Elviris Pub (MM B: 103956)

[Eobard Thawne]

¿Un castillo, muy extenso? Eso es nuevo, estaba acostumbrado a las mansiones. También abundan en Norteamérica, pues la topografía del lugar va con tales diseños.

 

Le había llamado la atención la mención de la residencia de la Gaunt. Acarició el mentón con suavidad al intentar rememorar algún otro notable miembro de la familia, pero a su mente llegaron los Black Lestrange, los Yaxley y quizá uno que otro Macnair. Aquello era una excelente oportunidad para poder socializar con más familias, por lo que sonrió con amabilidad al retomar la plática.

 

El tema de su empleo, siempre había sido un tanto problemático. Seguía buscando su lugar en el Ministerio, aunque comenzaba a creer que las oficinas no eran lo suyo.

 

Descuida, que recién tuvimos un altercado con los asistentes a la Cumbre Internacional de Magos. Los egipcios, entre ellos. Siempre queriendo llevar su destacamento personal de aurores. hizo una mueca de desagrado. No le inspiraba confianza el que se introdujeran tantos grupos de seguridad extranjeros. ¿No te ha pasado que vas de empleo en empleo, intentando descifrar dónde encajas? Criaturas era emocionante, pero siento que no era lo mío.

 

Un argumento con verdad a medias; había disfrutado tanto aquel lapso de tiempo en la dependencia como para no negar que la extrañaba. Cuando tuvo que enfrentarse a papeleos diplomáticos, reuniones con altos mandos, y cosas por el estilo, supo que tampoco sería tan fácil adaptarse. Otro trago a la cristalina bebida rusa.

 

Está en la zona centro de Londres muggle, por el Támesis. Con sus respectivos hechizos repelentes, desde luego.

 

No iba a negar una invitación a jugar un poco de billar. Conocía un poco de su variante no mágica, pero dudaba mucho que fueran muy similares. Tomó el ocho negro, y siguió a Anne hasta quedar del otro lado de la mesa. Había un taco de billar reposando sobre el borde del campo de juego.

 

¿Los Warlocks? Vaya, esa sí que no me la esperaba. No todos los días uno conoce a una persona importante, y más aún, que gusta de aprender. asintió, acomodando las esferas para simular una figura triangular. Tiene tiempo que no hago un curso en la Universidad, estoy ansioso por volver. Cuéntame, ¿qué hay de tus otros dos locales?

 

Ladeó la cabeza a la espera de la respuesta. No había frecuentado tantos en su tiempo en Reino Unido, pero, si por mera casualidad, lo había hecho; sin duda recordaría algún detalle de su visita.

 

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Off: Una disculpa por la demora T_T

[Vladimir Karkarov]

-Aún no puedo creer que la vi de nuevo...- dije entre dientes para mi mismo, mientras caminaba con un paso tranquilo y meditabundo por la enladrillada acera, de colores grises y muy limpios. Las vitrinas de las tiendas relucían y reflejaban el sol de un hermoso día de primavera, mientras que los arboles comenzaban a brotar sus nuevas hojas, las aves cantando de un lugar a otro y todo en un matiz de vida nueva. A pesar de todo eso, seguía pensando en el fortuito encuentro en el centro del callejón que había tenido con Alexis, dos días atrás, en el cual solamente hubo un pequeño momento para decidir en dónde podíamos charlar y tomar alguna buena bebida. Me parecía raro encontrarla de nuevo en esos rumbos ya que hacía muchísimo tiempo que pensé que había emigrado a otro lugar. Sentía que de cierta forma había cambiado. Aún así esperaba poder ponerme al día con todo y trazar una pequeña amistad de nuevo.

 

Entré al bar, un olor agradable llegó a mi nariz, parecido a la fresa. No dudé en tomar una de las mesas más alejadas. Pude reconocer la canción en el fondo, ride em on down, The Rolling Stones. La verdad tenía mucha afinidad por la música muggle en especial el rock and roll y sus derivados. No voy a ser menos mago si la escucho, ¿o sí? en fin, pedí rápidamente una cerveza de malta con hielo para entretenerme, mientras esperaba a Alexis. No hacía calor, pero la cerveza me estaba cayendo demasiado bien. Finalmente opté por ojear uno de los periódicos aposados en una pequeña mesita al lado de la puerta, el cual atraje con mi varita.

[Mery Gaunt Karkarov]

El viaje por los territorios árabes había conseguido que la locura de Mery aumentara a grandes escalas. Sin contar que allí hacía un calor importante para aquella época del año, la Gaunt había tenido que llevar un pañuelo alrededor de la cabeza llamado Shayla. Era de un tamaño rectangular que cubría cabeza y hombros dejando un pequeño descubierto en la parte del mentón. Para su suerte había conseguido convencer a varios muggles de aquella zona para que por comprar uno, le regalaran dos más, así que escogió los tres pañuelos más brillantes, coloridos y llamarivos que encontró en aquella tienda.

 

Ahora ya en Londrés de nuevo, no había conseguido quitar la costumbre de aquellos meses atrás, así que se encontraba caminando por el Callejón Diagón con su shayla de colores agua y bordes dorados y un vestido ancho de esos mismos tonos, sus pies iban descalzos notando cada grieta del suelo.

 

La higiene de la pelirrosa había bajado, y ella misma lo notaba, sus plantas de los pies tenían siempre un tono grisaceo ya. Ni que decir de sus ambitos antes de su desaparición, había cambiado sus paquetes de tabaco por unos artefactos de colores llamados cachinbas, los caules estaba realmente ricos porque había de todos los sabores inimaginables; además, había dejado de lado su afición loca por el alcohol y el vodka, encontrando así el placer de el té verde, siempre acompañado de un chorreón de ginebra.

 

- Creo que me voy a volver a Marruecos -gruñó mientras veía la suciedad acumulada en las esquinas de cada callejuela.

 

Llegó al fin hasta la entrada del elviris pub, debía de dar la cara tarde o temprano, y mejor darla sin que Anne la viera vageando en el castillo. Puso las manos en las iniciales pintadas en la pared para que así las puertas al interior se abrieran.

 

El olor a alcohol fue lo primero que captó al poner sus pies en el interior, sin contar la buena visión que encontró al ver a Zeta. Caminó con una sonrisa de lado hasta la barra, ¿por que Zeta nunca había querido tener nada con ella? Suspiró con pesadez.

 

- ¡Como echaba de menos a los hombres ingleses! -dio una fuerte voz para captar la atención del barman-. ¿Cómo te ha ido este tiempo sin mi, guapo? -le guiñó el ojo para mostrarle que en parte iba de broma.

 

Y entonces recordó que poco antes de desaparecer, de querer volver a borrarse del mapa, había dejado a un hombre que sin tener nada, había conseguido extrañarle. Negó con la cabeza, su vida era un desastere completo.

 

- ¡Con permiso! -dijo entrando en la barra para coger un papel y una pluma.

 

 

 

Querido señor Goldstein:

 

No te diré quien soy más espero que acudas al Elviris Pub.

 

Un saludo.

 

Arrancó unos cuantos cabellos rosas para introducirlos también en la nota. ¿Sabría así Callum quien era? o quizás la pregunta correcta sería, ¿se acordaría Callum de la alocada vampiresa?

 

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[Dahut Draganoff]

Rabia llegado el momento, la noche anterior no durmió nada, igual ya ni lo hacia pero no pudo tener su mente en un estado de tranquilidad pues miles de preguntas y momentos venían a ella, pensar tanto le era agotador mas ara saber que era algo simple como el conocer oficialmente a una persona, su madre siempre le hablaba de el y decía muchas cosas buenas, eso le hacia pensar que se llevarían muy bien así el no fuera la persona mas habladora del mundo, aunque fuera algo seco aveces y pareciera odiar a todo el mundo.

 

Después de salir, tomo la escoba hizo un pequeño movimiento y acto seguido empezó a volar, no le llevaría mucho llegar pues estaba algo cerca del lugar, pasaron varios minutos no sabia cuantos pero al descender lo hizo en un lugar donde nadie viera que lo hacia, guardo la escoba en uno de sus bolsillos mágicos y comenzó a caminar por las calles, acordándose de no respirar pues no seria agradable y para los demás si atacaba a algún muggle, paso por donde muchas veces lo había hecho, entro al Callejón Diagón camino por las calles hasta llegar al banco de Gringotss, miro a su alrededor para ver que nadie lo siguiera, como precaución vio la cerca verde y se adentro por alli.

 

Si cualquiera que no conociera ese mundo llegara alli no vería todo lo que el veía, así fue como se acerco y toco las iniciales de las letras del letrero "Elviris Pub" vio como se dibujaba una puerta, esto en un principio le sorprendió pero no lo mostró pues ya le habían dicho como hacer para poder ingresar y todo, al entrar vio el lugar sus ojos se abrieron ante la imagen que mostraba pues no solo era un pub si no tambien tenia café y bar incluido, todo en uno. Por fin respiro y el aroma era agradable una mezcla de todo podía invadir sus fosas nasales a placer, recorrió todo el lugar buscando a Orion pero no le vio por alli, luego dejo de hacerlo tras ver a un gran sujeto que lo miraba, bajo la mirada y fue a directo a buscar una mesa para sentarse a esperar.

 

 

 

@Orión Yaxley

Editado 28 de Julio del 2018 por Dahut Draganoff

[Orión Yaxley]

Si tuviera que describir de alguna manera la agenda social del Yaxley utilizaría específicamente la palabra “azarosa”. Debido a su puesto ministerial se juntaba con gente. No mucha, pero si la suficientemente variada como para impedirle formular algún tipo de suposición de su próximo encuentro social. Por eso nunca estaba de mal humor en sí. Tanto que ni el ambiente melancólico de una tarde en Londres lo llegaba a afectar de tal manera.

 

Así entró en Elviris Pub con cierta expectativa. La reunión estaba más preparada para conocer a su nuevo tutoriado para dentro de la Marca. Como no se trataba de alguien que ya conocía el bando tenebroso, no tenía que realizar introducciones salvajes sobre la organización de su tatuaje. Carraspeó intentando llamar la atención de la gente. Se quitó la túnica de viaje que llevaba y la colgó en una de las perchas.

 

Se adentró por el bar y se sentó en el cubículo donde estaba el joven Zen.

 

- ¿Zen verdad? Un gusto, Orión.

 

Se podía notar la diferencia de edad a leguas. El neutral en la flor de su pubertad mientras que el Nigromante estaba en la plenitud de su adultez. Los casi cuarenta le pesaban en los ojos claros. En su cabello cobrizo con puntas azules. En la contextura física, que ya le dolían de vez en cuando las articulaciones. Le sonrió de lado.

 

- Dos cervezas por favor –levantó la mano pidiéndole al mesero.

 

Se acercó a él.

 

- No te preocupes si eres menor, no le diré a nadie –le dijo con complicidad.

 

Le pagó al trabajador cuando trajo las dos jarras.

 

- Imagino que tienes muchas dudas ¿verdad?

[Oniria]

Sísifo:

 

 

Nos aparecimos frente a la entrada de aquel pub del que había escuchado hablar a algún compañero. Ahora frente a la puerta, yo sostenía su brazo y estaba algo mareado tras aterrizar. El contacto físico nuevamente me hizo encogerme.

 

–Claro que puedes llevarme donde quieras. –Respondí con cierta tardanza, dejándome llevar por la impulsividad que me caracterizaba y que tantos buenos y malos momentos me había brindado. La arrastré por el pasillo que conducía a aquel local de tonos oscuros, negros y rojos predominantemente. Aparté la cortina que nos separaba del interior. La decoración tenía relación con el mundo automovilístico, coches, motos, caucho, tubos de escape y colores metalizados. La música, excelente, inundaba la estancia. Solté su mano, no sin antes mirarla algo avergonzado. Realmente no hubiera sido necesario conducirla hasta allí como a una niña pequeña, y podría sentirse ofendida. Era una actitud de lo más paternalista pero yo no me atrevía a pronunciar una disculpa. Lo cierto es que simplemente me gustaba sentir su calor corporal.

 

–Voy a por algo de beber. –Comenté, desviando la atención a la barra. Ni siquiera esperé a escuchar si ella también quería algo. Estaba tan nervioso que corrí hasta al barman y le rogué un whisky solo, atragantándome con las palabras. Me giré sobre mí mismo, apoyando la espalda sobre aquella superficie que parecía darme sostén entre todo aquel vértigo, y contemplé cómo Nasha se dirigía hacia mí. Su piel oscura recibía los brillos de las luces como el agua de un río en la noche refleja las estrellas.

 

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[Dahut Draganoff]

No sabía a qué horas llegaría Orión así que sin más saco una pequeña libreta de su chaqueta, en esta comenzó a escribir algunas cosas, así para pasar el rato en lo que llegaba su acompañante, no supo cuánto tiempo paso antes de que la puerta se abriera, levanto la vista y con suma agilidad dejo sobre la mesa aquella libreta, miro a quien entraba al sitio. Si como había escuchado por ahí se podía ver a simple vista que era un hombre imponente, dejo de mirarle para ver la reacción de los presentes hay.

Sonrió levemente cuando el hombre se acercó a la mesa y le nombro – Si ese soy yo – levanto la mano y eso fue lo que alcanzo a decir antes de escuchar como Orión pedía dos cervezas, no dijo nada pues nada vino a su cabeza en aquel momento, sería su primera cerveza después de que fuera mordido que hacer o cómo reaccionar. – Si tengo muchas dudas – dejo salir más para el que para el otro, mientras veía con incertidumbre la gran jarra puesta frente a él. No pudo evitar soltar una leve carcajada, suave pero al final una risa, pues parecía que sin saber porque lo había leído con mucha facilidad, luego se percató de que el mayo pagaba por aquello.

Después de ver eso se animó además si lo pensaba un poco más terminaría negándose a beber la bebida que a todo el mundo le gustaba, así sin más tomo como pudo con su mano derecha la jarra, la levanto – Salud !!! -- Se animó a decir algo fuerte no por llamar la atención si no porque se dejó llevar por el momento.

@Orión Yaxley

Editado 30 de Julio del 2018 por Dahut Draganoff

[Rory Despard]

Al reaparecer frente a un portón que le recordaba a las cocheras de las familias adineradas por su extensión, Nasha parpadeó un par de veces, adecuándose a la nueva vista que tenía frente a sus ojos, y manteniéndose quieta y erguida en lo que pasaban los efectos generados por la aparición.

A su lado, Sísifo lucía un poco más afectado, aunque no por ello había disminuido la fuerza de su brazo envolviendo el de Nasha, un gesto que la mujer intentaba dilucidar si era de protección o de control. O ambos.

Con curiosidad siguió el recorrido de los largos dedos de él que marcando las iniciales del letrero "Elviris Pub" conseguía que aquel portón les diera pase al interior del local. La precisión de sus movimientos le daba alguna pista sobre cuál podía haber sido la profesión del hombre, pero lo cierto era que todavía todo era sombras alrededor del sujeto.

¿De dónde provenía? ¿Qué lo tenía en Ottery? Mientras él, con una impulsividad inusitada la llevaba por las tenuemente iluminadas estancias del local y sus particulares decoraciones alusivas a coches y motos, Nasha se encontró deseando más que nunca conocer de aquel vampiro y sus secretos. Sonriente lo vio ir en dirección a la barra y pedir una bebida para tomarla de porrazo. De espaldas a esa enorme y algo gastada barra de madera, que era lo único en ese lugar que le generaba algo de familiaridad, la bruja avanzó en su dirección, con la mirada puesta en él, tan especial que, incluso en un sitio repleto de tantas distracciones, permanecía siendo lo más interesante.

- ¿Me ayudas? - preguntó colocándose de espaldas a él e inclinando apenas la cabeza de manera que su esbelto cuello quedara a vista de Sísifo- Ajusta el nudo del vestido por favor.

Sus cabellos, envueltos bajo el turbante colocado en su cabeza, facilitaban la labor. De fondo, la voz de Donna Summer se dejaba oír como un delicado canto de sirena.

Ooh, it's so good, it's so good
It's so good, it's so good
It's so good.

[goi

Relajó lo más posible el cuerpo que involuntariamente había reaccionado al toque gélido de los dedos de Sísifo durante esos segundos. Una parte de ella hubiera querido prolongar ese contacto, pero la dominante quería volver al territorio donde se sentía más segura, dónde se podía mentir con facilidad.

 

El de las palabras.

- Gracias - atinó a decir mientras tomando el vestido lo acomodaba para poder sentarse sobre uno de los altos taburetes- es un local realmente peculiar- continuó, con la vista perdida en el letrero que promocionaba las especialidades de la casa- ¿por qué decidiste traerme a este lugar? ¿tiene algún significado especial para ti?

Con ella funcionaba así. Ciudades, calles, bares, canciones y hasta películas las tenía ligadas a personas o a momentos de su propia vida. Un ejercicio constante que se renovaba y adicionaba al azar los recuerdos.

 

Lo sabía porque en ese preciso instante, el toque de Sísifo y la voz de Donna Summer diciendo lo bien que se sentía todavía le acompañaban y sabía que tardaría en olvidarlo un buen tiempo...

 

@Oniria

[Oniria]

Sísifo:

 

 

Ajusté aquel nudo y sentí que las manos me temblaban. Cerré los ojos para concentrarme en las sensaciones que llegaban a mi cuerpo. Aquel calor tan orgánico, fiero. ¿Se me estaba insinuando o jugaba con mi perplejidad? De Nasha podía esperar cualquier cosa. Eso era precisamente lo que la hacía tan atractiva, y a la vez amenazante. Era est****o: un vampiro asustado por una humana que parecía haberse adueñado completamente de la situación. Donna Summer aderezó el momento con su I Feel Love. No pude evitar sonreír. A veces las canciones eran más sinceras que nosotros mismos.

 

–La verdad es que no había estado nunca aquí... –confesé, desilusionado por no tener ninguna historia interesante que ofrecer–, pero quizá ahora cobre un significado especial para mí.

 

Me había atrevido a sugerir aquello. Estaba resultando obvio, pero empezaba a darme igual. Me hundí en sus ojos. No quería parpadear para no perderme ni un detalle. Si no podía sentirlo todo no quería sentir.

 

–Me alegro de que no huyeras, Nasha.

 

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[Rory Despard]

- Supongo que con tanto tiempo por delante, descubrir lo nuevo debe ser más atractivo que solo volver a lo conocido ¿cierto?

 

La atención que Sísifo mantenía en ella ¿era por causa de su calor? ¿de la sangre caliente corriendo por sus venas? ¿o respondía a algo más profundo? Ella quería descubrirlo, necesitaba hacerlo.

 

Así que en lo que el bartender atendía su pedido de un sencillo whisky con agua, mitad y mitad, Nasha sostuvo esa mirada tan intensa y poderosa que el vampiro le dirigía, a la par que deslizaba la yema de los dedos de su mano libre por la palma de la mano de él dibujando círculos concéntricos cada vez más pequeños.

 

– Huir es reconocer que fuiste derrotado. Y a mí no me gusta perder - admitió mientras aquellos dedos inquietos continuaban su incesante jugueteo - dime entonces ¿de qué manera quieres hacer memorable esta noche?

 

Estaba haciendo una jugada arriesgada. Creía tener el control de la situación, pero el pulso que comenzaba a acelerarse de nuevo ante los ojos de Sísifo que la atravesaban como si fueran afiladas dagas la hacía dudar de cuanto tiempo podía dominarse, tan igual al hormigueo que se extendía como una llamarada a todo su cuerpo, desde el punto donde descaradamente habia decidido tocarle.

 

- Muéstrame hasta donde eres capaz de sentir, Sísifo.

 

@Oniria