~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Seba Granger]

Dash con Lualu

 

Dash dudaba un poco a veces de como se manejaban el y Lualu, o mas bien de como el resto de los magos lo podían ver, muchas veces su amo le había dicho que el no tenia que por que ocultarse de los demás, el era su elfo por lo mismo no podía dejarse golpear por otras personas y si las cosas eran así el debía decirle a el, por lo mismo el elfo, aunque no era igual a los magos, no dejaba que lo trataran mal.

Así que pensando en las palabras que su amo le decía con mas confianza caminaba por las calles y el mismo callejón cuando salia con la elfina de la novia de su amo.

El sonrojo volvía a las mejillas y las orejas del elfo con las cosas que Lualu le decía, solo con ella el elfo se había dejado llevar, nunca desde sus años de vida había sabido si los elfos se casaban, o si los elfos tenían pareja, siempre había estado al lado del Granger, y por lo mismo jamas había experimentado los sentimientos extraños que estaba sintiendo desde que conocía a la elfa de la Potter Black.

Dash acaricio la mano de la elfina pero mirando hacia el otro lado como si estuviera despistado, -A Dash le gusta Lualu...- dijo el elfo medio balbuceando, luego salieron rápido de sus labios mas palabras que no venían al caso.

-Le parece a Lualu si entramos en este local?- añadió el elfo mientras se detenía frente al escaparate del local en cuestión.

[Darla G Dumbledore]

Lualú con Dash

 

La elfina caminaba del brazo de Dash, preguntándose si aquello sería normal, si los magos y brujas no los mirarían mal, o si directamente ellos ignorarían su existencia. Desde que ella y Leto habían entrado al servicio de la Potter Black ésta los había educado para que supieran que debían servir a su ama y que cuando algún otro mago los increpara debían tener cuidado. Tommy, mayor que ellos y desde antes al servicio de Darla, les habían enseñado. La bruja, que había cambiado sus banderas al sufrir el abandono, no había cambiado sin embargo el afecto que les tenía.

 

Lualú había tenido trato con otros elfos, Tommy era como un hermano mayor para ella y Leto y Leto era su hermanito del alma. Luego habían comenzado a convivir con Dash, Eros y Nana. La otra elfina era odiosa a veces, pero cuando la aprendías a tratar y te acostumbrabas a sus rezongos era como tener a la abuela malhumorada en casa, así decía Tommy que se lo había escuchado decir al ama Darla. Eros era muy callado, casi introvertido, él era feliz con sus plantas y lo había sido aún más cuando habían agregado un jardín al comprar el terreno vacío junto al local. Aunque a veces rezongaba también por los establos se había acostumbrado y hasta de vez en cuando ayudaba con los animales.

 

Pero con Dash era otra cosa, no era un trato igual y la elfina lo sentía, se ruborizó al sentir la caricia de Dash en sus dedos. Él parecía distraído cuando lo hacía y ella solo atinó a sonreír, disfrutando del momento, lo que sí le agarró desprevenida fue el comentario y aunque el elfo cambió de inmediato el tema la elfina, sonriente y nerviosa, del color de las uvas maduras dijo en voz bajita.

 

--Oh... a Lualú también le gusta Dash y ehmm.... --miró el escaparate con curiosidad e inclinó su cabecita --¿chocolates en una tienda de abarrotes? Lualú pensó que irían a tienda especializada --dijo sonrojándose más y bajando la mirada sin soltar al elfo.

[Seba Granger]

Dash con Lualu

 

El pequeño Dash recién en ese momento se había dado cuenta que su pequeño cerebro esta en cualquier parte menos buscando exactamente los locales que su amo le había encargado, la elfina que lo acompañaba le hacia llegar a cuentas que no estaba viendo una simple vitrina, sino que en esta había todo tipos de herramientas de jardinerías, de carpinterías, lo mas seguro era que Eros fuera feliz en ese lugar, en busca de nuevas herramientas para su jardín, o tierras especiales para sus plantas, pese a que no llevaba mucho tiempo desde que los amos había entrado en gastos con aquel nuevo terreno el elfo ya lo tenia completamente lleno de distintas plantas y flores, al menos en los lugares que su amo le había dado permiso.

 

Dash movió la cabeza para luego rascarse un par de veces, -Dash se ha perdido, ¿Lualu no era por aquí que estaba la chocolateria?- pregunto a la elfina mientras giraba de un lado a otro tratando de ubicarse de nuevo, si el amo se enteraba que se había perdido por andar de coqueto con la elfina de la Potter Black, lo mas seguro es que se moriría de risas.

 

-Dash cree que esta por allá- dijo indicando con su indice que estaba libre. Pues pese a que se habían detenido no se había soltado de Lualu.

[Darla G Dumbledore]

Lualú con Dash

 

Lualú vió la reaccción de Dash, parecía sorprendido, bueno, no tanto como ella, quien sentía que el momento tan tierno se había desvanecido por unos momentos. Evitó hacer un puchero y esperó que Dash le dijera algo, le hubiera encantado fuera que repitiera que la quería o que ella le gustaba, aunque sabía que por algún misterioso designo del destino el tema había cambiado a chocolates y locales.

 

La elfina evitó reír cuando el elfo miró para todos lados, rascando su hermosa cabecita, sí, hermosa, porque para Lualú todo Dash era hermoso desde la punta de los pies hasta la punta de sus orejitas.

 

--Dash está con Lualú, Dash no se perderá --susurró la elfina y miró para todos lados como él mientras pensaba en el local por el cuál él le preguntaba.

 

Cuando Dash habló de nuevo y señaló para un lugar del callejón ella siguió su dedito y observó y comenzó a dar saltitos entrelazando bien fuerte sus dedos con los del elfo.

 

--Sí, sí, es por allí, Lualú lo recuerda de otra vez que vino con Leto --y tiró suavemente del elfo hacia el lugar que él había indicado, volviendo a enredar sus brazos con las manos aún tomadas.

[Anthony R. Dracony M.]

Unos días teníamos de haber regresado...aún sentíamos estar sobre una nube...yo me sentía tan aturdido, que tardaba en emprender de nueva cuenta mis actividades y obligaciones.

 

Ir al Ministerio Mágico, era encarar que la vida continuaba y no hacía altos, las misiones estaban demandando atención y ocuparse de ellas, le hacían experimentar que hay sentido en su labor como inefable, de nueva cuenta se emocionaba.

 

Ahora en coordinación con Shena Cindy, también atendía sus locales, donde se llevo una sorpresa: ella hacía proposiciones interesantes y de beneficio a los mismos, cosa que transformaba en resultados positivos.

 

Aceptar quedarse en el castillo Karkarov, también le trajo muchos momentos de alegría, eso hacía de su vida en familia: alentadora y gratificante. Ahora iban realizando actividades como pareja, de las cuales acordaban con suma facilidad, pues conocían bien los gustos de cada uno y eso era sumar puntos a su favor.

 

Al ojimel le apetecía, continuar con la convivencia de sus amigos y con los primeros que deseaba encontrarse, eran Darla y Seba, así que esa semana se lo planteo a Shena Cindy, ir a una visita. La vio ponerse muy contenta y estuvo bastante emocionada eligiendo el atuendo y también envolviendo un bello souvenir que adquirieron en su viaje de luna de miel.

 

Usaron la motocicleta mágica, por tener esa inclinación a la velocidad y también por pensar que era lo "suyo" al igual que los jóvenes que conocen.

--No les caeremos de sorpresa nena...les avise con una carta que iremos ¿ya estas lista?

[Anthony R. Dracony M.]

Unos días teníamos de haber regresado...aún sentíamos estar sobre una nube...yo me sentía tan aturdido, que tardaba en emprender de nueva cuenta mis actividades y obligaciones.

 

Ir al Ministerio Mágico, era encarar que la vida continuaba y no hacía altos, las misiones estaban demandando atención y ocuparse de ellas, le hacían experimentar que hay sentido en su labor como inefable, de nueva cuenta se emocionaba.

 

Ahora en coordinación con Shena Cindy, también atendía sus locales, donde se llevo una sorpresa: ella hacía proposiciones interesantes y de beneficio a los mismos, cosa que transformaba en resultados positivos.

 

Aceptar quedarse en el castillo Karkarov, también le trajo muchos momentos de alegría, eso hacía de su vida en familia: alentadora y gratificante. Ahora iban realizando actividades como pareja, de las cuales acordaban con suma facilidad, pues conocían bien los gustos de cada uno y eso era sumar puntos a su favor.

 

Al ojimel le apetecía, continuar con la convivencia de sus amigos y con los primeros que deseaba encontrarse, eran Darla y Seba, así que esa semana se lo planteo a Shena Cindy, ir a una visita. La vio ponerse muy contenta y estuvo bastante emocionada eligiendo el atuendo y también envolviendo un bello souvenir que adquirieron en su viaje de luna de miel.

 

Usaron la motocicleta mágica, por tener esa inclinación a la velocidad y también por pensar que era lo "suyo" al igual que los jóvenes que conocen.

--No les caeremos de sorpresa nena...les avise con una carta que iremos ¿ya estas lista?

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Todo un torbellino que le hacía estar atenta de esa nueva y exitante vida...sus acuerdos respecto a ellos como esposo y esposa, le daban motivos para sentirse orgullosamente feliz.

 

Acogió con mucho entusiasmo esa idea de ir hacer una visita a los grandes amigos de Antoni: Darla y Seba...cuando los vi por aquella vez en el local "House of Books" ella dejo una especie de despedida...porque su primera intención, había sido convencer al ojimiel de irse muy lejos de Londres...

 

Pero hubo propuestas tras su boda, y ambos aceptaron permanecer en la comunidad donde tenía Antoni tantos buenos amigos. Además para ella, lo importante es que Antoni este feliz y estar a su lado para asegurarse de ello.

 

Mucho busco y busco, su atuendo debía ser bien elegido, que se viera bien y en armonia con el de Antoni, discretamente le pregunto que pensaba utilizar él y así elegir ella algo que combinara y se viera que hasta en la ropa, había una buena cordinación entre ellos.

 

Cada vez que veía su cuarto de atuendos, la alegra enormemente los vestidos que él le compro en Francia y es todo un orgullo porque fue donde ambos eligieron para el otro, las prendas que adquirieron.

 

Ya coloco una que otra joya para completar su atuendo y cepillaba su cabello castaño cuando él pregunto con un rostro iluminado por la gran alegría que sentía.

 

--No les caeremos de sorpresa nena...les avise con una carta que iremos ...ya estas lista?

 

--No, aún no, me hacen falta varios importantes detalles...como colocar en mis labios uno de tus adorables besos, tenerte a mi lado con tu gallarda figura que amo tanto y que con orgullo deseo siempre avanzar por el camino que nos ofrezca la vida. También preciso de tu sonrisa y una conversación amena, espero que usemos algo rápido, vamos...quieres baby?♡--Me gusta gastarle esta clase de juegos y ver su expresión que me enamora mucho más...

[Sagitas E. Potter Blue]

Negocio cerrado, a petición del propietario.

Sagitas E. Potter Blue

Moderador/a Global de HarryLatino.org

[Anne Gaunt M.]

Se reabre el negocio a petición de uno de los propietarios.

[Darla G Dumbledore]

Tommy, elfo de Darla

 

--Que no te preocupes más por los cosos esos, que ya los estamos limpiando y el jardín quedará monono como siempreeee --chilló Tommy mientras tronaba los dedos y los últimos restos de los trabajos de remodelaciones desaparecían del medio del camino que llevaba a los jardines y a los galpones de los establos en el terreno lindero que habían adquirido sus amos.

 

El elfo desapareció con un crack justo cuando Eros estaba por empezar a quejarse una vez más, pero no tenía tiempo de ocuparse de ello, ya había hecho todo lo que estaba en sus manos para ayudarlo a dejar el jardín casi listo para que él solo se pudiera ocupar. Hasta había puesto los hechizos para que las mascotas que anduvieran sueltas no se metieran a arruinar ni sus flores ni sus retoños.

 

En el entrepiso del local miró las mesas nuevas, al final la pareja no se había decidido por un piso único y mayor sino que había agrandado y hecho en madera un desnivel donde podían disfrutar como antes del café y por supuesto quien deseara de un juego de ajedrez mágico. Claro que para ello había que anotarse en un registro horario, no fuera que comenzaran a lanzarse hechizos en medio del local porque todos querían disputar una partida en el mismo instante.

 

--¡Lualú! ¿Dónde están los cojines nuevos que encargó el ama Darla? --chilló al ver las alfombras árabes en un rincón donde se suponía que estaba el salón de lectura infantil, pero sin uno solo de los nuevos y coloridos almohadones.

 

--¡Ya voy! ¡Ya voy! --le llegó la voz de la elfina desde el piso superior, donde seguramente había estado terminando de acondicionar los mismos.

 

--Canas verdes le sacarán a este pobre elfo --gimió Tommy mostrándose falsamente compungido para molestar a la elfina.