Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Darla G Dumbledore]

Kimberly notó como el Granger tronaba los dedos, y se preguntó qué le preocuparía al mago, Aidan Vladescu ya estaba muerto y su hijo había decidido ocuparse de las cosas de su padre, dejando de lado todo lo que tuviera que ver con la magia, dejando en paz a la bruja que tenía el espíritu de su madre. Las palabras de Seba se lo confirmaron.

 

--Ella no correrá ningún riesgo, te lo aseguro, el marido de Scarlet, Aidan Vladescu está muerto y el hijo de ambos ha decidido lavar el nombre de la familia y no buscará ni a su madre ni a Darla, no para nada que les haga daño.

 

Además si por alguna razón, algún Vladescu intentaba revelarse contra la Akane, Kimberly no era la única vampiresa que quedaba en pie del ejercito de la bruja y aunque las otras no fueran todas brujas, sí tenían sus poderes vampíricos.

 

--Sé que para ningún hombre es cómodo escucharlo, pero las vampiresas de Akane siempre cuidaran a Darla y a tí y, ¿nunca han pensado tú y Darla que dejes de ser mortal? --hizo una pausa y se disculpó --perdón, sé que es algo íntimo y privado entre ustedes dos, no debí inmiscuírme en ello.

 

Las siguientes palabras de Seba rompieron el momento incomodo al menos y una sonrisa divertida se dibujó en los labios de la Black.

 

--Tranquilo, no hay problema con el tiempo --iba a agregar cuando se es inmortal pero luego del comentario anterior le pareció descolgado --y he sido bien entrenada, no bebo de los hombres de mis amigas --río Kim --con gusto te acompaño con lo que tú desees tomar o comer --agregó con una sonrisa.

 

Miró hacia el lado que él veía y asintió.

 

--Los elfos de aquí sí que son silenciosos --y mientras se volvía hacia Seba alcanzó a ver como una ranita verde oliva con lunares de verde limón daba un salto dese la altura de la cabeza del mago hacia sus espaldas sobre la pared.

 

@@Seba Granger

@@Seba Granger

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[Seba Granger]

El tiempo había transcurrido rápido no me había dado cuenta como ya se había ido mas de la mitad del año y seguía avanzando a paso veloz, hacía muchos meses que no me pasaba por uno de los locales de mi querida y recordada Lyra, pero ya no era lo mismo ir si ella no estaba, el dolor se hacía mas fuerte.

Pero un día me había prometido de no dejar de ir a los lugares que ella tanto quería y por eso mis pies me llevaban a uno de sus negocios, Ranas lunares, mas de alguna vez me había reunido ahí con ella, hasta habíamos quedado que ella me vendería el traje para mi boda, pero eso no se había podido concretar, sin avisarnos nos había dejado.

Observé el lugar desde la acera del frente juntando las fuerzas para darme animo, tras algunos minutos al fin di las zancadas hasta la puerta de entrada, empuje como tantas veces para adentrarme, las mesas y algunos arreglos de flores verdes es lo que primero veía, la vista se me fue hacía donde solía estar ella, pero solo estaba una de sus empleadas de las que se habían encargado de seguir con el legado de la bruja.

Busqué una mesa lejana a la puerta donde pasaría algunos minutos.

[Darla G Dumbledore]

Caminaba despacio por el callejón, había salido muy temprano de su oficina en Gringotts, de hecho no había nada que hacer en esos días. Definitivamente el mundo mágico se estaba volviendo lento, pesado, parecía no avanzar. Era verdad que si prestabas un poco más de atención podías ver el movimiento del tiempo y descubrir que sí había vida en él, pero sí que no era lo mismo que antes. Quizás por ello había preferido salir a caminar y no aparecerse directamente en ningún lado. Se paró frente a una vitrina a ver los productos que había en él, vestidos, nada extraordinario, su reflejo la observó desde uno de los espejos cercanos a la vidriera. Sus cabellos lucían hoy un tono más castaño que rojizo, los rizos no estaban tan marcados. La pollera de jean y las sandalias iban a juego con la remera de hilo tejida.

 

Metió las manos en los bolsillo de la pollera y continuó caminando. Unos metros más delante de ella pudo ver un local que atrajo su atención. No recordaba cuándo había sido la última vez que estuvo allí. Recordó entonces que Seba le había comentado que se había encontrado con Kimberly en ese lugar. La rubia vampiresa había avisado hacía un par de meses que viajaría a Rumania en busca de unos documentos para termina de registrar la compra de uno de los castillos más grandes de la familia de la Akane.

 

Darla se detuvo en la puerta del local y observó hacia adentro con nostalgia, y en ese momento notó una presencia en su interior, estaba en una de las mesas más alejadas pero jamás dejaría de llamar su atención. Entró y no prestó mucha atención a los detalles, si bien un par de ranas saltaron sobre la pared cercana cambiando de junto a una mesa cuadrada hacia otra junto a ellas.

 

--Buenos días caballero ¿le molesta si le hago compañía? --consultó con timidez y ternura la vampiresa mientras sus ojos castaños se clavaban en la figura sexy y masculina que estaba sentada en una de las mesas más alejadas de la entrada --¿le puedo invitar a tomar un té?

 

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

Tras elegir una mesa ocupe la silla que daba la espalda a la puerta de entrada, solo podía notar las personas que pasaban por fuera de la ventana aunque hasta ese lo único que había visto era una rana que saltaba, pero no estaba seguro si había sido por dentro o fuera pues había sucedido muy rápido.

Uno de los elfos que atendían el lugar de inmediato llego con un menú que me tendió, le pedí si me podía dar algunos minutos que yo le llamaba, y este asintió con la cabeza y salió en busca de otra mesa para atender.

Mordí mi labio mientras abría el menú aunque en realidad no era eso lo que veía sino a lo lejos donde alguna vez había visto a Lyra y me había sonreído cuando la visitaba, en eso una voz conocida llegaba por mi espalda.

Me giré un poco cuando la Potter Black pasaba por mi lado, sonreí con timidez y me puse en pie, -Usted jamas me molestaría señorita, te acepto el té, si me aceptas algo de comer- creo que hace rato no probaba bocado, no recordaba haber comido mucho en el desayuno.

-Pensé aun trabajabas cuando salí del banco, por eso no pase- apoyé mi mano derecha en su espalda y besé con timidez la comisura de sus labios, luego retiré un poco la silla a mi lado para ella.

-¿O quieres en la de frente?- pregunte un poco dudoso.

 

@@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

La pelirroja sonrió con la respuesta y un suave suspiro de felicidad escapó de entre sus labios. Claro, ni se había dado cuenta de la hora, cuando salió del banco, había estado revisando la ventanilla exclusiva que le había tocado trabajar a ella y no había tenido muchos movimientos luego del pedido al principio del mes. De hecho ella misma se había atrevido a solicitar un cambio de cheques en dicha ventanilla, pero segura de que no volverían a ocurrir en dicho mes, pero nunca se sabía.

 

--Claro que podemos comer algo, a decir verdad ni me di cuenta de la hora, y sí, estuve trabajando, más bien revisando cosas --beso con suavidad los labios que rozaban la comisura de los suyos, buscando sentir ese sabor tan tierno y juguetón que tenían los de su amado. De verdad su roce podía hacerle sentir mil cosquilleos agradables por toda la piel, como si pequeños ojitos la acariciaran, haciendo vibrar cada uno de sus poros, casi como si la tocaran con la suavidad de una pluma, descubriendo cada uno de las zonas sensibles de su ser.

 

--Me encanta aquí a tu lado, sabes que siempre quiero estar juntos aunque no se nos haya dado mucho en estos días mi amor --murmuró viéndolo a los ojos con amor, mientras tomaba asiento en la silla que estaba junto a la de él.

 

--¿Sabes que extraño mucho tener estos momentos para tí y para mí, los dos solos sin nada más que se interponga? --la vorágine del mundo mágico, los acontecimientos del mundo muggle en que ambos estaban metidos más que otros magos y brujas en Londres, y vaya a saber qué más había conspirado contra que ellos dos pudieran estar juntos y felices como los primeros días en que compartían su hogar.

 

--Te amo mucho mi Vida --murmuró mientras tomaba la mano de él y la besaba suavecito.

 

@@Seba Granger

Editado 26 de Julio del 2019 por Darla Potter Black

[Seba Granger]

-¿Revisando? o sea que estuvo tan aburrido como el mío- señale sonriendo un poco y disfrutando del beso que ella me daba, acaricie su espalda con delicadeza un segundo mas y luego me senté tras ella lo hubiera echo.

Le entregué el menú que el elfo me había dejado hace un rato atrás, -Si han sido días complicados, y sabes que quiero que se vayan, solo depende de los dos- me sonroje un poco con eso, los días alejado de ella no me habían gustado para nada, y esperaba que no se tuvieran que repetir.

-También extraño muchas cosas, pero es cosa de los dos que esos momentos regresen, tal vez la vida conspiraba un poco pero debemos buscar los momentos, o crearlos, como tu prefieras- añadí un poco coqueto pero sonrojado como los primeros días.

-Te amo mas Darla, mucho mas- entrelace mis dedos a los suyos y lleve nuestras manos a mis labios, besé la de ella con ternura, en eso un nuevo elfo aparecía, nos saludo y pregunto que nos ibamos a servir.

Esperé a que pediría Darla, luego pedí un té negro ademas de unas papas fritas y alitas de pollo.

-¿Que tal el día?, tuve la intención de ir por ti un par de veces, pero tu puerta siempre estuvo cerrada así que supuse estabas ocupada- tallé mi mentón que llevaba ya una barba trasnochada como solía usar, unos días atrás había decidido cortarla de nueva, un poco mas y hubieran creído que me había escapado de alguna parte.

 

@@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

--Pues sí, está todo muy calmo, aunque aún tengo el chivatoscopio apuntando no solo a la Universidad sino también a los del Concilio y me avisó que allí está más movido --el día que los nombrados se enterasen que para saber cuando llevaban labor a la ventanilla los había puesto como "enemigos" para que le diera aviso cada vez que ellos se acercaban a sus ventanillas a dejar trabajo.

 

La pelirroja tomó el menú que le tendían y echó una rápida ojeada, lo que tenía ganas de comer no era muy común en Londres, pero estaba segura que podía adaptar algo, no había pan de miga, pero sí de sandwich por lo que podía ver en la lista de los bocadillos. Las palabras de Seba le hicieron levantar la vista del menú, el cual cerró mientras escuchaba atenta y asentía a cada una de las palabras de su prometido.

 

--Se que depende de los dos, yo de mi parte pondré lo mejor de mí --murmuró con timidez la pelirroja y sonrió con la expresión de su novio --lo podemos crear y encontrar ambas cosas --ronroneo al sentir el beso tierno en su mano e iba a responder algo más pero un elfo se acercó en ese momento.

 

--Para mí un par de sándwiches de jamón y queso, con una cucharadita de manteca y un poco de ketchup, tostado de ambos lados por favor y para acompañar un té de jengibre y limón con miel --la bruja devolvió el menú al pequeño elfo tras que Seba hiciera su pedido.

 

--Aburrido en verdad cielo, un día aburrido, el poco trabajo, a decir verdad cerré porque uno de los duendes antiguos insiste en darme clases de cómo se hace cada depósito, porque dice que sigo siendo una de las más jóvenes en el banco, creo que quiere que decir que soy de las nuevas, debería ocuparse de Valkyria, a lo mejor tengo suerte y deja de querer enseñarme y la acosa a ella --río mientras acariciaba los dedos de Seba --¿y el tuyo?

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

Escuche con cuidado lo que decía Darla sobre el duende que la acosaba con las enseñanzas, pero eso solia pasar, también había tenido ese tipo de periodo de adaptación cuando había ingresado pero a mi me había tocado que me intentara enseñar alguien que entraba al mismo tiempo, al final solo uno había quedado.

-No tuve mucho que hacer, así que anduve deambulando por el banco un rato, charlando con otros duendes para ver que hacían o como hacían su trabajo, sobre todo con los duendes que se encargan de los carritos para ir a las bóvedas, me contaban las historias de los clientes y sus bóvedas, las distintas cosas que algunos tenían, uno me llego a decir que había un clientes que metía en la bóveda hasta los dientes de sus mascotas para guardarlos de recuerdo- reí un poco mientras me encogía de hombros.

-¿Que opinas de los nuevos cambios que se nos viene? me gustaría saber finalmente cuanto será nuestro nuevo sueldo, creo que eso aun no lo sabemos, los altos mandos se están tardando con las negociaciones- señale a Darla un poco mas despacio cuando veía que el elfo regresaba con nuestro pedido, apoyo la bandeja en la punta de la mesa para darle a la Potter Black primero los Sandwich, y luego a mi.

-Muchas gracias- dije a este cuando se retiraba no antes sin decir que si necesitábamos algo mas lo llamáramos, asentí con la cabeza y una sonrisa, el hizo una reverencia hasta que desapareció de nuestra vista.

-Provecho mi amor- mordí un par de papas o mas bien las devore sonrojándome un poco, en ese momento me daba cuenta del hambre que venía trayendo.

 

@@Darla Potter Black

[Darla G Dumbledore]

Darla escuchaba con interés lo que Seba le contaba, imaginó que debía ser divertido tener esas charlas, ¿por qué a ella solo le daban charlas educativas? La risa de Seba fue contagiosa y rió con él, apoyando su mano sobre la del mago, imaginando si ellos debían hacer algo similar tendrían que contratar una bóveda exclusiva para ellos. En realidad era más su culpa que de su novio, era la fanática de comprar toda mascota que se le cruzara en el camino. Seguro lo había heredado de su tía Sagitas. Aunque no recordaba que ella hubiera sido tan fan de las criaturas cuando cursaban en Hogwarts.

 

--Siempre me han gustado los cambios amor, me se adaptar a ellos, pero la guerra, esa es otra historia --había empezado a responder a Seba cuando el elfo llegó con su pedido, así que esperó, haciéndole espacio y agradeciéndole, cuando éste se retiró continuó.

 

--Y nuestros sueldos, espero que Mía sepa negociar con ese cuasi vacío, la verdad, si las cosas se ponen políticamente feas la gente no comprará libros, y apenas tomará café, no podemos esperar tan buenos ingresos del local, dependeremos de los ingresos del banco y si no se ponen las pilas, no sé, ahí si no me gustará nada --murmuró, pensando en cómo se ocuparían de sus criaturas si había desabastecimiento.

 

--Gracias mi vida, provecho para tí también --respondió la pelirroja mientras comía uno de los triangulitos del "carlito", hacía tiempo tenía ganas de probar uno, debía enseñarle a Nana como se hacían.

 

--Me preocupa más la política que se viene, eso también afectará no solo nuestros ingresos, si el Ministro equivocado asume podemos sumergirnos en una guerra casi mundial, no quisiera tener que emigrar --murmuró con tono preocupada, siempre tratando de imaginar cómo trasladar a sus criaturas, hasta que recordó la historia de una maleta que le habían contado.

 

@@Seba Granger

[Seba Granger]

-Llámame descolgado, pero me explicas un poco eso de la guerra, esto de alejarme tanto del ministerio me tiene un poco desenchufado de todo, se que los aires andan extraños y tensos, pero no se bien a que va todo, ¿Golpe de estado de nuevo?- mas de alguna vez ya lo habían intentado cuando trabajaba para los aurores, o con la misma revelación que ya no estaba del todo seguro si había servido para algo, al final todo había acabado o se había escondido aun mas por un tiempo.

Apreté la mano de Darla en la mía, -No te preocupes por favor, a las criaturas no les faltara nada, ni a nosotros, tengo ahorros y si es necesario iré por lo que necesiten a otro país, los elfos nos pueden ayudar a traer lo que necesitemos, hasta Eros te aseguro que se encargaría de agrandar la huerta si pasamos por aquellas necesidades- no me importaba vivir con poco al contrario extrañaba eso, un poco la vida de campo.

-Tengo dudas, si los ministros ya no están en sus cargos ¿con quien se supone que negociara Mia?- mordí mi labio por unos segundos ante lo preocupada que notaba a Darla con todo lo que estaba pasando, -Solo espero que si hay una guerra solo sea entre los magos y no metan a los civiles- pensé recordando que los muggles podrían salir lastimados como en las épocas de Voldemort.