Jump to content

Les antiquités de Cathecir~ (MM B: 106590)


Circe Atkins C.
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Volver a Londres no había sido nada fácil por varias razones, siendo una de las más importantes el sentirse que llegaba a un lugar completamente nuevo. Otra, también que lo mantenía incómodo, era la costumbre a no estar demasiado tiempo en un solo lugar. Normalmente siempre que llegaba a un nuevo sitio comenzaba a pensar de inmediato en el siguiente, o al menos nunca llegaba con la intención de quedarse. Pero el regreso era diferente, pues su mente sabía muy bien que se estaba estableciendo nuevamente, y sus deseos de emprender el viaje luchaban constantemente con la decisión que había tomado de permanecer.

 

Cuando se fue hacia más de cinco años, no lo había hecho pensando en que algún día regresaría, por lo que se había deshecho de muchas cosas antes de partir. Había algunas que eran de sumo valor para él, pero que por razones obvias no podía llevar consigo. Cierto era que podría haber realizado un hechizo de extensión indetectable, pero no era su deseo cargar con recuerdos del pasado, ser una nueva persona involucraba dejar todo eso atrás.

 

Sin embargo, había un objeto en particular que deseaba recuperar, uno que había adquirido cuando trabajaba en el ministerio y cuya antigüedad era incalculable. Creyó que el mejor lugar para comenzar era en las tiendas del callejón Diagon, ya que en una de ellas lo había vendido. Pero el lugar ya no existía, aunque el dueño del local contiguo le dijo que habían vendido la mayoría de los objetos a las otras tiendas antes de cerrar, por lo que bien podía probar suerte.

 

Al entrar miró de inmediato hacia el mostrador, dando la espalda a la mayoría de la tienda. No vio a nadie, pero no alcanzó a llamar antes de que alguien le tocara el hombro. Se dio vuelta esperando ver a la encargada de la tienda, pero mayor fue su sorpresa al encontrarse de frente con Bel, con quien había trabajado hacia más años de los que podía recordar.―¡Bel! Por supuesto que te recuerdole respondió con una sonrisa, cierto era que le daba gusto encontrar otro rostro conocido después de tanto tiempo.―Demonios, jamás pensé en encontrarte de nuevoconfesó, había perdido el contacto con ella mucho antes de que decidiera salir del país.

 

@

ZekdfYi.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

― La verdad, tampoco hubiera esperado verte de nuevo, menos aquí, por eso necesitaba tocarte - caigo en cuenta de la ambigüedad de aquellas palabras y no tardo algo nerviosa en matizar lo dicho- ya sabes, comprobar que eras real y no alguna fantasía producto de la nostalgia.

 

No puedo evitar observar su apariencia. Hay algo en él igual a años atrás, pero también algo distinto y me convenzo de que quizá la impresión este motivada en el jovial modo con que me ha saludado. Es difícil, con tantas cosas ocurridas desde la última vez que lo viera, recordar del todo sus comportamientos y actitudes.

 

Mas siento la necesidad de compartir aquello con él. Después de todo, también yo he cambiado, y ya no soy más aquella muchacha correcta, enmascarando con amabilidad sus temores de decir lo que piensa.

 

― ¿Viajaste mucho? Dónde sea que fueras, creo que el cambio te ha venido bien. El Neos de antes creo que no habría ni sonreído al verme, tan formal por momentos, rayando en la presunción - aún si resulta incómodo sostengo su mirada al decir aquello- o quizá sólo fuera que nunca pude tratarte más allá del Ministerio y conocer esos otros aspectos de ti ¿crees que se pueda ahora?

 

Puedo notar como el pulso se acelera. Poder decir todo eso resulta liberador y en verdad me anima la idea de encontrar a alguien como él con quién compartir recuerdos y vivencias de una Ottery y una comunidad mágica que ya no existe más (o al menos en los mismos términos) en la actualidad. Incluso escuchar alguna de las muchas historias que de seguro ha ido acumulando en todos aquellos años fuera.

 

En lo profundo, me toca admitir que si realmente él estuviese interesado en mantener el contacto, sería una situación muy positiva en tiempos dónde es tan difícil tener buenas noticias. Sin embargo, también soy consciente de lo que supondría para él tenerme incluso como conocida; que tarde o temprano (pueda que incluso ese mismo día) conozca de mi complicada situación actual.

 

― ¿Viniste por algo específico o solo estás de paso? No soy la mejor en esto, pero podría ayudarte con tu búsqueda. Además conozco a la dueña del local.

 

Las palabras salen solas, con esa disposición natural que solo consiguen en mí las personas que considero valiosas en algún sentido. Definitivamente he de contarle mi situación, pero por el momento, aunque sea solo unos minutos más, solo deseo seguir disfrutando de tan buena compañía.

 

@@Neos Triviani Malfoy

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Quizás no había estado muy preparado para encontrarse con alguien de su pasado en aquel lugar, cuando aún intentaba consolidar todo lo que había cambiado, pero al parecer ella tampoco.―Entiendoo al menos eso creía, estaba seguro de que los que aún recordaban algo de él habrían asumido hace mucho tiempo que estaba muerto o que jamás regresaría.

 

Pero fue cuando escuchó sus siguientes palabras, cuando se dio cuenta que en verdad no era el momento. Y es que si, había cambiado, cambió mucho, pero aún debía saber como calzaban esos cambios con el Londres actual y con quien había sido antes de partir. Era cierto, el Neos que ella conoció no habría reaccionado de esa forma al verla, pero el Neos que ella había conocido había aprendido, había mutado.

 

Mezclarse de forma natural en el mundo mágico, no mostrar el verdadero ser sino el que sería más aceptado por la sociedad, meter a ese pasajero oscuro tan dentro y escondido que sería imposible verlo si él no lo deseaba. El problema era, que para quienes lo habían conocido más, aquel cambio sería demasiado notorio.

 

―Si... viajé muchorespondió, inseguro por la sinceridad de Bel.―Creo que es más lo segundo, nunca tuvimos muchas opciones de charlar más allá de lo laboral, y en ese sentido sabes lo estricto que soyrespondió.―Y por muy serio que pueda ser alguien, no reaccionar ante una buena parte de su pasado es imposibleagregó, después de todo su época en el ministerio había sido de las más gloriosas en cuanto a logros, y era su objetivo el regresar a esa posición.―Nunca es tarde para conocer a nadie que no haya muertobromeó en respuesta a la pregunta de la chica.

 

Se quedó pensando unos segundos el ofrecimiento de Bel a ayudarle con el objeto, cierto era que prefería mantener aquello entre las menos personas posibles, sobre todo porque quizás el objeto ni siquiera estuviera allí. Por el momento, creyó que lo mejor era mentir.―Estoy más de paso que otra cosa, siempre me gustaron estas tiendas y creí que podría encontrar algo que me conectara al pasadoparecía que esa sería la tónica de la conversación, el pasado con el que ambos se habían reencontrado.―Quizás puedas más contarme que ha sido de ti en estos añosle dijo.

 

@

ZekdfYi.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con @@Neos Triviani Malfoy

 

- Interesante motivación, visitar lugares cargados de objetos antiguos, que rememoren momentos antiguos, o puedan traer incluso a personas de tiempos antiguos.

 

Escucharlo me recuerda porqué es que tenía tan buen concepto de él en el pasado. La sensación de que ha cambiado persiste, pero sí, es un cambio para bien, y solo me queda agradecer la casualidad de haberlo encontrado en ese lugar, y la oportunidad de tener esa charla porque para nosotros efectivamente todavía no es tarde.

 

- Pues verás, yo sí que vine por un objeto en particular. Lo más sencillo hubiese sido solo preguntar a la recepcionista por él, pero quise detenerme a observar en los anaqueles - lo observé de reojo- creo que al final fue buena la decisión de entretenerme un rato.

 

Su pregunta sobre que había sido de mi vida todos esos años todavía flotaba en el aire sin respuesta. En silencio, tratando aun de ordenar tantos hechos tumultosos le señalé una curiosa tiara plateada, adornada con piedras lunares, algo común en los productos fabricados por duendes. Nunca había sido alguien especialmente interesada en objetos suntuosos, pero aquella pieza resultaba seductora por la calidad de su manufactura.

 

- Habrás notado que la ciudad ha cambiado, el ministerio en el que estuvimos también. Tras las reformas ministeriales, estuve trabajando muchísimo tiempo en el departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas- el recuerdo del lazo cuasi familiar que había formado allí me provocó un sentimiento agridulce- y sé que las comparaciones son odiosas, pero en cierto momento aquel lugar se convirtió en mi segundo hogar. Lamentablemente, el grupo con el que entré fue desapareciendo de a pocos, y para cuando entró nueva gente que podía dar un cambio a todo, yo terminé despedida del puesto de Directora.

 

Me resultó increíble, tanto tiempo de aquello, y sin embargo todavía dolía.

 

- Creo que ese fue mi último intento serio de ayudar desde el Ministerio de Magia. Luego de un tiempo del despido, intenté probar fortuna en otro departamento, pero terminé renunciando, incapaz de acoplarme, porque para ese entonces mi reputación estaba ya en el tacho, y te preguntarás por qué- reí divertida- pero esa ya es otra historia.

 

Sentía que ya había contado demasiado de mí, y necesitaba en cambio, un poco más sobre él, ese nuevo Neos menos formal y mejor persona.

 

- Y tú ¿que razones te animaron a volver a Ottery? no, incluso, creo que te tocaría empezar por contarme, porque me interesa saberlo, empezar por contarme porqué te fuiste. Todavía recuerdo que en ese entonces estabas tan establecido, con una esposa, mudándote con tu nueva familia a un nuevo lugar ¿acaso todo eso fracasó?

 

Me crucé de brazos, la mirada fija sobre él en un intento por analizar la sinceridad de la respuesta que me daría y pensando todavía en cuanta verdad encerraba lo que había dicho minutos atrás ( "nunca es tarde para conocer a nadie que no haya muerto"). Porque en ese mismo momento podía jurar que empezaba a conocerlo y a revelar de mí mucho más de lo que había podido hacer en el tiempo compartido juntos tantos años atrás.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

―Si, exactamentecorrespondió, aquel lugar era ideal para reencontrarse con el pasado, aunque Neos jamás pensó que iba a encontrarse con ella o alguien más allí. Suponía que debía comenzar a acostumbrarse, por mucho que hubiera cambiado Londres habría personas que siempre estaría allí, como un punto fijo respecto a un pasado al que el Triviani le costaba afirmarse.

 

Sonrió ante su comentario, quizás era algo pronto para decir si había sido una buena decisión o no, pues no se equivocaba en pensar que Neos había cambiado mucho, pero no tal como ella creía. Quizás no le gustara lo que fuera descubriendo, y que detrás de esa máscara ahora visible a plena luz se escondiera algo peor que el jefe que había tenido hacia tantos años.

 

Miró la tiara que Bel le señaló mientras la escuchaba relatar sus últimos años, aunque no se le pasó por alto que solo se refería a lo laboral.―Si, he notado el cambio, aunque del ministerio no he podido averiguar demasiado, solo volví hace unos pocos díasaclaró, aunque no era la primera persona que le decía que las cosas habían cambiado mucho en su antiguo edificio de trabajo, pero saber que cosas exactamente era lo que le faltaba al Triviani.

 

¿Despedida? Bueno, el ministerio era muy estricto con la responsabilidad laboral, él mismo había sido despedido al menos un par de veces.

 

―La opinión de los demás no es algo que me importe la verdad, prefiero confiar en lo que yo creo y veo de las personas, y en ese sentido no me podrías arruinar nadale dijo con confianza, pues por mucho que Neos hubiera sido estricto y frío, saber reconocer el buen trabajo cuando lo veía, y Bel siempre había sido una excelente trabajadora, eso era lo único que a él le importaba.

 

Y entonces no dijo nada más, sino que volvió a preguntar sobre él, casi al punto de que Neos creyera que intentaba desviar la conversación.―Si, todo fracaso, no es más de lo que me gustaría decir, dado que dejar eso atrás fue la razón de que me fuera en primer lugarno intentaba ser maleducado, pero dejar atrás su pasado y poder olvidar todo fue porque estuvo tantos años fuera, necesitaba reencontrarse consigo mismo y curar.―No tengo una razón tan buena para haber vuelto, solo sentí que era el momento, que la única forma de dejar todo realmente atrás era enfrentándome nuevamente al mundo que quise olvidarquizás había sido demasiado sincero, y no sabía porque, quizás solo era porque necesitaba decírselo a alguien y Bel era la primera que se esforzaba en saberlo.

 

@

ZekdfYi.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

@@Neos Triviani Malfoy

 

"No me podrías arruinar nada"

 

Las palabras salieron con una contundencia que me sorprendió, al punto que solo pude atinar a verlo con un enorme gesto de agradecimiento. Era como si aquella voluntad de creer en las personas, pese a correr el riesgo de salir herida en el proceso, por fin obtuvieran fruto. Bien sabía que aquel lazo no estaba destinado a durar para siempre, podía incluso acabarse dentro de pocas ahoras allí mismo, pero no importaba ya, porque lo importante era la certeza de que el recuerdo me acompañaría para los aciagos momentos venideros.

 

Porque eran tiempos difíciles en Ottery. Tiempos en que ya no se tenía la violencia física gratuita de castillos en llamas o decapitaciones de elfos en los jardines de una mansión, sino la violencia de la hipocresía, de gente tomando el control para desde su posición incitar nuevos discursos segregadores cargados de ilusorios "órdenes naturales". Tiempos en donde hasta donde los más criminales mortífagos era incapaces de hacer alarde de su condición en público, optando entonces por una falsa modestia repleta de elogios complacientes y vacíos.

 

Era sin duda una era de prosperidad para los cobardes y posiblemente por eso me parecía valiente la decisión de Neos de volver y afrontar al pasado de fracasos del que había huído tiempo atrás. No cualquiera en la actualidad hacía eso, menos en Ottery, así que pensé en cuán necesario era decirle aquello en voz alta, y con suerte, hasta reconfortarlo de la forma que sus palabras anteriores habían hecho conmigo.

 

- Tiempo atrás creía que huir de una situación era la salida más fácil ¿sabes? Y como no, que era algo vergonzoso- mientras decía aquello el recuerdo vívido de los días en la oficina compartidos con él acudió a mi mente- A favor mío diré que en ese entonces era mucho más incapaz de ver la gama de grises en la vida, todo para mí era blanco o negro, en el mundo laboral y en el personal.

 

Era un hecho de épocas pasadas, pero que fuera algo de hace mucho no disminuía el impacto que aun conservaba en mi vida diaria. Por un momento pensé en que podría solo ignorarlo, prolongar la charla de forma superficial, y luego despedirlo, con la promesa de encontrarnos en un café algún otro día. Mas en el fondo de mi alma lo sabía: Sabía que debía proseguir y contarle aquel asunto capital de mi vida, en donde sin que lo supiera, había influenciado.

 

- Ahora que ya no tengo las dudas de antes para manifestar quién soy y a qué le dedico mi vida, puedo decirte que tú fuiste una de las primeras personas que hicieron tambalear mis por entonces insulsas motivaciones para pertenecer a la Orden del Fénix- no intenté más disimular el nerviosismo que me invadía, y dibujando círculos con la yema del índice derecho sobre el vidrio que cubría la vitrina, proseguí mi historia- hasta entonces, había sostenido cada batalla con la idea de que quienes integraban las filas de la Marca Tenebrosa eran personas inescrupulosos que quizá ni merecían la vida ¿super radical no?

 

Los contornos del local se desdibujaban, creándome la falsa sensación de que estábamos de pronto, apartados de todo y de todos. No podía alcanzar a dilucidar si aquel extraño efecto era producto de las luces mortecinas que no alumbraban todos los espacios por causa de los anaqueles elevados, o porque afuera la luz del día comenzaba a extinguirse, mas era el ambiente propicio para aquella confesión que había guardado durante tantos años.

 

- Te convertiste en mi jefe y casi por las mismas fechas tu rostro apareció en uno de los carteles de misiones de captura del bando, por presunta actividad mortífaga- mi dedo detuvo su elíptico movimiento y alcé la cabeza dispuesta a ver su expresión ante lo siguiente que diría- incluso ahora intentar graficarte el tamaño de mi confusión me resulta imposible ¡pero hasta había comenzado a enamorarme de ti, sabiendo que eras casado y todo!- había dicho aquello con más energía de la necesaria, no obstante, una irónica sonrisa atenuó el efecto- Soy capaz de reírme del asunto en estos instantes, mas por aquel entonces, el incidente me golpeó tan duro, que me reveló que asentada en convicciones simplistas podía pasar de un momento a otro de la más ejemplar guerrera de la luz a ser la admiradora de un asesino que se suponía debía destruir.

 

Sentí como exteriorizar todos esas memorias traía una paz a mi espíritu inmensa, y atenuaban las otras cargas que todavía llevaba a cuestas. Por dentro, me preguntaba si Neos habría notado la poca importancia que había dado a la confesión de su posible pertenencia a la Marca Tenebrosa, y si haría algo por marcar distancia de esa "acusación". Por lo que a mí respectaba, si él decidía ignorar el tema, yo no haría nada por sonsacárselo. Ya hace mucho tenía claro que incitar a algo no ayudaba a construir relaciones de confianza duraderas, y era eso último lo que yo quería construir con él.

 

- Incapaz de superar el dilema que tenía, dejé el bando y huí, y durante mucho tiempo la culpa era tan grande que me perdí a mí misma. Tuvieron que pasar muchos meses antes que pudiera sanar, antes que me animara a volver...- colocando la mano por debajo de mi chaqueta tweed saqué el dije de collar del fénix y se lo mostré a Neos- No sé si he depositado una carga enorme sobre tus hombros contándote todo esto, la carga de la que ahora misma me siento liberada. No sé que cosas te hayan tocado escuchar o escucharás por causa de haberte ido, pero solo quería que supieras que yo creo que las huidas también son buenas porque te ayudan a llegar a lo más profundo de ti mismo, y con ello, a decidir un camino que antes resultaba imposible de distinguir- extendí la mano hacia él, aunque en realidad tenía un mayor impulso de abrazarlo- Ahora que conoces este lado de mí, aun si no deseas más mi amistad, yo solo quiero que sepas que me siento agradecida de poder haberte encontrado de nuevo.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

@

 

Si, así como ella habían muchos en su época antes de partir, gente que creía que su verdad era la única verdad. Neos era en parte uno de ellos, aunque la filosofía de los mortífagos era mucho más amplia en ese sentido, eran una gama eterna de grises, mientras que los que les hacían frente se hacían ver como blancas palomas, como la perfección echa seres humanos. Si, quizás Bel había sido una de esas personas, pero Neos siempre había sabido separar su mundo oculto con el laboral, no tanto en su vida en general, lo que le generó muchos problemas.

 

Sentía que la bruja estaba hablando desde lo más profundo de su ser, y ante eso no pudo más que sentirse agradecido. Era bueno saber que, sin pretenderlo, había generado ese nivel de conexión con alguien más. Pensamientos que el Neos del pasado jamás habría tenido, ni menos agradecido. Pero dentro de su viaje de autodescubrimiento fueron muchas cosas las que le sorprendieron de si mismo, ampliando incluso aquella gama de grises. Aunque siempre siguieron siendo eso, grises, siempre grises.

 

Escuchó su confesión de su pertenencia a la Orden sin alterarse, no es que no se lo hubiera esperado. Sin embargo, aquel tipo de confesiones eran imposibles de escuchar hacia cinco años, menos aún a plena luz del día, por mucho que no estuvieran en público.―La vida es algo sobrevalorado, perderla no es algo que se merezca, es el vivirla el verdadero castigocomentó. Radical, lo parecía, siempre que no se estuviera pensando más allá, Neos conocía las verdaderas formas de dolor, esas que hacían parecer la muerte el más grande de los placeres. La había deseado, muchas veces, más siempre salvaba de ella.

 

Quiso decir algo cuando escuchó sobre el rostro en el cartel, más no supo que decir. ¿Negarlo? Era lo más fácil, después de todo jamás fue capturado y declarado como mortífago, más que unas cuantas veces que pasó en la antigua prisión de la orden. Pero tampoco podía decir la verdad, por mucho que hubiera confiado en Bel en el pasado esa era parte de su vida que jamás saldría a la luz pública para nadie que no perteneciera a la Marca.

 

Aunque tampoco tuvo mucho tiempo de indecisión, pues su siguiente confesión le dejó aún más perplejo. ¿Enamorarse de él? Eso era algo que no se hubiera esperado, pues su relación siempre se remitió estrictamente a lo laboral. Admiración, quizás, él mismo la sentía por ella al ver su dedicación al trabajo en un departamento donde no sobraban las manos, donde todo costaba el doble para ser logrado.

 

―Creo...comenzó diciendo.―Creo que no deberías haberme contado todo esodijo con voz baja, algo inseguro. ¿Qué haría él con esa información? Después de todo, formaba parte de la marca una vez más, si se hubiera mantenido fuera del bando era una cosa, pero aquello era guardar el secreto de Bel.―Se me acusaron de muchas cosas en el pasado, y aunque ninguna pudo se demostrada no quiere decir que no haya algo de verdad en ellastomó las manos de la bruja y las cerró en torno al collar, para que este no fuera visible por si alguien entraba de improvisto.―Me identifico con muchas de las cosas que me has contado, bien sé que huir a veces puede ser la mejor solución, aunque en mi caso tomó mucho más tiempo de lo normal. Pero he cambiado Bel, en muchos sentidos, y en la mayoría podrías no estar tan de acuerdo con que son positivosla careta, había perfeccionado la máscara mortífaga para convertirla en la propia, ocultando siempre quien era a todo el mundo.

 

―No soy el mismo hombre que admiraste, y aunque siempre desearé tu amistad, no quiero que la aceptes creyendo que soy un mejor hombre, pues no lo soyesa era la mayor confesión que podía hacer, decir de forma indirecta lo que jamás podría decir directamente. Era Neos, era un mortífago, y en su interior siempre sería un ser de maldad.

Editado por Neos Triviani Malfoy
ZekdfYi.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con @@Neos Triviani Malfoy

Eran necios aquellos que creían que se necesitaban muchas palabras para dejar en evidencia tus propios pensamientos. No, era el cuerpo, el cuerpo y sus acciones los que muchas veces podían hablar por ti todo aquello que incluso tus palabras podían esforzarse en ocultar. Me pasaba con frecuencia con Garry, y lo comprobaba ahora con Neos, en el reconocimiento tácito de que en el pasado (¿sería que también en el presente?) sus acciones no siempre se habían correspondido con la figura que tanto se había esforzado en mostrar.

 

Exponiendo mi más importante ideal, tenía ahora frente a mí a ese hombre que por primera vez parecía dudoso acerca de lo que debía decir o hacer. No lo había calculado de esa manera, pero estábamos ahora envueltos en un dilema que involucraba lealtades que no podíamos exteriorizar del todo. Lo entendía a la perfección, apreciaba ese gesto de advertirme que precisamente esa hipocresía de la que había hablado tanto debía estar presente en él...

 

Pero no podía admitírselo en voz alta. No podía decirle que la rapidez letal con la que sujetó mis manos (un contacto que jamás nos habíamos permitido en el pasado) en un intento por ocultar el dije de fénix que le mostraba solo me revelaba su temor por mí, y por nosotros, por lo que implicaba quizá seguir con esa charla que tocaba fibras que rara vez dos personas de ambientes tan disímiles se arriesgaban a mostrar.

 

¿Era mejor hacerse la tonta? Lo era, pero para mí ya no quedaba chance a esa opción.

 

- Oh, en algo teníamos que discrepar tú y yo para seguir caminos tan distintos- dije en respuesta a aquella visión tan tajante sobre la vida- sentir, amar, conocer, e incluso sufrir y odiar, todo eso podemos hacerlo porque estamos vivos, y en el descubrimiento de cada una de esas cosas, las que aborrecemos y las que nos traen la felicidad, nos vamos construyendo a nosotros mismos, hasta el día que llegue la muerte, a quien con suerte podremos ver de frente y sin temor, seguros de haber tenido en cada momento la oportunidad de elegir lo que queremos hacer y de qué modo lo queremos hacer.

 

La vida, como el tesoro más valioso era mi más preciada creencia como humana. Tenía que admitir que quizá para otras razas fuera diferente, recordaba muy bien como para mi prima vampira la vida había llegado a un punto de hostigamiento que la hizo abrazar la muerte, pero conmigo no funcionaba de esa manera, y no funcionaría nunca. Probablemente por eso, las palabras de Neos me provocaban cierta desazón ante la imposibilidad de imaginar que sucesos podía haber vivido que lo llevasen a creer en la vida como el mayor de los castigos.

 

- Es toda la sinceridad que puedes permitirte ¿correcto?- dándole la espalda comencé a avanzar entre los anaqueles en silencio, sintiendo el peso de esa triste verdad- y mientras dure la guerra mágica eso no cambiará. En todo caso, solo espero que el próximo encuentro que tengamos no sea en un campo de batalla.

 

Un creciente vacío comenzaba a carcomer en el mismo lugar donde minutos atrás la esperanza había florecido. Y con ella volvía la vieja rebeldía de no aprender a olvidar a personas que solo podían traer confusión a tu vida y los intentos de ponerle un orden. O las palabras de mi elfina sobre interesarme en personas problemáticas. Así que finalmente, me detuve frente a un enorme espejo de marco plateado, desde el cual podía ver la figura de Neos todavía atrás de mí.

 

No lo dudé más entonces, y sacando la varita del morral, mientras en mi mente, el recuerdo de la primera misión con el Escuadrón para la Aplicación de la Ley Mágica se hacía presente, la alcé en alto, girándome hacia él.

 

- ¡Expecto Patronum!- una hermosa vizcacha plateada emergió de la punta de mi varita y comenzó a dar saltitos por encima de nuestras cabezas- no hay necesidad de ocultar el dije Neos, porque el enorme peso de tener que ocultarme tras una máscara de luz me lo quité de encima ante los flashes de innumerables cámaras mágicas en el Atrio Ministerial el año pasado.

 

Lo observé con gesto irónico.

 

- ¿No dicen ahora que la Orden del Fénix ha desaparecido? Pues bien, aquí tienes a una una prófuga de la justicia de Londres así que ¿por qué no tomas esta oportunidad y la capturas? Ya vez como tampoco yo merezca el buen concepto de tu parte.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

@

 

Las palabras de Bel sonaban muy profundas y significativas, por lo que era casi irónico que fuera Neos quien las estuviera escuchando. "Tan distintos", decía ella, pero él eran mucho más que eso. Totalmente opuestos, radicalmente diferentes, sin intersecciones. Neos mostraba una careta, exteriorizaba algo que no era, eso era lo que la chica estaba viendo, y de lo que parecía aferrarse para comprobar que algo había cambiado en su antiguo jefe.

 

No tenía deseo alguno de enfrentar a la muerte, había muchas formas de evitarla, y él tenía mucho por vivir, tenía que soportar el castigo de ello. No tomaba siempre las decisiones que quería, sino las que debía tomar, la felicidad no era algo que se pudiera permitir. Pero para Bel era distinto, su forma de ver y defender la vida le permitían enfocarse en ese tipo de sentimientos, en la búsqueda de si mismo para algo superior.

 

―Es más de la sinceridad que debería haber tenidorespondió, estaban en una conversación muy peligrosa, pues las indirectas no existían en una situación, en un momento que era tan obvio en que lado de la línea estaba parado cada uno.―No me preocupo de donde estaré mañana, solo puedo controlar donde estoy hoydijo como toda respuesta. Lo cierto es que si se daba el caso de encontrarse en el campo de batalla, ninguno de los dos lo sabría, ella estaría cubierta por una luz y Neos por una máscara, podría uno matar al otro y no saberlo jamás. Neos podría pensar que eso le molestaría, pero no lo hacía, pues nuevamente, hacía lo que debía hacer.

 

Como un movimiento instintivo, sacó su propia varita cuando vio a Bel darse vuelta desde el espejo sacando la suya. Pero le hechizo que conjuró no iba dirigido a él, era un Patronus.

 

Se quedó mirándola sin entender mucho lo que decía, mientras veía a la criatura que había creado. ¿Se había revelado ante las cámaras? Eso era otra cosa que no sabía, aunque eso no le hacía diferencia respecto a todo lo que ya había dicho.―Ustedes fueron admirados, nosotros norespondió, volviendo a guardar su varita.―No me corresponde a mi capturarte, no soy miembro del ministerio y hoy estoy aquí a rostro descubiertoseñaló con seriedad.―Nunca es tarde para tomar precauciones respecto al camino que quieras tomar Bel, si la vida es preciada para ti, entonces deberías cuidarlase encogió de hombros.―Y si crees que mi concepto de ti depende de donde están tus lealtades, entonces no llegaste a conocerme muy bienconfesó finalmente.

ZekdfYi.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con @@Neos Triviani Malfoy

 

La visión de él, con una varita en la mano, con el brillo feroz en la mirada apenas en los escasos segundos en que había considerado que podía ser atacado, supuso un nuevo golpe en aquella conversación que comenzaba a tomar caminos inciertos.

 

- La vida, no solo mi vida- enfaticé tratando de demostrar la sutil pero precisa diferencia que eso suponía- mi vida empeñada a los ideales de la Orden del Fénix, que son proteger a los demás. Hace mucho que sé el costo que ello significa, pero solo últimamente he sido capaz de notar también que de alguna manera me he acostumbrado a esta vida en tiempos de guerra.

 

Una pequeña línea podía separar la cordura de la locura y cada vez con más frecuencia me preguntaba si las situaciones límites vividas no habían hecho que en ciertos aspectos cruzáramos el límite. Estaba segura que sufrir de pesadillas casi todas las noches no era normal, como tampoco los paseos nocturnos por el jardín silencioso, con el temor de que la marca tenebrosa se dibujara en el cielo. Era por todo esto que creía que la guerra había marcado de forma indeleble a todo aquel que estuviese involucrado en ella, sin importar el lado en el cual se ubicara.

 

Cuando había conseguido comprender eso, coincidir en algunos aspectos y compatibilizar con ciertos sospechosos de ser mortífagos había dejado de parecerme oprobioso.

 

- Oh, el Ministerio, no eres funcionario ahora, pero lo serás a futuro ¿verdad? Tú al menos tienes la posibilidad de volver al Escuadrón, algo que yo no tengo- los comentarios sobre que dentro de seguridad mágica, el Escuadrón y el cuartel auror se habían repartido para cada bando era un secreto a voces- y el concepto que puedas tener de mí importará poco ante la "fidelidad" que podrían exigirte un día.

 

El patronus que había seguido rondándonos se difuminó de repente. Irónicamente, Neos era el que saldría perdiendo de prolongar esa conversación,porque dudaba que como recién llegado pudiese estar ostentando un rango que le permitiera un mayor margen en sus decisiones. Era por eso que mantener aquel cruce de información con una fenixiana, era la peor cosa que podría hacer de cara a sus aspiraciones de ascender en la organización.

 

- Creo que no hay nada más por decir entre nosotros- musité mientras guardaba la varita en el morral convencida de aquellas palabras- pero todavía debo decirte que me siento muy contenta de que estés de vuelta.

 

"Aun si sé que ese es un deseo egoísta" completé en mi mente. Un mortífago más en la ciudad no era la mejor de las noticias, pero como con Oniria, había suficiente aprecio de mi parte como para desearles en el fondo, todo lo bueno para su vida.

 

- No sé si volveremos a ver, me encantaría poder quedar otro día, en un café o en un bar, pero sabemos que tales cosas son imposibles ¿cierto?- el mohín de disgusto era imposible de disimular- así que Neos Triviani, solo espero que consigas todo aquello que viniste a recuperar, y muy especialmente, espero que algún día des con la persona por la cual valga la pena deponer el orgullo y el ansia de poder, porque tal vez solo dándote esa oportunidad de amor, podrás dejar de ver esta vida como un castigo.

 

Continué mi andar por los anaqueles hasta llegar a la recepción, y toqué el pequeño timbre que tenían para que la recepcionista o quien estuviera a cargo me atendiera. No tenía idea si él tendría algo más para decir o no, pero yo estaba llegando al liímite de mi ecuanimidad. Si seguíamos conversando, no tardaría en comenzar a llorar y esa no era una debilidad que pudiese permitirme.

 

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.