Jump to content

Meteorología Mágica II


Xell Vladimir Potter Black
 Compartir

Publicaciones recomendadas

http://i983.photobucket.com/albums/ae313/Epolar/banner/Meteorologiacutea_zpsgvwzcube.jpg

 

 

¿Qué decir cuándo lees esas noticias en los diarios? Me sentí muy mal cuando en El Profeta anunciaron que se había cerrado el Paso de Calais en el Sur del país por posibilidades de un tornado virulento que se acercara al Canal de la Mancha. Tenía una amiga francesa que no podría venir de vacaciones a Londres. Era algo maniática y no usaba ningún medio aéreo; el tren era la única posibilidad que viniera a verme. Ahora, nuestros planes se posponían por lo menos en tres o cuatro meses, pues ella no volvería a tener días laborales libres.

 

Sólo quedaba resignarse a que los Hados se confabularan en contra de nuestro reencuentro, después de tanto tiempo sin vernos. Desde el Internado, nuestros caminos se habían separado. Ella era muggle y siguió en la capital francesa mientras yo venía a Ottery a completar mi educación mágica. Sentí rabia, yo le escondía ese aspecto de mi vida y ahora no podía usarla porque ...

 

¡Ooooooh!

 

La idea surgió de repente, al llegar ante el edificio enorme de la Universidad. Me habían informado que hoy empezaban las clases y quería llegar temprano para preparar los detalles. En principio, iba a dar la clase dentro del aula, pero ahora una locura me venía una y otra vez a la cabeza. ¿Y si...? ¿Me atrevería a...? Pero ante todo, ¿se opondrían las Directoras de la Universidad? Aunque si no lo sabían...

 

Sonreí, consciente de la dudosa legalidad de usar a mis alumnos en un asunto de índole personal, pero si en la clase anterior habían conseguido grandes proezas meteorológicas, seguro que los que vendrían este mes podrían hacer lo mismo.

 

Entré en la clase, completamente renovada de los destrozos del mes anterior. Los elfos de la Universidad habían hecho un buen trabajo. Tomé una tiza y escribí, con buena caligrafía, la asignatura que íbamos a dar.

 

Meteorología Mágica

O

Cómo cambiar la climatología adversa para impedir catástrofes naturales

Zona de prácticas: Viaje Organizado al Canal de la Mancha.

 

Estaba satisfecha porque estaba siendo algo traviesa; usaría mis conocimientos mágicos de meteorología para enseñar a los alumnos a dominar la asignatura pero nadie tenía que enterarse que ello iba a beneficiar a una amiga que venía a hacer turismo. Sólo esperaba que no tardaran mucho, pues el tornado llegaría pronto a Calais. Teníamos apenas 12 horas para llegar allá y deshacer su amenaza antes de que afectara a la línea férrea.

 

- ¡Empecemos! - susurré, frotándome las manos.

  • Me gusta 2
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El conocimiento no ocupa lugar y por ello iba a completar mi educación mágica con una clase de meteorología, además era un buen argumento para tener un poco de tiempo libre y poder escaparme de la rutina, que la verdad y con todos mis cargos, habia veces que me sacaba de mis casillas. Luca, a los pies de mi cama, sonreía encantado ante mi entusiasmo. Pocas veces podía contemplar mis ojos brillar. Era, sin duda alguna, algo que necesitaba.


Habia varios motivos por los cuales habia elegido aquel conocimiento. El primero y fundamental; la profesora. Hacía tiempo no teníamos un tiempo a solas e iba a dedicar la clase para disfrutar de la compañía de mi novia. El segundo era algo obvio; Gaia me imploraba que lo hiciese, tenía que estar en sintonía total con ella y aprendería a controlar mi poder de la mejor forma posible gracias a ello. Y el último, pero no menos importante; Como jefa de seguridad quería ver con mis propios ojos la seguridad de la nueva infraestructura y la eficacia de los profesores de esta.


- No la líes – El tono jocoso del Dhampir, me hizo entornar los ojos con arrogancia


- Y tu compórtate, si no quieres que te patee a mi vuelta


Sosteniendo la varita entre las manos, gire sobre mis talones en dirección a la ya conocida academia. Hice acto de presencia en sus áridos terrenos envuelta en una estela blanca. Conocía aquel lugar como la palma de mi mano, pues al ser profesora de duelo de la institución me pasaba muchas horas al día allí. El sol estaba alto, el calor era sofocante, pero tenía que reconocer que el paraje era fantástico. Me gustaba y me sentía cómoda con el mismo. Alce la mirada al cielo y continúe mi camino hacia el aula indicado.


Pocos segundos después, ingrese al salón con una sonrisa. El rostro serio y firme que usaba en el ministerio habia desaparecido. La arrogancia y la frialdad habían quedado de lado y allí no estaba una guerrera eficaz, sino una joven con ganas de diversión, aventuras y locuras varias. Leí la pizarra y la adrenalina natural al saber que no nos íbamos a quedar en el lugar comenzó a recorrer mi espina dorsal, Exploraríamos mundo, crearíamos temblores de tierra y usaríamos el don que la madre naturaleza nos habia proporcionado.


- Veo que la palabra rebeldía se te ha metido bien en la cabecita eh rubia – La salude a escasos centímetros de su cuello, pues estaba de espaldas y no habia notado mi presencia – Te echaba de menos profesora…. – El tonteo descarado era tan evidente como el calor que ya empezaba a sentir sobre la piel.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- ¡Oh, oh, oh!

Fue lo único que pude susurrar cuando sentí el aliento de Lisa en mi cuello. No me giré. Lo maravilloso de las sorpresas es poder saborearlas despacito. Después, poco a poco, me di la vuelta para quedar a su altura. A pesar de desearlo, no miré sus ojos. Si me veía reflejada en ellos, olvidaría que era profesora y sería la amante deseosa de sus caricias. Sólo permití que mis dedos buscaran los suyos y se entrelazaran a ellos, ávida de ese tenue contacto con su piel.

- Lisa… Debes comportarte o … te haré repetir la clase – era una amenaza fea. Besé la punta de los dedos de la mano libre y se los puse en los labios. – Pero sé que te gustaría, así que lo dejaremos en… un leve escarceo sin testigos. No quiero problemas con la Dirección.

Era algo extraño, no creo que hiciera falta que guardáramos silencio sobre nuestra relación después de haber aparecido en las noticias de El Profeta. Pero en la Universidad, tal vez no estuviera bien visto que un miembro del profesorado mantuviera una relación con uno de sus estudiantes.

- Lisa, ¿crees que podremos estar juntas, con el poder de la Naturaleza en las manos, con la Diosa Gea rodeándonos con su poder, controlando toda esa energía, y seguir manteniendo la cordura que nos obliga a respetar nuestro rango en la Universidad? – Iba a ser difícil controlar mis deseos de ella, pero allá era la profesora de Meteorología, así que tenía que intentarlo.

Deshice el agarre de sus manos, con pesar, para alejarme unos pasos. Le señalé la pizarra.

- Hay un tornado que va a afectar al estrecho del Canal de la Mancha. Tú… Yo… La fuerza natural en nuestras manos… Hemos de recordar que vamos a impedir que llegue a tierra y afecte a los humanos del pueblo de Calais y alrededores, que no se pierdan vidas y, si se puede, evitar que cause daños materiales. Va a ser una relación… electrificante…

Aún estábamos a solas, ojalá que llegara pronto el otro alumno y pudiéramos partir pronto. El viento huracanado se acercaba con velocidad. Quería llegar a tiempo al Canal de la Mancha para frenarlo. Cuanta más velocidad alcanzara, más difícil sería hacerlo.

- No sé si esperar aquí o ir avanzando breves sobre la asignatura mientras llega. Meteorología Mágica es fácil y sencilla; todo depende de la actitud de la persona y, tal vez, su conexión natural con el entorno mágico. La varita es muy importante, aunque la relación psíquica y espiritual con la Madre Naturaleza ayuda mucho. Y tú y yo tenemos mucha ayuda en eso…

Le lancé un guiño. ¡Diosa Gea, qué bella era cuando estaba así, sin cargos ministeriales que la hacían ser seria!

- Necesitaremos ropa de abrigo. Aunque aquí haga mucho calor, allá se está formando una tormenta. El agua y el viento son muy naturales pero no tenemos porqué mojarnos, ¿verdad, Lisa? – aunque en mi menta malvada veía una imagen muy diferente, demasiado pecaminosa para una profesora.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La ¨amenaza¨ de la rubia hacia mi persona me hizo gracia, pues ambas éramos conscientes de que jamás la cumpliría. La contemple de arriba abajo, mordiéndome el labio para no cometer una imprudencia que me costase la reputación de dura e inflexible que tanto me habia costado crear. Acaricie su mano y con una mueca de rebelde sin cause, respondí a su gran duda.


- La dirección de esta academia permite las relaciones profesor alumno rubita y yo…. – Le guiñe un ojo - También


¿De verdad tenía intención de detener el avance de mis instintos más básicos? Era casi imposible, mucho menos cuando Gaia y su cuerpo se encontraban tan cerca de mi figura. Como si realmente supiese lo que estaba pensando, que muchas veces parecía que sí, tomo nuevamente la palabra, haciéndome ver el deseo, que y sin medida, la estaba torturando. ¿Acaso podía haber algo más bello que eso?


- Soy débil ante lo prohibido y lo sabes…. – Era cierto, el vacío de la perversión y el modo estaba cerca y yo, sin control ni miedo, iba a saltar


No me dio tiempo a más. Era astuta y cuando noto el tono meloso y cálido de mi voz, se alejó unos pasos, retomando el papel de mentora. Me conto lo que sucedía, de lo que iba a tratar la clase y si yo estaba de acuerdo con su idea de afrontar el ciclón de una y no dejarlo estar. Elimine la distancia, aun estábamos solas y debíamos aprovechar la situación. Junte mis labios con los suyos y probé el delicioso néctar de su boca.


Me gustaba su preocupación por el mundo, por cómo, aunque fuese complicado, intentaba contrarrestar el efecto de los males de este. Su lado amable, sincero y bueno hacía que mi aura, notablemente gris e incluso negra a veces, volviese a ese blanco neutro que solo una sacerdotisa con conexión con el fuego podía tener. Era mi complemento, la que me llevaba a tierra cuando perdía el norte. Mi ancla a la vida.


- Me gusta la idea, detendremos ese huracán, me veras mojada y jugaremos con el fuego de la misma manera que con el agua y el viento – Mi frase era clara, asumía el control de la tarea, pero también le ponía algo de juego y picardia al asunto. El contacto de nuestras pieles era ensordecedor para mi razón – Por mí no hay problema si vamos yendo, estoy lista y dispuesta…. Para todo….

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La tardanza del otro alumno era una tentación casi insostenible. Debía recordarme una y otra vez que era profesora, no una chica enamorada. Profesora de la más maravillosa y atractiva alumna que nadie hubiera tenido jamás, pero profesora al fin y al cabo. Por ello me separé un poco y me amparé en la asignatura que tenía que enseñarles a los dos alumnos que tenía este mes. ¿Por qué no venía Marcelus? Con su presencia, me sería más fácil resistir a la tentación que era Lisa. No estaba segura de la certeza de la frase de mi amada, eso que la Dirección de la Academia permitiera las relaciones entre profesor y alumno.

 

Yo también era débil. A veces es difícil discernir entre lo fácil y lo correcto.Pero eso quedó atrás en cuanto sentí sus labios. El sentido escalofriante de su lengua en ellos me hizo olvida cualquier recelo. ¿Duró poco? ¿Duró mucho? Lo suficiente para saber que seguía enamorada de aquella figura de sacerdotisa de fuego, mi contrarresto, pues yo era una sacerdotisa de la naturaleza, de las plantas vivas, del crecimiento de la tierra, del agua que las riega... Pero éramos un complemento que no podía estar separados.

 

- Me vas a dificultar pensar en hechizos mágicos, Lisa, si sigues besándome de esa manera - susurré a su oído antes de separarnos un poquito.- Prometo jugar contigo en el agua del Canal de la mancha cuando todo acabe, dejar que nuestros cuerpos se unan entre la espuma de las olas. Pero déjame primero enseñarte el hechizo para crear...

 

Besé de nuevo sus labios, eran tan atrayentes, tan melodiosos, tan... Temblé de emoción, moví la varita en el aire con un leve movimiento de la muñeca.

 

- Meteolojink Encanto - lo dije tan flojito que dudé que saliera. Una luz irisada nos rodeó a ambas mientras tocaba sus mejillas, sus ojos, los labios con la punta de los dedos. Mi mirada se hizo aún más feliz. - Te regalo un arco iris. Es algo muy especial y fácil de hacer con el hechizo adecuado. Porque eso eres para mí, el color que alegra mi vida....

 

Me volvía muy romanticona a su lado, pero no teníamos testigos, así que podía permitirme el volver a besar a mi novia. Después me separé de ella, con gran pesar.

 

- Dejaré un Portus encima de la mesa con una nota para Marcellus. Le llevará al Calais. Si no fuera tan importante llegar a tiempo al lugar de los hechos, podríamos esperarle aquí... sobre la mesa... o en el... Pero urge que salgamos cuanto antes, Lisa.

 

Demasiado explicitas mis palabras. Tomé un chubasquero y se lo di, poniéndome yo otro. Dejé uno en la mesa con la nota para el alumno rezagado:

 

- Buenos días, Marcellus. Espero que te incorpores cuanto antes a la clase.

El Portus te llevará al Canal de la Mancha, donde vamos a contrarrestar un terible accidente natural, un tornado.

¿Te atreves? Toca el papel y te llevará de forma mágica.

 

Después le di la mano a Lisa y la miré con demasiado deseo. No. No podíamos pararnos a nada de eso. Mejor ir hacia el lugar. Me pegué a ella, cuerpo contra cuerpo, piel contra piel, su pelo rozando mi cuello. Solté un suspiro.

 

- Vamos, Aparición conjunta. Yo te llevo, pero no me distraigas o no sé donde apareceremos.

 

Sonreí un poquito y la besé levemente, antes de pensar en Calais y el Canal de la Mancha. Desaparecimos besándonos, qué romántica estoy hecha.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Era, cuanto menos, extraña la situación. Yo concebía la vida sin reglas, ella era mucho más maniática en cuanto aquello; las respetaba e incluso me instaba a que yo lo hiciese. Mi punto de vista sobre la vida era complicado a rabiar, el suyo el de una niña, que aunque fuerte y audaz habia estado consentida toda su vida. Su esencia derrochaba luz, la mía oscuridad. El fuego, elemento primigenio me obedecía y ella era capaz de calmarlo con tan solo su presencia. Posos opuestos, que se atraían sin remedio.


Verla allí, frente a mí, intentando sostener su estatus de profesora y luchando contra la tentación, fue algo que me encanto. Mi lado más morboso y juguetón salió a la luz en el segundo que sus mejillas se tornaron rojas, ¿por qué? Porque a pesar de que no hubiese leído su mente, lo cual podía hacer, la conocía lo suficiente como para saber las mil y una imágenes que ahora pasaban por su córtex cerebral, todas ella en referencia a lo más sexual que una relación de pareja conllevaba.


- Prometo ser buena…. – Una gran mentira y ambas lo sabíamos.


En cuanto termine de hablar, un conjuro con miles de colores nos envolvió a ambas. Un arcoíris. Sonreí por ello, también por sus palabras. Lo romántico no habia tenido nada que ver en mi vida hasta que di con su persona. El amor modifica a un ser humano, me dije inconscientemente al recordar cada uno de los cambios que habia hecho aquella niña de cabellos rubios en mi figura. Pocos se notaban, pero estaban ahí y no me arrepentía de ninguno de ellos. La volví a besar, fundiéndome con ella.


Asentí ante sus indicaciones y tome el chubasquero que me entregaba, aunque me fue inevitable no reír, ¿de verdad pensaba que iba a usar aquello? Amaba sentir el agua caer sobre mi piel desnuda, mucho más después de lo que habia vivido bajo la cascada de uno de los negocios del callejón Diagon hacia unos meses. Observe sus movimientos y en cuanto dejo la nota para Marce, ambas nos acercamos y nos desaparecimos en conjunto hacia el canal de la Mancha.


- Esto es…. Precioso – Una tormenta fortísima, miles de rayos y un viento huracanado que luchaba contra mi estabilidad, pero la belleza de la madre tierra se podía ver a través de la hostilidad de la misma – Tú dirás…. – Si bien era cierto que yo conocía un sinfín de conjuros y que poseía un poder afín a mi rango y cargo dentro del bando de la luz, no tenía ni idea de cómo detener aquel tornado – Estoy a tu disposición – Y era asi, para todo.

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La magia es poderosa. O mejor dicho, el Amor es la magia más poderosa del mundo. Aparecimos en Calais, el lugar que teníamos que proteger de aquel revoltijo de aire sin control, acompañados por el arcoiris. Lisa disfrutaba de la tormenta. No podía olvidar que ella era la parte nocturna, oscura, del duetto que formábamos con la Diosa Gea. Le sonreí. La fuerza de la naturaleza era inmensa en aquel lugar y ponía los pelos de punta.

 

- Impresionante.

 

Aunque tal vez yo me refiriera más al hecho de ver la fuerza destructiva de su belleza y, a la vez, el arcoirís que iba de lado a lado del acantilado en el que nos encontrábamos. Era tan poderosa, tanta energía suelta sin control, tan excitante aquella situación...

 

Otra vez me obligué a pensar como profesora. Quería que aprendiera aunque pensaba que si seguía mirándoles sus ojos no cumpliría mi labor docente.

 

- ¿Has visto como moví la muñeca para hacer el arco irís? Inténtalo tú ahora. Piensa en algún fenómeno climatológico y siéntelo. El hechizo es de lo más sencillo: Meteolojink Encanto. Estoy segura que puedes provocar lo que quieras... Pero es sólo una prueba, algo sencillo para enfrentarnos después a lo más fuerte, si te sale bien. Necesito saber que lo consigues antes de poner en riesgo tu vida.

 

Bajé los ojos hasta su pecho. No sé... No sé lo que haría si la perdiera por mi culpa. Sabia que estaba en peligro todos los días, por su cargo ministerial y por... eso... eso de lo que no hablábamos pero ambas sabíamos que lo conocía. Pero ahora era mi responsabilidad y no podía permitir que le pasara nada o me moriría con ella.

 

- Para deshacer cualquier hechizo metereológico hay que decir el contrario, el Meteolojink Recanto, como ves muy similar, sólo con la "erre" delante. Por ello, por favor, vocaliza bien.

 

Moví la varita. ¿Cómo pude hacerlo si aún seguía pegada a ella y casi le susurraba al oído por estar tan cerca la una de la otra? El arcoirís desapareció y el día se hizo mucho más oscuro. La tormenta arreciaba. Debíamos darnos prisa.

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Aquella imagen mostraba al mundo por qué yo adoraba, confiaba y respetaba a Gaia. La fuerza, energía, dinamismo y poder de un fenómeno climatológica era inmenso y bello. Conformaba mi personalidad; rebelde y pasional. Nadie, a no ser que ella lo desease, podía controlarla. Lo primero que un humano debía de aprender en la vida, era la conexión que portaba con la madre tierra. Si desde niño la aceptas, asumes su rango y la defiendes cuando esta está en peligro, te beneficiara y estará a tu lado siempre, como una buena amiga.


No habia que temerla, no habia ningún mal en sus acciones. Después de muchos años lo habia logrado comprender. El miedo no lleva a nada bueno, más bien, te hace vulnerable y acabas cometiendo errores insanos, tanto para ti mismo, como para el mundo. Conforme iba sintiendo la energía, la adrenalina e incluso excitación por ver aquello en compañía de la rubia, crecían en mi figura. Nunca pensé, ni en mis más húmedos sueños, que una clase en la ahora universidad podría reportarme tantos sentimientos juntos.


Note su cambio de voz, volvía a ser la profesora seria y responsable. Asentí ante su explicación, pues a fin de cuentas estábamos allí para detener el avance del huracán y no por asuntos personales, esos ya los terminaríamos cuando todo estuviese bajo control. Le sonreí con un deje de picardía cuando sus mejillas se tornaron rojas ante mi descarado proceder. ¿Qué iba a hacer? Molestarla era algo innato. Mi esencia, aquella que ondeaba con el elemento primigenio, asi me lo indicaba día tras día.


- Bien – Dije, mordiéndome el labio. La concentración era uno de mis puntos débiles, sobre todo cuando estaba ante algo que me desconcentrase, como era el caso, pero el orgullo y el amor propio no me iban a dejar fallar, nunca lo hacían. Cerre los ojos, deje que la inmensidad de Gea entrase en mi. Aguante la respiración unos segundos, perdiéndome en su voz; aquel canto mágico tenue y suave que me recordaba a mi madre y susurre un - Meteolojink Encanto.


Como antes la Vladimir habia hecho, ante nuestras pupilas habia aparecido un arco iris, con sus siete colores bien definidos. Habia elegido aquel fenómeno porque me recordaba a ella. Mi alma estaba destinada a ser incierta; era afín a los ideales del bando fenixiano, pero también entendía la oscuridad, los animales que habitaban en esta y la atracción que sentía mi anatomía por lo más tenebroso de la sociedad. Xell, mi polo opuesto, era luz, brillaba, era vida y color. Regalarle aquella mágica visión era mi deber.


Dos segundos después, conjure el contra hechizo - Meteolojink Recanto – Y la maravilla atmosférica desapareció por arte de magia, nunca mejor dicho. Listo, pensé y asi era, estaba preparada y dispuesta para hacer cosas más grandes, enfrentarme a retos y jugarme un poquito el pellejo. Algunas personas, las que más me conocían, decían, y con razón, que era una cabra loca, que me aventuraba ante el peligro sin mediar los riesgos, pero acaso ¿la vida no es un cumulo de desgracias juntas? La sonrisa volvió a mis labios – Juntas podemos…

Editado por Lisa Weasley Delacour

                            WFlgMYZ.gif

Firma lobo 2.jpg

                                                        XEPq2Tk.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Hacía frío, aunque yo no lo notaba. Era algo que se veía en los pocos muggles que encontrábamos en la zona. Menos mal que la tormenta era cada vez más fuerte y no había testigos de nuestro manejo de la magia al aire libre. Noté la concentración de Lisa más que verla, tan cerca y tan unidas mentalmente... ¡Lo había conseguido!

 

- ¡Un arcoiris! - supe al instante que era un regalo para mí. Me enterneció tanto que ladeé la cabeza un poquito y la miraé a los ojos, feliz, suspirando. - ¡Oh, Lisaaaa! ¡Qué bonitoooo! Ojalá pudiera quedármelo y guardarlo entre las páginas de un libro, como cuando puse la flor de...

 

¿Pero qué estaba diciendo? Yo era la profesora y mi actitud era de una jovencita enamoradiza. Me puse bien roja en un instante

 

- Es decir... ¡Magnífico! Un arcoirís precioso y muy bien conseguido. Has captado a la primera el movimiento circular de la muñeca. Sí, sí, excelente...

 

Intenté separarme pero no pude, me fallaba la voluntad. Así que miré a lo lejos, hacia la masa de aire que daba vueltas y vueltas hacia el poblado en el que estábamos. Un coche de policía pasó cerca con las luces rojas y azules en giratorio. No nos vio, los parabrisas iban muy veloces y buscaba un refugio. Tal vez una última ronda para encontrar rezagados.

 

- Lisa... Juntas podemos...

 

Repetí sus palabras y calculé mentalmente la distancia del huracán. Le sonreí y, muy poco académicamente, me embriagué con el olor de su pelo. Después le susurré al oído.

 

- El hechizo es el mismo, sólo que esta vez lo haremos las dos a la vez y en dirección contraria a las agujas del reloj para contrarrestar el movimiento del aire. Hay que estar atenta. El aire frenará pero, a la vez, eso provocará un giro contrario, así que hemos de estar rápidas para cambiar la dirección justo cuando cambie de dirección. Eso le irá frenando y hará que pierda fuerza.

 

Estaba segura que podríamos. Sólo me daba miedo el efecto que podía tener los movimientos continuados del aire en una y otra dirección sobre el mar. Eso podría levantar olas enormes.

 

- ¿Lista, Lisa? Vamos, las dos juntas...

 

Levanté la varita y...

  • Me gusta 1
  • Love 1

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unos días después...

 

Sonreí a Lisa, su cuerpo sobre las finas arenas de la playa, tomando el sol y descansando de todo lo sucedido. ¿El lugar? El mismo, sólo que con un tiempo mucho más apacible y un sol radiante alumbrando el día. Avancé mi brazo hacia ella y lo rocé.

 

- Se me olvidó decirte que todo hechizo mágico usado en la meteorología produce un gran desgaste físico. Espero que las directoras nos permitan este par de días de más para descansar. Al fin y al cabo, somos heroínas. Salvamos al pueblo y sus comunicaciones. Ninguna baja humana y apenas daños materiales.

 

Rodé hasta ella. La arena estaba caliente.

 

- Espero que la próxima tormenta nos pille en otro sitio, odio mojarme - le susurré al oído. - Aunque... me quedé sin regalito. ¿Formas otro arcoiris para mí? - El tono de voz era tan meloso y dulce que seguro que cedía a mi petición. - Ah, por cierto... Estás aprobada. Ya mandé las notas por lechuza a las Directoras. Tenemos todo el día libre para nosotras solas antes de volver a la Universidad.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.