Metamorfomagia

[That is not my name]

La escena continuaba como si no estuviera presente, me quedé un poco extrañado así que, en un instante, salí de la habitación. Me recargué en la puerta cuando la cerré detrás mío y cerré mis ojos, no quería guardar nada en mi memoria de lo que acababa de presenciar, simplemente quería darme el tiempo para pensar en lo que me había metido.

 

Un parto, había sucedido un parte en medio de aquella habitación. No sabía exactamente si tenía que dirigirme con el resto de arcanos, con alguien que fungiera como enlace entre la universidad y quienes impartían clases, contactar al Ministerio de Magia, algún departamento. No, todo era demasiado bizarro, sobre todo por el comportamiento de ambos magos que logré identificar en ese lugar, Cissy y Zack. ¿Acaso eran profesores de la universidad? Y aunque lo fueran, esta sección era del Ateneo, de los antiguos magos arcanos, de los Uzza, no debían de intervenir... ¿o si?

 

Dejé que el peso de mi cuerpo cayera por completo hasta quedar sentado en el piso, resbalándome por la puerta y acomodándome en aquel sitio. Jugaba con mi varita en el suelo Y arreglaba mi ropa esperando a que el tiempo transcurriera. ¿Había sido la elección correcta la metamorfomagia? Es decir, no dudaba de que aquella antigua forma de magia fuese una elección correcta para mi, lo traía en la sangre literalmente, pero lo que había presenciado... ¿por qué no irme con mi segunda opción, con la animagia, cuando era la habilidad más solicitada con la apertura de esta sección?

 

Resoplé mientras echaba mi cabeza hacia atrás, recargándose en la puerta, no podía echarme para atrás ya que se habían hecho todos los movimientos necesarios para la ocasión y, tampoco era como si me gustara perder galeones, tiempo, esfuerzo y todo lo demás involucrado porque no estaba entendiendo la situación. Necesitaba dejar de pensar.

[Amara Majlis]

La mirada de Amara se concentró en el Ivashkov durante un par de segundos, mientras negaba lentamente, ¿no podía o no quería? era tan sencillo como eso, y ella mejor que nadie lo sabía. Conocía la condición vampírica del mago, desde el instante en el que se había presentado a su hogar, y también le habían informado del carácter poco colaborativo que podía llegar a tener, pero eso no le importaba de momento, porque si deseaba ser instruido en la metamoforfomagía, tendría que demostrar ser digno de poseerlos.

— ¿No puedes? Me dijeron que fuiste sanador durante mucho tiempo y sé que para ello tienes que estás en contacto con la sangre. sé que puedes Zack, así que espero que ayudes al menos un poco a Cissy en esta prueba, por qué en dado caso... ¿por qué serías digno de ser mi aprendiz? ¿Qué ganaría la humanidad con tu habilidad? —las preguntas que le lanzó al pelinegro fueron mucho más directas que las que le dio a la Macnair.

Se giró hacia la bruja y esbozó una sonrisa amable; lo había logrado. Estaba transmitiendo su magia a las heridas de la mujer, logrando que estás poco a poco fueran sanadas, generando un dolor a ambas, pero la alegría de saber que el bebé podría nacer sin mayores complicaciones. Se acercó un poco más a ella y con un movimiento de su mano, colaboró con ellas para acelerar el proceso de curación, al menos en la parte en la que Cissy comenzó a entrar en pánico al ver las heridas reabrirse.

—Excelente trabajo Cissy, ahora puedo estar segura de que Zack puede ayudarte… al menos hasta que vuelva, porque creo que tendremos prontamente un nuevo compañero. —añadió con cautela— Espero que al menos demuestres porque eres digno de aprender Ivashkov, no tardo.

Salió una vez más de la habitación y con un movimiento de su varita mágica, abrió el has de la noche, un poder originalmente de los Uzza, pero que ella había aprendido años atrás, para abrir un portal y atraversarlo para aparecer fuera de su vivienda. El mago que se habría atrevido a ingresar sin permiso, observaba con cautela la situación, por lo que, con un movimiento de sus manos, logró que este entrara en un trance, el cual lo había creer que se encontraba en el mismo sitio que sus otros dos alumnos.

Permitió que observará los movimientos de los dos, y que se sintiera como si en realidad estuviese allí, hasta que observó cómo se dejaba caer en la puerta e intentaba concentrarse realmente, ¿le había afectado la situación? Al parecer si, era el momento adecuado para hacerle notar su presencia y saber qué hacía allí.

— ¿Cómo crees que te sentirías si realmente estuvieses allí? Además, es curioso ver como ingresan a mi morada sin pedir permiso, algo que al menos Cissy y Zack no hicieron, ¿quién eres? ¿Qué deseas de mí? —la última pregunta era retórica, porque conocía la respuesta, pero poco le importó.

Necesitaba respuestas, porque hasta el momento dos de los nuevos pupilos no habían demostrado realmente ser dignos de la habilidad, ¿solamente Cissy lo sería? Era algo que pronto lo descubriría, por lo que con una media sonrisa en los labios, lo observó y esperó sus respuestas, al ver que estás no llegaban, nuevamente volvió a usar su varita mágica, para abrir el has de luz.

En esta ocasión, los llevó de regreso a San Mungo, y jalándolo un poco de la mano, logró que ingresarán los dos a la habitación del hospital, en donde los dos magos seguían presentes.

— Tienen nueva compañía, espero que alguno me responda ¿qué es exactamente lo que se logra al utilizar correctamente la metamoformagia? ¿Por qué es qué es importante demostrar que la merecen? —preguntó con voz totalmente amable, mirando a los tres— Cissy, felicidades. Hiciste todo correctamente, eres una bruja afortunada y digna, ¿crees que estás lista para presentar la prueba para poseer el anillo que te ligue por siempre a la habilidad? —sorprendió a la Macnair con la interrogante.

Mientras tanto, seguía esperando que Zacke Ishaya, respondieran a sus anteriores preguntas.

[That is not my name]

- ¿Si realmente... estuviera ahí?

 

Había regresado a la realidad, me levanté en seguida cuando la bruja arcana me dirigió la palabra y mi mirada buscó algo que notara familiar. ¿Que había pasado exactamente? Podría haber jurado que me encontraba llegando al lugar donde se impartía el aprendizaje de la habilidad metamorfomágica, pero ahora duda incluso de que estuviéramos solos en aquel momento.

 

Yo no tenía estudios de sanación, lo único que había pasado por completo era la clase de primeros auxilios para no ser un completo estorbo cuando mis compañeros, amigos o familiares se encontraban en alguna situación compleja, difícil de manejar; pero atender un parto, jamás, no tendría las licencias necesarias para atender esa emergencia, solo era un mago promedio más.

 

- Disculpa que no haya pedido permiso, - proseguí - pensé que había sido una autorización por parte del Atenea el que me hayan aceptado, supongo que es la costumbre que tenemos nosotros, los magos europeos en general por creer que tenemos privilegios en todo sitio al que vamos. Permítame extenderle la invitación a que no juzgue a todos como yo me he comportado, - incliné un poco mi cabeza, bajando la mirada al suelo - créame cuando le digo que podemos, puedo, aprender de los errores.

 

No se podían borrar las acciones, ni modificar el pasado, lo único que me quedaba en esa situación era mostrarle el respeto que se merecía y que, de cierta forma, había quebrantado. Al final la decisión de proseguir sería de la guía Arcana, no mía, nunca había sido mía.

 

- Mi nombre es Mirshka Dupont, conocido en Inglaterra como Ishaya Tonks y, si me lo permite, me encantaría poder aprender a utilizar la metamorfomagia, es... un deber de sangre.

 

No esperaba alguna otra palabra suya, así que la seguí hasta San Mungo (o eso era lo que entendía por el entorno al que llegábamos) y entendí que aquello no sería como mi entrenamiento con la Orden del Fénix, como cualquier otro tipo de conocimiento, el poder debía de ser distinto... porque ese tipo de magia, antigua y misteriosa, lo era.

 

Antes de poder contestar las interrogantes de aquella bruja, lanzó un comentario hacia Cissy, lo que provocó en mi una leve sonrisa. En definitiva estaba frente a una situación poco común, un camino que me dejaba expectante. Esperé a que Cissy le respondiera antes de hablar.

 

- Porque es un tipo de magia peligrosa, - intentaba que mi voz sonara en un tono suave pero firme - el jugar con la fisionomía, la propia, resulta un campo demasiado desconocido todavía. En la persona equivocada - decía mientras que, involuntariamente, miraba a los otros dos aprendices - resultaría en algo catastrófico... asesinatos, tortura, secuestros... pero no caeré en la ética ni mucho menos en la moral, supongo que cada uno decide si es para un bien mayor o para uno personal.

 

Hice una breve pausa mientras regresaba la mirada hacia la Arcana.

 

- No sé si lo merezca, si le soy honesto, he tenido mis altibajos durante toda mi vida como cualquier otro ser humano, tomado decisiones incorrectas y tropezando muchas veces. No soy perfecto, soy humano. Lo que quiero es poder hacer lo mejor con lo que tengo, llegar a un bien mayor, común, pero en la retaguardia... no estoy hecho para ser un líder, alguien a la que la gente sigue, soy un peón más...

 

Guardé mi varita en ese momento, mientras seguía hablando, entre mis ropajes, dejando de mostrarme en posición defensiva si es que así lo había estado tomando Amara.

 

- Esa es mi respuesta a sus dos preguntas, ya considerará si le es suficiente porque no tengo otra respuesta, le hablo con toda la verdad.

[Cissy Macnair]

¿Isahya había estado ahí o no? Ahora lo dudaba, quizás por el cansancio que sentía. Amara estaba muy segura de que Zack podría ayudarme, de que juntos podríamos trabajar para aprender Metamorfomagia y utilizarla para algo bueno y productivo en la vida, pero yo veía que Ivashkov estaba algo... pálido, más de lo normal.

 

Luego de aquello, Amara se fue y regresó, ahora sí, con Ishaya en modo físico al lugar. Antes, probablemente, había usado alguno de sus poderes de Arcano o cosas así para desaparecerse y volver con Zack. En esta ocasión, había hecho lo mismo, pero antes de eso ella le había mostrado a Ishaya nuestra ubicación, quizás utilizando otro de sus poderes. Me preguntaba qué tanto alcance tendría su magia, qué tan vieja era y qué tan poderosa, porque hasta ahora se había limitado a hablar y mostrarme algunos "trucos".

 

-Un cambio- respondí a la pregunta de la Arcana sobre qué se lograba al utilizar la Metamorfomagia-. No un cambio cualquiera, es un cambio más profundo que la propia apariencia. Ahora sé... comprendo... que usted lo ha estado utilizando para ayudar a las personas- dije, mirando de soslayo a Ishaya, quien se nos había unido en la sala de emergencias de San Mungo-. Usted... no le enseñaría esta magia a cualquier mago o bruja. He tenido que demostrar mi determinación y compromiso para que quedara convencida, de que este poder es algo que respeto y no algo que usaré para... jugar o tontear- hice una pausa, me costaba hablar porque todavía me sentía agotada y podía sentir las gotas de sudor en mi frente, frías.

 

Me senté un momento en la silla que había junto a la cama de la mujer que había parido, donde ella ya sostenía a sus bebé con amor y le daba el pecho, mirándonos, entre agradecida y sorprendida por lo que había pasado. Probablemente tan o más agotada que yo.

 

Miré un instante a Amara. No tenía idea de que me esperaba una prueba, de que tendría luego un anillo que me enlazara a la habilidad y a la Arcana. En cierta forma, eso me asustaba mucho... muchísimo.

 

-Sí- dije, con la mayor de las firmezas de las que fui capaz-. Estoy lista para la prueba.

[Zack Ivashkov]

Zack ni siquiera se atrevió a responder al incentivo que le daba Cissy. Él estaba ido, ese lapsus lo dejó paralizado sin reaccionar ante la situación que tenía al frente. Sin embargo, tras volver en sí, pudo notar el descontento de la Arcana tras su rechazo a colaborar con el parto de la mujer que hasta entonces se mantenía quejándose en la camilla sin comentar nada sobre el comportamiento de los otros tres que la rodeaban. Las acusaciones de quien estaba a cargo de aquél adiestramiento comenzaban a salirse de lugar, provocando que saltara esa parte del vampiro que no le costaba mucho ocultar, una que lo ponía en una posición capaz de llevarse al mundo entero por delante, incluyendo arcanos.

—Hace días que no me alimento de sangre, lo cual pone mis sentidos al máximo cuando entro en contacto con ella, como está sucediendo en este momento— Tragó saliva poniendo el puño junto a sus labios, como si a la vez la mano le ayudara a evitar detectar el olor de la sangre. —En mi período de sanador iba preparado para tal escenario, a diferencia de ahora que no tenía idea de encontrarme con esto. De hecho, soy tan inexperto en el tema que no comprendo cómo es que Cissy pudo aplicar la metamorfomagia en alguien más que no sea ella misma, creí que eso era imposible— Para entonces ya se había acercado a la Arcana. Hablaba con tranquilidad aunque lo que más deseaba era soltarle cuatro gritos y largarse de ahí, aunque solo llevara un par de minutos.

—Ojalá su sabiduría tuviese más alcance como para saber los motivos de su interrogante. Desconozco si soy digno de muchas cosas, pero sí tengo muy claro que en diez minutos que comparta conmigo no sabrá si merezco o no una habilidad. Así que me temo que no obtendrá la respuesta que espera— Mientras él hablaba Cissy se encargaba de la mujer. Desde ahí podía ver como las heridas se iban cerrando. La sangre no se iba con los daños, quedaba y su esencia se hacía cada vez más fuerte. Asumió que si se mantenía ocupado respondiendo a la Arcana, entonces podría ignorar por completo el hecho de que estaba a punto de causar un desastre en la habitación.

—No hago planes con lo que no tengo aún. Si de la habilidad sacaré algo positivo o no, he de comprobarlo una vez obtenga los conocimientos. De todas formas, asumo que al ser usted una mujer tan preparada podría indicarme de una vez por todas si estoy perdiendo mi tiempo aquí, digo, con la videncia podría comprobar si le será de utilidad mi metamorfomagia a la humanidad— ocultar su prepotencia le estaba resultando imposible, más que nada por el hecho de que la Arcana lo estaba juzgando de entrada, por negarse a hacer algo que desconocía o que podía resultar mortal para la paciente y su bebé.

Cuando la mujer abandonó la habitación, excusándose por la posible inclusión de un nuevo pupilo, el Ivashkov rodó los ojos. Le vendría bien dejar de percibir la presencia de aquella bruja un rato, quizás eso aligerara tensiones. Y a la vez, observaba el encantador acto de cómo llegaba una persona al mundo, Cissy lo había logrado. Él se seguía preguntando cómo es que pudo aplicar la habilidad en alguien que no fuese ella misma, para cerrar las heridas específicamente, sin dudas tendría que preguntarlo más adelante. Pero claro, todo dependía de si era “digno” o no.

Para cuando volvió Amara, ciertamente estaba en compañía de un hombre. Ya a Zack le habían dañado el buen humor y las increíbles expectativas que llegaba de la clase, lo que faltaba era un compañero como aquél tipo. No se le olvidaba todo el escándalo que había hecho respecto al Concilio y los primos Ivashkov directamente, aunque no sintiera resentimiento, tampoco es que quería tenerlo cerca.

Se quedó expectante, como si de pronto viniera algo que lo iluminara y comenzara a tener conocimientos para manejar la habilidad. Eso nunca llegó. En su lugar, la arcana pretendía, además, que fueran ellos quienes dieran la clase al soltar esa nueva pregunta. Estaba desesperado porque ella adoptara la posición de instructora, e hiciera su trabajo, instruirlos en el arte correspondiente. Pero en lugar a eso cuestionaba cosas como si fuera una alumna más y ellos tuvieran que enseñar. Zack bajó la cabeza y negó, al menos contuvo las ganas de bufar.

—Dejaré la primera pregunta para mis compañeros. O para usted misma, de hecho yo tengo la misma duda. Si vine a nutrirme de información, no veo por qué he de responder a ese tipo de preguntas que evidentemente no sé— Para entonces ya la mujer lo estaría odiando. Tendría que aguantarlo un rato más, él no iba a desperdiciar dinero yéndose como si nada luego de haber pagado cierta cantidad de dinero para estar ahí.

—Respecto a lo otro… Es muy similar a lo que respondí inicialmente. Es importante demostrar que la merezco para poder obtener los conocimientos del tema. Pero si le sacaré el provecho que corresponde, o si la utilizaré para la humanidad, pues eso lo sabré después. De momento voy un paso a la vez, y ahora solo quiero aprender. Ya luego me ocuparé de discutir conmigo mismo cómo y con quien utilizarla—No tenía nada más que decir. A pesar de querer abofetear a la mujer, se aguantaría porque de una vez iba a reprobar, y tenía muchas ganas de explorar la metamorfomagia.

[That is not my name]

Los dos magos presentes habían respondido para la arcana y esta mantuvo el silencio, tal vez por el cansancio acumulado de lo que acababa de ocurrir en ese lugar, quizá porque estaba analizando profundamente nuestras respuestas, o simplemente porque no tenía nada que decirnos. El silencio también era una respuesta, un modo de mantener la discusión, y eso lo debía de tener siempre en mente.

 

Hace años, cuando llegaba a Inglaterra por primera vez, había logrado encontrar los enlaces familiares y pude enlazar una parte de mi pasado con una única familia, los Tonks. Al investigar más sobre el linaje, pude comprobar que en las últimas generaciones había aparecido el gen de la metamorfomagia, pero no existían los registros de la época donde se juntaba con mi familia. ¿Acaso dicha fortuna se había adquirido después? ¿Será que no era cuestión de herencia si no de aprendizaje? Llevaba tanto tiempo sintiéndome merecedor de la habilidad mágica que en verdad nunca me detuve a pensar en lo que conlleva manejar ese tipo de magia antigua.

 

La llegada de los magos Uzza había sido la primera advertencia de lo que estaba ocurriendo en la sociedad británica contemporánea, el empoderamiento de la biblioteca del Ateneo no era más que el reflejo de la codicia misma de los magos y brujas a mi alrededor bajo la bandera de "preservar la historia de la magia y la magia misma". Y no podía quejarme, nadie lo podría hacer, seguíamos viviendo bajo la sombra de una política gubernamental medieval, alejada de la evolución misma del poder racional.

 

Agaché mi cabeza y cerré momentáneamente mis ojos, la realidad me había golpeado de manera tan rápida que me era difícil de procesar la información. Cissy y Zack eran solo peones dentro del tablero, la arcana era quien estaba en control de la situación. Estaba atado de manos. Perdido.

[Amara Majlis]

Amara había pasado varios minutos hablando consigo misma, sí se había perdido en sus pensamientos, olvidando que se encontraba acompañada de tres pupilos que deseaban continuar con sus aprendizajes cuanto antes. Pero, ella no se los pondría tan fácil, si bien era de las arcanas más nobles que había en la universidad, también era de las más exigentes y no iba a permitir que los conocimientos que décadas de años le habían costado aprender, se vieran tirados a la basura por ambiciosos londinenses que solo buscaban satisfacer sus propias necesidades.

 

Regresó su atención a los presentes y aplaudió ligeramente ante las respuestas que le daban, ¿estaba feliz con ellas? la respuesta posiblemente era negativa, pero por el momento se daría la posibilidad de conocerlos un poco más a fondo, al menos antes de hacerse un juicio sobre ellos. Se alejó un poco de ellos y sacó su varita mágica que en cuestión de segundos se transformó en un bastón traslucido coronado de una amatista azulada.

 

—Entonces harás la prueba Cissy, solamente tengo que recordarte que una vez iniciada no hará retorno y que todo lo que necesitas saber esta en su mente —giró lentamente el bastón e hizo aparecer un par de libros— y quizás estos libros, te puedan ayudar en tu camino, es importante que antes de iniciar los leas detalladamente y me preguntes si tienes alguna clase de duda.

 

Sus palabras habían sido completamente serias, era momento de retornar a su vivienda, volteó hasta sus dos interlocutores y esbozó una media sonrisa. Casi todos de sus razonamientos, sobre saber si eran dignos o no, tenían lógica y más, al pregunarles sobre si serían capaces de utilizar la habilidad, aunque el ambiente que se había formado era un poco hostil, supo que no tenía más remedio que tranquilizar la situación y hacer que todo fluyera nuevamente en paz.

 

Acercándose hasta la mujer y su bebé, esbozó una media sonrisa, se agachó y acarició la cabeza casi pelona de la criatura y murmuro un par de palabras, logrando que de inmediato entrara en un sueño profundo y reparador, para que una sanadora fuese capaz de llevarlo al cunero y atenderlo como era debido, mientras la madre se recuperaba del impacto de la curación y el parto. Miró a la recién estrenada madre y sonrió alegremente, para después tomarla de la mano.

 

—Felicidades, es un bebé encantador... espero que pronto puedan irse del hospital los dos, y perdona nuestra intromisión, es momento de retirarnos —antes de que la mujer hablará añadió— y no tienes nada que agradecer, nos gusta ayudar a la gente.

 

Se alejó un poco de ella y le pidió a los magos que la siguieran, tras salir de la habitación, caminó durante algunos metros entre pasillo y pasillo, hasta llegar al elevador, en donde se introdujo sin temor alguno e indicó a sus acompañantes que hicieran lo propio. Una vez que pusó en marcha el elevador, pensó un par de segundos sus palabras y habló.

 

—Es momento de volver a la universidad, esto solo ha sido una pequeña demostración de como la metamorfomagia puede ayudar a salvar vidas en determinado momento, se preguntaran, ¿por qué es tan importante? Porque no somos nadie, para arrebatar la vida de un ser humano o una criatura, si tenemos la magia a nuestro alcance para evitar ver morir a alguien, debemos hacerlo. Por eso, esta clase no será como se la esperaban. —advirtió con total libertad.

 

Al salir del ascensor, tomó su bastón e hizo un movimiento rápido, abriendo un portal, por el cual indicó a todos que atravesarán. Ese portal, los llevo de nuevo hasta su vivienda, en donde la Macnair tendría el tiempo para leer lo que le ha había dado y podría continuar con la prueba, por otro lado, tendría la oportunidad de conocer un poco más a Zack e Ishaya, para saber como proceder en sus enseñanzas con ellos.

 

Caminó por la habitación, anteriormente usada con la aún peliroja y esbozó una sonrisa, indicándole una silla que podía tomar si gustaba, mientras se centraba en sus dos pupilos, deseando pronto terminar con eso, porque sentía como dentro de nada, tendría que ir a ayudar con la organización de una gala benéfica en donde se venderían algunos cuadros que había donado, pero que deseaban que ella subastara.

 

—Zack e Ishaya, ¿qué es la metamoformagia? es la pregunta que en realidad les debí haber hecho desde el inicio, ¿qué beneficios se pueden obtener con ella? Espero que hayan puesto atención a Cissy en San Mungo, o que al menos hayan investigado un poco sobre mi, y podrán responder la segunda pregunta sin problema alguno.

 

Se alejó de ellos y fue hasta la pecera en donde su mascota descansaba, con una sonrisa en los labios, cambió sus ojos nuevamente a color miel, logrando que la oruga también mutara a este color, sin siquiera tocarla, mientras esperaba la respuesta de sus acompañantes, tomó entre sus manos algunas fotografías suyas que aún tenía que ordenar y que era precisamente a lo que la ayudarían.

 

—Mientras responden, me ayudarán a ordenar ese par de montones, espero puedan hacerlo de manera cronológica, aunque no cuenten con fecha, la mujer es la misma pero en diferentes edades, así que podría ser sencillo, ¿pueden? —preguntó con curiosidad.

[That is not my name]

¿Acaso... había aplaudido? Me ponía en una situación bastante difícil aquella bruja Arcana, comportándose de una forma que no creí posible de alguien que enseñara una de las habilidades más peligrosas a mi consideración. Estaba complacida, por lo que veía, con la forma de actuar de Cissy Macnair y me hubiera encantado estar presente para saber exactamente lo que estaba ocurriendo, lamentablemente había sido aceptado mucho después que mis otros dos compañeros para poder asistir ante la presencia de Amara.

 

Y dudaba de haber tomado la decisión correcta.

 

Una sonrisa a la mitad quedó en el rostro de aquella bruja y se dirigió hacia la mujer que había dado a luz, dándome el tiempo necesario para poder reaccionar ante lo que tenía enfrente sin tener que preocuparme porque alguien prestara atención en mi. Estaba confundido, le había comentado a la recién madre que estábamos ahí para ayudar, pero solo habían asistido a un parto, o al menos eso había entendido. ¿Cómo era que se relacionaban una cosa con la otra? ¿Algo natural con una habilidad mágica?

 

No pude encontrar una respuesta que me satisficiera antes de que siguiéramos por los pasillos de aquella institución a Amara, quien nos había indicado que la acompañáramos; nos seguía indicando por medio de un breve discurso que no sería una clase normal, y eso era algo que ya nos había quedado claro, pero seguía metiendo la vida y la muerte dentro del aprendizaje de la habilidad. Creo que me había perdido de algo importante a mi llegada.

 

Ingresamos al ascensor de aquel edificio en silencio, quedándome lo más alejado que podía de los magos con los que compartía aquel sitio, nunca me había gustado el contacto con personas que no conocía o aquellas que no me generaban confianza, y en aquel momento todos cumplían con esas dos descripciones. Se abrieron las puertas, la Arcana invocó un portal y todos lo atravesamos hasta llegar a su hogar, en la Universidad nuevamente.

 

Cissy tomó asiento para leer los libros y Zack y yo la seguimos hasta un lugar donde nos ofreció una silla, de inmediato me senté y escuché las preguntas e indicaciones que nos daba la bruja.

 

- La metamorfomagia es la capacidad de transformar la apariencia física del mago o bruja a voluntad, - comencé con la respuesta sin mucho ánimo ya que parecía recitar las palabras de un libro - se han registrado casos donde el ser humano puede transformar ciertas partes de su cuerpo en las de un animal, pero esto es extremadamente raro.

 

Tomé uno de los montones de fotografías y comencé a ordenarlos conforme dividía en las etapas primordiales de la vida: adolescencia, adultez y senectud; después vería cuáles estarían más adecuadas conforme a la edad.

 

- La mayoría de los metamorfomagos solo cambian el color, tamaño y extensión del cabello, tono de piel y complexión física, pero hay quienes han intentado llegar más lejos, cambiando sus órganos internos para que tengan un mejor funcionamiento e inclusive se ha rumorado con el intentar cambiar partes del cerebro... pero todo resulta demasiado peligroso como para que se pueda realizar con éxito.

 

No sería raro el que estuviera al pendiente de todos los Arcanos de la Universidad, sobre todo cuando había sido anteriormente profesor de conocimientos y me habían dado la oportunidad de estar en contacto con los libros en la biblioteca de Alejandría. No había tomado mi decisión de esta habilidad simplemente por interés propio, sino por dignidad de sangre, y al estar en contacto con una parte muy importante para mi, de manera psicológica, no iba a encontrarme con sorpresas con aquella persona que estuviera encargada de proporcionarme las herramientas necesarias.

 

Mientras seguía respondiendo las dos preguntas de Amara, comencé a desacelerar la forma en que ordenaba las fotografías, concentrándome sin querer cada vez más en las personas que aparecían en dichas imágenes. Sí, nos había indicado que era la misma mujer en diferentes edades, pero algo me decía que no sería tan fácil encontrar el orden cronológico de las mismas, porque... la mujer era ella.

 

- Muchas veces se ha llegado a confundir la metamorfomagia con la animagia, porque en esencia es lo mismo, se trata de una metamorfosis; lo que podría separar ambos tipos de magia, en dado caso,s ería que la animagia cambia por completo la estructura del ser humano en el animal en cuestión... - me había detenido en una de las fotografías que sostenía mi mano, sintiéndome cada vez más cómodo en la habitación y mostrando una sonrisa en mi rostro sin que estuviera completamente seguro del por qué - pero el cambio de la metamorfomagia es diferente, tiene que ver con mantenernos dentro de la misma línea, con... la vida eterna... sin buscarla.

 

Analizaba con cuidado aquella imagen entre mis manos, moviendo la yema de mis dedos en el relieve como así lo sintiera más real, pero era imposible.

 

- Perdón, me distraje un poco.

 

Había volteado la fotografía en un momento de lucidez, recuperando el aliento y sintiendo como toda la calma que había adquirido se iba esfumando, poniéndome rígido al instante en la silla y procurando acomodar aquellas imágenes sin prestar nuevamente tanta atención. ¿Qué había ocurrido?

[Zack Ivashkov]

El adiestramiento de Cissy había terminado con la curación y parto de la mujer. Ahora le correspondía presentar la prueba final. Para ello, Amara le prestó unos libros cuyo contenido la ayudarían a familiarizarse con la modalidad de la prueba. Zack había leído alguna información similar muchos días antes de asistir a la clase, de hecho, fue en cuanto llegaron los Arcanos al pueblo. Desde entonces se maravilló y supo que debía sacarle provecho a la habilidad que, sentía, debía perfeccionar, pues ya formaba parte de él. No saber explotarse a sí mismo era algo que lo ponía en una situación de insuficiencia, y que por supuesto no compartía con nadie. Odiaba minimizarse a sí mismo.

Mientras Amara se acercó a la bruja, el vampiro se encaminó a la puerta, que minutos más tardes fue atravesada por las cuatro personas. Juntos se dirigieron a un ascensor. Se mantuvo en silencio con las manos sobre su bulto inferior, a la espera de que comenzara en sí su clase. Estaba ansioso por aprender y explorar la habilidad. Al cabo de unos segundos la cabecilla del cuarteto invocó un portal que los absorbió dirigiéndolos a su hogar. Cissy se quedó apartada, mientras el nuevo trío comenzaba su labor.

Zack escuchó que la arcana necesitaba de su ayuda para ordenar unas fotografías, eso, además de que había soltado nuevas interrogantes antes de pedir la colaboración. Tomó asiento frente a Ishaya, en una silla baja, que lo mantenía cerca de su montón de gráficos en movimientos. Mientras éste último hablaba exponiendo su amplia sabiduría, la voz del ángel caído seguía ausente. Detallaba las imágenes minuciosamente. Todas eran en escenarios diferentes, pero de la misma mujer, y, aunque los cambios no eran tan notorios, los había. Eran tantas que les sería casi imposible ordenarlas. Pero él empezó poniendo unas cuatro en un lado del suelo, otras cinco a un costado, y dos al otro lado que creyó eran las más nuevas. Todavía le quedaban varias, las seguiría evaluando.

—Es la habilidad que tienen los magos o brujas para cambiar su apariencia física — Secundó las palabras de su compañero pupilo a sabiendas de que su definición era muy similar. —Ahora que Ishaya lo menciona, me surge la duda de por qué es tan riesgoso querer cambiar la apariencia interna — Sintió la necesidad de exponer mejor el caso — Es decir, yo soy vampiro, y no me afecta ninguna enfermedad, a menos que sea alguna mágica. Pero habrá gente que puede ser víctima de muchos males y que quizás acuda a la metamorfomagia para solucionarlos. ¿Es probable que tengan éxito? ¿De qué depende éste? — Sí, tal cual alumno de Hogwarts quiso saber.

—Su beneficio podría depender de la aplicación o necesidad. Pues generalmente es utilizada por caprichos personales, o para beneficiarse de alguna forma haciéndose pasar por otra persona, por ejemplo, cambiando el rostro — Explicó mientras repartía las fotos en más montones, como unas cartas. Luego las tendría que unir con las de Ishaya, o entregarían los dos grupos por separados — Quizás alguna vez nos sea útil hacernos pasar por alguno de los ministros — Bromeó esbozando una sonrisa. No se atrevió a elevar la mirada temeroso de que la arcana pensara que sólo aprovecharía la habilidad para esas cosas. Pero lo cierto es que él todavía tendría que descubrir para qué usarla exactamente.

—O quizás podamos reclutarnos en San Mungo un tiempo ayudando a quienes tengan graves daños físicos — Intentó reparar su anterior broma —Aunque eso igual me deja una duda. ¿Es tan fácil como posible aplicar nuestra habilidad en otras personas? Cissy ha sanado a esa mujer, cosa que yo no creía posible — Ahora que lo recordaba no salía de su asombro, siempre creyó que la habilidad era netamente personal, o que solo magos y brujas como aquella Arcana tenían la posibilidad de aplicarla sobre otros. ¿Podría él alguna vez utilizar la habilidad en familiares o amigos cercanos? Ansiaba obtener una respuesta positiva.

Zack no pretendía ser el profesor de la clase, por más que le encantara estar a cargo de las situaciones. Para entonces ya se había tranquilizado lo suficiente como para entender que era un pupilo y debía comportarse como tal. Amara quizás sólo evaluaba qué tanto sabían ellos antes de poder mostrarles o informarles a profundidad acerca de la habilidad, así que debía entender y aceptar el proceso de aprendizaje de la mejor manera.

—Creo que he terminado — Dijo intercambiando miradas con Ishaya, esperando que se animara él a unir su montón con el de Zack. Aunque al principio fueran demasiadas, realizó la actividad con fluidez organizando todas las fotografías como él creía que iban, aunque en algunas donde aparecía el cuerpo completo de la bruja, se podía ver un rostro impecable, pero no unas extremidades tan fuertes como en las agrupadas a la izquierda, donde creía él era más joven. Algún truco raro debía tener la tarea.

[Amara Majlis]

—Todo lo que han dicho de la metamoformagia es más que cierto, sin embargo, olvidan la parte fundamental de la habilitad —remarcó acariciando a su oruga—. ¿Saben cuál es? —cuestionó con curiosidad.

 

Comenzó a caminar lentamente por toda la habitación, con una media sonrisa en los labios, mientras en su mente iban apareciendo retazos de recuerdos obtenidos en el Medio Oriente, justo cuando había acudido de voluntaria, ayudando a todos esos muggles que habían sido mutilados, sin deberla ni temerla. En el color miel de sus ojos, podía reflejarse la tristeza que sentía por todas esas personas que resultaban heridas cuando un misil caía en sus viviendas o cuando niñas corrían jugando y disfrutando de su infancia y pisaban una mina y en ese momento su vida cambiaba.

 

Amara había ayudado a muchos de esos pequeños a salvarse y lo seguiría haciendo, pero no podía; al menos no ahora. Su lugar estaba en la universidad, volviendo su atención a sus pupilos, asintió con aprobación al ver que ambos mantenían un dialogo bastante fluido y hacían manualmente el trabajo de ordenar las fotos que les había pedido.

 

—Lo que olvidan, es que no se requiere de la utilización de la varita mágica o de ingerir pociones, para lograr estos cambios físicos en nosotros mismos, ¿por qué creen que esto es lo más importante? —preguntó con verdadera curiosidad—. Sí, se pueden hacer modificaciones a nuestros propios órganos impidiendo su deterioro natural o intentando curar algunas enfermedades, algo que no todos logran, solamente algunos.

 

Sus palabras eran más que ciertas, porque únicamente su maestre y ella, habían conseguido dominar la metamorfomagia hasta ese grado, y eso, tras varios años de intenso trabajo. Pero, no pedía la esperanza de que alguno más de sus pupilos lo lograra, y consiguiera hacerse con ese importante conocimiento, de hecho, se encontraba convencida de que la habilidad que enseñaba, sería fundamental para la vida de los magos londinenses.

 

—Es posible ayudar a generar cambios en las personas, pero debes tener alguna conexión con la magia que poseen para lograrlo, sino, es casi imposible —respondió a la pregunta del vampiro— Y como bien dices Ishaya, la metamorfomagia es en esencia igual que la animagia, pero en la práctica son diferentes.

 

Ese pequeño dato, era importante que lo tomaran en cuenta los dos. Se acercó hasta la posición de ambos magos y visualizó el trabajo que habían iniciado, estaban un poco errados al intentar ordenar cronológicamente las fotos, puesto que al menos un par estaban mal, pero eso no importaba demasiado, porque demostraba que tenían la capacidad suficiente de observación. Utilizando un par de hechizos no verbales, consiguió que el cabello de cinco fotografías cambiara de color.

 

— ¿Están seguras que es la misma persona? —preguntó de repente— ¿Qué opinan del conflicto armado de Medio Oriente Muggle? ¿Consideran que nosotros como magos, podemos hacer algo para evitarlo o al menos, para reducir el número de personas dañadas? —rescató parte de sus pensamientos en esas dos últimas preguntas.