Museo Night (MM B: 105846)

[justo]

- Alguna vez he pensado dedicarme a la pintura, pero no se como se me daria.

 

- Pues yo no, he tenido dos experiencias que me lo desaconsejan.

 

- ¿De veras? ¿Cuales?

 

- Pues la primera siendo niño. Nos dieron un dibujo de un caballo saltando y yo lo hice lo mejor que pude.

 

- Bueno ¿y que? Todo el mundo sabe dibujar, mas o menos. ¿Es que no les gusto?

 

- ¡Oh, si, muchisimo!

 

- ¿Entonces?

 

- Todo el mundo alabo lo bien que me habia salido el canguro.

 

Las carcajadas de mi amigo retumbaron en la sala. No se lo reprocho, no fue un buen momento de mi vida.

[Wendolyn Maxwell]

La Delacour Rambaldi caminaba a grandes zancadas por el concurrido Callejón Diagón rumbo al museo familiar. Llevaba algo de prisa debido al clima helado que reinaba en esa época del año. A pesar de aquello sus pasos eran cuidadosos, no quería terminar resbalando y en el proceso derramar el chocolate caliente que llevaba firmemente sujeto en su mano derecha.

 

Al llegar a la esquina, recorrió el tramo de escaleras hasta el Hall de entrada en unos pocos segundos. Segundos que le bastaron para recordar su última visita al establecimiento: la tan aclamada exhibición de arte francés en la cual colaboró, junto con su hermano Heberth y su tía Dennis, como organizadora. Ahora, muchos meses más tarde, la idea de una nueva exhibición se recorría las galerías de tan hermoso edificio y estaba deseosa de participar en su elaboración.

 

Bebiendo a pequeños sorbos el tan recorfontante chocolate, subió al segundo piso del edificio, cruzó el pacillo hasta la oficina perteneciente a su tía, y llamó suavemente a la puerta con los nudillos, esperando, con algo de suerte, encontrarla sentada tras el escritorio en medio de algún trabajo importante.

 

@@Dennis Delacour

 

[justo]

- ¿Y la segunda?

 

- Ah, esa fue mas reciente. Me ocurrio en la galeria de @Tamarindo

 

- ¿Que paso?

 

- Que ella queria que le dibujase algo, que mostrase mis habilidades, vaya.

 

- ¿Y lo hiciste?

 

- Yo dibuje algo y se lo mostre. Ella lo miro atentamente y, tras un rato largo, me pregunto que era.

 

- ¿Y que era?

 

- Hedwig.

 

- ¿Y no la reconocio?

 

- Ya te dije que dibujo muy mal.

Editado 12 de Enero del 2019 por justo

[Emilia Malraux]

¿Cuándo había sido la última vez que lo había visto? habían pasado algunas lunas desde su último encuentro con Ethan y tenía que admitir que gracias a el ella seguía con vida, Una leve sonrisa cruzo sus labios mientras llegaba no sin algo de nervios a la entrada de aquel museo al que siempre había querido ir. Sus Faldas se movían con el vaivén de sus caderas mientras se acercaba a un retrato que había cautivado su atención.

 

 

Durante todo el tiempo en el que no tuvieron comunicación demasiadas cosas habían cambiado en su vida, su madre se había casado y ahora tenía por hermanos a dos hermosas criaturas que le alegraban los días. Sus ideales se habían visto quebrados y todos flotaban en un barco a la deriva que luchaba por conseguir un rumbo y ella, bueno ella seguía siendo un caos que variaba entre la alegría y la melancolía como si de una melodía de piano se tratara. Recibir aquella carta de su eterno amigo había sido algo que claramente reconfortaba su alma y por ello no dudo en ir a su encuentro en aquel local.

 

Cuando estaban juntos todo era mas facil, y sabía en el siempre tendría un apoyo, un amigo y alguien que no dudaría en reprenderla o darle ánimos si las cosas iban mal

 

@@Ethan Lenteric

[Ethan Lenteric]

Ethan y Emilia, blanco y negro, caos y tranquilidad. Así eran ellos y cuando se juntaban era imposible no notar su afinidad, su amistad rompía barreras y de vez en cuando solo ella podía devolverle la calma. Habían sido días horribles sin saber de ella, siempre pensaba en los viejos días de Francia en donde pasaban las tardes juntos entre charlas amenas y risas de Emilia poco aceptables en una dama como ella pero que al final no le importaba expresar, y es que siempre había admirado ese espíritu indomable de la pelirroja que no había encontrado en nadie más.

 

Ese museo parecía ser el lugar perfecto, ambos disfrutaban del arte refinado y las edificaciones elegantes que les hacían recordar la aristocracia en la que había crecido. Aparte podría tomar una taza de café como en cada uno de sus encuentros, era reconfortante tan siquiera pensar en ello y un sentimiento de júbilo lo invadía.

 

Recorrió desde la entrada hasta el segundo piso en donde la encontró observando una pintura, su cabello rojizo llamó de inmediato su atención y sonrió ampliamente acortando la distancia entre ellos para colocarse a su lado y observar la obra.

 

-Dudo mucho que Monet sea de su estilo Mademoiselle Malraux.- Dijo en perfecto francés para ella ya que acostumbraban a hablarse en ese idioma.

 

Después de la sorpresa de verlo su sonrisa se hizo incluso más amplia si es que eso era posible, la tomó en un abrazo y cerró sus ojos deseando que el tiempo se detuviera. Había tanto por decir, tanto que escuchar y tan poco tiempo. Sentía que cada vez que la encontraba corrían contra el reloj.

 

-Te extrañé, no tienes idea...- A pesar de ser un reclamo, sus palabras implicaban también dolor.

 

@@Emilia Malraux

[Dennis Delacour]

La rubia estaba prácticamente tirada en la alfombra que cubría el centro de su oficina dentro del museo Night, había pasado la noche en vela analizando tantas cosas que rondaban su cabeza que ahora sentía que iba a desfallecer. Como no había podido dormir, apenas el sol despuntó en el horizonte se preparó para ir a trabajar a su negocio, estuvo metida entre papeles desde que llego hasta que sintió que no podía más y levantándose de su escritorio se había dejado caer en medio de su oficina.

 

Tenía que organizar la nueva exhibición que quería para el museo pero su cabeza no daba para más ese día, tenía tantos asuntos ministeriales que atender que aún en su día libre su mente no dejaba de trabajar. Pero además de eso estaban muchas otras situaciones que estaban ocurriendo y que le quitaban la tranquilidad habitual que acostumbraba pero no se dejaría vencer. Tenía que continuar sus labores.

 

Estaba a punto de levantarse para continuar cuando un suave golpe en la puerta llamó su atención, con rapidez se puso en pie sacudiendo su ropa para alisarla un poco y procedió a abrir la puerta. No pudo estar más feliz de ver a la persona que estaba tras ella — Sobrina que gusto verte — dijo a la joven mientras le daba un abrazo, siempre se había llevado bien con ella y verla de nuevo le alegraba mucho. Pensó en hacerla pasar pero era mejor darse un respiro de su oficina.

 

— Ven vamos a buscar algo de tomar a la cafetería y platicamos en el jardín, quiero saber como van tus cosas — le dijo y antes de darle tiempo de responder la llevaba a la planta baja hacia el destino antes mencionado.

 

@@Wendolyn Maxwell

[Emilia Malraux]

Aquella voz trajo a ella el jubilo y la alegría del pasado, se giró como una niña cuando ve algo que admira y ama sintiendo como una sonrisa sincera y una felicidad que llegaba a sus Zafiros llenaba su alma, tenerlo cerca era paz y calma en mares tormentosos donde el oleaje y la tormenta luchaban de vez en cuando por hundir su barca. Se aferro a el cuando la tomó en brazos correspondiendole a su vez con necesidad de jamas soltarlo, cerró sus ojos aspirando su aroma sintiéndose en casa.

 

 

- Me temo mi estimado Monsieur que con el paso de los siglos el impresionismo a llamado mi atención-

 

 

Se acercó a la mejilla del mago donde dejo un cálido beso antes de separarse de el y tomar sus manos

 

- Decir que te Extrañe es una falta de respeto ya que no alcanza ni la mitad de lo que de verdad sentí durante todos estos meses, pero tantas cosas han pasado que ni yo misma sabía como salir de todo ese caos- Tocó su mejilla y sonrió con cariño - Ya no pasara, no se puede navegar en un mar sin una brújula y eso eres-

 

 

Su corazón latía acelerado y su sonrisa no dejaba de enmarcar su rostro mientras lo tenía frente a ella, deseaba tenerlo siempre a su lado deseaba el tiempo no fuera un cruel titiritero que los alejara pero no podía hacer nada contra esa carrera que les imponía. Volvió a abrazarle escondiendo su cabeza en el pecho del mago sintiendo como todo encajaba una vez mas, y como por esos momentos el caos que la dominaba desde hacía un tiempo se desvanecía

 

@@Ethan Lenteric

[justo]

- Mejor que no te presentes a un concurso de dibujo.

 

- Hombre, de dibujo abstracto si.

 

- Si, pero no creo que los jueces sean tan imaginativos como tu.

 

- La ventaja del arte abstracto es que puedes hacer lo que quieras que no depende de unos parametros.

 

- Si, eso si.

 

- A mi siempre se me daba bien. Asi no tenia que decir lo que era hasta que no terminaba.

 

- Es lo mas comodo.

[Ethan Lenteric]

Su pecho se veía oprimido ante sus palabras, era cierto que a veces preferían mejor alejarse el uno del otro antes de jalarse a conflictos que no les correspondían y era tal su madurez que siempre sabían que contaban con el otro en cuanto lo necesitaran. Soltó un suspiro hondo después de recibir su beso, el mar de emociones se acumulaba con cada una de sus palabras y desbordaba de su parte humana en gestos incomprensibles de dolor y añoranza. Tuvo que cerrar los ojos para no dejarse llevar por ese sentimiento tan fuerte que se escondía dentro de él.

 

-Ni que lo digas, somos barcos a la deriva hasta que nos volvemos a encontrar. Siempre te consideré un faro y es curioso que tu a mi me llames brújula, por alguna extraña razón hemos escogido referencias marítimas para definirnos.- Comentó poniendo énfasis en aquel detalle tan fascinante que había descubierto y así darle un sentido común entre ambos.

 

Su abrazo era el pináculo de una serie de eventos nostálgicos entre ellos que parecían no tener fin, siempre se veían rodeados de tragedia, dolor y justamente por eso nunca podían estar del todo unidos. Siempre destinados a estar juntos pero separados, una historia trágica que conllevaba más sufrimiento que Romeo y Julieta pero a la vez mucha más complejidad. Sus ojos se volvieron a cerrar apretándose, como si con tan solo desearlo el entorno pudiese cambiar transportándolo a un lugar en donde solamente reinara la paz.

 

-En algún momento tendremos que tatuarnos esos símbolos, ¿no crees? Siempre he querido que tengamos algo referente al otro. Crear un pacto que nos recuerde siempre en donde encontramos nuestro hogar.- Era claro para Amílcar que solo ella podía llegara a comprenderlo del todo, habían pasado cientos de años para poder aceptarlo y una vez que había abrazado esa realidad no había vuelta atrás.

 

@@Emilia Malraux

[Emilia Malraux]

sonrió allí escondida entre su pecho, aspiraba su aroma, sentía su calor; habían tantas cosas que quería decirle tantos sentimientos que chocaban unos a otros ¿Acaso asi era el amor verdadero? Amar aun sin saber cuanto tiempo durara ese pequeño espacio de tiempo que para ambos era el paraíso. Se separo lo justo para mirarle, algunas miradas ocultaban mas de lo que las palabras podían expresar y sus ojos chocaban como dos antiguos colegas que se juraban promesas que la voz no lograba pronunciar.Tenía las mismas facciones con las que tantas veces soñaba y aun cuando lo conocía como un simple mago o como el duque de los infiernos, el siempre tenía esa dulzura hacía ella que no podía mas que hacerla feliz y plena entre las suaves olas que sus energías formaban como una sola

 

 

- Por que las profundidades del mar son tan desconocidas como los misterios que esconden los corazones y callan las palabras, pero ¿Sabes una cosa? solo aquellos que navegan los mares conocen sus peligros y aun así regresan una y otra vez a ellos, por que no les importa morir solo por obtener la libertad que el océano crea y la paz que sienten cuando la brisa acaricia sus rostros y las gaviotas anuncian pesca prospera-

 

 

Tomó su mano para avanzar por la galería, se negaba a soltarlo pues en ese momento ambos se necesitaban y ella lo sabía

 

- Sus deseos son ordenes Mosieur, han pasado varios años desde que prometimos tatuarnos y creo que esto es algo que vale la pena llevar por siempre en la piel, mi brújula-

 

Se detuvo ante una imagen que pasaba del impresionismo al arte renacentista, y era aceptable ya que habían cambiado de ambiente. Frente a ellos un hermoso pero macabro cuadro se alzaba, en su lienzo un Angel de apariencia sombría de profundos ojos carmín que relucían triste, sostenía en sus brazos a una mujer de apariencia blanquecina en cuyo lado derecho de la cara se observa un rostro de huesos y en su lado izquierdo la mitad del delicado rostro que debía pertenecerle

 

apretó la mano del demonio que yacía entre la suya pues era una imagen que aun siendo pintada siglos antes de incluso ella nacer, la llevaban a un recuerdo no tan lejano el cual amas agradeció.

 

- Nunca te agradecí por lo que hiciste por mi-

 

Murmuró con las mejillas rosadas dedicándole una tímida sonrisa

 

 

@@Ethan Lenteric

Editado 14 de Enero del 2019 por Emilia Malraux