Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Emmet Haughton Gaunt]

Sonrió ante los cumplidos que Rada le había dado. Una vez más se había quedado impresionado por la capacidad mágica que conservaba el demonio cuando hizo aparecer aquél juego de asientos y las copas para poder compartir algo de beber.

 

- ¿Cosas de demonios? - arqueó una de sus cejas - Eso lo he escuchado muy seguido pero espero que todo esté bien y hayas podido solucionar algunos de los problemas - le dijo regalándole una sonrisa mientras se sentaba en una de las bancas y pensando que es lo que traería de beber. No quería darle algo que no le gustaría pero por eso pensó en algunas bebidas especiales que tenía en su pequeña reserva en su habitación.

 

Nix, su varita, se materializó en su diestra y, con un pequeño movimiento aparecieron varias botellas. Una de Ron Escocés, otra de Vodka proveniente de la misma Rusia, una botella del mejor vino tinto proveniente de Italia y, la última, de Whisky de Fuego.

 

- Mi querido amigo, elije lo que más te guste y comencemos con esta charla pendiente que nos debemos hace tiempo -

 

Concluyó, tomó la botella de Ron y llenó su copa, la levantó con su diestra y le hizo una seña de salud a Radamantys. Bebió un poco del contenido de alcohol que allí había dejando una pequeña cantidad en el fondo esperando a que su amigo lo siguiera.

 

- No voy a negar que me has tenido preocupado por tu paradero luego de aquella última vez que nos vimos - dijo recordando una de las últimas reuniones del bando al que pertenecía el Haughton - Ni una carta, un mensaje ni ninguna señal a tu amigo para saber si necesitabas algo - no quería hacerle ningún reproche pero realmente el vampiro lo había extrañado y había estado preocupado por él.

 

Bebió lo último que quedaba en su vaso y o volvió a llenar con Ron.

 

- Aquí estoy para escucharte -

 

Finalizó y se quedó esperando a que el demonio respondiera.

 

@Radamantys

[Radamantys]

-Los problemas son tan grandes como uno los haga- respondio el demonio con una sonrisa mientras contemplaba como su viejo amigo aparecia la varita y hacia magia con ella, varias botellas de diferentes tipos se materializaron delante de ellos, Rada las contemplo el suave movimiento del liquido contenido dentro de las botellas de cristal.

 

Los liquidos que se mecian en los distintos recipientes arrojaban a los lados destellos de distintos colores, mas no habia duda que todos eran buenos vinos, no podia ser menos pues el demonio conocia el buen gusto de Emmet, siendo que aquellas bebidas deberian ser buenas, los ojos negros del mago pasaron por cada una de las botellas.

 

-Con este tipo de atenciones haras que extrañe el mundo magico- le comento Rada mientras se acercaba hasta el sitio en el que las botellas esperaban, tomo el liquido de color Blanco y a la vez un vaso de cristal, vertiendo en este una generosa cantidad de aquel vodka, era una de las bebidas preferidas del mago, que lo llevo hasta su nariz y olfateo la pureza del liquido.

 

-Las charlas con los viejos como yo suelen ser aburridas, aunque si le sabes dar un buen enfoque puedes aprender mucho- agrego Radamantys con una sonrisa al tiempo que le guiñaba un ojo al Mortifago, al tiempo que correspondia al gesto de este y elevaba su vaso en direccion de el y bebia un pequeño sorbo de aquella bebida.

 

De inmediato el sabor se extendio por la boca de Rada, calentando la garganta de este mientras pasaba por ella, las palabras de Emmet llegaron claras hasta sus oidos y esta vez no hubo muecas ni asomos de sonrisas, simplemente desvio la mirada y sus negros ojos se perdieron en la nada, veian a la nada y la mente del mago volba muy atras a aquellos recuerdos.

 

-Hubo un tiempo que mi presencia ya no era requeria por estos lares- respondio Rada con un tono de amargura, era cierto habia llegado un punto en que habia sentido que estaba de mas y eso habia quedado demostrado pues ante su partida muy pocos o casi nadie se habian tomado la molestia de detenerse un poco y preguntarse que habia sido de Radamantys Slytherin.

 

Y si lo pensaba con calma, las pocos personas que resintierton su partida, no eran precisamente aquellos que se decian sus intimos amigos y grandes camaradas, ahora lo recordaba con amargura, pensamientos que en su exilio habia logrado sacar de su mente, cuantas veces no habia dado la vida por aquellos magos, cuantas veces no se personificaba y luchaba pese a las adversidades.

 

Esta vez si se dibujo en los labios de Rada una sonrisa, pero estaba falta de Calidez,de emocion o de sentimientos, mas bien era como una mueca, -Necesitaba reencontrame a mi mismo- le respondio Radamantys vaciando el contenido del vaso de un solo trago, -Necesitaba un poco de paz y tiempo para mi, por muchos años dedique mi vida al servicio de nuestros ideales- agrego.

 

-Las cosas cambian- dijo mientras se acercaba a servirse otro vaso de vodka, -Las ideas de los viejos no concuerdan ya con las de la sangre nueva y cuando eso pasa es mejor alejarse como tantos lo han echo- finalizo dando cuenta del segundo vaso igualmente de un sorbo, no se arrepentia, habia disfrutado lo que fue, cada momento, cada maldicion lanzada, cada vida tomada, cada gota de sangre derramada, al final la gente no cambiaba y de eso el demonio estaba seguro, parecia como si su varita entendiera el sentimiento pues unas cuantas chispas salieron de esta acompañadas de una suave vibracion.

[Emmet Haughton Gaunt]

Las últimas palabras del Slytherin quedaron resonando en la cabeza del vampiro. Aquella frase, de que las ideas de los viejo mucha veces no concuerdan con la de los nuevos, le hizo pensar muy seriamente lo que estaba pasando. No iba a detenerse en eso pero seguramente volvería a aquél punto cuando tuviera el momento para sí solo.

 

- Sabes que jamás me aburrirías con tus charlas. También, creo que me conoces lo suficiente como para saber que fuiste una persona que me marcó cuando apenas yo comenzaba este camino hacia dónde estoy ahora. No he avanzado mucho pero lo que he logrado me llena de orgullo ... - Radamantys iba a comprender que el Haughton se refería al ingreso en el bando Mortífago - ... además de tener un trabajo estable para poder mantenerme sin pedirle nada a nadie - finalizó.

 

Bebió lo poco que le quedaba de ron en su vaso y pasó a la botella de vodka. Llenó el recipiente de cristal y volvió sus ojos azules a la figura de aquél hombre.

 

- Fuiste una gran persona y un gran maestro para mí cuando estuve en la Academia, lo seguís siendo obviamente, sólo que no tuve la oportunidad, en su momento, para poder decírtelo cara a cara y estando solos -

 

Aquella bebida blanca ingresó por su boca, humedeciendo sus labios. Pasó su lengua por aquellos para saborear cada gota de la deliciosa bebida que ahora estaba disfrutando. La estaba pasando muy bien con la compañía de aquél hombre.

 

La brisa corría leve en el jardín del Castillo Haughton. Unas nubes grises se posaron sobre el cielo amenazando tormenta aunque aquello no importaba, sólo quería disfrutar el momento con el Slytherin.

 

- Concuerdo contigo en todo lo que has dicho, queridísimo - bebió más vodka pasando el dedo por la orilla del vaso de cristal - El poder darse tiempo para estar con uno mismo y aclarar todos los pensamientos e ideas que están desordenadas, para poder seguir adelante, es más que importante en la vida - había sonado como un psicólogo atendiendo a un paciente en aquél momento pero no podía contenerse en dedicarle aquellas palabras a su amigo; no soportaba ver a las personas que más quería pasando momentos difíciles.

 

- ¿Ahora como seguirás? -

 

Le preguntó directamente.

 

@Radamantys

[Evarela Black Haughton]

- Vaya, vaya, mira a quién tenemos aquí - murmuró la Black.

 

Estaba colocada a la espalda de ambos hombres. Había llegado de casualidad hasta allí, lo cierto era que mientras se dirigía hacia la bodega con el fin de ver si alguien se había atrevido a tocar ni una sola botella de su colección, había oído voces provenientes del jardín trasero. No solía entrometerse en las conversaciones de los familiares y se había dirigido hacia allá con el fin de comprobar quién merodeaba por allí a aquellas horas, pero lo que había encontrado era sin duda una gran sorpresa.

 

Radamantys, antiguo compañero y amigo, con el que había compartido tantas cosas años atrás y del que no conocía paradero, estaba sentando en su jardín, charlando tranquilamente con su hijo. Desde luego que no había podido evitar entrometerse en aquello. Tenía muchas cosas que hablar con el demonio y no pensaba dejar pasar aquella oportunidad. Después de soltar aquella frase, caminó, dando un rodeo por el lado del mago, y se colocó frente a los dos. Le dedicó una pequeña sonrisa a su hijo pero sus ojos verdes no tardaron en clavarse en Radamantys.

 

- ¿Vienes a mi casa y ni si quiera te molestas en preguntar por mi?

 

Aquella noche la ropa que vestía la banshee no era la más idónea para recibir a las visitas, pero aquel hecho no había sido un impedimento para quedarse. Llevaba un vestido negro, corto y de tirantes, que dejaban a la vista la mariposa roja que llevaba tatuada en el pecho. La tela de la prenda era de gasa y se amoldaba a la perfección a sus curvas. Iba descalza pero la temperatura primaveral era lo suficiente calurosa como para no afectarle. El pelo lo llevaba suelto, cubriéndole la espalda por completo.

 

Tras permanecer unos segundos de pie frente al demonio, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. Acto seguido volvió a su lugar y se cruzó de brazos.

 

- Espero que no os moleste que me una a vuestra charla, prefiero beber acompañada. Aunque si preferís seguir solos puedo esperar a que termines con mi hijo, en el caso de que aceptes hablar con una vieja amiga.

[Monica Malfoy Haughton]

Los goznes de la verja se quejaron cuando ella los hizo ceder. Las estatuas situadas a ambos lados de la entrada no se movieron ni un ápice cuando la matriarca de la familia Haughton apareció a apenas unos metros de ellas y mucho menos hicieron el intento de impedir que cruzara la puerta que como siempre protegían cuando se dispuso a hacerlo. Desde luego que era raro ver a Mónica entrar a los terrenos del castillo a través de aquel lugar, pero con lo complicado que era verle el pelo en general, aquello se quedaba en una simple anécdota que podría pasar desapercibida para cualquiera.

 

Se sabía tan bien el camino que debía seguir que sus piernas se movían por inercia mientras su mente se encontraba totalmente sumida en otros pensamientos que nada tenían que ver con caminar, el camino o el lugar al que se dirigía. Era como un robot previamente programado, porque nisiquiera su gesto denotaba que estuviera pensando en nada realmente. Y quizás fue ese el motivo que provocó que cuando llegó a la puerta del edificio no se diera cuenta de todo el tramo de jardines que había recorrido.

 

Cuando entró todo permanecía demasiado silencioso como para ser normal. Frunció el ceño pues en otrora se hubieran escuchado voces provenientes de la alas contiguas a la entrada y no tanto sonoro silencio inundarlo todo. Incluso la luz parecía querer apagarse en cualquier momento, pues las velas de las lamparas de araña colgadas del techo temblaban y amenazaban con morir en cualquier inesperado momento.

 

- ¡El ama Mónica ha regresado! - una voz grave y desdeñosa la avisó de que no estaba sola-. One tendrá que empezar a avisarlos a todos una vez más ¡De nuevo!

 

La bruja no tuvo que levantar la vista gracias al negro suelo que reflejaba la imagen del viejo elfo y se tomó unos segundos para sacar la paciencia que sabía que necesitaría. Negó con la cabeza y entonces dirigió la vista hacia la criatura como si el verde de sus ojos fuera una maldición asesina con ansias de matar. En momentos como aquel se preguntaba porque había salvado tantas veces a aquel ser de la muerte asegurada que Evarela le habría dado.

 

- Veo que recibes tan amablemente a la gente como de costumbre – habló arrastrando las palabras. Hasta ese momento llevaba colgada del brazo la capa negra de viaje, la misma que lanzó sobre el sirviente sin que él hiciera el intento de atraparla. Luego obviamente tuvo que recogerla del suelo-. No avises a nadie, no me apetece dar explicaciones de ningún tipo ni mucho menos reencuentros incómodos – aclaró.

 

Cruzó rápidamente el vestíbulo hasta las escaleras y puso la mano en la barandilla; estaba fría y siempre le había gustado la sensación que daba al tocarla mientras subía. Detalles como aquellos la hacían sentir segura y recordar que allí estaba en su verdadero hogar. En ese momento se dio cuenta de que tenía hambre, así que se giró.

 

- Traeme alg... - pero se quedó callada. No sabía como, pero estaba sola-. Criatura est****a – siseó entre dientes ¿Dónde se suponía que había ido? Se encogió de hombros y continuó su camino hacia su habitación. Allí podría cambiarse y quizás algo más tarde buscaría algo para comer.

[Ernest Dumbledore Prior]

Caroline Foomer....

Fantasma....

 

Por fin llegue al lugar donde se ubicaba el castillo Haughton, estaba frente a una verja que tenia unas estatuas bastante antiguas...

 

Llegue hasta la puerta y mire con asombro como las dos estatuas cobraban vida y bloqueaban la entrada al lugar...

 

-Identifiquese....- dijeron las estatuas....

 

-Caroline Foomer, soy una fantasma, amiga de un familiar y una antigua alumna de Hogwarts de uno de los maestros que ahora da clases en la Universidad y que curiosamente es el padre adoptivo real de mi hijo...- dije y mire como las estatuas se quitaban para darme el paso...puse los ojos en Blanco tal vez esa era una buena medida para los humanos sin embargo no lo seria muy bueno para fantasmas o elfos...

 

Segui flotando por el camino de piedras hasta llegar a ver el castillo, sin embargo me quede por la fuente, no me iba a meter, pues tenia que cuidar dos cosas, una a advertirle al padre adoptivo lo que el Macnair creia y otra evitar que el Macnair se confrontara tan fuerte con su padre...

 

Esperaba que el padre llegara pronto y mucho antes que el Macnair asi que se escondio en la fuente....

 

@....

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

La última excursión que había dado en Stonehedge resulto un poco cansada, sobre todo ya que la clase que se dio en esa ocasión no resulto como debería de ser. El vampiro pelinegro llevaba consigo todo su instrumental de Astronomía, llevaba su telescopio, algunos lentes, e inclusive mapas de constelaciones que realizo en su ultima adversidad.

 

De camino el joven traía muchas cosas en la cabeza, hacía poco se entero que su hijo adoptivo seguía vivo, él no había querido abandonarlo sin embargo las circunstancias hicieron que se separaran, ahora no sabía por donde comenzar a buscarlo. Antes de salir a dar la clase una carta misteriosa llego a la alcoba de su prometido y él. Afortunadamente había logrado interceptar la carta antes de que Emmet viera la carta.

 

No le gustaba ocultar nada a su prometido, pero no sabía como tomaría la noticia. El quería llegar a formar una familia, pero que la familia hubiera empezado antes incluso de conocerlo eso era algo extraño, pero no podía dejar de lado también al que en su momento pensaba sería su protegido para toda la vida.

 

Al llegar a las rejas de la mansión, el vampiro se puso a la defensiva. Era muy extraño pero sentía que algo no estaba bien, era como si estuviera en el mismo de siempre pero las cosas tuvieran un nuevo...ente (??)

 

- Hay alguien por aquí? - Dejo su maleta en el piso para poder portar la varita en ristre, no sabría lo que se encontraría pero no iba a quedarse cruzado de brazos esperando a que le hicieran algo. Podría parecer loco hablando al viento pero no le importaba, mientras todo estuviera bien eso sería lo importante.

 

- Homenum Revelio - Pronuncio para saber si había alguien de quien cuidarse, pero el hechizo no surgió efecto. Al parecer todo era solo cuestión de sus nervios, volvió a tomar la maleta que había dejado en el piso.

 

- Oh vaya, creo que me ando volviendo loco, mejor descansare. No quiero que me vea descompuesto mi novio - Se acerco a la fuente que estaba antes de la entrada, tomando asiento. Saco la carta que había recibido antes de irse y se disponía a romperla en el momento que escucho un ruido cercano a él.

@@Ernest Macnair Wilfred

[Ernest Dumbledore Prior]

Caroline Foomer

Fantasma...

 

Al ver al chico me asuste, sin embargo pude reconocerlo como el maestro de Astronomia y para mala suerte tambien como uno de los involucrados en el drama de la Black Lestrange, eso haria mas problematico el encuentro con el chico, sin embargo algo me reconfortaba...mi compañero Macnair nunca habia tomado esa clase asi que no sabia quien de los Haughton era su padre..

 

Saque la cabeza de adentro de la fuente, y lo mire diciendo...

 

-Hola...¿me recuerdas?- dije esbozando una gran sonrisa mientras salia flotando de la fuente, era algo que me gustaba de ser fantasma, el volar era una sensacion placentera para mi....- Caroline Foomer, creo que me llegaste a conocer en vida...- sacudi la cabeza, no iba a entrar en detalles...- Vine aca por algo importante...Se quien es tu hijo....Vine para advertirte que tu hijo viene para aca, sin embargo con una idea erronea en la cabeza...- dije mientras cruzaba los brazos...- Se quien es tu hijo porque te oi discutiendo con el director dos dias despues de que lo expulsaran de Hogwarts- si estuviera viva, me habria ruborizado, no me gustaba hacer confesiones...

 

-Tiene la idea erronea de que un Haughton, no sabe que tu eres ese Haughton...lo dio de adopcion a la Wilfred y pues viene a segun sus palabras "enfrentar a su padre" ...- dije preocupada, el tono que el Macnair habia usado para esa exclamacion habia sido bastante frio, estaba realmente enojado...

 

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Ernest habia llegado al castillo, los ojos de este penetraban todo cual si fuera rayo laser...Llego a la verja y penetraba las estatuas cual si quisiera destruirlas...

 

Avanzo y las estatuas se movieron para evitar el avance del macnari hacia dentro de la Mansion...

 

-Identifiquese...

 

-IDENTIFICACION MIS POLAINAS- dijo el Macnair sacando la varita...- Confringo- una de las estatuas volo en pedazos y solo hizo que la otra estatua con su espada...le hicera volar la varita por los aires....

 

@

[Radamantys]

Radamantys escucho las palabras de su viejo amigo y una suave sonrisa se marco en sus labios al recordar aquellos viejos tiempos en los que el solia dar clases de duelo en la Academia, ahora parecia solo un chiste ni siquiera sabia si podia ser capaz de mantener un duelo de una manera decente, las cosas habian cambiado mucho desde su partida.

 

Sin poderlo evitar y al mismo tiempo que las nubes se empezaban a expandir pór el lugar, Radamantys sintio como la melancolia se expandia en el, aquellos viejos tiempos en lo que lo unico que hablaba de el era su manera de duelear, cuando se baria desde tiempos antiguos con los mejores magos y con poco o nada de rango habia dejado marca.

 

Grandes magos se habian parado a su lado, blandiendo sus varitas a la par de Radamantys, la magia negra que se habia conjurado en aquellos tiempos habia echo temblar el mundo magico, aquel mundo en el cual los Mortifagos habian dominado claramente, habian cambiado tanto los ideales de aquel bando que Radamantys habia abandonado aquello.

 

Mas no era momento de pensar en esas cosas, habia que seguir y en ese momento debia disfrutar el momento y la amena charla que le estaba dando el buen Emmet, -Recuerdos y no mas que eso amigo mio- respondio Radamantys a las palabras del vampiro mienmtras borraba aquella melancolica sonrisa de sus labios y se centraba en la ultima pregunta.

 

-Realmente no tengo ningun plan- contesto Rada con sinceridad al tiempo que un tercer vaso de vodka volaba hasta su mano, esta vez no lo apresuro simplemente dejo que la bebida rozara sus labios y el sabor se extendiera por su boca, los ojos negro de Radamantys se posaron una vez mas en el mago que tenia a su lado.

 

Parecia que habia crecido bastante, ya no habia rastros de aquel joven mago al cual habia instruido en la Academia, no cabia dudo que el tiempo si habia pasado para el brujo y no porque se notaran cambios fisicos si no su actitud era mas madura, su mirada denotaba la experiencia que habia ido ganando con el tiempo, los labios de Radamantys se movieron para hablar cuando sintio una presencia que hacia mucho no sentia y una suave sonrisa se marco en sus labios.

 

No demoro ni unos segunos en escucharse la voz de la bruja, hacia mucho tiempo que no la escuchaba pero la reconocia sin problemas, segundos despues Evarela Black se encontraba ante ellos, -Black- dijo Radamantys con una sonrisa en los labios mientras sus ojos negros buscaban los de la bruja, aquello era mas de lo que habia esperado al ir a Ottery.

 

-Aun no llegaba a la parte en la que indagaba sobre tu paradero- le respondio Radamantys mientras sus ojos recorrian el cuerpo de la bruja como si de una suave caricia se tratase-He de decir que ese vestido te sienta muy bien- añadio mientras le guiñaba un ojo a la Black, no podia evitar sentir alegria de encontrase ahi en ese momento.

 

Radamantys sintio el beso de su vieja amiga y compañera y se olvido de la melancolia que antes le habia invadido, -Claro que no, asi me cuentas que has echo tu en este tiempo- le respondio Radamantys mientras se ponia de pie, -Y puedes compartir uno de esos buenos vinos que sueles cuidar mas que a tus hijos-añadio riendo al tiempo que se acercaba hasta Eva y le devolvia el beso en la mejilla acompañado de un abrazo.

[Ragnar Bjorn Lodbrok BL]

Aquella chica fantasma sí que había dado un susto al joven, sabía que no había persona... viva en el sitio por el hechizo que realizo pero no contaba con que un espectro estuviera dentro de la fuente esperándolo.

 

-Conocerte, no lo creo - Aquella chica decía que nos conocíamos y era muy claro que me acordaba de ella, pero no sabía exactamente de donde, hasta el momento en el que ella mencionó sobre el castillo de Hogwarts. - Oh claro, tú eras esa chica que seguía mucho a un pelinegro no?? - La verdad es que no recordaba cómo había sido su muerte, pero no creía que fuera respetuoso preguntarle cómo había fallecido.

 

- Mi hijo?? enserio viene para acá?? - La carta que traía en mis manos la oculte de inmediato, tenía algo de emoción pero a la vez me daba algo de preocupación si algún familiar lo viera, no sabría como reaccionarian en especial mi prometido.

 

En ese momento escuche que alguien entraba a la fuerza por la verja, antes de avisar a algún familiar me oculte tras unos arbustos. Últimamente los sangre sucia de los que según ellos se consideraban como los defensores de los magos, habían estado atacando negocios y mansiones con la justificación de que buscaban revelar la verdad...

 

Podría defender a mi familia, pero no sabía si realmente eran esos seres o alguien más, recordaba que la chica fantasma me comentaba que venía de igual forma un joven en busca de la verdad, y en efecto era él. Por lo que lo deje avanzar un poco más, no porque no quisiera que me viera si no porque no sabía cómo hablarle a mi hijo... qué le diría... cómo reaccionaría él...

 

@@Ernest Macnair Wilfred