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♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)


Ela Karoline
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La bruja habia estado algo despistada pues no habia visto al mago que acompañaba a Tauro, no lo conocía ni siquiera estaba segura de haberlo visto anteriormente, aún así le dirigió una leve sonrisa acompañada de un simple "Hola". Después de aquello regreso su atención nuevamente a la peliazul que le dirigía una mirada algo consternada, no dudo en expresar el motivo de aquella reacción, al parecer aquello de cocinar no era algo que fuera con ella y Nicole lo entendía, el cocinar en especial cuando se trataba de postres era todo un arte de arduo trabajo, un simple error podría echar a perder todo el trabajo.

 

-No soy una experta ni nada pero creo que podría ser algo divertido así podríamos experimentar y aprender un poco más sobre esta ... disciplina ... pasatiempo.

 

La bruja se acerco hasta una de las mesas que estaban dispuestas por todo el local, vio todo lo que descansaba sobre ella, muchas de las cosas las habia visto pero no estaba segura de saber usarlas, tendría que aprender con forme la marcha, lo más seguro es que terminara haciendo un desastre o una mezcla rara para las galletas pero habia ido con la intención de pasar un buen rato.

 

-Tal vez lo divertido será echar todo a perder, teniendo en cuenta nuestras escasas habilidades ¿no crees?- pregunto a la bruja.

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Con mucha ilusión la rubia vio llegar a más gente al establecimiento, una de ellas era @ con quien había coincidido últimamente en varios sitios, aunque la verdad, nunca pensó que la mujer fuera versada en artes culinarias,

La ceja derecha de Cye se alzó en gesto franco de incredulidad, @ la estaba retando a una competencia culinaria en su propio local, siendo ella la reina del chocolate y los masapanes, o era muy confiado o muy ingenuo, pero eso si, tenia agallas. Antes de que pudiera contestarle una lechuza aterrizo en la humanidad del mago con un paquete que Cye suponía era lo que el había pedido antes.

--Tauro bienvenida, querida-- se levanto de la mesa y abrazo a la bruja --Me alegra que el espíritu de la navidad te haya abrazado y supongo que a nadie le cae mal un poco de dulce-- dijo sonriendo y guiñandole el ojo con referencia a las pretenciones del mago que casi la había arrastrado hacia allá.

En eso nuevamente el columpio dejaba en la terraza a otra persona, era @@Alexander Fox, su hijo, alguien quizás el único de los Lockhart que no se chiflaba por el dulce, pero que era un amor y aunque el lo dudará un apuesto y gallardo caballero-galán. Ella alzó una mano y ls agitó para indicarle donde estaba al mago que la buscaba con la mirada, cuando este camino hacia ellos Cye le saludo con un beso en la mejilla.

--Hola cariño, esto si que es una sorpresa, escuchen todo el es mi hijo Alexander-- dijo a viva voz presentándolo cual madre orgullosa --No se si los conoces, ellos son Sherlock, Tauro y quien viene llegando Nicole-- dijo al tiempo que avistaba a @@Nicole Evans Crowley con quien Tauro se junto de inmediato.

--Señor Holmes creo que nuestra competencia personal tendrá que esperar un poco, pero si lo quiero como uno de los participantes del evento, aunque necesita un compañero o compañera -- acotó, mientras su mente pensaba en más personas que pudieran disfrutar del evento como @Tamarindo, que por cierto horneaba unas magdalenas riquisimas.

En ese momento, una lechuza, mejor dicho otra, hacia su aparición, esta era un poco rara, algo desgarbada al punto que parecía burlesca, sobrevoló el lugar llevando una caja que parecía descompensar el peso del ave y golperar con el paquete a cualquiera de los presentes, dio tumbos hasta que se poso en la mesa donde antes había estado ocupada por la propietaria.

--¿Es de alguno de ustedes?-- pregunto después de oír tantos "ay" "cuidado" "ahh" y ver la expresión de descanso al estar sobre la mesa el paquete, sin que el ave le quitara las garras de encima y de ver la negación en sus caras. --Entonces es para mi-- dijo acercandose, la verdad con la apariencia del ave, temía que la picoteara pero la curiosidad era más fuerte que la prudencia, la elfina que era más denconfiada que su ama corrió y deposito unas cuantas semillas en la mesa contigua y el ave abandono el paquete, Cye entonces se apresuró a abrirlo delante de todos.

La cinta que ataba la caja cayo y de inmediato los cuatro costados de la caja también, dejando al descubierto una hermosa bola de cristal, dentro un paisaje navideño, árboles, nieve cayendo y un trío de duendes lanzándose bolas escarchadas que de cuando en cuando impactaban contra el vidrio.

--¡Que bonito!-- dijo haciendo un ademán para que todos se acercaran a verla, cuando estaban alrededor de la mesa se escucho un sonoro crak y una linea delgadisima en la bola empezo a dibujarse creando una grieta que dejaba salir un cristalino liquido y entonces se partió a la mitad liberando a los duendes que parecían congeladosn bueno no eran reales ¿
no? Solo por un instante.

--Lástima se estropeo, alguien quiere a los duendes, tomelos quizás sen de masapan o sirvan para colgar en el árbol-- se le ocurrió a la bruja, sin saber que tocarlos era devolverlos al mundo quien sabe con que consecuencias.
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En House of Books, recibiendo la invitación


La pelirroja estaba sentada en el sofá del living del departamento sobre House of Books, las ventanas tenían corridas las cortinas y entraba un sol apenas cálido, ya que el invierno estaba más que próximo. Darla levantó la vista del libro que leía cuando un sonido de golpeteo le llamó la atención desde la ventana. Se puso en pie y abrió la misma, encontrándose con una lechuza que le entregó un pequeño y delicado panfleto, marchándose luego de recibir una chuchería lechusil que tenía preparada junto a la ventana para esas ocasiones.

Se sentó mientras observaba lo que decía el panfleto, anunciaba un Festival de Galletas Navideñas, y los invitaba a ir y divertirse. Miró la dirección y el logo del local, reconociendo el negocio de Cye.

—Amor —llamó a su prometido, @@Seba Granger para comentarle sobre la invitación que habían recibido —mira —dijo mientras le iba a buscar a su escritorio —Cye ha organizado un festival para realizar galletas, nos han invitado a participar ¿qué dices? ¿te gustaría? De paso la visitamos, que hace mucho tiempo que no compartimos con ella.

De hecho, que ella recordara, no la veían casi desde antes de la partida de su abuelo. Pasó la mano por sus cabellos, bueno, la habían visto en la Feria Gastronómica Internacional, pero habían tenido poco tiempo, pues se habían encontrado casi al cierre de la misma. Había sido una ocasión muy extraño en donde Tauro había preguntado por su matrimonio y recordado el de Cye y Anthony se había perdido en sus pensamientos, preocupando por demás a la Potter Black, quien sospechaba que los rumores que le habían llegado tras su regreso a la Orden pudieran ser verdad. Se preguntó cuánto de culpa tendría el “abandono” del joven al no estar más pendiente de él, pero también era consciente que cada quien elige su propia vida y toma sus decisiones haciéndose cargo de las consecuencias de ellas.

Sacudió la cabeza y sonrió a Seba que la observaba —perdón, me perdí —reconoció la bruja, que se había volado con sus pensamientos. Editado por Darla Potter Black
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En House of Books

 

A veces me tocaba ser el ordenado de la casa, aunque eso casi siempre lo hacían los elfos tenían dicho que no podían botar nada sino era antes revisado por Darla o por mi, y muchas veces la Potter Black iba guardando muchas cosas y papeles para después y por distintos asuntos ese después no llevaba nunca.
Aquel día al menos a esa hora aun no habíamos quedado en salir a ninguna parte, aunque la noche anterior había quedado la idea de salir a comer algo, pero nada en concreto.
El llamado de Darla había hecho que levantara la cabeza de una pila de tarjetas viejas que lo mas seguro la mayoría acabara en la basura a menos que fuera muy especial, -¿Una mas para este montón?- señale riendo a Darla mientras le mostraba lo que iba a desaparecer de los cajones.
-¿Galletas?- aun recordaba todo lo que habíamos comido en la feria hace algunos días, -¿Para cuando es?- estiré la mano para que me diera la invitación.
-Por mi no hay problemas, así aprovechamos de ver lo que ha crecido el pequeño, creo que solo lo vi una vez hace mucho- era una lastima que el bebe no pudiera creer junto a sus dos padres.

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Aparición de Eirian Niall Tonks Lockhart

 

Feixac siempre estaba junto a Cye, pero Heyda la elfina que había sido por mucho la de la bruja ahora siempre estaba al lado de Eirian Niall, el pequeño hijo del matrimonio, y claro quien mejor que un Lockhart para probar el resultado de las delicias culinarias que salieran de aquel evento.

 

De hecho el seria uno de los jueces, el más pequeño, pues a penas era un enanito de un año, dando tumbos, eso si con un paladar bien desarrollado, carisma y carácter que su madre no podia controlar.

 

La elfina subió a la terraza por los columpios, pues Cye prefería evitar las desapariciones y red flu con el infante, sobre todo porque se pegaba a la energía como abeja a la miel, su don y el dolor de cabeza de su madre, hasta ahora.

 

Los rizos dorados, el bonito traje bombache idéntico al que usaba su padre, acentuaban más el parecido increíble con Ishaya, apenas piso la terraza corrió por entre la gente sin inmutarse siquiera y cuando se dieron cuenta una cabecita rubia y un par de ojos azules aplaudía la ruptura de la bola de nieve con risotadas infantiles

 

--Ma, ende, ende-- celebrando el descubrimiento de los duendes, ladeo la cabeza y pregunto voltenando las dos palmas de sus manos hacia arriba

--Lletas on-ta?-- a el le habian dicho que habrian galletas por montón pero no las veía y las reclamaba.

 

La madre lo tomo en brazos y estampandole un beso en la mejilla dijo orgullosa --Este es mi hijo Eirian y creanme tiene un paladar apto para galletas, así que más vale que se esfuercen o los reprobara como juez--

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1hNVkHO.pngNecesitaba visitar a mi cuñada, sabía que ella me ayudaría en el apuro en que me encontraba. Se me había olvidado por completo las fechas en que estábamos y no había encargado las galletas que necesitaba para la fiesta del Tió. Pero sabía que podría confiar en ella y me nutriría de todos los ingredientes necesarios para la fiesta. Debido a la urgencia, ni me arreglé sino que me puse ropa informal, el usado pantalón vaqueros con los bajos descosidos y las bambas violetas de cordones amarillos. Para arriba, un sencillo suéter beige, con el cuello calentito por la suavidad de la lana. Tampoco necesitaba más para una breve visita al negocio de Cye.

 

Sin embargo, nada más llegar a la tienda, noté que había pasado algo: la decoración navideña gritaba a todos que, a pesar de la guerra, estábamos en fiestas. Enarqué una ceja. Pocos negocios estaban engalanados para celebrar la Navidad con la guerra en ciernes. Sin embargo, Cye Lockhart, siempre tan dispuesta a mantener las tradiciones, quería mantener vivo el espíritu navideño. La sola visión de la decoración me arrancó una sonrisa: Cye era única.

 

-- ¿Qué es esto de un festival de Galletas? Eres única, cuñada -- exclamé en voz alta, al leer una invitación a este evento. Ella siempre tan positiva. Me gustaba estar con ella por eso, para contagiarme de esa energía tan lumínica que yo olvidaba a menudo. Para ser ambas sacerdotisas, ella siempre despertaba es pureza y alegría que a mí se me escapaba.

 

Entré con la alegría de saberme entre amigos. Allá estaba Tauro, Nicole, Sherlock... Vaya que habían acudido compañeros al negocio engalanado de mi cuñadita. Me quité las manoplas que llevaba puestas, unidas con un cordoncito para no perderlas, y me las puse en el cuello

 

-- ¡Hola a todos! ¿Está a Cye? Yo sólo pasaba por galletas, no quiero estorbar en este... ¿festival de galletas?

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-Buenas madre – sonrió suavemente, mientras se encontraba a la espera de su invitada había hallado la mirada azulada de su madre, la saludó con cariño e intentó preguntarle referente a su evento navideño de galletas el cual comenzó a entender cuando se percató de que clases de ingredientes se encontraban en la mesa, pero la dama le gano cuando comenzó a presentarlo, se sintió como un niño pequeño algo avergonzado – a casi todos los conozco madre – le informó con tranquilidad.

 

– Bueno… A @Sherlock Holmes y a la bella señorita @ los conozco un placer volverlos a ver, realmente parece que estamos persiguiéndonos mutuamente – aportó con diversión para ver a la dama que no conocía – Señorita Nicole no le he conocido aun, así que, un placer joven dama, soy Alexander Fox Lockhart – se presentó con una sonrisa para hacerle una corta reverencia educada, la verdad es que pocas veces se presentaba dando su nombre completo. @@Nicole Evans Crowley

 

-Hacer galletas es sencillo, no se preocupen, seguramente les quedaran deliciosas, aunque este evento es para que todos se diviertan, solo importa eso – aportó con tranquilidad el pelirrojo a los presentes. En particular él no era un amante de los dulces, pero las reinas de su familia si lo eran, y claro sus hermanos, fue por lo cual dedicó parte de su tiempo en aumentar sus habilidades en repostería, aunque su mayor fuerte era hacer pasteles, pero disfrutaba crear tartas o galletas.

 

El paquete que llegó llamó su atención cuando fue abierto, se alegró que fuera bonito y negó con la cabeza, ya que él no había comprado ese regalo, pero duró muy poco, no esperó que se rompiera, ¿el ave lo había golpeado cuando viajó? No preguntó mucho más cuando su atención se giró a la llegada de su pequeño hermano.

 

Una sonrisa se creó por completo en él, Eirian estaba con esa energía que tanto lo caracterizaba, su hermano era la luz de la familia, o por lo menos para el pelirrojo era de esa forma, sentía que brillaba con cada sonrisa que daba y hacía muy feliz a su madre, esperaba poder ser un buen hermano mayor para él, aunque llegados a ese punto, todavía no sabía cómo.

 

- ¡Oh! Él va a ser un juez muy severo… - mencionó haciendo una expresión “aterrada” solo para reír divertido y fue cuando una presencia apareció de pronto por el columpio.

 

-Sagitas ha llegado – sonrió divertido, la dama, siempre tenía una gran cantidad de energía al llegar a cualquier sitio – Madre, ¿te parece si cuido a Eirian? Así puedes saludar a todos – le pidió para que pudiera atenderlos, ella necesitaba ese tiempo entre amistades y él todavía debía esperar a su invitada, además era un buen momento entre hermanos, hasta podrían jugar con los duendes que habían llegado en la bola de cristal o eso consideró, pero al girarse estos ya no estaban.

 

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Ante la negativa de la competencia el mago únicamente pudo suspirar bastante decepcionado pero manteniendo la compostura el mago únicamente sonrió y haciéndole una reverencia a la bruja, sencillamente trono los dos dedos y la lechuza que originalmente había dejado el paquete fue la misma que se lo había llevado...

 

--Nos sería una competencia justa señorita Cye, además no soy muy fan de las aglomeraciones mi cerebro no se la pasa bien.--

 

Y el mago no mentía ya que de una manera inconsciente su cerebro trabajaba a mil hora, observando todo, gestos, movimientos, ropas, cualquier detalle que le pudiera ayudar en el futuro, para que? No lo sabía aún, era algo que no podía controlar...

 

--si me disculpan necesito un poco de aire...--

 

Fue así que el mago despidiéndose con el mismo gesto hacia la señorita Nicole recién llegada, un beso en la mejilla a la señorita Tauro y un abrazo a su hermano Alex el recién llegado se giró para hacerle una reverencia a la señorita Cye

 

--El sanitario queda al fondo cierto?--

 

Y sin decir más el mago salió rápidamente hacia el baño algo pálido ya que al momento de entrar cerro con llave la puerta del mismo y se dispuso a echarse agua en la cara para despejar la mente...

 

--Que... Me intentas decir... Que es lo que ví?--

 

Se repetía a si mismo mientras se miraba en el espejo repasando mentalmente la última media hora... Si cerebro actuaba raro como si le quisiera advertir de algo..

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--¿Divertido? Oh, no lo creo --respondió sin seguir convencida, pero en cuanto hizo mención de que quizás podrían echar todo a estropear y que no habría problema se relajó. Tal vez se lo estaba tomando todo muy en serio, cuando en realidad su única preocupación debía ser divertirse. -- Tienes razón, tan solo espero que Cye tenga seguro contra incendios o algo así --le susurró a la bruja en modo de broma.

 

-- Hola Cye, muchas gracias por la bienvenida --la saludó y lo siguiente que escuchó la dejó muy sorprendida. ¿Así que Alexander era su hijo? Tuvo que reprimir una risita, pues parecía que las coincidencias entre ella y el peli-rojo no dejaban de ocurrir. Le dirigió una mirada cómplice y de nuevo se centró en Cye y en el resto de los invitados -- La verdad es que no me podría negar a un buen dulce, supongo que es mi debilidad. Negó con la cabeza cuando preguntó si la lechuza le pertenecía, de hecho ella no tenía ninguna y también se negó a quedarse con alguno de los duendes.

 

-- Sagitas... --susurró en cuanto vio a la bruja. No le sorprendía para nada verla allí, pero al parecer se habían congregado más personas de las que ella hubiese pensado. Cye era muy popular. Lo bueno es que no tendría que verse forzada a hacer un excelente papel como cocinera, porque para eso habían más manos disponibles. Darla y Seba también estaban allí, de repente se sintió en la feria gastronómica una vez más --. Seba, Darla, que bueno verlos aquí.

 

-- ¿Ya te vas tan pronto, Sherlock? --poco a poco se acostumbraba a sus desapariciones imprevistas.

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A paso apresurado por el callejón con un hermoso abrigo verde encima, los tacones sonaban acompasados por las calles adoquinadas del callejón, al llegar al local cacao Cafe entre con prisa y busque con prisa a mi amiga con la que nos reuniríamos allí, sabría que mi madrina estaría toda la noche ocupada con los invitados y ya no conocía a casi nadie en Ottery.

 

Era una noche de frió,pero estaba mas que presta a asistir a una actividad que reuniera galletas y chocolate caliente,mas con mi querida madrina Cye. Estaba de un gran ambiente festivo así que con su querida amiga Lady había decidido que se vestirían de duendes, era una excelente idea y ademas se divertiría. Habíamos escogido un diseño algo sugerente de Disfraz de Duende, pero bueno dos mujeres bellas solteras se podían dar esas libertades .

 

Sonreí pensando en que podríamos pasar un buen rato con mis amigas y sobretodo alegrar a mi madrina,ya que no había llegado mi amiga aproveche para buscar a mi queridisima madrina @, vio a la rubia rodeada de varias personas, por lo que le hizo una seña de lejos para saludarla, le daba pena interrumpir.

 

@@Lady Luxure Grindelwald

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Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

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