Jump to content

León Crowley
 Compartir

Publicaciones recomendadas

El sol apenas había terminado de alzar su majestuoso vuelo desde las rocosas montañas del oriente de la antigua academia. La luz del astro rey bañaba perezoso el frondoso terreno que parecía salido de los más maravillosos cuentos árabes; paraísos verdes de espesa naturaleza que contrastaban con el ocre quemado de las arenas del mediterráneo. Las pálidas piedras de la nueva estructura, brillaban incandescentes al reflejo de las primeras luces de la mañana.


¿Y las llaves? —el volumen de las palabras aumentaba a medida que iban saliendo de los labios del holandés—. ¿Donde están las llaves, Rolnyr?


—¡No lo sé! —inundados de lágrimas y de terror, los orbes grises del elfo parecían temblar con el cuerpo, de pie, encorvado y temeroso, frente al armario de escobas de la renovada universidad—, con el cambio de sede pudieron haberse refundido


— ¿Pudieron? ¿Te atreves a improvisar?


—No no no Señor Crowley, tal vez las tenga la directora Elodia. Debería preguntarle a ella.


—¡¿DEBERÍA?! —indagó exasperado León con la mirada clavada en Rolnyr, uno de los elfos encargados de la seguridad de la institución mágica educativa el cual desapareció en el acto producto de la creciente ira del ex-director.


El armario, invaluable como era, había sido reforzado luego del robo masivo del 2011, y solo podía abrirse con la llave adecuada. León llevó su mano derecha al interior del bolsillo del pantalón oscuro que había elegido para ese día y en su interior, un brillante reloj de plata reveló la inclemencia del tiempo. Tal vez si hubiera despertado un poco más temprano, se hubiera percatado del ligero percance que implicaría dar una clase de Maestría de Escobas... sin escobas.


La impecable camisa blanca que cubría el tonificado pero curtido pecho del Crowley, se ondeaba rebelde con el paso de la brisa que se deslizaba con la misma velocidad que el Crowley cruzaba el patio central de la universidad hacia el ala oeste, donde se suponía que se llevaría a cabo parte de la clase. Una clase teórica y sin escobas. No duraría más de treinta minutos antes de que Mistify y Elodia bajaran a sacarlo a patadas de la clase.


La idea de dejar una nota en el tablero del aula 133 anunciando a las estudiantes -sabía que eran "las estudiante" por una agresiva lechuza que había llegado al castillo Crowley dos día atrás-, se vio frustrada y cancelada al ver a las susodichas a la entrada del salón destinado. Maldijo en su idioma natal por no haber llegado antes que ellas y se acercó con una sonrisa dibujada en su rostro.


—Muy buenos días señoritas —saludó ofreciendo la mano a cada una de ellas en una falsa señal de galantería—, mi nombre es León Crowley y seré su profesor el día de hoy. Por incompeten.. perdón, por inconvenientes de logística, no realizaremos la clase en la universidad como estaba previsto. Si son tan gentiles de acompañarme al jardín, nos desplazaremos al nuevo destino de la clase.

tgNogmU.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No estaba segura de entrar al salón de clases cuando llegue. Desde primera hora de la mañana, muchas veces estuve indecisa en si debía ir o no, debido a mi fobia a volar. Ya había volado antes, claro estaba, pero si podía evitarlo, sería mucho mejor.

 

Después de deshojar varias margaritas, mientras murmuraba voy, no voy, la decisión de la última flor era igual que todas las demás. Debía ir, después de todo las margaritas eran sabías y por eso mucha gente las deshojaba, ellas siempre tenían razón. Me vesti con tennis, pantalón de mezclilla negro y una playera de mangas cortas color azul acero, de mis colores favoritos. Además, llevaba mi mochila de siempre, mi varita en la mano derecha y una chamarra negra. Al fin y al cabo estaríamos en el aire y no quería enfermarme.

 

Desaparecí del castillo Selwyn muy decidida con la clase, al fin y al cabo ya estaba anotada y sin embargo, sentía pánico escenico al llegar al salón. Moví la cabeza negativamente.

 

-Buenos dias, profesor.- Contesté devolviendole el saludo estrechando su mano.-Soy Lyra Katara Selwyn.

 

Me alegro saber que no estaríamos en un salón después de todo y segui al profesor al jardín, deseosa de saber a donde iríamos.

 

-¿Otro viaje?- Pregunté, más bien para mi misma mientras nos dirigíamos al jardín. Me alegraba no estar trabajando ya en el Ministerio, porque esos viajes universitarios duraban mucho y siempre eran imprevistos.-¿Iremos volando a nuestro destino o por seguridad nos apareceremos?

 

Esperaba no recibir regaño del profesor por curiosa, pero era lógico tener dudas de ese tipo en el camino al jardín, aunque se me hacia muy pronto empezar a volar desde el inicio de la clase. Me preguntaba que tan hábil serían mis compañeras en el tema.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La pelirroja se miró al espejo, era tarde, no mucho pero si lo suficiente, desde que Seba había viajado era la primera vez en su larga no vida que se encontraba con aquel problema. Sacudió la cabeza, despejando las ideas y abriendo el grifo echó agua helada en su rostro. Volvió a apoyar las manos en el lavabo y supo que solo ella podía notar esas minúsculas ojeras, maldijo, ningún vampiro lucía digno de esa manera.

 

Media hora después ya tenía un look más aceptable, había trenzado sus largos cabellos pelirrojos, llevaba una polera azul con vivos blancos en los puños y la cintura y un jean negro. Si, una túnica hubiera sido ideal, pero a su mente habían venido algunos trajes de quidditcheras famosas y por eso había elegido su ropaje que se completaba con unas altas botas negras hasta la rodilla, estilo bucanero casi. un cinturón sostenía a un lado de su cadera la varita cuando se despidió de sus elfos, dejándoles un recado para su novio por si volvía y se desapareció rumbo al ingreso de la Universidad.

 

Una vez en los jardines los atravesó más rápido de lo que deseaba, aunque su mirada se escapaba hacia los jardines Sumaes, recordando su primera cita. ¿Por qué el tiempo le jugaba esas bromas de ser tan breve a pesar de tener la eternidad? La Universidad estaba tal cual la útlima vez, cosa extraña considerando los rumores de que los animales de la reserva la habían invadido el mes anterior. Claro que seguro tenían un ejercito de elfos y umpalumpas dispuestos a reparar aquello en un tris tras.

 

El número del aula le recordaba algo, y a decir verdad no le caía del todo bien, pero allí estuvo esperando tras una puerta cerrada, con gesto amable saludó a sus dos compañeras, ambas bien conocidas por ella. Su mirada castaña observó inquisitiva el lugar hasta que unos pasos acelerados atrajeron su atención, girándose a tiempo para ver el gesto compungido de León.

 

No fue sin embargo lo único que llamó su atención, también la extraña confusión en su expresión, se encogió de hombros ante el desliz y con voz tranquila saludó al mago. Se suponía que no todos conocían que ella había asistido a su mansión en las guardias de su bando, por lo cual, tal cual él lo hiciera, lo saludó, tratando de recordar si se habían cruzado en algún otro lugar además de aquel.

 

--Buenos días, Darla Potter Black --saludo escueto tras el leve apretón de manos para luego seguirle hacia los jardines.

 

No era su primer clase en la nueva Universidad, con lo cual no era extraño que tuviera chance de conocer que lugares extraños y participar en cursos en los que el aula no era precisamente el lugar principal para desarrollar la misma. La curiosidad de Katara la hizo sonreír, pensando en su propia curiosidad mientras casi cerraba la marcha del grupo hacia su nuevo lugar de desarrollo estudiantil.

 

--¿Es teoría y práctica? ¿O por ser maestría vamos directo a los bifes? --se había distendido al sentir la brisa suave sobre su rostro y aunque su mente seguía en el viaje de su prometido la idea de hacer ejercicio y poder practicar algo nuevo que la distrajera comenzaba a resultarle atractiva, necesitaba no pensar.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se acomodo los guantes negros sin dedos que solia usar antes de la gran caida. En la actualidad rara vez se subia a una escoba y siempre era con algo de temor. Su sanador de aquel entonces le habia dicho que era stress post traumatico. Por un momento dudo que el outfit le quedase aun pero luego recordo que siendo vampira, su talla no cambiaba. Se miro al espejo cuyo reflejo le decia que aun se veia bien en aquel traje hecho a la medida y que tenia un diseño aerodinamico, o eso dijo quien se lo vendio. Un pantalon parecido al que usaban los muggles para montar a caballo, una camisa pegada al cuerpo que resaltaba su delgada figura y que ademas era excelente para cortar el aire a grandes velocidades por el tipo de tela, ambas prendas en negro con protecciones en color rojo en las rodillas y en los codos.

 

Era una combinacion entre equipo para montar y traje de quidditch, si tenia que explicarlo de alguna manera. Se coloco el cabello en una coleta alta y tras una ultima mirada en el espejo, encamino sus pasos al jardin donde enseguida desaparecio para reaparecer en la entrada de la universidad. Era la ultima en llegar, de las tres alumnas que acudirian a la clase. Saludo a ambas con afecto y se sento en espera del profesor. Este no tardo en llegar e indicarles que la clase no seria ahi si no en los jardines.

 

-si, yo tambien quiero saber si vamos a ir volando a algun lado, si es asi tal vez debi traer mi propia escoba, no se si las de la escuela soporten un viaje largo - pregunto un tanto inquieta. La verdad era que si el viaje era muy largo, habia mas probabilidades de caerse de la escoba por los vientos traicioneros o por algun ave que colisionara con ellas. Lo que menos queria era terminar estampada en el piso tardando horas en curarse por daños mayores.

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

“¿Maestría en Escobas? ¿Qué haces en esa clase?” la voz hablaba solo en su mente, pero estaba dando en la tecla. No sabía por qué había escogido la asignatura y no lograba dejar de cuestionarse el hecho de asistir o no hacerlo.


Pero sabía que debía ir, no solo porque los galeones serían cobrados de su bóveda de todos modos, sino porque ciertamente daba asco su forma de volar en escoba. Había llegado al punto de guardar su escoba y utilizarla tan solo para colgar alguna prenda en su armario, pues temía realmente que le quitasen su licencia si la veían volando con la torpeza que lo hacía.


Así que, sin más excusas, dejó de lado el fuerte impulso por darse vuelta en la cama y seguir durmiendo a pesar de la salida del sol. Se levantó y vistió para la clase, prefiriendo un elástico pantalón de color verde musgo y una camiseta blanca de tela también elástica. Quería estar cómoda para poder moverse a gusto durante la clase que, según pensaba, sería más bien práctica.


Trenzó su largo y rubio cabello para que no le molestase y se dirigió a la cocina del castillo Haughton en busca de un rápido desayuno.


No tardó mucho en estar por completo lista y salir de su hogar para dirigirse a la Universidad. Llegaba temprano, o eso creía, pero cuando se acercaba al aula que les correspondía notó que un grupo de gente estaba ya allí conversando.


Sorprendida y algo avergonzada se dirigió hacia ellos, reconociendo varios rostros y dedicándoles una leve sonrisa a modo de saludo. No prestó atención al tema de conversación pero esperó a que se hiciese silencio antes de presentarse.


-Lamento la tardanza, soy Agatha Haughton Malfoy, también participaré en la clase- les dijo y tendió su mano a cada uno de los presentes.- ¿Algún inconveniente?- agregó notando que algo no estaba del todo bien.

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una duda surgió en mis pensamientos al escuchar las palabras de Sofia, sobre si debíamos traer nuestra escoba. También la pregunta de Darla era buena, no podía imaginar una clase de maestria en escobas con teoría, ¿que había que aprender de teoría? Aunque las escobas no eran mi fuerte.

 

Tal vez había un reglamento de vuelo, sin embargo en el tiempo que estuve en transportes nunca escuché del mismo. Pensé en las escobas que tenía en casa una Oaskhaft 79, una Saeta de fuego y una Alfombra L. Ville.

 

-¿Traer nuestra propia escoba? ¿Creeran que nunca pensé en eso? En todo caso podríamos mandar un elfo por ellas, pero no lo creo necesario.- Movi la cabeza negativamente.-A lo mejor el profesor nos tiene preparado una sorpresa y utilizaremos otras formas de vuelo más cómodas, como un Aethonan

 

Si, eso que deseaba a lo mejor no sucedería, era una lástima porque podría cambiarse el nombre de la misma a Maestria de Vuelo. Si bien las alfombras eran ilegales, existían otros medios, como motos voladoras que eran más discretas que un coche volador.

 

-Mucho gusto, Agatha.- Contesté a la reción llegaba mientras la saludaba también con la mano.-Todo esta bien.

 

Mire al profesor un poco impaciente. No estaba convencida de que la afirmación hecha anteriormente fuera del todo cierta. Sonreí, no me molestaba tener los pies en la tierra un poco más, sin embargo, tenía interés en ver como se iba desarrollando el resto de la clase y que sorpresa nos tenía preparada el profesor.

 

Tanto suspenso en la misma, seguramente era porque iba a ser algo bastante bueno. ¿Sería un vuelo en alfombras a lo mejor? No, eso no era tan seguro, además eran muy incómodas para mi gusto, razón por la cual apenas había hecho un vuelo en la mía.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Al final no serían Katara y ella las únicas en la clase, una sonrisa se dibujó en los labios de Darla al ver llegar a Sofía, aunque le sorprendió un dejo de tensión en su voz al mencionar que debían traer su propia escoba. Levantó una ceja, entrando en dudas al respecto, estaba segura que Tommy estaría con su Nimbus en dos minutos si así lo requería. Antes que obtuvieran respuesta había llegado Agatha, la pelirroja la observó, había conocido a la bruja hacía mucho tiempo y al igual que con Sofía compartían ciertos ideales.

 

--Bienvenida Sofi, jefecita, espero que podamos hacer unas carreritas en el aire --bromeó la pelirroja guiñándole un ojo para luego volverse hacia Aghy --Buen día Señorita Haughton.

 

El comentario de Katara de los aethonans le sacó una sonrisa, aunque no lograba imaginar por qué el Crowley planearía enseñarles Maestría en Escobas montando en aethonans en el mundo mágico ya nada le sorprendía. Como vampiresa sin embargo era capaz de sentir las esencias y la auras de las personas que le rodeaban y en este caso podía sentir una cierta tensión por el hecho de la mención de las escobas. Ésto incluso parecía ocurrir con la vampiresa Directora de su Departamento, Darla sonrió divertida, aquello podía llegar a ponerse más que interesante, se volvió hacia León y dijo con tono de niña buena.

 

--¿Quieres que hagamos que nuestros elfos traigan las escobas habituales nuestras o prefieres que montemos las nuevas selecciones de la Universidad? Porque supongo que tendremos escobas nuevas y no los modelos sesentosos de la antigua Academia ¿verdad? --el tono fingidamente horrorizado de la Potter Black contrastaba con su expresión de niña inocente que había puesto al preguntar.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No pude menos que sonreir divertida acerca de las nuevas adquisiciones de la Universidad acerca de las escobas para la clase, la cual no parecía ser tan solicitada y era lógico, con lo fácil que era obtener una licencia de vuelo. Tal vez si la materia fuera requisito para obtenerla, sería diferente.

 

-No tengo tanta confianza en que tengamos nuevas escobas escobas, Darla. De seguro no serán los modelos sesentosos como dices, pero no una de este año.- Comenté, encogiéndome de hombros.-A lo mejor podríamos organizarnos y hacer una colecta para comprar nuevas, pero analizando la situación, en la Academia nunca vi que esta clase fuera muy solicitada y en lo que esta la Universidad, creo que es el primer curso.

 

Me quede pensativa mientras me acomodaba la mochila y jugaba un poco con la varita. A lo mejor se animaban más a tomar el curso una vez que vieran que era una clase segura.

 

-Estoy segura que el profesor reviso las escobas y su calidad antes de tiempo, si no nos hubiera pedido que trajeramos las nuestras. Sin embargo, creo que es mejor trabajar todas con el mismo modelo así nadie tiene desventajas. De todas formas no sería problema del profesor si los modelos son demasiado anticuados.

 

En ese momento mi imaginación empezó a trabajar recreando desastres en la clase por falta de un mantenimiento adecuado.

 

-¿Aprenderemos a darle mantenimiento a nuestras escobas en la clase?- Le pegunté al profesor.

 

No todo mundo tenía el conocimiento de los demás, ni sabia que tan hábiles eran mis compañeras en el Quiddietch, ya que nunca leia las noticias relacionadas a ese deporte, aunque también era un medio de transporte necesario, no solamente se usaba como diversión.

SMLQYQL.jpg
EPjHROm.gif ~eAnQFcJ.gif ~ PowpgLI.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Una ultima alumna entro a la clase y la rubia vio a otra rubia que se acercaba a ellas presentandose. A pesar de que muchas veces peleaban la mayor parte del tiempo se llevaban bastante bien.

 

-No pasa nada rubia, solo que al parecer vamos a dar un paseo, solo que no veo escobas por ningun lado- dijo encogiendose de hombros como si aquello no le importara. La verdad es que le estaba dando un ataque de ansiedad de pensar en montar una escoba desconocida y casi descontinuada, como seguro estaban las escobas de la escuela.

 

-Carrera en escobas? no lo creo, demasiado peligroso, te puedes caer y tu queridito te querra cobrar como nueva, yo prefiero unos aethonians, eso si que seria genial, dicen que corren de maravilla y sera mas dificil que te caigas - (y hay mas de donde agarrarme yo) penso para si misma aunque fingiendo ante el resto dandole un tono de broma y molestando a la vampiro

 

-y tu que dices Agatha, que prefieres una carrera en escoba o en caballo- le pregunto a la bruja mientras se subia a una roca que estaba cerca de los jardines para esperar la instruccion del profesor.

c3cuSMA.gif4dV4RuU.gif

adUnqJb.png

8qIYq5A.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Evitó hacer un gesto de desilución cuando Katara comentó que dudaba que fueran nuevas escobas, ella esperaba que el grupo de egipcios hubiera hecho un aporte generoso en la infraestructura y elementos de trabajo. Asintió ante las palabras de la minina y con una sonrisa tímida respondió.

 

--Yo no tendría drama de que hagamos una colecta si me ayudas, podríamos organizar algún evento benéfico. En las universidades muggles hay cooperadoras a la que hacen aportes los estudiantes ¿crees que tendríamos suerte con eso?

 

Mientras tanto la minina ya había hecho una pregunta a León y los ojos de la pelirroja se iluminaron, por supuesto, mantenimiento de escobas, eso le encantaba. Si manejara un 'autolobby' como los muggles le encantaría saber arreglarlo y lo mismo pasaba con las escobas mágicas y por las barbas de Merlín, estaba convencida que eso debía ser más fácil que la mécanica.

 

Mientras tanto la respuesta de Sofía le arrancó una carcajada, ¿era en serio?

 

--Por todos los monos de las palmeras egipcias Sofía, ¿acaso crees que me caería de una escoba y me haría daño? Pssss, he obtenido mi licencia y aunque no soy experta y a eso vengo aquí, si me considero una buena voladora --¿se diría así? De hecho jamás se había preguntado como se les llamaba a los "escoberos", no, así tampoco, eso le parecía era el nombre le daban los muggles a donde guardaban sus escobas comunes.

 

--Y si por casualidad colisionáramos en el aire te aseguro que entre mis habilidades vampíricas, la magia y a la aparición podríamos flotar más que gracilmente con un aresto momento o un wingardiun leviosá hasta el suelo --sacudió la cabeza divertida imaginándose sobre una clásica Nimbus 2000 probándola contra alguna de las más antiguas y famosas escobas del mundo mágico.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.