Metamorfomagia

[Dennis Delacour]

Ningún ruido se sentía en aquel lugar, la Delacour había creado un cambio sencillo pero si era observada desde cualquier otro lugar que no fuera la parte del frente de aquel arbusto que cubría gran parte de su cuerpo y solo dejaba al descubierto su cabellera que ahora era verde como las hojas que formaban aquella hilera de pequeños arbustos ubicados a lo largo de esa zona boscosa.

 

Debía hacer más si quería lograr avanzar en la clase, trato de reunir toda su concentración y apoyando sus manos en la tierra alrededor de donde estaba sentada empezó a llevar a cabo lo que se había planteado, sus manos empezaron a cubrirse del color de aquel terreno, un tono café oscuro que daba la sensación de humedad al ser tierra fresca, luego sus brazos tornaron el color verdoso de las hojas de aquellos arbustos a la altura de donde comenzaban sus ramas.

 

Los cambios se iban dando pero sentía que aún no lograba hacerlos del todo ya que la piel bajo su cuello seguía de su tono blanco característico, así que haciendo un esfuerzo más logró que el verde se extendiera hasta su rostro totalmente, además logrando hacer que sus ojos se vieran de color café oscuro como las pequeñas ramas que sostenían las hojas para que si eran vistos no levantaran sospechas.

 

La única cosa ahora que la delataba era su ropa, pero lamentablemente no poseía su varita ya que la Arcana se la había pedido, entonces retirando la túnica negra que la cubría se ubicó dentro de aquellos arbustos de modo que su ropa no se notara sino simplemente sus brazos que sobresalian de aquellas plantas pero que ahora se confundían con las mismas al igual que su rostro y cabeza, esperaba que de esa forma pudiera pasar desapercibida para mostrarle a Amara que había tenido éxito en su tarea.

[Kahlan Blackthorn]

La serenidad poco a poco, se apoderó de la Black Lestrange. Pasajes agradables se proyectaron en su cabeza, vivencias que creyó extintas afloraban en ella y le permitían seguir mutando su anatomía. Su dorada cabellera cambio de color a verde oscuro, desde la raíz hasta la punta, adoptando una postura rígida no se movió en lo más mínimo—Es parte de mi —siseó recordando las enseñanzas de Sauda. Cuando le enseñó a comprender que la pequeña ardilla, tenía el mismo derecho de vivir que la vampiro. Su sonrisa desapareció en el acto, siendo suplantada por una fina linea roja que se extendía por sus labios y los delineaba con suavidad.

El cambio era externo e interno, porque desde que podía recordar su cabello y facciones se venían suplantadas por rasgos animalizados. Nariz de puma, ojos de lince y rostro de guepardo, ¿cómo era posible que su raza vampirica, le permitiera mutar de ese modo a placer y muchas veces de forma inconsciente?. Dudas y más dudas eran el ir y venir de su infancia y juventud, descontroles que eran enmarcados por rebeldía y cambios de humor, pero nada que ella no supiera sortear con inteligencia.

La Arcana Amara observaba todo lo que sus alumnas estaban haciendo, jamás le incomodo ser monitoreada por sus profesores o mentores. Le agradaba la idea de causar una buena impresión, pero siempre terminaba decantándose, por dejar que ellos se formularan un criterio libre y sin la influencia de la Nigromante. El poseer cuatro habilidades, quizás le daba más poder del que jamás se imagino que podría controlar y estaba a nada de aumentarlo considerablemente. El verse en otro tiempo le resultaba prácticamente sencillo, debido a las visiones constantes que tenia y aprendió a interpretar sin problemas.

—Parece que lo he logrado —pensó sin emitir una sola palabra, no era buena idea darle una pista a la mujer de donde ubicarla. Era divertido jugar a las escondidillas, camuflajeándose con el entorno y siendo parte de un hábitat que le recibía con los brazos abiertos o al menos eso parecía. Ser un guepardo gracias a la Animagia, le ayudo sin lugar a dudas a comprender como es la vida lejos de las comodidades, atreviéndose a mostrarse como realmente era y no truncar su camino con barreras inútiles que impedían conocer más allá de las limitaciones que alguna vez tuvo en su pasado.

[Amara Majlis]

Tras varios intentos de sus alumnas por lograr hacerse uno con la naturaleza pudiendo pasar desapercibidas, ambas lo habían logrado tras su intento número diez, el juego de las escondidas había sido totalmente divertido, habían pasado una tarde en la que se habían divertido sin ver que ambas habían logrado dominar casi al 80% la habilidad, para hacerlo al cien por ciento, tanto Juve como Dennis debían presentarse a la prueba de las habilidades. Se le quedo mirando a la joven Delacour, le dedico una sonrisa sincera, pero no se dirigió a ella, en su lugar las palabras fueron para la miembro de la familia de metamorfomagos, ya que por aquel lugar habían pasado varios Black Lestrange.

—Señorita Black Lestrange, usted y yo nos debemos una conversación en mis aposentos. Sera tan amable de adelantarse a mis aposentos, en aquel lugar encontrará una tetera de porcelana con agua caliente en su interior, haga el favor de servir dos tazas, en seguida la alcanzare. —le pidió mientras extendía su mano ofreciéndosela a Dennis.

 

En cuanto esta la tomo comenzó a caminar por los jardines del Ateneo dejando a la Black Lestrange atrás.Durante su trayecto, Majlis le hizo preguntas a Dennis sobre su situación anímica y física, en una de esas preguntas amara se le quedo mirando por mucho tiempo para después agregar:

—Me imagino que usted tiene pareja o alguien rondándole. ¿Está lista para la prueba de vinculación con el anillo de metamorfomagia?

Amara esperó la respuesta de la matriarca de los Rambaldi, para después decirle que podía irse a descansar a casa, le estaría esperando al amanecer del día siguiente, así que mientras la joven rubia se alejaba de aquellos terrenos buscando descansar, la Arcana regreso a su morada, donde se encontró a Juv que le esperaba en su interior.

—Dennis ha decidido irse a descansar, hablando de descanso, háblame más de ti. —Amara tomo asiento en una mecedora de madera, dejando libre a su lado derecho un sofá tapizado de terciopelo negro, el cual era muy cómodo. —Anda cariño, toma asiento, quiero saber todo de ti, tu infancia, tus primeros cambios, todo lo que desees compartirme.

El té que Juv estaba bebiendo la dejaba vulnerable, Amara lo había usado para poder ver al interior de ella, sus más profundos recuerdos sobre cómo se habían dado sus primeros cambios. La información obtenida de aquellos recuerdos le permitirían ver si aquella mujer estaba calificada a esa altura para hacer su prueba.

[Dennis Delacour]

La rubia había dedicado gran parte de aquel juego de escondidas para ver cuantas veces podía cambiar y adoptar aspectos y colores que le permitieran hacerse parte de aquel paisaje para pasar desapercibida a los ojos de cualquier mago de ser necesario. Cuando la Arcana estuvo satisfecha con el trabajo realizado por ambas brujas dio por terminada esa tarea. La verdad es que se había divertido tanto como en su infancia, y el estar enfocada en lograr los cambios necesarios para camuflarse con el entorno se había olvidado de todo lo demás dejando de lado incluso las preocupaciones de su vida diaria.

 

Cuando se acercó nuevamente a Amara ya había vuelto a su apariencia normal y los únicos rastros que quedaban de lo realizado anteriormente eran unos cuantos vestigios de tierra del lugar por haber estado sentada entre los arbustos. La mujer frente a ella le dedicó una sonrisa lo que le hacía pensar que la actividad realizada por la rubia había resultado de la mejor manera. Escucho las palabras dirigidas a Juv y luego procedió a tomar la mano que la Arcana le ofrecía para junto a ella caminar por aquellos jardines mientras compartían una conversación.

 

— Mi ánimo es el mejor actualmente, se han pasado momentos difíciles pero se sigue en pie, y en cuanto a la parte física creo que estoy atravesando un buen momento a decir verdad — hablaba respondiendo a las preguntas de Amara, era cierto que venía de momentos duros por lo del bando pero no era algo que pudiese comentar y menos en los terrenos de la universidad, no sería muy bien visto que la directora de la oficina del ministro además de profesora de un libro dentro del ateneo perteneciera a la orden del Fénix por lo cual era mejor no tocar ese tema.

 

La ojiazul se sorprendió un poco ante el comentario que siguió acerca de su vida sentimental, pero suponía que todo se debía a que todo el entorno de una persona influye en cómo desarrolla su habilidad. Sus pensamientos de inmediato trajeron la imagen de la ojigris, aquella persona la cual alegraba su corazón y sus días con su presencia. La sonrisa se dibujó en su rostro y pudo ver como su cabello había cambiado algunos mechones de color por un tono oscuro cuando tuvo que retirarlos de su cara. — Si tengo pareja y es una de las personas más importantes de mi vida junto con mi familia — respondió la Delacour con una sonrisa que no dejaba duda alguna a la certeza de sus palabras.

 

De pronto le soltó la pregunta que había estado esperando desde su llegada. — Estoy lista para ello — dijo sin dudar ni un segundo, sabía que estaba lista para afrontar aquella prueba, tenía la seguridad de que pondría su mayor esfuerzo por alcanzar su objetivo. Atendió a las palabras de Amara y después de agradecerle por su tiempo y ayuda aquel día se despidió de ella con destino a la mansión Delacour, necesitaba un tiempo de meditación y descanso para prepararse para lo que vendría al amanecer del próximo día.

[Kahlan Blackthorn]

—No me gusta hablar de mi persona, no lo consideré una falta de confianza o amabilidad. Pero he aprendido a decir lo mínimo de mi persona, ya sabe lo primordial y el resto lo dejo dentro de un baúl cerrado a piedra y lodo —expresó la rubia meciendo la taza en sus manos. El beber esa clase de infusiones, no era de su agrado, al menos no del todo y prefería beberse una buena copa de bourbon o vodka. La mirada de la Arcana era afable, pero no por eso menos lapidaría a la hora de intentar obtener información de la Black Lestrange. Esconderse como un conejo dentro del sombrero de un mago, no le serviría de nada, porque finalmente tendría que salir para darle impacto a dicho truco.

—Me fui de mi casa a la edad de 13 años, no recuerdo mucho de ese tiempo. Antes de eso, podía cambiar partes de mi cuerpo, ya sabe el color de los ojos, adquirir facciones de animales como felinos y lo mas impresionante, al menos para mi era que al despertar sobre saltada mi piel se mutaba de una forma especial, cubriéndose de escamas negras y simulando ser la de un reptil. Jamás se lo conté a mi padre, no por temor, sino porque jamás hemos tenido una relación amena. No me gustaba seguir las reglas, no es que el las impusiera o algo similar, pero desde siempre nuestros caracteres chocaron —desvió su vista hacia la taza.

Se resguardaban celosamente sus pensamientos, detrás de la barrera oscura que creo gracias a la Oclumancia. Pero delante de ella estaba una mujer sumamente sabía, no le iba a servir de nada emplear esa clase de defensa, porque todos los arcanos eran expertos en librar cualquier clase de barrera u obstáculo—Gracias a Alanna, pude conocer un poco mejor la metamorfomagia. Ella tenía cambios similares a los míos, pero ella no tuvo el valor de enfrentarlos del todo. Ya sabe, miedo al que dirán o a ser juzgada por su familia, amigos y su pareja. Pero algo me enseño, aceptarme como era y ser auténtica, creo que por eso nunca me atemorizo mostrarle los cambios que tenia, aunque el de la piel de reptil es un secreto que conservo sólo para mi —terció una lóbrega sonrisa en sus labios.

Una de sus orbes lapislázulis cambió de color a un verde intenso mientras que la derecha se oscurecía atenuando su color en un azul profundo y enigmático. Las pruebas que los arcanos anteriores le impusieron a través de la pirámide, no hicieron más que endurecerla de una forma certera—Me interesa aprender a controlar y conocer donde se originan esos cambios. ¿Por qué desde pequeña los pude realizar y ante todo, como es que ocurrían sólo en situaciones donde mi ira era mucho más grande y destructiva —le traía gratos recuerdos sacar esos temas a colación. Era como remover toneladas de odio y coraje, combustible que la impulsaba a demostrar que nada podía vencerla o hacerla ceder ante cualquier ataque contra ella.

—Siempre me considere un ser nocivo, no tóxico como tal, pero si capaz de causar daño irreparable en los que me rodean. Cuando siento más enojo mis ojos cambian de color, mi piel se endurece como la de un cocodrilo y mis facciones se vuelven felinas, tal vez sea un cambio por mi estado de ánimo. Pero cuando sucedió en mi época de estudiante, no puedo negar que me causó problemas con los que se consideraban mejores que yo, mate a un par de compañeros sin desearlo o posiblemente si, anhelaba ver su sangre correr y saciar la sed que tenía por dicho liquido vital —ladeaba la cabeza, aquello escapó de sus labios como lo hace una liebre, al saltar dentro de su madriguera, evitando a toda costa ser cazada para se la cena de algún animal hambriento o algún cazador furtivo que trasgredía la ley.

Black Lestrange se mantuvo centrada en su relato, pero no ahondó en el tema más espinoso de su pasado. El que trataba de aquel joven que era similar a ella, al menos en el exterior, porque internamente eran dos polos completamente opuestos y eso no le preocupaba en lo más mínimo a la Nigromante. Lo consideraba un plus a su favor, el cual sería aprovechado al máximo en el momento justo—Creo que me destacó por varias cosas, pero de momento esta nueva habilidad que descubrí en mi desde hace años, no me es del todo clara y por eso recurro a usted, para aprender de donde surge y como hacerme una con ella y explotarla plenamente—echándose contra la pared se perdió en sus recuerdos, esperando que lo relatado le fuera de ayuda a Amara.

Editado 2 de Abril del 2019 por Juv Malfoy Croft

[Amara Majlis]

Amara no tenía dudas, tras la pequeña conversación con la Black Lestrange y ver como realizaba cambios básicos en su aspecto, los cuales no le costaban trabajo mientras conversaba. Ella estaba segura que la rubia era capaz de realizar sin problema alguna la prueba para vincularse con la habilidad, así que mientras escuchaba sobre la joven Alanna y lo bien que le había ayudado que amabas tuviesen los mismos cambios para aceptarse tal cual era. La argeliana bebió un sorbo de su infusión mientras asentía comprendiendo las palabras que la más joven le decía durante todo su relato.

—¿Lo de la piel de reptil es en sentido figurado? —le pregunto mientras le dedicaba una sonrisa grande. —No eres una persona nociva, quizá eres una pequeña incomprendida, lo que me alegra de todo esto que me has dicho, es que has podido controlar la metamorfomagia para que tus cambios de carácter no te hagan cambiar de aspecto.

Amara se levantó de la silla en la que se había encontrado sentada y camino al centro del lugar, su varita de madera se convirtió en un bácu.lo con el que apareció un portal mágico.

—Pequeña Black Lestrange, te encuentras lista para realizar la prueba de la habilidad. Es momento que crucemos juntas el portal para encontrarnos con Dennis. Si tu respuesta es afirmativa cruza el portal, en seguida estaré contigo y con la joven Delacour.

[Kahlan Blackthorn]

—No, no es para nada en sentido figurado —respondió certera—Puedo tener la piel de un cocodrilo o de un dragón de komodo. Se que puede sonar completamente desencajado de la realidad, pero Alanna se dio cuenta de ese cambio en mi, nunca lo juzgó o considero algo digno de ser criticado o mal visto —dejando la taza de lado. Le causaba cierto receló hablar de su desaparecida amiga, pero sabía que algo de ella vivía dentro de la Black Lestrange. Porque al morir lo hizo como una metamorfomagia con las facciones felinas de una pantera negra y los ojos castaños de un lince, rápida y certera, pero eso no le libró del abrazó que la muerte lanzó sobre su anatomía.

—Creo que nací lista o eso es lo que me dijo, Alanna. Pero no deseo ahondar más en esa parte de mi vida, porque no es bueno revivir pasajes tan privados. Y si deseo enfrentar la prueba, para poder vincularme con la habilidad —se levantó del camastro acomodando su chamarra de piel oscura. Sus orbes azul oscuro volvieron a mutar de color, dejandole con uno verde esmeralda que brillaba como un lucero y el otro se acentuó en una tonalidad azul profundo como el mar que se ve azotado por una severa tormenta—Mi carácter suele ser demasiado lapidario y certero, pero no afecto en lo más mínimo mi conexión con la metamorfomagía —respondía ante la intervención de la Arcana.

Desde siempre supo como calmar sus temperamento, al menos este no sería el detonante para que algún cambió se hiciera presente en su aspecto. Asintiendo ante la petición de la mujer, estaba más que decidida a enfrentarse a la pirámide. Le conocía a la perfección, aunque con cada nuevo reto solía ser más cruel y desafiante. Era una Black Lestrange, corría por sus venas un liquido vital que le permitía lanzarse al vació sin temor a perder la vida o romperse la cara contra el suelo. Abandonando la morada de su mentora, emprendió el camino hacia la edificación que le pondría a prueba.

[Emmet Haughton Gaunt]

Su aplicación habían sido aceptada por parte de la Dirección de la Universidad. El vampiro comenzaría el estudio de una nueva habilidad y, la elección para este caso, había sido la que correspondía a la Arcana Amara. La Metamorfomagia le había atraído desde sus comienzos en el colegio. Profesores y poderosos magos y brujas, que sabía aprovechar esta habilidad, habían sido sus educadores y le permitiron ver algunos detalles de aquella magia. Pero, sabía muy bien, que no se limitaba solamente a cambiar de color, tamaño, forma, etc. Por ese motivo, y la búsqueda de conocimiento, era por lo que hoy estaba recorriendo su camino hacia el Ateneo de Habilidades.

 

Los aposentos de la Arcana estaba ubicado en la choza que se encontraba en los jardines de la construcción. Jardines hermoso y gigantescos que adornaban el lugar con miles de colores y perfumes que denotaban el comienzo de la primavera.

 

Caminó algo torpe por el sendero. La mezcla de ansiedad y nervios siempre estaban ahí a la hora de emprender una nueva habilidad. Un poco menos nervioso que su primera vez, pero era un nuevo mundo por descubrir y eso le generaba muchas sensaciones al mismo tiempo.

 

Mientras se acercaba a la cabaña de la Arcana, recordaba lo que había escuchado de ella. muchos conocidos, que ya poseían la habilidad y la dominaban, le comentaron cosas muy positivas de la mujer. Eso lo tranquilizaba un poco ya que no tendría que lidiar con alguien de mal genio o carácter podrido.

 

Estaba a dos pasos. Se detuvo, respiró hondo dos veces y llamó a la puerta con tres pequeños golpecitos.

 

- ¿Arcana Amara? Soy su nuevo pupilo. Emmet Haughton Gaunt.

 

Dijo el vampiro desde afuera. Si la Arcana se encontraba dentro seguro iba a estar esperándolo por el aviso que la Directora le había dado.

[Amara Majlis]

Amara llevaba varios días cultivando un pequeño huerto al que le dedicó varios minutos al día para matar el tiempo con algo de provecho. Había dejado al fuego una pequeña olla con agua y algunas especias, deseaba hacerse una deliciosa sopa de verduras para comer ese día mientras esperaba a su pupilo, el cual le habían dicho desde dirección que iba a llegar aquella tarde.

—Lo estaba esperando Señor Gaunt.

La argelina le sonrió al vampiro, mientras podía olfatear el delicioso aroma de lo que había puesto al fuego, aquella mañana se había dedicado a cosechar las verduras que tenía sembradas en la parte trasera de su choza, tenia mucho tiempo para dedicarse a cultivar algo de alimentos cuando no tenía alumnos a los cuales transmitirles sus conocimientos de acuerdo a la habilidad que representaba. Tenía un overol de mezclilla totalmente lleno de tierra y en sus manos tenía varios vegetales entre los que había papa, zanahoria y otras verduras más que crecían de la tierra.

—¿Quiere pasar al interior?

Preguntó mientras la puerta de su vivienda se abría permitiéndole a ella entrar para dejar los vegetales aun con tierra sobre la mesa. Tomo un par de los vegetales que había dejado en la mesa para lavarlos, desinfectarlos y después picarlos en cuadritos para su cocción, desde el interior miraba al vampiro como invitándolo a pasar. Con él iba a ser la primera persona con la que iba a comer en lugar de tomar un poco de infusión para tener una pequeña conversación sobre lo que le interesaba de la habilidad, lo que esperaba de ella y lo que la propia habilidad podía darle.

—Emmet, ¿qué es lo que esperas de la habilidad?

[Emmet Haughton Gaunt]

El vampiro inclinó su cabeza en muestra de agradecimiento por haberlo invitado a pasar a la choza. Emmet siguió a la Arcana mientras dejaba atrás aquél delicioso aroma a verduras que se estaban cocinando en el fuego. Muchos pensaría que, por su naturaleza, estaba todo el día bebiendo sangre y comiendo carne cruda pero no era así, debía llevar una dieta balanceada para poder mantener su organismo inmortal en funcionamiento.

 

El interior de aquella vivienda trasmitía paz, silencio y mostraba un perfecto equilibrio en el ambiente.

 

¿Acaso eso era lo principal en la habilidad?

 

El ambiente en el que se desenvolvían los Arcanos, sus formas de ser y las personalidades de los mismos, denotaban muchas características de las habilidades que enseñaban dentro de los terrenos del Ateneo. En este caso, por lo que podía ver el animago a simple vista, la Metamorfomagia demandaba un cierto equilibrio en los cambios que se podían llegar a producir. Aunque no se quería adelantar a los hechos si aún ni había empezado el estudio de la misma.

 

- Verá, Arcana, podría decirle que espero poder hacerme con la habilidad de cierto modo para aumentar mi poder y demás cosas que muchos repiten. Pero en realidad es una de las ramas que me ha llamado la atención desde que escuché hablar de ella en mis días de colegio - le dijo mientras tomaba asiento en un módico almohadón que allí había - Es más, mi profesor de transformaciones era Metarmorfomago y siempre nos jugaba bromas con los cambios que él mismo podía hacer sobre su cuerpo ... desde allí que me ha llamado la atención y espero poder comprender y aprender el porqué y la utilidad de dichos cambios.