Museo Night (MM B: 105846)

[Rachel Ravenclaw]

Recordaba que alguien en Hogwarts o quizá en otro sitio le recomendara un museo del Callejón Diagon, y casi juraría que era el “Museo Night”. Lamentablemente, no podía recordar con exactitud el momento, pero bueno, tampoco es que fuera tiempo perdido. El museo existía y siempre valdría la pena visitarlo. Adoraba adquirir nuevos conocimientos, no por ambición sino por una inmensa curiosidad. No por nada había caído en la casa de Ravenclaw. Era una viajera solitaria que solía vivir entre libros y misterios.

 

Casi no solía estar en su casa, solo lo justo y necesario para ver que no se mataran, normalmente su elfina Babette era la encargada de vigilar. Ella pululaba por Londres de aquí para allá conociendo lugares y gente sin decirle nada a nadie. Desde los sitios más amigables hasta los escondites más peligrosos. Como su expresión solía ser neutral, cualquiera podía pensar que no tenía emociones, mas era una mentira muy grande. Rachel era un amasijo de sensaciones, simplemente, si estaba sola y sin nadie a quien custodiar, no tenía miedo a enfrentarse a lo desconocido.

 

Los tacones dejan de resonar sobre los adoquines cuando llega frente a la fachada de las instalaciones. Era algo imponente y tenía muy buen aspecto. La castaña baja la mirada y se acomoda el chal negro que llevaba sobre su elegante vestido del mismo color. Esperaba que fuera gratuita la entrada ya que quería reservarse dinero suficiente para poder comer y aún no había cobrado su salario como empleada del ministerio. Rachel se decide a entrar y admira la decoración del sitio para luego buscar el mapa del local.

 

La segunda planta iba sobre arte y vanguardias, ¡excelente! Estaba más emocionada por esa parte que por el resto de conocimientos que el lugar podría ofrecer, aunque obviamente lo visitaría de punta a punta.

[Beryl Serenity Hawthorne]

Como todos los días estaba nublado en Londres, en todo se notaba en tristeza, había salido temprano de trabajar en el profeta, estaba harta de escuchar escándalos de magos afamados y cuanta noticia toxica de mi mundo adoptivo, así que decidí ir a revivir mi adolescencia al callejón diagon.

 

**Desaparece de Londres y Reaparece en Diagon**

Y ahí me encontraba, vagando por los caminos empedrados del callejón diagon, recordando momentos con mis amigos de Hogwarts al comprar nuestros materiales cada año, entre mis amigos me venían memorias de una chica encantadora y carismática de Ravenclaw con la que solía pasar casi todo el tiempo, platicábamos de libros interesantes y de chicos, también solíamos ir a un museo muy hermoso que justo estaba ubicado a una cuadras de donde me encontraba.

 

Envuelta en la nostalgia me dirigí al hermoso y famoso “Museo Night”, ahí estaba, con su elegante fachada, llena de magos y brujas esperando ansiosos acceder al recinto, no tuve que hacer fila, ya que mi madre era una poderosa y adinerada bruja, me recibieron como si fuera la mismísima dueña del museo, algo que me causó un poco de gracias pero aproveche la oportunidad.

 

Al terminar de explorar el primer piso del museo, me dirigí a la segunda planta donde se encontraba una de mis secciones favoritas “El Arte Vanguardista”, me sumergí en las primeras esculturas y el precioso silencio que gobernaba el lugar, era perfecto hasta que unos tacones interrumpieron mi momento de paz, volteé algo molesta pero al ver de quien se trataba olvidé ese último sentimiento y decidí acercarme a ella.

 

-Bonita escultura me vine a topar después de años, Hola Rach!- dije soltando una risilla.

 

@@Rachel Ravenclaw

[Rachel Ravenclaw]

Adoraba el arte aunque no supiera pintar una pradera con flores ni un bodegón de frutas. Los diseños que más le llamaban la atención y le fascinaban eran aquellos del movimiento modernista. Ver aquellos arcos y damas del Art Noveau la extasiaba, ¡eran tan preciosas las obras! Era impresionante también saber que mucho de aquel arte había sido utilizado en su tiempo como publicidad. Era tan normal ver un poster en tipografía e ilustraciones modernistas, como en aquella época ver etiquetas de cerveza de mantequilla en tipografía helvética

 

Pagaría lo que fuera por tener un autoretrato en aquel estilo… Ella rodeada de arcos modernos y portando aquellos vestidos ligeros que parecían tan suaves en la pintura como si pudieras tocarlo. Curiosamente, los muggles habrían atravesado las mismas etapas y ambos resultados no eran muy diferentes, salvando la distancia, algunas temáticas. Un día tenía que invitar a Mikaela a visitar el museo, definitivamente. Pues no veía a Jeremy por allí precisamente… no, sería un caos total.

 

¡O al pequeño Ezra! ¿Quién más conocía…? Una voz corta su pensamiento y la obliga a bajar la mirada fijándose en una bruja que casi se lleva por delante. Aunque por un segundo se queda en blanco, luego su mente procesa. Realmente no era muy difícil recordar a alguien que tuviera dos lunares en forma de corazón en la cara, no era un detalle que pasaba desapercibido. Sonríe ligeramente. Ya no la veía por Hogwarts, se habría graduado primero aunque faltaba poco para que Rachel terminara de repetir su educación por segunda vez.

 

—Oh señorita Beryl, no esperaba verla por aquí. ¿Disfrutando un poco del Art Noveau? –le comenta.

 

Si algo adoraba de la rubia es que debía de ser la única bruja hasta el momento que cuidaba sus modales como ella. Cuyos gestos eran delicados y su porte bien distinguido. Compartía muchas cosas en común aparentemente.

 

@@Beryl Serenity Hawthorne

[Maida Black Yaxley]

^{— Iré por tu cua... —se alegró de oír la voz del Black Lestrange, pero el golpe seco unido a su frase cortada no auguraban nada bueno, no señor.}

 

^{Preparó mentalmente las disculpas que ofrecería por lanzar el Accio sin pensar en la trayectoria, no hubo tiempo de eso. Pronto, el cuadro pesado de madera se convirtió en una cosa amorfa, una quaffle, algo que la hizo arquear las cejas inevitablemente. Jamás había imaginado que el señor Aldrich fuera fanático de un deporte tan rústico. O bueno, eso lo creía ella que jamás había logrado ver un partido de más de media hora de duración.}

 

^{No estaba por desobedecer al Black Lestrange, pronto, tuvieron un nuevo ataque de los murciélagos así que corrió detrás de Eobard hacia la trampilla que daba a las escaleras. La Quaffle llamaba la atención más por el color que por otra cosa, así que en medio de la huida, Maida lo empequeñeció. Durante el ataque mientras ella atraía el cuadro algo se había iluminado, pero no estaba segura del todo. Si, eso se le prendió en el cerebro mientras bajaba al primer piso del Museo Night. Ya habían más personas cuando llegó a la exposición que daba al vestíbulo del lugar. Guardó la Quaffle en uno de los pliegues de su túnica, cerca de la varita. Estaba agitaba y se podía notar, sus mejillas estaban completamente rojas, su temperatura había subido y sus oídos aún recordaban los chillidos de los animales.}

 

^{— ¿Crees que un día logremos ver una exposición aquí, tranquilos? —preguntó entre jadeos y bromeas.}

 

 

@@Eobard Thawne

[Eobard Thawne]

Salió dando traspiés de aquel ático, seguido de cerca por la Yaxley. Una rápida reacción suya, evitó que los murciélagos siguieran acosándolos. La puerta quedó sellada, tal como la habían encontrado. A saber, si los dueños decidían hacer un inventario en algún momento, no sospecharían de la intromisión. No enseguida, claro.

 

-Es una interesante cuestión. Soy un imán para las situaciones de alto riesgo.

 

Ya en un lugar más tranquilo, expulsó una gran bocanada de aire, estirando los brazos hacia arriba. La herida en la nuca le molestó al hacerlo, por lo que se palpó con cuidado. Un par de gotitas de sangre reposaban sobre su cuero cabelludo. Se percató que no estaban solos; a una de la jóvenes, la conocía, porque era familiar suya. A la otra, le había visto durante sus labores ministeriales. Una razón más para guardar las apariencias.

 

-¿Te digo algo? Probablemente haga el curso de Primeros Auxilios. Es un asco el no poder sanar tan fácil. -deslizando su mano por la herida, logró cerrarla un poco, dejando una leve cicatriz. Siendo un inexperto en todas las técnicas de curación, se limitaba a lo básico. -Quiero pensar que estás bien, y que no necesitaremos de servicios médicos.

 

En su hipótesis, también iba implícito el conocer si aún conservaba el cuadro deseado, transformado en una quaffle. Con tanto ajetreo, tenía que se le hubiese caído. Metió una mano al bolsillo superior derecho de la gabardina. Al sentir uno de los bordes de Savitrí, dios de la velocidad, esbozó una sonrisa burlona.

 

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[Maida Black Yaxley]

Cuando vio el gesto de su compañero y luego, sus dedos un poco manchados, sintió un poco de culpa. La verdad es que no tenía habilitadas aún los poderes de sanación del Libro de la Fortaleza, pero algo del Episkey dominaba, así sencillamente pensó uno. Supuso que él había hecho lo mismo, pero era mejor evitar dolores de cabeza post-traumáticos, literalmente. Dirigió unas miradas a las personas alrededor pero no conocía a nadie o al menos no los recordaba.

 

— ¿Bien? —se examinó las manos, como si eso fuera lo único en riesgo en su pequeño ataque de murciélagos—, si, supongo que estoy bien.

 

Aquello le recordó que aún no se había sincerado con Aldrich en cuanto a la naturaleza escondida en su ser, tampoco estaba segura de hacerlo. No era por desconfianza ni nada por el estilo, pero cada que se planteaba la cuestión, se miraba al espejo y ladeaba la cabeza, ¿En serio un demonio, Maida? Y se reía. Y temía que si lo contaba, se rían de ella. ¿Por qué se había acordado de todo aquello? Ah si, es que los murciélagos claramente no la habían herido, o si, pero eran picotazos que desaparecían en el instante. Tenía su ventaja el sólo poder ser tocada con magia.

 

— Tienes que contarme eso de los Sibaritas ¿o como era? —preguntó claramente consciente que lo había dicho mal, se río un poco pero luego encogió los hombros, no sabía nada del hinduismo— y apenas podamos, ¿nos vamos de parranda?

 

Ahora, eso sí que había sido una broma. ¿Se imaginan acabar el tour familiar/cletómano en copas?

 

@@Eobard Thawne

[Eobard Thawne]

-Eso dolió como si una aguja cosiera mi piel. Pero, te lo agradezco.

 

Deslizó su dedo por el lugar donde momentos atrás había estado la cicatriz. Sólo quedaba un vago vestigio. En definitiva, la habilidad de la Yaxley con esos aspectos de la mágica estaban más desarrollados que los suyos. Asintió al confirmar que su acompañante se encontraba bien. Hubiese odiado tener que llevarla al L.A.I.C. y ver cómo le daban a beber una poción reabastecedora de sangre. El sólo pensar en la viscosidad escarlata, hizo que adoptara una expresión de mareo.

 

-Su nombre es Savitrí. Pero sí, te contaré lo que sé. -replicó, fingiendo molestia ante la mala pronunciación del nombre de la deidad. Después de todo, era la adoración de su padre, no la suya. -Parranda, después de todo esto...¿Aún tienes energía?

 

Emitió una ligera risa nerviosa. Le agradaba la efusividad de Maida; era mucho más enérgica de lo que él era en ese momento. Veía en ella un poco de su ser, más joven. Con todo, le seguia llamando la atención dicha cualidad. En un humano normal, no era una característica habitual. ¿Le escondía algo más? Si era el caso, no podía juzgarla, siendo que todos tenían secretos. Aunque, se había sincerado con ella sobre su reciente degeneración genética. Y, con esta aventura más reciente, era probable que la confianza en ambos hubiese aumentado un poco.

 

-¿Cintas de Colores, tal vez?

 

Sugirió inocentemente, con un encogimiento de hombros, el lugar donde se había suscitado el primer encuentro de los que actualmente eran compañeros de bando.

 

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[Dennis Delacour]

Había estado haciendo unas diligencias parte de la mañana por el Londres muggle, pero ya estaba de vuelta en el Callejón Diagon caminando rumbo al Museo Night. Las calles se observaban algo concurridas en este día, debido tal vez a que el clima había sido bastante complaciente hoy, con un cielo mayormente despejado permitiendo ver tonos azul claro era de agradecer dado como era siempre de lluvioso y gris aquí. Era la primera vez que iba a visitar el museo, la verdad en el poco tiempo que llevaba de nuevo en la ciudad no se había tomado el tiempo de hacerlo, cosa que iba a remediar, ya que tenia mucho trabajo por hacer en el para los próximos días.

 

 

Al llegar a la esquina de la calle pude divisar el museo, un estilo elegante lo definía, subí las escaleras que llevaban a la entrada, y al atravesar el umbral de la puerta me halle en un amplio hall en el que pude distinguir el punto de información al cual me dirigí para observar en el mapa del sitio hacia donde me iba a dirigir. En el esquema pude ver la distribución de los dos pisos, así como la de la cafetería que se encontraba hacia un costado de la entrada aunque no tan visible, era algo bueno ya que daba un aire de privacidad al descanso de los visitantes pensé.

 

Me dirigí hacia el segundo piso al extremo opuesto del pasillo con la exhibición de arte, buscaba la oficina principal del museo que era a donde necesitaba llegar puesto que tenia mucho trabajo por hacer. Dentro de poco tiempo llegaría una nueva exhibición con una temática bastante interesante y debía ayudar a organizar todo para la inauguración de la misma junto con mi sobrina Alessandra. Esto era un interés y trabajo de las dos e íbamos a hacer que la gente quedara encantada con todo lo que iba a poder observar. Llegue a la oficina en cuestión, gire el pomo de la puerta y entre para posicionarme en uno de los escritorios, tenia muchas cosas por revisar para estar al día, solo esperaba a la llegada de Ale para hablarle las ideas que tenia hasta el momento.

 

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[Wendolyn Maxwell]

Me encontraba con mi hermano Heberth recorriendo el Callejón Diagon en dirección al Museo Night, una de las tantas propiedades de mi madre. El motivo de nuestra visita era que nuestra tía Dennis nos había enviado una carta a cada uno pidiendo nuestra presencia con urgencia, al parecer tenía algo importante que contarnos. Me pregunté qué sería como para no ponerlo por escrito.

 

Al llegar a la esquina divisamos el museo, la fachada se veía realmente hermosa, muy elegante. Sin detenerme más tiempo a contemplarlo subimos la escalinata a la entrada principal y entramos al enorme hall en cuyo centro se encuentra el mostrador de información. Nos acercamos sonrientes al mapa que indicaba la distribución del lugar, según esto la oficina principal se encontraba en el segundo puso justo en el pasillo opuesto a la sala de exposición, no había perdida.

 

-Vamos hermanito, muévete.-Reí levemente mientras tomaba su mano para casi llevarlo a rastras por las escaleras al segundo piso.

 

Si no fuera porque mi tía Dennis nos necesitaba con urgencia me quedaría viendo todos y cada uno de los cuadros expuestos, y creo que por la mirada que me lanzó Heb lo había notado. Le sonreí encogiéndome de hombros y me dispuse a llamar a la puerta de la oficina.

 

 

@@Dennis Delacour @@heberth portillo

[Dennis Delacour]

Alessandra me había enviado una lechuza donde me comentaba que se demoraría en venir al museo puesto que tenia varias obligaciones que atender en Hogwarts y en el castillo Myrddin, así que debía encontrar la manera de arreglármelas sola con todo lo que debía hacer mientras ella podía atender sus asuntos y luego venir al museo. Necesitaba un poco de apoyo para todo lo que tenia en mente.

 

Por ese motivo fue que había escrito un pergamino y llamado a mi lechuza para hacerlo llegar a mis sobrinos Heberth y Wen, les solicitaría su ayuda para organizar el evento que estaba planeando para realizar en el museo, ellos eran un par de jóvenes con mucha actitud y animo de ayudar siempre a la familia, ademas como estábamos en un mismo rango de edad era mas fácil poder llevarme con ellos que con personas mucho mayores.

 

Seguí revisando los documentos que tenia dispuestos en el elegante escritorio de la oficina mientras miraba el reloj en la pared, ya había pasado un buen rato desde el envió del mensaje, ademas les había escrito que era urgente su presencia, espero no haberlos preocupado mucho, pero era la única forma de hacer que vinieran pronto. No creo que fueran a demorar mucho en llegar.

 

@@Wendolyn Maxwell @@heberth portillo