Una fiesta diferente

[Melrose Moody]

Sus ojos estaban profundamente cerrados; se encontraba sola, realmente sola. Dormida o despierta, no podía percibir más la presencia de Káiser y se había habituado tanto a ésta que le resultaba difícil de procesar, casi como si hubiese demasiado espacio en su propio cuerpo. Sin embargo, también tenía paz. Quizá no era una paz como usualmente se la describe, pero era una paz suficiente para ella: no deseaba ser molestada en su soledad.

 

Rememoraba la imagen de su hermano, Richard, en el alféizar de la ventana de su habitación en la torre norte de Winterfall con la frente apoyada en el vidrio, intentando refrescarse del estado febril en el que se encontraba luego de haber intentado purificar su interior. Mas su hermano ahora no estaba allí. Todo lo que veía en la ventana era la luz de tonos rojizos que por ella se colaba, en un cielo sanguinolento. Él era parte de todo aquel mundo frío y atemporal que era el castillo de su casa; el haber estado con ella en ese entonces no había hecho más que contaminarlo. El eclipse, teñía todo aquel espacio como si se tratase de un infierno, aunque no era más que la casa matriz de Londres y Catherine descansaba sobre la cama de Claudia, aprendiz en La Talamasca.

 

Se había refugiado allí por días. Cuando apenas se había librado de Káiser y también en esos momentos, al final de todo aquel extraño proceso en el cual volvía a ser ella misma. Llevaba ya tres días en aquella habitación y habían sido muy amables. Por eso le extrañó la llegada del ave.

 

La vio porque era la única forma que parecía ajena a ese cielo despejado y desolador. Una sombra diminuta al inicio y bastante notoria después. La criatura se posó fuera de la ventana y Catherine la estuvo observando un rato aun, con la vista desencajada, antes de entender que era mágica: no había un ave viva que pudiese estar estática de forma tan anormal: le habían dado una orden.

 

Se incorporó entonces sintiendo los músculos agarrotados a causa del largo letargo, además de punzadas de dolor en la espalda, y abrió la ventana percibiendo el aroma de los bananos que descansaban en fila al borde del muro, dándole al establecimiento un aspecto tropical que le hacía pensar en lugares sureños, caldeado por el clima elevado a diferencia de días anteriores.

 

Alargó la mano y la ave se posó al instante en su índice, plácida y amablemente. Quitó entonces la nota que traía atada y la leyó con curiosidad. No conocía al remitente así que ¿qué orden le había dado para que la encontrara? Dejó que el ave se posara fuera de la ventana y la cerró con fuerza. Había estado en un estado lamentable por un tiempo, pero aquella nota parecía traerla de vuelta a la realidad como un baldazo de agua fría. Se desprendió con rapidez del traje de lino blanco que había estado utilizando para dormir y se puso la túnica negra con capucha, calzándose las sandalias romanas como si fuese una acólita. Observó alrededor su refugio y su prisión por última vez y salió por su propio pie hasta el zaguán, respirando con dificultad hasta alcanzar el callejón.

 

Sí, ya era tiempo de que se deshiciera de toda aquella estupidez ¿qué mejor forma que mediante una fiesta? Irse un poco al diablo era exactamente lo que necesitaba y si podía asegurarse de que iba a valer la pena, tanto mejor. En aquel preciso instante, palpó el bolsillo de su túnica pues había percibido que había algo allí. Sonriendo como no lo hacía desde hacía semanas, notó que se trataba de una caja de Men's Pocky. El despreocupado de su hermano había logrado que ella se hiciera igual de adicta que él por lo que, sacando uno con los labios, le dio una rápida y energética mordida.

 

Luego, cerró los ojos alzando ligeramente la cara como si observara por última vez el cielo, llegando así a las viejas dependencias con el mismo efecto a como si se dejase caer un velo. El grupo que se encontraba allí no era ni muy grande ni muy pequeño, pero evidentemente había deducido bien al pensar que debía tratarse de la Marca Tenebrosa, aunque no la convocaran mediante el tatuaje. A la única que reconoció fue a Atkins <<¿o era Ivashkov?>> El resto no eran más que rostros que formaban una incógnita a sus ojos.

 

-Ah, parece que llego algo tarde.

 

Su voz rompió el silencio que no sabía si había precedido a su llegada. No había sido esa su intención: el volumen de su voz había vuelto a ser el de antes, ronco, grave y fuerte, no como había sido esos meses pasados más al estilo de Káiser, en apaciguados susurros. Decidiendo entonces que sería de mala "educación" continuar con la capucha encima, se la bajó dejándola caer hacia atrás. Traía el cabello atado en la descuidada trenza que se había hecho antes de dormir, por lo que su aspecto era más bien desaliñado y desastroso, pero si la habían invitado a organizar una fiesta, esperaba no tener que lucir demasiado bien. Por suerte, en esos momentos las miradas estaban posadas en una mujer totalmente distinta, con el cabello de un color lila intenso.

 

Catherine inclinó la cabeza hacia un lado en gesto dubitativo ¿qué se suponía que hacían todos allí, parados sin hacer nada con un festín de comida delante?

Editado 5 de Octubre del 2015 por Catherine Stark

[Gatiux]

“Se que no has sido la madre mas cariñosa pero un "hola" no estaría mal...”

 

Gatiux parpadeó lentamente mientras intentaba encontrar un significado oculto a lo que había dicho aquel desconocido de cabellos lilas, le había vuelto a llamar “madre”, pese a que ella no tenía ningún hijo. Si tuviera un hijo se acordaría de ello, esas cosas no se olvidan fácilmente. Frunció al encararlo.

 

- No sé que tipo de broma es esta, pero yo no tengo ningún hijo, nunca he sido madre y tampoco sé quien eres. -dijo Gatiux con convicción- Pero no voy a consentir que me digas como debo de verme.

 

"No sabes nada de lo que he pasado." -pensó con furia-

 

Se encogió de hombros y miró al resto de los presentes, deteniéndose un momento más en el rostro del otro varón que se encontraba en la estancia. Era bastante apuesto, aunque sólo otro desconocido más para Gatiux. Volvió a remover la botella para que los dos líquidos, el whiskey y la poción, se mezclasen y bebió otro trago.

 

- Creo que me he equivocado de fiesta, no sois la alegría personificada por lo que veo.

 

El hombre de cabellos lilas hizo aparecer distintos platos de comida. El estómago de Gatiux protestó, ella miraba a la comida con desconfianza, temiendo algún tipo de trampa por parte del que clamaba ser su hijo. Pobre infeliz, seguro que le había confundido con alguien más. Tras dudar por casi un minuto entero, y después de que llegase a la reunión otra mujer, Gatiux se acercó a la mesa y comenzó a comer despacio, con una tranquilidad que no sentía porque sabía que si empezaba a comer con ansia acabaría vomitando todo en un rato. El hambre era muy cruel y había pasado mucha en su largo viaje.

 

Al comenzar a comer se dio cuenta de algo que la inquietó: la gente parecía observarla. Quizás estuviesen planeando algo malvado, por eso parecía un grupo peligroso, pero el hambre había ganado la partida. Debía marcharse de allí más pronto que tarde, de todas formas aquellas personas no parecían muy animadas. Y ni rastro de la fiesta prometida.

Editado 5 de Octubre del 2015 por Gatiux

[Idylla Macnair T.]

Ariadna Macnair Grindelwald

Sentada en su habitación y leyendo uno de los libros que se había comprado en el callejón, la Macnair suspiraba mientras lo dejaba en la mesita de un lado de su cama. Se levanto estirándose como si fuera un gato y camino lentamente hacia el balcón fuera de su habitación, abrió las puertas y una ráfaga de aire fresco inundo la estancia; como si fuera una señal para salir del Castillo, una lechuza apareció en el cielo y deposito una carta entre sus manos.

 

Ariadna la Abrió y leyó de que se trataba dicho documento, era una invitación para organizar las fiestas, sonrió un poco y se guardo la carta en la túnica azul que traía puesta. Se levanto su capucha cubriendo sus rasgos y sus rizos turquesa, y desapareció en el lugar, dejando a su paso una capa de humo negro.

 

Mientras aparecía en los jardines de la universidad, se percataba de que todo aquello era muy diferente. Tenia años sin asistir aquel lugar, una sonrisa curvo sus labios mientras caminaba hacia el sitio de la reunión. Miraba a su alrededor con suma sorpresa, no recordaba muchas cosas sobre su pasado, por lo que estar en las filas mortifagas eran nuevas y viejas para ella. Su mente le jugaba varias pasadas, pero ella era fiel a su antiguo juramento y por esa razón se encontraba en aquel lugar.

 

Llego hacia el lugar y se percato de que ya había gente reunida -Buenas noches, ¿Eh llegado muy tarde?- comento la chica con voz entrecortada mientras se unía al grupo.

Editado 6 de Octubre del 2015 por Ariadna Macnair Gryffindor

[Stephen Malfoy]

Observando la oscuridad de la noche comienzo a pensar en todo lo que he vivido en todo este tiempo, sobre todo en la nueva vida que se me ha ofrecido hace poco tiempo…sonrío, a pesar de haberlo esperado con mucha paciencia a la final me otorga una gran satisfacción.

 

Caminando por la mansión me permito estar dentro de mi mente sin preocupación alguna , quizás en lo que el destino me tiene preparado más adelante…en un futuro cercano, pero sea lo que sea lo esperaré con los brazos abiertos. Al entrar en una de las habitaciones me encuentro con una persona no tan inesperada y tras verla sonrío con picardía.

 

Sin pensarlo dos veces avanzando hacia ella le saludo con un leve beso en su cuello para luego terminar por abrazarla en el proceso, fijándome que entre sus manos tiene una pequeña nota por lo que arrugando el ceño la miro intrigado. “Reunión” con solo saber la existencia de esa diminuta palabra ya me puedo hacer a la idea de lo que se podría venir.

 

-Travesuras en proceso eh… ¿acaso ya quieres hacer de las tuyas? –Pregunto divertido mientras sonrío de lado-. Aún sigo sin entender del por qué no me sorprende, está bien…en ese caso para mí sería un gran honor en escoltarla a dicha reunión señorita.

 

A los pocos segundos nos desaparecemos para después terminar en medio de los terrenos de la universidad…lugar en la cual lo había culminado con mucho esfuerzo. Al llegar me puedo percatar de la presencia de varias personas en este mismo sitio…depositando la mirada en cada uno de ellos.

[Emmet Haughton Gaunt]

Una pequeña ave se posó en la ventana de la habitación del Haughton. Llevaba un pequeño trozo de pergamino en su pico, el vampiro fue hacia la ventana, la abrió y leyó el mensaje atentamente. Provenía del Crouchs ¿qué es lo que se traía entre manos para organizar la fiesta? No conocía la respuesta a aquella pregunta pero sabía que era capaz de hasta lo imposible. El lugar de encuentro, lugar oculto en las viejas dependencias dentro de la Universidad.

 

- ¡Shave! – pegó un grito que resonó en todo el Castillo haciendo que su elfo doméstico apareciera en un abrir y cerrar de ojos; su sirviente lo miró a los ojos y se limitó a escuchar las órdenes del mortífago – Cuida a Sigma y Lambda y encárgate de alimentarlos puntualmente – ordenó sin miramientos obteniendo una leve reverencia como respuesta del elfo.

 

El vampiro giró sobre sí y comenzó a vestirse para la ocasión. Fue hasta su guarda ropas y tomó una camisa azul noche, una de sus favoritas, un pantalón negro ajustado y sus borsegos del mismo color. Salió de allí y comenzó a vestirse, la vestimenta le quedaba perfecta; la camisa ajustada marcaba cada uno de los músculos de su abdomen y los pantalones resaltaban sus ágiles y largas piernas. Estaba listo para salir y encontrarse con amigos y compañeros en el lugar de reunión, sería toda una sorpresa saber que personas estarían allí.

 

Dio una última mirada a su habitación y desapareció de allí. Una densa neblina negra consumió todo su cuerpo llevándolo al destino correspondiente, pasados unos segundos sus pies tocaron tierra firme en las inmediaciones de la Universidad, se acomodó la ropa y comenzó a dirigirse hacia el lugar del encuentro. Agilizó el paso y, mientras se acercaba, podía oír las voces de varias personas que ya se encontraban allí, algunas le resultaron familiares pero otras no las podía reconocer, o lo haría, cuando los viera cara a cara.

 

- Buenas noches amigos, que placer verlos nuevamente después de tanto tiempo –

 

Saludó amablemente ingresando al recinto y haciendo una pasada con sus ojos azules a las personas que allí se encontraban. A algunas las reconoció al momento, Spectum, Pik, Isabelle, Leah, era a los que más había visto anteriormente y no le costó nada identificarlos en ese mismo instante.

 

- ¿Algo para beber? -

 

Preguntó sin más y se quedó en silencio.

[Kahlan Blackthorn]

-Yo no suelo hacer de las mías sola…-respondiendo ante la pregunta de Stephen, percibo la presencia de mi hermana Gatiux, Spectum, Pik y algunos mortifagos mas dentro de ese peculiar sitio. Desviando mi vista hacia Leah, no puedo evitar esbozar una picara sonrisa que alcanza mis orbes lapislázulis-Travesuras de todo tipo, cariño…-tomando la mano de su prometido avanzó hacia donde estaban sus camaradas de bando-Tenía que ser Spectum Crouchs…-soltó emanando de sus ojos un brillo amenazador por momentos-Diría que me extraña…-carraspeó con suavidad-Pero no es así…-encogiéndose de hombros adoptó una postura divertida. Hacía tiempo que no se reunía de ese modo con sus camaradas, extrañaba las fiestas atiborradas de alcohol y diversión al por mayor.

 

-Gatiux…-sonrió la Malfoy saludando a su hermana-Por ti no pasan los años…-sintiéndose admirada por la belleza que irradiaba su hermana-Eso es bueno, seguimos siendo las mismas jóvenes sexys de siempre…-guiñándole un ojo mantuvo cerca de ella a su novio-Aquí conocerás de todo un poco, créeme que te la vas a pasar de lo mejor y aprenderás cosas que jamás querrás olvidar…-comento solo para que el pudiera escucharle, deseosa de beberse una buena copa de bourbon o lo que fuera que estaba ofreciendo el Crouchs como si se tratará de agua de sabores-Yo me pido algo fuerte de tomar, solo para entrar un poco en calor…-rodeando sus ojos se imaginaba bebiéndose una tanda grande de licor hasta decir basta.

 

Le encantaría volver a los días dentro de la Taberna del Basilisco Ahorcado. Ahí sí, que sabían cómo sacarle jugo a lo que ofrecía Don Pascual, desde fiestas de camisetas mojadas hasta orgias que terminaban al amanecer. Los viejos tiempos eran eso solo viejos tiempos, aquellos que se empeñaría en atesorar costara lo que costara, ya que de varios de ellos estaba armada la historia y vida de la Malfoy dentro de Londres. Ahora vivía una nueva etapa, llena de cosas buenas y un futuro que le pintaba de lo más alentador, trayendo a su mente que quedaba menos tiempo para celebrar su boda con Stephen.

 

-Espero que la planeación de la fiesta sea algo bueno, saliendo de lo trillado y esos chismes…-moviendo su diestra apareció una copa de bourbon que se llevo a los labios en un santiamén. No le extrañaría que el Malfoy se la robara, ya que era experto en hacerse con las bebidas que la rubia deseaba tomarse burlándose de ella a sus costillas.

[Leah Snegovik]

~Leah A. Ivashkov



Recibió la mirada de reproche de Spectum como a una vieja amiga, era la típica expresión que solían dedicarle, pero se sintió tan afectada por ella como un charco bajo la lluvia. Los dramas que tuviera con su madre, quien ahora estaba comiendo de lo que él le había dado, la traía sin cuidado. Aunque debía admitir que le causaba cierta curiosidad y por ello era uno de los que estaban mirando el masticar de la mujer como si no hubiera algo mejor que hacer. Y de hecho, no lo había. La impaciencia la llenó de un momento a otro y, bufando, se puso de pie con un movimiento que podría haberse tomado como un salto debido a su intensidad.

-Stark, ¿por qué tan callada? -soltó hacia Catherine, volviendo a llevarse el cigarrillo a los labios-. Recuerdo que eras un poco más habladora, es una lástima que ciertas cosas cambien con el tiempo.

Sonrió con suficiencia cuando dio una larga calada y sus ojos viajaron a Ariadna.

-En realidad, creo que has llegado demasiado temprano. Spectum se sigue guardando la ubicación de nuestro destino y ha decidido poner la novela. Pero no te preocupes, creo que aún nos queda algo de alcohol.

Ahora fue ella la que miró con odio a Spectum, esperando con sinceridad que el hombre agitara la varita y apareciera algo digno de mención. Bailarinas exóticas, algún muggle que matar. ¡Al menos una bandeja de frituras por Merlín! Pero no, él parecía muy concentrado en alguna otra cosa y había encontrado prudente el dejar a un grupo de mortífagos aburridos a su alrededor, debía agradecer que aún nadie se había puesto agresivo. Apagó la punta naranja del cigarrillo en una piedra solo por hacer algo y la llegada de tres nuevos individuos la hizo girar la cabeza.

Juv, un hombre que no conocía y Emmet. Si bueno, no era lo que ella se había imaginado como bailarinas exóticas. Aunque a la Ángel Caído le dedicó una sonrisa cargada de doble sentido, las palabras "Alegría personificada" de Gatiux, rondaban en su cabeza como un recordatorio de que podría estar resguardada en casa con un bar más amplio que el árbol genealógico y suficiente espacio como para meter a la Marca Tenebrosa entera si así lo quería. Expulsó el resto de la nicotina que quedaba en su organismo por una pequeña abertura en su boca y volvió a enfrentar al Crouchs.

-¿Y bien, Crouchs?

[Spectum Crouchs]

El Crouchs sintió las palabras de la Ex-Lider como un baño de agua fría en medio del invierno, en su cara y enfrente de todos lo negó como hijo, lo tomó completamente con la guardia baja ya que después de tanto tiempo pensó que la vejés en su madre la haría cambiar pero hizo de todo menos eso.

 

- Si te olvidas de tus hijos como olvidar una bufanda en un restaurante quiere decir que nunca existió en ti ni la mas mínima preocupación... Basta. - Se giró hacia los presentes que habían aumentado con el pasar de los minutos y comenzó a detallar a cada uno pero cuando Leah habló nombrando un apellido en particular el Crouchs no desperdició la oportunidad.

 

- ¿Stark? Woa como cambian las cosas... Tengo un lindo recuerdo de ese lugar. Lamento lo de tu elfo -

 

La imagen de la cabeza de un elfo clavada en la puerta del castillo llegó de golpe a la mente del Crouchs, se había divertido tanto con ese elfo aquel día mientras que su prima Aleera incendiaba todo el lugar, pero lo que lo había tomado por sorpresa era que algún miembro de la familia formra parte de la Marca Tenebrosa.

 

- Veamos que hacemos Leah -

 

Las manos del Crouchs comenzaron a moverse señalando hacia cada rincón diferente del aula, había que decorar pero al parecer nadia mas que él sabía hacerlo. El lugar comenzó a ampliarse mientras que el Mago Oscuro murmuraba algunas palabras, deslizaba su mano en el aire y los escombro que había en el suelo iban desapareciendo a medidas que los señalaba. Una gran barra aparecia en la pared del frente con cuatro baristas, dos femeninos y dos masculinos los cuales tenían un hechizo que hacían ser visto hermoso por cualquier persona que estuviese en el lugar.

 

- Ya pueden beber lo que deseen... No quiero a nadie sobrio -

 

En el centro de la sala apareció una pasarela la cual al final de esta había un tubo con una bailarina con la ropa que dios la trajo al mundo haciendo un lap dance. Señalo a la parte mas alta y allí apareció una calvera con la lengua en forma de serpiente y en la punta de la serpiente un display con un Dj el cual explotó el lugar con la mejor de las musicas.

 

No podía faltar la esquina caliente, la cual era una parete traida de la cueva de las banshee con infinidades artiluchos y juguetes de los cuales las Banshee sabrían que hacer con el y podrían enseñarle a los demás. Había comida, bebidas, musica, mujeres, hombres y Juguetes sexuales, esta era una fiesta digna de la Marca la cual había comenzado con una simple reunion pero si el Crouchs estaba en medio de la preparación poco de esto no se podía esperar.

 

- ¿Que mas puedo darte Leah? Pide que te doy lo que te plazca-

Editado 7 de Octubre del 2015 por Spectum Crouchs

[Gatiux]

Alguien debía de haberle echado ácido en los ojos a Juve, o así lo pensó Gatiux, cuando comentó lo bien que la veía. Debía estar completamente ciega para no haberse percatado que ahora la otra mujer pesaba lo mismo que un pajarillo, pues tenía la cara consumida y ojerosa. Frunció el ceño al empezar a sospechar que las intenciones de la Malfoy eran reírse de ella, por no estar tan espléndida como años atrás. Se arrebujó dentro de la capa para así protegerse.

 

- Qué graciosa... -murmuró con fastidio-

 

Pese a ello, Gatiux estaba aliviada por reconocer a alguien en aquella reunión. Había pasado por mucho junto a aquella mujer como para olvidarse de su parentesco, aunque quizás al día siguiente podía haberla olvidado como a todo lo demás. Sin embargo su mente se encontraba en paz y tranquilidad gracias al zumo del olvido.

 

Spectum parecia molesto con la banshee, por algún motivo que ella no alcanzaba a comprender. ¿Debería conocerlo? Sabía que en los últimos días -o semanas- le había costado acordarse de algunas personas, teniendo que llegar a hacer un esfuerzo por recordar quien era su mejor amiga, pero estaba segura de que no se olvidaría de algo tan importante. ¿O sí?

 

- De verdad que no se quien eres... -susurró para ella misma, tan bajito que nadie la escuchó- No es por no preocuparme.

 

A la banshee comenzó a dolerle la cabeza. Se llevó una mano a la sien y frotó, esperando así aliviar lo que sentía. Era como si su mente dormida quisiera gritarle algo, pero hacía demasiado tiempo que no estaban en la misma frecuencia y desconectó. En ocasiones como aquella bebía de la poción del olvido hasta quedar aletargada por completo. Había días en los que ni se acordaba como hacer magia.

 

Cogió un plato con picoteo variado y se lo llevó hacia una esquina alejada en la que sentarse tranquilamente. Cuando estuvo acomodada observó que había comenzado a aparecer diferentes objetos para darle inicio a una fiesta, hasta una señorita que mostraba más de lo que debía mostrar una señorita. Gatiux apuró su botella de whiskey aderezada, hasta el final, y el dolor de cabeza cesó de inmediato.

 

- Gatiux... Gatiux... -movía los labios, no recordaba como seguía después- Gatiux... Gatiux...

 

Los ojos amarillos de la banshee estaban sin vida. ¿Cual era el apellido?

 

 

 

[Beltis]

<<Debería ir>>

 

La luz ambarina de la única vela se colaba a través del agua. Tenía los ojos marrones abiertos y aguantaba la respiración para escuchar el sonido acompasado de la sangre bombeando por sus venas. Era un compás tranquilizador, unos merecidos minutos de paz antes de salir al mundanal ruido para seguir atendiendo sus deberes. O también podría quedarse ahí, en su habitación del Caldero Envenenado, sola en la oscuridad.

 

Por más que quisiera huir, al salir de la bañera tendría cartas, invitaciones, clases, reuniones, toda una vida que atender. Río al descubrirse pensando de esa manera tan ridícula dejando escapar burbujas de aire por la boca. A pesar de sus quejas esa vida le encantaba, tenía en sus manos un destino llamativo e interesante que no echaría a perder por un poco de cansancio. Levantó el torso y sacó la cabeza del agua para tomar una bocanada de aire. Se puso de pié y salió de la bañera, dejando que el agua cayera por su cuerpo hasta las baldosas. Tendría que vestirse y acudir a aquella fiesta a la que tanta promoción estaban haciendo; después de todo eso no se podría considerar trabajo.

 

Se puso una de las pocas túnicas que tenía, una muy sencilla de terciopelo verde y con escote en la espalda, y se cubrió con una larga capa de viaje negra. Bajó hasta el Callejón Diagón y al ponerse la capucha se consumió en una voluta de humo para reaparecer en las inmediaciones de los jardines de las viejas dependencias. Le habían comunicado los detalles con antelación, así que no tuvo problemas para ubicar el lugar exacto de la reunión.

 

Se acercó a un grupo de magos bastante desanimado. Aquello no parecía una fiesta universitaria ni en broma. Se quitó la capucha al llegar, dejando caer la melena blanquecina a su espalda.

 

- Me esperaba una fiesta, pero creo que me equivoqué de sitio ¿es la reunión del equipo de aritmancia? - sacó una petaca de entre su capa y bebió un sorbo - ¿Aquí no se iba a celebrar una fiesta diferente? ¡Vaya si que es distinta! no esperaba menos...

 

Dio un vistazo rápido a los presentes y se preguntó si aquello no era una reunión de universitarios nerds o algo similar.

 

- Ninguno de ustedes parece estudiante.

 

Decepcionada , apretó los labios y buscó alguien que le sirviera una bebida para pasar el mal trago.