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|~| Primeros Auxilios |~|


Keaton Ravenclaw
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Y llegué a la Universidad. Me sentía algo perdido, sería mi primer día en ella y la verdad me agrada muy poco, pues su esencia principal era la de aquel lejano país africano que era en su totalidad un desierto. El calor era sofocante aun y cuando en Inglaterra estábamos todavía en invierno. En fin, que aquella mañana de febrero arribé al lugar y con una serie de complicados hechizos, logré que mis ropas fuesen frescas ante los improperios de aquel clima. Mi varita iba detrás de mi oreja izquierda, mi vestimenta era un pantalón de manta blanco y una camisa de color azul muy fresca; mis pies evitaban tocar el suelo debido a unas sandalias bastante coquetas.

—¿Y ahora dónde es que tengo que ir a dictar clase? —Me dije a mi mismo tomando el pergamino que los directores me habían mandado previamente. Cuando al fin me ubiqué, me dirigí hasta donde mi nueva aula.

De pronto, recordé que aún no sabía quienes eran mis estudiantes aquel mes, por lo que apreté el paso para llegar al aula y poder ver el listado que seguramente aguardaba en mi escritorio. Al cabo de unos minutos (la Universidad era muchísimo más grande que la antigua Academia) arribé al lugar y, tras traspasar el umbral de entrada, pese a mi habitual petulancia, me quedé boquiabierto: el lugar era magnífico, todo estaba perfectamente decorado para mi clase. Pero me contuve.

Las paredes eran de un rojizo bastante peculiar de las construcciones árabes, sin embargo, el toque más maravilloso era el techo que era completamente de cristal, dejando así entrar la luz a raudales mientras la clase se llevara de día, mientras que por las noches, seguramente, dejaría entrar los rayos de luna maravillosamente. En la parte delantera estaba un escritorio de madera con una silla acojinada bastante bonita, así como varios estantes que contenían libros de pociones, hechizos y curaciones de toda índole, así como frascos con pociones e ingredientes para las mismas. Los lugares asignados para los estudiantes eran planchas de hospital que servían de mesa también. Allí se llevarían a cabo las prácticas, si todo salía bien. En las paredes, además, colgaban retratos de famosos sanadores así como medimagos ejerciendo su profesión.

—Así cómo no alegrarse por los cambios —Me dije y me espabilé, aún tenía cosas que hacer. Me acerqué hasta donde el escritorio y vi que allí estaba el listado de alumnos. Casi me fui de espaldas al leer los nombres —¡Elodia y Anna en mi clase! Francamente no sé si alegrarme o preocuparme —Dije al aire y puse cara de notable nerviosismo.

Aquellas dos personas ostentaban puestos de importancia, Anna por ser directora de San Mungo (¿cómo diantres no tenía ya ese conocimiento siendo directora del Hospital) y Elodia como directora de la Universidad (seguramente iría a ver qué tal la hacía con el nuevo sistema). Pero me tranquilicé al ver a Téa y a Zarco como los otros dos. Al menos ellos me darían un poco de calma. Saqué cuatro pergaminos y en ellos copie las mismas palabras, que iba referidas al inicio de la clase. Llamé a cuatro lechuzas de la Universidad y las hice partir a cada uno de los estudiantes de Primeros Auxilios de aquel mes.

Mientras esperaba pensaba cual sería la estructura de aquella primera clase con el nuevo sistema, pues aunque los directores me habían aceptado el Plan de Estudios, no era solo eso, sino además aplicarlo. Al cabo de unos minutos lo supe, y justo a tiempo, porque en ese momento llegaron los estudiantes. Los miré con frialdad, no era propio de mi mostrarme alegre ni con ninguna emoción que no fuese enojo o indiferencia. Les indiqué que tomaran asiento detrás de las mesas de trabajo y me levanté del escritorio.

—Buenos días —Saludé —Bienvenidos sean a su clase de Primeros Auxilios, es para mi un honor impartirles esta clase con el nuevo sistema educativo. Mi nombre es Keaton Ravenclaw y seré su profesor durante esta clase de postgrado —Comencé —Ahora, antes de empezar propiamente con los temas de la clase, quiero que se presenten y me digan cuáles fueron los motivos de tomar este Conocimiento. Además, de que me den su definición personal de lo que creen que es una Emergencia y una Urgencia. Les pido de la manera más atenta que si traen algún libro, se abstengan de sacarlo, deseo saber sus conocimientos previos. ¿Quién empieza? —Expliqué y finalicé mientras posaba mi mirada en cada uno esperando a ver quien se animaba a empezar.

Sin duda alguna, pese a no demostrarlo, estaba muy entusiasmado por aquella nueva etapa. Lo único malo, tal vez, era el clima cálido de la Universidad, pero me adaptaría como siempre lo había hecho. Sonreí levemente y seguí a la espera del valiente que iniciara con su discurso.

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Tocaba volver a los estudios, ahora tendría que demostrar todo lo que había aprendido durante mucho años convalidando mis estudios. Había decidido comenzar con Primeros Auxilios. ¿Quién se pondría si no bajo mi curación en San Mungo si no tenía un título impreso en papel que lo demostrara? Obvio la mayoría de personas me conocía y sabía que bajo mis cuidados estarían a salvo, pero siempre era mejor guardarse las espaldas.

 

Había tomado unos cuantos pergaminos, mi pluma y me había puesto en marcha tras haber besado la frente de mis hijos y marcharme. No sabía si estaba aún preparada para estudiar, no sabía ni si tenía tiempo, pero tenía que intentarlo, no podía quedarme atrás y me gustaba la idea de aumentar mi currículum con estudios. Respiré hondo, estaba nerviosa, pero tenía que lograr entrar como fuera en esa clase sin que me temblaran las piernas. Se supone que para mi tendría que ser sencillo, no había motivos para estar nerviosa.

 

- Buenos días.- dije al entrar en la clase. El profesor ya se encontraba dentro, pero ninguno de los alumnos. No sabía si estaría sola o habría más compañeros, tendría que esperar para comprobarlo.

 

El lugar era precioso, bien iluminado, con las mesas de operación. Por lo visto realizaríamos las prácticas en el mismo lugar en el que se darían las clases. Me acerqué hasta una de las mesas, dejando mis cosas sobre la placa metálica. Los demás compañeros hicieron lo mismo conforme fueron llegando. Cuando había pasado el suficiente tiempo y todos estábamos listos en nuestros lugares el profesor comenzó a hablar presentándose. Tras él era nuestro turno.

 

Como parecía que nadie se animara aclaré mi garganta y comencé a hablar.

 

- Hola a todos, yo soy Anna Ryddleturn. Como algunos sabrán soy Directora de San Mungo, por lo que supongo que os parecerá un poco extraño que esté en esta clase, hasta hace poco tenía este conocimiento, pero con los nuevos cambios me he visto obligada a convalidarlo asistiendo a clase. Mi vida es curar y cuidar a la gente, por ello mi prioridad de ser este conocimiento el primero que convalidara.- dejé de hablar durante unos segundos para tragar saliva y seguir respondiendo a lo que el profesor nos había pedido para nuestra presentación. - La Emergencia y la Urgencia son términos muy similares, puesto que ambos son momentos de peligro para la salud de una persona de forma inesperada, pero en el caso de la emergencia debe ser atendido en el momento, en una urgencia también es importante al atención temprana, pero se puede esperar incluso horas sin que el paciente fallezca, puesto que no se encuentra en peligro su vida.- respondí.

 

No sabía si era exactamente lo que el profesor estaba pidiendo, pero si quería ser escueta en mi respuesta y no marear a nadie y hacerme entender, esa era la única manera que tenía de hacerlo.

 

Mi presentación había llegado a su fin, y ahora tocaba esperar a que mis compañeros realizaran su aportación a la clase.

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Calor, calor, calor. Aquel era el clima que menos le agradaba y ahora cuando decidía a tomar ese conocimientos es que ubican la Universidad en África, mala suerte la suya.

 

La ojiplata se paseo por esos interminables parajes antes de llegar al que sería su salón de clase, no le era muy agradable estar ahí, pero ya qué, si tenía que pasar por ello para ingresar a San Mungo pues no había más que hacer y solo seguir adelante con todo. Miró en todas direcciones investigando un poco porque no le gustaba estar en un lugar sin conocerlo por más "seguro" que sea este.

 

El momento había llegado por lo que tomó nuevo rumbo y fue a su encuentro con el conocimiento. Al entrar al aula vio un rostro conocido y no solo eso sino que también era amigo, era sorprenderte verla en aquel lugar cuando dirigía el lugar al que la Malfoy quería ingresar.

 

- Buenos días - Saludó la rusa con ligero acento al vislumbrar a quien sería su profesor. ¿Cuántos rostros conocidos más se encontraría en aquel aula? esperaba que eso fuera todo.

 

Vio alrededor un poco en lo que dejaba sus cosas en el respectivo lugar para ocasiones como aquella. La iluminación era mucha, algo que para alguien como ella no es del todo bien recibido ya que prefería la oscuridad y lo que se podría llamar un laboratorio. Pero ya qué, lo que llamo por absoluto su atención fueron las mesas que recorrió con apenas unos ligeros toques « espero poder usarla más temprano que tarde. »

 

- Hola, yo soy Ästartèa Malfoy. Actual desempleada y sin mucho tiempo de regreso en Londres. Hace poco estuve viajando por todo el mundo y las prácticas de curación muggles llamaron mi atención y al parecer también mi vocación. Estuve aprendiendo un poco de la medicina muggle, pero que mejor que conseguirlo en nuestro mundo. - hizo una pausa y ligera respiración para continuar a responder la cuestión del día. - Sobre la definición de Emergencia y Urgencia estoy de acuerdo con la de Anna ya que es la forma más sencilla de explicarlo; pero debo de añadir que no podemos olvidar que una Urgencia a pesar de poder esperar horas el ser atendido puede evolucionar rápidamente a una Emergencia en algunos casos.

 

En realidad no podía decir mucho, Anna ya había dicho la definición básica y escueta a la pregunta por lo que no tenía sentido explayarse más y complicar una explicación sencilla.

 

Al finalizar esperó a que los demás se presentaran y respondieran para poder continuar con la clase.

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Castillo Damilse



El espejo refleja un rostro blancuzco que no parece afectado por el tiempo o la edad. Pero bajo esos encantos sobrenaturales y vampíricos, bajo esos pliegues de carne y sangre, se esconden años de vivencias, de batallas, de dolencias, victorias, derrotas, alegrías, tristezas… El disfraz perfecto que esconde al asesino natural también esconde tiempo de vida y misterios. Mi rostro.


Sigue el paso al cabello castaño. Largo hasta la mitad de la espalda, tomado por la nuca con una cinta negra de terciopelo, facilitando la visibilidad si necesito correr. Los ojos del mismo color, café intenso, enigmáticos, atrapantes y en ocasiones soñadores o seductores. Pasamos a las líneas de las facciones guardando la simetría y rasgos de la raza aria, ayudados con la fisionomía latina: labios gruesos y exquisitamente finos, color carmín. Pómulos pronunciados lo suficientemente para dar dureza a tal tersa y pálida piel.


Si. Ese rostro me ha acompañado durante bastante tiempo desde mi no-vida, más sin embargo, yo lo veo envejecer.


Despejo la mente y mirada de la cara para centrarme en las ropas que visto para la clase. Traje de terciopelo negro del corte elegante, siglo XIX. Abajo, una camisa de lino muy fina que acentúa el corte y época de la cual me visto. Terminamos con una capa larga de viaje hasta los tobillos, mi fiel aliada en toda situación, Morpheable en situaciones que lo ameriten. Eran tácticas que con la vejez se aprende. Lo último pero menos importante, son las botas negras, ruidosas al andar, detalle elegido sin ser azaroso. Suspiro. Estoy listo. Despido mi imagen antes de quitar los ojos del reflejo.



Universidad



No me espero encontrar a mi esposa de lado izquierdo, silenciosa, radiante y sonriente. No importa que vistiera o como estuviera, irradia hermosura angelical bajo la máscara de seriedad y severidad que me parecen demasiado sexy. Lamento tanto que, a donde vamos, tengamos que usar el bajo perfil; quien me acompaña es la Directora de la flamante Universidad. Sin decirle nada robo un beso apasionado a sus carnosos labios, sonriendo con la deliciosa culpabilidad.


- Estás lista, no debo preguntarlo – La tomo de la mano, sosteniendo su mirada – Debo besarte antes de irnos, después no podré, hermosa Directora Elodia Riddle – Con la inauguración del nuevo edificio e instalaciones apenas podíamos coincidir y tener tiempo para nosotros. Extiendo mi brazo para que se afirme de mi antebrazo y poder desaparecer hasta la Universidad.


Aparecemos con un sonido sutil. Lo primero que nos deslumbra es el impactante decorado en el cual no escatimaron los directores y el Ministerio. Durante mi adolescencia pude visitar Egipto, recorrer las pirámides, visitar el pueblo cercano a Gizeh, sentir su irradiante y agotador sol a plomo: y es lo mismo. Absolutamente lo mismo. Es como un viaje al pasado del brazo de mi esposa. La sensación me parece extraña e interesante a la vez.


Con cuidado y con ayuda de la encargada del complejo nos abrimos paso hasta la sala donde será nuestra clase. Con paso lento entramos al aula y se percibe el característico aroma a nuevo, aunado al aroma de libros, instrumentos de quirófano y, deliciosamente, a sangre. ¡Oh! Pecaminoso placer de mi estirpe. Por suerte había comido lo suficiente antes de venir y sobre todo, el saber controlarme en situaciones así.


Tomamos nuestras posiciones detrás de las estaciones de trabajo, ayudando a la Riddle a sentarse, para después tomar asiento en mi mesa.


Me sorprende y agrada ver que es Keaton el profesor. Por su mirada y gestos, creo entender que es mutuo el sentimiento. No puedo pensar mucho en ello pues toma la palabra inmediatamente. Pide que debemos nuestros puntos de vista sobre conceptos. Dejo que las damas hablen primero: dos brujas que no conozco para después seguir mi acompañante.


Me levanto y apenas concluye la exposición de ellas, aclarando la garganta.


- Mi nombre es Zarco Bulche. Postulante a la oficina de aurores. Por más contradictorio que parezca, para un vampiro, el hecho de manipular sangre y preservar la vida estoy interesado por este conocimiento por la sencilla idea de poder, saber, como ayudar a las personas en situaciones que sean necesarias – Hago una breve pausa, mirando al profesor – Creo que mis compañeras han dicho todo pero, espero poder dar otra arista del concepto. Urgencia y Emergencia son diferentes tipos de respuestas, acciones, medicaciones y precauciones. Cada una conlleva a situaciones diferentes con menor rapidez (urgencia) o mayor (Emergencia). La Urgencia lleva a prácticas preventivas tal vez y la Emergencia a pericias de vida o muerte – tomo asiento, esperando a que el profesor continúe

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Y dieron comienzo las palabras por parte de los estudiantes. Sonreí al ver que la primera era Anna, de alguna manera mi morbo por saber el motivo por el cual no había conseguido la certificación en Primeros Auxilios estaba impresa en cada uno de mis rasgos faciales, por lo que cuando comenzó a hablar, me acomodé con claro interés en mi butaca acolchonada. Sus palabras no pudieron ser menos impresionantes, claro, debí suponer que tras las Reformas mucho perderían sus certificados. Bufé por lo bajo y la seguí escuchando. Sus palabras referidas a Urgencia y Emergencia, por el contrario, si me causaron alegría, pues las había descrito excelentemente.

—Se notan sus amplios conocimientos en el ramo, señorita Ryddleturn, tal cual loha dicho, eso es una Urgencia y una Emergencia, ya puliremos, con palabras más rimbombantes, esos conceptos —Dije al tiempo que la señorita Ästartèa Malfoy comenzaba a hablar.

Cuando mencionó la medicina muggle, no pude evitar poner una cara de asco. Esos seres se complicaban demasiado la vida inventando cosas muy extrañas para su sanación, cosas que, desde mi punto de vista, eran muy antihigiénicas y peligrosas, como por ejemplo el hecho de que al no tener el episkey, decidieran coser la piel como si de remiendos de tela se tratase. Me recorrió un escalofrío desde la coronilla de cabeza, hasta mi espalda baja. En fin, que cuando mencionó que las palabras de Anna referidas a Urgencia y Emergencia eran las más correctas, sonreí, dudaba que añadiera algo, pero me sorprendió cuando dijo que una Urgencia podía mutar a una Emergencia.

—En lo referido a la Medicina Muggle, de antemano que sepa, señorita Malfoy, que le tengo un desinterés por completo. Siento que son prácticas bárbaras al no tener ellos ni una pizca de magia. De allí que los considere casi animales, pero ni eso, nuestras Criaturas Mágicas tienen mejores tácticas curativas que ellos —Solté. Sabía que me ganaría el enfado no solo de la Malfoy, sino muy posiblemente de alguno más, pero era mi opinión —En lo referente a sus definiciones de Urgencia y Emergencia, tiene toda la razón, una Urgencia mal tratada, puede mutar en una Emergencia —Al menos sabía que no venían tan huecos.

En ese momento, Zarco fue el que tomó la palabra. Al observarlo mejor, no pude evitar sentir más calor del que ya sentía. Su ropaje de terciopelo negro aunado a su larga cabellera, era algo que, en deifnitiva, no usaría yo jamás y menos si tenía que seguir dictando clases en la Universidad, allí el calor era lo peor. Amé, sin embargo, la forma tan exquisita de hablar de Damilse, se notaba que, al igual que yo, el tiempo no pasaba en vano pese al vampirismo. Sus palabras eran del tipo que a me gustaban. Pero lo importante eran la ideas que esas palabras formaban, y no pude estar más de acuerdo.

—Así es, señor Damilse, sus palabras son correctas, cada una de estas dos situaciones tiene sus formas de ser atendidas —Señalé y miré a Elodia, la cual, parecía no querer hablar en ese momento. Sonreí, no era necesario que hablara, aunque si me hubiese ayudado a entender sus conceptos y poderlos emplear en la clase —Bueno, dejemos hasta aquí las presentaciones, el tiempo corre y debemos comenzar —Expliqué

»Vamos a comenzar por pulir esas ideas de lo que es una Urgencia y una Emergencia —Añadí —Una Urgencia es la aparición azarosa en cualquier lugar o actividad de un problema de causas diversas y gravedad variada que genera la necesidad inminente de atención, por parte del sujeto o su familiar, más no corre peligro su vida, como bien lo dijeron ustedes en términos más comunes —Dije casi de memoria —Una Emergencia, por el contrario, es aquella situación, que puede darse en las mismas condiciones que una urgencias, pero donde la vida del afectado corre peligro y debe ser atendido inmediatamente —Proseguí —Ahora, hay que determinar qué clase de de lesiones son consideradas de esta manera cuando se les presente y deban actuar ante ellas —Les expliqué.

»Les daré un ejemplo de cada uno y con ellos, deberán escribirme cada uno de ustedes un ejemplo de lesión de Urgencia y uno de Emergencia y deberán remarcar cuales son los puntos que principales para catalogar cada lesión de esa manera —Indiqué —Bien, un ejemplo de lesión de Urgencia, podría ser la fractura de un hueso en las pierna, en la cual, el individuo no corre riesgo de muerte, pero si de una atención rápida para que no se convierta en gangrena y perder la extremidad —Dije con calma —Ahora, un ejemplo de lesión de Emergencia, podría ser que, tras una batalla entre bandos, tengan ante ustedes un caso de quemaduras por Fuego Negro o Incendia Din— Ejemplifiqué —Ahora, quiero ver sus ejemplo bien detallados, tienen veinte minutos. Me deberán pasar a dejar sus notas a mi escritorio en un pergamino limpio. Pueden empezar —Comuniqué y volvía tomar siento en la butaca alchonada que estaba tras mi escritorio observando a los estudiantes.

Editado por Keaton Ravenclaw

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Contemplé como el profesor me prestaba bastante atención durante mi presentación. Tenía la costumbre de ser bastante observadora, mi trabajo me había obligado a ello, y suponía que todos tendrían la misma curiosidad en saber porqué estaba en aquellas clases. Siempre me había gustado ser más autodidacta que realizar las cosas de manera oficial, pero si quería seguir conservando mi puesto de trabajo debería de seguir las normas preestablecidas.

 

Mostré una leve sonrisa cuando el profesor pareció estar contengo con la explicación que le había dado de las diferencias entre urgencia y emergencia. Agradecí sus palabras con un leve asentimiento y presté mucha atención a lo que tendrían que añadir mis compañeros. Siempre había algo que añadir, aunque fuera alguna cosa leve a la que se había llegado por experiencia personal, y mis compañeros así lo hicieron. Era muy bueno que hubiese más personas en clase, así también podría renovarme con distintos puntos de vista que ya tras tantos años podría llegar a pasar por alto o darle menos importancia.

 

Mientras se presentaba Ästartèa, pude percatarme de la cara de asco del profesor cuando esta empezó a relatar lo que había visto entre los muggles. Yo obviamente prefería sanar con la magia y sobre todo hacer mis pociones, pero era cierto que en alguna ocasión me había visto obligada a emplear sus métodos, por lo que ya hacía bastante tiempo que no ponía cara asqueada y no podía quejarme de esos métodos de sanación, una persona tenía que adaptarse a las circunstancias y en ocasiones no había desmemorizadores disponibles en la zona como para poder usar la medicina mágica delante de los muggles.

 

Tras las presentaciones el profesor volvió a tomar la batuta y continuó con la clase, por ello intenté borrar cualquier distracción de mi cabeza desde aquel instante. Al entrar por la puerta de clase tenía que dejar fuera los problemas de San Mungo, como confiar que mis sanadores no se metieran en lios. Sabía que no sería algo sencillo, además, llevaba días esperando saber si podría seguir trabajando en el Hospital y saber cuales de mis compañeros seguirían conmigo, de todas formas me forcé a atender al Ravenclaw.

 

El ejercicio estaba lanzado, y ahora era el turno de los estudiantes de responder. Con mucha calma tomé una pluma, me retiré el pelo dejándolo caer sobre uno de mis hombros y que no me molestara y mojé la pluma en el tintero, apoyándola posteriormente con suavidad sobre el pergamino nuevo, realizando trazos que se convertirían en letras, y estas... en palabras.

 

Anna T. Ryddleturn

 

EJEMPLO DE URGENCIA Y DE EMERGENCIA

 

URGENCIA: Una urgencia sería un envenenamiento leve. Hay miles de pociones mal realizadas que pueden ocasionar vómitos, diarreas e incluso cambios de la forma del afectado. La mayoría no son emergencias puesto que no suponen la vida del paciente, pero si se dejan pasar el tiempo los vómitos y diarreas podrían llegar a deshidratarlo si son continuados y provocarle la muerte, y en algunas ocasiones las malformaciones o cambios de forma podrían extenderte, haciendo imposible eliminar algunas de ellas por completo.

 

EMERGENCIA: Un caso de emergencia podría ser una persona que ha sido atacada con el hechizo Morisoseo Ánima. Los cráneos fantasmales habrán provocado al paciente graves heridas sangrantes, requerirá atención sanitaria de emergencia y aún así probablemente después necesite varias transfusiones de sangre para poder recuperar la fuerza.

 

 

Tras releer lo que había escrito en varias ocasiones y comprobar que la tinta estaba ya seca, me levanté de mi sitio y me dirigí hacia la mesa del profesor para dejar la primera tarea sobre su escritorio. Odiaba la parte teórica, odiaba expresarme, lo único que me gustaba de la medicina en si era la atención al paciente y investigar por mi cuenta, sobre todo haciendo pociones, cosa que allí no se realizarían.

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No cabía duda, el traslado de la Universidad a Inglaterra había sido una tarea titánica. «Que estaba lejos de terminar… » Agregué haciendo eco de mis propios pensamientos en un susurro casi inaudible. Aproximadamente un mes había transcurrido desde el dictamen del Ministerio de Magia, tiempo suficiente para efectuar el traslado y poner en marcha algunas secciones. Sin embargo, la inmensidad del proyecto era directamente proporcional al tiempo que se debía invertir para ponerlo a funcionar en su totalidad; las oscuras ojeras alrededor de mis ojos eran prueba fehaciente del arduo trabajo que llevaba sobre los hombros durante aquellos días.

 

Pese las pocas horas de sueño y descanso, continuaría aportando desde mi actual cargo. Estaba convencida que la Universidad traería consigo múltiples oportunidades de crecimiento, no sólo para los magos y brujas de la actualidad sino también para las futuras generaciones. El tan sólo hecho de poder perfeccionar conocimientos y habilidades mágicas sin tener que recorrer el mundo en busca de maestros calificados, me era sumamente atractivo. Por esa razón no dudé ni un instante en inscribirme a los primeros cursos de conocimientos avanzados, la amplia gama de materias a impartir eran realmente alucinantes, más aún la oportunidad de intercambiar experiencias con magos experimentados en diversas áreas.

 

Tras este último pensamiento observé a Zarco, su rostro se tensó durante unos segundos tal cual lo hacía cuando esperaba mi intervención. En aquel instante caí en la cuenta que había perdido el hilo de la clase por dejarme envolver en la maraña de pensamientos que se arremolinaban en mi mente.

 

- Me disculpo por el lapsus de distracción – Dije finalmente mientras alcanzaba uno de los pergaminos para redactar la tarea – Eso no implica que no aprecie su clase señor Ravenclaw, sino todo lo contrario – Agregué con natural sinceridad al tiempo que plasmaba las ideas sobre el papel – Primeros auxilios es una de las materias en las que más débil de me siento, muchas cosas las fui aprendiendo en la práctica … - La palabra correcta debió ser “batalla”, pero por obvias razones no podía revelar que mi mayor fuente de conocimiento habían sido los innumerables enfrentamientos con el bando contrario – Por otro lado, volver a las aulas como estudiante no sólo me permitirá ilustrarme un poco más, también se ha transformado en la oportunidad perfecta para ver con mis propios ojos cómo va marchando el nuevo sistema educacional.

Tomé una pausa para concluir la idea que estaba redactando. Apenas hube finalizado me acerqué al escritorio extendiéndole el pergamino. Sólo en ese instante reparé en los rostros de presentes, a muchos de ellos los conocía de nombre más nunca había tenido el gusto de entablar algún tipo de conversación.

 

~ Lesión de urgencia y emergencia ~

Urgencia: Una persona afectada por “viruela de dragón”. Esta enfermedad aparte de ser contagiosa, se presenta como un doloroso sarpullido que cubre la piel con manchas color verde. Con el adecuado tratamiento, los magos y brujas no presentan mayores complicaciones, ni secuelas posteriores a la enfermedad.

 

Emergencia: Una persona víctima de un sectusempra. Este sencillo hechizo provoca graves heridas sangrantes en el cuerpo, las cuales pueden generar estados de inconciencia total debido a la cantidad de sangre perdida. La única forma de evitar la muerte del paciente es aplicando un episkey de emergencia, si éste no se realiza en el momento oportuno los resultados pueden ser fatales.

 

 

 

- Por cierto, mi nombre es Elodia Evans. Actual directora de la Universidad. Un placer conocerles - Señalé mientras tomaba lugar junto a mi esposo.

Editado por Elodia Riddle

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La clase es amena, bien llevada, informativa. No esperaba menos de Keaton. Sin duda alguna los directores habían elegido perfectamente las personalidades con los conocimientos. Para muestra: Primeros auxilios necesita de explicaciones minuciosas, con precisión para que el concepto quede plasmado y haga sinapsis, que después sea ocupado en momentos críticos como el campo de batalla, San Mungo, donde sea. Y el Ravenclaw tiene los recursos necesarios para impartir el conocimiento.
Después de saber que respondo bien llega la siguiente tarea. Debemos expresar con situaciones reales los conceptos que definimos, llevarlos a la acción, por así decirlo. Definitivamente, la experiencia se debe apreciar en este ámbito, tras guerras, asaltos, redadas, cateos… uno aprende, a sangre y sudor
Me centro en la estación de trabajo, arremangando elegantemente la vestimenta para no mancharla de tinta o correr mi caligrafía del pergamino; detesto mucho la ropa manchada de sangre al alimentarme o escribir informes para el ministerio o el grupo que defiendo. Preparo mi mano para realizar la más estilizada y entendible letra, por más que intentará, la escritura siempre denota la época de la que provengo.
Zarco Bulche Haigh
Urgencia. Un disparo de flechas o seccionatus pueden ser complicados. Depende mucho de la profundidad y cantidad de los objetos que impacten en el cuerpo, pero, poniéndonos en el escenario más “caótico”, si las flechas o medias lunas llegan más allá de la epidermis el sangrado puede complicar al afectado. Se necesitan retirar, sin girar o por el estilo, para después curar con episkey. La amenaza de muerte es Urgente, más no de peligro inminente.
Emergencia. Los animales convocados en batalla mediante morphos son recurrente, ya sea para ataque o defensa, bastante concurridos, en ellos existen las gamas determinados “morphos-veneno” que son la etiqueta a bestias, insectos, bichos. Una Rana dardo dorada al contacto de su piel con alguna herida expuesta, es lo más cercano a un emergencia, dejando de lado los hechizos, maldiciones, etc. Es necesaria la rápida reacción al crear un Bezoar y llevarlo a la boca del afectado.

 

Sello el final con un fino movimiento de mano.
Las dos chicas y mi amada dejaron ya sus pergaminos. Hago lo mismo, cediendo el paso educadamente, para después abrirme paso y dejar el trozo de papel en el escritorio del Profesor. En silencio giro sobre mis talones hacia la estación de trabajo que elegí.

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La cara de asco de Keaton podría haberlo dicho todo, él realmente estaba solo para salvar vidas. Algo que fascinaba a la Malfoy con respecto a la medicina muggle no era solo el hecho de que... fuera tan ingeniosos para "arreglar" su salud cuando no contaban con la magia ni con nuestros conocimientos; era en sí que al curar provocaran tanto o más dolor como cuando estas personas la pasaban mal. Eso, para una sádica como ella, era algo exquisito.

 

Bueno, no era que Tèa apreciara los avances médicos de los muggles, sino esa cantidad irresistible de tortura al cuerpo humano. No apreciaba a criaturas inferiores, solo que aquellos métodos eran tan primitivos y tal vez incluso difícil de detectar con magia « una buena tortura después de todo ». ¿Por qué entonces tomaba semejante clase? digamos que deseaba igualar su karma con acciones buenas.

 

Un poco de teoría explicada y la tarea lanzada al aire, aunque parecía que el Ravenclaw le leía la mente pues en cuanto dijo que tenían que explicar un ejemplo de cada situación este ya estaba explicando los que se le habían venido a la mente por lo que se puso a pensar en algo más a ver si se le ocurría algo.

 

Tomo pluma y pergamino y con su estilizada y delicada letra empezó a redactar la pequeña tarea.

 

 

URGENCIA Y EMERGENCIA

Urgencia: El hechizo furunculus lo que provoca es la aparición de ampollas y forúnculos que son de fácil manejo y puede ser tratado como una urgencia. Pero de no serlo correctamente es de los casos en los que puede mutar a una emergencia.

 

Emergencia: Un corte en una arteria principal. Se es sabido que en nuestra sociedad se usan objetos de filos problemáticos para los sanadores y se tenga magia o no, un corte en alguna arteria importante podría provocar un sangrado masivo, se podría decir que comparable con el sectusempra.

Ästartèa Malfoy

 

Habiendo terminado su pequeña redacción se encaminó de última luego de sus compañeros para entregar su respectivo "manifiesto", no sabía si lo había hecho de la forma correcta, pero lo esperaba.

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By Cissy

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Sonreí a Anna tras ésta entregarme su tarea, era muy eficiente y se notaba desde luego su profesionalismo para las artes curativas. Los demás, sin embargo, demoraron más de la cuenta, siendo la siguiente Elodia, con cinco minutos de retraso, Zarco con diez y Ästartèa, siendo la más retardada, con veinte. No pude evitar sentirme molesto, la verdad era que con eso estaban atrasando enormemente la clase porque yo tenía mis tiempos bastantes contados, sin embargo, era uno de los gajes de la docencia, no siempre tenías los estudiantes que deseabas. Suspiré, y a la la Malfoy dejar su pergamino, tomé ese y los de los otros tres estudiantes y los comencé a la leer.

 

El de Anna estaba perfecto, su definición era bastante explicativa y no dejaba nada a la imaginación. Amaba el hecho de que usara los venenos, esas eran una de mis partes favoritas, cuando lograba enfrentarme a casos como esos, me gustaba experimentar con los efectos en los afectados, desde luego era una práctica riesgosa y poco ética, pero claro, nunca había dejado morir a nadie y tampoco nunca comentaría esa práctica que tenía. Un conocedor de Primeros Auxilios que le gustase ver sufrir a su paciente solo por aprender de los venenos, no sería bien visto. Coloqué un Extraordinario en el pergamino de la Ryddleturn al contar ésta en su tarea con 10 puntos y con un movimiento de varita regresó hasta ella.

 

Después, tomé el pergamino de Elodia y lo releí. De antemano no lograría tener la nota máxima debido a su retraso, y por mucho que fuese la directora de la Universidad, no sería consecuente con ella. Sus explicaciones eran del tipo que esperaba de todos, lesiones bastante conocidas peor que ejemplificaban lo solicitado por mi. Garabateé una Supera las Expectativas correspondientes a los 8 puntos que había alcanzado y tras un movimiento de varita, el pergamino volvió hasta la Riddle. Tomé entonces el pergamino de Zarco. Negué con la cabeza. La tarea estaba perfecta, la redacción muy pulcra y denotaba, sin lugar a dudas, una experiencia en batalla fabulosa, sin embargo, no obtendría más que apenas una calificación aprobatoria por el retraso. Garabateé en aquel pergamino un Aceptable al éste conseguir a penas 7 puntos y, como con las anteriores, el pergamino volvió hasta donde su dueño.

 

Con la tarea de Ästartèa no tuve problemas en calificarle, pero si me hubiese gustado que pusiera con mayor detalle cada una de sus definiciones. Obtuvo 7 puntos, de haberla entregado a tiempo, habría tenido un Supera las Expectativas, pero por el atraso, no pudo obtener más que un sencillo Aceptable. Esperaba que al menos, para la siguiente tarea, todos pudiese entregar sus deberes en tiempo y forma, porque de lo contrario, reprobarían.

 

—Les pido de favor, para la próxima, entreguen sus deberes a tiempo, de lo contrario sus notas bajaran. Deben estar pendientes del tiempo porque a mi también me atrasan —Expliqué y carraspeé para proseguir —Ahora bien, pasaré a explicar el el siguiente tema que lleva por nombre Detección Oportuna y Canalización del Paciente. En este punto tocaremos subtemas tan importantes como por ejemplo la auscultación del paciente así como las formas correctas de actuar ante una Emergencia y una Urgencia —Dije con calma.

 

En ese momento, enarbolé mi varita mágica de cerezo y apunté a la pizarra que tenía a mi diestra, en ella aparecieron unas palabras que iban dirigidas a la forma correcta de una auscultación. Era uno de los temas más básico, a decir verdad sabía de antemano que de menos Anna y Zarco conocerían el procedimiento, pero si algo había aprendido como profesor, era no dar nada por sentado. Aclaré mi garganta de nueva cuenta.

 

 

 

 

Forma Correcta de Auscultación

 

1.- Comprobar si el el paciente se encuentra consciente. En caso de estarlo, preguntarle cuales son las molestias que siente y, de haber heridas, preguntarle como fue que se las hizo.

2.- En caso de el paciente estar inconsciente, hacer una valoración rápida, detectar si hay heridas visibles, palpar las extremidades para comprobar si hay fracturas o no, ver la dilatación de los ojos y el color de piel.

3.- Una vez realizado ésto, determinar si se trata de una lesión de Urgencia o una de Emergencia

 

—Bueno, me gustaría que eso que aparece en la pizarra, me hicieran favor de anotarlo, les servirá a la hora de realizar sus dos tareas prácticas —Les recomendé —Como verán la auscultación es algo sumamente sencillo, sin embargo, es vital a la hora de dar un rápido diagnóstico. Muchas veces, de una buena auscultación depende la vida de nuestros pacientes —Expliqué cambiando de tema —Ahora bien, ya que tenemos detectado el tipo de lesión, vamos a aprender cómo proceder ante cada una.

 

»Primero empezaremos por las de Urgencia. Tomaré uno de sus ejemplos de la tarea anterior, el de Anna me parece idóneo. Supongamos que tenemos ante nosotros un envenenamiento leve a causa de un chico descuidado que se puso a jugar con las plantas del jardín de su madre. Tuvo contacto con un tentácula venenosa y adquirió un salpullido tremebundo, el niño llora por el dolor, la comezón y el ardor, y ustedes tienen como deber calmarlo para así poder realizar mejor su trabajo.

 

»Ahora ¿cómo calman a un niño que tal vez es de lo más berrinchudo? Hay dos formas, o le administramos un poco de Filtro de Paz y lo dejamos descansar mientras le ponemos el tratamiento adecuado, o bien, lo hacemos jugar con alguna clase de juguete. Eso dependería mucho de su capacidad de tolerancia. En mi caso, emplearía la poción. Ahora bien, ya que tienen a su paciente calmado, es momento de ver hasta qué punto ha llegado la lesión, en este caso supongamos que comienza a engangrenarse el brazo derecho, por ejemplo, que fue donde la tentácula actuó —Les ejemplifiqué —Entonces, se dedicarían a aplicar los hechizos y/o pociones necesarios que dicte el tratamiento para esa clase de afecciones.

 

»Ahora, pasemos a una correcta canalización de un caso de Emergencia. Aquí tomaré el ejemplo de Anna también porque me parece el más riesgoso de todos los que me habéis dado. Supongamos que en una batalla entre bandos, por alguna razón llega ante ustedes ya sea un civil a alguno de los miembros de bando con heridas provocadas por un Morisoseo Ánima. Desde luego la lesión no es cualquier cosa, deben actuar rápido. La auscultación debe ser eficaz para impedir que el paciente fallezca.

 

»Primeramente deben limpiar las heridas, cosa que se haría con un rápido Fregotego o Tergeo. Inmediatamente después, aplicar una serie de hechizos de cicatrización o en su defecto emplear esencia de díctamo sobre las heridas para evitar se siga perdiendo sangre. En lo personal, emplearía los hechizos de cicatrización ya que son más rápidos, sin embargo, si cuentan con el tiempo, un poco de díctamo también serviría. Después de eso, se encargaría de recuperar la sangre perdida. Aquí es donde difiero de lo explicado por Anna en su ejemplo, para que fuese más rápido, en vez de una transfusión, haría uso de la poción reabastecedora de sangre, pues logra restituir todo aquel líquido de la manera más eficaz.

 

»Muy bien, ahora, les tocan sus deberes, escuchando esta explicación, les haré entrega de un pergamino a cada uno con alguna situación en la cual el paciente se encuentre en una situación de urgencia o emergencia. Su tarea es analizar el pergamino y determinar si se trata de una urgencia o una emergencia, poner por qué lo consideran así, escribir de qué forma auscultarían al paciente así como dar un posible tratamiento. Este último paso, déjenlo a su imaginación, no tiene porqué ser correcto, sin embargo quiero que se esfuerce —Expliqué y proseguí.

 

Sin más, cada uno de los de los pergaminos salió en pos de los chicos. Sabía que aquella había sido una parte de la clase bastante cargada de información, pero confiaba en que supieran resolverla.

 

Tarea para Anna:

 

1.- Dalila es una mujer muy enérgica, educa a sus hijos con la más dura disciplina, sin embargo, a veces se le pasa la mano y logra lastimar mucho a sus hijos. En una de esas ocasiones, a Timmy, su hijo más pequeño, le lanza una maceta en la cabeza que logra causarle un descalabro considerable haciéndole perder el conocimiento. Al llegar a San Mungo, desde luego la mujer miente y dice que Timmy, por andar jugando, se tiró dicha maceta en la cabeza.

 

2.- En una disputa entre dos magos por el amor de una bruja, ambos deciden batirse en duelo para ver quien es el merecedor de la mujer, por lo que se citan en una paraje solitario y comienzan con el duelo. Al cabo de un par de hechizos, Marius, uno de los magos, recibe un certero Lusentium de parte de su oponente, Niccolas. Pierde de inmediato en sentido del tacto, seguido, tras un par de turnos, de la vista. Decide darse por vencido e ir a San Mungo.

 

Tarea para Elodia:

 

1.- Phineas es un mago joven al que le gusta experimentar, en uno de sus experimentos, al querer inventar una poción para hacerse invisible, logra una mala combinación y explota el caldero de peltre que estaba usando. Un poco de aquella mezcla, cae en la cara de Phineas, causándole una quemadura muy fuerte así como la pérdida parcial del ojo izquierdo. Va a San Mungo a ser atendido.

 

2.- Canutta es una bruja anciana, ya no ve muy bien y a veces no logra conservar en el equilibrio. Un día, al salir a comprar víveres al Callejón Diagon, tropieza con uno de los adoquines sueltos y cae en un caldero enorme que contenía aguijones de billywig. Las picaduras son profundas y la pobre mujer comienza a levitar de inmediato. Un grupo de buenos hombres la llevan a San Mungo para que la restablezcan.

 

Tarea para Ästartèa:

 

1.- Hugo es un niño de a penas dos años de edad, y pese a crecer en el mundo de la magia, tiene la grave desventaja de ser de padres squibs, aunque él si es un mago. Un buen día, a la hora de estar experimentando, Hugo se mete un juguete de plomo en la boca el cual queda atorado en su garganta. Si bien el juguete no obstruye del todo la garganta del pequeño, si impide el paso regular de aire provocando una convulsión en el niño a falta del oxígeno adecuado. Sus padres llegan corriendo a San Mungo.

 

2.- Igor es un mago que viene desde Rusia a visitar a unos amigos que conoció cuando viajó por Inglaterra hace ya algunos años, sin embargo, al éste no estar adaptado a las enfermedades propias de esta gran isla, contrae Viruela de Dragón. Es un padecimiento que en los ingleses es fácil de tratar y de eliminar, pero en la piel del ruso crea una afección distinta provocándole una severa gangrena en el brazo derecho. Sus amigos lo llevan a San Mungo para ver qué pueden hacer por él.

 

Tarea para Zarco:

 

1.- En una batalla entre mortífagos y fenixianos en las adoquinadas calles de Ottery St. Catchpole, cuando de pronto, un Absorvere de Ángel Caído cae sobre un civil, acto seguido, ese mismo civil, recibe un Incendia Din, que por la desesperación, atraviesa recibiendo graves quemaduras. Pierde el conocimiento y es llevado a San Mungo, tras el término de la batalla, por una familia de magos muy cercana al lugar de los hechos. Llega casi muerto.

 

2.- Helena es una bruja aventurera, le encanta viajar por el mundo y descubrir nuevas formas de vida, sin embargo, muchas veces, se arriesga de más y termina herida ya sea por accidentes al desplazarse por el paisaje o porque alguna criatura la ataca. En una ocasión, Helena viajó a lo más profundo de los bosques ingleses topándose con una reserva de criaturas mágicas peligorsas, en la que, por descuido, alebresta a un grupo de dementores y a un Colacuerno Húngaro. Por fortuna, al recibir el ataque del dementor, la mujer logra zafarse de éste con un patronus, pero la deja débil, lo cual el dragón aprovechó para lanzarle una perte llamarada de fuego que le causa quemaduras muy graves, así como lanzarla varios metros con su cola de pinchos. La paciente llega muy grave a San Mungo gracias al guardia del lugar.

 

—Tienen treinta minutos. Pueden empezar —Finalicé y retomé mi lugar en la butaca mullida de detrás de mi escritorio.

Editado por Keaton Ravenclaw

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