~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Seba Granger]

Apreté suavecito su mano en la mía, pero a la vez la acerque mas a mi, aunque caminábamos tomados de la mano era poco el espacio que quedaba entre nuestros cuerpos, me gustaba sentirla cerca, ademas que ya pasábamos suficiente tiempo separados en el banco para no aprovechar la cercanía.

 

-Mi día fue tranquilo amor, saque rápido lo que tenia para hoy, así que aproveche a mirar las listas de los libros que podremos encargar el próximo mes, luego te lo muestro para que me digas que opinas- la detuve en seco por un segundo al ver que dos pequeños volaban sus escobas a muy baja altura por el callejón, seguro recién las habían comprado y las andaban probando mientras sus madres aun compraban.

 

-Creo que mejor no iremos al local del kiosko, al menos no a comer, creo que no te avise que esta en remodelacion de nuevo, esta chica terminara explotando el lugar- dije riendo mientras me refería a mi hermana Akiza.

 

-Ahora le mandamos un mensaje a Nana para que no nos espere, o al menos que nos prepare algún postre rico para la noche, había pensado que tal vez podríamos ver alguna película- mire a Darla a los ojos, creo que esas cosas muggles no las podía dejar atrás.

[Darla G Dumbledore]

La pareja iba tomada de la mano, hombro con hombro, mano con mano, rozando sus almas, sus auras entrelazadas en un abrazo de amor. Charlaban y parecían más un matrimonio feliz y enamorado, recién casados. Lo que le hacía sentir a Darla que iba siendo hora de dejar asentado en los registros de que eran una pareja con sello oficial. Aunque no podía negar que tenía cansados a sus compañeros hablando de su Seba cada vez que tenía oportunidad.

 

--Me parece fantástico amor, que suerte, yo tengo tanto miedo a equivocarme en mis primeras lídes como acreditada que no me he dado tiempo para nada, reviso dos o tres veces cada paso que doy --el suave jalón de Seba para evitar que se estampara contra unos pequeños juguetones impidió que se sonrojara aún más y aprovecho el gesto para abrazarlo con amor, pasando su brazo alrededor de la cintura de su amado.

 

--¿En remodelación? Ah pues, la otra vez limpió todo sobre lo limpio que había dejado Dash ¿y ahora está cambiando las cosas? --Darla en el fondo se preocupó, quizás esa fuera la forma de Akiza de ocultar algún problema que le roía la mente, siempre le venía el recuerdo de la Ivashkov "volándose" en las reuniones de inquisidores --¿crees que todo esté bien con ella? --en verdad le preocupaba que si la rubia no se dedicaba con el suficiente empeño a su labor la pudieran echar, podía manipular a Aaron, o intentarlo, pero a Jessie, eso sería más complicado.

 

Aunque Seba se veía divertido con la situación, para nada preocupado, por lo que se obligó a relajarse y acurrucándose a su novio susurró.

 

--Creo que me estreso demasiado ¿verdad?

 

Sonrió con la propuesta de Seba, le encantaba, de hecho, tanto como a él le encantaba ese divertimento muggle, recordaba que muchos años atrás había un cine y un teatro en el callejón. El teatro no era tan raro, aunque los actores mágicos eran menos comunes que los cantantes. Pero el cine, eso era otra historia, no podía creer que a pesar de las cámaras mágicas que mostraban fotos en movimiento y de los retratos que podían hablar y expresarse tal cual lo hacían sus retratados en la vida real, a muchos magos les sorprendiera, y hasta en algunos casos les molestara, ese divertimento muggle.

 

--Me parece fantástico amor, ¿te parece que nos escapemos a Londres? --esa propuesta significaba ir a la ciudad muggle, saliendo por el Caldero Chorreantes y atreviéndose a disfrutar de un día muggle común y corriente por parte de la pareja, algo que a ninguno de los dos le molestaba para nada.

[Seba Granger]

-Entiendo tu nerviosismo amor, me paso lo mismo, revisaba muchas veces lo que hacia cuando al fin fui acreditado, y eso que también lo hacia cuando solo debía controlar, de hecho aun cuando dudo en algunas cosa- susurre un poco mas para decir lo siguiente.

-Le pido consejo a Mia para que me aclare las dudas- reí un poco sonrojado, la abrazase aun mas a mi aprovechando el movimiento que ella hacia, luego baje la acera para cruzar a la acera del frente.

-Si tiene varias ideas buenas, pero no se si se podrán hacer, creo que hay que averiguar eso- quede pensativo con la pregunta de mi mujer, -La verdad es que siempre he pensado que esta loca, pero eso ya es tema de hermanos- añadí riendo un poco, luego ya tome un poco mas de seriedad.

-Se que le han sucedido cosas raras desde hace mucho tiempo, pero la verdad no termina de aclararmelas del todo- mordí mi labio un poco -Trato de no presionarla pero me preocupa-

-Debes intentar relajarte un poco mas amor, hay cosas que aunque uno intente mejorarlas no puede si la otra persona no se deja- me alegraba que estuviera de acuerdo con ver una peli, en el ultimo viaje que había hecho había traído varias que no había visto aun.

-Esa idea me parece mejor- dije feliz con la propuesta de Darla, me encantaba poder salir de aquel mundo mágico aunque fuera por algunas horas y ser un simple muggle.

-¿Quieres que pasemos por casa primero a cambiarlos ropa- le mostré el traje que llevaba y no me parecía andar con el todo el día.

[Darla G Dumbledore]

Las palabras de Seba la hicieron sentir mucho mejor, después de todo él tenía mucha más antigüedad y experiencia con ella. Entendía que recurriera a Mía, había aprendido a reconocer la capacidad de la bruja incluso desde antes de estar en el Banco. Quizás la había ayudado el compartir ciertos ideales, aunque ella no fuera la mejor representante del bando sí sabía reconocer cuando alguien trabajaba con empeño para hacer quedar bien al mismo.

 

--Gracias mi amor --susurró acurrucándose bien a él y disfrutando de esos momentos de pareja que tanto amaba y que a veces no se podían dar el lujo de disfrutar por las circunstancias de la vida.

 

La mención de las ideas nuevas la sorprendieron, si bien conocía la volátil imaginación de su cuñada no había pensado en ella como una chica que se ocupara de remodelar locales, pero no podía negar que muchas veces la había sorprendido con su iniciativa y su empuje.

 

--Espero que logren sacarlo adelante amor --abrazó más a su novio, acariciándolo, tratándole de infundir fuerzas --tranquilo amor, sabes que cuentas conmigo para lo que sea, de a poco sabremos y si ella necesita ayuda pues se la daremos, quiera o no --río un poco, pero de verdad la obligaría a aceptar ayuda si andaba en algo raro.

 

Ronroneo con las palabras de él y asintió, tenía razón, a veces se pasaba de acelere cuando de ocuparse de algún tema se trataba. Seba parecía feliz con la elección que ella había realizado y asintió a su vez con la propuesta de él, tenía razón, lo mejor era ir más relajados, con atuendos más muggles, claro que ambos tenían la costumbre de utilizar ropajes de ese estilo, no tanto mágicos.

 

--Fantástico bebé, vamos a casa, le avisamos a Nana y nos ponemos algo más cómodo, luego vamos a algún centro comercial muggle, hasta podemos elegir algún lugar allí para comer luego del cine --sonrió y beso a su novio mientras se encaminaban hacia el local en donde tenían su hogar.

[Seba Granger]

-No se si lleguemos a algo la verdad, no es primera vez que quiere remodelar el local y al final no se hace nada- respondí riendo a mi novia.

 

El trayecto hacia el local como siempre cuando iba acompañado de mi Darla se hacía corto, no sabía por que el tiempo cuando era junto a ella pasaba tan rápido y a veces se sentía que nos faltaban horas para estar juntos. Al llegar al local le abrí la puerta para que ella ingresara primero, de inmediato estire la mano para coger la campanilla del la puerta para no alertar mucho a los elfos que seguro andaban por algún rincón del local esperando la llegada de clientes o de los mismos dueños.

 

Dash fue el primero que salió a nuestro encuentro, pero si mi elfo estaba aquí no podía estar solo del todo de detrás de uno de los pilares que separaba los ambientes en el local podía ver las orejas de Lualu que no podía alcanzado a ocultar.

 

-Hola Lualu, ¿como estas las cosas por aquí?- dije hacía ella mientras acariciaba la cabeza de Dash.

 

-¿Sabes si Nana esta en la cocina?- susurré a mi elfo mientras esperaba la respuesta de la elfina de mi novia.

[Darla G Dumbledore]

Darla escuchaba a Seba atentamente y sonrió divertida, sabía que su cuñada a veces llevaba las cosas a la larga, pero le sorprendió un poco que fuera igual para con su propio local. El tema de la remodelación le llevó a pensar en la que ellos mismos hacían o al menos tenían planeada para su local.

 

--Nosotros deberíamos tratar de no imitarla mi vida, ya los Warlocks nos aprobaron las primeras reformas, quizás sea hora de ir organizando el resto --comentó con su novio mientras veía la bella fachada de piedra de su librería café.

 

El pino que había en el jardín lateral se veía más grande este año, la decoración navideña quedaría perfecta, aunque quizás deberían agregarle algunas luces nuevas y otros adornos para cubrir los centímetros que había crecido. Claro que pensar en Navidad cuando ni siquiera habían pasado la otra odiosa fiesta era exagerado, suspiró, se negaba siempre a poner adornos de Hallween en su local, a lo sumo alguna calabacita con caramelos para los niños que visitaban la librería con sus "truco o dulce".

 

Seba le cedió el pasó e ingresó al local delante de él, quitándose el abrigo y apurando la cartera, saludó a Dash que apareció enseguida frente a ella y se acercó a su amo, mientras que Seba hacía lo mismo con una oculta Lualú, lo que le sacó una risita a la Potter Black

 

--To...toddo en orden en el local amo Seba--tartamudeó la elfina saliendo de tras la columna y acercándose a su ama con los brazos extendidos para recibir sus cosas.

 

--Hola Lualú, gracias --saludó Darla mientras le entregaba sus posesiones que la elfina se había ofrecido a llevar.

 

--Buenas tardes señorita Darla, señor Seba --fue la respuesta que obtuvo. Darla se había esmerado en enseñarles que solo les llamaran por su nombre, pero Tommy le había explicado que los elfos debían mostrar ese respeto para que cuando otros les vieran supieran que eran un elfos domésticos educados y responsables. La pelirroja desisitió al nonagésimo intento a cambiarles las costumbres cuando estaban frente a alguien.

Editado 9 de Septiembre del 2018 por Darla Potter Black

[Seba Granger]

Sonreí al ver a la elfina asomarse ya sin ocultarse mas, -Me alegro que todo marche bien, ¿como se a portado Dash? - le pregunte a la elfina siguiendo un poco el juego de molestar a nuestros elfos, -Por cierto espero la invitación a la boda pronto- añadí riendo cuando veía como Dash se prendía en un color rojo intenso.

 

Para cambiar el tema el elfo saco la voz, -Nana esta en la cocina del local, hubieron unos clientes antes y esta lavando lo que se ensucio- respondió el elfo para luego salir despavorido del lugar, aunque a mitad de camino regreso y se llevo a Lualu con el.

 

-Creo que los hemos perdido- dije encogiendo los hombros a Darla, -Te parece que hable con Nana y luego nos cambiamos antes que pase algo mas-

 

-¡¡Nana!!, querida Nana- comencé a vociferar en forma un poco cómica esperando no ver volar un sarten por la puerta de la cocina.

[Darla G Dumbledore]

Darla saludó a Tommy y luego tomó un libro que le acercaba en ese momento, era el registro del local, todos los días el elfo hacía un registro de la mañana y otro de la tarde. Estaba abriéndolo cuando la pregunta de Seba a Lualú la tomó por sorpresa y levantó la vista, tratando de no reír, para descubrir una Lualú más roja que un tomate.

--Bi..bi...ennn --volvió a tartamudear la elfina y Darla miró a Seba muerta de risa para esconder su rostro tras el libro que tenía en la mano al escuchar lo de la boda.

--Yo.. yo... Dash... --no, si la elfina parecía a punto de estallar como un tomate más que maduro y había abrazado lo que llevaba como escondiéndose tras todo, pero fue Dash quien la salvó, respondiendo el tema sobre Nana.

Cuando Dash corrió y luego regresó por su elfina que se fue corriendo con él y con un crack desaparecieron, esperaba ella para guardar sus cosas o tendría que luego buscarlas por todos lados, se animó un lanzó una carcajada.

--Amor, más que perderlos los vas a infartar --río la Potter Black y dio un beso a su travieso novio, junto con una palmada al final de su espalda cuando éste rumbeó hacia donde estaba Nana.

--Mucha suerte amor, usted puede mi vida--bromeó Darla pero por las dudas se alejó de la cocina hacia donde iba su novio y se dirigió hacia donde estaba Tommy, para devolverle el cuaderno.

--Todo perfecto como siempre Tommy ¿alguna novedad?

--Nada nuevo Señorita Darla, Leto ya repuso los libros del primer piso y tiene una idea para hacer una nueva lectura de libros, como hizo el amo Antoni --el elfo bajó la voz y se acercó a Darla --creo que lo extraña pero no se atreve a pedir permiso para ir a visitarlo.

Darla penó un momento en las palabras de su elfo y asintió para agregar luego con ternura.

--Ya veremos luego como arreglamos eso ¿sí? Ahora voy a cambiarme, Seba y yo saldremos hoy, quedarán a cargo, como siempre --sonrió y le dio una palmada afectuosa a su elfo antes de subir al departamento en el piso alto del local.

Editado 9 de Septiembre del 2018 por Darla Potter Black

[Seba Granger]

No pude evitar reír mas al ver como el sonoro clack se llevaba a nuestros elfos, -De verdad crees que los infartare?-pregunte a Darla mientras ronroneaba con el golpecito que ella me daba.

-Eso me lo cobrare- grite a Darla mientras cruzaba la puerta y me perdía en la cocina.

-¿Como esta mi Nana favorita?- decía mientras le robaba una galleta de la bandeja que acababa de sacar del horno, jugué con ella de una mano a otra para no quemarme.

-El amo no necesita mentirle a Nana, Nana no es tonta- gruño la elfina cuando intentaba quitarme la galleta.

-Epa que es mía, te aviso que no vendremos a cenar con Darla, pero eso no significa que no debes cocinar- agregue antes que esta se pusiera a reclamar, -La cena tuya y de los elfos debe ser servida igual, y conste que le preguntare a todos- añadí mientras comía un trozo de la galleta, -Ademas quiero que prepares un postre para cuando regresemos con Darla, lo dejas en el refrigerador, luego nosotros lo servimos- cogí una nueva galleta antes que esta las guardara todas en el frasco.

-Por cierto le falto un poco de azúcar- termine diciendo y salí lo mas raudo posible, el golpe de una galleta al chocar en la puerta lo había alcanzado a sentir, asome la cabeza una vez mas -Y no lances las cosas, es de mala educación- dije riendo para molestar aun mas a la elfina.

-Hola Tommy, ¿como estás?, ¿Darla ya subió?- dije al fiel compañero de mi mujer, al cruzarme con el que llevaba un libro en sus brazos.

[Darla G Dumbledore]

Darla

 

La Potter Black inició la subida hacia el piso superior pero a los dos o tres escalones desapareció con un crack, no por vagancia, sino para llegar más rápido a su dormitorio, apareció en realidad frente a la puerta del cuarto de baño, donde sobre una silla dejó su ropa y recogiéndose su cabello le aplicó un hechizo impervius y se apresuró a la ducha, mientras Seba conversaba con Nana podría darse una rápida.

 

Abrió el grifo de la ducha mientras se calentaba se observó al espejo, la magia que hacía que pudiera verse reflejada le devolvió una imagen idéntica a la de años atrás, su rostro se veía pulcro y no había ni un rastro de cansancio. Una mujer joven, había elegido esa edad por Scarlet en cierta forma. Se giró, tras recogerse el cabello para que no estorbara mientras se enjabonaba. Había dejado la puerta entre abierta para que Seba supiera dónde estaba al sentir el sonido de la ducha y quien sabe, quizás pudieran compartir una ducha antes de salir...

 

Tommy

 

El elfo había entregado el registro de los libros adquiridos y las ventas de la mañana a su ama, en realidad los tres elfos de la Potter Black hacía años estaban con ella por afecto más que por obligación o deber. Tommy casi se había criado con ella desde que lo habían traído al servicio de la familia materna de la pelirroja, su "tía" Nahira.

 

El elfo se quedó pensando en las palabras de su ama, Leto se veía algo preocupado, aunque Darla ya le había contado que Antoni estaba bien y con mucho trabajo, además que al estar ahora casado y tener sus propios negocios no le era tan fácil hacerse tiempo para pasarse por la librería. En cierta forma le daba pena el joven elfo, cada uno tenía sus cosas, a Tommy le gustaba el trabajo organizativo, a Lualú le gustaba Dash, lo que arrancaba risitas a la pareja de elfos varones de la Potter Black, quienes por momentos actuaban como hermanos mayores que celaban a su hermanita menor, pero que sabían que ganaban un compinche y no que les robaban a su hermana. Pero a Leto, aunque amaba las mascotas de la familia, atender la cafetería y la venta de los libros, se había acostumbrado a charlar con el joven Ryvack.

 

La voz del amo Seba lo sacó de sus pensamientos y el elfo se inclinó en señal de saludo.

 

--Amo Seba, buen día, Tommy está bien, espera que el amo también lo esté. Si, sí, la ama Darla se desapareció mientras subía --el elfo sabía que su ama a veces tenía esa costumbre, caminaba tranquilamente y crack, se desaparecía como si nada.

Editado 10 de Septiembre del 2018 por Darla Potter Black