Jump to content

•Juan Valdez Café ®• (MM B: 100831)


Tauro M.
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Esperaba el regreso del mesero con la otra bebida y la cuenta, mis recursos eran algo escasos pero no lo suficiente como para que no pudiera pagar unas bebidas y esperaba que mi pequeña no se entretuviera mucho con sus ocupaciones del café para poder partir hacia el hotel, contemplaba a la variopinta clientela del lugar y sonreí, por fin me sentía entre mi gente, gente como yo, en una sola palabra, magos

 

-Te espero afuera pequeña

 

Le sonreí y tomé mi mochila, los lugares encerrados ya no se me daban bien y temía caer en alguna crisis de ira y hacer algunas modificaciones a la decoración del lugar

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Liam Jett - Administrador


Los primeros rayos del sol apenas arañaban voluntariosos la bóveda celeste que cubría el cielo de Londres cuando los primeros transeúntes comenzaban a llenar el lugar. Matutinos visitantes que compraban apresurados un caldero o una poción antes de ir a trabajar, despreocupados estudiantes con sus impecables túnicas de la academia de magia y hechicería caminaban alegres hacia el claustro estudiantil. Una mañana como muchas otras comenzaba en el Callejón Diagón, la más importante zona mágica comercial de toda Inglaterra. En sus exclusivas aceras, las empresas de prestigio en el mundo mágico instalan sus locales comerciales, buscando captar el mayor número de clientes.

Al costado norte del callejón, justo antes del banco mágico, la figura elegante de un cabello se divisaba entre la espesa niebla que se iba disipando con el sol y con el cálido vapor que salía de los locales que ya habían sido abiertos. De traje gris y camisa oscura Liam Jett llegaba a la puerta del Juan Valdez Café; un elegante local dedicado principalmente a la venta y preparación de Café Premium colombiano, uno de los mejores del mundo, que incluso había traspasado fronteras y había ahondado mercado en la comunidad mágica y tenían una sucursal en Londres, de la cual él era administrador. Sus ojos azules pasaron de un lado a otro de la acera.

— Siete de la mañana y aún no llega esta mujer —susurró Liam mirando el Bvulgari en su muñeca izquierda.

Tras un largo suspiro pasó la mano derecha por el bolsillo de su abrigo tomando la varita de olmo que pasó por la puerta del local. Al instante, el enorme portón cedió y desapareció al instante dejando el cristal superior a la vista del público. Acomodó su rubia cabellera con el reflejo del cristal e ingresó al local. La impecable presentación del lugar sacó una sonrisa al hombre que avanzó hasta el mostrador. Los filtros de las máquinas estaban limpios y organizados por tamaño mientras las boquillas y mezcladores estaban separados y listos para su uso. Afuera del local, el ruido de un acelerado caminar, llamó la atención del ojiazul.

—Señorita Smith —Saludó Liam a quien acababa de entrar. Una delgada mujer, de ojos verde esmeralda y cabello rojo en rizos que llegaban hasta sus hombros—, no sabía que trabajaba usted aún con nosotros.

—Se... señor Jett. No sabía que vendría usted tan temprano —respondió asustada y sorprendida Marion Smith, mesera del establecimiento.

— ¿Pero si sabía, que independientemente a la hora que venga uno de los administradores, el lugar se abre a las 6.30, no?

—Si señor. Le pido me disculpe. No volverá a pasar.

—Eso espero. La próxima vez no tendrá tanta suerte. Póngase el delantal. No demoran en llegar los clientes.
tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

En las afueras de londres se podia ver a un muchacho ya de edad llegando caminando lentamente, sus ojos amarillos reflejaban un brillo de tristeza, miraba hacia delante esperando el ver algo que lo animara..

 

A su nariz llego el olor de cafe premium, uno de los cafes muggles mas ricos que haya probado alguna vez

 

Caminaba con las manos atadas por detras, habia perdido esa libertad por varias cosas que el no se enorgullecia.

 

A su lado iba su leon que se encontraba cargando a un pequeño elfo con la varita del joven.

 

El muchacho miro a su elfo.

 

-Entremos a tomar un cafe

 

-Pero señor, ¿no le importa el que alg...- el joven miro al elfo

 

-A estas alturas beetle, eso es lo ultimo que importa ya-dijo mientras una lagrima resbalaba sobre su mejilla.

 

 

Miro que el lugar era bastante acogedor, musica tranquilizadora, sofas bastantes comodos, solo faltaba probar ese cafe.

 

-Beetle, si preguntan el porque estoy asi, no se que hacer-dijo mientras hizo un esfuerzo en vano por desatarse

 

-No lo intente señor, puede ponerse usted en mucho peligro. Mas si esta en el Mundo Magico-dijo al ver a su dueño

 

-Bueno, entonces tu inventate una excusa del porque estoy asi y que sea buena-dijo mientras se sentaba en un sofa cerca de la chimenea esperando no haber dado con la zona vip por error

 

-Mientras tanto quisiera ver si ese cafe sigue tan rico como lo recuerdo- dijo mientras buscaba alguna persona con su mirada que atendiera el local. Miro que solo habia dos personas y muy en el fondo se encontraba aliviado de esto ya que no era muy probable que ellos dos se preocuparan por el. Miro hacia la chimenea mientras esperaba que alguien lo notase.

 

http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2011/078/a/c/signature_by_bosselessar-d3c1a8n.png

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Marion Smith - Mesera


<<No lo soporto. Sencillamente no lo soporto>> —pensaba Marion enojada mientras acomodaba el delantal en su cintura.

No solía llegar tarde al local, puesto que vivía a menos de 10 minutos caminando del callejón Diagón pero justo ese día, se había tomado algunos minutos de más frente al espejo arreglando sus brillantes risos. Si de algo estaba orgullosa Marión era de su pelirroja cabellera y la cuidaba y organizaba cuanto podía; era por sus rizos que la habían contratado en ese lugar, por eso y por sus ojos verdes esmeralda que hacían conjunto con su sonrisa. De atender mesas no sabía mucho, de café menos. Pero si algo sabía era encantar a un hombre o mujer con una sonrisa y un guiño. Se miró al espejo algunos minutos y salió del baño perfectamente arreglada.

¿Para qué madrugar si nadie viene tan tempra...— sus palabras fueron interrumpidas por la entrada se un cliente poco particular. Un chico bajo de cabello negro ingresaba con un león y un elfo. Tenía que reconocerlo, para ser el único cliente tan temprano, era muy peculiar. Se alisó el delantal y se acercó al chico.

—¡Hola!, Bienvenidos al Juan Valdez Café —saludó enérgica al chico y al elfo. Se tomó un minuto mirando al animal que los acompañaba. Parecía calmado pero era mejor prevenir que lamentar. Miró al chico con la sonrisa pícara que la caracterizaba—. Disculpa la pregunta ¿está completamente controlada tu mascota? Si gustas puedes dejarla en el jardín posterior. No correrá ningún peligro allí, mientras tanto, puede escoger algo para tomar. —entregó la carta al chico sonriendo mientras se alejaba.

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El muchacho miro a una joven que se acercaba a su mesa, miro que el leon habia atraido mas atencion que el, cosa que lo hizo sonreir discretamente.

 

-Mi leon esta muy bien entre...- se callo antes de completar la frase y miro a su leon, de alguna forma el tambien habia influido en que estuviese en esa situacion.

 

-Pensandolo bien si seria mejor que estuviese en los jardines posteriores- dijo mirando a la joven mesera

 

Miro como la joven le dejaba la carta frente a el

 

-Beetle, primero, ¿puedes llevar a mi leon a los jardines posteriores?

 

-Por supuesto,mi amo- el elfo se levanto y llevo al leon a esos jardines dejando al joven solo por unos momentos

 

Se intento desatar nuevamente en vano, se sentia tan impotente sin la varita y sin sus manos

 

Apenas habia resistido dos dias asi y no pensaba resistir mas

 

-Señor, por favor no lo vuelva a intentar, se va a lastimar mas- dijo el elfo que regresaba de haber dejado al leon en los jardines

 

-Ademas, si recuerda usted prometio algo y debe cumplirlo- el joven se quedo callado maldiciendo por lo bajo ya que eso, por mucho que lo odiara era verdad.

 

-Busca en el menu a ver si esta el caramel Macchiato, ese cafe se me ha antojado desde que estuve en Inglaterra

 

-Si mi amo- el elfo tomo el menu y sonrio- si hay- dijo entredientes y levanto su manita para que la mesera fuese a la mesa.

 

El joven sonrio esperando a la mesera. Aun con las manos atadas la vida era bastante divertida.

http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2011/078/a/c/signature_by_bosselessar-d3c1a8n.png

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Marion Smith - Mesera

 

Era consiente que tenía un cuerpo envidiable y que el mover de sus caderas había corrompido a más de un cliente que pedía su nombre, su numero y hasta su estado civil. Pero ella con una sonrisa, los dejaba sin palabras. Sin embargo, cuando se giró, se llevó la sorpresa de que el chico no la estaba mirando. Se frustró bastante y con un gesto de enojo regresó a su lugar.

—Que chico tan raro —susurró sacando una bandeja de abajo del mostrador. Había notado que mantenía las manos ocultas, y que todo lo hacía por intermedio del elfo. No era algo común.

 

El piso del local estaba algo sucio. No sabía como era posible que Sheyla, siendo su mejor amiga, no dejara el local organizado por las noches. No era mucho lo que tenía que hacer, realizar el cierre, limpiar el piso y dejar las cosas en su sitio, lo cual no era tan complicado teniendo en cuenta que ambas eran brujas y podían perfectamente utilizar la magia. No solo eso, Leonard, su compañero de turno, estaba terriblemente enamorado de ella y haría, con todo el gusto del mundo, sus quehaceres. Pero a ella solo le importaba que le comprara ropa. Marion cayó en cuenta que ya eran más de las 7:30 y Frederich aún no llegaba. No le dio importancia y se acercó de nuevo al chico.

 

— ¿Y bien? ¿Que desean tomar en esta hermosa mañana?

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las calles que cruzaban Diagón se convertían en pasadizos repletos de gente extraña cuando el reloj comenzaba a marcar las horas que acompañaban el atardecer. El sol ya se ocultaba detrás de los edificios, por lo que no le era problema para Goshi descubrir su rostro, dejando que la capucha de su capa cayera sobre su espalda. Arremangó las mangas del tapado y metió las manos en el bolsillo, caminando descuidada con una media sonrisa en su rostro.

 

Aquella mañana, una lechuza había golpeado su ventana en la Mansión Malfoy, llevando en su pata un rollito de pergamino con una invitación que a la Rowle sacó de las casillas. No esperaba volver a leer palabras del Crowley luego de aquel evento desafortunado en la gala de El Profeta. ¿Alguien le habría dicho que estuvo presente en su mansión aquella noche? Sentía un poco de intriga, pero a la vez estaba alegre. No sabía bien, era algo extraño lo que le pasaba por dentro, tan extraño como aquella bruja de nariz ganchuda que casi le golpeaba el hombro con el suyo. Llevaba un sombrero violeta de copa con una flor seca en el alero. No pudo evitar darse vuelta para mirarla. Como dije, personajes extraños circundaban las calles de Diagón a esas horas.

 

Cuando giró hacia el frente nuevamente, casi estallada de risa, el cartel del café Juan Valdez se hacía presente frente a sus narices. Allí era la cita según el papelito, sin ninguna aclaración, más que el horario y el lugar, y esta vez, como tantas otras, Goshi era extremadamente puntual.

 

Traspasó la puerta, alzando una ceja al observar el local, que de por cierto, le parecía un lugar muy bonito y acogedor, y apenas tuvo oportunidad, sus tímidos labios se abrieron para anunciar su presencia.

 

-Buenas tardes, busco al señor Crowley...

jD8hy.gif
FdFFT8Y.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—Muggles.... —refunfuñaba el holandés caminando con las manos entre los bolsillo de su gabán.

 

El paso obligado por la estación de King Cross esa mañana le desagradaba terriblemente, pero no había logrado cambiar la cita con el comerciante de antigüedades, así que tenía que tomar el tren de vuelta a Diagón. Ese día tenía una importante cita que había estado postergando por semanas, no por que quisiera hacerlo, si no por que su estado de salud no se lo permitía del todo. Aún en ese instante, sus fuerzas no estaban del todo recuperadas, pero al menos, podía darse el lujo de invitar un café a una buena amiga. Alguien que de cierta forma, había colaborado con su familia a descubrir el misterio que envolvía su heridas.

 

Aún caminaba algo cojo, era cierto, pero el largo gabán que llegaba hasta sus tobillos, cubría a la perfección su irregular caminar al punto que, de no ser por las cicatrices en su rostro y brazos, no se notaría que si vida estuvo al borde de ser una historia. Había dejado a un lado los habanos y el cigarro mientras se recuperaba por eso cuando llegó a la puerta del Juan Valdez, le fue imposible evitar el movimiento reflejo de apagar el cigarro que no estaba allí. Hacía bastante tiempo no pasaba por el lugar, pese a ser el propietario, y había olvidado cual administrador estaría a cargo y aún peor, si este le reconocía. Sacó las manos de los bolsillo e ingresó al local, justo para encontrar a si cita preguntándolo.

 

—Pues muy bien lo ha buscado que ya lo encontró, señorita Rowle— apuntó León al tiempo que se acercaba a la mujer para besar su mejilla—. Me alegra mucho que vinieras y perdona no haber ido a buscarte en persona, pero no ando del todo recuperado. Por cierto, gracias por estar allí esa noche, así mi familia no te haya dado el igual agradecimiento. Son un poco recelosos en lo que a la sangre refiere.

 

Le indicó una mesa y se sentaron, llamando la atención de la pelirroja mesera que aguardaba detrás del mostrador.

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al escuchar el tintineo seguido de la voz del Crowley, Goshi dio media vuelta con una sonrisa en el rostro que se apagó de golpe al ver las marcas que tajeaban su cara. No era el mismo rostro que tantas sonrisas le había sacado aquella noche en la Gala, sino un rostro cansado y con cierto dolor reflejado en sus gesticulaciones. Aflojó los músculos de la cara, ya que deseaba no ofenderlo con su reacción y volvió a sonreir para acercarse y devolverle el beso en la mejilla, atinando a tomarlo del brazo con una caricia.

 

-No tienes nada que agradecer y mucho menos pedir disculpas. -Un leve tono rojizo ocupó sus mejillas.- Estaba preocupada por ti y tuve la suerte de caer aquella noche en un paseo de rutina. Era imposible que me fuera hasta no estar segura de que te encontraras en buenas manos.

 

Tomó asiento en la silla que le señalaba, justo frente a él, y apoyó sus codos sobre la mesa para inclinarse hacia adelante.

 

-Me alegra verte de nuevo.

 

Sus palabras fueron interrumpidas por las de una mesera de cabellos rojizos que se interpuso para solicitarnos el pedido. Goshi alzó una ceja y sonrió de forma picarona.

 

-No es la primera vez que veo una pelirroja en tus lugares de preferencia León, ¿puede ser?... -Soltó una carcajada y cruzó una pierna encima de la otra mientras se recostaba sobre el respaldo, mirando a los ojos a la camarera.- Un ristretto y si tienen algún pastelito frío de chocolate, que el calor de la calle me estuvo agobiando y necesito despertar mis neuronas.

 

Volvió a inclinarse sobre la mesa.

 

-¿Tú, qué vas a pedir?

jD8hy.gif
FdFFT8Y.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—Y a mi me alegra ver un rostro amigo —contestó al tomar asiento—. No han sido semanas fáciles. Nunca me ha gustado estar bajo un ojo observador. A donde salgo hay alguien vigilandome y la verdad.. —hizo una pausa cuando vio que Marion se acercaba.

 

León había contratado a esa mujer, unica y exclusivamente para deleitarse con su belleza cada vez que fuera al local. No era una mujer inteligente y mucho menos tenía experiencia alguna, pero la perfecta armonía entre sus ojos verdes, sus cabellos rojos y su encantadora sonrisa, eran un imán para los hombres, que no se resistirían a pasar, así no les gustara el té, lo arrojarían a una matera por ser atendidos por ella. Con la habitual alegría que la caracterizaba, la mesera saludó.

 

—Buenas tardes jefecito, buenas tardes señorita —Hizo una pausa mirando a León y seguidamente a Goshi. Se alisó el delantal y prosiguió—. ¿Que les puedo ofrecer?

 

El comentario de la Rowle, hizo sonrojar el rostro de Marión casi tanto como el color de su cabello. Agachó la mirada y se quedó con la vista fija en su libreta de notas, esperando las palabras del Crowley. León miró con un aire de reproche a su acompañante y posó la mano sobre el brazo de la apenada camarera. Los intentos del pelinegro por calmarla, hicieron que por el contrario, esta se pusiera aún más nerviosa. León sonrió y se limitó a hacer su pedido.

 

—Un Caramel Macchiato para mi por favor. Muchas gracias. —Se quedó mirando a la mortífaga mientras Marión se alejaba— ¿Era eso totalmente necesario?

 

Se tomo un tiempo para mirar a su alrededor. No veía ni al administrador ni al compañero que debería tener la pelirroja dada la hora que era. Un vago chico que Taurogirl había contratado por el tamaño de sus glúteos. No podía decir nada o sacaría también a Marion. Un cliente nada más, al otro lado del local. Podía hablar en confianza.

 

—Todo esto me hizo ver que estoy demasiado vulnerable. Que no tengo el apoyo ni la fuerza necesaria. Que no puedo dejar que mi familia esté en problemas nuevamente. Y solo hay un lugar en donde puedo volver a tener ese apoyo.

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.