El Parque de las Lamentaciones y Circ dels Joglars (MM B: 102350)

[Lisette Ryddleturn]

La brisa de la mañana soplaba por sobre la copa de los árboles y le traía un aroma delicioso y fresco que se colaba por todas partes y provocó que la rubia cerrase los ojos, disfrutando del momento

Olía a lluvia, olía a ibertad, olía a vuelo, olía a comida del mediodía que se cocina lentamente...

En resumen: olía a hogar

Y es que en verdad solo cerrando los ojos y dejándose llevar por el ambiente del parque podía rememorar su amada Westown con lo magos y brujas vecinos que saludaban todas las mañanas al despertar, las visitas a los poblados a los lados cuyos habitantes igual recibían a todos los que llegaban con una cálida sonrisa, el sonido de las pisadas de las personas al entrar a su propio negocio...

En verdad que aquel parque solo le estba trayendo recuerdos buenos y eso lo agradecía de corazón

Se abrazó un poco ella misma y continuó su camino por el sendero de tierra apisonada que veía delante

No se metía entre los árboles y ella no se atrevía a salirse del camino, que bien sabía lo que les pasaba a las personas que se perdían y luego en un sitio con una extensión de tierra tan grande, seguramente iba a ser difícil que alguien la pudiese encontrar a la larga

Y recordaba las historias de unos exploradores donde a uno se lo comieron unas hormigas terribles porque se quedó dormido bajo un árbol

Se detuvo unos momentos con preocupación

Acaso habría la posibilidad de que algo o alguien pudiese devorarla si de repente el daba por tomarse algun tipo de siesta debajo de alguno de esos hermosos y frondosos árboles que invitaban a una deliciosa siesta?

[Hayame Snape Potter Black]

La planta carnivora continuaba empujando suavemente la espalda de Sagitas, como si estuviera intentando animarla o disculparse realmente por lo sucedido por los gimoteos que iba dejando salir de vez en vez, cuando algo llamó su atención

El enorme bulbo que formaba parte de su cabeza se alzó más y más cuan alta era esa tentácula y movió la punta de lo que era su cabeza

Era como si estuviese olfateando el aire

Sniff, Sniff

Hacía esos sonidos y agitaba un poco dos de las hojas más grandes que salían de su tronco o tallo, en un reflejo del estado de su animo y las enredaderas que usaba como parte de otros brazos aún más largos los comenzó a ondular; era evidente que estaba empezando a sentirse ansiosa pero Hayame no se dió cuenta por el momento de aquello, demasiado entretenida contándole a la señora Weasley acerca de los días de gloria del Circo

Pero la plantita seguía removiéndose e incluso hubo un momento en que pareció que soltaba un ladrido ansioso

El resto de pequeñas plantas carnívoras que se veían diminutas al lado del gigantesco ser que era la tentácula empezaron a emitir pequeños chillidos igual que la más grande, moviéndose sobre la tierra y haciendo chasquear sus trampas para bichos como si fueran dientes

Había algo en el aire, en el ambiente, que las ponía bastante nerviosas

[Lisette Ryddleturn]

Lisette Snape era una chica práctica y alegre que en verdad amaba de las plantas y de la naturaleza

Y por eso pensó que la idea de visitar aquel parque definitivamente había sido la mejor de todas porque estaba disfrutando de la caminata de una manera muy grata, con la luz del sol suavemente cayendo por sobre su cabeza; se colocó un brazo y la mano para hacer visor y observar el cielo azul celeste sobre ella, que irradiaba lo que a sus ojos era una perfecta primavera

Quizás los árboles de los bosquecillos que rodeaban el parque hacían que el tono de colores cambiase a unos más oscuros y frescos pero no le daba ningún miedo al respecto

De hecho, solo le parecía que era invitador a descansar de todas las maneras posibles

Sonrió y suspiró profundo

-En verdad... esta naturaleza es hermosa

Dijo con un tono de voz musical

-Porqué Hayame no me trajo antes a venir a este lugar?

Se preguntó al aire y entonces decidió que no había suficiente evidencia como para pensar que podía haber hormigas gigantes asesinas por los alrededores y que tomarse una siesta sobre el césped y bajo un árbol cada vez era mucho más tentador

Se acercó a uno de los más grandes que veía ahí y se empezó a rebuscar en el bolsillo la varita, cuando un aullido la hizo saltar

Era un grito o un aullido no estaba segura

Lo único que sabía es que aquello en verdad había sonado aterrador y como reacción había corrido a abrazarse al tronco del árbol que había visto para descansar y comenzó a voltear en todas direcciones con los ojos muy abiertos, como si estuiese a punto de ver algún tipo de monstruo gigante que apareceria sobre las copas de los árboles en el bosque más cercano

-Qué fue eso??

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame dió un enorme salto al escuchar aquel grito y sus ojos se abrieron como platos

Y no solamente ella se había espantado, el resto de sus plantas que ya de por sí estaban bastante inquietas ahora chillaban y se removían con nerviosismo y tensión, como si en cualquier momento fueran a arrancarse de la tierra para irse a un sitio donde se sintieran más a salvo o lo más lejos de aquellas voces

Cosa rara ya que Hayame tenía consciencia de que la tentácula y muchas de las plantas del lugar en realidad eran todavía más peligrosas que cualquier otra cosa que merodeara pero...

-Sagitas...

Llamó la pelirroja frunciendo el ceño

-Te has dejado algún bicho fuera de los establos, aparte del hipogrifo y que se te haya olvidado?

Le preguntó a la mujer pero entonces, se agachó a tiempo para esquivar uno de los tentáculos de Morita que se agitaban todavía con mayor ansiedad en respuesta a las emociones de la planta mayor

La Snape se hizo el cabello hacia atrás y corrió hasta quedar delante de la Tentácula Venenosa, levantando sus dos manos y tratando de llamar su atención

-Morita tranquila... MORITA!!- exclamaba mientras que el enorme bulbo de la flor se movía a un lado y a otro, como si estuviera muy asustada- chica, tranquila, ya pasó!! solo fué un aullido!!- le decía ahora acercándose hasta el tallo para comenzar a sobarlo y masajearlo para calmarla- shhh tranquila, aquí estoy... todo está bien, todo está bien... shhhm sh....

[Xell Vladimir Potter Black]

De todos los negocios de la tía Sagis, el que más me gustaba era el Circo. Había cambiado mucho desde la primera vez que entré como afiliada, cobrando 200 galeones por cuidar de la taqulla y cuidar de los animales. Añoraba aquel olor a palomitas de mantequilla, el ruido de los niños al corretear por el circo y sus padres, aconsejándoles precaución pero sin hacerles caso. Por supuesto, añoraba mucho a Briboncito. ¿Estaría crecidito? Hacía mucho tiempo que no le veía y dos años es mucho tiempo en la vida de un dragón. Seguro que me conocía, estaba segura de ello.

 

Llegué hasta la Carpa principal y rocé con los dedos el toldo rojizo y azul, rememorando los tiempos felices que había vivido allá dentro. Esperaba volver a vivirlos. ¿Estaría la tía Sagitas en el Circo? Le pediría trabajar de nuevo en el negocio, aunque no me pagara. Aquel lugar era un sitio maravilloso y desde que estaba unido al parque, era muy agradable descansar junto al mirador y hablar con la fantasma del agua.

 

Pregunté a un enano y señaló hacia los rediles, donde estaban los animales. Hacia allá me dirigí, para encontrar a mi tía cuando, desde una zona desconocida para mí. Nunca había entrado en aquella zona de las plantas porque la tiita me había dicho que guardaban plantas peligrosas, carnívoras y asesinas. De allá salían gritos. Alguien llamaba a una morita.

 

Curiosa, me acerqué a la entrada. Asomé la cabeza y escudriñé para ver dentro pero desde allá no veía nada.

 

- ¿Hola? ¿Necesitan ayuda? Soy... Ayuda.

 

Si salían tentáculos o alguna rama persiguiéndome, cerraria la puerta.

[Lisette Ryddleturn]

Desde el árbol dónde la chica estaba, esta tan solo miraba en dirección de donde habían salido los gritos la última vez pero ahora el silencio era lo que se elevaba por encima de aquel sitio; los ojos celestes de la chica se alzaron a los cielos donde algunas aves se alejaban del sitio más afectado y entonces, la chica cerró un poco los dedos en el árbol

-Espero que no hayan atacado a ninguna persona- dijo bajito y se tapó un poco la boca- y yo no soy muy buena con los hechizos

En verdad se veía preocupada y sus ojos lo reflejaban todo de manera intensa

Suponía que a final de cuentas iba a tener que acercarse para ver que no hubiera una persona en problemas, quizás ella no era muy fuerte pero tampoco podía quedarse de brazos cruzados sin ayudar a quien estuviera en un aprieto; si quería dar una buena impresión a su nueva familia cuando la conociese, tenía que empezar por ese tipo de cosas

Por lo tanto, tratando de tomar valor se frotó los brazos y se soltó del árbol para ir en dirección de donde había escuchado las voces

En verdad esperaba que no fuese nada malo... y que no hubiera bestias sueltas por ahí

[Ashley Peverell]

Parecía que todos los murmullos y las voces oscuras que la habían asustado mucho antes empezaban a desaparecer lo que dejaba una sensación más ligera dentro de los límites de lo que parecía ser una vieja carpa de circo que ya no se veía ni tan oscura ni tan tenebrosa como le había parecido que lo era cuando entrara la primera vez.

Quizás era el efecto de que comenzaba a ser de día y eso significaba que el hermoso sol que la niña tanto adoraba ya lo acariciaba todo con su luz y su bondad y llegaba hasta los rincones dónde las bestias y demonios se escondían en cualquier lugar.

Eso hizo que la preciosa angelit se sintiera mucho más tranquila y ya no quisiera gritar el miedo.

-¡Ay!

Pero de todas maneras eso había salido porque entonces alguien más se había metido entre las telas de la carpa pero parecía que no la había visto porque se había seguido de largo lo que hizo que de inicio la Ketchum pensara que era un fantasma pero no, los fantasmas eran transparentes y esa persona no lo era.

-¿Hola? ¿Quién eres?

Pero no había respuesta así que decidió correr un poquito, no tanto que se viera como un chico que empezaba a correr sin cuidado pero se agarró los bordes del vestido amplio y siguió a esa joven que ahora le parecía que recordaba que había visto en la casa de su hermana Sagitas.

[Lisette Ryddleturn]

La chica anduvo por el único camino que percibió que estaba en dirección de dónde había escuchado los gritos y eso la inquietó un poco; se frotó los brazos, no estaba lista para enfrentar cosas terribles y desgraciadamente la vampiro de cabellos rojos tampoco creía que estuviera muy cerca para protegerla de ser necesario

Pero aún así el ambiente ya no lucía tan terrible y las luces de la mañana daban un aspecto muy diferente a todo el parque

Incluso al circo que a lo lejos movía una pequeña bandera en su punta, como el velero de un barco fantasma

Se detuvo

Sus ojos se abrieron mucho, en verdad ese era el famoso circo del que Hayame le hubiera hablado alguna vez que siempre tenía luces y música a todo volumen?; volvió a abrazarse así misma mientras que veía aquel lugar, por las descripciones que había recibido se había imaginado algo verdaderamente diferente pero aquello...

Era como si todo un pasado hubiese sido acallado de golpe sin más

Su mirada reflejó algo de tristeza y decidió continuar por la vereda que la guiaría a las inmediaciones de aquella elevación, esperando encontrar a otros magos o al menos, a la persona que había estado gritando antes

[Sagitas E. Potter Blue]

En el parque:

 

Había dejado a la Señora Eyra y a mis hermanas para darme un gran baño, tras el incidente con la planta devoradora de Hayame. Esa Morita me la tenía jurada y yo también, lo reconozco. Salí secándome el pelo y después me vestí. Cuando salí de mi carromato, Alekséi Vronsky, el vigilante del parque, me estaba esperando, pisando con fuerza en la tierra y dejando marcas de pisadas.

 

Estaba nervioso.

 

-- ¿Pasa algo, Alekséi?

 

-- Debe venir al lago. El muelle ha... desaparecido.

 

Enarqué una ceja. Hacía mucho tiempo que había dejado el Parque en sus manos y me pasaba poco por el lugar. Pero el muelle y el barco estaban, cuando yo lo vi la última vez. El hombre, ya mayor, era parco en palabras, aún conservando el acento ruso de antaño, así que dio medial vuelta y tuve que acelerar el paso para seguirle. A pesar de su edad, conservaba la vitalidad de antaño y ya llegaba a la verja de acceso al parque aún antes de yo haber abandonado el circo.

 

Tuve que aparecerme a su lado para no perderle de vista. En silencio, llegamos hasta la zona donde debiera estar el muelle que llevaba al barco-restaurante. Fruncí el ceño. Era cierto, no estaba. Pero se notaba que había sido arrancado.

 

Desde abajo...

 

Tragué saliva y le miré.

 

-- ¿Qué pasó? -- pude pronunciar, al rato.

 

Aléksei se encogió de hombros. Pronto anochecería... Él miraba el río donde solía aparecer su amada, el fantasma Ana.

[Sol Lestrange Black]

Tenía tantas ganas de ver a mi prima, que no me tome la delicadeza de avisar de mi llegada, se me había hecho tarde y cuando había salido del castillo ya pasaban de las seis de la tarde. No sabia que tan prudente seria, incluso no tenia idea si en el parque había algún horario. Sin pensarlo mucho tome la decisión de ir, al final si no podía pasar lo intentaría a la mañana siguiente ¿Qué podía perder?

 

Me aparecí en las afueras del lugar con un suave y apagado “plop” me había puesto algo más “casual” tomando en cuenta que aquello sería un bello paseo. Unos jeans, botas sin tacón y una coqueta playera de cuello en v completaban mi atuendo. Siempre había sido amante de la naturaleza, vivía inmersa en un pequeño bosque propiedad de mi familia que rodeaba el castillo. Incluso también teníamos un lago.

 

No pude dejar de notar que el lugar era hermoso, mil tonos de verde aparecieron de golpe frente a mis ojos. Avance hacia la reja que con muy poco impulso de mi mano se abrió para mí. Agradecí aquel gesto, ahora solo tenía que encontrar a mi prima. Hasta ese instante me percaté de que no sería una tarea fácil y que incluso quizás estaría en su casa o alguno de sus otros negocios, aunque una corazonada me decía que aquella tarde tendría suerte.

 

- Andando Sol…- me anime a mí misma mientras camina por aquel sendero rodeado de frondoso árboles, de cuando en cuando alguna banca me invitaba a sentarme y contemplar el magnífico paisaje. Pero por ahora mi único interés era localizar a Sigitas.

 

Bordee el camino y el paisaje arbolado se abrió de pronto mostrándome la inmensidad de un bello y apacible lago. Sonreí admirando aquella belleza natural, mientras unos metros adelante alcance a ver a un par de personas. Decidí acercarme quizás alguno de ellos podría darme información de donde estaba mi querida prima. Cuando estuve lo suficientemente cerca, note que la mujer era justo ella y estaba enfrascada en una charla con un caballero mayor, al grado que no había notado mi presencia.

 

- Sagitas, prima ¿Está todo bien? - pregunté incluso antes de saludarle al notar la preocupación reflejada en su rostro.