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Fiesta en el Campus!


Cissy Macnair
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El sol caía ya sobre el horizonte, bañando el lago de la Academia y las nuevas construcciones de la Universidad con su resplandor rojizo. Hacía mucho calor, como siempre, y nada tenía que ver con la recreación al completo de Egipto dentro de la mismísima Inglaterra. Entre algunos profesores y contando con el apoyo de la dirección, nos habían dado permiso para organizar una fiesta dentro del Campus. Se suponía que era algo sencillo y tranquilo: música, risas, charlas entre amigos... O eso le habíamos hecho creer a los mandamases del lugar.

Pero no todo el que quisiera tenía acceso a dicha fiesta, solo aquellos que habían recibido un traslador en forma de cartucho, collares típicos de Egipto donde se esculpe el nombre de la persona en escritura jeroglífica. Aunque para aquella ocasión no habían esculpido ningún nombre, sino simplemente la palabra "FIESTA". Todo aquel que quisiera entrar, debería enseñar su cartucho y los guardianes de la fiesta, un par de fantasmas que en su día fueron estudiantes y que no lograron acabar la Universidad a causa de su muerte, se aseguraban de que este no fuera una falsificación; no sería la primera vez que intentaban colarse a una fiesta de fraternidad.

-¿Conseguiste el alcohol?- le pregunté a Agatha mientras terminaba de preparar dos enormes recipientes abombados transparentes con lo que parecía ser ponche-. Vamos vamos, mételo antes de que venga algún chismoso y nos vea con las botellas en las manos.

Habíamos tomado una de las habitaciones vacías de los alumnos como cuartel general para desenvolver nuestra fiesta loca. Teníamos barriles de cerveza que habíamos ordenado anónimamente a un negocio del Callejón, frituras y snacks a montones desparramados por el piso y las camas, vasos de plástico e incluso alguien nos había conseguido unas pipas de la paz a las que les ponías tabaco rosa y hacía extrañas formas en el aire cuando uno fumaba.

-Fee, ¿te encargaste de avisarle a todos los alumnos posibles? Esto no va a ser una fiesta si no viene la gente- comenté, mientras amarraba una cuerda finísima de plástico que sostenía una red con globos justo en medio del corredor de los dormitorios, así cuando la gente comenzara a llegar y la música se encendiera, podríamos soltar los globos en un despliegue de colores-. ¿Y la música?- me quedé por un momento pensativa hasta que vi que llegar a la mismísima líder de la Tríada Mortífaga, Tauro, haciendo flotar lo que parecía ser un enorme equipo de música (que estaba segura que podría haber derribado toda la estructura)-. Perfecto.

 

Cuando depositó el equipo justo en el nacimiento del corredor pero dejando espacio para que la gente fluyera de un lado a otro, uno de los globos se salió de la red y cayó sobre su cabeza, reventándose al contacto con su pello y llenándola de un líquido ambarino que desprendía olor a alcohol. Solté una carcajada mientras iba a ajustar la cuerda que sostenía el resto de los globos. Resultaba interesante que hubiéramos rellenado algunos con alcohol, golosinas y otras cosas que los invitados descubrirían cuando comenzaran a estallar por todos lados.

 

-Lo siento- me disculpé con la empapada líder.

Fuera podía escucharse estallar continuamente las burbujas de un jacuzzi con patitos flotando sobre el mismo que invitaba a darse un baño en él.

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-¿Dudabas de mí?- se quejó hacia su compañera, dando un largo trago del pico de una de las botellas antes de empezar a verter todo el contenido en el ponche, luego otra botella más, y otra... bebiendo de vez en cuando para "probar la calidad" de lo que darían a los estudiantes.

Cissy corría de un lado al otro de la habitación, pero para Agatha no tenía sentido. Todo saldría perfectamente, o eso esperaba. La rubia contempló la llegada de su hermana, Tau, con un enorme equipo de música que acomodó para que se oyese perfectamente desde toda la habitación. Fue entonces cuando un globo de los que Cissy colgaba en ese momento de una fina cuerda cayó sobre ella, estallando y bañándola de lo que de inmediato supo que era cerveza.

-Mmm deliciosa, hermanita- dijo entre carcajadas,

Todo ya estaba listo, sabía que los estudiantes no demorarían en llegar. Lo que pasase en la iesta, allí quedaría, pues los organizadores corrían tanto riesgo como los estudiantes de ser expulsados de allí si alguien se enteraba de lo que estaban haciendo.

Escuchó de fondo el sonido del jacuzzi llenándose y recordó que había olvidado el traje de baño... solo esperaba que nadie se alborotara si luego decidía bañarse en ropa interior. Se aseguraría de que todos estuviesen ebrios llegado el momento, pues no notarían la diferencia.

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No hacía mucho que Alyssa se encontraba de regreso en Londres y, por ende, en sus actividades tenebrosas. En el escaso tiempo que llevaba lo primero que había notado era lo poco que conocía a sus compañeros de bando, puesto que la mayoría eran demasiado nuevos para ella. Fue por ello en parte que cuando Cissy le comentó acerca de la fiesta que se celebraría en la Universidad decidió acudir, nunca había sido una persona particularmente sociable pero ante la situación no le quedaba más que mostrarse materia dispuesta. Así fue como acabo asistiendo a dicha reunión, al llegar Agatha, Felicity, Tauro y Cissy ya se encontraban allí preparándolo todo para cuando llegaran los invitados, por lo que automáticamente se unió a ellas.

 

- ¿En qué puedo ayudar? – consultó la Black anunciando así su presencia.

 

Con diestros movimientos sujetó su larga melena borgoña en un moño para así evitar que le molestase mientras estuviera trabajando allí, doblo un poco las mangas y se puso manos a la obra. Lucía una ceñida túnica de terciopelo verde oscuro con las costuras en fino encaje negro, debajo unas calzas negras y botas de cuero a juego. Enarboló su varita y comenzó a decorar el lugar con guirnaldas de vivos colores, agregando alguna que otra calavera aquí y allá, dando el toque final con una bola de espejos justo en medio del salón.

 

- ¿Qué les parece? – La joven Triviani puso sendos brazos en jarra y se quedó allí admirando el resultado de su labor.

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Recibió una invitación para una fiesta lo cual le cayo un poco en extraño ya que jamas había sido invitado a una reunión como aquella o por lo menos no una solo para estudiantes ya que en su antigua familia la definición de fiesta era ir a cenar con los socios de su padrey hablar de negocios y lo mas divertido que podía suceder es uno que otro chiste que con el tiempo se iban repitiendo y resultaban aburridos.

 

Se ducho y se puso las mejores de sus ropas informales lo cual lo hizo sentir un poco incomodo ya que estaba sumamente acostumbrado a las camisas y las corbatas que en su opinión lo hacían ver bien y dado que estaba acostumbrado a siempre verse bien por la posición que ocupaba en el mundo muggle, cuando termino se puso su túnica favorita guardando en ella su cartucho esperando que no le fuese a suceder nada llegando a la fiesta

 

Hizo todo lo posible para que cuando el llegase ya hubiera empezado la fiesta pero ni así lo consiguió ya que estaba acostumbrado a llegar temprano a todos lados , al llegar en la puerta había dos fantasmas que me pidieron mi invitación así que se las entregue para que la revisaran y me dejaron pasar regresan-dome la invitación.

 

Cuando entre no había nadie lo cual me frustro un poco por que tendría que esperar a que los demás llegasen, por lo mientras observe el lugar que ya estaba arreglado y observe que unos globos pendían sobre el techo y observe el aparato de música y me acerque a verlo un poco mas de cerca unos momentos ya que yo siempre había deseado uno parecido pero jamas lo había conseguido ya que en mi habitación no tenía el espacio ya que tenía demasiados libros

 

Después me acerque a los barriles y me serví un poco en un vaso esperando que fuese un poco de agua o tal vez vino pero me lleve una desagradable sorpresa al ver que era cerveza y escupí un poco ella ya que su sabor no me agradaba para nada, de hecho jamas me había visto en la necesidad de tomar alcohol tan "barato" como lo hacia llamar ya que siempre tenía a mi disposición una botella de vino, después de este episodio con la cerveza pensé que lo mejor sería que me fuera pero la curiosidad era demasiada así que me senté a esperar a que la fiesta empezara mientras leía un pequeño libro que había comenzado a leer el día anterior.

Editado por Christopher_BlackRosier
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¿Con qué una fiesta, eh? Sería su primera fiesta, que extraño. ¿Que se pondría? No iba a arreglarse con vestidos ni cinco quilos de maquillaje, por que los odiaba.

Se dio una ducha con agua fría y comenzó a vestirse. Eligió una blusa roja de cuadros negros sin abotonar, que se la arremangó hasta los codos; sobre esta una chaqueta de cuero y unos tejanos negros cortos acompañados de un cinturón blanco. Después se colocó las bambas blancas y se comenzó a peinar como todos los días. Revisó que el collar estuviera en su cuello y sonrío a la persona del espejo. Después tocó el cartucho y se apareció en el campus con una extraña sensación el estomago, nerviosa.

 

Caminó hasta los dos fantasmas con una suave sonrisa.-¡Hola! Aquí tengo la invitación.-Saludó sacando el collar de su cuello y estos se apartaron dejándola entrar.-Gracias majos.-Se despidió con un giño. Entró en la habitación y miró maravillada el lugar, que buena decoración. Globos de todos los colores inundaban el lugar, un buen equipo de música, dispensadores de bebida y... ¡Comida!

 

-¡Buenas!-Saludó al muchacho sentado.-¿Hace mucho que has llegado?-Le preguntó caminando hacia los snaks.-Merlín, están deliciosos.-Confesó relamiéndose los dedos.

 

Tomó asiento en un cómodo sofá y miró lo que tenía frente a ella, una pipa. Con la varita la atrajo hacia si y comenzó a fumar de ella, sorprendiéndose cuando la figura de una serpiente comenzó a salir del humo; Maravillandola. A un que era la primera vez que fumaba no se preocupó, por qué había leído en sus libros que eso no afectaba a la salud física; Si fuera al contrario, nunca la probaría. Así que se quedó allí, esperando que alguna anfitriona o algo apareciese.

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~Leah Atkins

 

 

 

¿Invitación?

 

Sin mirar siquiera al fantasma, sacó del interior de su túnica esmeralda lo que exigía y esperó con impaciencia a que se apartara. No tenía ganas de discutir con un muerto y mucho menos con uno que no había alcanzado siquiera la pubertad. Por suerte, éste la dejó pasar antes de que se las ingeniera para acabar con su estructura semi-transparente. La decoración, a simple vista, había sido cosa de mortífagos. Reconocía el buen gusto, la forma en la que sus colegas podían arreglárselas para conseguir que cualquier espacio luciera increíble sin sobrecargarlo como otros tantos en el mundo mágico.

 

Esbozó una sonrisa al pensarlo, consciente de las muchas veces que tuvo que organizar galas y torneos en la vieja academia. El recuerdo provocaba cierta tristeza en su interior, aún no había superado completamente el que hubiera sido reemplazada. Pero en el mometno en el que detectó alcohol, sus añoranzas pasaron a un plano alterno y solo guió sus pies hasta donde estaba una botella demasiado sola para ella. Había retirado ya la tapa cuando fue consciente de la presencia de sus compañeras de bando, a quienes les dedicó una reverencia corta sin dejar el alcohol de lado.

 

Control de calidad, nada más. Macnair, Haughton, Malfoy, Triviani —una a una, la rubia las fue mirando hasta que posó sus ojos en la líder mortífaga, a quien le dedicó una particular sonrisa sugerente—. Crouchs.

 

En su vida, jamás había visto un sistema de sonido, por lo que se quedó estudiando el aparato como si se tratara de algún objeto extraterrestre. Además, su cara fue un poema cuando llevó la botella a sus labios y consiguió el sabor de la cerveza; pronto le halló el gusto, claro, porque le restó importancia a medida que iba descubriendo nuevos detalles. Fue entonces cuando reparó en los chicos.

 

Oh vaya, Natasha y Christopher, mis dos nuevos chicos favoritos —la hilera de dientes que les mostró podría ser difícil de interpretar, como si estuviera mirando a carne nueva con la que podría jugar—. ¿Qué les parece la fiesta? El jacuzzi no va a llenarse solo, sugeriría que fueran a darle un vistazo a menos que deseen que nosotras los llevemos.

Editado por Giovanna Atkins

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-¿A dónde vas?

 

-Una fiesta.

 

Su hermano negó con la cabeza mientras la observaba. Llevaba una túnica negra, casi reglamentaria, con botas de fieltro y sombrero. Stark la observaba como si fuera un bicho raro.

 

-Seguro anduviste haciendo pociones ayer.

 

-Claro que lo hice, tu me viste -objetó Catherine a la defensiva.

 

-Has perdido el sentido de lo que sucede alrededor por culpa de eso; siempre te sucede cuando te pones frente al caldero. Quítate esa porquería. Reacciona -añadió incorporándose de la butaca mientras soltaba una orden tras otra-. Vas a una fiesta.

 

Catherine, aun algo reticente, decidió no pelear por una vez y volvió a dirigirse a su cuarto. Richard fue bastante estricto y no la dejó cambiarse hasta que pensó que había cogido algo adecuado. Era una túnica de lino azul, que se puso junto a unas sandalias romanas. Encima, se caló simplemente su sombrero a juego, a pesar del consejo de su hermano de no llevarlo. Éste, una vez completada su labor volvió a su periódico y Catherine salió al exterior.

 

Si había algo que compartía con su hermano, era su poco gusto por las apariciones pero en aquella ocasión era distinto. Llegó utilizando el traslador, con el collar egipcio colgando de su cuello. En cuanto lo hizo un par de fantasmas intentaron cerrarle el pase mas, al ver el collar, se apartaron casi automáticamente cosa que Catherine no dejó de agradecer. Al ingresar, el lugar le pareció confortable. Justo el tipo del lugar que terminaba con ella bailando sobre la barra.

 

Se acercó entonces hacia el grupo de gente que parecía estar ultimando detalles y se paró junto a una mujer con los brazos en jarras. De entre todos los presentes, apenas conocía a Macnair y a Atkins que se deleitaba con una muchacha que, si su memoria no le fallaba se llamaba... se quedó un rato pensando en el nombre de la muchacha, pero nada acudió a su mente. Por ello, se limitó a saludar a ambas con la mano (a ver si es que la notaban a esa distancia). Así, ahorrándose la vergüenza de habérselo olvidado, prefirió hablar con las otras personas que se encontraban allí, al menos de momento. Quizá, después, tuviese la oportunidad de ser presentada a ella por alguien que creyese que no se habían visto antes.

 

-¿Aun puedo echar una mano? -fue todo lo que preguntó a ellas en general mientras notaba que una de las líderes mortífagas se encontraba mojada, pocos metros más allá.

 

Había notado que había suficiente alcohol como para abastecer a medio Ottery, así que dudaba que fuera a aburrirse.

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Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

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El globo estalló sobre Tau y Agatha comenzó a reírse a carcajadas. Eso pasaría seguido cuando los globos comenzaran a caer, hacia la mitad de la fiesta, pero ahora se había mojado el suelo y estaba resbaloso, así que agité la varita para secarlo y que nadie supiera del incidente, que no debían enterarse de los contenidos de los globos hasta después.

 

Al cabo de un momento, mientras se llenaba el jacuzzi, Alyssa entró. La saludé desde la distancia.

 

-Ayuda en lo que quieras- sonreí, mientras la veía agitar su varita y colocar guirnaldas, adornos y luego una bola de espejos en medio del lugar. Sólo faltaban los chicos para que la fiesta diera comienzo-. Ya pueden hacer sonar la música- dije a Tau, subiendo mis pulgares en señal aprobatoria.

 

El primero en entrar fue un muchacho al que había observado en las clases de la Academia. Ya se encontraba cursando Duelo Avanzado, así que el chico no tardaría en recibir su EXTASIS y por fin sería un graduado hecho y derecho. Saludé con la mano a @@Christopher_BlackRosier y le señalé los recipientes con ponche.

 

-Estos tiene algo más fuerte que cerveza- le guiñé un ojo, pues lo había visto probar los barriles y no parecía gustarle aquella bebida ambarina-. Y si no te gusta el ponche con un poquito de alcohol, siempre puedes abrirte una botella de Jack Daniels- susurré, sacando debajo de mi capa lo que parecía ser una perfecta conserva de whisky de la mejor calidad.

 

Justo en el momento en que mostraba la botella al chico, una muchacha entró en el lugar luciendo en su cuello el collar que con esmero habíamos preparado para las invitaciones. Otra chica a la que reconocía de las clases avanzadas.

 

-@@Natasha Nettles. cierto?- pregunté, acercándole una bandeja que tenía lo que parecían ser galletas de brujas horneadas-. Pruébalas, te van a gustar- agregué, viendo que tomaba la pipa y comenzaba a fumar. Las galletitas, por supuesto, no eran convencionales ni tampoco estaban totalmente horneadas. Habíamos hecho que los elfos de las cocinas del campus las fabricaran para nuestra pequeña fiesta privada.

 

Di un paso hacia atrás, alejándome de los chicos y casi choco de espaldas con la rubia Atkins.

 

-Ivashkov, que agradable sorpresa tener tu deslumbrante cabellera rubia por aquí- le sonreí antes de seguirla con la mirada mientras se alejaba hacia el equipo de sonido-. Parece muggle pero les hicimos unas modificaciones para que funcione con magia. Tiene un sonido mejor, claro está, como si las mismísimas Brujas de Macbeth estuvieran aquí tocando. Ponte cómoda- la invité y me dirigí a Catherine, una recién llegada mortífaga-. Puedes indicarles a los chicos dónde dejar sus abrigos, si quieres. Aunque con el calor que hace ahí afuera, si alguien viene con un sobretodo lo asesino- reí sola.

 

 

 

@ @ @@Luci Rosier @ @ @@Alyssa Black Triviani @@Aleister Crowley @@Samantha Sokal @Vrukari Vikerios @Cirse Atkins @Cornelius Wind Haugthon

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Aleister Gustav Hamilton Rosier

 

 

-Una fiesta en medio día, por Dios, que locura bufé mirando la invitación esperando que no fuera una gran broma. Tiré la carta hacia un lado en conjunto con el cartucho egipcio. Ya bastante había conocido sobre el calor que gobernaba la Universidad, ¿por qué tenían que hacerlo ahí en pleno día? Qué locura. Ojalá fuera que hubiera algún tipo de hechizo en donde quiera que se lleve a cabo la fiesta, para regular la temperatura del aire, ya que era imposible que en estos lugares se utilizaran ventiladores. Alguna magia debía haber.

 

-Ok, ok, iré. -Busqué entre mi poca ropa que tenía en mi closet en el castillo Rosier, y saque una polera oscura para nada llamativa, en conjunto con un short que me quedaba un tanto ancho. Tomé unas nuevas zapatillas obtenidas con magia en un extraño acontecimiento en clases introductorias, y me puse el collar tocando el cartucho. Me aparecí al instante bajo un sol sofocante y para nada amigable.

 

-Maldición-dije sin poder creerlo, y me acerqué a a puerta cercana que seguramente era la entrada a la fiesta ya que habían dos fantasmas como guardias frente a ella, que no me dejaron pasar. -A verdad, esto -les mostré el cartucho recordando lo último que decia en la carta, y estos rápidamente me dejaron entrar. Dentro efectivamente estaba más fresco, pero creo que era por naturaleza, no percibí alguna magia, quién sabe. Lo único que sabía era que la decoración estaba excelente.

 

Mantuve la calma sin nada de nerviosismo, pero si en que tal vez era de las tipicas fiestas tomateras con litros y litros de alcohol. Se oía música pero no mucho griterío, al parecer aún faltaba mucha más gente por llegar. Lo cual confirmé al adentrarme a la sala: el sonido retumbó en mis oidos al entrar, reconocí al instante el equipo muggle.

 

Ahí estaban un grupo de chicas que se movian con soltura y autoridad, de seguro eran o profesoras o lideres de una u otra cosa, para nada eran alumnos; pero también habian compañeros más avanzados, de seguro. Lo que si era seguro era que no se veía ninguno de mis compañeros de la Introducción ahí.

 

-Disculpen- dije al aire- me llegó una invitación. ¿No habrá estado equivocada? -. Un nerviosismo me llenó, pero mantuve la seria calma estética de mi cuerpo mirando a los presentes. Por un momento miré al cielo y un montón de globos flotaban allí "amenazantes", en conjunto de guirnaldas. El suelo estaba rodeado de cerveza - espero que hallan licores un poco mas finos- en conjunto de snack y un sinfin de cosas para pasar una fiesta en grande.-

Editado por Aleister Crowley

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Poco a poco el lugar se fue llenando, en sentido figurado claramente puesto que aún seguían siendo pocos. Alyssa contribuyó en lo que pudo hasta que los invitados comenzaron a llegar y el ambiente se tornó más social, la mayoría de los presentes eran compañeras mortífagas sin embargo también reconoció un par de rostros nuevos, los cuales asumió que se trataría de alumnos de la Universidad. Cuando la música llenó el lugar con una contagiosa melodía y los tragos comenzaron a circular, un joven muchacho entró al salón mostrándose claramente inhibido ante la perspectiva que le aguardaba. @@Aleister Crowley

 

- ¡Para nada! – Replicó la Black ante la pregunta del Rosier, puesto que era la más cercana a él – Estas en el lugar correcto, anda, relájate y bebe un trago – añadió la Mago Oscuro tomando una copa de una de aquellas bandejas flotantes para luego entregársela al joven mago – Mi nombre es Alyssa Black Triviani, un gusto conocerte. Ven, no te preocupes, prometo que te protegeré si alguien intenta morderte – le comentó guiñándole un ojo.

 

Alyssa tomó al Rosier por un hombro y lo guio hasta el centro de la fiesta donde se encontraban todas sus compañeras, no era normal en ella ser tan extrovertida pero es que a estas alturas ya se había tomado un par de aquellos deliciosos tragos frutales. Cada tanto volteaba para dedicarle una amplia sonrisa, tratando así de infundirle un poco de confianza. Su intensa mirada azul albergaba un brillo alegre y chispeante, se había soltado la melena borgoña que ahora caía por su espalda en suaves ondas bamboleándose al compás de sus pasos.

 

- ¿Tu nombre es…? – le consultó al llegar al centro del salón, deseaba presentarlo ante sus compañeras pero tarde se había dado cuenta de que aún no conocía su nombre.

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