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|~| Primeros Auxilios |~|


Keaton Ravenclaw
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Comprendí que mis compañeros no sabían por donde empezar. A mi me había costado bastante trabajo encontrar dos buenos casos sobre los que escribir, y pasaba los días y días trabajando con los enfermos, viendo día tras día los distintos casos. De todas formas me sorprendió que se demorasen tanto tiempo en entregar la tarea, se les habría ido el santo al cielo, pero estaba segura que para la siguiente tarea se pondrían las pilas.

 

Para evitar el aburrimiento tomé un trozo de pergamino, anotando ciertas cosas que tendría que hacer durante el trabajo, dudas que les surgirían a mis empleados con los nuevos cambios, y anotando como les respondería. Odiaba perder el tiempo. Obviamente no pude evitar sonreír al darme cuenta de que todos mis compañeros habían terminado con su trabajo, ya podríamos continuar con la lección. Cuanto antes terminásemos antes podría regresar a casa y al trabajo.

 

- Gracias profesor Keaton- le respondí al ver la nota que me había puesto. Poco a poco los distintos pergaminos fueron llegando al resto de mis compañeros, cada uno con su nota y calificación.

 

Ahora tocaba seguir con el temario, el profesor no parecía muy contento por el retraso a la hora de entregar la tarea, por lo que haría la tarea en cuanto nos la diera, era mucho mejor que no le diéramos más motivos para que se enfadara con nosotros y nos bajara de aquella manera la nota. Por orgullo necesitaba terminar el curso con una buena calificación.

 

Me senté correctamente, prestando atención a la nueva lección que estaba impartiendo el profesor. Aquella clase era sencilla, ya la había puesto en práctica en una infinidad de ocasiones. De todas formas, el último paso solo lo tenía en cuenta si había acumulación de pacientes, para saber por cuál de ellos comenzar a atender. De todas formas copié la lección tal cual en un trozo de pergamino para tenerlo a mano, sería importante para las prácticas, en ellas mi método no era importante, si no el suyo, sería sobre ello sobre lo que me calificarían.

 

A continuación el Ravenclaw propuso un ejemplo de como atender a un paciente que llegara a nuestras manos debido a un envenenamiento. Un niño, al que le costaría trabajo estarse quieto y no quejarse, aquel envenenamiento, como la mayoría era bastante desagradable y yo sabía bastante bien que no se podría tratar bien a alguien que estuviera nervioso. De todas formas no pude evitar mostrar una leve sonrisa cuando comentó el método que emplearía él. Yo por lo general siempre empleaba el contrario a no ser que ese no surtiera el efecto deseado.

 

En el segundo caso Keaton difería de lo que yo había propuesto, era cierto que la poción reabastecedora era más rápida, pero siempre era complicado hacer que alguien la tragara si no estaba consciente, por lo que en muchas ocasiones me había acostumbrado a una transfusión, además que solía tener más existencias en San Mungo. Pero era bastante claro que la solución del docente era mejor.

 

Ahora comenzaba la segunda tarea, para lo que el profesor nos entregó una tarea distinta a cada uno de nosotros. Leí lo que me tocaba, tenía que diferenciar si se trataba de una emergencia o una urgencia y darle un tratamiento adecuado. Tenía treinta minutos para ejecutarlo, miré mi reloj, tocaba ponerse manos a la obra.

Anna T. Ryddleturn

SEGUNDA TAREA. PRIMEROS AUXILIOS.

1.- Dalila es una mujer muy enérgica, educa a sus hijos con la más dura disciplina, sin embargo, a veces se le pasa la mano y logra lastimar mucho a sus hijos. En una de esas ocasiones, a Timmy, su hijo más pequeño, le lanza una maceta en la cabeza que logra causarle un descalabro considerable haciéndole perder el conocimiento. Al llegar a San Mungo, desde luego la mujer miente y dice que Timmy, por andar jugando, se tiró dicha maceta en la cabeza.

Al tratarse de un golpe fuerte en la cabeza estaríamos hablando de una emergencia. Los golpes en esta parte del cuerpo son muy peligrosos, aunque siempre será una buena señal que el niño no haya perdido el sentido en ningún momento, aunque esto sea así, no se puede descartar que haya un derrame cerebral.

Como primer paso se comprobará que el paciente es capaz de hablar y que sus pupilas reaccionan. Si es capaz de comunicarse él nos informará del tipo de dolor que tiene y nos contará por si mismo como se hizo las heridas. Siempre él, nunca la madre que deberá esperar fuera del box para evitar molestias y poner más nervioso al paciente.

Si Timmy se encontrara inconsciente y no pudiera comentarnos que es lo que le ha ocurrido tomaríamos en cuenta la información disponible y se realizaría un reconocimiento de las heridas. En este caso todo sería visual, tendríamos que limpiar un poco la zona ensangrentada para no tener estropeada la visión de la zona afectada.

Lo primero sería cortar la hemorragia, limpiara las heridas producidas por el golpe de la maceta. Para ello se limpiarán las heridas con fregoteo, agua y a continuación se empleará el hechizo episkey y costuras mágicas que cicatrizarán con mayor rapidez, sin dejar cicatrices. Habrá que tener cuidado de limpiar muy bien la zona para que no haya infección a causa de la tierra. Durante la primera noche deberá de ser despertado cada dos horas para asegurarse de que no haya problemas, de le realizarán también algunas placas para comprobar si hay hemorragias internas.

Como probablemente haya informes a cerca de los accidentes habituales que tienen los niños, habría que aconsejar que un psicólogo hablara con la familia para ver la razón de tantos accidentes y si fuera necesario ponerse en contacto con un defensor del menor.

 

2.- En una disputa entre dos magos por el amor de una bruja, ambos deciden batirse en duelo para ver quien es el merecedor de la mujer, por lo que se citan en una paraje solitario y comienzan con el duelo. Al cabo de un par de hechizos, Marius, uno de los magos, recibe un certero Lusentium de parte de su oponente, Niccolas. Pierde de inmediato en sentido del tacto, seguido, tras un par de turnos, de la vista. Decide darse por vencido e ir a San Mungo.

Dado que el paciente se encuentra consciente, primero le preguntaremos que le ha sucedido. Una vez que conozcamos el hecho de que su problema viene de un duelo y de la pérdida de sentidos le pediremos que nos describa que sentidos ha perdido.

La pérdida de sentidos a causa de unos hechizos es algo leve, por lo que estaríamos hablando de una urgencia.

El tratamiento sería dejarlo en observación, el hechizo se desvanecerá por si mismo en muy poco tiempo. Habrá que asegurarse de que la recuperación evoluciona bien. No sería necesario tomar medidas a no ser que en un par de horas no estuviera recuperado. De hecho el sentido del tacto lo tendría que haber recuperado al poco de llegar al hospital.

 

 

Tras terminar de rayar el papel con aquellas palabras, dando mi opinión se lo entregué al profesor. Siempre se me daba mal explicar las cosas, era más de llevarlas a cabo y no quería escribir más de la cuenta. Tenía que aprovechar el tiempo libre para seguir ordenando mis asuntos, y no quería que se me pasara el tiempo de entrega de la tarea.

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Me levanto nuevamente del asiento para tomar el pergamino calificado por parte de Keaton
- Muchas gracias – Digo antes de mirar la puntuación que tengo, continuando mi camino de regreso.
No puedo evitar hacer una mueca al encontrar el Aceptable estampado en el papel pero entiendo la razón de la calificación, debo tener más velocidad al resolver las tareas. Tomo mi lugar en la estación de trabajo.
Saco otro pergamino para anotar las observaciones que el profesor hace al frente, tengo noción de ellas pero no está demás tenerlas a mano. Si bien, durante mis años de experiencia, había atendido en forma preventiva a los compañeros de bando pero jamás curaciones más elaboradas, atenciones especializadas, observaciones. Todo quedaba en manos de los sanadores en San Mungo al llevar sus cuerpos ensangrentados. Por ende, debo usar las enseñanzas que el Ravenclaw imparte.
Subrayo todo lo pertinente e importante para poder hacer la inminente tarea como refuerzo para el conocimiento. Observo a mi esposa con la cabeza abajo mirando el pergamino, escribiendo rápidamente. Posiblemente son anotaciones sobre como Keaton lleva la clase sumadas a la información que recibe, se nota concentrada y decidida ante ello.
Sin perder atención de la clase entiendo los casos prácticos que da por ejemplo. Es importante entender los pasos a seguir, entiendo que la base de todo son procedimientos por norma para después usar el sentido común e ir atendiendo las heridas de más gravedad y que pongan en riesgo la vida de los pacientes. Eso es clave, muy importante. Es la vida o la muerte de la vida que tienes entre tus manos.
Ahora llega nuestro turno. Los pergaminos con los ejemplos llegan a nuestras mesas de trabajo y tomo la que me pertenece, leyendo con calma para entender el tipo de curaciones y si es Urgencia o emergencia.
Segunda Tarea
Zarco Bulche
En una batalla entre mortífagos y fenixianos en las adoquinadas calles de Ottery St. Catchpole, cuando de pronto, un Absorvere de Ángel Caído cae sobre un civil, acto seguido, ese mismo civil, recibe un Incendia Din, que por la desesperación, atraviesa recibiendo graves quemaduras. Pierde el conocimiento y es llevado a San Mungo, tras el término de la batalla, por una familia de magos muy cercana al lugar de los hechos. Llega casi muerto.
El civil, al haber atravesado el círculo del Incendia Din, se encuentra en estado CRÍTICO. Por ende, lo convierte en Emergencia, aunado al hecho de tener un Absorvere. Se retiran las ropas para que puedan sanar las quemaduras Para estabilizarlo es imperante un Episkey que lo separe de la muerte. Las quemaduras serán notorias al igual que el daño de la maldición mortífaga. Después se puede preguntar a los familiares más detalles que puedan ser importantes para la curación. Una vez obtenida la información necesaria los familiares deben esperar fuera del área de curación.
Después, se aplica un Fregotego para limpiar cualquier herida previniendo infección. Dadas las quemaduras de tercer grado se debe aplicar Esencia de Díctamo en las quemaduras, lo cual generará piel nueva. Siguiendo las indicaciones de los familiares, se aplica otro Episkey para el hueso roto y curar la infección por gangrena.
Una vez estabilizado el paciente se le pide a la familia ropas limpias del afectado o se usan las del Sanatorio. Puede quedar un día en observación después de despertarlo con un Ennervate al tranquilizarse los ritmos vitales.
Helena es una bruja aventurera, le encanta viajar por el mundo y descubrir nuevas formas de vida, sin embargo, muchas veces, se arriesga de más y termina herida ya sea por accidentes al desplazarse por el paisaje o porque alguna criatura la ataca. En una ocasión, Helena viajó a lo más profundo de los bosques ingleses topándose con una reserva de criaturas mágicas peligorsas, en la que, por descuido, alebresta a un grupo de dementores y a un Colacuerno Húngaro. Por fortuna, al recibir el ataque del dementor, la mujer logra zafarse de éste con un patronus, pero la deja débil, lo cual el dragón aprovechó para lanzarle una perte llamarada de fuego que le causa quemaduras muy graves, así como lanzarla varios metros con su cola de pinchos. La paciente llega muy grave a San Mungo gracias al guardia del lugar.
Lo primero, dado que la paciente se encuentra consciente, se le pregunta lo que le sucedió. Si se encuentra muy alterada puede administrarle un Filtro de Paz (y un chocolate, para el susto con el Dementor) y preguntar al guardia del lugar. Las heridas son graves pero no ponen en peligro inmediato la vida de la señora Helana.
Se retiran las ropas para la perfecta cicatrización de la piel, las heridas producidas con los pinchos de la cola del dragón se limpian con Fregotego y se cicatrizan a base de Episkeys que corten todo tipo de hemorragia dada la profundidad de cada herida. Para las quemaduras y terminar de cerrar las heridas se administra una Esencia de Díctamo. Por último, se proporciona una poción vigorizante pare recuperar sangre y se deja en observación.

 

Termino de escribir con la estilizada caligrafía que tengo y me levanto para entregarle el pergamino al profesor Keaton.

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Elodia&Zarco||http://i.imgur.com/sBeDpI8.gif || http://i.imgur.com/CtLfT.gif

I am the suppressed darkness inside of you

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- Gracias - Comenté al recibir el pergamino que acaba de volar hasta mi mesón, observándolo con interés.

 

Lo repasé con cautela y tal como esperaba, no había error alguno en el contenido, la redacción ni mucho menos en la caligrafía, el cual que pudiese haber afectado la calificación. Más que mi propia puntuación, lo que realmente me interesaba saber eran los criterios de dicha escala… ¿Debía suponer que correspondía al tiempo empleado?. No tuve necesidad de verbalizar aquella interrogante porque fue rápidamente contestada tras la intervención de Keaton, quien no se veía muy cómodo al respecto.

 

Sopesé un par de minutos aquel punto. Apreciaba que se inculcara la puntualidad con el deber, más aún es una institución tan prestigiosa como la que estábamos pisando, pero aquello también podía transformarse en un arma de doble filo; priorizar la rapidez en vez de la calidad no era una buena apuesta, aquello lo habría aprendido tras años en la docencia, no sólo en la Academia sino también en el bando. Sin embargo, era poco probable que aquello sucediera en la clase, ya que tanto los estudiantes como el profesor, no sólo eran magos experimentados sino también con una amplia trayectoria sobre los hombros.

 

Antes de continuar especulando mentalmente, tomé un par de notas rápidas para luego apuntar los métodos de auscultación y algunos comentarios extras que iba agregando el Ravenclaw sobre el correcto proceder ante una determinada lesión.

 

- Interesante… - Susurré apenas comencé a leer los nuevos deberes. Aquella serie de casos se podían presentar a menudo en la vida diaria, por lo que había que estar preparados para hacerles frente.

 

Rápidamente rasgué el papel con la pluma, pensando en los dos casos de emergencia o urgencia y en los posibles tratamientos para cada uno. Una vez que finalicé la composición me acerqué al mesón del profesor para dejar la tarea.

 

~ Tarea dos ~

Elodia Evans R.


1.- Phineas es un mago joven al que le gusta experimentar, en uno de sus experimentos, al querer inventar una poción para hacerse invisible, logra una mala combinación y explota el caldero de peltre que estaba usando. Un poco de aquella mezcla, cae en la cara de Phineas, causándole una quemadura muy fuerte así como la pérdida parcial del ojo izquierdo. Va a San Mungo a ser atendido.

 

A pesar de la gravedad de las heridas, Phineas llega por su cuenta a San Mungo. Al estar consciente, se le pregunta rápidamente cómo se realizó las quemaduras y los materiales que estaba manipulando. Conjuntamente se le realiza una valoración del estado de su piel por si hay otras heridas en su cuerpo, sumada a la pérdida de visión en el ojo izquierdo. Se le retira toda la ropa para constatar otras lesiones. Si el dolor no le permite hablar, se le administra un filtro de la paz simultáneamente al tratamiento de la emergencia.

 

Para retirar y disolver los restos de poción se enjuagaría al paciente con abundante agua, a través de un aguamenti, sobre todo en los ojos. Acto seguido, se limpia la piel con un tergeo para luego aplicar cuidadosamente esencia de díctamo en toda la zona afectada para tratar las quemaduras.

 

En cuanto su ojo, el próximo paso a seguir dependería de su evolución al tratamiento.

 

2.- Canutta es una bruja anciana, ya no ve muy bien y a veces no logra conservar en el equilibrio. Un día, al salir a comprar víveres al Callejón Diagon, tropieza con uno de los adoquines sueltos y cae en un caldero enorme que contenía aguijones de billywig. Las picaduras son profundas y la pobre mujer comienza a levitar de inmediato. Un grupo de buenos hombres la llevan a San Mungo para que la restablezcan.

 

Las primeras indagaciones sobre Canutta se le realizan a los hombres que la trajeron. Posteriormente se constata que el grado de conciencia de la paciente, preguntándole si tiene mareos u otros malestares propios del vértigo. Para tratar la urgencia se le realiza un liberacorpus, de éste modo la anciana volvería a su estado original.

 

El hechizo es inmediato, por lo tanto, una vez que Canutta vuelva a poner los pies en la tierra se le revisa que no hayan otras heridas ni aguijones de Billywing. En caso de haber piquetes sangrantes bastaría aplicar un episkey o un poco de esencia de Murtlap.

 

 

- ¿Es posible que compartamos nuestras percepciones sobre los casos con los demás? – Pregunté en voz alta cuando volví a mi lugar. La retroalimentación era algo que valoraba bastante, siempre había algo nuevo por aprender desde la experiencia de otros, más aún con el tipo de magos y brujas que conformaban la clase .

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http://i.imgur.com/vmuQcG9.gif ● Paladín ● http://i.imgur.com/iEw235G.gif


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Recibió su nota y aunque la Malfoy no estaba feliz sabía que era del todo culpa suya por no haber entregado tal trabajo a tiempo. Eso le pasaba por estar con la mente en otro lado o simplemente el hecho de estar rodeada de gente cuando se había mantenido tanto tiempo en aislamiento. Estaba segura que si su madre supiera de lo que estaba haciendo se volvería loca.

Se dispuso a anotar todo lo que el Ravenclaw tenía escrito en la pizarra. Tenía cierto conocimiento al respecto al haber estado un tiempo con los muggles y sus sanadores, en realidad se parecían bastante aunque diferian en cosas como enfermedades y forma de tratamiento; pero después de todo con el mismo propósito: salvar una vida.

Al recibir su trabajo no pudo haber estado más contenta, aunque claro, jamás lo verían en su rostro. Amaba a los niños más que cualquier cosa, por lo que se puso rápidamente manos a la obra.

Segunda tarea


Ästartèa Malfoy

Hugo es un niño de a penas dos años de edad, y pese a crecer en el mundo de la magia, tiene la grave desventaja de ser de padres squibs, aunque él si es un mago. Un buen día, a la hora de estar experimentando, Hugo se mete un juguete de plomo en la boca el cual queda atorado en su garganta. Si bien el juguete no obstruye del todo la garganta del pequeño, si impide el paso regular de aire provocando una convulsión en el niño a falta del oxígeno adecuado. Sus padres llegan corriendo a San Mungo.
Comencemos teniendo el panorama general de padres desesperados tratando de ayudar a su hijo. Al momento de llegar a San Mungo es probable que ya haya pasado el episodio convulso o que esté a mitad del mismo por lo que el tratamiento será diferente dependiendo de la situación.
Lo importante aquí es saber la causa de lo que provocó este por lo que a los padres se les debe interrogar sobre las actividades del niño antes de ponerse mal ya que son de vital importancia. De dar la información sería más rápida la acción del sanador y más rápida la curación del menor.
De llegar con las convulsiones lo ideal sería detener estas primero y buscar la causa de origen. El pequeño objeto en su garganta es fácilmente detectable por otros síntomas que sugieren asfixia por objeto obstructivo, si el pequeño está consciente mostrara signos de querer respirar lo que nos llevará a revisar las vías respiratorias. Se retirará el juguete y se le administrara oxígeno por el perdido y se le tendrá en observación por una noche por tres razones: la primera que recupere el nivel de oxígeno adecuado en su sangre, la segunda por su edad ya que al ser tan pequeño es más dado a sufrir complicaciones y tercero y no menos importante hacer el seguimiento por posible intoxicación con plomo. Esto califica como una emergencia.

Igor es un mago que viene desde Rusia a visitar a unos amigos que conoció cuando viajó por Inglaterra hace ya algunos años, sin embargo, al éste no estar adaptado a las enfermedades propias de esta gran isla, contrae Viruela de Dragón. Es un padecimiento que en los ingleses es fácil de tratar y de eliminar, pero en la piel del ruso crea una afección distinta provocándole una severa gangrena en el brazo derecho. Sus amigos lo llevan a San Mungo para ver qué pueden hacer por él.
Este caso a ser sincera no sabría como catalogarlo al ser difícil saber cuánto tiempo lleva el paciente con la enfermedad, aunque de todas maneras debe ser atendido de inmediato para evitar mayores progresos de la viruela. Comenzaremos dándole la cura para la enfermedad que bien podría tardar más tiempo del necesario en hacer efecto o solo detener el proceso pero no hacer nada para curar la gangrena. En este punto no podemos determinar como reaccionará el cuerpo del ruso por lo que aplicaremos medidas para que la gangrena no se expanda y curar la misma. Lo primero que haremos es retirar el tejido muerto, es probable que la parte más superficial de la piel no sea recuperable por lo que es mejor tomar tal acción, luego recuperaremos la circulación sanguínea hasta el último capilar de piel y le serán administradas pociones que permita la rápida recuperación de epidermis perdida. Se quedará en observación todo el tiempo necesario, ya que como se mencionó anteriormente, no sabemos cómo reaccionará nuestro paciente con el tratamiento.

 


Con la tarea terminada enrolle el pergamino y se lo entregué al profesor, esperaba que esta vez a tiempo, y no solo eso sino también que sus respuestas hayan sido satisfactorias y lo suficientemente claras. Después de todo, hablábamos de vidas y nuestras acciones eran lo que las salvaban... o no.

Editado por Ästartèa Malfoy

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By Cissy

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Me sorprendía la eficiencia que tenía Anna para con los deberes. Aunque claro, el ser Directora de una de las Instituciones más activas de nuestra nación, seguramente influía mucho en aquello. A los pocos minutos de haber dejado la tarea, la Ryddleturn llegó hasta mi escritorio a entregarme su pergamino. Al extenderlo y mirarlo, de primero vi que era una redacción bastante completa. La definición del primer caso y su posible cura, aunque lo único es que me había explicado lo que hubiera hecho su iba consciente, cosa que no había pedido, pero era algo complementario. El segundo caso era mucho más sencillo, y si, concordaba con lo que había puesto. Solo tuve un problema con el primer caso.

—Solo para comentarle, señorita Ryddleturn. A mi punto de vista, un golpe en la cabeza producto de un golpe con una maceta, lo consideraría una Urgencia en vez de una Emergencia. No es un daño muy fuerte, además en las personas menudas golpes de esa índole pude tener como efecto un desmayo, pero hasta ahí. En lo demás perfecto —Dije y coloqué un Extraordinario, pues había alcanzado diez puntos. El pergamino voló a hasta donde ella.

El segundo en arribar al escritorio fue Zarco. Ese hombre en verdad me caía de perlas. Sonreí por el hecho de que aquella ocasión entregaba la tarea a tiempo, y de seguro aquella vez si obtendría la ca nota máxima. Al tomar el pergamino pudo corroborar que el chico tenía experiencia. El primer caso, de maravilla, la forma de actuar era muy específica y se notaba, como ya había pensado antes, la experiencia del hombre en batalla. Para el segundo caso, tuve problemas. Alcé mi cara del pergamino hacia el Damilse y me le quedé viendo extrañado.

—Señor Damilse, la observación de su segundo caso lo hace muy a la ligera. Una llamarada de un Colacuerno Húngaro directo hacia la paciente además de haber sido aventada con la cola a pinchos del mismo dragón varios metros, no puede considerarse una Urgencia, al contrario, eso es muy grave, si no se actúa tal cual como una Emergencia, la paciente puede morir, Tenga más cuidado en ello —Dije y coloqué un Supera las Expectativas correspondiente a sus ocho puntos. El error le había bajado dos puntos. El pergamino voló hasta él.

La tercera en llegar era Elodia. Tomé su pergamino a la par que miraba el reloj; a penas y lo entregaba a tiempo, faltaban pocos segundos para que acabara el plazo. Miré el papel y lo leí. El primer caso de maravilla a excepción de una palabrita mal empleada, cosa que arreglé. Taché el "emergencia" de último renglón del primer párrafo y lo cambié por un "urgencia". Los dos casos que le correspondían a la Evans era del tipo Urgencia, por lo que al ver el segundo caso, sonreí: lo había hecho muy bien.

—Señorita Elodia, el primer caso, pese a ser aparatoso, es considerado una lesión de urgencia, porque Phineas llegó por propia cuenta a San Mungo. Puede que si tuviese dolores, pero no ponían en riesgo su vida. Un error leve que me parece corregible. La forma de actuar fue excelente —Dije a la par que ponía un Extraordinario en el pergamino correspondiente a sus nueve puntos. El pergamino voló hasta a ella —En cuanto al compartir percepciones, deme unos momentos y lo podremos hacer.

En ese momento, Ästartèa llegaba hasta donde mi escritorio. El tiempo había acabado, pero el atraso no era mas que de un par de minutos. Tomé su pergamino y lo analicé. Las respuestas era francamente pobres, aunque contestaban bien a lo que había solicitado. No elaboró para ninguno de los dos casos un tratamiento muy bueno, pero eso ya se corregiría en la parte siguiente de la clase. Se notaba aquí la falta de experiencia, cosa que me parecía maravillosa, la Malfoy sería mi reto en aquella clase, pues la debería dejar lista para ser una medimaga como San Dumby mandaba.

—Señorita Malfoy, hubo aspectos que se me hicieron flojos en su redacción, pero no se preocupe, cumplió con lo solicitado. Ya verá como aprende más con la siguiente parte de la clase. Recuerde que esto es Primer Auxilios Mágicos, debe emplear la magia para solucionar las lesiones para que sea muchísimo más rápida la curación —Le expliqué a la par que estampaba un Aceptable en su pergamino acorde a los siete puntos obtenidos en la tarea. El pergamino volvió hasta ella.

—Muy bien, muy buenas sus tareas. Ahora, en lo correspondiente a lo que propone la señorita Evans —Señalé a Elodia —Lo haremos como una parte extra de la tercer tarea. Será opcional, pondré los casos que le tocaron a cada uno en la pizarra y si desean pueden comentarme cómo actuarían ustedes —Añadí. Comenzaría ya la parte buena de la clase.

—El siguiente tema corresponde a los Tratamientos. Este se divide en Pociones y Hechizos, y verán el por qué era importante que en la tarea anterior me colocasen las posibles forma de actuar. Casi todas estuvieron de maravilla, y con lo que veremos a continuación ampliaran sus visiones —Les comenté —Veremos primeo los Hechizos.

Tras un movimiento de mi varita, en la pizarra aparecieron la mayoría de los hechizos que se empleaban para la sanación de lesiones de emergencia y urgencia. Algunos de ellos servían a la hora de actuar, como el desmaius, que podía provocar que un paciente afectado por una fuerte crisis nerviosa durmiese para poder tratarlo. Existían, sin embargo, hechizos más antiguos que éstos para la curación que se aprendían con la práctica, pero al ser éstos bastante complejos, había decidido no enseñarlos dejando solo lo básico. Aclaré mi garganta con un sonoro carraspeo y posé la mira en mis estudiantes poniéndome de nuevo de pie.


 

Hechizos Empleados para la Sanación


- Aguamenti (efecto/invocación): Sale un chorro de agua de la varita. Es dirigida a corta distancia y a donde se apunte con la varita.

- Anapneo (efecto): Sirve para destapar las vías respiratorias cuando una persona se está ahogando.

- Desmaius (rayo): paraliza al oponente haciendo que éste caiga, quede inmóvil e inconsciente.

- Diffindo (rayo): Rompe objetos de forma parcial. Por ejemplo cuerdas finas, cartón, madera, ramas, etc.

- Ennervate (rayo): Hechizo revitalizador que vuelve a un ser conciente nuevamente a personas o animales en caso de heridas leves o golpes (desmayos, etc).

- Episkey (efecto): Hace que la sangre se detenga y arregla pequeños huesos rotos o desaparecidos. En caso de heridas graves se debe aplicar reiteradas veces.

- Evanesco (efecto): Hechizo capaz de hacer desaparecer objetos no más grandes que una mesa. Elimina flechas, medias lunas y cuerdas, siempre que vengan juntas ya impactadas solo desaparecería una (en el caso de que dos de ellas estén próximas entre sí, desaparecerían las dos)

- Ferula (Invocación): Hace aparecer una tablilla o cabestrillo (banda o aparato pendiente del hombro que sirve para sostener una mano o brazo lastimado). Se requiere tocar con la varita la zona donde va a aparecer la tablilla, para que el hechizo tenga efecto.

- Finite Incantatem (efecto): Finaliza los efectos de encantamientos o hechizos que provocan un cambio sobre el mago, como por ejemplo el tarantallegra.

- Fregotego (rayo): Hechizo que sirve para limpiar cosas.

- Incárcerus (Invocación): Ata con 3 gruesas cuerdas al receptor, éstas salen despedidas de la varita del mago.

- Liberacorpus (efecto) Sirve para volver hacer que una persona vuelva a poner los pies en la tierra después de algún hechizo o picadura que le obliguen a levitar.

-Morphos (efecto): Cambia cualquier objeto solido (no vivo) por algún otro del agrado del mago, inclusive vivo, pero tiene que ser del mismo tamaño o menor que la cosa en cuestión, y tiene que existir en la realidad.

-Petrificus totalus (rayo): Maleficio que inmoviliza totalmente a la víctima.

- Reducio (rayo): Reduce el tamaño de cualquier objeto, hasta tres veces el tamaño de un objeto o animal.

- Relashio (rayo): Hace que se suelte una cosa o persona a través de chispas o agua caliente. Uno apunta con la varita y a corta distancia salen chispas o agua caliente.

- Tergeo (rayo): Sirve para absorber líquidos.

 


—Muy bien, pues como verán en la pizarra, tenemos una gran variedad de hechizos que sirven a la hora de actuar ante lesiones de los tipos ya aprendidos, algunos de ellos, como el desmaius, el petrificus totalus o el incárserus, son hechizos preventivos al momento de no tener a la mano pociones para poder contener a los pacientes —Expliqué —Por ejemplo, supongamos que llega ante ustedes una persona que acaba de ver una batalla en la cual matan a su esposo. A parte de la lesiones que tenga, lleva una poderosa crisis nerviosa que deben controlar para poderla trata. Supongamos también que se encuentran en un lugar que no es San Mungo y no cuentan con las pociones necesarias. Allí tienen de tres, un desmaius o un petrificus totalus para dejarla completamente inmóvil o un incárserus si lo que desean es que siga consciente.

»Es obvio que es casos extremos, por lo general se aplicaría una dosis de Filtro de Paz o en su defecto Filtro de los Muertos si la afección es muy fuerte, sin embargo, no siempre es así —Ejemplifiqué y vi la pizarra —Aparece también el diffindo, y espero entiendan por qué está ahí. Es para poder rasgar la ropa con mayor facilidad, lo mismo el evanesco, que en este caso, como bien dice la definición que coloqué, serviría para hacer desaparecer incrustaciones de cualquier tipo del cuerpo del paciente.


»Entre otras cosas, deben aprender que los hechizos no siempre se emplearán de la manera convencional, hay ocasiones en las que deberán echar a volar su imaginación si no tienen pociones a la mano, o de menos, contener los síntomas hasta que se consiga alguna —Me emocioné entonces, venía la primer tarea práctica —Muy bien, con esta explicación y con la tabla de hechizos de la pizarra, realizarán su primer tarea práctica.

Agité mi varita mágica de cerezo y en las planchas metálicas de delante de los estudiantes, apareció un maniquí con vida artificial para cada uno, aunque con lesiones muy distintas entre si. El de Anna era un maniquí que tenía catorce flechas incrustadas en varias partes de su cuerpo y mucha sangre, dos de ellas en la cabeza y una más en el corazón. El de Elodia era uno que tenía un cuchillo clavado en la garganta, sangraba igualmente y tenía una convulsión muy fuerte, tanto que fue necesario que apareciera en la mesa de ésta unos barandales para que el maniquí no cayera al suelo.

El de Ästartèa era un maniquí que se notaba tenía algo en la garganta que le impedía respirar bien. Con ella decidí ponerle de nuevo una asfixia para que empleara la magia y corrigiera lo faltante en la tarea anterior. Además de ésto, el maniquí estaba hinchado, lo cual indicaba una alergia a aquello que le estaba causando la asfixia. Finalmente, el maniquí de Zarco tenía quemaduras de tercer grado en brazos, piernas y cara, además de una fea cortada en el cuello que estaba provocando sangrado.

—Muy bien, ahí tiene sus maniquís. No pueden usar pociones, deben de restablecer lo mejor que se pueda a sus maniquíes empleando solo hechizos y curación básica intuitiva, por ejemplo un torniquete a base de algún trapo para impedir el flujo de sangre. Tienen esta tarea y la opción de poder dar sus percepciones de los casos de sus demás compañeros de la tarea anterior —Agité mi varita y apareció una pizarra nueva al lado de la que contenía los hechizos —Tienen cada uno en la segunda pizarra. Tienen 40 minutos para restablecer a su maniquí y diez para comentar los casos. Pueden empezar —Finalicé.

Aquella era una tarea compleja, sentía que hablaba demasiado, pero en verdad tenía ganas de que aprendiese cuanto pudiesen. Me volví a sentar en mi cómoda silla tras el escritorio y los vi poner manos a la obra.

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El profesor parecía estar satisfecho con la velocidad y la forma en la que estaba haciendo la tarea, me resultaba mucho más agradable terminarla cuanto antes y así no tener más preocupaciones que rondaran mi mente. Los casos eran la mayoría conocidos por mi, por lo que no tenía que pasar demasiado tiempo pensando en ellos, ya los había tratado en más de una ocasión.

 

Asentí levemente cuando él me dijo su puntualización con respecto a lo que yo había puesto en el pergamino, se lo agradecí y esperé a que les hiciera las correcciones al resto de mis compañeros de clase. Íbamos para largo, no iba a ser sencillo terminar el curso sin un poco de esfuerzo. Tenía miedo de la última tarea, ya estaba un poco cansada, pero tenía que terminar, de echo, estaba pensando en apuntarme a otra asignatura para el siguiente mes, me había gustado volver a estudiar algo que me gustaba.

 

Estuve bastante atenta a las correcciones que les estaba haciendo a los demás compañeros, debido a que así podía aprender muchas más cosas. No sabía exactamente que casos les habían tocado a ellos, pero cuando tenían fallos el profesor los explicaba en alto para que todos los conociésemos, cosa que agradecía.

 

Tras estar todas las tareas respondidas y resueltas el profesor propuso que expusiésemos nuestros casos ante la clase, sería una forma adicional de la tarea que nos iba a proponer, y aún no tenía del todo claro que la fuera a cumplir o no, eso lo pensaría más tarde, después de atender a la lección de los hechizos.

 

A pesar de que los conocía todos, no siempre los ponía en práctica, era reacia a usar hechizos cuando no fuera absolutamente imprescindible, rara vez paralizaba a un paciente si podía evitarlo, pero era cierto que dentro de San Mungo siempre había otros medios menos radicales para hacer que se calmaran, si no siempre me quedaba la opción de amenazarles con alejarles de su ser querido y no dejarles verle hasta que se calmaran, era algo que solía funcionar en la mayoría de los casos.

 

La práctica que el profesor nos planteaba ahora era la de realizar curaciones exclusivamente con hechizos. Yo ya no estaba tan acostumbrada a ello, siempre había ido más por libre realizando las curaciones, me sentía mucho más cómoda curando a mi antojo, según tuviera el día, pero la tarea era para practicar aquellos hechizos, y debería hacerlo lo mejor posible. El maniquí que había aparecido ante mi tenía nada más y nada menos que catorce flechas y mucha sangre. Estaban en malos lugares, dos en la cabeza y una en el corazón, esas eran las que más me preocupaban.

 

Muchos seguramente preferirían estar con maniquíes, obviamente eran mucho más silenciosos que los pacientes de verdad, pero sus quejas te ayudaban a orientarte por si algo no estaba yendo bien. Me coloqué unos guantes, saqué mi varita y comencé a trabajar. No retiraría todas las flechas de primeras, puesto que no quería que se desangraran.

 

Empezaría por la más complicada de todas, por la que tenía en el corazón. Tenía cierto reparo en activar el corazón, saldría más sangre del resto de sus heridas, aunque teniendo en cuenta que las flechas taponaban las salidas..., no sería peligroso, no se desangraría, por ello tenía que enfrentarme a las heridas una a una, y la que más me importaba en aquel momento era la del corazón.

 

- Evanesco- murmuré haciendo que la flecha del pecho desapareciera. Realmente yo no necesitaba ya nombrar los hechizos, tenía demasiada práctica con ellos y con solo pensarlos tenían su efecto, pero en aquel momento quería hacerlo todo paso a paso, como una novata.

 

La sangre comenzó a emanar a borbotones, por lo que rápidamente tuve que emplear un "Episkey" sobre el corazón. Uno solo sabía que no serviría, pero tenía que hacer que la hemorragia fuera mínima. La repetí por segunda vez, ya casi no salía sangre a través de la herida, pero necesitaba limpiarla bien.

 

- Tergeo- con aquel sencillo hechizo limpié mi visión de la sangre que había estado saliendo de su pecho. Hice un tercer "Episkey" en su corazón, sanándolo por completo, ya se le veía fuerte, para luego realizar un "Episkey" más sobre su pecho, curando por completo esa zona.

 

- Vale, ahora que su corazón está sanado toca curar las otras trece heridas, primero las del cuerpo, necesita contener la sangre que le queda para poder soportar una intervención más larga en la cabeza.- tras aquellas palabras todo estaba prácticamente listo, fue muy rápido el momento de sanar cada una de las heridas, haciendo desaparecer las flechas con el hechizo "Evanesco" y finalmente cerrarlas todas con uno o dos "Episkeys" por herida. Me enfrenté a ellas una a una, a excepción de las que estaban demasiado cercanas y me ahorraban trabajo curándolas a la vez.

 

Ahora me tocaba la parte más peligrosa de toda aquella operación, la cabeza. Debería de tener mucho cuidado con lo que iba a hacer, puesto que una mala ejecución podría suponer la muerte del paciente por un derrame cerebral, o que alguna de sus capacidades se viera afectada.

 

- Petríficus totalus- dije apuntando al maniquí, al quedarse los músculos inmóviles, la sangre se movería mucho más lenta, por lo que se evitaría algún problema. Ahora tenía que actuar muy rápido y sobre todo sin miedo, pronto estaría la práctica finalizada. Eso si, en ningún momento me había dado por levantar la cabeza mirando lo que hacían mis compañeros, tenía que centrarme como siempre en la víctima.

 

Sonreí al darme cuenta de que no le había afectado ninguna zona peligrosa, ni siquiera le había roto el nervio ocular, aunque había pasado muy cerca. - Diffindo - dije cortando con mucho cuidado las flechas para que no me molestaran al trabajar pero sin sacarlas, después hice un corte con el mismo hechizo al rededor de la zona para poder ver mejor.

 

Comprobé que ambas podían sacarse sin peligro para la víctima, ni siquiera estaban muy profundas, pero tendría que actuar rápido. - Evanesco, episkey.- una flecha retirada y la hemorragia cortada, de inmediato volví a emplear el hechizo "episkey".

 

A continuación volví a emplear el mismo procedimiento para retirar la otra fecha, el trabajo ya estaba finalizado, ahora debería de escribir el procedimiento en la pizarra, para que se supiese todo lo que había echo, paso por paso. Puse los ojos en blanco, odiaba los informes.

 

- Ennervate- dije al final, haciendo que volvieran de aquella manera las fuerzas al paciente, si hubiera sido un humano, hubiera recuperado la consciencia.

 

PROCEDIMIENTO LLEVADO A CABO

 

El paciente había sido herido por 14 flechas, una de ellas se había incrustado en su corazón, dos en el cráneo, las otras 11 estaban distribuidas por todo su cuerpo.

 

Se comenzó con la herida del pecho, la que más urgencia requería pare evitar que terminara desangrado. Para ello se retiró la flecha con el hechizo Evanesco, evitando de esa forma realizar más destrozos al retirarla, y a continuación se usaron varios episkeys directos al corazón. Con el hechizo Tergeo se limpió la zona para poder tener mejor visión, pudiendo cerrar completamente la herida del corazón y del pecho con el hechizo episkey.

 

A continuación se procedió a la curación de las 11 heridas dispersas por todo el cuerpo. Solo fue necesario hacer desaparecer las flechas con el hechizo Evanesco y sanándolas a continuación con el hechizo Episkey. También se limpió la zona con Aguamenti. Las heridas se fueron atendiendo por separado, una a una, para evitar la desangración del paciente.

 

Por último se procedió a atender los dos impactos de flecha de la cabeza. Para evitar que saliera más sangre del cuerpo del paciente, evitar los movimientos musculares involuntarios o espasmos se usó el hechizo Petrificus Totalus. Con el hechizo Diffindo se cortó la flecha, dejando la punta aún en el interior y también para cortar la piel alrededor de la herida para poder mirar. Al comprobar que se podía trabajar en la zona, que no era peligroso, se hizo desaparecer las flechas una a una con Evanesco y rápidamente varios episkys, evitando así que la herida se hiciera más grande afectando a otras zonas, y curando la piel.

 

Con el hechizo Ennervate se le devuelve fuerza al paciente, logrando así que recupere la consciencia. Necesitaría también al ser posible una poción reabastecedora de sangre. Tras varios días de internamiento para que se recupere, si no se produce ninguna lesión adicional, se le podría dar el alta.

 

 

Por fin había terminado mi trabajo, estaba cansada, y no sabía que más nos quedaría por hacer, si había alguna tarea adicional, y aún dudaba si realizar la tarea adicional o no. Bufé, tenía que empezar cuanto antes.

 

-Bueno, voy a exponer los casos que me tocaron en el ejercicio anterior para mis compañeros, pero la verdad no se me da muy bien explicar estas cosas, soy de poco hablar.- dije con una leve sonrisa, preparada para empezar.

 

Me puse en pie, delante de todos, preparada para contar por encima los dos casos que el profesor me había propuesto en la segunda tarea.

 

- Mi primer caso se trataba de un niño que había sido alcanzado por una maceta en la cabeza, había perdido el conocimiento. La madre le había lanzado la maceta, se sabe porque no es la primera vez que sus hijos ha llegado herido, con heridas que no son explicables por accidentes normales.

 

>> Lo primero que deberíamos hacer es separar a la madre del niño. Un golpe en la cabeza donde se pierda la consciencia no es algo que debamos de pasar por alto así como así. Son muy peligrosos. Como el paciente está inconsciente nos será un poco más complicada la atención, pues no tendremos ayuda por su parte. Deberíamos cortar la hemorragia y limpiar la herida. Habrá tierra dentro de ella, por lo que sería fácil que hubiera una infección. Fregoteo sería un hechizo muy útil. Al final como siempre emplearemos episkey o costuras mágicas si la herida es demasiado alargada.

 

También se le realizarán unas placas, para comprobar que no hay derrame y tendrá que pasar la noche en observación, despertándole cada dos horas para asegurarnos de que no pierde la consciencia y cae en coma. También llamaríamos a un defensor al menor que estudiara el caso al mandarlo a casa.<<- dicho aquello tomé un trago de agua.

 

No sabía si debería de tomar un descanso o dejar que algún compañero hablase entre medias, pero viendo que nadie se animaba seguí con el segundo caso.

 

- El segundo caso que tuve que resolver es el de una pelea entre dos magos, era un caso muy sencillo, pues solo había sido afectado por el hechizo Lusentium, primero el tacto y luego la vista. Cuando ingresó ya tenía prácticamente el sentido del tacto recuperado, y solo teníamos que esperar pacientes a que recuperase la vista, su efecto se pasa en un rato.

 

Por fin había terminado toda la tarea que tenía pendiente, creía que quizás me había excedido y no me había explicado bien, pero esperaba no tener ningún problema. Regresé a mi sitio y esperé que continuara la lección.

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Sonrío al recibir mi nota y mirar la calificación, mirando al profesor. Keaton es un gran mago y por ende debo aprender todo lo que pueda de él. Estos conocimientos, de haberlos tenidos antes, hubieran evitado que mis compañeros y yo visitáramos la tienda-Hospital en las guerras por las que participé. Sólo algunas capacitaciones para mantener la vida, sólo eso. Ahora que tengo la oportunidad debo poner atención. ¿Quién sabe? Podría estar estudiando el conocimiento con mi jefa (Anna).


Todos los pergaminos danzaron hasta los respetivos lugares y observo al profesor que hace la observación sobre el comentario de mi esposa. Es interesante una realimentación de los conocimientos para ver el enfoque de cada persona, toda arista tiene un lado y un brillo diferente. Después de todo, cada cabeza es un mundo y nutrirse del conocimiento de otros, compartirlo, analizarlo hace completo el aprendizaje.


Me sumerjo en las palabras acerca del siguiente tema “Tratamientos”. Algo de ello tengo noción pero no el amplio espectro. La mímica corporal de Keaton indica que dará información importante así que tomo otro pergamino de la parte disponible, afilando la pluma. Podría sacar la varita y calcar tal cual la información pero dejaría de ser un aprendizaje significativo. Mi truco estará en utilizar la velocidad de la raza para copiar los datos lo más pronto posible.


Al ir plasmando la tinta y los trazos me doy cuenta que conozco todos los hechizos, no hay cambios o nuevos que puedan ser interesantes. Lo interesante del asunto es que tanto para ayudar compañeros y herir enemigos había dado uso a la lista resplandeciente que tengo enfrente.


Pasado al conocimiento teórico pasó al práctico, imprimiendo un poco de la experiencia personal dando consejos sobre hechizos que podemos reemplazar a las tan valiosas pociones. La idea de cortar la ropa con el diffindo me parece bastante práctico cuando la vida del paciente está en peligro. Subrayo este dato para después leer y estudiarlo.


Como todo momento en una clase llega la parte de mover las manos. Hago a un lado mis papeles al saber qué haremos práctica. En mi mesa de trabajo aparece un maniquí con quemaduras bastantes serias, del tercer grado puedo apreciar por el estado de la “piel”. Lo que puede abrirme un poco el apetito es la cortadura donde emana sangre del cuello, bien podría quitar el excedente de la sangre dando un pequeño bocado. Sonrío algo malicioso al abandonar esa idea y ponerme a trabajar, calzando los guantes para la asepsia necesaria. Empuño la varita.


- Es el problema de meterse con un vampiro y un dragón, amigo – Silbo después del comentario, sabiendo y entendiendo que en un caso real no haría comentarios de esa índole. Adopto el semblante serio y observo la herida en el cuello. Es profunda. Suponiendo que mi paciente está ahogándose (además del shock por el nivel de la gravedad de las quemaduras) por el líquido vital saliendo de su garganta necesito que se tranquilice, podría lanzarle un Desmaius, pero eso reduce sus signos vitales y eso hará que el riesgo de la muerte sea más cercano, por ende, lanzo un - Petrificus Totalus - Necesito un Episkey para cortar el sangrado, no sin antes limpiar la herida. A la cual apunto.


- Fregotego – El rayo golpea la herida. Como toda manipulación a una herida esta comienza a sangrar más pero, no permito que continúe, pensando en un Episkey que cierre la recién lavada lesión cutánea. Aquí ya no es necesario que no se mueva mi maniquí, por lo que termino el Petrificus y lanzo – Desmaius – Para que el dolor de la limpieza de las quemaduras no agote a mi paciente. Repito el hechizo de limpieza – Fregotego – para limpiar el área y rostro, exclusivamente.


Empiezo a sudar por el cansancio y desgasta mágico normal. El problema radica en que los vampiros solo sudamos el único líquido en nuestro cuerpo, puede ser una escena horrorosa para los presentes y mi esposa. Después me haré cargo de ello


- Evanesco - Desaparezco la ropa quemada de “Cosmo”, mi maniquí. No es necesaria pues puede lastimar la piel tan sensible, retirarla manualmente sólo sería peor. Para ayudar con el alivio de las quemaduras, antes de otro episkey, me despojo de la capa de viaje para cortarla en las partes necesarias para los brazos, piernas y cara.


-Diffindo- Un corte por la mitad a la capa… - Diffindo – otro corte para obtener cuatro pedazos largos. Sólo haría falta otro poco para la cara – Diffindo – Estaban todos listos. Observo al paciente antes de mojar los 5 pedazos, haciendo una floritura hacia ellos – Aguamenti – El chorro de agua debe ser frío para aliviar el traumatismo en la piel. Pongo los paños mojados en ambas piernas, brazos y la cara. Reviso que los ojos no tengan daño alguno, así que no hay problema.


Levanto la cabeza limpiando mi sudor con la manga de mi traje para que la sangre que sudo no caiga en Cosmo.


Aplico otro hechizo en los trozos de mi capa – Aguamenti – de agua fría para que la piel de hidrate. Una vez que absorbe el agua suficiente retiro los pedazos de mi maltrecha capa de viaje botándolos en uno de los basureros característicos de los hospitales. Ya que la piel se encuentra hidratada dispongo a lanzar un Episkey para cada extremidad, repitiendo cuatro veces "Episkey... Episkey... Episkey... Episkey..." Finalizando con otro para el rostro. "Episkey"


Gracias a la hidratación cutánea y el hechizo base de todo sanador la piel logra recuperar el tono natural. Sin embargo, esto es preventivo, pues una esencia de díctamo es ideal para terminar de tratar a Cosmo. Es indispensable seguir en SM (asumiendo el escenario que nos puso Keaton). Termino.


Para cuando me doy cuenta, Anna, ya ha expuesto su caso. Limpio un poco mis ropas para que no se note la sangre que he sudado y doy un paso al frente. Mirando a todos, adoptando una sonrisa relajada tras el cansancio.


- Compañeros… Profesor – Tomo un poco de aire – A mí me tocaron casos muy buenos. – Comienza el monologo.


>> El primer caso. Un civil que se ve involucrado bajo fuego cruzado entre Mortífagos y Los de la Orden. Es víctima de un Absorvere y un Incendia Din. De urgencia se necesita un Episkey para que no muerda, se limpian las heridas con Fregotego, seguido de una Esencia de Díctamo. Esto es para las quemaduras. Para el Absorvere es necesario dos Episkeys que corten la gangrena y reparen el hueso. Un Ennervate para despertarlo quedaría bien, pues sufre shocks por el dolor y lesiones.


Respiro un poco, sacando mis dotes de orador.


>> El segundo caso. Pues es una bruja aventurera que se topa con dementores y un colacuerno Húngaro. Tiene quemaduras y golpes con la cola del animal Magico. En ese caso se necesita un Filtro de Paz para la señora además de un Chocolate. Después se retiran las ropas con Evanesco, dando paso a la limpieza de las heridas con Fregotego. Después una Esencia de Díctamo para las quemaduras, Episkey para cerrar las heridas y una poción vigorizante para restablecer la sangre perdida.


Termino de explicar, más cansado que antes. Regresando a mi lugar, sin capa. Casi sin aliento.

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Elodia&Zarco||http://i.imgur.com/sBeDpI8.gif || http://i.imgur.com/CtLfT.gif

I am the suppressed darkness inside of you

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Ojeé mi corrección mientras escuchaba con atención las intervenciones del Ravenclaw sobre los casos anteriores. Agradecía la oportunidad compartir con el resto de la clase s las situaciones hipotéticas que nos había señalado en los deberes, las diversas formas de actuar ante una lesión siempre nunca estaba demás, sino todo lo contrario, cada experiencia enriquecía el aprendizaje.

 

- Sólo hechizos… - Repetí con entusiasmo mientras tomaba nota de las últimas palabras del profesor – Nada de pociones, brebajes o antídotos.

 

Adoraba el noble arte de la elaboración de pociones y sus respectivos usos, siempre me habían sido sumamente útiles en todo tipo de situaciones por esa razón aún lamentaba haber perdido el título que me acreditaba en ese conocimiento, sin embargo los hechizos… los hechizos eran mi gran pasión. Desde niña había aprendido a manejarlos a la perfección, así lo había demostrado en múltiples ocasiones dónde sólo gracias al manejo de estas artes logré salir airosa. Lo único que me preocupaba al respecto era la poca práctica que tenía con ellos en curaciones, entre otros temas relacionados con medicina. La mayoría de las veces los utilizaba como defensa, ataque, o simplemente para crear cosas, por lo que esta nueva tarea sería más bien un desafío que pondría en práctica en el futuro.

 

Dadas las últimas indicaciones dejé la pluma de lado, en su lugar se materializó “Wyrda”, mi fiel varita de lustrosa madera de ébano. En cuestión de segundos los maniquíes aparecieron frente a nuestros ojos, todos con distintos tipos de lesiones que simulaban a un paciente real. «Esto parece cosa de muggles», pensé al tiempo observaba con asombro el cuchillo clavado en la garganta del paciente que su vez, no paraba de convulsionar entre los barandales de la plancha. Definitivamente, había llegado la hora de poner en práctica lo aprendido en la cátedra

 

- Incárcerus – De inmediato tres cuerdas rodearon al maniquí. La primera ató su torso a la camilla, a la altura de los hombros. La segunda también lo rodeó pero sujetó sus muñecas, pegándolas a ambos lados de su cuerpo, la tercera por su parte, ató firmemente sus piernas a la plancha. De ese modo se controlarían las convulsiones del paciente, sin tener que dormirlo totalmente, ya que en este tipo de lesiones había que observar los movimientos en su rostro, los cuales podían ser vitales para el correcto tratamiento.

 

Lo siguiente era retirar el cuchillo. Sin embargo, la zona dónde este se hallaba era particularmente complicada debido a la serie de arterias, venas, tejidos y órganos involucrados. Debía estar preparada para quitarlo, así que rápidamente rasgué parte de la capa blanca que llevaba improvisando un vendaje.

 

- Evanesco – Dije con determinación para desparecer el cuchillo de la garganta. – Episkey - Pensé al mismo tiempo que presionaba la lesión la herida con la tela, haciendo un torniquete para contener la hemorragia. La sangre brotaba a raudales por lo que necesitaba ganar tiempo antes de la segunda curación – Episkey – Susurré nuevamente. La sangre comenzó a mermar lentamente, sin embargo el maniquí continuaba con algunos movimientos convulsivos. – Anapneo – El efecto fue inmediato, las vías respiratorias habían sido destrabadas.

 

Suspiré aliviada al ver que el muñeco comenzaba a revitalizarse, el color de su piel volvía a la normalidad, el tamaño de las pupilas, al igual que el control de sus movimientos. Sólo faltaban un par de pasos para revitalizarlo totalmente.

 

- Evanesco – Esta vez desapareció el torniquete y la cuerda cercana a los hombros. Ya no necesitaba presión, la hemorragia se había detenido – Episkey - Señalé finalmente para terminar de cerrar la herida.

 

Sólo en ese instante me permití una pausa para limpiarme el sudor de la frente. Posteriormente limpié la zona con agua, usando el clásico aguamenti seguido un tergeo para no dejar rastro alguno del incidente.

 

Una vez culminada la misión práctica, me dejé caer un tanto agotada sobre una de las sillas. El proceso había realizado frente a los ojos del profesor, ya juzgaría él Ravenclaw si el proceder había sido o no, el adecuado. Por mi parte sólo estaba segura de dos cosas: la primera, era que el manejo de hechizos seguía siendo una de mis fortalezas, la segunda era que definitivamente el arte de la curación no era lo mío.

 

Observé el reloj de pared cuando Anna y mi esposo terminaron de exponer sus casos, aún quedaba tiempo pero sólo un par minutos así que aprovecharía de hacer lo mismo con los míos, para así dejarle espacio a la joven Malfoy, si es que quería hablar de los suyos.

 

- Les agradezco la exposición – Comencé a decir mientras echaba hacia atrás mi larga melena azabache para luego continuar la intervención

 

» Phineas llega a San Mungo con graves quemaduras producto de la explosión del caldero dónde estaba preparando una poción, esta situación también le provocó la pérdida parcial del ojo izquierdo. Anteriormente lo había calificado como emergencia, debido a que las quemaduras eran de gravedad que podía dejar insensible su piel o los mismos sangrados de las quemaduras podrían poner en peligro su vida.

 

Gracias por la corrección de urgencia.

 

Por otro lado tenía a Canutta es una bruja anciana que cayó en un caldero que contenía aguijones de billywig. Las picaduras son profundas y la pobre mujer comienza a levitar de inmediato. Un grupo de buenos hombres la llevan a San Mungo para que la restablezcan.

 

Para tratar la urgencia se le realizó un liberacorpus, de éste modo la anciana volvería a su estado original. Dado que el hechizo es inmediato, se revisa a Canutta para constatar que no hayan otras heridas ni aguijones. En caso de haber piquetes sangrantes bastaría aplicar un episkey o un poco de esencia de Murtlap.

 

 

Dicho esto, tome asiento nuevamente. No pude evitar sonreír al ver el aspecto de Zarco.

 

- ¿Todo bien con "el don" oscuro vampiro?. Llegué a pensar que el muñeco no sobreviviría - Susurré a mi esposo a modo de broma mientras esbozaba una discreta sonrisa.

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