Jump to content

Oclumancia


Aailyah Sauda
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Benjamin Whisper



Benjamin sonríe y hace una venia a la arcana para darle entender que no repetirá tal acción. La molestia en la voz de Sauda fue evidente, y sin embargo, ese llamado de atención, está lejos de provocar en su interior cualquier clase de arrepentimiento. Había creído que gracias a la mediación de Sauda como parte de su anterior ejercicio, es que había podido colarse en aquellos pensamientos de Melrose.


El hecho de que, en realidad, lo pudo hacer por él mismo, le produce una enorme satisfacción.


Era cierto que ella tenía razón en explicar los riesgos que eso conllevaba, él también iba tenerlo más presente de ahora en adelante ¿pero qué de valioso se obtenía si todo el tiempo uno rehuía el peligro? Los mejores triunfos, de buena cuenta lo sabía, venían de tomar riesgos. Lo único que le hace un poco de ruido es que ella considerara que su mente es afín a la de esa desprolija muchachita Moody ¿cómo podía ser, cuando saltaba a ojos vista su falta de clase y modales de escocesa provinciana? Incluso si intentaba no pensar en su condición de media humana…


Prefiriendo quedarse con lo bueno de la experiencia pasada, y no tentar a su suerte otra vez (al menos por el momento), sus ojos volvieron a concentrarse en la figura de la arcana que está dispuesta a subir un peldaño más en las dificultades de su enseñanza. El despliegue de magia que desarrolla con su vara de cristal es tan apabullante como la sala de prístino color blanco que ha creado.


Fascinante” masculla entre dientes, mientras observa las cientos, quizá miles, de ventanas con las más diversas imágenes. A medida que Sauda prosigue con su explicación, le es más difícil a Benjamin concentrarse en sus palabras, pues las visiones que se dejan ver tras las redondeadas ventanas estimulan demasiado su curiosidad.


Le ha bastado echar un ojo a una docena de ellas para comprobar que varias son muestras a otros mundos desconocidos. Y asiente cuando entiende el paralelismo que ese espacio guarda con una mente: Justo como esa estancia podía ser la conciencia de cada uno, y las ventanas eran los símiles a los recuerdos que cada quien tenía, recuerdos que incluso podrían ser de cosas que no se había vivido en realidad, sino que solo habían ocurrido en el plano de los sueños. Y que nadie más que el mismo propietario podría distinguir perfectamente.


Quiere hacerle muchas preguntas a Sauda ahora, pero ella ya está encomendando una nueva tarea. No rehúye su mirada, ni tampoco ha escapado para él aquella amenaza velada sobre “secretos políticos” que podrían verse expuestos. ¿Sería que esa maldita mujer se había inmiscuido en más recuerdos de los que él había creído? Sin poder saberlo, todo lo que tenía a su alcance era lo aprendido en los ejercicios pasados de relajarse lo más posible, de manera que solo alcanzase a verse lo que él quisiera que se viera. Ni más ni menos.


No dejó de observar, imperturbable, los pinos coronados que se veían más allá de la ventana que la arcana les había señalado, ni siquiera cuando su compañero vociferó que no permitiría que nadie entrase en su cabeza. ¿Creía él que esa era una forma de amedrentamiento eficaz? ¿Buscaba hacerse el importante, y dar a entender que tenía mucha suciedad y cosas que ocultar? Benjamin no terminaba de entender esa conducta, si Sauda había dicho fuerte y claro que intervendría en cuanto la situación se tornara hostil.


Ben imaginaba que como todos los arcanos, ella se mantenía neutral a todo y no tomaría partido por nada ni nadie. Asegurar semejante posición implicaba, desde luego, mantener a raya a cualquier pupilo problemático. Así que cerró los ojos con tranquilidad, enfocándose en sí mismo y en la eliminación de cualquier rastro de preocupación, y cuando los volvió abrir, notó que ya no estaba más en aquella particular sala, sino dentro de ese recuerdo/ilusión creado por la oclumante.


Le resultó inesperado que tras tan agresiva declaración, lo primero que hiciera el hombre fuera encender una fogata. En principio, al verlo mover su varita, Ben se había puesto a la defensiva, pero luego había sido muy confiado y bajado la guardia. Lo sintió entonces, un chispazo brillante de la piedra del anillo que traía en la mano, y luego, la presencia del sujeto colándose en sus pensamientos. Cuando desvía un lapso la mirada para ver a Melrose, le sorprendió que ella parecía haber desaparecido del lugar donde ambos magos se encontraban.


Tenía que actuar rápido, de modo que se concentró en el recuerdo de la ilusión que había creado Sauda, de recrear su “peor miedo”. Aquel beso entonces, con el muchachito del que tontamente se había llegado a enamorar, culpable después de su caída en desgracia, se reprodujo con fuerza en su cabeza, y también lo hizo el cúmulo de sentimientos encontrados que eso le provocaba. Su compañero no tenía forma de saber que en realidad, estaba apelando precisamente a la fuerza de las emociones que le despertaba la figura de ese adolescente desgarbado, para ocultar lo que en realidad, era más importante y que tenía que ver por supuesto consigo mismo.


El escándalo que lo había obligado a dejar Inglaterra por un tiempo, y le había costado su posición privilegiada en la oficina del ministro.


Aunque lo había temido, que el otro quisiese ahondar más en esos “sentimientos encontrados”, todo indicaba que la pasión del beso había sido una muestra suficiente para el hombre. Ben, agotado, exhaló con satisfacción al comprobar que él estaba ya fuera, y el muro protector había funcionado. Todo lo que tenía que hacer ahora, era aprovechar que había dejado de ser su centro de atención para intentar entrar en su mente.


Le sorprendió verlo entonces, flotando boca arriba en un río, en un estado de alivio y tranquilidad. Lucía tan apacible e idílico, que Benjamin no tardó en sospechar que era demasiado perfecto para ser real. Aun así, permaneció en el recuerdo, notando que el hombre era bastante más joven por lo que quizá era un recuerdo de la niñez, pero además era un espacio al que volvía, un espacio familiar…


Familia, susurró Benjamin, mientras se inclinaba hacia el río para inspeccionarlo más de acerca.


Pronunciar la palabra, hizo que, de forma casi imperceptible, el río apacible agitase levemente sus aguas. ¿Podía ser que el temor de ese hombre, los recuerdos que no quería mostrar tuviesen que ver con su familia? ¿Sería hacia ellos la “traición” que fugazmente había mencionado la arcana al verle a los ojos? Aunque Benjamin intentó forzar, él permaneció en la misma actitud relajada, y pronto su presencia se reveló con tal fuerza, que notó como el hombre le expulsaba de su mente. Mientras era arrojado, aunque tenues, un coro de voces se dejó oír desde el fondo de las aguas:


Nos dejó a nuestra suerte — declararon—él es un cobarde, un traidor.


Acomodándose la ropa, Benjamin se llevó las puntas de los dedos a las sienes, para masajearlas y terminar de procesar lo que acababa de ver. En el campo nevado ahora se distinguía una casa. ¿Quién la había creado? No viendo a Melrose alrededor, pronto pensó que ese era único espacio donde podía estar. Donde tenía que estar.


Sin embargo, su plan falla, en el momento que al intentar entrar a la casa, ve que el mocoso esté de nuevo a su lado y le señala a lo lejos, una edificación que es exactamente…como la casa calendario de los Avery.



No— bramó Benjamin, con tanta furia y cayendo en cuenta de lo que estaba pasando, que su furia hizo temblar la pequeña choza por entero.


Es dificultoso, intentar alejar a la casa calendario de los Avery de su mente y ese recuerdo, y a su vez, concentrar fuerzas para tumbar esa maldita casa, que intuye, es la forma como Melrose ha materializado las protecciones de su mente, pero aprovecha que ella está aún ávida de un poco más de información, para en ese momento, contratacar.


Lo que ve, aunque no sea más que un fragmento de segundo, lo hace reír enormemente. Ríe incluso cuando un fuerte viento lo expulsa de la casa, porque ha distinguido a Melrose flasheando con un haz de luz potente a un grupo de encapuchados.


Haciendo un hechizo que únicamente pueden conjurar…los miembros de la Orden del Fénix.


¡Estamos a mano, maldita provinciana! —alcanza a decirle, dando media vuelta para alejarse de esa casa, pensando en de qué manera podría emplear esa misma magia para construir un propio refugio para él.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Con Hades, Melrose y Benjamin (Rory)

A pesar de sus reticencias iniciales, Hades reacciono increíblemente bien a la actividad. Si bien Sauda no ejerció una presión fuerte, había logrado por el momento dejarla fuera de su mente, creando una especie de envoltura blanca, firme, hasta dejarla totalmente fuera. Luego de su aceptación, enseguida se dio cuenta de que lo estaba manipulando, y se negó en rotundo a hacer lo que le indicaba. Era común en sus practicas sentir esas cosas, pero se mantuvo sensible y empática como era, cualquiera de sus alumnos, incluso los menos interesados en sus clases o aquellos que habían pasado por su humilde hogar de forma fútil, habían encontrado que Sauda les tenia decoro.

 

-Subestimar al oponente es el primer paso para perecer... Ragnarok.- lo observó tranquila y replico dentro de su perturbada mente.

 

Los ojos negros brillantes de Aailyah posaron sobre Melrose, descubriendo que guardaba secretos sobre su pasado que muy al contrario de lo que parecía demostrar con su vestimenta despreocupada y su andar fulgente, no deseaba recordar. Entre las llamas que la bruja observaba en su sala, podía ver las figuras paradas en medio diciéndole lo decepcionada que estaban de ella. Pero también, los licántropos, los trabajos que había realizado para él... El hombre al que ella visualizaba como su figura paterna. Benjamín, seguía queriendo jugar con su mente, luego de su reprensión.

 

Aailyah golpeo la punta de su báculo contra el suelo y la siguiente prueba se llevó a cabo.

 

Se encontraban en la Sala Blanca, donde todos habían pasado alguna vez. La misión de los tres alumnos era desentrañar los misterios más profundos de la mente. Sauda había invocado miles de ventanas redondas, que les mostraban miles de escenas y pasajes, lo que parecían otros mundos. La sala era real, pero no físicamente, era un vacío, un espacio entre mundos, entre mentes y podían acceder a ella con facilidad con dedicación a la meditación.

 

Observó al mago, y observo la protección que había creado ante sus oponentes, sonrió levemente complacida, pero Sauda creo una imagen totalmente diferente dentro de su mente, de estar sobre un lago respirando aire fresco boca arriba, rodeado de arboles, ahora se encontraba en los inicios de su infancia, donde el dolor y el sufrimiento florecían en su piel, sintiéndose tan real como si el fuego lo quemara. Por momentos la morena podía ser cruel, no lo disfrutaba demasiado, pero una rama de la Oclumancia era mermar en la oscuridad. Si Hades quería proceder a su prueba definitiva, debería demostrar más, él tenia potencial, lo había dejado claro, pero Sauda necesitaba ver más allá, y de que era realmente capaz. ¿Podría destruir la mente de alguien más?

 

-No eres más que un chico indefenso, quien perdió a su hija y el amor frustrado de una mujer. -susurro en su mente, distorsionando su voz mientras vivía los recuerdos que Sauda había implantado. Ella quería que lo dejase fuera nuevamente.

 

Recordaba haber dicho de intervenir si sus pensamientos se volvían hostiles, pero desestimaba cada vez más esa idea, quería ver hasta donde llegaba el potencial de cada uno de sus alumnos.

 

Su mente era como una gran nube de recuerdos, observando a los tres en diferentes situaciones, nada hostil, pero... ¿Si la amenaza se vuelve real? Sauda recreo un escenario en la mente de ella, donde la cabaña parecía ser su lugar seguro, recubriendo las paredes con filamentos de plata, aquello que era veneno para los hombres lobo, y diferentes figuras de los hombres del bosque fuera, reflejándose por las ventanas de aquel lugar. Éstos parecían intentar entrar por ella, y las paredes parecían cerrarse hasta quemarle la piel con la plata que las formaban.

 

En cuanto a Benjamin, observo su actuar, y dejo que siguiera con su plan... Melrose había logrado expulsarlo, y no dudaba que lo pudiera hacer nuevamente. Aquella seria su prueba, el entrar en su mente, pero también cuidarse de Hades. Los hombres encapuchados con el Haz de luz, se volverían en su contra.

 

-Deberás mirar sobre tu hombro al caminar...- genero una voz masculina en la mente de Benjamin.

Editado por Aailyah Sauda
ug3n3nQ.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mel se siente un tanto debilitada cuando se da cuenta de que el espacio a su alrededor se está constriñendo. No solo porque la casa se sacude si no porque es capaz de oír la voz de Benjamin en sus pensamientos. No puede evitar sonreír ante lo que le dice. No es normal, porque luego de lo que Sauda dijera, Mel se había dado cuenta que el hombre no le desagrada: le causa cierta ternura y lástima y también un poco de miedo. Que alguien sea capaz de provocarle tantos sentimientos encontrados no es habitual y Mel achaca su repentina forma de englobar todas esas emociones a la clase en la que se encuentra. Está segura de que hay algo muy feo detrás de ese espacio del que él se la sacudió con violencia. Algo de lo que Benjamin mismo está aterrado. La actitud de Mel es prudente y decidida.

 

Sentada en el suelo de la cabaña con las piernas recogidas, se da cuenta de que no es solo la influencia de Benjamin. La arcana también les ha hecho saber que se encuentra observando, lo nota cuando las paredes se vuelven plateadas pero Mel no es el tipo de licántropo que tenga debilidad por los artilugios de plata o balas hechas de plata, si bien había sido un emplasto de polvo de plata y díctamo lo que la había salvado de morir a causa de la mordedura que había sufrido de adolescente. Sin embargo, a medida que la casa empequeñece, Mel entiende que el refugio no es una opción. Se cala los guantes de dragón en los que había estado pensando y se abre camino a través del agujero de la puerta que ya es mucho más pequeño que antes, hacia el exterior.

 

El aire frío le golpea la cara. Agita una varita que no es Meows y el cubo que es ahora su casa, sus pensamientos, "sus secretos" (aunque en realidad ella no siente que tenga muchos dignos de mención) vuela hacia su mano y lo guarda en el bolsillo de su capa. Empieza a caminar y luego toma una saeta de fuego que está apoyada contra un tronco. Sube a la escoba y le hace un símbolo grosero a Benjamin al pasar sobrevolando apenas por encima de las copas de los árboles. No suele ser infantil pero lo hace porque le causan gracia sus reacciones exageradas, ver cómo se indigna al ver que puede ser sobrepasado en ingenio (o provocado) por una "simple provinciana".

 

Lo cierto, es que irónicamente, el que ella sepa algo de él y él sepa algo de ella los ha empujado a tener una cercanía inusual repentina, que no había pedido pero que tampoco puede evitar. Así que, como en muchas cosas, Mel decide simplemente aceptarla y pasar a lo siguiente.

 

"Lo siguiente" es Hades y la arcana. Mel pasa volando luego de ver a Benjamin alejarse por sus propios medios -quizá a diferencia de ella no había descubierto que podía crear con su mente cosas en ese lugar o quizá porque siente que eso es "no tener estilo"- y llega al lugar en donde Hades se encuentra ante su fogata. Desciende como si apenas momentos antes no hubiese intentado irrumpir en su mente por orden de Sauda, se quita los guantes de piel de dragón, los guarda y se coloca frente a él, sentándose sobre una roca aplanada y chata que oportunamente está allí ya a disposición cuando decide posar su trasero sobre ella.

 

A Sauda no la ve por ninguna parte pero supone que debe tener ya pensadas más pequeñas pruebas como esa o tal vez alguna otra más grande, así que no se preocupa. Al contrario: de su bolsillo, extrae su imaginario paquete de salchichas (¿será que realmente llenarán su estómago? Está segura de que no, al fin y al cabo, es un espacio entre mentes) y clava las primeras dos en un palito, incrustándolas al borde de la fogata, para que se pongan crujientes antes de hincarles el diente.

Editado por Melrose Moody

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Benjamin Whisper


La nieve en ese lugar es falsa, o bueno, una ilusión creada gracias a los poderes que obran en la sala blanca y las capacidades de Sauda, que están impulsando a que cada uno saque también las propias, y aun así Benjamin no tolera estar cubierto de ella, y se la sacude con molestia, hasta que de repente, una dificultad más grande se le presenta.

Apenas tiene tiempo de escuchar aquella advertencia en una voz masculina, antes de comprobar que esos enmascarados que había divisado fugazmente mientras intentaba penetrar en la "cabaña" de Melrose, han reaparecido, y que por alguna razón que se le escapa, creen que es él el culpable de los ataques.

¿Es una estratagema de Sauda, o de Melrose? Todo lo que puede hacer es sacar su propia varita, y empezar un intercambio de hechizos con ellos, que no se interrumpe ni siquiera cuando ve a la bruja Moody montada en una escoba haciéndole un gesto grosero con las manos.

En definitiva, parecía que esa mujer no tenía vergüenza alguna de exhibir toda su vulgaridad.

Para él, ya a esas alturas, las cosas comenzaban a salirse de control. No obstante, el comprobar que tenía más obstáculos que antes, solo constataba que para la arcana lo que había mostrado hasta el momento no era suficiente. Ella había creado ese espacio para que las mentes de los tres interactuaran, pero solo tras ver a Mel había comprobado que esa interacción no estaba basada únicamente en visionar, sino que tenía una capacidad creadora, las ilusiones realmente podían materializarse si eras capaz de idear una forma para ellas.

Melrose había creado la ilusión de esa cabaña para resguardar allí sus recuerdos. Hades, había permanecido junto a esa fogata que Benjamin creía ahora que podía ser la generadora de la ilusión del hombre sobre el río reposando tranquilo. Y para él ¿que había materializado él? Con los hombres encapuchados ya derrotados, recordó de repente la visión de la casa calendario Avery, y también de él, el filósofo de su pasado, que había emergido cuando Sauda había hecho que mostrasen su mayor miedo.

Quizá, era momento no solo de confrontar ese recuerdo, del que Hades y Melrose ya estaban al tanto (aunque en distinto grado de profundidad) y encontrar forma de aprovecharlo, a su favor.

Tiene que caminar mucho, y en el proceso ha podido por fin idear una manera para salir airoso en ese ejercicio, con la mayor cantidad de memorias de sus compañeros. Imitando a Mel, y ya entendido el mecanismo bajo el cual opera ese espacio proyectivo de la sala blanca, materializa sus memorias en forma de una libreta pequeña, de tapa azul oscuro, que guarda en el bolsillo interno de su chaqueta.

Solo entonces, con cautela, se acerca a sus compañeros, que están en la fogata. Melrose, la más relajada ha empleado su magia para materializar unas salchichas. Una extraña tensión envuelve el ambiente, pero no son necesarias las palabras esta vez, porque en su sola mirada podía adivinarse que venía dispuesto a arrancar de la forma que fuera, todos los recuerdos posibles.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba tranquilo y se mantenía tranquilo. Amaba aquel lugar en su mente. Aquel sitio no era obra de su imaginación, el rio existía y había sido parte de sus días felices. Dibujo una mueca de sonrisa. ¿Qué mejor obstáculo que una imagen que no era una invención y que le daba paz?, porque si, aquel rio, aquellos arboles, aquel cielo le permitían poner la mente en blanco y ser feliz, de una u otra forma, el Ragnarok estaba permitiendo ver una parte de su vida tan simple y sencilla que podía controlar.

 

Sabía que Benjamín había entrado a su mente, lo había sentido y lo había dejado ir hasta donde él deseaba, de haber permitido ir mas allá o haber logrado superar aquella prueba más del muro donde el cainita le había dejado en esos momentos el hombre estaría retorciéndose de dolor sin alguna extremidad o estaría muerto. Una vez que el chico salió de allí pudo sentir que algo mas estaba sucediendo. Aquella intromisión era mucho más fuerte que las demás. Aquella era casi igual o parecida a la fuerza que la Pereira había utilizado contra él para llegar a sus recuerdos mas íntimos, más aun, recordaba que la arcaba había cambiado aquella misma imagen y había causado desastres en la mente del hijo de la noche antes de que él se diera cuenta de que era una ilusión. Ahora el vampiro estaba preparado ya que estaba sucediendo lo mismo.

 

Escuchaba las palabras de repugnancia que le proporcionaban sus seres queridos, aquellas cosas que siempre le habían dolido y herido, aquellas que le hacían perder el control, una y otra vez, más aun, cuando escucho aquellas otras palabras en su mente… “No eres más que un chico indefenso, quien perdió a su hija y el amor frustrado de una mujer.”… Cerró los ojos y tal como aquella vez busco concentrarse. “Respiro” sin necesitarlo acompasando su inhalación y su exhalación como si fuera uno con el mundo o con aquello que estaba viviendo.

 

-<<vamos Ragnarok, lucha, tu puedes, esto no es nada>> -se decía así mismo- <<Has pasado por cosas mucho peores, ¿recuerdas?, ¿Cuántas veces has visto esas imágenes y escuchado esas palabras?, no recuerdas ya que aunque pienses lo contrario tu madre adoptiva y tu tía aun te aman?, ¿no lo has entendido aun?. Esto es una simple ilusión, vamos Ragnarok, lucha de una maldita vez y obtén todo lo que te pertenece y todo lo que mereces>> -se reprendió así mismo.

 

Busco dentro de sí, aquellas palabras malas o que alguna vez le habrían hecho daño y le habrían abierto cada una de las heridas de su alma fueron convirtiéndose en un murmullo mientras comenzaba a crear otra imagen otro mucho as potente para ayudar a la otra y así continuar con aquella historia de su infancia, algo quizás mucho más fuerte, algo que terminara de ayudarle a sacar a los intrusos de aquello que quisieran encontrar, por lo que creo otra imagen real. Se vio sentado frente a una fogata, sintió el viento golpear su pecho desnudo mientras el sol calentaba su cuerpo. Allí frente a sus ojos estaba una cesta, sabía que adentro había comida o más bien, algunos alimentos que acompañaran a aquella carne que se cocinaba en la parrilla que estaba frente a él. Levantó la vista y vio en al otra orilla aquella escalera de piedras por donde tendría que subir para regresar a casa. Aquel camino entre los arboles el cual lo llevaría de nuevo a su otra realidad.

 

Dibujo una mueca abriendo los ojos. Había sentido como aquella figura de autoridad o aquel intruso había sido repelido de su mente, la cual ahora nuevamente estaba en blanco.

Editado por Hades Ragnarok

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sauda se mantuvo paciente observando la mente de sus tres alumnos, una sonrisa se figuro en la comisura de la morena... Acaricio su pulsera de piedritas y materializo su vara de cristal para introducirse en todos ellos a la misma vez, con su propia voz. Como de costumbre, la Arcana no era un ser que acostumbrase a intercambiar demasiadas palabras, podrían decir que era tímida, pero en realidad era reservada.

 

Todos habían demostrado un gran potencial pasando por las diferentes dificultades de ficción que Aailyah le había generado en la mente a cada uno, podría decirse que los había colocado en unos contra otros por un momento, elevo su mano y tapo su boca con la palma soltando una pequeña risa divertida; no era una persona que poseyera maldad, pero por momentos hacerlos pelear era divertido, claro, jamas dejaría que les pasara algo, o que se lastimaran entre ellos, ahí, sin dudarlo Sauda los increparía.

 

Aclaro su garganta, como si fuera que daría un comunicado y se abrió paso entre sus mentes;

 

- Todos han demostrado tener la suficiente concentración para la creación de barreras mágicas ante situaciones de peligro, dolor, y extrema exposición. -

 

Dirigió sus brillantes ojos negros hacia Ragnarok, quien parecía haber logrado, nuevamente, expulsar los peores recuerdos de su mente. ¿Estaría preparado para el peligro real?, se preguntó dentro de si misma. Si bien, las ilusiones eran distorsiones de la realidad en su subconsciente, podían dañar, no físicamente, pero si hacerlas sentir como si lo fueran.

 

- ¿Se encuentran preparados para comenzar sus respectivas pruebas? -

 

Preguntó la Arcana, conectada a la mente de los tres, esperando que su respuesta sea positiva.

ug3n3nQ.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El hijo de la noche se sentía satisfecho, si bien, había tenido que luchar consigo mismo o más bien contra su propia mente una vez que aquellas imágenes habían aparecido. Había tenido que concentrarse para cerrar su mente ante cualquier intromisión. Sabía que debía trabajar mucho mas, ya que, esa vez sabia que la Arcana y sus compañeros podrían estar jugando con su mente, el le había dado permiso a la Sauda y esta había aprovechado la ocasión para que tanto Benjamin como Mel hicieran lo mismo.

 

Allá afuera, en el mundo real, donde estaban todos sus amigos y enemigos y personas que confiaba sería diferente. Bufo molesto, de haber sabido aquello antes Anne no hubiera podido entrar en su mente de manera tan fácil para encontrar aquella información. La odiaba por aquello y no pensaba perdonarla. La Gaunt sabía perfectamente que la mente del vampiro era preciada para él y que absolutamente nadie tenía derecho a entrometerse en ella.

 

Volviendo a la realidad cuando escucho la voz de la Arcana en su mente sintiéndose satisfecha por lo que había realizado. Se sorprendió ante aquello, más aun, porque la ultima vez no le había ido muy bien con la arcana de Legilimancia en algunos aspectos, si bien, se había llevado bien, aquella prueba final había sido una de las más duras que el hijo de la noche había tenido. Claro estaba, no había sido culpa de la Pereira sino de la pirámide y de él mismo. Ahora, al escuchar nuevamente aquella pregunta, esta vez hecha por la Sauda se pregunto si sería capaz de afrontar aquello de nuevo. Dibujo una mueca, era un idi*** y él lo sabía, además, ya sabía exactamente la respuesta que le daría a la Oclumante.

 

-<<Si, estoy preparado para afrontar la prueba>> -pensó sabiendo que la Sauda lo escucharía atentamente - <<Si deseo afrontar la prueba>> -volvió a confirmar.

vkDq3f1.png

 

kNTUx8c.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El mago miraba atento aquel sitio... Era obscuro y húmedo... Aunque parecía un bosque había algo en el que no le parecía correcto, la marca de caín que tenía en su brazo izquierdo comenzaba a palpitar... Algo dentro de él le hacía sentir que tal vez no estaba tomando la decisión más acertada pero ya estaba ahí y debía seguir adelante por lo que se adentro más y más a ese sitio...

 

--Buena tarde... Estoy buscando a la maestra @@Aailyah Sauda... Soy Dick Grayson... Fui aceptado para tomar la clase de oclumancia--

 

Por lo que suspirando sencillamente y sacudiendo su pelo comenzó a sentir un pequeño ardor en su brazo... Es como si la cosa que habita en la marca quisiera advertirle de algo... Entonces cerrando los ojos comenzó a despejar su mente para evitar que el tomara control de su cuerpo...

 

--Holaaa!!?--

 

Alzando un poco la voz el mago siguió caminando hasta llegar a un claro, por lo que suspirando se sentó en ese sitio, de su abrigo saco una torta de jamón ibérico y se dispuso a comer tranquilamente siendo alumbrado por su varita.

lDhIfB7.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mel le estaba dando un buen mordisco a su segunda salchicha cuando escuchó la voz. Se había aburrido un poco porque Ragnarok tenía la mirada perdida y en blanco, como si Mel no estuviera frente a él para nada y no había señales de Benjamin. Supuso que, de todos modos, las palabras de Sauda los alcanzarían a todos por igual, sin importar donde se encontraran. Después de todo, aunque basto era un terreno de su dominio. Así que solo le quedaba prepararse para lo que se avecinaba, que no era poco.

 

Era la primera prueba que Mel tomaría con arcano alguno. Quizá para otras personas eso no era la gran cosa, tal vez incluso lo considerarían como una situación de rutina pero no era así para Mel. Ella había tenido cierto "recorrido" para llegar allí. Incluso lidiar con alguien como Benjamin había sido parte de todo eso y estaba nerviosa y también algo feliz. Después de todo, los pensamientos que se entremezclaban y su forma de expresarlo habían sido nuevas, había aprendido formas no solo de proteger su mente o de fabricar texturas falsas para engañar a intrusos si no también formas distintas de ordenar, conformar o expresar sus propios pensamientos y eso era algo invaluable para ella. No era como si eso pudiera compararse con las defensas que conocía que poseían otras personas, individuos como Richard, pero había encontrado que disfrutaba del camino que estaba recorriendo y que sentía deseos de seguir explorándolo y desarrollándolo.

 

Luego de acabarse la segunda salchicha se incorporó y, así como no prestó atención a lo que Ragnarok hacía, decidió que era hora de comunicar a la arcana su decisión con propiedad. Sabía que era bastante obvio que a esas alturas Aailyah ya lo sabía pero de todas formas quería hacerlo; para Mel, era una cuestión de significancia. Así que se alejó de la fogata y caminó hacia las montañas, lanzándose al vacío.

 

Lo siguiente que supo era que estaba de vuelta en esa habitación blanca, la de los inicios y luego, abría los ojos. Cuando lo hizo, teniendo a la arcana frente a sí, lo comunicó con voz tenue, aunque firme:

 

—Estoy lista para la prueba —sus ademanes estaban un poco aletargados a causa del tiempo que había transcurrido en la sala blanca y también por el demandante esfuerzo que había tenido que hacer en ese espacio entre mentes pero no dejó que eso la detuviera, se repondría enseguida, apenas estirar un poco los miembros—. Justo ahora, si ha de ser necesario.

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Benjamin Whisper

 

Había llegado a la fogata, pero se encontró con que Hades había redoblado las protecciones de su mente. Había optado entonces por incursionar una vez más en la mente de Melrose, pero antes de hacerlo, la voz de la arcana había atajado cualquier movimiento. Sauda, con aquella característica voz calmada aprobaba el desempeño de los tres, para cada uno de los aspectos en los que los había sumergido.

 

Peligro, dolor, y extrema exposición.

 

Benjamin sonrió. De hecho quería echarse a reír pero se contuvo. Le resultaba irónico como de grandes habían sido las dudas de Sauda respecto a las capacidades de los tres antes de hacerlos ingresar a esa sala, y la advertencia que les había hecho respecto a que estaban haciendo cosas demasiado peligrosas para un principiante, pero (suponía) el desempeño en ese lugar había tenido que obligarla a rectificar esa posición. Al menos le concedía que sí que había sido acertada llevándolos a ese lugar, pues el entorno y su capacidad de materializar pensamientos había ayudado enormemente a que el ejercicio de crear ilusiones y recuerdos falsos fluyese de mejor forma que en el mundo real, donde todo ello exigía dosis muy altas de concentración e imaginación.

 

Fuera de la sala, y de nuevo en la estancia primigenia donde habían tenido sus primeros entrenamientos, Ben es consciente que de todos modos, no puede confiarse ni fiarse del todo. Todavía está fresco en él ese ejercicio sobre el miedo y lo que apareció frente a él, y aunque ha encontrado a lo largo de cada una de las enseñanzas las formas para no permitirse ceder, nada le asegura que para la prueba las cosas no vayan a ser el doble de duras.

 

Es más, de seguro que van a serlo ¿por qué sino Sauda se encontraría tan tranquila de hacerles la pregunta? Si no es porque sabe que en esas instancias, únicamente es el alumno el que tiene toda la responsabilidad de mostrar sus capacidades, con el arcano siendo un vago guía. O al menos eso es lo que ha escuchado de colegas que han cursado habilidades. Así que en el fondo, la pregunta que Sauda acaba de hacerles es también un desafío velado.

 

Y él no es la clase de persona que huya de uno, cuando siente (como en esos momentos) que está perfectamente preparado para él.

 

Afrontaré la prueba— dice, alzando levemente el mentón y echando atrás los hombros, con la vista fija en la bruja— y saldré airoso de ella. Le guste o no.

 

Al iniciar la clase se había cuestionado el tipo de vida que llevaban los arcanos, y su tonta visión de confiar su magia indistintamente, bajo una pretendida neutralidad, profundamente nociva en los tiempos de guerra que vivían. Ahora estaba convencido de que posiblemente lo más triste de la vida de todos esos sujetos, era su elección de enseñar en la universidad, sin la posibilidad en el fondo de las cosas de generar cambios en el mundo usando el poder de su magia.

 

Sin importarle su pasado, y solo pensando en su presente y futuro, todos esos maestros estaban condenados a ser eternos observadores, de los errores y victorias de los demás, algo que en el fondo, Ben consideraba que era la forma más cobarde de llevar la vida. Sin tomar un solo riesgo más, que dotase de un poco de significado a sus días.

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.