Chrookshanks (MM B: 105590)

[Lyra Katara Selwyn]

http://i.imgur.com/8KVuibj.png

El local que estaba todavía en el Callejón Diagon, se encontraba prácticamente vacio, quedando reducido a un local perfectamente cuadrado. Se veían algunas plantas en las esquinas, pero lo que llamaba la atención era que justo enfrente de la puerta de entrada donde antes había sido la entrada al pasillo - que llevaba a las oficinas, piso superior y almacén -, ahora se encontraba una puerta mágica y a su lado un letrero, el cual estaba escrito con excelente caligrafía:

Cita

 

Si deseas llegar a nuestra nueva ubicación, a la puerta con amabilidad debes tratar para que te deje pasar.

 

No era tan fácil dejar entrar a alguien en el nuevo local, sobre todo si la puerta no consideraba el pedido sincero, motivo por el cual algunos clientes terminaban por ise. O por escribirle a la dueña para que los esperara en el local y ella los llevara al nuevo lugar, no pudiendo llegar al sitio de ninguna otra forma.

El verdadero local del negocio se encontraba en una isla desconocida por los muggles. Se llegaba a una cabaña de ladrillo que era el edificio principal. Al salir por la puerta mágica, esta se cierra de inmediato, dejando ver el mostrador enfrente de ella.

Tenía un par de sillas enfrente y una atras del mismo, esta última para el empleado que estuviera recibiendo a los visitantes. Del lado derecho, se encontraba la cafetería, no se permitía llevar su propia comida ni comer fuera de la misma. Se entra a las cocinas llegando al final de la cafetería. La cocina cuenta con una salida de emergencia en la parte de atras y la de la cafetería esta en medio de la pared del lado derecho. Esta tenía grandes vitrales que dejaban ver el paisaje mientras se disfrutaba del bocadillo o una plática.

Del lado izquierdo del mostrador, pasando por un pasillo se encontraba la tienda, la cual también tenía grandes ventanales dejando ver la mercancía. Esta consistía en accesorios y juguetes para animales, herramientas para jardinería y materiales para hacer pociones, desde calderos hasta ingredientes. Estos artículos se encontraban en diferentes estanterías o bajo llave en grandes mostradores de vidrio que estaban a lo largo de las paredes. En los estantes también había libros que trataban sobre estos tres temas exclusivamente: herbología, criaturas mágicas y pociones.

Saliendo de la cabaña se encuentra una pequeña estación de tren, como las que se encuentran a veces en los centros comerciales muggles. El tren la mayor parte del tiempo esta esperando pasajeros para hacer el recorrido y es manejado por alguno de los elfos o empleado del negocio.

El recorrido puede hacerse también a pie, siguiendo los diferentes caminos de piedra. No hay riesgo de perderse ya que hay señalamientos bastante seguidos.

El sitio esta rodeado de árboles y otras plantas, se encuentran varias bancas en el camino por si desean platicar o simplemente contemplar el paisaje. Se pueden ver en el lugar algunos animales muggles libres, ardillas, gatos, algún lobo, nada que un mago no pueda controlar.

Empezaremos la descripción del camino por el lado contrario al que van las manecillas del reloj, imaginen que el negocio esta en un enorme círculo, en el cual se encontrarán diferentes estructuras.

Del lado derecho se encuentra el invernadero, ahi podrán encontrar diferentes plantas, las cuales puedes comprar, simplemente admirar o inclusive recibir tips de como cultivarlas. Su estructura es muy similar a los invernaderos de Hogwarts. Tampoco contiene plantas peligrosas, estas se manejan por encargo. En esta sección se manejan ejemplares muggles.

La siguiente estructura que se verá después del invernadero es la tienda de animales muggles, incluyendo la que los muggles considerarían peligrosas pero no lo son para los magos.

Esta tienda es un gran cobertizo donde se encuentran las criaturas viviendo separadas por paredes creadas con hechizos especiales, para que parezcan invisibles. No se pueden pasar a ningún otro lado y en cada zona hay se encuentra el habitat correspondiente a la criatura. En este cobertizo se encuentran principalmente osos de cualquier raza, panteras, tigres y otros felinos. A veces llega a haber alguna criatura rara como jirafas o elefantes, y si no se tienen, se pueden solicitar.

Es importante mencionar que hay un rio artificial que pasa a lo largo de todo el cobertizo para que los animales puedan beber sin problema. Los lobos, ardillas, monos entre otros que son más dóciles, se encuentran fuera del cobertizo, viviendo libremente en los terrenos de la granja.Solo se dejan atrapar por la dueña, empleadoso los elfos del local para ser entregados a sus nuevos dueños.

Al final del lado derecho, se encontraban algunas atracciones extras para divertirse, como un minigolf y una gran domo el cual cuenta una pista redonda en el centro del mismo, esta cuenta con carritos locos para diversión de los niños y los padres. La gran variedad es que estos carros pueden volar a una distancia de un metro. La pista esta protegida con paredes de ladrillo a su alrededor para que los carros no salgan volando y los coches no se abren durante el vuelo para evitar accidentes. Si por alguna razón el coche se acerca a una de las paredes, frenará a unos cincuenta centimetros de ella para evitar que se estrellen.

Estas dos son las únicas actividades que hay. Siempre hay un guardia dispuesto a ayudar a los visitantes. Hay que aclarar que no hay peligro que un muggle descubra el sitio. Cuando este a pocos metros de llegar al lugar, recordará que tiene algo mejor que hacer y se irá. De todas formas, ese sitio esta en uno de los sitios más alejados de cualquier zona urbana de Inglaterra.

En el centro del círculo imaginario y al lado de estas atracciones extras, se ven unos letreros para indicar el camino. En el lado izquierdo del círculo imaginario se encontraran las cabañas correspondientes para la dueña y los empleados. Esta área no tiene acceso al público.


Los magos que no pertenezcan a ninguna de las familias de la dueña solo pueden desaparecer por la puerta mágica que esta en el edificio central.

La cabaña de Katara y Lionel
Es la única de cuatro pisos en el área de empleados.
Cuenta con el sótano donde viven los elfos personales de la dueña. También se encuentra en el mismo el área de lavabo.

En la planta baja, se encuentran la sala, el comedor, la cocina y al final se encuentra el estudio de Katara y al lado su cuarto, con una puerta corrediza además de la venta, desde las cuales se puede ver el bosque donde viven sus criaturas. Le gusta tener su cuarto en la planta baja, porque asi puede salir al patio trasero desde la ventana convertida en minina.

En el estudio o en el jardín trasero de la cabaña es donde suele recibir la Ivashkov Triviani a sus visitantes. En este jardín trasero viven también varios de las mascotas de la dueña, que no tienen forma de salir del mismo gracias a diferentes hechizos protectores. De esa forma no invaden otras áreas del negocio.

En el primer piso estan un cuarto para invitados y la biblioteca. Hay un cuarto de juego para las mascotas que suelen estar dentro de la casa.

El segundo piso lo ocupa Lionel y solo el sabe como esta distribuido.

Hay que recordar que no es raro que algunos dueños vivan en sus negocios, sobre todo si el local es bastante grande.

Empleados del Local
*Cindy Heidelberger.
Demonio de ojos verdes, rubia y piel blanca. Alta y complexión delgada. Su cabello es largo y laico.
Es la encargada de recibir a los clientes en la cabaña principal y atender la tienda, además de ser la administradora general del negocio. Es la empleada de confianza de Katara.

* Daryl Nuttley
Chef encargado de la cafetería.
Moreno, ojos cafés, complexión fuerte, cabello corto castaño y ondulado.

* Jimmy Grubb
Encargado de la tienda de animales.
Piel Blanca , ojos verdes, complexión delgada, cabello largo negro y ondulado.

* Khelina Rabnott
Encargada del invernadero
Piel color beige, muy común. A veces, quemaduras leves, poco a poco se broncea. Tiene cabello largo casi siempre lleva una tranza. Cabello negro y ojos azules.

* Los elfos Venkman, Twitchy y Siyana dan ayuda general, además de encargarse del minigol, la pista de carritos locos y el tren para facilitar el traslado a los visitantes si no quieren caminar mucho.

Editado 17 de Diciembre del 2016 por Lyra Katara Selwyn

[Cillian Haughton]

Billy

 

Billy se había acostumbrado poco a poco a su nueva vida. Nunca había pensado que tener una madre de verdad fuera de aquella manera, sus ideas sobre la familia eran otras y estaban completamente equivocadas; pero por suerte había encontrado a Cindy y ahora era feliz, más que eso. Aquella mañana su habitación había quedado lista sorprendente-mente rápido y el hambre lo había atacado, así que lentamente y con una sonrisa en el rostro se acercó hasta la habitación de su madre.

 

— Cin... Mamá, ¿a qué hora tomaremos el desayuno? —Billy no se había acostumbrado del todo a aquel lugar y aunque sabía que no corría peligro alguno, temía de algunas plantas y criaturas del lugar.

 

Entró al cuarto esperando que no le molestara a Cindy, su madre. Aun no se acostumbraba del todo a llamarla mamá. Sus pasos eran tímidos y aunque ya no era un niño, en aquel momento parecía haber retrocedido un par de años. Y era algo comprensible, el pequeño Billy debía recuperar ciertas etapas que todo niño debo gozar. Se acercó hasta la bruja y le extendió los brazos para que la misma lo abrazara, quería un poco de cariño.

 

— Te quiero —le susurró en un tono chillón.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy

Estaban en el departamento localizado en el último piso del local, Katara se lo había dejado para que asi ahorrara en renta y pudiera comprarle más cosas a Billy, eso lo agradecía, porque el lugar era bastante amplio. Se encontraba ya vestida cuando su hijo entro a su cuarto. Estaba vestida con un pants gris oscuro y una sudadera del mismo color. Debajo de la misma llevaba una playera de mangas cortas color beige, pero nunca la verían. Sentía bastante frío, aunque al levantarse del sillón en que estaba pensativa se le empezó a pasar.

 

-El desayuno estará en cuanto quieras. Siyana y Twitchy de seguro ya hicieron el desayuno mientras Venkman les da de comer a los animales.- Contestó. Su hijo se veía feliz y eso le gustaba.

 

Se sorprendió mucho cuando vio el gesto de Billy de pedir un abrazo y se lo dió, no sabía si se emocionó más por el abrazo o por sus palabras, abrazandolo aun más

 

-También te quiero, hijo.- Contestó en un susurro.

 

No supo cuanto tiempo duro ese abrazo, no tenía importancia, solo el recibirlo. Le dio la mano y lo acompaño a la cocina. No se escuchaba que llegará ningún cliente todavía gracias a la campana de la entrada y si llegaban, Venkman podría atenderlos un momento.

 

-Veammos que nos prepararon de desayunar. ¡Buenos días!- Siempre saludaba muy cortesmente a los elfos, excepto cuando hacían un desastre.

[Cillian Haughton]

Billy

El abrazo había terminado y al parecer el desayuno estaba listo o algo así. Los elfos estaban encargados de todo así que para el pequeño Billy aquello era como seguir de vacaciones; Cindy no tendría que preocuparse por limpiar o estar todo el día al pendiente de la tienda, podría compartir demasiado tiempo con él y sólo cuando fuera absolutamente necesario tendría que trabajar, o por lo menos esos eran los pensamientos del joven mago.

 

Lo que no tenía en cuenta era que cada vez faltaba menos para que comenzará su curso en Hogwarts, el cual sería un tanto difícil ya que había perdido dos años ya. Entraron a la cocina y un delicioso aroma invadió los sentidos de Billy, no sabía con exactitud que habían preparado pero seguro que era algo tan delicioso que seguro repetiría una o dos veces. Se separó un poco de su madre y corrió hasta la mesa.

 

— ¡Venga, a desayunar! —Soltó con una gran sonrisa y señaló una silla justo a su lado.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, empleada.

En la cocina todo olia delicioso, menos mal que el aroma no llegaba al piso donde estaban los animales del local. Le gustaba ver como Billy le señala una silla y se disponía a comer, ¿cuántas veces se habría quedado sin probar alimento ?

 

Se sento junto a el, mientras Twitchy y Siyana los saludaban con reverencias y llevaban todo a la mesa del comedor. Huevos con tocino, hot cakes o emparedados, lo que quisieran comer, así como grandes jarras de jugo de naranja, mandarina o zanahoria, inclusive algunos refrescos y fruta en rebanadas.

 

-Voy, Billy. Gracias por el desayuno.- Dijo sonriendo a las elfinas.-¿Qué se te antoja comer? Si no hay nada que te guste pueden preparar algo más, pero creo que han hecho comida como si estuvieramos en Hogwarts.

 

Bromeo, mirando a su hijo y a las elfinas con preocupación, con eso podría alcanzar hasta para la cena, pero no le preocupa, siempre había alguien a quien se le pudiera regalar un poco. Ella tomo un vaso de jugo de mandarina y un emparedado de jamón con queso, el mismo le encantaba.

 

-¿Qué tal te fue en Hogwarts?- Le preguntó a su hijo.-Espepro que nadie te haya molestado. Sabes que los Selwyn o Ryddleturn son muy poderosos y quizás podrían darle un susto a quién se atreva a tratarte mal.

 

Quería ver la reacción de su hijo, seguramente el protestaría si alguien lo ayudará. El sabía cuidarse solo.

[Ela Karoline]

Un par de días atrás su elfina le había comentado sobre un nuevo lugar en el Callejón, donde supuestamente podría encontrar una mascota, Cye había dejado el asunto en el olvido pero ahora que se paseaba por Diagón se encontró con un letrero que rezaba “ Crookshanks”, ese seguramente era el lugar del que Feixac había hablado.

 

No le llevo mucho pensárselo, quería una mascota nueva, una que pudiera tener en su hogar y trasladar con facilidad y no iba a desistir de eso, entraría a ver con que se encontraba.

Apenas traspaso la entrada sus orbes se enfocaron en el más notorio de los muebles, un mostrador que dominaba gran parte del espacio, no veía a nadie por ahora, pero pudo escuchar un par de ladridos, obviamente habían mascotas, aunque quien sabe si lo que buscaba.

 

--Hola, Hola ¿alguien que pueda atenderme?-- Cye era dulce pero un poco impaciente cuando se trataba de compras y más de una que había estado retrasando de forma inconsciente. Llego hasta el mostrador en busca de alguna campañilla pero no la hayo, entonces volvió a llamar, mientras esperaba se giró sobre sus talones para observar el resto del espacio.

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, empleada

El elfo Venkman escucho a la señorita que entró. Había estado dandole de comer a las criaturas y cuidando a las plantas también y podía decir que alguna plantas eran tan peligrosas como algunas de las mascotas que ahi tenían, pero le gustaba.

 

-En seguida le atiende la empleada, señorita. Ahorita le aviso.- Dijo el elfo haciendo una reverencia.

 

La rubia de piel blanca, de cabello largo y ojos verdes, Estaba vestida con un pants gris oscuro y una sudadera del mismo color, acababa de desayunar con Billy, escuchandolo atentamente. Le gustaba lo que le platicaba, en ese momento apareció el elfo.

 

-Señorita Cindy, una cliente la busca.- Dijo, desapareciendo de inmediato.

 

-¿Alguna vez esperaran a que les de las gracias?- Las elfinas movieron la cabeza negativamente como respuesta y siguieron recogiendo. Cindy suspiro.-Debo ir a atender. Cuando termines, alcanzame si quieres.

 

La empleada se levanto a cepillarse los dientes y arreglarse un poco más.No tardo mucho en bajar donde esperaba la cliente.

 

-Bienvenida, señorita. Mi nombre es Cindy y seré quien le ayude, ¿que necesitaba?- Preguntó.

[Ela Karoline]

Las orbes de Cye contemplaban los diversos objetos colgados del techo, que hacían gala de un variado inventario para las mascotas, algunos le daban la idea de que animales podría encontrar, otros simplemente se le antojaban para sus consentidos, mismos que ya eran parte del Castillo Lockhart o de alguno de sus negocios.

 

Negocios, Negocios, un suspiro escapo de su pecho, con las nuevas reglamentaciones tendría que fusionar algunos o peor aún cerrarlos y es que todos eran sus bebes, ¿Cómo podría? Estaba metida en aquel pensamiento cuando la voz de un elfo la trajo de nuevo a Crookshanks, lo busco con la mirada y se limito a asentir.

 

Pasaron un par de minutos antes de que la empleada de rubia cabellera apareciera dándole la bienvenida y señalando su nombre.

 

--Hola Cindy--saludo sonriendo --Veras quiero una mascota -- está vez su expresión era más seria, pues se trataba de un ser vivo al que en adelante tendría bajo su cuidado.--Quiero peces mágicos, nada grande y feo -- esta vez su expresión se relajo al punto de parecer una soñadora--Noooo, quiero criaturas hermosas que me deleiten al verlas y que me produzcan paz con sus movimientos y colores--

Lo que la empleada no sabía es que recientemente había perdido a su minino adorado, y necesitaba una fuente a donde canalizar ese afecto, pero por supuesto no podía ser de la misma especie porque su corazón ante la sola idea grita traición debía ser alguien que no dependiera enteramente de ella, que pudiera trasladar con facilidad, que mitigara un poquito esa intranquilidad que se comía día a día su alma.

 

[Lyra Katara Selwyn]

Cindy, empleada.

Escuchó extrañada la solicitud de la visitante. Era raro que entre todas las criaturas, eligiera los peces, no habían contado con eso en el negocio, pero sabía bien donde podían conseguirlos, pero después se tranqulizó al escucharla.

 

-No tenemos en este momento peces, señorita. Diría que uno de los gatos o peces se los comió, pero no son muy solicitados. Si aún los desea, puedo pedirselos pero tardarían al menos una semana en llegar.- Explicó.- Sin embargo, tenemos una gran variedad de criaturas, aunque de momento solo contamos con criaturas mágicas y de clasificación X, las demás requieren otros trámites y comprobar que el cliente pueda manejarlos.

 

Se puso a mirar el lugar con atención, de todas formas aunque fueran criaturas muggles había unas preciosas por lo que la invito a seguirla para que las admirara.

 

-Le puedo recomendar estos hermosos mricopuffs, ¿no le parece encantador? Sus colores son llamativos, pueden viajar sobre su hombro y son abrazables. Si quiere algo más grande, puedo recomendar desde un perro, un lobo o un oso, entre otros. Hay varios cachorros por lo que podrá verlos crecer.- Comentó, mientras empezaba a caminar donde estaban las criaturas, llevando al micropuff que había sacado de la jaula en su hombro.- Sigame por favor, se los ire mostrando.

 

Se acercaron a la zona de las criaturas y le fue enseñando los animales anteriores, perros y osos de diferentes razas era lo que se pedía comúnmente.

 

-¿Qué le parecería un hermoso mono carablanca? Son los más tiernos y traviesos, seguro la animaría con suss travesuras.- Abrió la jaula de los monos y dejo que un monito saltara hacia ella, segura de poderlo atrapar.- Usted decide. No son animales muy coloridos, pero si muy alegres que le darán mucho cariño.

[Ela Karoline]

No habían peces mágicos, ni de lindos colores ni de ningún tipo, una vez había visto una bailarina tornasolada, que hacia burbujas de colores en el agua, y que respondía si o no a las preguntas de su dueño, algo así se había imaginado. Así que no pudo disimular la cara de decepción ante la respuesta de la empleada, a pesar de que había dejado una pequeña ventana, el pedido tardaría una semana.

 

–-Yo, es que…-- guardo silencio ante la sugerencia de otra mascota y siguió a la empleada, nada perdía con observar. Lo primero que le mostro fueron los micropuffs, criaturas amigables y pequeñitas, pero no hablaban, si siquiera sabía si tenían ojos que pudieran mirarla. Siguieron caminando y Cye negaba con la cabeza cada vez que veía a una criatura. Cuando llegaron a los monos definitivamente dijo no.

 

--Nooo, Merlín me libre ya tengo uno bebe en el Castillo, es de mi nieta Roxanne y se la pasa guindado con mi gat…-- las palabras murieron en sus labios, su gato hermoso y adorado ya no estaba, su partida era la causa de aquella búsqueda, fue entonces que comprendió que ningún animal le sustituiría, por muy bonito, cariñoso e inteligente que fuera. Un nudo se hizo en su garganta y las lágrimas descendieron por ambas mejillas.

 

Se giró un poco para ocultar su rostro de la vendedora, necesitaba uno o dos segundo para controlar sus emociones, con el dorso de la mano, cual infante, limpio las lagrimas, tomo aire y volvio a darle la cara.

 

--Lo siento, hace poco perdí a mi gato, no quiero nada que dependa de mi como él, por eso buscaba unos peces, a ellos por más que quiera no les puedo sacar del agua para que duerman conmigo, o para abrazarlos… no quiero tener tal dependencia nuevamente. Más bien hábleme de esos micropuffs, ¿que comen? ¿Cómo viven? ¿Qué hacen y que cuidados hay que tenerles?--