~ Mansión de la Familia Malfoy ~ (MM B: 100774)

[Beltis]

Apareció en la cocina. Era tan temprano que la mitad de los elfos aún no despertaban y la otra mitad iba dando tumbos entre los fogones y los armarios, demasiado somnolientos para saber lo que estaban haciendo. La mansión tenía tan poco movimiento que habían perdido la costumbre -muy sana para ellos- de trabajar largas jornadas a las órdenes de sus amos y habían comenzado a volverse huraños, irritables y vagos. Alguno dejó escapar un gritio en cuanto vio a Beltis aparecer, produciendo un efecto en cadena. Los cazos comenzaron aparecer sobre los fogones, algunos se caían sobre las baldosas, los platos desfilaron hacia el comedor y el olor ca café se fue haciendo cada vez más intenso.

 

- ¿Llegó el periódico?

 

- Enseguida lo llevamos al comedor.

 

- Bien. Ve a buscar a Nathaniel de forma urgente. He enviado lechuzas pero no he tenido respuesta. Búscalo y tráelo como puedas.

 

Estaba preocupada. No tanto por él, sino por el futuro de la familia. El patriarca había estado desaparecido durante meses -o años- y había aparecido en condiciones deplorables bajo los escombros de su negocio; los informes decían que había perdido la memoria. Cuando esa noticia se propagara, la gente perdería la confianza en el Minsterio y eso afectaría a la familia. Sin contar que Nathaniel había quedado de contarle algo sumamente importante. Se cruzó de brazos y dio media vuelta para dirigirse al comedor. Allí se sentó cerca de la chimenea y se llevó una mano a la sien mientras los elfos preparaban todo para servir el desayuno. Desde la cocina salía un olor a tostadas capaz de levantar a toda la mansión.

 

Si no lo encontraba tendría que acudir a los guardianes, tal vez ellos supieran más de qué se trataba el mensaje tan urgente que le había dejado.

 

- ¿Hay alguien en la mansión?

 

El elfo posó ambos periódicos sobre la mesa, El Centinela de Ottery y El Profeta.

 

- La señorita Gatiux estuvo por aquí junto a otra joven. Se quedaron a dormir, pero no sabemos si ya se han ido. Y creemos que tenemos un nuevo fantasma, pero no estamos muy seguros. Es una mujer que anda descalza con un vestido negro, se pasea por el castillo hablando sola en un idioma que no logramos entender. Chávez intenta hacer que se vaya a molestar a la Black o a la Yaxley.

 

Beltis miró el reloj. Todavía no eran las ocho de la mañana y si algo sabía de Gatiux era que no solía estar disponible a esas horas.

 

- Si la ves, dile que me gustaría hablar con ella. Tal vez sepa algo más de todo esto o del paradero de Nathaniel.

 

Tomó el Centinela y comenzó a leer mientras se llevaba a la boca una tostada con mermelada de arándanos.

 

[Maida Black Yaxley]

Si había tenido tanto reparo en decirle aquello sobre Orión, fue porque Maida no olvidaba la primera impresión que había dejado en Gatiux. Y le tomó mucho tiempo entender porque cualquier mujer pensaría que estaba hablando con la amante de su pareja, en aquel entonces no medía la discreción de sus palabras ni nada. Pero las cosas habían evolucionado mucho, y nadie podía dudar del cariño exclusivamente paternal que sentía la Yaxley por su mentor, su tío.

 

Por eso, no dejó que pasaran desapercibidas las palabras de la Malfoy, "me gusta que estés por aquí". Le sonrió mientras dejaba un poco de desastre tras de sí. Los elfos, que aquí no estaban en peligro de morir por alguno de los desastres en la Manor, se encargarían de eso. Aceptó la invitación antes de atreverse a pronunciar palabra y comenzó a trenzar su cabello por un lado de la cabeza. Una vieja costumbre para mantener las hebras firmes. Costumbres de adolescencia.

 

Se preguntó si alguna vez sentíria esa seguridad con el pelinaranja, la que le había descrito a Gatiux conforme a su tío. Nath era parte del eje que mantenía la firmeza de su cordura, cierto, pero su distancia y ausencia habían hecho que ese eje se viera reforzado como se podía. Por mucho que lo quisiera, el mundo seguía girando y ella no había podido detener su rumbo. Por otro lado, estaba ahí, en su casa. Queriendo o no, lo buscaba, ¿a quién podría negárselo?

 

— Si, creo que sería lo más sensato aceptar tu invitación —dijo de buen talante caminando detrás de la curvilínea mortífaga—, ¿campamento? Sería la primera vez para mí, no soy muy de andar por el campo, con el castillo lúgubre de Drumstang me bastaba y sobraba.

 

Se río anudando el final de su larga trenza a un lado e inspeccionando el cuarto, visiblemente deshabitado de Gaitux. ¿Así había quedado su habitación en el Castillo Ivashkov? Un nudo se le apretó en la boca del estómago, uno similar al que finalizaba su peinado. Resopló cansada de tanto ajetreo, pero sobre todo de tanto pensamiento incómodo y se sentó en el borde de la cama, del lado opuesto donde la chica ya se había despatarrado. La miró por sobre los hombros.

 

— ¿Qué crees que pasaría si yo voy por Diagon con un sexy vestido rojo, la melena suelta, una copa de martini en una mano y los tacones más altos que haya visto el pueblo? —preguntó divertida imaginándose en ese plan—, seguro que algún mago me invita la segunda copa, ¿no? —se rió y se tumbó finalmente sobre la cómoda cama, fijando sus ojos en el techo— es divertido estar aquí, es un lugar dónde seguramente nadie me buscaría, estoy mmm, ¿camuflada?

 

@Gatiux

[Orión Yaxley]

Estaba parado en el comedor. Luego de la reunión en el Caldero y de estar prácticamente de acuerdo con que este espía no se trataba de un Malfoy en sí, Orión creyó que donde estaba era el mejor lugar para empezar. Sus ojos azules recorrían el árbol genealógico, buscando un error, algo que cualquiera se haya podido saltear. Estaba demasiado frío como para sentir algún registro de nostalgia por su pasado.

 

Suspiró y chasqueó la lengua.

 

Hacía semanas que venía sintiéndose más ciego. Sus lecturas adivinatorias más difusas, las estrellas se le mezclaban y no le encontraba lógica a sus diarios de sueños. Lo único que mantenía con fuerza era su bolsita de runas, pero sólo porque ejercía como profesor en la Universidad. Aunque a veces se mentía sobre el tema. Capaz estaba viejo y ya había perdido el toque. Desde el Ministerio le quitó su videncia, había encontrado nuevas formas de reemplazar ese vacío.

 

Caminó hacia la biblioteca, pasando por los arcos hacia el Hall y luego, tomando la puerta de la izquierda de las escaleras. Las incrustaciones en forma de serpiente le daban un poco de escalofríos, irónico siendo que… Toda la Marca Tenebrosa giraba en torno al animal. El lugar, como él esperaba, estaba desértico. Había un círculo con retorcidas columnas que le llamó la atención. Hacía bastante que no visitaba la Malfoy, siendo que la última vez vio por segundos a su viejo amigo Carlomango. El lugar sí había cambiado.

 

Sus pies caminaban sobre el Ouroboros sin cuidado, pero de alguna manera el sonido que podría haber causado el calzado era succionado por algún tipo de magia. Hasta los oídos del Yaxley zumbaban ante el silencio. Esa mínima paz duró poco. Sus ojos se abrieron como platos al ver al fondo de una de las mesas de estudio con una vela que estaba por apagarse. Apuró el paso.

 

Eran pergaminos y una copia del libro de Los Sagrados 28. Con un movimiento de la varita invocó un fuego de lectura. Un trago amargo bajó por su cuello al verlo rayado con tinta roja. El libro estaba rayado con varios círculos en familias mortífagas: Malfoy, Black, Yaxley. Los pergaminos eran casi ilegibles. Lo único que podía deducir era que se trataban de alguna forma de registros de nacimiento.

 

- ¿Estudio genealógico?

 

Uno de sus miedos más grandes era que toda la operación del bando se desbaratara solamente por los errores cometidos por mortífagos de antaño. Es decir, si las familias ya quedaron manchadas por las acciones de Voldemort, cualquiera podía partir de ese punto para desmembrar el bando.

[Theodore Lestrange]

Theodore había arribado a un lugar totalmente desconocido, aunque sabia del proceder de aquella persona no era de todo distinguida para el Lestrange que a duras penas entendí y procesa lo que podía estar aconteciendo. De su ropa limpio algunas cuantas esquirlas de polvo y tras concentrar el lugar solo observo.

 

– Y se supone que en dónde estamos? Pregunto sin más presagios.

 

Espero su respuesta mientras miraba con cierta inquietud a Beltis por su impaciente aspecto en ese momento, era la mañana y por más inmortal que pudiese ser sus necesidades básicas hacia que estuviese famélico, así que dentro de su chaqueta saco una botella de plata con algunas figuras grabadas en el, abrió este y tomo un gran sorbo de lo que podría ser un líquido viscoso de color rojo, tomo asiento, y solo se dispuso a observar a los presentes como a la vez las criaturas que presidian en aquel lugar.

 

@Beltis

[Beltis]

- Estamos en la Mansión Malfoy.

 

La Mansión había visto tiempos mejores o más bien, más ruidosos. Su grandiosa construcción recordaba la antigua gloria de la familia y toda su riqueza, sin embargo, el vacío y el abandono hacían que pareciera más un mausoleo monumental que el hogar de unos pocos magos. Aparecieron en medio de la sala. Eran los únicos en ese lugar.

 

- Bien, tenemos una misión. Nos dividiremos para encontrar indicios o pistas que nos indiquen el paradero de Nathaniel Malfoy -miró al aspirante y se dio cuenta de que estaba hablando en chino- Uno de nuestros compañeros ha desaparecido, uno de los pocos Malfoy que van quedando. Descubrió a un espía en la familia, algo que puede amenazarnos a todos nosotros.

 

Se llevó una mano a la cadera e hizo aparecer un espejo comunicador.

 

- Toma, lleva esto. Ve a las cocinas y a todas las salas comunes. Ten cuidado, tal vez no haya mucha gente rondando por la mansión, pero te aseguro que hay gouhls, un basilisco y a saber cuántas otras bestias rondando por los pasillos. Los elfos están asustados porque han visto un poltergeist...

 

Se calló antes de seguir enumerando los posibles peligros que escondía la mansión. Y eso que no había hablado de artefactos o de elfos malhumorados.

 

- Si ves o descubres algo, avísame a través de este espejo de forma inmediata. Iré a la biblioteca.

 

Desapareció en un abrir y cerrar de ojos y volvió a aparecer en la biblioteca al lado de Orión.

 

- Bien ¿encontraste algo?

 

 

[Orión Yaxley]

El cuerpo de Orión se sobresaltó con la aparición de Beltis, pero su mente seguía enfocada en lo que tenían enfrente. Sus ojos iban de un lado para el otro, al menos tratando de absorberlo todo. Anotaciones, apellidos tachados y otros subrayados. Familias que habían ya desaparecido de la esfera social de Ottery, mientras que otras luchaban por mantenerse vivas. Suspiró, giró su torso y levantó la mirada hacia su líder.

 

- Alguien estuvo husmeando en los registros.

 

Le señaló una vela casi consumida. Estaba fría al contacto por lo que no se podía saber a ciencia cierta el tiempo que había pasado. Sin embargo, la mesa de trabajo estaba desordenada. Incluso había un tarro de tinta volcado sobre un trozo de papel en blanco. Le pasó el libro y extendió un par de registros de nacimiento. Había buscado inconscientemente el de Gatiux, pero aquello quedó en la nada.

 

Aclaró un poco la garganta. El cómo ordenar las palabras era su pensamiento más importante

 

- Tengo dos teorías. La primera es que, Nathaniel estuvo aquí en búsqueda de este espía. Lo que me lleva a la necesidad de saber qué fue lo que lo llevó a esto. La segunda, que fue efectivamente el traidor el que estaba buscando rastros mortífagos en estas familias. Poniendo en peligro no solo a la Malfoy, sino todos nosotros.

 

Todos, en significado de bando. Se levantó de la silla y colocó en el centro, el libro más gordo que estaba sobre la mesa: “Registro de Adopciones Malfoy”. Era bien sabido, que la práctica de adopción pertenecía como uno de los mecanismos más antiguos para mantener las filas mortífagas activas, por un lado. Por el otro, era una solución rápida a la legislación Ministerial concerniente al código de familias, ya saben, para mantener todo legal.

 

- Cualquiera de las dos me llevan al mismo punto. Esto no fue dejado así adrede. Es como si la persona que había hecho uso (y abuso) de los registros, no se hubiera preocupado de que alguien los encontrara así. Porque, estaba preocupado por algo más.

 

Y así, como si estuviera presentando un examen oral, Orión abrió el libro de adopciones en las últimas páginas y pasó el dedo índice, buscando algún nombre en particular.

 

- Capaz, no un Malfoy de sangre, pero algún traidor a la familia. No sé si guardan registro de gente que perteneció al bando. Capaz, alguno que no haya olvidado completamente. De todas maneras, otro punto de partida es visitar la habitación de Nathaniel.

[Valentina Ricci Yaxley]

Apenas había visitado la mansión Malfoy desde que vivía en Ottery. Tan solo en contadas ocasiones por alguna mascarada u otra fiesta mortífaga de similares características. Justo se apareció tras las horripilantes verjas de hierro que se transformaban en un rostro feo que preguntaba por su identidad. Por suerte, la dejó acceder, dado que su madre sí que pertenecía a esa antigua y noble casa y, por tanto, ella también.

—Decoración propia de Halloween... —dijo en voz baja tras esquivar el rostro.

El camino de grava blanca la condujo hasta la puerta principal. Desde él, se dejaba ver de lejos alguna que otra parte de los terrenos. Seguro que guardaría muchas cosas interesantes, pero no era momento para hacer una excursión. Cuando llegó a las grandes puertas de roble, detuvo el paso. Eran robustas y bastante imponentes. Sujetó una de las argollas de bronce con su diestra y golpeó firmemente sobre la superficie barnizada.

Pasaron varios segundos hasta que el crujir de la madera la avisó de que el portón estaba en movimiento. Sonaba un poco arrastrado, como si quien estuviera abriéndola no tuviera suficiente fuerza. De un hueco bastante estrecho, salió un elfo de aspecto mayor. Su ceño fruncido y su semblante de pocos amigos no inspiraba demasiada confianza. Se limitó a extender el brazo para indicarle que entrara, y así lo hizo.

—¿Hola? —preguntó.

Su voz rebotó por el hall haciendo que sonara repetidas veces. La majestuosa escalinata de mármol la tentaba a subir, pero no quería cotillear más de lo necesario. Esperaría sentada en el escalón mas bajo a que alguien acudiera al escucharla.

@@Orión Yaxley @@Beltis

[Theodore Lestrange]

¿Mansión Malfoy? Escucho sus odios, él sabía que era una familia de renombre y con ello el sin número de especulaciones detrás de ella, pero quien era para estar en aquellos dilemas familiares y controversias que sin duda alguna durante siglos se habían presentado.

 

Recorrió un poco el lugar fisgoneando de forma disimuladamente el lugar conociendo un poco su alrededor, a la vez que escuchaba a los otros dos presentes hablar, ¿de que hablaban? Ni idea no sabía a ciencia cierta que iba hacer o se disponían a realizar.

 

– Quien es Nathaniel Malfoy? Pregunto de forma discreta a Beltis que a la vez difirió nuevas palabras a esa persona. – Que hago aquí, ¿o que se supone que va a ser mi objetivo con mi presencia en este lugar? No conocía mucho aquella mujer, pero aun así sabia algunas cosas, por ello fue por lo que, sin poner algún impedimento se dejó llevar a ese lugar.

 

Tomo asiento mientras esperaba que disposición acatar o simplemente iba a esperar que iba a suceder más tarde, o el hecho de estar solo e ir caminando por el gran lugar conocimiento un poco de este, no sabía qué hacer en realidad.

 

@Beltis

[Neos Triviani Malfoy]

La mansión Malfoy... si no fuera porque el Castillo Triviani había sido su hogar por muchos años, aquel sería sin duda el lugar donde más recuerdos habría tenido, sin duda era donde estaban los más poderosos. Había pasado casi un mes desde que regresara a Londres, pero no había vuelto a pisar ese sitio aún. ¿Porqué le había tomado tanto? Quizás la respuesta era rápida y fácil, pero era la que Neos nunca sería capaz de reconocer. Aquel lugar tenía tanto de si que le causaba temor, el de reencontrarse con el mismo pasado del que intentó huir, de volver a convertirse en la misma persona de la que creyó cambiar.

Pero sabía que la mejor forma de terminar de convertirse en un nuevo hombre, era enfrentándose a su pasado. Había dejado muchas cosas atrás, mucha gente, una que ya le había dejado atrás a él aún antes de que se fuera. No sabía que haría si se encontraba con ella, aunque imaginaba que no sería una conversación demasiado larga. Cuando se fue ella tenía una nueva vida, una en la que él no tenía cabida. Pero aún así, había sido siempre el vínculo que le había atado a Londres, uno que jamás podría cortar, uno que tampoco estaba seguro de querer olvidar.

Esta vez no hizo lo mismo que al regresar al castillo Triviani, dado que nunca había abandonado la familia Malfoy. Aunque de todas formas ingresó al lugar sintiéndose un extraño, un intruso. Y nada más entrar los recuerdos le volvieron de golpe, mezclado con esa confusión de emociones que solo ella había sido posible de causar en él. Por unos segundos estuvo tentado de dar la vuelta e irse, seguro de que ese era un obstáculo que jamás podría superar, que el Neos de antaño siempre le estaría esperando entre esos muros, dispuesto a devolverle todo lo que había intentado dejar atrás.

Pero no, si esa era la prueba final que debería enfrentar para ser un nuevo Neos, se forzaría a superarla. Las inseguridades formaban parte de alguien que ya no era, y no podía ser que una mansión diera vuelta todo eso, ni una persona... Además, las posibilidades de que se la cruzara eran ínfimas, debía de estar viviendo en otro lugar con su esposo y toda una gran familia. ¿no?

@ Editado 1 de Noviembre del 2017 por Neos Triviani Malfoy

[pandora dyonel]

Estaban pocos en la familia pandora respiro ondo con algo que tenia para decir era la familia de la pequeña patrisia muy preocupada estoy muy preocupada no se si lo aceptan o que pasara la reunió estaba empezando su alma se escapa simplemente estaba palida murmullo un me caso nadie la tomó en cuenta para nada

 

Me caso agarrando la mesa murmuro otra palabra Ayúdame neos Ayúdame Ayú al no poder mas se desmallo dando un gran golpe entregando su vida a un mundo mejor