Meteorología Mágica

[Amya An]

Definitívamente la visión ¿desprendida? de Xell correspondía a sus inclinaciones "sacerdotales" (?), pero ella, la adleriana, pensando en cosas tan alturadas? ... lo único de altura que podía ocurrírsele en ese momento, sería un crecimiento mega-gigantesco de alguna de sus plantas apachurradoras-engullidoras, en pro de su propio divertimento (!) ; mas nada.

 

Se miró con descaro los lados, haciendo chirriar el metal de las juntas con sus repetidos movimientos.

 

- Etooooo ... para qué me cambio? U.U tan pronto y ya me pides cosas poco ATP, Xell?

 

Claro que no entendió el punto ; Lo peligroso que era para ella, ¡con tanta familia potencialmente accidentosa cerca!, estar dentro de esa caldera mas ó menos móvil.

 

Pero accedió a ponerse el coso.

 

- Espero que no esperes que te lo devuelva, ¿eh?

 

xDDD.

 

- ... y a dónde me escondo para desvestirme? ... cómo tengan cámaras mágicas de vigilancia ocultas, en el Ateneo y se grabe mis pellejos, te hechizaré para que se te caiga el pelo, ¿eh?

 

Ok, ya estaba siendo abusona como de costumbre ^^ b

... y después por qué la peli-violeta la trata de intimidar con éso de decirle a Reena, en repetidas ocasiones, de que trata de matar a su chiquilina, ¿ne?

 

Se vio como que sorprendida por el ingreso de una Bruja. Se disculpaba por el retraso y decía que se llamaba Elodia ... con tanto golpe en la cabeza, acumulados por años, la adleriana se acordaría de en dónde había escuchado ese nombre?

 

*0* Seguro que era la Profa!!!

 

No, ella despiste, aún no entendía que Xell lo era.

Culpen a la armadura, seguro que con el calor por dentro, se le sancochó el cerebro.

 

- Ahorita mismo me desnudo para Ud.!

 

Se atrevió a decir en el calor del entusiasmo de ... es que quería hacerse sentir mas mimosa con la nueva Teacher (error) para que no se enfadase y saliera huyendo también (!). Ella disque quería aprender (?) ó sería "tiempo tirado al tacho".

 

Le dejó con la palabra en la boca ... ó al menos, éso creyó ella. Se dirigió a cambiarse. Y que ya luego, Xell, se preocupase de llevarse la armadura a casa porque a su tiita no le cabía en la bolsa (?) ... y no! no pensaba devolverle nada!!!

 

En ese entre-tiempo, seguro que entró Matt, u antes? maldita visera que le limitó el campo de visión y también el radio de audición (¿?) ... el peli-rojo estaba apuntado en esa clase también?

 

En cuanto re-ingresó al ¿salón?, se sintió media ofendida. Bastante despiste, vio a Xell levantarle el plátano (banana) y creyó, erróneamente que, la estaba comparando con la dichosa fruta ... sobretodo ahora que, llevaba el impermeable amarilloso encima, y ...

 

- *0* Cómo osas agarrarle la banana de la profa!!!

 

Le acusó sin sentido. Se volvió buscar a la que pensaba ella era la verdadera profa y ... y ... naaaaaah! era otra alumna. Así que la Vladimir era la nueva víctima máistra.

 

... y bueno, sí, abajo del coso medieval, llevaba al menos sudadera y pantalones deportivos holgados,

de ésos livianitos ...

no estaba tan loca como para rasparse la dermis con tanto roce duro (?)

 

Mudó el tema repentinamente ... tal cual su voluble y mundano ser. Se acordó que mucho antes de todo ese show suyo, se había preguntado una cosita, así que se colgó de ese recuerdo para evadirse.

 

- Aish sí! se me olvidaba, Cómo se fabrican los potecitos ó los rayos? ... no primero hay que "llamar" a la tormenta para ver si se le antoja caer alguno desde cielo? ¬¬ y cómo intenten rostizarme a mí aún sin mi armadura protectora, >.< les hecho la maldición de la nube tormentosa de la mala suerte encima!

 

Le achinó los ojitos a la peli-violeta, quien así calladita, parecía que no mataba ni una garrapata ... pero que bien que se peleaba hasta con dragones (sinó preguntarle por su mascotita, xDDD)

 

Obvio, si no se salvaba ... buscaría al menos ; Revenge!!!

 

*Cof-cof-cof*

 

Bueno, para ella, la Metereología siempre había sido un asunto de pura travesura ... por ello estaba quizás, tan familiarizada con el asunto, pero de allí hacerla disciplina. Tal vez sería demasiado esfuerzo para esta bruja que no tenía temple.

 

Dicho y hecho, la diablura mas común ... invocar el churrasco, digo, chubasco encima. Se semi-sonrió malosamente. Aún se acordaba que a propósito, alguna vez, habían dejado una llovedera sin atender.

 

- También nos enseñarás a "hacer nevar" sin tener que deprimirnos para conseguirlo?

 

Añadía devolviéndose a un asiento y fingiendo el "aquí no pasó nada". Sí, Xell debía de conocer trucos interesantes para no tener que forzar lo sentimental. Para empujar lo emocional y materializarlo de alguna manera como magia (*Muahahahaha*)

 

Y se regocijaba en la idea ... tantas deliciosas travesuras, *Ejem*

[That is not my name]

No era posible. Saludé con un gesto amable a Matt que acaba de ingresar y me quedé helado, no literalmente, cuando Amya llegó con su armadura haciendo un revuelo en la clase de Xell mientras que Sagitas, sorprendentemente, se mantenía calma en su sitio... por decirlo de alguna manera. Pobre de mi sobrina, la verdad es que esto se había convertido en una reunión familiar sin querer y ya suponía yo la presión que debía sentir la joven bruja con todos nosotros presentes.

 

Intentaba conservar la calma, al final de cuentas siempre me considere uno de los familiares más serios y ¡cómo no! Con ellos como ejemplo, yo era una florecilla silvestre.

 

Agaché mi cabeza hasta recostarla sobre el pupitre, todo indicaba que la clase de pos grado de meteorología estaría llena de sorpresas y lo más probable era que todas fuesen causadas por las travesuras de mis parientes. Estaba preparándome psicológica, física y mentalmente, ya los conocía bastante bien y me arrepentí de no traer algún tipo de protección extra; me había visto muy seco yserio al llevarme accesorios de una clase normal, debía de suponer que esto no sería tan sencillo.

 

Antes de poder llegar a un punto de paz espiritual, Elodia entró al salón de clases saludándonos educadamente y, en seguida, le respondí el saludo con un gesto. Bueno, con ella presente estoy seguro que las cosas no se volverían tan alocadas o se saldrían de control, la presencia de la directora de la Universidad debía de tener cierta influencia, ¿no? Al menos lo ejercía en mí y eso me daba las suficientes esperanzas para no quedar atrapado en una tormenta de nieve, ya que lo había mencionado Amya, o que me cayera una lluvia de rayos encima, porque desconocía como atrapar un rayo.

 

Mi cabeza regresó de inmediato al pupitre, tenía ganas de llorar pero no lo haría, al contrario, disfrutaría de este breve encuentro con mi familia para recordar viejos tiempos.

 

Sí, apesar de todo los quería demasiado y los extrañaba aún más.

[Sagitas E. Potter Blue]

-- Sosa -- le contesté a Xell, por su renuencia a no rostizar a mi hermana a base de rayos. -- Era un restaurante de los buenos, con mantelitos y todo.

 

Menos mal que la llegada de Matt alivió la situación; se me olvidó seguir mirando feo a mi sobrina para reírme de mi hijo.

 

-- Llegas tarde, hombre... ¿No te da vergüenza? Te has perdido la gran noticia. TU PRIMA es la profesora -- y señalé a Xell, con la banana en la mano. -- ¿Te lo puedes creer?

 

Le insté a sentarse, antes de que a Xell le diera un patatús. Ya se sentía totalmente incómoda con la posición de Amya y su armadura. Parecía que quería ayudarla a quitársela. Estuve a punto de decirle que no lo hiciera, que así estaba más guapa, pero ella volvía a su mesa y nos hablaba del Uso Debido e Indebido de la Meteorología Mágica. Estuvo bien que avisara a todos lo del desgaste físico. Era algo que no solían conocer y los que cambiaban el clima a su antojo caían desfallecidos según su grado de implicación en el cambio. Menos mal que yo era sacerdotisa y estaba acostumbrada a eso... Le sonreí. Creo que se iba a comer el plátano en público sin ofrecernos ni un mordisquito.

 

-- ¿Vas a hacer el Baile de la Lluvia como los antiguos indios? Es muy estimulante. Ellos sí que estaban muy en contacto con la Naturaleza y saben congeniar el mundo mágico y el místico.

 

Me moría por verla bailar en público, cosa que mi sonrisa delataba. Pero entonces se volvió a abrir la puerta y entró...

 

-- Elodia...

 

Mi voz fue un murmullo, levanté la cabeza en un gesto algo altivo. No esperaba que ella acudiera a esta clase. A ninguna, en realidad. Aunque era normal que las reformas ministeriales hubieran afectado a todo el mundo. Guardé silencio (sí, muy raro en mí), aunque no se me escapó que dijo un apellido falso. ¿O es que se había cambiado el nombre desde la última vez que nos vimos?

 

Nadie conocería a esa Sagitas quietecita que esperaba la siguiente clase. Elodia intimidaba, sino por el pasado común, porque era mi jefa. Nuestra jefa.

 

Oh, creo que Amya no sabía quien era la recién ingresada porque... ¡quería desnudarse delante de todos!

 

-- ¡Mujer, es Metereología, no clase de Maduritas! ¡Demonios!

 

Vale, ya la estábamos liando. Aunque hay que reconocer que Amya es tan delgaducha como los plátanos, y encima tan amarilla como ellos. Quise mantenerme firme porque sentía que Elodia no iba a entender el amor que había en aquella amenazadora frase; era el cariño de una tita a su sobrinita.

 

-- No seas bruta, mujer. Cualquier cristal con un tapón y un Duro encima es suficiente para enclaustrar un rayo. No seas tan amenazadora, que dudo sepas hacer que la nube te siga todo el rato. No sirven los cordeles de las cometas, así que ni lo intentes, Amya.

 

Y es que me la conozco, mi hermana-esa sonrisa-ojosbrillantes-travesura garantizada... Así que intenté cambiar de tema. Le di un codazo a Ishaya.

 

-- Mano, levanta la cabeza, que aquí la profa nos va a enseñar como se llueve en un día soleado.

 

Ahora era yo la que tenía la sonrisa peligrosa en la cara.

 

 

 

 

 

EDITO: ¿De dónde salieron tres posteos más mientras preparaba el mío? Abusicas....

Editado 3 de Marzo del 2015 por Sagitas E. Potter Blue

[Xell Vladimir Potter Black]

Me puse roja, totalmente roja. Creo que el rubor me llegó hasta las orejas. Alguien había abierto la puerta, había hecho un comentario sobre jugar con el clima, algo que yo no había podido evitar, y se disculpó por haberse retrasado. Tragué saliva.

 

- Bienvenida, Señorita Evans. No interrumpe, estábamos a punto de hacer llover. Busque un asiento y...

 

Me pasé la mano por la frente. Creo que hubiera debido hacer la clase en una trinchera, por eso del peligro. Y no me estaba refiriendo a mí, sino a las dos tías que se empeñaban en hacerse notar. Pero no podía culparlas, ellas siempre eran así, notorias e inconfundibles. Aunque tal vez demasiado. Además, el primo Matt estaba aún sorprendido de la noticia que le había dado su madre sobre que yo era la profesora de la clase de conocimientos

 

- Como iba diciendo... - me di cuenta que aún llevaba la banana en la mano y el rubor volvió a crecer en mi cara. ¿Qué pensaría la Directora sobre que lo estuviera moviendo, que mi tía Amya quisiera desnudarse en público y que la tía Sagitas dijera que parecía una clase para maduritas? Busqué refugio en la mirada del tío Ishaya, para que me ayudara a superar este mal trago pero él parecía darse golpes contra la mesa. - No es lo que parece. El plátano es para comer porque el esfuerzo cansa mucho y es bueno recuperar energías.

 

Me temía que no lo había arreglado. Pero no era culpa mía. Elodia había entrado tarde y todo parecía sacado de contexto.

 

- Les decía a las chicas y chicos que la Meteorología se consigue con una implicación espiritual. Si quieres agua, es más fácil hacer un Aguamenti que provocar lluvia. El desgaste físico y emocional es muy grande, por lo que el fin ha de valer la pena para aguantar la pérdida de energías. De ahí - otra vez roja - que aconsejara comer plátanos. Bueno, no, comer antes; el plátano ha sido un regalo de la tí... de la alumna Amya_An.

 

Estaba totalmente perdida, había perdido el rumbo y no sabía por donde seguir. Era mejor salir huyendo. ¡Oh, la tía Amya había escuchado! A veces me parece que está totalmente ida y, sin embargo, me sorprende con la lucidez con la que sigue las conversaciones.

 

- Sí, sí, los potecitos para los rayos. Son senci...

 

¡Ay! La tía Sagitas interrumpiendo. Empezaba a enfadarme porque no sabía callarla. ¿La castigaba cara a la pared, de rodillas, con los brazos extendidos y sosteniendo dos libracos de Meteorología ?

 

- Sí, tía Sagitas. Gracias por tu aportación. Cualquier frasquito sirve, aplicándole un hechizo para que se haga irrompible. El Duro lo convierte en piedra - le hubiera sacado la lengua. - Pero has de prepararlo antes. Se te olvidó decir que es preferible que sea tintado, cuanto más oscuro mejor. Las sacerdotisas hacemos una masa de resina y raspaduras de carbón y la extendemos por el vidrio hasta hacerlo totalmente opaco. Un pequeño resquicio y se escapa el rayo, haciendo estallar el vidrio; es muy peligroso si lo tienes en la mano, o te cortas con los cristales o te quemas con el rayo. Cuando lo atrapas, un tapón de corcho sirve, pero también recubierto de esa resilla. Has de cerrarlo con una lazo de lacrado. Y todo muy rápido porque el cristal quema. Por eso, la tía Sagitas me enseñó que hay que llevar guantes de dragón.

 

Estaba tan nerviosa que me había salido todo de un tirón. Eso lo quería enseñar más adelante y las interrupciones de la familia me estaban trastocando el orden de la clase tal como la había pensado en la hora de tiempo desde que había sabido que era profesora y que tenía que dar la clase ya-ya-ya sin tardanza.

 

Suspiré algo agobiada. Así que la tía Sagitas quería guerra...

 

- Oh, tía Sagitas, qué bien que hayas mencionado a los indios. Quedé prendada de la Danza de la Lluvia cuando me la enseñaste. ¿Tendrás la bondad de compartirla con la clase? Así me ayudas...

 

Sonrisitas a mí, no, no, iba a tomar las riendas de la clase e iba a enseñar a los alumnos a hacer llover aunque tuviera que amarrarla a la mesa.

[That is not my name]

Alcé un poco la mirada para ver a mi hermana Sagitas y le sonreí como pude, la verdad es que yo no quería estar en medio de una "discusión" familiar y mucho menos en esas condiciones. Siempre había dicho que en los Potter Black corría un gen mágico, especial y único que dejaba a todos los familiares sin vergüenza, o al menos sin la que la mayoría de personas conocen; como si por alguna extraña razón nosotros nos librarán de ello cuando nacíamos, no estaba incluido en el paquete.

 

Y justo en ese momento no era vergüenza lo que sentía Xell, casi lo podía asegurar, era sólo el deseo porque le saliera la clase como lo planeaba ante dos grandes autoridades; Matt no debía de tener vergüenza, seguro, porque conocía bien la relación de su madre con cada miembro de la familia; Amya no tenía vergüenza, obviamente de nada, ella estaba lejos de poder darse cuenta de lo que ocurría en la mente de los demás; y yo no tenía vergüenza, por supuesto que no, pero mi alma de paladín me dictaba a ser mediador y tranquilizador en esos casos pero los conocía, los conocía demasiado bien.

 

Está dictando algo, ¡apunta de inmediato!

 

Rápidamente tomé mi pluma del tintero y comencé a redactar las palabras que decía mi sobrina al pie de la letra, todo sobre como debíamos de atrapar rayos y los utensilios necesarios; aunque iba demasiado rápido, apenas podía seguirle el paso, y terminó, así, como había empezado. Rápido. Conciso. Alcé mi mirada hasta encontrarme con la profesora y noté la batalla campal que había en medio, entre ella y mi hermana, todo indicaba que esto apenas era un comienzo, el contra ataque o como lo quisieran tomar.

 

Danzas, ¿de verdad estaban hablando de danzas las dos? No podía creer que ahora lanzaran el baile como una defensa una a la otra, o como ofensiva, ya no sabía bien, lo único que estaba seguro es que ambas estaban bastante seguras de lo que ocurría en sus cabezas y ninguna doblaría su brazo. Pero Xell tenía las de ganar, era la profesora, y ante la presencia de la directora de la Universidad mis parientes no podrían hacer mucho... o eso creía.

 

A veces era demasiado inocente o confiado.

[Sagitas E. Potter Blue]

¿Ein? ¿En verdad me pedía ayuda? ¿O era una jugarreta para hacerme quedar en ridícul0 delante del resto de compañeros? En mis tiempos de profesoras había ayudado en diferentes clases. Ahora mismo, que recordara, en la de Adivinación, en Cuidado de Criaturas Mágicas, en la de Leyes Mágicas, Maestría de Escoba, Transformaciones... Era una mujer muy ambivalente. Así que no era nada extraordinario que me pidieran ayudar para complementar alguna asignatura.

Pero también podía ser que se estuviera burlando de mí para que hacerme quedar mal delante de la Directora. En verdad, ¿se creía que eso me iba a frenar? Soy la Reina de las Tramoyas.

-- ¡Por supuesto, Xell! Eres muy amable y me ofrezco a ayudarte en la clase. Es un tema que domino y me alegra que sepas pedir ayuda a las personas especializadas.

Me levanté de mi silla, creo que Ishaya se mostraba sorprendido, o tal vez fuera un reconocimiento de lo sin-vergüenza que era y que me había dado tanta fama. Una persona normalita sería incapaz de dirigir un Circo sintiendo vergüenza. Así que, sin dejar reaccionar a nadie, me planté a lado de Xell y de su plátano y sonreí a la clase.

-- Hola a todos, ya sabéis quien soy, Sagitas, dueña del Circo, del Parque de las Lamentaciones, de la única Tintorería del pueblo y de la mejor Pista de Patinaje de Ottery. El resto son imitaciones. Pero sobre todo, soy sacerdotisa. Y como tal, tenemos un conocimiento de la magia de la naturaleza más directo que un mago normal. Los hechiceros actuales, y pido disculpas a los presentes que no sean de la familia, a éstos no hace falta que me disculpe para nada, son bobalicones que sólo saben usar la magia canalizándola a través de la varita. Le quitas a alguien el palito y es peor que un muggle, porque se siente perdido sin la magia.

Pero qué buena profesora que era.

-- Los antiguos Navajos eran indios nómadas que se movían por el territorio alrededor de la caza. Dependían directamente del comportamiento de la naturaleza y sus chamanes aprendieron a convivir y a dominarla. Cuando fueron obligados por el Hombre blanco a asentarse en terrenos áridos, quedaron relegados a morirse de hambre porque no tenían donde comer. Los animales corrían libres por otros terrenos y la agricultura no crecía en aquellos pedregales. Los humanos blancos se creían muy listos pero no contaban con el Baile de la Lluvia.

Paré para hacerme la importante. ¿Se creía que no era capaz? Ay, mi sobrina, qué poco me conocía...

--La danza de la lluvia es una danza ceremonial relacionada desde la antigüedad con la necesidad de regar las antiguas cosechas con el agua bendita y evitar la sequía. Todas las culturas antiguas tienen ritos de fecundidad y de lluvia para ello, no sé por qué sólo han pervivido la s danzas de los indios navajos. Tenemos referencias sumerias, babilónicas, egipcias en los restos de los primeros signos en las tablillas que se han conservado, así que espero que no penséis que son tonterías más o menos recientes. Son danzas tan antiguas como el Hombre en cuanto se hizo ganadero. Lástima que esta sabiduría se perdiera con el paso de los tiempos. En la literatura clásica, los sabios ya se dedican más a la predicción del tiempo que en la manipulación del mismo. Aunque, después del resultado del Diluvio Universal, no me extraña que se decidiera la desaparición de esos conocimientos.

Me remangué la capa y sonreí a todos.

-- Venga, tomar nota de los pasos que hay que seguir...

 

Me moví, salté y canté:

 

Si quieres ser un indio,

tienes que aprender

la danza de la lluvia

fíjate muy bien

Lluvia, lluvia,

tienes que caer

por nuestra cabeza

hasta nuestros pies...

 

Por la ventana se vio como caía un chaparrón de agua que golpeaba con fuerza los cristales. Estaba cansada y jadeada, necesitaba sentarme. Pero antes de hacerlo y bien flojito, murmuré un "Chúpate esa, a ver como lo mejoras, sobrina".

[Amya An]

Eins?

Baile y no convidaron a todos a levantarse y a ejercitarse un poco???

 

- Braaaaaavoooo!!! BRAAAAAAVOOOOOOO!!!

 

La muy fresca se puso de pie y aplaudió tan ruidosamente como pudo. Hasta una lagrimita de emoción

se le escapó. Aquel bailecito le había conmovido hasta las lágrimas (?)

 

- Ahora todos! ahora Una en Ronda!

 

Es que la adleriana se creía en "la hora loca" de Fiesta Infantil ó que se trataba del método "Waldorf"???

 

- Pero ...

 

Y cogió con un Accio el tintero de alguno. Se embarró la mano. Se la imprimió en su propia cara y pretendió hacer lo mismo con las de los demás (!)

 

- Hay que ponerse a tono, ¿no?

 

Es que se le corrían?!? ... seguro que era tinta de mala calidad y/ó era indeleble (?)

 

- ... y los tapa-rabos Xell? que alguno de los "chicos" te toque los bombones!

 

Había querido decir ... bongó ó bombo pero se confundió de palabra (¿?)

 

- Ay, pero espérense que pongo mi aparatejo muggle (móvil, celular, kettai?) a grabar ^^ b

 

Y claro que ella querría inmortalizar semejante Danza que hace que llueva. No importaba si ya estaba lloviendo por fuera. Grabar solo la clase (por éso ella no tomaba apuntes ... la muy flojonaza) le parecía muy seriote.

 

- Enseñen! enseñen! ... los bailes en grupo son lo máximo ♥♥♥ ... pssss, Xell, deja que Sagitas te muerda un poquito la banana porque se la ve muy agotada, y se lo merece, ¿no?

 

La bruja tomó nota mental de que la siguiente clase sería mejor toda una canasta de frutas. Mello mental ON ; ó ella envenenaba con su Conocimiento Herbáceo (?) recien re-adquirido al siguiente profe ó éste/ésta, la Maldecía a ella primero ... fuerte dilema.

[Mei Black Delacour]

Iba de aquí para allá, moviéndose rítmicamente y golpeando la espalda del pequeño Henry que tenía contra su pecho. El niño lloraba y lloraba, y no sólo él, su gemela también lo había hecho, pero mientras uno llorara el otro no podría dormirse si estaban en la misma habitación. Había pasado un rato logrando que Luna se durmiera y la había dejado en la cuna de la nueva habitación destinada a ellos, pero al pequeño niño había tenido que llevárselo lejos para poder intentar calmarlo.

 

Sus ojeras eran visibles a kilómetros, estaba exhausta, había tenido un día muy cargado de trabajo y como si fuese poco a sus hijos se les había dado por no querer dormir durante aquella noche. Al día siguiente tenía cosas que hacer, como una clase de Meteorología a la cual debía asistir si no quería perder ese dinero que tenía estancado y que rara vez usaba sólo ahorrando y pensando en el futuro de sus hijos. Y claro, también en algo lindo que pudiese comprarse si por algún milagro al Concilio se le daba por hacer una subasta en algún día festivo, pero como no había sucedido…

 

Al cabo de una hora después, Henry había logrado dormirse, ¡pero ya eran las cuatro de la mañana! No le quedaba tiempo para dormir prácticamente nada.

 

–Unas pocas horitas – susurró antes de caer a la cama, literalmente hablando.

 

***

 

Abrió repentinamente los ojos, asustada. ¿Qué hacía allí? ¿Qué día era? ¿Por qué parecía como si no hubiese dormido nada en toda una vida? se refregó los ojos y buscó a tientas el reloj que tenía en su mesita de luz para poder ubicarse un poco en el tiempo y espacio…

 

–¡ES TARDE, TARDÍSIMO! – chilló, levantándose tan rápido que terminó por trastabillar y caer al suelo en un dos por tres – Estoy bien, estoy bien – dijo a la nada misma mientras volvía a ponerse en pie y avanzar a la carrera hasta el guardarropa para colocarse lo primero que encontrara.

 

No tardó demasiado en arreglarse, un vestido casual y un abrigo encima sólo y por las dudas de que hiciese un mal temporal afuera, la verdad no había prestado atención a lo que se cocía por el clima en aquella mañana. Se calzó los zapatos de tacón que ni siquiera sabía si hacían juego, tomó su varita, agitándola para atarse el cabello enmarañado y sin más, giró sobre sí misma para desaparecer.

 

Ni sabía dónde es que había reaparecido, pero poco le importó, se echó a correr a toda velocidad, tratando de a su vez leer la carta que llevaba a mano que indicaba el aula que utilizarían para la clase. Corrió a toda velocidad, despeinando lo poco que había logrado arreglarse del cabello y casi perdiendo la capa en el camino, pero al fin logró hallar el lugar que correspondía.

 

–¡Buenos días! – saludó con demasiada efusividad en cuanto abrió la puerta de un solo golpe – Perdón la tar…

 

Pero no terminó de hablar, no pudo. Había quedado en silencio al encontrarse una situación bastante extraña. Alcanzó a reconocer a Sagitas por ahí junto a otros más, quienes bailaban una danza que ciertamente no tenía mucho sentido y era bastante… ¿exuberante? No sabía cómo definirla exactamente.

 

–Disculpen, creo que me equivoqué de clase…

[That is not my name]

Esto parecía no detenerse...

 

Sagitas le respondió de inmediato a Xell y yo sólo me limitaba a sonreír de manera boba, la verdad es que no sabía ya cómo comportarme en dichas situaciones con la familia y en ambientes tan únicos y diferentes como lo era ese salón de clases. La verdad es que me daba gusto que tuviera la clase de Historia de la Magia porque la mayoría de los magos y brujas creían que er aun conocimiento menor, sin mucha importancia.

 

Seguí escribiendo en el pergamino cuando escuché a mi hermana dar una cátedra de los bailes antiguos de invocación, digo, si estaba ahí para aprender era mejor que me pusiera en marcha con todos los datos que pudiera recabar y aunque fuese una clase, parecía que yo resaltaba demasiado, ¿quién más tomaría apuntes en una situación así?

 

El ritual que comenzó mi hermana era bastante sencillo y no creí que de verdad fuese agotador, se le veía muy bien. Amya parecía pensar lo mismo al principio lanzando vitoreos al aire y aplausos, animándonos a todos a participar cuando...

 

- ¡Espera, no lo...!

 

Una mano pintada cubría mi lado derecho superior, parecía que alguien me había dejado el ojo morado. ¿Qué más podía hacer? Me levantó la misma bruja que me pintó mientras animaba a todos a unirse a dicho baile; comencé a balancearme de un lado a otro sin saber bine que hacer mientras que Xell observaba y Sagitas cantaba, todo parecía sacado de algún extraño cuento. Seguía sin creerme la idea de que consumiera tanta energía si todos parecían tener cada vez más, en cada paso, a cada segundo y yo, me sentía anciano, sin poder reaccionar tanto como los demás.

 

La puerta se abrió y Mei se asomó. Apenas y pude dirigirle la mirada ya que andaba concentrado en seguir los pasos de mis familiares, porque se suponía que estábamos haciendo eso.

 

- Si vienes a meteorología, sorprendentemente es ésta, - Miré rápidamente hacia donde se encontraba la bruja mientras repetía un par de frases de aquella canción de lluvia - aunque parezca lo contrario.

 

Apuntes, bailes, notas, banana, cara pintada, saltos, contoneo, canciones, parientes, ¿video en aparato muggle? La clase de pos grado en verdad se había convertido en más que una reunión en un aula y no dejaba de pensar que todo esto era por tener a tantos familiares reunidos, me parecía inclusive normal lo que ocurría a mi alrededor, es decir, sólo faltaba ponerse en el mood tan contagioso que te unía sanguíneamente. Sólo esperaba aprender todo lo necesario de la materia.

[Amya An]

Ay pero si había que aprovechar la lluvia invocada con ¿tanto cariño? (y esfuerzo) por la peli-violeta.

 

Sí, qué mas provechoso que hacer que de pasadita, la máistra, les enseñase (como quien no quiere la cosa)

aquello de envasar rayos (¡?)

 

No solo en el marco teórico sino, con todo y práctica ... en vivo y en directo ♥♥♥

 

Así que, al menos con Uno (Ishaya?) animoso por seguir con la Danza, la bruja le puso un poco de condimento medio bélico al ritual ... para hacer enojar a esas nubes lloronas y que tratasen de ... ¿freirlos?, con algunos oportunos rayitos tormentosos para el uso práctico de la clase (!)

 

«Diantres! quizás no fue tan buena idea dejarme la armadura», pensó equivocadamente.

 

Es que a ella nunca le había pegado un rayo (?), así que pensaba con "ingenuidad" que sería como que le rebotase un haz de simple luz sobre la superficie lustrosa, ó como bolita de nieve compacta que hace *plin*, y nada mas (!)

 

Sacó su pequeño amuleto-daga (solo de adorno ó como abre-cartas, xDDD) y saltando y brincando, apuntó al frente, apuntó hacia su derecha (cuidado a quien se le haya parado al costado) y elevó el coso repentinamente hacia lo alto como si hubiese querido aguijonear un trastero por allá arriba.

 

No hubo "letra" que cantar ... a menos que alguno conociera el Bora (?)

junto al acompañamiento ... ¿instrumental?

¡? ........