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♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)


Ela Karoline
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Aquel encuentro con @ y el pequeño era de lo más divertido y armónico, le devolvía un poco de esa alegría que la Lockhart había perdido en los últimos meses, razón tenia una vieja amiga que siempre le decía que las penas con compañía pasaban más rapido.

 

El chiquillo por su parte se había quedado mudo, pues toda su energía estaba encaminada a desaparecer los ricos manjares que habían sido servidos en la mesa. Su madre en cambio observaba el movimiento del negocio y preguntaba al ver llegar la clientela como podía incorporarse al trabajo allí.

 

--Bueno puedes hacer lo que gustes-- dijo la rubia sonriendo, claro que esa no era respuesta, esta segura, por lo que aclaro --hay mucho por hacer, atender clientes, como el que se acaba de instalar en aquella mesa-- señalo a Sherlock Holmes --Ocuparte de los pedidos en vitrina-- que era donde se despachaban la mayoría de las delicias. --Revisar las atracciones infantiles o si prefieres la parte de chocolatería que es un poco delicada pero majestuosa-- dijo con todo orgullo pues era uno de sus bebes dentro del negocio.

 

Mientras tanto Danny atendía a aquel cliente primerizo por llamarlo de alguna manera, siempre buscando que la primera impresión fuera memorable, pues era la unica manera de garantizar un retorno, tanto por el trato como por el recuerdo de lo probado y generar la expectativa de los demás productos alli ofrecidos

 

--Oh Señor, le haré llegar sus felicitaciones al cheff, estará encantado-- le hizo una pequeña venia y corrió tras la barra hacia la ventanilla que daba a la cocina para informar al jefe de cocinas.

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sin media palabra, el mago sencillamente pidio mas café para llevar, seguido de la cuenta.

 

--Muy rico todo.--

 

El mago acababa de tomarse su chocolate irlandés y sonriendo sencillamente se puso de pie, había tomado una decisión pero aun el camino era largo, por lo cual mirando a su alrededor, vio sentado junto a un grupo de señoritas a la señorita Cye, su cabellera sobresalía por todos lados, y sonriendo, el mago tomo su sombrero y se encamino hacia la mesa de la señorita Cye y haciendo una ligera reverencia saco una rosa hecha con una servilleta hace unos momentos para posteriormente entregarla.

 

--Señorita Cye, disculpe las molestias, pero desde mi mesa no pude evitar notar su presencia y lo mas oportuno se me hizo el venir a saludarla, todo en orden?.--

 

Le decía mientras se quitaba su sombrero y haciendo ligeras reverencias a las compañías de la señorita se quedo de pie, mientras esperaba su pedido y la cuenta... esperaba llevar suficientes galeones consigo mismo...

 

--Me gustaría agendar con usted una cita para hablar de negocios.--

 

@

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En las callejuelas de Diagón el frío era intenso, esa madrugada había nevado mucho, como si desde el cielo, estuvieran los ángeles vacíando la escarcha fría y blanquecina a manos llenas hacia la tierra, para avisar al mundo entero que se daba inicio al mes más importante de todos, Diciembre y por ende la navidad.

El Cacao Café no estaba excento de los preparativos y la celebración, de hecho la propietaria había planeado algo distinto para esta época tan especial. Los bultos de harina y azúcar, el polvillo granuloso que hacia crecer las masas llamado levadura, los huevos, la mantequilla y una raíz llamada gengibre, frutos secos y frasquitos con una mezcla espesa de colores básicos con los que teñir las preparaciones estaban amontonados pulcramente en la gran cocina del negocio, por otro lado habían cuencos con virutas de chocolate, perlas azucaradas y demás aditivo para las decoraciones de lo que seria el mejor Festival de Galletas Navideñas en mucho tiempo.

galleta-navidad12-43482.gif Por supuesto estaban invitados todos aquellos que quisieran participar, el unico requisito era formar un equipo de dos o más personas, los ingredientes los daba el cacao y todo lo que se necesitara, en realidad lo que se buscaba era pasar un buen momento, mostrar la creatividad y rescatar este arte culinario casi olvidado, quizás gracias al festival algunos árboles tendrían colgados galletas con festivos motivos o varias amistades recibirían un generoso paquete de chuches para pasar una velada al calor de un chocolate, quien sabe, todo podía pasar...

Lo cierto es que al entrar la decoración navideña estaba a la vista, un árbol enorme justo en el barandal de la terraza de puro algodón de azúcar, galletas y bombones iluminaba el lugar de cara adentro y llamaba la atención a los transeúntes que elevaban la mirada al segundo piso para verlo con sus luces brillantes, las mesas pára la clientela tenían un lindo arreglo central con velas navideñas con y los manteles eran verdes y rojos, estaban todas colocada de un lado de la terraza, el cercano a los barandales, en el área de césped y en el lago la nieve caía cual rocío y por supuesto, el agua se había congelado, en vez de las pequeñas barcazas, ahora habian trineos y patines para delicia de los pequeñines.

Pero del lado contrario al lago estaban colcadas mesas con todos los utencilios necesarios para que cada equipo pudiera elaborar sus galletas, ya saben, cuencos, batidores, cucharas, balanza, repasadorés, delantal, bandejas, cortadores, y tras las mesas, una pared de ladrillo que mágicamente generaba tantos hornos como como equipos participaban.

Afuera junto al columpio de acceso a la terraza, única forma de entrar al local, a pesar de que a nivel de calle se veía un ventanal que mostraba el área de bomboneria, porque no habian puertas, estaban dos elfos con bufandas navideñas y panfletos que pregonaban la actividad e invitaban a los transeúntes a participar.

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Mientras tanto Cye seguía sentada en una de las mesas para clientes, a la cual se acerco @ obsequiandole una rosa hecha de servilleta, la rubia le dedico una media sonrisa y escucho atenta lo que le decía.

--No se va a quedar para el festival?-- pregunto señalando hacia las mesas que estaban listas para ser ocupadas por los participantes.

--Los negocios pueden esperar, cualquiera hubiera pensado que usted tenia talento para los retos...-- dijo haciendo una cara de desilusión pero el también podía comprender que había un reto implícito. Editado por Cye Lockhart
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Una sonrisa se hizo en el rostro del mago, y sin mediar más palabra el mago se quitó su sombrero y gabardina colocándolos en una mesa vacía dónde con ligero tronar de dedos estás desaparecieron...

 

--Señorita Cye es obvio que si usted y yo hacemos equipó ganaremos este concurso, le parece bien si por esta ocasión nos enfrentamos? Permítame conocer sus técnicas culinarias--

 

Y sin decir más volvió a tronar sus dedos haciendo que su chaleco y camisa se convirtieran como si de una cascada se tratase en una filipina de chef edición personalizada y volviendo a tomar asiento comenzó a escribir una carta la cual haciendo en forma de avioncito está comenzó a volar en dirección a su churrería

 

--En un momento más, vendrán a dejarme los ingredientes secretos, dígame qué apostaremos?--

 

Le decía sonriendo bastante animado con respecto al concurso por lo cual haciendo una reverencia a la compañía que tenía la señorita Cye sencillamente sonrió volviendo su mirada a la dueña del local.

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La respuesta de @ no se hizo esperar, lo vio sonreír y supo que estaba planeando algo, cosa que hizo que la barbilla de la Lockhart se mantuviera firme y elevada, hasta que su sombrero y gabardina desaparecieron y su atuendo cambio al de Sheff, lo siguiente no se lo esperaba por lo que quizás no entendió bien.

 

--Bueno ya tenemos a nuestro primer participante-- dijo sin quitarle la mirada de encima, observando como se dedicaba a escribir algo en un papel, y claro que no supo que era hasta que el mago le comunico que pedía ingredientes secretos a la churrería.

 

--No entiendo, dice enfrentarnos...-- no sabia si se refería a que cada cual liderará un equipo o que ambos trabajaran en el mismo equipo usando cada cual sus técnicas.

 

--No lo sé...-- dijo meditabunda, porque se suponía que como organizadora no debia participar y si era la persona indicada como jurado, dudaba que en todo Londres hubiera alguien más sediento de dulces, galletas y golosinas que ella, clari sin mencionar a sus hijos, pero Eirian era muy pequeño para contar como juez.

 

Mientras tanto a las mansiones de familiares o amigos estaba llegando una lechuza con el panfleto que anunciaba el Festival de Galletas Navideñas y un "ven y diviertete" adjunto con la dirección del establecimiento.

 

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@, @@Darla Potter Black @@Seba Granger @@Nicole Evans Crowley @ @ @

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La navidad no era su época favorita del año, principalmente porque bueno, no le gustaba todo ese ambiente de falsa felicidad, tantas decoraciones, tanto ruido. No es que se considerara a sí misma como una ermitaña, pero lo cierto es que a Taurogirl le gustaban otro tipo de festividades, sin embargo, solo porque Cye la invitó personalmente a que se pasara por su local aceptaría dejar pasar todo aquello con la única esperanza de que no tuviera que cantar ninguna de esas ridículas canciones.

 

Se vistió acorde a la ocasión, nada muy llamativo, nada alusivo a la Navidad, porque para ella era como un día cualquiera, de ahí que considerara que se había vestido para la ocasión. Estuvo varios minutos fuera del local antes de decidirse a entrar, aun lo estaba dudando y no fue hasta que la puerta se abrió -porque un cliente ingresaba- que se decidió a entrar y lo que encontró allí fue... Bueno, todo lo referente a la navidad que tanto deseaba evitar.

 

Brevemente le fueron explicadas las actividades planeadas para ese día y se encontró con otro reto: la cocina. Ella no era conocida por preparar los mejores manjares, a duras penas sabía como hacerse un sandwich. Miró hacia todos lados esperando encontrar una pareja que hiciera todo el trabajo por ella, quién se encargaría únicamente de darle el visto bueno en cuanto al sabor.

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Chef sherlock...

 

Justamente la pieza que faltaba... Esa cabellera azul turquesa la reconocería dónde quiera que fuera... Por lo cual disculpándose con la señorita Cye fue a recibir a la señorita Tauro y haciéndole una pequeña reverencia puso su mejor cara...

 

--Señorita Tauro dichosos los ojos que la ven, en mejor momento no pudo haber llegado, por favor necesito de su ayuda...--

 

Decía mientras la tomaba con cuidado de su brazo entrecuzando con el suyo esperando que no lo tomara como atrevimiento y la acerco a la mesa de Cye dónde se iba a desarrollar la batalla de cocina más épica jamás hecha en la historia de ottery!!!

 

--Señorita Cye, aquí le presento la solución a nuestro dilema de la competencia, yo certifico que la señorita Tauro está más que calificada para hacerla de juez--

 

Le decía mientras se incaba para quedar un poco más a la altura de ella, debido a las lesiones pasadas esa pose de una manera prolongada le comenzaría a mermar, y si ya había comprometido a la señorita Tauro y ni siquiera le había pedido su opinión... Ya se lo compensaría en otra ocasión... Además comería gratis!! Esto es ganar-ganar

 

--Que dice señorita Cye se anima a una competencia de cocina entre usted y yo? Obviamente antes de la competencia de galletas!--

 

En eso una lechuza entro por el local aterrizando en la cabeza de Sherlock dejando caer un paquete no muy grande pero tampoco muy pequeño ya que en el estaban su técnicas culinarias secretas...

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Las fechas navideñas nunca habían sido lo suyo, pero desde que había llegado a su familia adoptiva los Lockhart había intentado cambiar eso, y como muestra ese año decidió llenarse del espíritu y aventurarse en alguna actividad de la época. Para comenzar decidió participar en el evento que haría su madre en su local, no estaba claro lo que era, pero lo había escuchado por parte de algunos elfos, que parecían ayudarla a organizar todo en Cacao café, así que decidió darle una traviesa sorpresa apareciendo por allá, aunque no lo haría solo, necesitaba una compañera para ello, y no dudó en elegir a la persona.

 

-An, envía esta carta, por favor – su pequeña lechuza blanca afirmó con la cabeza para tomar el pergamino que estaba amarrado con una llamativa cuerda roja, y tomar vuelo directo a cumplir la solicitud de su dueño. En particular tenía tiempo que no veía a la hermosa señorita Sol posiblemente desde la festividad de Halloween, por lo cual se decidió a enviarle a ella la corta invitación, Alexander realmente esperaba que no tuviera ningún problema en acompañarle en su aventura navideña.

 

Cuando estuvo todo listo, tomó su gabardina marrón para salir, no había mucho que ver en el espejo y que pudiera solucionar, su descontrolada cabellera larga que combinaba con su forma de vestir sencilla, una camisa, unos jeans y zapatos deportivos eran parte de él, no sabía que haría si le volvía a tocar un evento formal. Se lo tomó con calma para llegar a Cacao café, cuando estuvo arriba buscó con la mirada a su madre, para descubrir que era todo lo que harían y miestras esperaba a su invitada.

 

@@Sol Lestrange Black

Editado por Alexander Fox

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La capa de nieve que cubría el piso era bastante gruesa, en vez de blanca comenzaba a tornarse algo café debido a la gran cantidad de gente que andaba de aquí a allá por todo lo largo de Callejón Diagón. La bruja miro a las personas que pasaban presurosas a su lado, la gran mayoría iba cargada de cajas, bolsas y paquetes de diferentes tamaños, todos se preparaban para recibir con alegría las últimas fechas del año: Navidad y Año Nuevo.

 

Los negocios de aquel emblemático punto de venta no quedaban exentos del espíritu navideño. Muchos de los locales, o más bien, casi todos ya estaban decorados con los motivos de la temporada, vendiendo productos y con ofertas alusivas a la misma.

 

Nicole disfrutaba de aquella época, aunque detestaba la cantidad de gente que parecía aparecer de debajo de las piedras, parecía que todos se ponían de acuerdo para visitar el callejón en ciertos días y horas específicos, lo que le imposibilitaba caminar tranquilamente y disfrutar completamente la experiencia navideña. Si por ella fuera hubiera permanecido encerrada dentro de los terrenos del castillo Evans, pero la invitación que llego al lugar le dio curiosidad así que ahí estaba.

 

Camino con paso lento entre los túmulos de gente hasta localizar el negocio “Cacao Café”, con cuidado de no empujar a un pequeño ingreso al lugar, dentro era más cálido que en el exterior por lo que se quitó la bufanda que cubría su cuello y mentón, dejando al descubierto sus rosadas mejillas. Entre los presentes vio a Tauro, no la conocía muy bien, pero camino hasta donde ella se encontraba.

 

-Hola Tauro ¿Vienes a participar en el festival de galletas?

 

 

@ @

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-- ¿Mi ayuda? Oh no, señor @ no creo ser la indicada para... --pero no pudo decir nada más, porque estaba siendo arrastrada por él a preparar quién sabe qué plato complejo. El pánico se vio reflejado en sus ojos, pero cuando le explicó en qué consistía su ayuda se tranquilizó. --¡Ah! ¿Jurado? ¿Eso implica tener que probar la comida? Si es así pueden contar conmigo, me encanta degustar el paladar con ricos platillos, desde entrada, plato principal hasta el postre --agregó ya más animada.

 

En eso una nueva persona llama su atención y la reconoce de inmediato, se trata de Nicole, la chica que Fengari presentó como su hermana. Tauro le dedica una sonrisa que enseguida se borra cuando sugiera lo de la competencia de galletas y de inmediato niega con la cabeza.

 

-- Oh no, no sé nada sobre cocinar, ¡mucho menos galletas! Me temo que si lo intento voy a terminar quemando la cocina y no creo que Cye quiera eso --dijo buscando apoyo en la mirada de la Lockhart. A lo sumo Tauro podía ayudar a mezclar, pero nada más y si acaso supervisar un poco, nada que requiriera su intervención de manera directa -- ¿Y tú? ¿Qué tal son tus habilidades culinarias?

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