Castillo Gaunt • (MM B: 102403)

[Mery Gaunt Karkarov]

Posterior a la reforma del castillo

 

Caminaba, como era lo más normal en la Gaunt, en pijama y con el hijab blanco que solo usaba para estar en casa, pero no solo eso, sino que andaba cotilleando en sitios donde no debía de estar, al menos no en presencia de Anne, pero como sabía que no estaba en el castillo pues la pelirrosa abría y cerraba puertas con una alegría y descaro que solo ella sabía hacer.

 

Y como todo el mundo mágico sabía, o sino el 90% de los magos, tenía un oído glorioso, así que justo cuando estaba llegando a la biblioteca, esa tan grande que usaba Anne y Emmet, escuchó al último nombrado mencionarla, y a la licántropa también, pero a Mery, ¿qué podía querer el Gaunt de ella si llevaba sin verla casi cerca de un año?, pero lo comprendió cuando vio salir a un elfo con una nota.

 

- Eh, tú -dijo cuando lo vio-. ¿Es para Anne? -agachó un poco su espalda para quedar más cerca de los ojos del bicho aquel, el cual asintió-. Pues dámelo, que para algo soy su hija -le robó la nota de las manos antes de que pudiera decir o hacer nada. El elfo desapareció.

 

¿¡Boda!? A la Gaunt le hicieron los ojos chiribitas, adoraba las bodas, o mejor dicho, la barra libre, aún no tenía recuerdo de haber ido a la ceremonia anterior del banquete, porque... ¿Para que? No merecía la pena ir antes, demasiadas ñoñerias para la pobre vampiresa.

 

Pero su primer pensamiento fue que debía de hablar con Emmet, ¿por qué no estaba invitado él a esa boda? Es decir, solo salían los nombre de su madre y ella, y no quería ser indiscreta, pero aquello sonaba a cotilleo del bueno. Así que alzó su cabeza y sonrió con aire victorioso, quizás no sabía durar mucho tiempo en un puesto de trabajo, no fuera la mejor madre e incluso no era ni una buena socia en negocios, pero a maruja no le ganaba nadie.

 

- ¿Se puede? -preguntó asomando la cabeza por la puerta de la biblioteca, y allí debía de haber mínimo unas veinte decenas de libros de Aritmancia, Adivinación y Videncia. Aquel iba a ser su nuevo sitio favorito-. ¡Emmet!, ¡tito!, ¡¡CUANTO TIEMPO!! -y el timbre fino y chillón de Mery retumbó por todos los sitios, además de haber aplastado al castaño que aunque se vieran poco, amaba.

 

 

 

@@Emmet Haughton Gaunt

[Emmet Haughton Gaunt]

- ¡MERY! ¡QUE ALEGRÍA VERTE DE NUEVO POR AQUÍ!

 

Dijo el vampiro respondiendo con el mismo afecto al saludo de la bruja. Hacia mucho tiempo no la veía, y ahora que la tenía de empleada en el Concilio, no había logrado cruzarla en los pasillos debido a que se la pasaba la mayor parte del tiempo dentro de su despacho de Director. Trabajar en aquél departamento, por dos años seguidos, ha sido lo mejor que le pudo haber pasado a nivel laboral pero, siendo la cabeza máxima de aquella dependencia, tenía su carga de obligaciones y responsabilidades de todos los días.

 

Le sonrió a la bruja nuevamente. No era algo que hacía todos los días pero podía acostumbrarse. Pudo notar que traía en su mano la invitación, que momentos atrás, le había ordenado a su elfo doméstico le entregara a su hermana.

 

- Veo que te has topado con Shave a la salida de la biblioteca. ¿O me equivoco?

 

Vio las letras brillantes de la invitación lo que acertó en su parecer.

 

- Es una invitación que ha llegado ... - hizo una pausa mientras le daba la espalda por un momento para terminar de colocar un libro en el estante - ... a una boda que se realizará - completó de manera cortante.

 

Se podía notar, en la forma de hablar sobre el tema, que no quería saber nada acerca de aquél evento. Era una ventaja no haber sido invitado, le ahorraban el discurso y el tener que rechazar la invitación.

 

Intentaba ocultar aquella pequeña molestia de los ojos de Mery.

 

- ¿Y que te trae por acá querida sobrina?

 

@@Mery Gaunt Karkarov

Editado 27 de Octubre del 2018 por Emmet Haughton Gaunt

[Ashley Peverell]

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La hermosa niña había dado un salto por la sorpresa al escuchar las voces de su querida sobrina que acababa de llegar y hablaba acerca de un cuerpo femenino que al menos ella definitivamente no había ni notado ni visto, seguramente porque se había distraído un poco viendo como los demás comañeros del departamento habían llegado así que dió un pequeño salto hacia un lado como si hubiera pisado algo parecido y miró en todas direcciones.

-¡No digas eso Xell!

Pidió la Peverell intentando mostrar temple aunque se sentía alterada ya que nunca había reaccionado bien a la presencia de ningún cadáver humano, nadie le había dicho que en el departamento de accidentes se las iba a tener que ver con algún tipo de muertos o sangres o tripas.

Se acercó por detrás a su hermana Hayame hasta que pudo pegarse a la espalda de esta, si había cosas tenebrosas u oscuras mejor que se comieran a la vampiro inmortal primero, al fin que a ella siempre le habían gustado esas cosas oscuras y malvadas y era de lo que vivía su retorcido corazón hasta donde sabía.

-Pensé que habíamos venido por un asunto de un dragón.

Le susurró a la mayor de las hermnas asomándose por un lado de esta sin querer interrumpir a los dueños que al parecer ya estaban en el sitio pero estaban atendiendo asuntos propios primero y ella como educada que erano los quería interrumpir en lo absouto hasta que Matt que era su jefe les ordenase hacer algo.

[Lisette Ryddleturn]

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Ella también los había escuchado, los dueños de la casa habían llegado y ella como parte del equipo que estaba ahí para ayudar, inclinó un poco cuerpo y cabeza de modo respetuoso con las manos cruzadas por delante de la falda de su vestido

-Muy buenas tardes

Una vez que los Gaunt hubiesen pasado, se enderezó de nueva cuenta y observó el sitio por dónde se habían ido con curiosidad y preocupación aunque también algo de orgullo; si estaban tan calmados era porque confiaban plenamente en el trabajo que todos ellos hacían como de Accidentes.

Pero de todas maneras...

Arrugó la nariz.

-De dónde un cuerpo?? -miró interrogante a Ashley como si de repente esta se hubiera puesto a hablar en otro idioma- yo lo que sabía era que se trataba de un dragón... a menos que te refieras a ese tipo de cuerpo? -miró a los otros mayores esperando encontrar en estos una respuesta- Accidentes también se encarga de levantar cadáveres!!?

[Hayame Snape Potter Black]

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-Wow, wow, wow!!

Los ojos rojos de la vampiro se abrieron con algo de preocupación y miró a las mujeres presentes.

-A mi nadie me dijo que eramos los peritos del forense... no tengo bronca al hacer cadaveres que eso es diferente... -sonrió con un gesto levemente retorcido y maligno pero de inmediato lo retiró al ver así como todos los demás, que quienes les habían llamado al trabajo llegaban acompañados de una visita, por lo que movió la cabeza en silencio y de forma educada hasta que pasaron

Sus ojos en expresión seria les resiguieron hasta que estos desaparecieron para atender lo que requerían, dejando a la Snape pensativa hasta que las voces de las otras chicas se presentaron

-Va, va... a ver, vamos a ver esto y a arreglarlo pronto porque no quiero que seamos de estorbo a esta familia, deberíamos de poder trabajar rápidos y sincronizados

Dijo andando en dirección del agujero que había visto Xell y se inclinó hacia delante, solo lo suficiente para observar de forma adecuada

Frunció el ceño

-Una mujer... será que el dragón supuesto se transformó... o quizás es una estatua- murmuró- alguien tendría que bajar -buscó con la mirada a Matt- tú eres el jefe, jefe...

[Jessie Black Lestrange]

 

Revisión del caso #7589

 

Un elfo había llegado aquella mañana a su oficina alterando el itinerario de Jesseca. Según el elfo doméstico un dragón había atacado el castillo Gaunt.

 

Al principio no había entendido el porqué el elfo había ido a buscarla precisamente a ella cuando pudo haber ido al departamento de criaturas mágicas pero cuando comenzará a relatarle que aparte del ataque del dragón un mago encapuchado había realizado magia que solo le había visto a Anne realizar la desconcertó.

 

Tal vez el dragón solo era una distracción del verdadero ataque y era por ese motivo que había mandado un memorándum a Aaron avisándole el dónde estaría y esperando que la alcanzará a la brevedad posible.

 

Atravesó las altas rejas que rodeaban los terrenos del castillo Gaunt observando los amplios jardines frontales con marcas de magia negra que no reconoció como de Anne o Jeremy.

 

Tomaba notas conforme avanzaba hasta llegar a la entrada principal de aquel castillo dónde aparte de las quemaduras había más señales de magia negra.

 

-¿Podrías llamar a Anne o Jeremy?... Necesito hablar con alguno de los dos o los dos

 

Espero en la entrada del castillo revisando las notas de lo que había visto hasta el momento. Confiaba en que Aaron llegará pronto, tal parecía que el momento de revelarle aquello que le había ocultado durante varias semanas.

 

 

@ @ @

[Sagitas E. Potter Blue]

En el hueco donde una Warlock lleva rato morida (o casi)

 

Si alguien me preguntara por el resumen de cómo había acabado la Warlock Anne Gaunt en el fondo de aquel agujero que llevaba de las ruinas de aquel castillo a un subsuelo incierto, mal llamado zona de sótano (aunque a mí me parecía que se asemejaba demasiado a unas mazmorras) pues contestaría con una sencilla frase y un gesto de hombros incierto:

 

-- Mi no sabo!

 

Es decir, había estado presente en la destrucción del castillo, en el dominio del dragón asesino, en las dudas de Anne sobre la explicación de lo sucedido (a quien yo creía, si ella decía que era inocente es que lo era, una palabra de Warlock es [casi] Ley), en el intento de estudio de aquel hueco por el que, presumiblemente, había salido el dragón, provocando el derrumbe y, al final, la caída incontrolable de Anne hasta el fondo. Pero... ¿Explicarlo en público? Difícil.

 

Así, en cuanto @@Matt Blackner como Director de Accidentes, respondió al llamado de su Jefe Jeremy y apareció con los suyos en el hueco, preguntando porqué siempre que había un hueco, había un accidentoso presente, le mostré una sonrisa forzada.

 

-- A mí no me preguntes, yo no soy Accidentosa, yo pasaba por aquí por casualidad y me encontré con la movida del dragón.

 

No del todo cierto, no del todo mentira... Matt reaccionó como yo hubiera hecho, asegurar el perímetro y bajar a buscar a la morida. Esperé que alguien dijera que tenía Primeros Auxilios y enarqué una ceja al ver que nadie contestaba.

 

Lissette (@Ini-Herit) llegó con sus compañeros y preguntó qué debía hacer. Era normal, era de las más novatas del departamento. Que yo estuviera fuera no significa que ignorara quienes eran los miembros que conformaban aquella tercera planta loca.

 

-- No fue un ataque... Bueno... No podemos afirmar eso hasta que interroguemos al dragón y que él explique su versión. No olvidemos que la criatura pudo sufrir de claustrofobia, ser introducida ilegalmente en el castillo Gaunt sin que la dueña lo supiera o, sencillamente, que tuviera un ataque de tos incontrolado. Eso no se puede considerar un ataque.

 

Para mí era importante que nadie culpara a Anne de animales ilegales en su casa, la imagen de los Guarlos hay que mantenerla limpita.

 

-- Así que nada de exagerar ni de declaraciones hasta que sepamos más del asunto. Ahora lo que hay que hacer es vigilar que la de abajo -- por Anne -- siga viva o entonces sí que tendremos un problema gordo. Y no, ella no es gorda, el problema gordo es la acusación de intento de asesinato a un alto cargo ministerial. Ufff... ¿Quién baja? No dejemos solo a Jeremy que capaz se tira de cabeza.

 

@@Hayame Snape Potter Black, como siempre, no se había enterado mucho de que un dragón había destrozado aquella ala del castillo, bien visible desde la entrada, aunque esperaba que mi elfo hubiera cumplido el encargo de cuidar al animalito y que no dejara que él también fuera visible ante los ojos de cualquiera que entrara.

 

-- Sí, Haya, un dragoncito hermosísimo. Si lo vieras... Te encantarían sus escamas brillantes -- Lo sé, no era el momento pero es que amaba las criaturas.

 

Nuestra hermana Ash (@) también estaba presente en el lugar. Amaba al departamento, es llamarlo y todos se personaban, en equipo. @Xell Vladimir también llegó y fue la prima en fijarse en el cuerpo del fondo del "burejo". Ash se asomó y se asustó un poco, era tan dulce mi hermanita...

 

-- Sí, es el cuerpo femenino de una Warlock y, por la postura, espero que no se haya roto muchos huesos. Dejémonos de palabrería. Yo tengo Primeros Auxilios, aunque el título me lo regaló mi prima pero... En fin, que bajo yo primera. ¿Alguna duda? -- Hayame había dicho que había que bajar alguien y, por supuesto, yo ya estaba dando órdenes. -- No es una estatua ni una mujer dragón... Dicen que hay Maledictus pero... yo personalmente no he visto ninguna, aunque eso es casi una leyenda, ¿no?

 

Yo era una mandona y estaba preocupada por el silencio de mi amiga. Además, curiosear en sitios cerrados e insospechados era un placer para mí. Así que toqué mi amuleto volador y salté al interior antes de que mi hijo o cualquiera de mis familiares me lo impidieran. Perdón, eran funcionarios ministeriales. Levité levemente y moví el pie derecho en un gesto aéreo para planear hacia su cuerpo. Anne aún no se había movido.

 

-- Lumus...

 

Aquel hueco mostraba una galería que parecía que tenía milenios sin un uso humano aunque sí animal, por el numeroso rastro de huesos corroídos que hacía en el suelo.

 

Por supuesto, todo lo que ocurriera en la entrada del castillo, la parte que aún seguía en pie, no llegaba hasta nuestra zona en la que intentábamos salvar la vida de Anne G.

[Xell Vladimir Potter Black]

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La tía Ashley dio un bote sobre sus pies y me asustó. Era por mi culpa, pues reaccionó a mi frase sobre la persona que estaba bajo el pozo.

 

- Lo siento, tía Ash, no quería asustarte (@).

 

Era la tía más tímida y dulce que había tenido nunca, muy sensible, no parecía en nada hermana de la tía Sagitas, tan diferente de ella y de la tía Hayame. Necesitaba estar protegida y, por ello, buscó la espalda de la tía Haya. Se parecía un poco más a mí, cuando llegué al pueblo, donde todo parecía algo nuevo y me asustaba.

 

- Yo también pensé que veníamos por un dragón pero parece que sucedió algo más grave.

 

También Lisette iba tan perdida como nosotras. Todas habíamos venido a restaurar un edificio derruido por un dragón. Me sentí acongojada al saber que había un cuerpo herido, esperaba que aún no fuera un cadáver. También me di cuenta que era la que más experiencia tenía, a pesar de que aún fuera nueva tras mi regreso. Debía apoyarlas.

 

- No pasa nada, Lisette. Tendrás que ver cuerpos a menudo, pues los accidentes son propicios para que alguien salga herido. No es lo usual, no te asustes. Nosotros no levantamos cadáveres pero sí dejamos libre el paso para que los sanadores puedan recoger a los heridos y trasladarlos al Hospital de San Mungo.

 

Ahora me tocó a mí abrir los ojos como platitos redondos al escuchar hablar a la tía sobre que a ella no le importaba matar.

 

- Estás de broma - afirmé, con la esperanza que confirmara lo que decía. Hayame era una jefa, así que obedecería sus órdenes. Aunque no estaba segura de que aquello fuera un dragón transformado. ¿Qué tipo de magia podría hacer eso? No conocía a nadie que tuviera un nivel de magia tan alto para hacer eso. ¿O...sí...?

 

- Sagitas, dices que no eres accidentosa. ¿Tú sabes cómo puede haber pasado eso...? - daba por hecho que tenían razón, que aquel cuerpo de allá abajo era el dragón transformado en mujer. Pero su respuesta fue peor. Me cubrí la boca con las dos manos, algo asustada. - ¿Pretendes interrogar a un dragón? ¿Es que hablas la lengua de los dragones?

 

Mami Reena se transformaba en dragón en ciertas circunstancias, tal vez se podía hablar con ellos. Ella daba por sentado que la mujer de abajo estaba viva. Era algo primordial que había olvidado, evacuar a los heridos.

 

- ¿Es una Warlock? - ahora se nos iba a caer el pelo, por tardar tanto en sacarla de allá. - ¿Qué es un Maledictus? ¡Yo también bajo!

 

Pero la tía no me esperó y usó magia especial para bajar hasta la warlock herida. Yo invoqué un Incarcerus y até una de las cuerdas en una arista donde me sujetara mientras escalaba. No era lo mío pero con los guantes puestos pude llegar hasta el final sin rasparme las manos. Sagitas había puesto un poco de luz y distinguí las formas femeninas del Warlock.

 

- ¿Esa es Anne? ¿Está viva?

[Ashley Peverell]

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-¿QUÉ? ¿Hay alguien de tal nivel de poderes mágicos heridos?

La Peverell no era una niña de quedarse con los brazos cruzados cuando una persona estaba en problemas o requería de los poderes de las magias que veían por los magos y brujas que habitaban en sus brazos cálidos de un pueblo de magos para que esta magia fuese usada solo entre ellos sin afectar a los humanos inocentes que aún pensaban que todos ellos eran alguna especie de leyenda venida desde los años pasados hasta el ahora.

Y del pequeño miedo que tenía de ver a los muertos o algo similar a ese valor que rugía en el pecho de todos los Gryffindor como el rubio león que alzaba su pecho en bravura para la lucha, ella misma soltó a su hermana y corrió hacia el borde de semejante agujero y se colgó de las pequeñas manitas que comenzaron a marcarse con raspones, dejándose caer de poco en poco.

-¿La señora está bien, hay que llevarla al hospital?

Preguntó intentando no alzar mucho la voz para no molestarlas a ninguna de ellas por si acaso.

[Hayame Snape Potter Black]

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Los ojos rojos de la vampira brillaron con intensidad ante lo que decia la mujer en aquellos momentos y tuvo que resistir la tentación de sonreír maquiavélicamente según lo que decía Sagitas.

Y un demonio, ella sabía como le iban esos animales!!

Aun no se perdonaba el haber perdido a Opal pero ya se encargaría de recuperarla tarde o temprano, aún así tuviera que asaltar a su propia hermana para sacar al animal de donde la tenían en esos momentos; y sin embargo las mujeres ya estaban avanzando hacia el hueco por donde mágicamente se las arreglaban para descender... y Ashley Peverell se iba descolgand con sus piernillas flacas agitandose cada que no alcanzaba alguno de los pedazos sobresalientes para apoyarse.

-Te vas a lastimar tu también, tonta...

Dijo la Snape dejando caer sus párpados a la mitad con gesto aburrido, apoyando ambas manos en sus rodillas para inclinarse a ver mejor todo aquello y con una pequeña gota de sudor corriendo en su sien

Rechistó un par de veces, no entendía a esas mujeres

Y de todas maneras, si necesitaban algo de la parte superior al menos ella estaba ahí pero intentaba no perder la atención de nada