♥ Familia Tonks ♥ (MM B: 78211)

[Dennis Delacour]

Ver reunidos a los familiares de alguien que se ha ido dejando atrás la pena de su pérdida siempre es duro, tal vez por eso la ojiazul prefiere mantenerse alejada de ese tipo de situaciones cuando es posible, porque la empatía que siente por la pena de los demás la vuelve a veces tan suya que la opresión en su pecho crece haciéndola pensar en aquello que no quiere, en cómo sería perder a alguien de su familia, a un ser querido y saber que nunca más le verá frente a ella y que solo permanecerá en su recuerdo. Aunque bien dicen que mientras alguien viva en sus recuerdos o su corazón nunca se irá del todo. Y eso es lo que ella quiere creer firmemente, en que aquellos a quienes se quisieron en algún momento de su vida siempre estarán acompañándole de una forma u otra.

 

Después de haber presentado sus respetos se mantuvo firme sin apartar la mirada pero sin decir nada más. Escucho las palabras de una de sus líderes presentando sus condolencias a la familia por parte de todo el bando aunque por obvias razones no lo dijera tan específicamente. Podía ver la tristeza en los ojos de quienes conocieron al mago aún aunque no fueran familia, en eso consiste tener una gran vida, en la capacidad de que puedas ser recordado con respeto y amor.

 

La hija de Adriano, Elizabeth habló de despedir a su padre a lo que Annick sugirió que salieran a los jardines a lo que estuvo de acuerdo y dando un asentimiento de cabeza espero que empezaran a salir para marchar tras ellos. Cuando iban saliendo de la mansión vio como su otra líder y madre llegaba al lugar con su atuendo del clan, lista para rendir una despedida al que por lo antes escuchado suponía también había sido su compañero de batallas. Saludo solo con un sutil movimiento de su mano ya que no quería interrumpir el saludo de la matriarca Delacour a la familia.

 

Ella había acudido de manera tan rápida al llamado que no había pensado siquiera en cambiar su indumentaria, aunque era lo indicado ya que estaban allí para despedir a un hermano del clan también además de un compañero de bando. Dejó que los demás tomaran unos pasos de ventaja y tomando su varita hizo un par de florituras para cambiar sus ropas. Ahora lucía el pantalón blanco con blusa beige y botas color marrón, y sobre sus hombros la capa marrón con bordes dorados que iba atada a su cuello de un cordón dorado, que identificaba a su clan. Después de estar lista en unos segundos continuó su camino a donde estaban los demás.

 

Al acercarse más pudo ver a Elvis y cerca a él un hermoso cisne de piedra en honor de Adriano. Escucho las palabras de Elodia sobre que necesitaban luz, y no pudo estar más de acuerdo y no solo referente a esta ocasión, el mundo en general necesitaba de luz que les permitiera vivir tranquilos y en paz y esa era la labor que ellos desempeñaban. La bruja hizo que varias llamas azules se ubicaran en la parte inferior de la imagen, era algo digno de apreciar, un recuerdo hermoso de alguien que con su vida ilumino a muchos en su momento y de quien su partida no era más que un hasta luego ya que no sería olvidado.

[Bodrik]

En el castillo Lockhart todo había sucedido tan rápido que Bodrik aún no conseguía ordenar todo en su cabeza y quizá pasaran horas, días o quizá semanas para que pudiese estar medianamente bien, pero por ahora usaba como podía su habilidad para esconder sus pensamientos de cualquiera, al menos hasta que la rubia consiguiera la fuerza suficiente para asistir aquella mansión donde de alguna manera se les había citado, pese a que la pelinegra no recordaba cómo se enteró.

 

Algo no estaba bien de todo, puede sentir la energía cortada. La conexión con a su abuelo Adriano era mucho más fuerte que la sangre y la adolescente había heredado su raza Paladín en la que Adriano mismo la inició desde el momento mismo en que sintió por primera vez su naturaleza. Estaba rota y su aura se había apagado, eso podía sentirlo pese al tiempo que llevaba fura de Londres.

 

En su cuello aun colgaba aquel relicario con una W que alguna vez le obsequió su Antiguo abuelo Adriano Wallace; el que la crió junto con Cye debido a las largas ausencias de su padre, aquella vez entregara a ambas el símbolo que los uniría como la pequeña familia Wallace, que servirá como intercomunicador entre los tres y que ahora a fuerzas solo conectaría a la rubia matriarca Lockhart con su nieta pese a que Bodrik se negaba a perder esa conexión.

 

La Visión de Anya Dupont o Madame Peralta no llego hasta que sostuvo en sus brazos a Eiriian su tío bebe cuya conexión con Adriano, Cye y Bodrik existía desde mucho antes de su nacimiento y se había manifestado vez tras vez y en esta ocasión, servía de canal entre Bodrik y la fantasma pues quizá la mujer prefería hacerlo de ese modo pues siempre supo que la pelinegra tenía cierto recelo con la adivinación y por eso fueron pocas las ocasiones que visitó su establecimiento y lo hacía nada más para buscar a su abuelo.

 

Eiriian era sin duda un bebe bastante especial que desde el vientre estuvo conectado a Ishaya y a Bodrik de la misma forma en que podía comunicarse con su propia madre y gracias a su energía en varias ocasiones pudieron salir de problemas cuando estuvieron en Irlanda mientras Cye aún estaba embarazada.

 

Aun así, Bodrik sospechaba que el día del nacimiento de Eiriian aquellas criaturas míticas que los atacaban mientras Bodrik atendía el parto, habían desatado nuevamente a Mirshka Dupont el Vampiro francés que se apodero del cuerpo de su abuelo y que había estado controlado por algún tiempo, pero en los últimos meses ya no era el mismo Tonks guerrero que siempre fue el héroe para su princesa.

 

La adolescente sabía que la mujer había aparecido también Cye y posiblemente la visión era distinta, pero de una cosa estaba segura, su abuelo había partido a la eternidad, pero jamás se alejaría por completo de su familia pues había muchas cosas que los conectaban pese al fallecimiento.

 

Cye estaba completamente ida y estuvo encerrada por un rato en su habitación en compañía de Rubens y Mari quienes al final la acompañaron a la mansión potter Black en donde se encontró con su nieta quien mantenía en sus brazos al Bebe mientras Ezra caminaba junto a ella bastante confundido sobre las razones para vestirse de ese modo y visitar un lugar que le era tan ajeno; al menos se mantenía en sus brazos con Andriego, la cria de su gata Lucy que justamente estaba cuidando e los demás cachorrillos en la habitación del niño.

 

Ella no podía negárselo y más cuando no tenía una explicación clara sobre las circunstancias que los llevaban a la mansión de Sagitas que por alguna razón los convoco a todos allí a pesar que Bodrik creía mucho más correcto hacer en la hacía Tonks o en su propio castillo de donde fue patriarca hasta pocos meses antes de su partida de Londres.

 

Desde que llego al velatorio estaba muy inquieta y se mantuvo un buen rato debido a sus familiares que de algún modo debían despedirse de Ishaya, pero desde el principio se molestó con la marca tenebrosa que estaba en el cielo y porque sentía que tenía que despedirlo de otra manera. Menos triste, menos angustiante y mucho más parecida a lo que es mago representaba para la muchacha así que permaneció suficiente tiempo dentro de la mansión Potter Black acompañando a su Bisabuela Antara, tía abuela Sagitas y los demás familiares y amigos que llegaron a despedirse de él.

 

No supo cuánto tiempo había pasado en el velatorio, ni en qué momento notó el patronus que le hablaba con la voz de Annick, sin embargo, sabía que estaba únicamente en compañía de los dos pequeños cuando eso ocurrió, pero inmediatamente se acercó despacio a susurrarle a su abuela @, esperando que ambas asistieran al homenaje que se planeaba en la hacienda que pertenecía a Adriano.

 

Esperaron el tiempo necesario para saludar a todos y luego de conseguir salir de la mansión desaparecieron para aparecer en los terrenos de la hacienda. Más específicamente en el jardín donde Bodrik sin pronunciar palabra observaba con lágrimas en los ojos el hermoso cisne de ojos azules que recordaba el patronus de Adriano, su abuelo y héroe.

 

Aprisionó con un abrazo a Eiriian que de inmediato se quejó y no pronunció palabra pese a ver a Elvis sentado sobre la grama y algunos de sus compañeros de bando apareciendo de otro lugar en la hacienda que ella tantas veces visito y que hasta sirvió de refugio para la mayoría de sus criaturas obviamente con permiso del fundador y patriarca de la familia que siempre le aseguró que la hacienda siempre tendría las puertas abiertas para ella.

 

Heyda mantenía su vista en @@Ezra Lockhartque seguía muy pegado al gastito, mientras Jobs, Martelac Rubens se mantenían silenciosos haciendo también su propio duelo a aquel a quien llamaron amigo en lugar de amo pues siempre les trato como iguales y enseño a su pequeña princesa a tratarlos de la misma manera.

 

-Toma la mano de tu mami- le pidió a su tío de 5 años sonriendo lo mejor que podía.

 

 

 

Flash Back

 

El abrazo cálido de su abuelo la envolvía, haciéndola sentirse cómoda, a pesar del dolor que la embargaba en aquel duro momento, pero cuando Adriano dejo escapar un lagrima, ella no pudo contener el llanto.

 

De algún modo ya lo sabía, algunas promesas hechas por el mago le quedarían imposibles de cumplir, quizá porque algunas no dependían del todo de él, después de todo cuando emprendió el viaje a Rumania el ya presentía que no volvería.

 

Bodrik alcanzo a escuchar cómo le pedía a su amigo Sylar que lo convirtiera a vampiro si era necesario para guardar su vida, la pequeña ya lo sabía, pero se negaba a poderlo, eso jamás lo permitiría.

 

Temía que, si dejaba de abrazarlo, se desvanecería por completo su esencia, que sentía bastante débil, sin duda cada minuto que transcurría, Adriano se diluía en el espacio-tiempo, el estaría de algún modo entra dimensión y esperaba que eso le permitiera estar a su lado, aunque ella no lograra verlo con sus ojos físicos.

 

Desde el momento en que sus almas se fusionaron ella conocía bien el sabor de su energía, una energía que no era la misma que ahora la abrazaba, aunque aquella energía que todavía quedaba era la que con más fuerza se negaba a dejarla.

 

Su abuelo se alejaba, pero la pequeña presentía que aun permanecería con ella cuidándola como tantas veces lo prometió, eso jamás cambiaria, por lo menos una parte de su esencia aún permanecía unida al corazón de la chiquilla y jamás se marcharía de allí, Bodrik no lo permitiría.

 

La vida es confusa la mayoría del tiempo, quien la abrazaba era su abuelo, así lo sentía a pesar de lo diferente que sabía su alma, por decirlo de algún modo, ella lo abrazaba con fuerza pidiendo nunca separarse de él, comprendiendo que quien lo hacía, la amaba tanto como ella a él.

 

Un amor fraternal, una inexplicable magia antigua, que jamás se extinguiría, no importando los trucos del destino, no importando aun la distancia, que confuso parecía todo, que complicado pero a la vez que simple, era un abrazo de amor, solo eso.

 

Algo así no se puede explicar, que sabe una chiquilla de 16 años acerca del amor que un extraño pueda profesarle, el amor que ella podía sentir por el único en quien seguía confiando, aunque no pudiera comprenderlo.

 

Era su abuelo y eso bastaba, lloraba por el inmenso cariño que le tenía a ese mago, ese que ahora se presentaba tan extraño, sin importarle nada más, él era Adriano Wallace, héroe, líder y amigo.

 

- ¿Cumplir nuestra promesa es sencillo, solo debes creer-dijo de pronto la niña secándose las lágrimas- ¿Aún sigo siendo tu princesa? -continuo, aunque temerosa –jamás te alejes de mí, pase lo que pase te apoyare-

 

 

Editado 11 de Enero del 2019 por Bodrik

[Annick McKinnon]

Para ninguno de los presentes pasó desapercibido el cisne de piedra que se posaba en el jardín. Elvis se encontraba de pie a lado de la figura, y Annick intuyó que había sido él quien lo había creado. La pelirroja recordaba haber visto aquel animal en forma de patronus, así que comprendía muy bien el significado.

Poco a poco más personas llegaron a la Hacienda Tonks, entre ellos Mei, quien portaba la vestimenta del Clan Paladín. En ese momento Annick recordó que Adriano Wallace había sido, junto a Aberforth Dumbledore, uno de sus mentores dentro del clan; además también lo recordaba como antiguo líder de la Orden del Fénix. Mientras pensaba en eso, notó un leve cosquilleo cerca del hombro derecho, justo donde tenía grabado el tatuaje en forma de martillo que revelaba su pertenencia a la Orden de la Mano de Plata.

Los pensamientos de la pelirroja continuaron proliferando mientras observaba el fuego eterno que Elodia había creado bajo el cisne, y las palabras de la líder fenixiana hicieron eco en su mente: «Fuego eterno… como el recuerdo de quién nos deja».

―“Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo” –murmuró, más para sí misma que para los presentes, pero era muy probable que más de uno de ellos hubiese logrado escuchar sus palabras.

Tomó la varita y realizó un par de florituras para cambiar sus ropas. De un momento a otro portaba una blusa beige y un pantalón blanco bajo una capa larga de color marrón oscuro e interior color oro. Para ese momento no sólo Mei sino también Dennis vestían el atuendo de los paladines. La ojiverde miró al resto de los presentes:

―La muerte no nos roba a los seres amados sino que los guarda y los inmortaliza en el recuerdo y en el corazón, ¿no les parece? –respiró profundamente antes de continuar, y aprovechó el momento para convencerse de que lo que harían era lo adecuado–. Adriano Wallace dejó una importante huella en la historia de… –se detuvo justo a tiempo antes de mencionar la Orden del Fénix– muchos de los aquí presentes, y sus aportes a la comunidad mágica son innegables. Por eso y más, un mago de tal renombre merece una despedida a la altura.

Posó la mirada en cada uno de sus hermanos paladines. No eran necesarias las palabras para invitarlos a hacer lo mismo; y mientras ellos comenzaban a cambiar su atuendo, la pelirroja elevó el brazo derecho en dirección al cenit y pensó en su fiel corcel mientras lo invocaba: «Summon Warhorse», susurró.

A la distancia surgió un fugaz destello blanco acompañado de un trueno, y un fuerte relincho se escuchó en medio de los terrenos de la Hacienda. Al instante surgió un sonido de cascos, y de entre los árboles apareció la imponente figura de un caballo de pelaje y crin tan negros como la inescrutable oscuridad. En la frente sólo tenía un lunar blanco en forma de rombo, y sus ojos destellaban con su andar.

Mientras Annick recibía a Maeglin, su fiel corcel, escuchó cómo el resto de los paladines hacían lo propio para invocar a sus compañeros de batalla. De un momento a otro, el cisne de piedra se encontraba rodeado de personas y de hipogrifos y caballos.

Entre los presentes se encontraban miembros de la Orden Oscura y de la Orden de Avalón, así como civiles que no tenían nada que ver con ninguno de esos grupos; no obstante todos ellos estaban ahí reunidos por un mismo motivo, así que la pelirroja entreabrió los labios para invitarlos a unirse al homenaje que la Orden de la Mano de Plata haría al difunto Adriano Wallace.

Sin embargo, antes de emitir alguna palabra, los corceles e hipogrifos comenzaron a emitir relinchos y a piafar y batir las alas con fuerza. Parecía que todos deseaban transmitir un mensaje, y no era necesario pensar demasiado para darse cuenta de lo que querían: también ellos deseaban despedir a sus camaradas. Corcel y paladín conformaban un solo ente y, como tal, esa noche debían despedir a dos seres...

―Creo que quieren invocar al corcel de Adriano –Maeglin relinchó con fuerza y alzó las patas delanteras haciéndolas caer con fuerza–. Se supone que sólo el dueño del corcel puede hacerlo, pero quizá… –se detuvo y dudó un poco; no obstante, casi de inmediato supo que debían intentarlo–. Quizá si todos los presentes unimos nuestra energía, podríamos hacerlo. ¿Lo intentamos? –miró en particular a aquellos que no eran paladines, pues con ayuda de la energía de todos era probable lograran lo imposible.

[Dennis Delacour]

Estando todos en el jardín de la hacienda Tonks observando la imagen de aquel cisne ahora con las llamas que lo rodeaban en memoria de aquel que había sido paladín y compañero de bando, aunque antes de su época igual había sido un hermano de clan y como tal merecía respeto y reconocimiento por las labores realizadas dentro del mismo.

 

Pudo sentir la energía de alguien más de su clan hacerse presente en el lugar así como ya sentía la de todos sus hermanos, poco a poco había empezado a reconocer la energía característica de cada uno, sobre todo con los que tenía mayor contacto. Esperaba con el paso del tiempo poder desarrollar sus habilidades dentro del clan y ser cada día mejor.

 

Vio como Annick cambiaba sus ropas así como la rubia lo había hecho hacía unos pocos momentos y después de ella sus demás compañeros. Escucho las palabras de la pelirroja respecto a su hermano paladín Adriano Wallace, y cuando termino su mirada les dijo todo lo que necesitaban saber para llevar a cabo lo que vendría a continuación.

 

Vio como la bruja invoco a su corcel, esa noble criatura que ya había tenido la dicha de conocer recién entro a las filas del clan, acto seguido haciendo lo mismo se concentro pensando en su corcel — Summon Warhorse — invoco a su noble compañero, quien en medio de un destello de luz apareció en el horizonte relinchando y haciendo sonar sus cascos al trote que lo conducía a donde ella estaba. Podía sentir su energía conectarse con la suya conforme se acercaba más. Escuchaba el relinchar de los demás corceles e hipogrifos que se hacían presentes . Argento su fiel compañero de pelaje gris claro, y un ligero tono celeste en su crin llegó a su lado para ponerse a su disposición.

 

Después de recibir el saludo de Argento, el corcel se unió al pedido de los demás corceles por medio de relinchos y golpes fuertes al suelo de aquella zona de la hacienda. Escucho entonces las palabras de Annick respecto a lo que sus compañeros de vida querían hacer, una sola mirada a su corcel basto para saber que la pelirroja estaba en lo correcto, eso era lo que querían lograr y en pro de aquella intención se mantenían en movimiento haciéndose sentir en aquel sitio.

 

Asintió con un movimiento de cabeza cuando Annick pregunto si lo intentaban, sabía que eso era algo demasiado difícil pero tal vez todos juntos y en esa noche en particular que se quería lograr por un hermano que partió de ese mundo tal vez lo pudieran lograr. Empezó a tratar de concentrar su energía la cual sentía como a poco se iba incrementando en su ser, ahora solo quedaba a la espera de que todos estuvieran listos para intentarlo.

[Bodrik]

Poco a poco todos lo que se habían presentado ante el llamado de la orden estaban apareciendo allí en el Jardín, aunque en primera instancia Bodrik no les había notado del todo pues su mente estaba completamente nublada, pero se dio cuenta que alguien pudo invocar un fuego eterno sobre aquel cisne que seguramente fue Elvis quien lo había creado en el jardín; lo suponía pues era el único que estaba allí cuando ella apareció en el jardín.

 

Se detuvo mirando a su alrededor y la mayoría de los rostros eran conocidos, y apreciaba su presencia en aquel lugar, aunque estaba segura que algunos no le apreciaban y quizá era otra cosa lo que les motivaba a presentarse en ese momento. Sin embargo, Bodrik no diría nada en se momento.

Mantenía a Eiirian muy cerca de su pecho porque sin lugar a duda el contacto con el pequeño la hacía no solo mantenerse cuerda, sino que la mantenía unida a su abuelo, no solo por su sangre, sino también por la energía y recién en ese momento notaba la vestimenta que ya portaban algunos de sus compañeros paladines como si tuviesen algo en mente, pero ella aún no estaba del todo enterada de sus planes.

 

Sin embargo, permaneció atenta al actuar de su actual líder de la Mano de Plata pues era de ella quien había recibido el llamado para presentarse en la hacienda que pertenecía a su abuelo Adriano Wallace – ¿nos presentaremos como paladines? - preguntó a nadie en particular, pero en el momento en que notó lo que hacía Annick sintió la necesidad de hacer lo mis y del bolsillo de la túnica gris que aún tenía puesta desde la salida de su casa, sacó a Layna.

 

- ¿Heyda podrías sostener al bebe por un momento? - preguntó mirando a la elfina que inmediatamente alargó sus manitas para sostener al infante mientras todos sus amigos le miraban un poco extrañados y Martelac se acercó a la adolescente para intentar ayudarle, pero esta únicamente le entrego el bolsito que mantenía cruzado en sus hombros.

 

Sin prensarlo mucho tomó varita cambiando su vestimenta por la de su clan que constaba de un pantalón blanco, una blusa beige con algunos detalles en blanco, Una vez vestida se cubrió con la prenda que faltaba a su indumentaria; se trataba de una larga túnica de color marrón oscuro bastante larga que casi rozaba el suelo con sus bordes dorados, haciéndola perderse en dicha prenda que a duras penas alcanzaba a llenar con su cuerpo.

 

Después Sujeto la capa con el cordón a la altura de su cuello, para que la capa no se colgara hasta la cintura de forma estorbosa como sucedía normalmente cuando no lo hacía, y solo así quedo satisfecha con el resultado.

 

Luego escucho hablar a Annick de modo que todos podían escucharla y ella siguió con atención sus palabras acerca de la muerte y los recuerdos en el corazón, algo que Bodrik entendía perfectamente y que le hizo girar nuevamente para contemplar nuevamente a su tío que era la viva imagen de su abuelo Adriano y que por su puesto poseía mucho más que solo una similitud física. Entonces escuchó la referencia a un homenaje y entonces entendió lo que estaba pasando realmente y porque todos se vestían con los trajes característicos de su clan, pese a no estar dentro del templo.

 

-Summon Warhorse- Pronuncio invocando a su fuerte corcel.

 

En medio de la nada aparecía su compañero de guerra galopando en dirección de Bodrik quien mantenía sus ojos verdes fijos en el bello corcel color chocolate que yacía próximo al cisne de piedra quizá esperando el mejor momento para acercarse a la adolescente paladín que ya desde hacía mucho lo poseía.

 

-Hermoso, ¿me has extrañado verdad? -le saludo la chiquilla en el momento deseando acercarse para saludarlo.

 

Los recuerdos llegaron a su corazón poco a poco como pidiendo permiso para entrar en su mente, mucho tiempo había transcurrido ya desde aquel encuentro en lo profundo del bosque, aunque a decir verdad las cosas fueron algo diferentes en aquel entonces y quien la acompañaba era su abuelo.

 

De pronto algo inesperado la detuvo pues todos los caballos e hipogrifos de sus compañeros empezaron a llenar el ambiente de relinchos bastante fuertes como si quisieran trasmitir algún mensaje a la mención de Aninick redoblaron esfuerzos para confirmar que despedirían a Zaino que era tan parte de Adriano como Tryck era parte de Bodrik desde aquella lucha en la que sus almas quedaron unidas una sola.

 

@, @@Ezra Lockhart

[Anthony R. Dracony M.]

Seguí en silencio a los demás pero sin perder de vista a Elizabeth, la idea de hacer un homenaje me parece de lo mejor, aunque solo Ishaya sea un mago que supe era patriarca de la Tonks y las veces que llegue a verlo, siempre fue respetuoso conmigo, aunque no eramos nada y desconosco todo de él.

 

Lo que si llegue a deducir, es que era un mago que tuvo gran importancia en la comunidad, pero era incomodo cuando las personas me preguntaban sobre él como si yo tuviese que saber sobre él, esa parte no la entendí y aún me pregunto...¿quién era?

definitivamente no era Adriano, puesto que el fantasma me lo dijo, entonces solo era una un desconocido para mi, al igual que Ishaya.............igual que siempre volví a sentir que me quedaba a un lado, rodeado de gente sin ser realmente parte de ellos....baje la mirada ¡como necesitaba a Cindy! al menos podría tomar su mano y ser los dos ante está situación desconocida, donde veía cambiar de ropas a los demás, en instinto retrocedi hacia atrás...alejandome del grupo que estaba de color claro y yo con mi ropa oscura de siempre...esta vez con un traje de brocados rojos...me agrada mi atuendo ,porque es un obsequio de mi padre Reacon, mi padre adoptivo, al pobre que ignore por cuatro años...a pesar que siempre se preocupo por que dejará mi aislamiento y mi ira al verme solo....rodeado de gente ajenos a mi, solo, igual que ahora, podía marcharme, cierto, pero también puedo resistir como he hecho desde que llegue a Inglaterra...mantenerme firme, aunque no sepa de mi, de mi raza, de mi origen, de mis padres, de mi familia, de nada de lo que se ve, el resto si sabe...pero incluso aún así, siento que soy alguien, en m corazón lo siento.

 

Me alegre de ver llegar a Zaino, el amable corcel que varias veces retozaba en la hacienda y a quien le conocemos de las criaturas que pertenecen a la hacienda Tonks, muchos más criaturas llegaron, mire a atras, a los lados, anhelante.....tal vez llegará de nuevo "Sombra" mi amigo....ahora tengo mis propios thestral, hasta uno también lo nombre igual que la criatura perteneciente a mi madre.....espere....los corceles relinchan, "Sombra" no hace acto de presencia, tampoco aparece Cindy, pero se que está en la hacienda, siento su presencia...

[Mael Blackfyre]

De a poco se fueron acercando donde me encontraba. Claramente que no había entrado al hogar de los Tonks, porque de alguna manera, si nos íbamos a despedir iba a ser fuera, donde correspondía. Pude ver a Elizabeth y eso me rompió el corazón, porque sabía lo que era perder a un padre. Pero en cierta manera, nos tenía a nosotros.

La saludé con una sonrisa y un gesto de la mano. Tal vez no ahora, pero en otro momento podríamos ponernos al día y estar un poco más cerca de ella. Ahora contaba con Annick y Elodia, dos grandes amigas para ella. Saludé a mi amiga igual que ella y a mi esposa. Era la encarga de todo eso, tenía que dejarle espacio.

Mi amiga de corazón continuó con las decoraciones de la ceremonia. Le dio el toque que le faltaba al cisne. Estaba seguro que los Tonks no tendrían problema por nuestro regalo, era un lindo recuerdo que podíamos dejar los Paladines. Me puse de pie mientras se acercaban. Estaba Dennis, Mei, Niko, Zahil, Antoni. Saludé a todos con una sonrisa o un guiño de ojo.

Annick propuso aquella idea, y tal vez estaba en lo cierto. Tal vez no era las criaturas que querían invocarlo, tal vez era el corcel de Adriano que quería llegar a nosotros de alguna manera. Me concentré en el poder que nos caracterizaba a los miembros del clan de la Orden de la Mano de Plata, Summon Warhorse. Mi corcel se sumó al resto en tan solo un segundo.

— Nikteus, fiel compañero. ¿Has visto al corcel de Adriano? ¡Ey! Yo sé que sí.

Era como cuando le hablabas a las plantas o a un bebé recién nacido. Esperabas que te respondieran con palabras. Pero tenías que conformarte con los ruidos o gestos que hacían. Y estaba seguro que mis compañeras tenían razón. Tal vez jamás había presenciado aquella misma situación, pero como Paladines, me agradaba la idea de ser testigo de aquello.

Mis botas marrones combinaban con la túnica marrón. Al igual que aquella camisa de lino beige con los pantalones blancos. Apoyé la mano sobre el rostro de Nikteus. No tenía el poder para llamar al corcel de Adriano. Pero no todo estaba perdido. Zaino. Zaino. Zaino. ¿Era un permiso que necesitaba el corcel? El llamado era una especie de portal que los hacía aparecer de repente. Estaba seguro que Annick podría con eso, era la comandante del clan, el poder representante del mismísimo Uther.

[Ela Karoline]

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Muchas cosas pasaban por la cabeza de la Lockhart, a pesar de ello, una especie de entumecimiento se apoderaba de su cuerpo, el corazón le dolía con cada latido que emitía, porque en silencio protestaba por seguir vivo. Ishaya estaba muerto, y con el cuerpo de Adriano Wallace, el mago con el que se había casado y decidido formar una familia, a pesar de las lagrimas, sus orbes lograban distinguir aquella fotografía que tanto le gustaba y que había tomado de la mesita de noche del lado del mago, esa que había hecho Rubens, el amigo elfo, la primera vez que, luego de comprometerse, habían disfrutado de un día de campo en la Hacienda Tonks; en la foto, el sonreía y apoyaba su mejilla en el hombro de la bruja y ambos mostraban las manos entrelazadas donde reposaba el anillo que él le había dado entonces.

Ese momento que había tomado para alejarse en busca del baño, la excusa perfecta para no derrumbarse frente a todos en la Potter, le dio la intimidad para desahogar el sollozo que la invadió y la hizo cerrar los ojos, cuando los abrió un Águila Real formada de puros hilos luminosos, propios de un patronus la alcanzo entregándole un mensaje, la voz de Annick le comunicaba lo que ya sabía, los invitaba a apersonarse en la Hacienda Tonks y era lógico, sus hijos mayores vivían allí y fue la residencia oficial del mago hasta que se casaron.

--¿Porque tenías que irte?-- dijo dolida de forma irracional, desapareciendo la foto para devolverla al lugar que correspondía, debía partir pero no encontraba la fuerza para articular el movimiento o más bien no tenía la fuerza para enfrentar la perdida aunque el ataúd reposaban en el salón a donde volvió para encontrarse con Bodrik, sus hijos y las personas que habían ido a presentar sus respetos al cuerpo mortal, el ver a Eirian inquieto la obligo a buscar dentro el valor para partir y llegar a las personas más importantes en la vida de Adriano padre y paladín, como Eli, la niña de los ojos del mago, así lo había comentado una vez al contarle sobre Elizabeth, o Niko a quien ella respetaba ya por mérito propio por su labor en la antigua academia de magia, pero que además era hijo del mago, Antoni quien había llegado tarde, cuando el Wallace había trascendido de plano y Rubens, su amigo, el elfo tan incondicional como Pío, el ave mensajera ¿Que decirles? ¿Cómo consolarlos cuando ella misma flaqueaba y quería reunirse a él en ese preciso momento, cuando las palabras y el raciocino la abandonaban.

Ni siquiera entro a la casona, menos a la habitación que en ocasiones compartían, los cuatro Lockhart junto con los elfos se dirigieron hacia donde los demás caminaban, y hacia donde unas esferas de luminosas daban claridad al entorno, llegaron justo para ver como un cisne de piedra era iluminado por el fuego eterno, vio varios rostros, Elo y Mei, su tío Elvis y Annick, Dennis y Zahil, Antoni, Niko... Bajo la cabeza porque no era capaz de sostener la mirada de nadie, y entonces sintió la manita de Ezra, su hijo de cinco años, deslizarse en la suya, caminaron hasta posarse frente al cisne, a distancia claro, y tomo a Eirian el bebe fruto de su unión con el mago que ahora homenajeaban de brazos de Heyda --Ese es como el patronus de papá-- le dijo a ambos señalando la figura de piedra.

A esas alturas las lágrimas descendían por las mejillas de la rubia sin contención alguna, y se perdían al tocar la tela de la túnica blanca con que estaba vestida. Vio conmovida como los compañeros del Clan de la Mano de Plata se reunían y hacían visible sus compañeros de batalla, Cye como sacerdotisa de la Orden de Avalón distinguía las auras, sus energías, y también sabia de lo celoso que guardaban todo aquello, respetaba el hecho de que tomaran decisión de invocar al compañero paladín de Adriano, aunque normalmente solo su creador podía hacerlo, así como el patronus real.

Annick hablo de juntar energías, Cye comprendía que la esencia de alguien era única e írreplicable, pero si alguien contenía un ápice de la misma era Eirian, sangre de su sangre y heredero de dones de los que ambos padres en su momento se habían asombrado y aterrado a partes iguales, ya que era hijo de un paladín y de una sacerdotisa además de ser mago.

Entonces y como siempre que podían a su lado estaba @@Bodrik ya vestida con su atuendo paladín, aquello era una ocasión única, especial, una de las pocas veces en que podrían ver en este contexto, la extensión corpórea de un paladín y sabia que desde donde quiera que él estuviera se sentiría muy honrado y profundamente feliz.

Ella no tenía la fuerza energética de los paladines, aunque si sus propios dones, poderosos como sacerdotisa, pero a falta de la presencia de su líder de clan simplemente alzó la varita y dejo que su propio patronus fluyera, los hilos plateados se fueron elevando hasta formar a un cisne semejante al de piedra, porque los patronus de ambos esposos eran iguales, como la entrega y compenetración entre ambos, el cisne navego y traspaso al de piedra como si quisiera fundirse con él, luego emergió y se poso a su lado como Cye hubiera querido acompañarlo.

[Anthony R. Dracony M.]

Ryvak sintió algo extraño....gire la cabeza para ver acercarse a varias mujeres y un par de niños, les miré y sentí asombro y enojo a partes iguales...estaban aquí y o podía decir nada....aprete los puños que cerraba con fuerza...la gente que el fantasma Adriano Wallace decía que podría ser un consuelo......les miré, tan perfectos....no...no me sentía como ellos...

 

 

las palabras de mi "madrina"...mi "queridisima" Isy, resonaban en mi mente:

 

--"Eres la viva imagen de tu padre....guapo, pero tonto...tu madre fue una tonta! era ella perfecta, fría, cruel, despiadada, a todos trataba como si fueran escoria...peo ponía cara de tonta al ver a tu padre, quizo remediar su error, lideriando un ataque contra los necios que se oponian al plan de las líderes, mato a unos cuantos pero nunca atacó a tú padre, se dejo arrebatar la vida por él....tú te pareces a él...¿que haremos contigo?...."

 

 

Aquello lo sentí como algo peligroso...parecerme a quien fue mi padre...pero....... ¿quien era mi padre? pensé sobre su fantasma, aquel de la visión en "Pitonisa Peralta"...me hace un lío pensar en ese día! ................no puedo ser como ella, ni ser como él, soy yo, no ellos! aunque su sangre corre por mis venas, su sangre mágica, levanto la cara....un eco lejano hay en mi memoria..."Dany....Dany....mami...."

 

 

De él no tengo ningún recuerdo...¿que habrá pasado entre ellos? ....algo que jamás tendrá respuesta, ambos muertos...pero ella no le he visto como fantasma y los profesores han dicho que no todos los que mueren se vuelven fantasmas, solo algunos...observo en silencio lo que hacen, a mi no me nace hacer otra cosa que seguir viendo lo que realizan, es lindo el homenaje, es el primero al que asistó, aunque he sabido de otros magos y otras brujas que han muerto...

 

Debo agradecer que con Adriano, esten haciendo un homenaje...

[Shena Cindy de Ryvak M.]

Para la castaña esa hora del día, es de sus favoritas...con los rojos y anaranjados en el horizonte, es como si el cielo mismo ardiera en fuego que hace sentir segura a la joven de 19 años...

 

Ella está bastante ocupada, además de tomarse esos minutos para contemplar el espectáculo, tambiéna vigilado la labor que pensó antes de llegar a la hacienda y aunque los sacerdotes son sus "Hermanos" nueve años viviendo con ellos, le brindaron infinitas ocasiones para conocer los hechizos que ellos realizan usando su relación con los elementos de la naturaleza.

 

Le a tomado tiempo, pero consiguió hacer que surgieran flores y que estas crecieran de tan solo media hora, también consiguió la confianza de varias aves que llamo su jilguero de fuego...el hechizo de transformación también le fue bastante útil y con las creaciones que hizo surgir usando tan solo rocas, ya alistados usa un hechizo Movilus para llevarlos.

 

Sabe que ha invertido tiempo, pero cree haberlo invertido muy bien, con todo preparado, toma de nuevo al pequeño castaño de la mano y retoman el caminar hacia la hacienda.

 

Aydin no ha entendido bien los preparativos que ha realizado la castaña, pero le ha gustado ver surgir tan bellas flores fragantes...y aplaude cuando ella a creado una corona enorme con las flores.

 

El niño se siente orgulloso al ofrecer su camisa blanca para transformarla en una banda en la que la chica a grabado un mensaje que coloca en la corona, ( Con cariño de tu familia, amigos y conocidos ) así que el niño ahora solo tiene la túnica gris y el colgante de piedra blanca que le obsequió Reena.

 

Admira la habilidad de la castaña y con curiosidad la acompaña alegre, piensa que iran a una fiesta, los instrumentos que ve alista la castaña, es lo que sugiere según el niño ha visto en la aldea donde antes vivió.

 

Llegan nuevamente a la hacienda, es un lugar que el castaño a estado recientemente, ve a varios magos y brujas...¡Una fiesta! y se sonrie mientras todos los pájaros vuelan en bandada guíados por el jilguero de fuego que la castaña formó.

 

Se acerca, Cindy ve que estan reunidos alrededor de un cisne de piedra y le recuerda bellos momentos pasados, también se percata de los equinos y ella sonrie porque le agrada el cuadro que forman todos. Las aves pasan y vuelan alrededor, son de diferentes especies, no hay cisnes, pero las que cantan lo hacen alegremente mientras crean bellas figuras en el aire.

 

La castaña hace descender la corona de flores justo detras del cisne de piedra y ella se acerca para tomar de la mano a Antoni que ha localizado en el lugar, le susurra al oído: -- Tenía que traer algo para él...

 

La castaña está sonriente, así mira al peliverde, ve que se extraña y ella dice con voz orgullosa:

 

--Tenemos mucha suerte, conocimos a un gran mago, gentil, amable, alegre...somos afortunados de haberlo conocido en vida, por eso debemos dar gracias.-- Ella abraza a su amado ojimiel, sabe que tal vez él no entienda, pero ella a despedido a varios de sus "hermanos" y sabe de cerca que los sentimientos son difíciles de procesar, pero ella está ahí, con él, juntos para seguir la vida...

 

 

Los instrumentos flotan y a un guiño de la castaña empiezan a tocar una melodía dulce y bella...

 

https://youtu.be/rdBjjmz3BBA