Jump to content

¤ Ladurée ¤ (MM B: 102947)


Helike R V PB
 Compartir

Publicaciones recomendadas

(entremedio de los arrumacos B) )

 

Las risas de Heliké me dolieron un poco en el ego. ¿Se reía de mí? Torcí el morro pero ella claudicó y me puso unos pastelillos decentes. Saber que militaba en las fuerzas del mal me hacían sentir igual de idem. Pero no la culpaba, yo misma luchaba por no ceder mi alma al impulso del lado oscuro. Mis ideales no habían cambiado para nada pero sentía cierta satisfacción en usar un cierto lado oscuro en revertir el mal hecho por algunos. La lucha moral que esto me producía era un torbellino en mi cabeza. Así, no juzgaría a Heliké, aunque no me gustara que ella defendiera lo contrario que yo.

 

Sé que mi propuesta no le gustó a Heliké pero cedió en transmitirme sus conocimientos sobre ese Lazarus a quien odiaba con toda mi alma. Estaba el quinto en mi peculiar lista, aunque eso no se lo había dicho a nadie, era mi secreto. Tomé nota mental de sus palabras:

 

Manipulador.

Buen mago.

Inventor.

Debilidad: chocolate.

Derrochador.

Odia a los licántropos...

 

Reaccioné cuando dijo que alguien la había vendido. ¿Alguien de mi mansión, de mi familia, del staff de la casa podría haber hecho eso? Yo hubiera dado mi mano por cualquiera de los elfos, empleados, familiares que pasaban por la Potter Black, aunque... De alguna manera, alguien debió ayudar a probar las puertas en la casa. No todo iba a ser culpa mía por comprarlas... Alguien las había manipulado para abrir desde dentro y burlar nuestras defensas. Pero... ¿quién?

 

Hablaría con Harpo de ello. Me era imposible pensar mal de nadie de la mansión. Confiaba demasiado en los que me rodeaban y los creía fieles, como yo era fiel a ellos.

 

Enarqué la ceja cuando el vampiro Antinoo dijo que me cuidaría. ¡Y un cuerno de erumpent iba a dejar que me salvara un bicho de esos!

 

-- No te preocupes, Heliké. Daremos con él y lo... pararemos.

 

No dije que lo mataríamos porque eso era cosa mía. Él me había sacado de la cama cuando estaba gozando de mi marido, me había sacado de mi casa, me había llevado a aquella mansión donde me forzaron y me lanzaron a un pozo sin fondo para que me muriera... No. Lazarus era mío.

 

-- ¿Sigue estando Matt allá afuera? Uno de ... estos siervos tuyos podría ir a ver. Me gustaría salir.

 

En realidad estaba teniendo un ligero ataque de claustrofobia, encerrada en el despacho de la dueña. Un elfo entró y, al abrir la puerta, el sonido del exterior golpeó como un tambor. Pero eso no fue lo que me hizo palidecer. Aspiré con fuerza y después miré a Heliké.

 

-- Huele a orquídeas nocturnas. Es un aroma que sólo lo siento con un demonio en particular... Mi hija Perenela. ¿Está aquí? -- No me gustaba. Podía estar donde quisiera, por supuesto. Era porque olía a... ¿excitada?

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¤ Vivian Gandillon ¤ recepcionista

 

Y mientras esperaba la respuesta de aquellos dos, alguien más intervino. Era un chico alto, pelirrojo y a decir verdad, bastante atractivo. Se mordió el labio en cuánto le echó un vistazo un tanto sugerente con la vista. Pero debía controlarse o se metería en problemas. Había llegado a sus oídos que estaba casado con la dueña y lo último que necesitaban era más problemas. Aunque le pareció ver que se estaba controlando para no reírse.

 

- No tiene gracia, ser - le dijo en un tono bajo.

 

- ¿Acaso piensa que le tengo miedo, señorita? - inquirió mirándola de arriba a abajo. Es cierto que, a veces cuando le asaltaba el mal humor no solía medir las consecuencias de éste - mire, no me venga con amenazas absurdas, ¿quiere? éste es un sitio decente, no un burdel en dónde saciar sus bajos instintos.

 

Levantó las cejas al escuchar lo último que había dicho.

 

- ¡No sea impertinente y métase en su vida! -protestó la mujer viendo como la chica quizá si le metiera un bocado, pero a éstas alturas, no iba a asustarse por pequeñeces como esa, ¿verdad? Aunque quizá si llamara a la jefa, bien podía ponerla en su sitio. Tenía mucho más genio que ella, y además, su deber era cuidar del local que regentaba en ausencia de la dueña.

 

- Es más, le ruego que no haga escándalos en público, está llamando la atención de la gente y éste es un local respetable. ¿Entendido? Si entra adentro, con gusto le serviré lo que pidan, pero se lo advierto - le dijo en un susurro - no se meta en dónde no la llaman... - negó con la cabeza y con aire ofendido entró al interior. ¿La seguirían no tenía idea, pero era cierto lo que había dicho. Les serviría como a cualquier otro cliente, pero tampoco iba a permitir absurdeces...

 

En el despacho con Antinoo, Cesarión y Sagitas

 

No tenía ni la menor idea de lo que estaba pasado fuera del local pero la verdad me daba la sensación de que estaba todo demasiado calmado. Así debía ser, ¿no? pero para estar en el lugar en dónde la magia surgía en cualquier rincón y a veces las peleas con varitas eran de lo más comunes, de lo que la gente solía pensar. Pero aún así me sentía un tanto intranquila. Seguí bebiendo del té y miré con atención a mi suegra. Quizá debía estar tomando notas de todo lo que le había dicho de Lázarus. Aún así, no dejaba de ser un vampiro peligro, vampiro, pero peligroso al fin y al cabo.

 

- No sé si puedas pararlo tú sola Sagitas. No dudo que seas una bruja con un alto poder mágico, pero puede doblegarte si así lo desea y es más, no deja testigos - comenté apresadumbrada.

 

- Puedes salir, descuida - asentí con una triste sonrisa - ¿Perenela? cuando llegué no vi a nadie, pero si tú lo dices - comenté, elevando mis hombros. Tomé mi varita y apunté hacia una pared descubierta - fulgura nox - un portal negro se abrió en cuánto había dicho el hechizo - podrás desaparecer por aquí y te llevará a la Potter Black, descuida, que nadie sabrá que has estado aquí- le dije con una sonrisa.

 

@@Perenela Arya Grindewald Potter Blue

@

@@Matt Blackner

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Y así fue como terminamos en Ladurée, un café con estilo parisino en el corazón de Londres. El trámite en la ventanilla había sido algo confuso pero ya habíamos terminado con él afortunadamente, queríamos almorzar y las delicias que el establecimiento ofrecía nos venían bien para ese momento; aparte el lugar pegaba con la elegancia de Alondra y su porte clásico así que me sentía realmente emocionado por compartir aquel momento con ella.

 

Al llegar al local abrí la puerta para ella y la dejé pasar antes de mi, nos dirigimos a Le Salon Castiglione en donde tomamos asiento cerca de una de las ventanas y observamos el menú; este contaba con una variedad enorme de repostería francesa además de té de temporada así que con lo elegido miré a mi acompañante y sonreí ampliamente.

 

-Quiero crepas con helado de vainilla y un té de moras, ¿ya deciste que pedir?-Pregunté a la castaña mirando sus espectaculares ojos azules, era tan bella que costaba creer que alguien como yo tuviera el honor de su compañía.

 

-He de decir que nunca estuve en Francia pero este lugar es muy allegado al estilo que tienen, ¿no crees?-Comenté sintiendo un temblor en mis manos, oh vamos Hideki tienes que controlarte...

 

@@Alondra L. Santoro

ORh6kyk.png
S0GYAwr.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El par de magos llegaron aquel pintoresco café, después de haber pasado la mañana en el ministerio en medio de engorrosos tramites, finalmente lo habían logrado, era momento de pasar un tiempo juntos y divertirse un rato, para Alondra era la primera vez en el callejón, y parecía que para Hideki también, ya que ambos habían prácticamente elegido el lugar al azar, pero con muy buenos resultados.

 

Hideki de forma caballerosa le cedió el paso, aquel chico definitivamente era un caballero y como premio extra derrochaba simpatía y dulzura, Alondra sonrió cuando estuvieron dentro el lugar era una replica exacta de aquellos cafés parisinos que tan buenos recuerdos le traían de su época de estudiante en Beauxbatons, el pueblo cercano donde pasaban los fines de semana tenia varios de aquellos locales.

 

Ambos magos tomaron asiento junto a una de las ventanas en un hermoso salón con aquel toque tan francés, Alondra suspiro mientras miraba el menú y de cuando en cuando intercambiaba una mirada con el mago frente a ella, le gustaba su sonrisa, la cual se extendía hasta sus ojos oscuros con aquel brillo peculiar que parecía iluminarlo todo, el hoyuelo de sus mejillas, sus cejas pobladas, la forma de sus labios, sacudió la cabeza intentando dejar de pensar en ellos e imaginar su sabor.

 

La voz del joven mago la trajo a la realidad, su mente ya formaba todo un cuento de hadas en el que ambos eran los protagonistas. Sonrió al escuchar lo que pensaba pedir, ella aún no había puesto atención a la carta por lo que escogió lo primero que leyó en ese momento.

 

-- Creo que elegiré un pay de nuez y una tizana de cereza...-- indicó con las mejillas sonrojadas, normalmente era bastante parlanchina y desinhibida, pero Hideki parecía causar en ella una extraña mezcla de comodidad y sopor que la ponía algo nerviosa. -- El lugar es bastante lindo, hemos elegido bien, me recuerda a los cafés de Ville Ensorcelée, el pueblo mágico cerca de Beauxbatons-- le explicó mirándolo a los ojos -- Tenía un toque muy francés obviamente...--admitió soltando una risita -- Pero cuentame ¿Como es la academia Mahoutokoro en Japón?-- preguntó la bruja con ojos chispeantes llenos de curiosidad.

 

@@Hideki Hattori

Editado por Alondra L. Santoro

5ISpUW0.jpg


uGSfO2w.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Claro, ella era una chica de mundo y había conocido a su corta edad varios países aparte de que sus padres eran acaudalados. Alondra no tenía nada parecido a mi y eso yo lo sabía, éramos como la bella y la bestia, como la dama y el vagabundo. Todo en ella era radiante, elegante y sutíl mientras que yo... bueno, yo era yo.

 

Ordenamos los pedidos a un mesero que nos atendió amablemente y cuando este se retiró escuché las palabras de la italiana recordando mis años en Mahoutokoro, años en donde había sido tan feliz y en donde había aprendido al máximo llevando a mi cerebro a lugares nunca antes explorados.

 

-Bueno pues, esta sobre una isla volcánica... me gustaba recorrerla en verano ya que el cielo era especialmente despejado en esas épocas, llegué a graduarme con honores y portaba mi uniforme en color dorado. Nuestros uniformes cambian de color dependiendo del nivel que tengas de magia, todos comenzamos en rosa y así vamos avanzando. Como mi varita es de cerezo siempre tuve los ojos puestos sobre mi, a veces era por eso y otras por mi bisabuelo... es un héroe en Japón.-Respondí a su pregunta de manera casual, no me gustaba alardear ni mucho menos.

 

Recordé lo duro que había sido el brindar honor a mi familia estando en esa escuela, a veces todavía me daba miedo preparar pociones ya que esa había sido la única materia en donde recurrí a los créditos extras. Afortunadamente todo ese sufrimiento y desgaste mental había terminado y ahora aprendía en Hogwarts, aunque lo callaramos, todos los extranjeros soñábamos con estudiar en esa gran escuela y yo por fin tenía la oportunidad.

 

@@Alondra L. Santoro

ORh6kyk.png
S0GYAwr.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Escuchó con atención las palabras de Hideki, le gustaba saber de las otras escuelas en diferentes países, comparar unas con otras, aquel relato con su voz grave, pero a la vez dulce le tenía sumida en un agradable momento donde su imaginación parecía trabajar a marchas forzadas, aquello era característico de la chica, podía crear imágenes en su cerebro conforme escuchaba al narrador.

 

Cerró los ojos y se vio a si misma de la mano de Hideki en aquella isla recorriendo sus caminos, como si no fuera su imaginación, si no algún recuerdo lejano. Abrió los ojos algo confundida, nunca había experimentado algo así, su imaginación era bastante volátil, pero esta vez lo había sentido como algo real, un recuerdo. Hideki la miraba extrañado, su gesto se había transformado con un aire confundido, por lo que intento explicarle lo que había ocurrido.

 

--¿Te ha pasado alguna vez que tienes una visión? Comúnmente me ha ocurrido pero con cosas futuras...-- explicó --Mi mamá también las tenía sabes...papá bromeaba con que era por sus genes de veela--un suave suspiro escapo de sus labios rojos, recordando que la ultima vez había visto el accidente donde sus padres habían muerto.--Vas a decir que estoy loca...- continuó explicando-- pero acabo de vernos a ambos , justo en el lugar que describías, bajo ese mismo cielo que acabas de mencionar...-- omitió el detalle de que ambos iban tomados de la mano, la mirada del chico estaba clavada en ella, por lo que la joven bruja algo turbada bajo la mirada al mantel impecablemente blanco que cubría la mesa.

 

--Era mas como un recuerdo, pero eso es imposible, yo jamas he estado en Japón y menos contigo ¿no?, no me hagas caso, probablemente solo fue mi imaginación...-- dijo encogiéndose de hombros, para su buena suerte el pedido llego de manos del camarero, distrayendo un poco su atención en el.

 

 

@Hideki Hattori

Editado por Alondra L. Santoro

5ISpUW0.jpg


uGSfO2w.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

¿Un recuerdo? Tal y como ella lo había dicho eso era imposible ya que no la conocía de antes y no visitaba los terrenos de mi escuela desde hace años, amaba el estar en mi país de origen pero cuando mi padre falleció seguí al pie de la letra su deseo para mi que era el que yo conociera el mundo. Londres hasta el momento tenía muchas cosas que me agradaban y otras que me dejaban temeroso de conocer más, una de las cosas buenas era Alondra quien era muy amable conmigo sin siquiera conocerme y eso lo agradecía ya que era en extremo tímido cuando conocía a alguien.

 

-Bueno quizá fue una visión, ¿no crees? Si algún día quieres conocer mi país con gusto me ofrezco como guía de turistas.-Dije a ella sin otras intenciones más que alejarla de los guías que abusaban de mala manera de los turistas, en el mundo había gente muy buena pero también muy mala y aprovechada.

 

Cuando la orden llegó a nosotros no dude en probar mi bebida, era suave y delicada como lo había esperado y eso me hizo sonreír ampliamente ya que pocas veces tenía la fortuna de encontrar una bebida que no me supiera a vinagre. Desde mi entrenamiento en el Monte Daisen mi sentido del gusto se había visto afectado sobre todo con los líquidos, sabía que era algo que pasaría sin embargo todavía no podía saciar mi sed de buena manera sin sentir miedo de que lo que pasara por mi garganta supiera a rayos. El té de moras parecía ser mi nueva bebida favorita.

 

-Tu vienes de Italia, ¿quieres contarme más sobre tu país? Supongo que fuiste a Beauxbatons, yo conocí a alguien que fue a esa escuela.- ¿Porque había comentado lo último? Creía que el recuerdo de Dafne había quedado en lo profundo de mi memoria pero al parecer un destello había saltado a mi mente cuando mencioné aquella escuela, de pronto el sabor a vinagre cubrió mi boca haciéndome pasar saliva con mucha dificultad.

 

@@Alondra L. Santoro

ORh6kyk.png
S0GYAwr.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hideki tenía razón era imposible que Alondra tuviera recuerdos, seguramente solo había sido su imaginación al escuchar al chico hablar de su país y su colegio, acompañado de sus infinitas ganas de conocer Japón, la chica suspiro y sonrió algo apenada con sus mejillas sonrojadas, probablemente no debía haberle hecho aquel comentario, ahora Hideki pensaría que estaba quizás algo loca.

 

--Me encantaría conocer tu país-- Comento después del amable ofrecimiento del joven mago a ser su guía de turistas, la sola idea hizo que su corazón se acelerara de manera algo brusca.-- Sobre todo en primavera, para ver los cerezos en flor...--añadió en tono soñador, siempre había sentido especial gusto por aquellos arboles y sus pequeñas y delicadas florecillas, incluso tenia un tatuaje que las representaba.

 

Dio un pequeño sorbo a su tizana y saboreo su dulce sabor, con toda delicadeza se limpio los labios antes de responder la pregunta del mago con respecto a su país y su colegio. Aunque el ultimo comentario del chico con respecto a conocer a alguien ahí, le había visiblemente incomodado.

 

--¿Conoces Italia?-- pregunto intentando volver a atraer su atención. --Por que si no también podríamos ir algún día, tengo una villa allá y otra en Francia, me encantaría mostrártelas, es un país hermoso lleno de historia y mucha magia--- continuo recordando todos aquellos pequeños pueblos llenos de bellezas y naturaleza.-- Y respondiendo a la otra pregunta si, fui a Beauxbatons....-- respondió sin perder detalle de los gestos del chico--- Me imagino de que hablas de alguna chica ¿verdad?--Un pequeño bloque de hielo descendió desde su garganta hasta su estomago al ver su reacción.

 

@Hideki Hattori

5ISpUW0.jpg


uGSfO2w.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Si, una chica que hace mucho perdí... es decir, perdí contacto con ella y decidimos ya no buscarnos por el bien de ambos. Vivimos un romance y el final no fue nada bueno, sus padres jamás me aceptaron y la verdad es que no quise traerle problemas.-Conté de manera resuelta a Alondra quien me ponía atención en el relato. En ese momento me di cuenta que eran muy distintas la una de la otra, Dafne era rubia y de ojos violeta con un encanto aventurero que podía volver en osado al más tranquilo; en cambio Alondra era muy tranquila y pacífica, llena de júbilo adolescente aunque ya fuese una adulta y me daba la sensación de frescura.

 

No entendía el porque me gustaban chicas tan diferentes la una de la otra pero algo era claro, Alondra me gustaba y quería salir con ella a pesar de mis miedos e inseguridades. Quería tomar su mano y de hecho no paraba de mirarlas mientras ella hablaba, bebí otro poco del té y volví a sentirlo fino y delicado en mi garganta. Quizá era el efecto de su compañía la que hacia las cosas más llevaderas.

 

-Dime, ¿tu sales con alguien?-Pregunté temiendo una respuesta afirmativa por su parte, si salía con alguien quizá se tratara de un joven italiano de buena familia que le podía ofrecer el mundo entero sin embargo yo... yo solo era yo.

 

Si me ponía a pensar en mis cualidades estas en realidad eran pocas a comparación de otras personas en el mundo, yo solo sabía lo que un guerrero sabía. En cuanto a combate, armas y estrategia lo sabía todo; podía comandar un ejercito inmenso pero a la hora de vivir en el mundo normal no era tan espectacular. Me gustaba desvelarme hasta la madrugada leyendo, comer frutos recién caídos de un árbol y el sonido de la lluvia; en resumen era un tipo muy aburrido que se valía solo de su caballerosidad y amabilidad para conquistar a las chicas si es que lo lograba pero, ¿con Alondra eso bastaría?

 

@@Alondra L. Santoro

ORh6kyk.png
S0GYAwr.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La sinceridad de Hideki la tomo por sorpresa, aunque la forma en que había hablado de su pasada relación no era en tono de añoranza, si no más bien de un triste recuerdo. La mirada de Alondra bajó hasta la mesa donde de pronto el mantel parecía haberse vuelto interesante. Tenía una sensación extraña ¿Celos quizás? El chico le gustaba, no podía negar que era un hombre muy guapo, pero más allá de aquel atractivo como hombre era lo que le hacía sentir en su compañía.

 

--Asi que tu primer amor...--dijo pensando en voz alta, mencionar aquello la había hecho sentir incómoda.

 

La pregunta que Hideki formuló a continuación la hizo recobrar un poco de calor que había perdido y volver a mirarlo a los ojos, tomó un sorbo más de la taza frente a ella saboreando su contenido y respondió finalmente.

 

--No, para serte sincera nunca he salido formalmente con alguien, alguna salida ocasional hace un tiempo...-- dijo recordando a Nathan, aquel chico del colegio, aunque el resultado no había sido para nada agradable. El solo recordarle le traía un dolor de cabeza.

 

-- ¿Y tu? -- preguntó inquieta-- Quizás alguna otra chica que te guste...-- indagó mientras el frío volvía a instalarse en su garganta y de manera autónoma se acariciaba la oreja izquierda.

 

@@Hideki Hattori

5ISpUW0.jpg


uGSfO2w.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.