Castillo Ivashkov (MM B: 106154)

[Liam Black]

De momento pensó en un Salvaguarda Mágica para hacerse intangible provisoriamente y traspasar el Fuego Maldito que el Cardenal de la Morgue había invocado sin previo aviso. Esto se estaba poniendo difícil y ser odefo no ayudaba de mucho, más si los altos rangos empezaban a irse cuando los altos del equipo contrario empezaban a llegar. Sin embargo el fuego no quemó ni un pelo de su cuerpo desmaterializado que se iluminó por dentro como un verdadero fenixiano cuando el Fuego Maldito atravesó su abdomen.

 

-Episkey -penso después sin llegar a usar un Silencius para anular el Absorvere de Ernest, que pretendía quebrarle algún hueso de quién sabe donde, de todas formas el Episkey servía como maleable para curarle las heridas del Fuego Maldito que le había ingerido Noah. Tenía la muñeca quebrada pero no era algo que no podía tolerar, a diferencia de una potente quemadura.

[That is not my name]

Episkey, pensé de inmediato para curar a Liam de un fuego maldito, luego pensé en otro episkey para curarlo de un segundo fuego maldito para que mi compañero no quedara fuera de batalla aunque sabía que las cosas se complicarían un poco porque llegaban cada vez más personas para intentar acabar con nosotros en estos momentos, peor debíamos de soportar toda la lluvia de ataques que nos lanzarían en esos mometnos porque eramos una grandiosa amenaza en esos momentos, claro, porque teníamos poderes de la Orden del Fénix y podíamos ser toda una piedra en el zapato... o eso era lo que de´cian, ¿no? ¿O a qué se referían? Estaba completamente perdido en los pensamientos de todos, gracias a la legirimancia y mejor no dejaba que eso me afectara en batalla.

 

Y ahora... usaba mi poción para curarme de todo lo que me habían mandado... sin problemas. Rico. ¡Todo me curaba!

 

http://i.imgur.com/387TDal.png

[Juliens]

~Patito de Hule

 

El patito de hule estaba ya cansado, los cobardes de la orden del fénix cuyos hechizos estaban más que nivelados (quizá hasta mejor que los de la siseante marca tenebrosa) comenzaron a huir despavoridamente usando portales de oscuridad (?) para escapar lejos, bastante lejos pues no les quedaba de otra (?). El detritus aún lo protegía del mobiliarbus del troll.

 

Su ciclope lanzó dos FM a Ishaya en un acto de valentía suprema y siseante.

 

--Sectusempra --dijo, el rayo fue rodeado por la magia de la vara de cristal y volvió a cortar a Ishaya en el estómago. Acto seguido, y con su siguiente hechizo, ivnocó siseantemente un cinaede que igualmente tenía como objetivo a Ishaya. Que se muera el mardito (?)

 

Los hechizos iban de un lado a otro, tanto de personas, como de objetos de hule (?) y de los señorees del caos

[Jank Dayne]

- Creo que es tiempo.

 

Arrojó la primera bola de fuego negro hacia Ishaya aka inserte nick aqui, la de la derecha, que ya estaba a su máximo nivel. La bola se dirigió más rápido que una bala y atravesó su pecho. Mientras tanto, la bola que estaba a nivel dos, se dirigió directo hacia el pecho de Liam, cuya vida estaría apunto de acabar como el resto de sus compañeros.

 

- Lástima que no me quedé como Taylor - lamentó, haciendo un movimiento con Libra que convirtió el vestido de lentejuelas plateadas en un atuendo más adaptado a la ocasión. Seguido de esto, envió su expectro que atacara a Ishaya aka inserte nick aquí. La criatura clavaría sus garras sobre cada zona sensible de su cuerpo y lo haría añicos. Al mismo tiempo, murmuró "Celerus Séneca" que secó la garganta del mismo mago durante un largo período. Por otro lado, envió su araña viuda negra a picar el tobillo descubierto de Ishaya, quien sufriría las consecuencias de un veneno casi mortal.

 

- Confundus - pensó, y la mente de Ishaya inserte nick aqui (?) se dispersó, impidiendo la utilización de magia por ninguna vía. Al final, tomó la katana que había arrojado Leah al principio de la batalla y proyectó un fino corte de katana sobre el pecho de Ishaya.

[Liam Black]

Era hora de irse y Liam lo sabía. Le dio las gracias con un guiño de ojos a su compañero por curarle de las quemaduras del Fuego Maldito y saludó con las manos a los demás mortífagos que estaban presentes en el lugar. Eran muchos más en número y con esos rangos tan avanzados no había mucho que él pudiera hacer. No iba a permitirle a nadie morir y dejar que arreen su cuerpo. De pronto una sonrisa surcó sus labios carmesí y se lanzó en una carrera por llegar a las afueras del castillo.

 

Cruzó la puerta, luego los jardines y luego la verja hasta que por fin estuvo fuera de los límites del castillo. Ni se veía su silueta, no era fácil de distinguir, la velocidad con la que movía su descalzos pies parecía estar recargada de energía renovada, como si no se hubiese agotado ni un poco durante la batalla. Se frenó en seco al cabo de unos minutos de estar corriendo y pensó en aparecer en el Callejón Diagon, justo en La Madriguera, donde tenía algunos asuntos pendientes por resolver. Seguramente necesitara ropa, pero eso ya lo vería en una situación menos complicada.

 

Su figura fue envuelta en una luz tornasolada y desapareció por completo al segundo.

[Mei Black Delacour]

La Cardenal de la Morgue

 

 

―Maldición, acabo de llegar y ya quieren irse ― se quejó, sacudiendo la katana, como si deseara quitarle una sangre inexistente que poseyera allí ―. Pues bien, terminemos con esta farsa.

 

Confundus pensó, apuntando a inserte Nick aquí, el cual se vio inmediatamente bajo los efectos del hechizo. En el mismo momento, el Cardenal envió una de los fuegos negros en dirección a inserte Nick aquí, el cual le impactó de lleno, prohibiéndolo de hacer cualquier cosa.

 

Sonrió de una forma maniaca, con una sonrisa fuera de lo normal y movió la katana, proyectando otro corte, esta vez sobre inserte Nick, el cual tuvo todo su pecho ensangrentado. Y acto seguido, otro corte proyectado de nuevo a él, junto a otra llamarada del dragón de oscuridad que había invocado ella, dejándolo en la miseria total.

[Melrose Moody]

Habían huido todos... casi.

 

--Confundus --fue lo primero que dijo.

 

El confundus se dirigió directamente hacia Inserte Nick con lo que el odefo estaría obnubilado (?) y por ello, no podría realizar acción alguna.

 

--Celerus Detritus

 

Así los cuerpos esculturales de los hermanos Sacrosanto estuvieron enseguida protegidos de los posibles daños que intentasen infringirles con una fina capa gaseosa de magia, que además permitiría a su vez que siguiesen atacando a libertad, aunque en realidad sólo lo hacía para presumir sus poderes porque la posibilidad era casi inexistente.

 

--Levicorpus

 

Pensó a su vez para que el lazo hiciera colgar del tobillo a Inserte Nick, de manera que quedase colgando boca abajo.

[Mael Blackfyre]

Noah Stormhold.~

— ¡Avada Kedravra! —exclamó Noah ya cansado de aquel mago que no dejaba de moverse por ningún lado. Había algunos que habían desaparecido pero eso no importaba, necesitaban ganar si o si. El rayo verde esmeralda salió disparado con todas las fuerzas contra Ishaya/Inserte Nick Aquí. Claramente que la intención era matarlo asi que esperaba que así fuera.

— ¡Avada Kedavra! —repitió nuevamente su acción contra Ishaya, que parecía querer permanecer en aquel encuentro. El rayo esmeralda fue contra el pecho del joven. La maldición asesina le sacaría el alma, de que sus ojos pierdan la vida igual que toda su esencia.

Tal vez se defenderían pero a Noah le alcanzaba saber que aquellos los haría defenderse o morir. No tenían mucha chance. Pensé en un Confundus contra Ishaya/Inserte Nick Aquí. Su mente divagaría. No podría hacer prácticamente nada. Hice una seña con la mano. Los Fuego Negro estaban listos.

Salieron despedidos uno contra Liam y otro contra Ishaya, a la vez. Habían llegado a su punto máximo de poder. No podrían pararlo contra nada. Los chocaría en el pecho aquella enorme llamarada. Además de quemarlos les quitaría una acción. Aquello se ponía bueno.

[Rory Despard]

Dalek Sacrosanto

 

Sin perder más tiempo la Angel caído alzó la varita que hasta ese momento había servido para sostener sus cabellos rubios, que al instante cayeron en cascada sobre su espalda. Estaba lista para iniciar la batalla y dejar en claro lo poderosa, sensual y terrible que podía ser en la batalla, pero al parecer aquellos seres de la luz se estaban apagando rápidamente.

 

No sin antes adoptar una pose chic, invocó en ese instante su katana, la cual era tan superpoderosa que podía controlar el viento con ella a placer (y ella vaya que podía haberle dado mejores usos en una cama con su amante de turno), pero ahora el afilado corte de su hoja se pondría al servicio de sus deseos de destrucción y eliminación de odefos. Pero primero iba ser más divertido jugar con esos cuerpos caídos.

 

 

- Celerus Inferi- murmuró en dirección a Candela quien en vano había intentado que un compañero lo salvara, cuando ya estaba bien muerta mismo comercial de Raid (?) matacucarachas- ve querido, ve a atacar a tu propio compañero.

 

El grotesco ser se lanzó con su caminar torpe en dirección a su compañero. No podía negar que un bonito final para aquellos seres. Lastimosamente, no quedaba mucho más para hacer allí. Ni siquiera le dejarían jugar apropiadamente con su recién invocado juguete, o bueno, solo usarlo con el que estaba allí intentando en vano aferrarse a la vida, así que sin pensárselo más proyectó un corte de katana sobre el pecho de Liam y enseguida más rápida que el sonido o que los intentos de escape de sus cobardes dizque rivales, proyectó otro corte de katana en el pecho de Ishaya (Inserte nick aquí).

 

- Pfff pero es que ni siquiera se ha visto afectado mi manicure de esta mañana querido Konnio- dijo la angel caído colocándose cerca de la sombrilla que el nigromante había conjuraod- cada vez los producen más defectuosos. Así no dan ganas de tener nuevas batallas.

[Undefined]

Un "Episkey" pasó por su mente y el veneno que en ese momento seguía corriendo por su torrente sanguíneo desapareció, curándose por completo. Pudo divisar a su alrededor algunos cuerpos sin vida que habían caído por el ajetreo de la batalla, la mayoría de ellos eran supuestos miembros de la orden del fénix que desgraciadamente no pudieron hacer nada más que escapar o morir.

 

- Y así se acaba la diversión - Mencionó en voz alta, dirigiéndose a cualquiera que estuviese a su alrededor con la intención de dialogar

 

El sol ya a esas alturas estaba bajando su intesidad y caia en el horizonte, tiñlendo un poco de color rojizo el cielo y con él todo el panorama que lo rodeaba en ese momento. Incluso su máscara plateada se pintó de ese color, como si alguien la hubiese cambiado mágicamente por otra sin él darse cuenta.