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╚ Parque Acuático Witch ╝ (MM B: 102556)


Sunar PBT
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Dentro del populoso callejón de Diagon, el parque se alzaba a pesar del poco espacio. Las puertas de una reja blanca se encontraban abiertas de día y de noche. La fachada no era más que una entrada de un parque a simple vista. Sin embargo, al entrar el cliente se podía dar cuenta que el interior era tan inmenso como los aparatos mecánicos que allí se encontraban.

Montañas rusas de tres alturas diferentes, carritos chocones, estrellas de dos tamaños, juegos de tiro con escopeta. Casi todo lo que un niño o adulto desearía en una feria. No obstante, cada juego para las edades pertinentes tenían una restricción: Vigilancia Mágica. En todos los juegos que se usaban, si el niño no era apto, enseguida una alarma se disparaba impidiendo que el pequeño lo usara y así mismo se le alertaba al padre o tutor que no intentara violar la vigilancia o sería sacado por desacato.

En el área de las piscinas, también se contaba con un pequeño bohío para algunas comidas ligeras. Era claro que allí nadie podía pedir más que mucha diversión acuática. Tres piscinas hechas para tres tipos de personas: los niños más pequeños acompañados de sus padres o adulto responsable, con una zona para que pudiera vigilarlos o acompañarlos.

En siguiente piscina, para jóvenes que necesitaran ejercitarse y disfrutar con sus amigos. Contaba con una plataforma con sombrillas. Y por último, el de los adultos arriesgados. De más de 5 metros de profundidad, con dos torres para lanzarse y una restricción a entrar con bebida alcohólica en los predios. Evitando que se sobrepasen y causen un accidente.

En el camino al Hotel del Parque, dos tabernas con diversas bebidas para que los más “sedientos” se quedaran un buen rato, sin embargo, ese funcionaba en horas de la noche. Ya en el Hotel de cinco plantas, los elfos atendían con mucho entusiasmo las necesidades básicas de los clientes. Habitaciones sencillas, y doble eran las que se podía ofrecer al público en general que quisiera descansar luego de un día de mucho esparcimiento, además de un restaurante.

Afiliaciones: Puede ver aquí para más información.

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Sagitas Potter Blue: Ficha y Bóveda

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Pikomi
Nuba y Leo

 

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http://i.imgur.com/0oV2opQ.gifAquí
http://i.imgur.com/6XzWDYt.gifBóveda 102556 Negocio Parque Acuático Witch

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No quiero perder el tiempo. Debemos acabar con esa restructuración —le ordenó a Pikomi.

La Potter Black se había olvidado de los últimos detalles, y aun así pensaba que algo más se le quedaba por fuera, pero no podía retrasarlo más. Debían abrir las puertas antes que le saliera otra asignación del ministerio y debiera salir del Parque.

Ama, ya Leo tiene listo las cartas del restaurante– le dijo Nuba que provenía de esa área junto con Leo. El elfo le entregó una muestra y vieron los dos que Sunar aceptó gustosa.

Más allá, Pikomi revisaba los rollos de boletos para los juegos mecánicos, así mismo le tocó a la elfina el área de piscina. Que todo estuviera en su lugar, las toallas, tumbonas, sombrillas, casilleros del vestuario. Todo casi listo para reabrir con nuevo estilo, con más ánimos y esperanza que les iría bien en esa temporada.

La ojimarrón revisó su reloj de pulso muggle, ya debía ir a la oficina, les encargaría la apertura a los elfos. Confiaba en ellos.

—Si todo está listo, empecemos …

Editado por Aine Malfoy
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Habíamos remodelado el parque acuático, y tras un tiempo cerrados, por fin, se daría la apertura. Tenía ganas, era un sitio qeu me gustaba. Nadar era bueno, me gustaba la tranquilidad del agua, y siempre que pasaba calor podía tirarme a una piscina.

 

Era una reapertura cargada de ánimos y energía.

 

había estado por alli ayudando en las tareas, pero al tener qeu realizar tareas en el ministerio y el banco, había tardado más en llegar aquel día. Pero cuando aparecí, Sunar estaba alli, consultando su reloj y hablando con lso elfos. La abracé por la espalda a modo de saludo.

 

- Hola sobri. - dije, con tono animado. - Siento haber tardado tanto, lío con el banco, pero todo arreglado por nuestra parte. - le dije.

 

Todo parecía en orden, listo.

- Ya no falta nada para abrir...más tarde traeré a ithilion, puede venir también Argi? - pregunté. vale...era el tío consentidor del pequeño, pero no podía evitarlo.

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<<¿Quién osaba poner sus manos encima de mi? >>

 

Pensó de repente al sentir aquel abrazo.

 

Al girar vio a su tío. Apretó una mano formando un puño y se lo enseñó. Le asustó al punto de casi sacar su varita para aturdir al agresor. Con el corazón a mil por el saludo tan efusivamente diferente de Matt, sonrió con esa característica que solo Sunar tenía. Quería a su tío y le perdonaba muchas cosas raras.

 

Más te vale que terminaras – exclamó con cierto sarcasmo en su tono de voz. Pero no pudo asomar otra vez la sonrisa.

 

Le enseñó el menú del restaurante con dos platillos nuevos. Uno era una pasta hecha con jengibre (receta que una vez le contaron) y otra con almejas en salsa de tomate. Las bebidas era las mismas, una selección que nunca podía falta en cualquier restaurante y bar.

 

Creo que Simyni lo trae, pronto estará por aquí. Así que te lo encargo que debo revisar unos papeles – comentó volviendo a mirar el reloj – Aunque espero a que llegue antes de irme a la oficina. – agregó observando a Pikomi a los lejos con unos cliente del parque.

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¡Aquel demonio de niño, abordó el parque sin miramientos, correteando por todas partes! Desde que nos habíamos aparecido a las puertas del parque, salió corriendo en busca de su hermano. Se escabulló al lado de un par de elfos que nos miraron con cara de no ser esperados.

 

-- Hola, busco a los dueños.

 

-- Está cerrado.

 

-- Pero si hoy es la inauguración -- protesté, con voz baja. ¿Cerrados?

 

-- Es mañana, aún estamos ultimando preparativos. No sé si podrán recibirles...

 

El tono del elfo me sorprendió por lo que intenté ver si le conocía. Pero no, no le reconocía, debía de ser nuevo.

 

-- Si pudiera llamar a su hijo y volver mañana, señora... Seguro que mañana disfrutará de todos los espectácules que hay previstos...

 

¿Me tiraba del negocio de mi hijo y de mis sobrinas? Eso me causó estupor, no estoy acostumbrada a que me cierren las puertas. Medio sonreí.

 

-- Sí, claro. Vuelvo mañana, sí, pero... Tendré que entrar a buscar a mi enanito, no quiero que se pierda.

 

Y sin hacer caso del elfo, entré en el lugar. Lo que no me esperaba era que el elfo usara su magia contra mí. Cuando me di cuenta de ello, estaba fuera de las puertas, en el suelo, con los fondos de mi capa sucia por el polvo del camino.

 

-- ¿Pero qué te has creído? Yo no me voy sin mi hijo. ¡¡Maaaaatt!!

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¡Aquel demonio de niño, abordó el parque sin miramientos, correteando por todas partes! Desde que nos habíamos aparecido a las puertas del parque, salió corriendo en busca de su hermano. Se escabulló al lado de un par de elfos que nos miraron con cara de no ser esperados.

 

-- Hola, busco a los dueños.

 

-- Está cerrado.

 

-- Pero si hoy es la inauguración -- protesté, con voz baja. ¿Cerrados?

 

-- Es mañana, aún estamos ultimando preparativos. No sé si podrán recibirles...

 

El tono del elfo me sorprendió por lo que intenté ver si le conocía. Pero no, no le reconocía, debía de ser nuevo.

 

-- Si pudiera llamar a su hijo y volver mañana, señora... Seguro que mañana disfrutará de todos los espectácules que hay previstos...

 

¿Me tiraba del negocio de mi hijo y de mis sobrinas? Eso me causó estupor, no estoy acostumbrada a que me cierren las puertas. Medio sonreí.

 

-- Sí, claro. Vuelvo mañana, sí, pero... Tendré que entrar a buscar a mi enanito, no quiero que se pierda.

 

Y sin hacer caso del elfo, entré en el lugar. Lo que no me esperaba era que el elfo usara su magia contra mí. Cuando me di cuenta de ello, estaba fuera de las puertas, en el suelo, con los fondos de mi capa sucia por el polvo del camino.

 

-- ¿Pero qué te has creído? Yo no me voy sin mi hijo. ¡¡Maaaaatt!!

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Pikomi, elfina de los juegos mecánicos.

 

Luego de abrir a medias, no era una reapertura muy concurrida, más porque los dueños debían terminar unos detalles para la fiesta de re-inauguración del establecimiento. Pero no podían dejar de atender a los clientes que esperaron con paciencia el regreso al callejón de ese negocio.

 

Las filas de personas; amigos, familia y hasta parejitas, entraban ordenadamente. Algo muy diferente a la vez anterior, ya que el desordene era parte de un día de trabajo. Y como no quería volver a ser pesada, se tranquilizó al verlos tan cooperativos. Agradecía no tener que gritarles o evitar el paso.

 

- Niño, vuelva a la fila - le ordenó a un pequeño sin un adulto cerca.

 

Buscó con su mirada a la persona responsable del pequeño, pero no lo veía. Le llamó la atención nuevamente y lo vio correr en dirección de los juegos, específicamente, los carritos chocones. Pero esos no se conducían sobre una superficie, el aire era la pista y al chocarse, le bañaba a la persona con una sustancia pegajosa que con agua se podía quitar. Además, la estatura para pasar no la alcanzaba aquel niño.

 

- ¡Hey! - volvió a exclamar.

 

Lo que no sabía la elfina es que era el hijo de la tía de los dueños.

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Me puse nerviosa. Matt no aparecía y el elfo me había cerrado la verja en la puerta de las narices. ¿Pero qué se había creído? Si veía gente en varias atracciones... ¿Por qué me vedaba el paso a mí? Volví a gritar a mi hijo y me agarré a la verja.

 

-- ¡¡Maaatt!!

 

Bamboleé las verjas con fuerza. El elfo me miró con pena.

 

-- Yo no lo haría.

 

-- ¿Es que no lo entiendes? Ithliion es un peligro estando suelto, os puede destrozar el parque.

 

Creo que entendió por fin el riesgo que corría porque sus ojos se suavizaron un poco.

 

-- Voy a llamar al Amo Matt y a la Ama Sunar. Sólo ellos pueden desatarla.

 

-- ¿Desatarme? ¡Demonios!

 

Los barrotes de la verja se habían enrroscado en mis muñecas sin darme cuenta.

 

-- ¡¡Maaaaatt! ¡Sunaaaaar!

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Pobre Sunar, menudo susto le di. Se giró hacia mi hecha una furia, con el puño en alto, y después de una mirada sarcástica, acabó por calmarse...Sunar era todo un peligro cuando se lo proponia.

 

Me mostró la carta con un par de platos nuevos. Asentí sonriente, habíamos hecho algunos cambios, y me gustaba todo aquello. Me distraía del resto de cosas.

 

- No te preocupes sobri, si necesitas irte yo me quedo a cargo de todo. Confía en mi - le dije, intentando calmarla un poco. no la quería estresada.

 

El caso es que nos separamos. Revisé algunos datos sobre el lugar, la seguridad sobre todo para niños, qeu al saltar a una piscina se activaría el hechizo de casco burbuja de forma automática, vigilancia...todo.

 

Hasta que el jaleo me llamó la atención. pikomi gritaba. Me volví, aunque solo alcancé a verle gritar...algo se me agarró con fuerza a la pierna. Al mirar hacia abajo, vi a ithilion, con aquella cara de "travesura en proceso" me gustó verlo alli, sobre todo porque evitaría que hiciera algo...

 

- Mattie, mami edta en la puerta, tiene las manos atadas.

 

- Que?

 

Cogí al pequeñajo para que no se me escapara y me dirigí a la puerta. Efectivamente, alli estaba Sagitas, con las verjas alrededor de sus muñecas y otro de los elfos del parque.

- Tranquilo, yo me encargo. Es mi madre.

 

Y usando la varita, la liberé, dejando qeu pasara conmigo. Caminamos hacia el parque, alejándonos de las taquillas, donde ya había gente comenzando a formar la cola.

- Que sorpresa! que haceis aqui?

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Pikomi, elfina de los juegos mecánicos.

 

No vio a los dueños del parque cerca, y aunque quiso ir detrás de niño, tuvo que dejarlo pasar porque la fila de los clientes que deseaban entrar a esa área se alargaba. Los atendió lo más rápido que pudo, hasta que observó a un elfo que caminaba como perdido.

 

- ¡Hey tú! Atiende este lado - le dijo agarrándolo del brazo al acercase a ella.

 

La elfina le dio unos consejos para que los más "osados" no lo accedieran al parque. Pero se apresuró a seguir al pequeño que corría como un loquillo en busca de algo que destrozar. No fue hasta verle agarrarse al mago de cabellos pelirrojo que se dio cuenta que alguien de la familia debía ser. Se acercó pero no pudo decir una palabra porque el mago junto al niño se movían a otro lado, a la puerta opuesta de entrada del parque.

 

Observó que una mujer de cabellos violetas se hallaba curiosamente atrapada. Las defensas funcionaban bien, aun así resultó ser otro familiar.

 

- Comenzamos un día de estrés - se dijo Pikomi para girar sobre sus taloncitos y regresar a su puesto de trabajo.

 

Y todavía faltaba revisar ciertos detalles del Hotel donde Sunar se encontraba para revisar el restaurante y retornar con su tío. Se daría la sorpresa de ver la madre del mismo y al pequeño Ithilion.

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Creo que reaccioné bastante bien, al ver que mis dos hijos venían, tan panchos, a la puerta donde estaba literalmente atada. Creo, a su vez, que si no hubiera estado mi pequeñín, delante de quien no digo tacos, hubiera sido mucho más sarcástica de lo que fui.

-- Sí. Soy su madre, aunque parezca una jovencita revoltosa o una terrorista amenazadora.

Aspiré aire con fuerza y después lo expulsé, despacio, mientras Matt me liberaba. Me froté las muñecas y murmuré algo que no se puede transcribir en alto. Tomé mi varita y por un instante (casi) lanzó un hechizo al elfo dichoso que me había prohibido la entrada.

-- ¿Que qué hacemos aquí? Pues venir al jo.... al jovial estreno de vuestro parque.

Y la sonrisa que mostraba disimulaba muy bien el hecho que no era esa la palabra escogida en el primero momento.

-- Al menos estaréis abiertos, ¿no? Porque sólo me faltaba tener que volver a casa sin haber cansado a ese demonio de niño. Esta noche quiero que duerme de un tirón sin irrumpir por la noche en... ejem... en mi cuarto cuando descanso.

Esta vez, mi sonrisa muy pícara y sincera.

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