paso hacia atrás y volvió a entrar al castillo, como esperando que él lo siguiera. Había olvidado lo que se sentía que hubiera alguien cercano que la iba a proteger, aunque no sabía si es que él todavía la iba a defender de cualquier cosa con la edad que ella tenía; era algo incierto, ya que sabiendo que él tenía tantos años seguramente ella le parecía una pequeña niña bebé o algo así.

 

—Espero que no se hayan deshecho de mi habitación —se asustó por un momento y lo miró abriendo los ojos bien grande—. Es que no he traído nada conmigo —susurró luego con un poco más de timidez.

 

~~~

 

Se había preparado para mostrarse un poco más madura y seria de lo que era antaño, todos los planes quedaron en segundo plano cuando recibió la aprobación de su padre en el saludo. Debemos entender a la pequeña Valentine, había pasado casi 7 años lejos de su familia y amigos más allegados y ver nuevamente esta cara conocida, más aun siendo su padre, el calor de un pasado feliz y que amaba la llenaba. No podía disimular el deleite de encontrarse en el castillo, de ver nuevamente los muebles o los cuadros por las paredes, todo eso que parecía tan común, pero que era la monotonía que ella extrañaba después de dar tantas vueltas.

 

Regresar se sentía como la calma que trae tener un chocolate caliente en las manos, sentada al pie de un fuego chispeante, luego de un día lidiando con muggles ignorantes, temblorosos porque una"tormenta eléctrica" destrozó sus hogares. Era la paz que traía sus vacaciones.

 

@León Crowley

[Nicole Evans Crowley]

-No creo que sea coincidencia, creo que más bien estas vigilando por si en algún momento regreso- la bruja levanto una ceja de manera significativa, dirigiendo una media sonrisa al Crowley. Las conversaciones con el joven siempre tenían ese toque de naturalidad y picardia, Nicole no sabia a que se debía aquello pero no era algo que le disgustara, agradecía poder contar con alguien en aquel Castillo prácticamente inhabitado.

 

En ese momento la Evans regreso su atención a la habitación, con ayuda de Van había logrado acomodar muchas de las cosas del lugar, además de deshacerse de cosas que ya no consideraba tan indispensables. Cuando terminaran aquel lugar sería totalmente diferente a como habían iniciado, era lo que la chica necesitaba, ajustar sus cosas de acuerdo a como era ella actualmente, dejando muchas cosas en el pasado.

 

-Si estoy trabajando en la limpieza es porque lo considero necesario, me gusta hacer cosas por mi misma y además tenia que decidir deshacerme de algunas cuantas cosas. Van siempre hace un excelente trabajo- miro al elfo, que se sonrojo por el comentario de su ama -Bueno en realidad no esperaba que aceptaras, no pareces ser el tipo de persona que haga limpieza... o que haga algo...para variar- la bruja dirigió una sonrisa sarcástica al chico.

 

Miro la cama en donde montones de ropa se apilaban en diferentes grupos, justo cuando se disponía a acomodarla el joven se sentó justo en medio, frente a ella, ocupando todo su campo visual, un bufido se escapo de su boca mirando de manera exasperada como el joven señalaba la cama junto a él.

 

¿Acaso Fokk estaba coqueteando con ella? ¿Era posible? La Evans no lo conocía tan bien como para poder afirmar aquello. Tal vez solo estaba imaginando cosas y esa era la naturaleza del Crowley.

 

-Muy bien, creo que tienes razón- camino hasta la cama y se dejo caer en la cama junto al joven, para después recostarse, haciendo a un lado los montones de ropa. Hasta ese momento no se había percatado del ligero dolor que punzaba en su espalda baja, ni del ruido que su estomago producía. La bruja se sentó nuevamente, acomodando su vestido sobre sus piernas para después colocar sus manos a los costados, la derecha a poco centímetros de la del joven.

 

-Van, ve por P-ko ambos pueden organizar la ropa y acomodarla en el ropero, iré con Fokk por un bocadillo- el domestico realizo una ligera reverencia, miro al mago un segundo para después desaparecer con un chasquido. -Muy bien, vamos por algo de comer- la chica inclino su hombro derecho un hacia adelante, mirando al joven por encima de este -Quien sabe tal vez encontramos algo divertido en el camino.

 

La joven se paro rápidamente, dirigiéndose a la puerta -¿Vienes?- preguntó al mago que se habia quedado en la cama, mientras ella salia de la habitación con su vestido ondeando ligeramente tras ella.

[Fokker]

—Veo que ya me conoces, pero debo decir que si hay ciertas cosas que haga—

 

Estiro los brazos sobre la cama de la joven, debía admitir que esta era muy cómoda, hasta podía echarse un sueñito, sino fuera porque la chica le aventara un montón de ropa encima.

 

—¡Hey!, no se puede descansar tranquilo en estos días de cambio— protestó, moviendo la ropa para un lado, solo para ver como ella hacia caso a su sugerencia y se recostaba a su lado.

 

—Ves que esto es mejor que trabajar, debes haberlo necesitado desde hace mucho, Nicole— dijo con suavidad acomodando los brazos bajo su cabeza. Pensaba en lo que ella dijo de la vigilancia, así que solo pensó en voz alta cerrando los ojos —Y si te digo que si te vigilaba, que dirías...—

 

Hubo un pequeño silencio, que se rompió cuando ella se sentó, el chico se quedo viéndola por si el comentario la molestó. En tanto ella le daba ordenes al elfo, él no pudo evitar pensar en lo bien que se veía con aquel vestido negro... dudo por un largo segundo, que permitió que ella se le escapará cuando iba a tomarla de la mano que estaba tan cerca.

 

Creyó ver una mirada cómplice, pero no sabia si esta era por las aventuras que pudieran ser, o había un mensaje mas. Sus ideas lo sacaron de la realidad, y de pronto se dio cuenta que se quedo solo en la habitación.

 

—¡Oye..., Nicole espera!

 

Y salio rápidamente tras ella, por lo menos hubiera esperado a escuchar su réplica, acaso escapaba de él.

[Nicole Evans Crowley]

La chica caminaba por el pasillo, el sonido de sus pasos resonaban en el solitario lugar ¿Qué había intentado Fokker al hacerle aquella pregunta? ¿Sería prudente responder la pregunta del joven o era mejor dejar pasar aquella situación? Si eso no era coqueteo entonces la Evans no entendía nada de esas cosas, además Fokk era su tío o algo así, los lazos familiares eran todo un lío en el mundo mágico, pero casi estaba segura de que era su tío, "Pero no eres una Crowley de sangre" susurro una vocesita en su cabeza, Nicole no pudo evitar sonrojarse ante tal pensamiento.

 

El sonido de un correteo a sus espaldas la regreso a la realidad, la voz de Fokker pidiendo que lo esperara llegó hasta sus oídos, la chica sacudió la cabeza para eliminar cualquier pensamiento insensato de ella. El mago la alcanzo, para caminar a su lado, juntos recorrieron el pasillo que los llevaría a las escaleras.

 

-Decidiste si venir, que bueno, me preocupaba que revisaras mi cuarto para sacar alguna información relevante para tu intento de vigilancia- la bruja se regaño mentalmente por sacar nuevamente ese tema pero las palabras habían brotado de su boca sin que ella pudiera detenerlas, esperaba que el Crowley no notará su error así que prefirió cambiar de tema para ver si así lograba distraer la atención del mago.

 

-Creo que tu idea de que "Todos regresan a casa en verano" esta algo equivocada, yo sigo viendo este lugar igual de solitario como la última vez que estuve aquí- miro de reojo como el joven caminaba a su lado, ¿Había logrado su objetivo de distraerlo? -Nunca entendí porque la familia es tan huraña todo el tiempo, tal vez tu puedas ayudarme a entenderlo.

 

Llegaron a las escaleras y comenzaron el decenso, sus pasos hacían eco en la gran sala que se extendía ante ellos, bajaban uno alado del otro, cada cierto tiempo podía sentir la tela de sus pantalones rozar con sus dedos pues el joven era mucho más alto que ella, le sacaba una cabeza de diferencia a la Evans.

 

¿Qué te apetece comer?- Preguntó la chica, necesitaba cambiar la conversación y sacar todo tipo de pensamientos inusuales de su cabeza, estaba segura que todo aquello era producto de su reciente regreso al mundo mágico, sin duda todo volvería a la normalidad en un par de días, eso esperaba.

Editado 1 de Julio del 2019 por Nicole Evans Crowley

[Fokker]

Muchas ideas volaban en su cabeza, se sentia traido hacia ella, y pues quien no, solo que ciertos dilemas morales saltaban a la vista, su parte humana se enfrentaba con su parte demoniaca, y las voces lo animaban y lo desanimaban. Y claramente escucho una voz que supo reconocer. Estaba en modo automatico, sin embargo oyo las palabras de la joven.

 

—¿Qué cosa, cómo dices?— Fokker se sonrojo un poco y miro hacia el techo del castillo, no es que lo hiciera, pero lo imagino brevemente, junto a otras ideas. <<No sigas muchacho>> meditó esperando no haberlo expresado en voz alta, algo normal cuando estaba confundido.

 

Se sintio comodo cuando la joven cambio de tema, porque el no hubiera podido hacerlo.

 

—Puede que haya errado, pero el verano recién comienza, demás que tu si llegaste, eres la confirmación de la regla— agregó una corta carcajada, demostrando que regresó a la Tierra.

 

—No creo que sean huraños, solo que nunca coincidimos todos, podriamos decir que somos los extraviados o algo por el estilo. Claro que en esas excasas ocasiones que coincidimos suceden cosas como buscar objetos perdidos o eliminar a enemigos de la familia.

 

—Por cierto, ¿me dirás donde estuviste todo este tiempo? o es algún secreto de estado.

 

No deseaba inmiscuirse en sus asuntos, solo deseaba saber donde estaba desde el momento que la vio, demás que los problemas perseguian a los miembros de la familia por diversos motivos.

 

No tardaron en llegar a la cocina, la amplia cocina Crowley, con varios estantes donde habia de todo, con una gran isla en el centro de la misma y un mesa comedor a un lado, no podia negar que no le tenia nada que envidiar a las grandes cocinas de los mejores chefs del mundo.

 

—Ehh ¿Comer?... a si... uhmm pues ni idea, veamos primero que hay

 

Se puso a revisar una alacena, recordando la que vez intento preparar un poco de té y termino por revolver todo sin lograr su objetivo. Lo bueno es que ahora conociaa donde estaba cada cosa, asi que no demoro en rebuscar y encontrar un poco de pan y algo de cerveza de mantequilla, raro porque casi siempre lo que encontraba ahi era puro vodka. Tambien habia varias frutas, e ingredientes para preparar practicamente cualquier cosa. Cogió una manzana y se la lanzó a la joven para que apaciguara el hambre entre tanto decidian que hacer.

 

—Tenemos varios ingredientes para preparar de todo. Te parece si hacemos una pizza, no soy bueno con eso pero si me das las indicaciones, creo poder ser un buen asistente, ¿qué dices?

[Nicole Evans Crowley]

El cambio de humor del joven la dejo un poco confundida, siempre solía ver a Fokk con un aire despreocupado y una sonrisa relajada en el rostro, pero después de salir de su habitación algo había pasado, incluso por un momento la chica creyó ver que el joven Crowley se sonrojaba ¿A qué se había debido ese cambio y esa reacción? La verdad era algo que había tomado por sorpresa a la chica.

 

La Evans no tuvo más tiempo de pensar en el asunto pues el joven había pescado su anzuelo para cambiar de tema, haciendo que una pequeña y profunda parte de ella se sintiera un poco decepcionada, algo le decía que el chico había aceptado el cambio por decisión propia, él no era alguien ingenuo y a quien se pudiera engañar fácilmente, o al menos, eso creía la bruja.

 

-Que una sola persona haya regresado en verano no comprueba o verifica tu teoría, creo que más gente vendría si tuviéramos un área de veraneo, tal vez una piscina o algo por el estilo.

 

La chica dejo pasar el tema, no quería ser insistente y además aquella evasión era una clara señal de que nada podía pasar y el ligero rastro de picardia fue cosa de un segundo producto del reencuentro de ambos.

 

-Pues necesitaba alejarme de aquí, las cosas con mi madre no iban bien, ella hacia cosas drásticas por defender sus ideales y yo no estaba de acuerdo con eso, así que mejor decidí tomarme un respiro de todo el drama- desde su regreso a Ottery no había visto a su madre, ni siquiera había regresado al Castillo Evans, aunque sabía que en algún momento tenia que dar la cara en aquel lugar.

 

-Pues la verdad visite muchos lugares y conocí gente de todos lados. En París conocí a un par de hermanos que al igual que yo decidieron viajar por el mundo, también estuve en contacto con muggles- una sonrisa apareció en el rostro de la joven al recordar su travesía.

 

Ingresaron en la cocina y el mago no perdió ni un minuto para ver que es lo que prepararían aquel día, la chica solo observaba como Fokk abría gavetas y reaccionó justo a tiempo cuando el chico le lanzo una manzana, la Evans le echo un rápido vistazo y después le dio una enorme mordida.

 

-La verdad la idea de la pizza no suena nada mal, me vendría bien practicar antes de la apertura del restaurante- en pocos días su pequeño negocio vería la luz de nuevo, solo faltaban algunos detalles -Creo que seras buen ayudante, necesitaremos masa, tomate, queso y algún ingrediente especial que quieras agregar.

[Fokker]

—Buenos reflejos, serias una excelente buscadora—

 

Cygnus recordó de inmediato sus tiempos de colegio, cuando por el equipo de Gryffindor gano un par de torneos y perdió algunos mas por su super ego, que siempre le terminaba por traer problemas, aunque también algunas satisfacciones extracurriculares.

 

—¿Reabrirás Wild Pizza? ese es su nombre ¿no?, cuando es la fecha de re-inauguración, espero que haya buena música y comida

 

Sugirió, como dando a entender que sin esos detalles no asistiría a la misma. Reviso entre las alacenas y dio con la mayor parte de los ingredientes, los junto uno a uno sobre la gran isla de la cocina,

 

—Supongo que es cosa de magia que tengamos todo los ingredientes frescos, considerando que nadie ha pisado esta cocina por mucho tiempo, no crees, y ahora que necesitas, ¿ollas, bandejas? No se me ocurre que ingrediente especial le puedo poner, que recomiendas

 

Lo que pidió el se cargo de traerlo y ponerlo a su alcance, consideraba esta una preparación por si alguna vez necesitaba trabajar de ayudante por comida, puede que su padre se gaste toda su fortuna y el no tuviera de que vivir.

 

Retomando un poco la respuesta que recibió de la travesía que ella tuvo por el mundo entre que preparaban la pizza, y porque no tuvo tiempo de procesarla, por el simple hecho de que tenia otras ideas en su mente, que no terminaban por irse.

 

—¿¡Hermanos dices!? esos suena interesante, ¿vendrán a Londres? — dándole un tiempo para responder antes de preguntar de nuevo —por cierto ¿quien es tu madre?. creo que nunca te lo pregunte antes—

 

O quizás si pero nunca le dio importancia, hasta ese momento, le bastaba con saber que era Crowley y que el Castillo la dejo entrar, la magia que rodeaba las paredes no dejaba ingresar a nadie sin invitación.

[Nicole Evans Crowley]

Ahora ambos Crowley se encontraban ocupados, el joven le pasaba todas las cosas que ella le solicitaba, en pocos minutos la pizza estaría lista y podrían sentarse a la mesa para disfrutar aquella delicia casera.

 

-Si así se llama, tengo intenciones de abrirlo nuevamente, todo estaba en un completo desastre pero he estado trabajando en ello y me han echado una mano- recordó a Eobard y todas las cosas que estaban haciendo en el restaurante para que todo estuviera listo -Pues la idea es dar unas cuantas promociones ese día, ya sabes, para atraer a la clientela...Estaba pensando en rebanas de pizza gratis en la zona del restaurante y en el club rondas de cocteles de cortesía. No sé todavía estoy pensando que hacer.

 

Sacudió las manos para quitarse el exceso de harina de los dedos, saco la varita y apunto a la masa, este se elevo un poco en el aire y comenzó a girar ligeramente para empezar a extenderse y tomar la clásica forma de la pizza, mientras tomo unos cuantos ingrediente proporcionados por el chico para comenzar a picarlos.

 

-Pues los muggles comen algo llamado Peperoni, es grasoso y muy rico, a mí me agrada el sabor, podemos poner la mitad de eso y tu puedes escoger otra cosa, la verdad es que se le puede poner cualquier cosa a la pizza.

 

La masa dejo de moverse y se poso sobre una bandeja metálica circular, la chica tomo un cucharón y esparció una salsa sobre la masa, agregando además queso y el ingrediente que quería en la mitad de la pizza.

 

La Evans miró de reojo a Fokk -¿No sabes? Pensé que sabias, creo que la conoces porque claro, mi madre conoce a casi todos en el mundo mágico- la joven continuaba agregando cosas sobre la masa - Mi madre biológica es Bel Evans McGonagall, no he podido reunirme con ella desde que regrese a Ottery pero espero verla pronto.

[León Crowley]

Una sonrisa se dibujó en los labios del pelinegro cuando Valent extendió la mano y esperó a que terminara de impulsarse para lanzar a él. La fundió en un abrazo, firme y solido que se prolongó unos cuantos minutos más de lo que dura cualquier abrazo. Un abrazo se brinda con un saludo, con una felicitación o un adiós. Pero los abrazos que se dan en un reencuentro no tienen un standar de duración, no tienen un origen y se desconoce el fin. Se toma el tiempo necesario en el que un cuerpo se embriaga de la presencia del otro, el tiempo en que reconoce su aroma, su esencia, su ser.

Cuando terminó el abrazo, los ojos Valent seguían siendo los mismos que vio partir cuando ella manifestó su deseo de conocer el mundo. Un deseo tan arraigado a la sangre de los Crowley que siempre eran más los que estaban fuera que los que visitaban el castillo. Su cuerpo, su rostro, su semblante. Muchas cosas habían cambiado en Valent y muy seguramente lo iban a hacer por mucho tiempo más, pero sus ojos seguían teniendo el mismo, el mismo ímpetu.

—También tengo mucho que contarte. He estado por muchos lados hija —respondió siguiéndola al interior del castillo—, igual que tú, los Crowleys vamos y venimos, como los vientos de agosto. Pero siempre volvemos acá, tarde o temprano. Tu habitación sigue tal cual como la dejaste, y siempre va a estar así el tiempo que lo necesites —la mirada inquisidora de León recorrió de arriba a abajo a su hija y soltó una sonrisa—, aunque no creo que la ropa que tengas allí te quede buena aún. Tal vez podríamos asaltar el vestidor de tu tía Claudia mientras vas al Callejón Diagón, si te parece bien.

—Bienvenida, señorita Valent —saludó Rhyfs, el elfo principal del castillo que se apresuró a recibir las maletas

—Rhyfs, que por favor nos sirvan algo de comer mientras llevo a Valent a su habitación

—En seguida, señor —respondió el elfo y se disponía a desaparecer cuando hizo una pausa—. Señor, debe saber que el joven Fokker y la señorita Nicole están en la cocina. Tal vez deseen comer con ellos.

Podría decirse que Rhyfs estaba particularmente feliz de servir al castillo Crowley cuando había alguien allí a quien servir. Eran aburridos los meses en que simplemente iban los esbirros del profeta a buscar algún chisme o los pregoneadores anunciando las nuevas del ministerio. Que hubieran más de dos miembros de la familia al mismo tiempo, ya era muchos.

—Vaya, parece que todos se han puesto de acuerdo para venir —Volvió sonriente a los ojos celestes de Valent mientras el elfo desaparecía—. Ven, te acompaño a tu habitación. A menos claro, que desees comer primero.

@@Nicole Evans Crowley @@Valent @Fokker