Hablantes de Parsel

[Anne Gaunt M.]

Se había recuperado de la falta de oxígeno en pocos segundos a pesar de que aún sentía un pinchazo en el pecho, como si éste aún sufriera las consecuencias del intento de ahogamiento. Bueno, realmente no lo había sido porque estaba segura de que Lawan no hubiera permitido que su anaconda la ahogase allí... aunque solo fuera por todos los inconvenientes que hubiera tenido más tarde con la Universidad y el Ministerio. A pesar de todo, miró con rabia hacia la orilla mientras sintió que la serpiente tiraba de ella. ¿Adónde iban ahora?

 

Para su sorpresa, la dejó cerca de la orilla y luego se marchó. Instintivamente siguió el surco del agua que demostraba la dirección de la criatura.

 

— Cuidate, amiga.

 

La anaconda la miró de reojo sacando la cabeza a la superficie durante un segundo antes de continuar con su camino, sumergiéndose en el agua para perderse de vista. Anne sonrió: si le hubiera dicho que congeniaría con aquel tipo de criaturas el día anterior, se habría reído burlonamente hasta perder el conocimiento.

 

Vio que Darla nadaba para salir del agua y ella hizo lo mismo. De repente no se sentía tan furiosa con Lawan como un rato antes, aunque aún le guardaba rencor por lo extraño de la clase. Cuando alcanzó la orilla, salió del agua y se rodeó el torso con los brazos a pesar de que no hacía mucho frío. Sentía también cómo el agua le caía por el corto pelo grisáceo e imaginó que debería parecer cualquier cosa, despeinada y mojada. Aunque tampoco le importaba demasiado.

 

— ¿Estás bien? —preguntó a su ahijada mirándola de reojo, sin perder de vista al arcano. Éste hablaba de haber logrado algo y que podían marcharse. ¿En serio? ¡Si prácticamente no habían hecho nada! O quizás era suficiente para aquellos estudios, ella no podía saberlo. En cualquier caso, asintió ante las palabras de Darla y miró al arcano haciendo una suave inclinación de cabeza en su dirección—. Nos veremos allí, entonces. Gracias por su... sabiduría, arcano Lawan.

 

Siguió a la pelirroja con gesto pensativo, no estaba segura de si podría desarrollar una prueba ante el portal donde debiera utilizar la lengua pársel. ¿De verdad la dominaba ya? Se sentía insegura, pero ya no había vuelta atrás.

[Niko Uzumaki]

- Esto no me gusta - Las palabras de Lawan le indicaban que no debía preocuparse por lo que las anacondas estaban a punto de hacerle a Anne y Darla pero estaba en su naturaleza. El Tonks dio un pequeño brinco como con ganas de alejarse del arcano y volver otro día pero sabía que tenía que enfrentar sus temores y comenzar un nuevo aprendizaje. Lawan era el último de los arcanos al que estaba dispuesto ver como un maestro, sabía que no aprendería Nigromancia así que con el hombre cerraría su ciclo de aprendizaje de habilidades.

 

- ¿Debo buscar una serpiente entonces? - El Tonks quedó petrificado al escuchar lo indicado por el arcano tanto que no pudo moverse ni un poco del impacto. Además de eso tendría que encontrar una carnada que había dejado debajo de la serpiente: unas lombrices y algo más que Lawan utilizaría en sus labores diarias que desconocía por completo pero podía deducir que serían para pescar o algo por el estilo.

 

El Knight tomó un poco de aire antes de comenzar a caminar en dirección a la vivienda de Lawan que sabía no tendría muchas cosas. Menos mal era Legilimante y había podido leer un par de mentes conocedoras del parsel así que tenía una idea de más o menos cómo debía sonar lo que le dijera a la serpiente pero al ser su primera aproximación no estaba seguro de tener mucho éxito - Solo espero no morir en el intento - Tenía lista su varita para atacar en caso de ser necesario aunque esperaba no tener que usarla.

 

El sitio estaba menos lleno de lo que esperaba y era muy visible la serpiente con la que tendría que hablar para obtener su tesoro y llevarlo a manos del arcano. El rubio se detuvo guardando una distancia suficiente pero sin demostrar miedo, quería demostrar seguridad y que estaba cómodo ante la presencia del animal. Su paso por animagia le había permitido entender de alguna manera los instintos animales y sabía que eso era algo muy importante.

 

- Esssspero essstesss bien, vengo a hacerle un favor a Lawan - Ser el antiguo Director de la Universidad le daba ciertos privilegios y es que ya conocía muchos de los lugares o en su defecto la mayoría de criaturas estaban acostumbrado a verlo eso incluía a las serpientes de Lawan. La misma no lo atacó lo cual era una ganancia pero tampoco accedió a moverse para entregarle lo que deseaba al parecer tendría que esforzarse un poco más.

 

- Quiero lasssss lombricessss para poder llevarlassss a donde Lawan. Esssss para algo urgente - La serpiente se movió lentamente pero no atacarlo, solo le estaba dando acceso a las lombrices y a todo el contenido. El Knight se acercó rápidamente hasta la caja y la tomó para salir rápidamente de la casa del arcano y llevarlo lo que le había pedido. Su coraje se había agotado justo en ese momento así que agradecía haber salido a tiempo.

 

- Acá están las cosas arcano - Le dijo mirando a Lawan mientras estiraba sus manos para entregarle lo que le había pedido.

[Lawan Nguyen Thanh]

—¿Todo bien joven Niko?

 

La sonrisa divertida del Arcano denotó cierto sarcasmo. Su alumno, el último que le quedaba parecía estar pálido de un momento a otro y apretaba el envase con las lombrices hasta casi derramarlas. Lawan se aventuró a tomarlas, la dejó junto a sus sandalias cómodas para aquellos calores y entregó a cambio una de sus cañas de pescar al mago, el silencio allí era tranquilo no ensordecedor. Existían personas que se desesperaban rodeadas de tanta tranquilidad pero uno debía aprender a interpretar dichos silencios, los sonidos que uno podía oír incluso, y quizás, podrían salvarle la vida.

 

El hombre tomó asiento con los pies sumergidos en el agua, la cobra real reposando junto a su cintura, del lado opuesto donde Tonks deberían sentarse si accedía a acompañarlo. Saboreaba algo que no recordaba haber comido pero sus papilas gustativas aun tenían memoria. El agua estaba calma, la brisa formaba ondas que danzaban con armonía de un extremo a otro del inmenso lago, el sol se pegaba a la piel como alquitrán, quemaba, pero cuando los rayos chocaban con algún rostro, la luz era verdaderamente cálida.

 

—Y dígame joven ¿Ha hablado con ellas anteriormente?

 

Claro no se refería a su amiga protectora de carnadas, sino mucho tiempo antes ¿Sino qué le habría llevado hasta él?

Seguía sin mirarlo pero algo le decía que el rubio estaba más calmado.

[Niko Uzumaki]

- Podría estar mejor con seguridad - El Tonks odiaba que le hablaran con sarcasmo y el arcano estaba entrando en una lista de indeseables para él pero no debía fijarse en esos temas en el momento. Su única motivación en dicho lugar era aprender las enseñanzas del hombre y adquirir dominio en una habilidad extra y la última que aprendería. Siempre se recordaba que Lawan sería su último arcano y sin duda alguno no lo extrañaría como si le pasaba con algunas de las arcanas.

 

- Y qué se supone debo hacer con esto? - Pensó el Tonks al recibir la caña de pescar. El arcano no le hablaba y no es que le molestara pero sin duda alguna la idea de pescar no le hacia demasiada gracia. Llevaba mucho tiempo estudiando y nunca antes lo habían puesto a hacer algo como aquello, quizás podría reír por lo ridículo que le resultaba el asunto pero sin duda le daban más ganas de llorar y de salir corriendo pero sabía que esa no era la salida.

 

- Supongo que debo sentarme - Seguía sin decirle palabra alguna a Lawan pero entendió que si deseaba continuar con el aprendizaje debía acompañarlo en su tarea de pescar así que tomó la caña y se sentó en la zona guardada para él sin meter los pies al agua. Nunca antes había pescado así que no tenía muy claro qué era lo que debía suceder para saber que había pescado algo o si tendría que esperar pacientemente y mágicamente recibiría alguna señal.

 

- ¿Lo he hecho? - No estaba seguro de ello y se preguntó a él mismo de nuevo para ver si entendía bien la pregunta. Su pasado no lo recordaba muy bien pero sabía que algunas cosas habían ocurrido en su infancia y estaban relacionadas con todo lo que ocurría en su presente. Así que seguramente había una razón que lo había llevado a aprender más sobre la habilidad y por lo que estaba en dicho lugar y no en otro lado.

 

- Supongo que sí porque eso me ha traído hasta acá pero debo confesar que no muchas veces y no era plenamente consciente de que lo hacía - En su infancia lo había hecho con seguridad pero sin duda alguno no tenía claro que era su capacidad de hablar con las serpientes y solo mucho tiempo después concluyó que podía hacerlo.

[Lawan Nguyen Thanh]

- Está bien, no hace falta que te esfuerces en recordar.

 

Los ojos de Lawan seguían pegados al cuerpo de agua. Respiró profundo. La cobra buscó subirse hasta su cuello, donde encontró espacio para descansar, enroscándose un poco en él. Era como una tímida caricia para él.

 

- Pársel es como cualquier otro lenguaje, la verdad. Y ellas… no son peligrosas. Tienen otras formas de vida. Otras costumbres.

 

El lugar estaba demasiado calmo.

 

- Quiero que me hagas un favor, Niko. Para dominar la lengua de las serpientes es necesario conocerlas un poco más de cerca. Es muy simple esto, necesito que te adentres un poco en la espesura y busques la serpiente más venenosa que encuentres. Llámala. Utiliza monosílabos al principio. Pero, cuidado, que no te muerda.

 

Se bajó su sombrero para tapar su cara del sol mientras pegaba su espalda a la orilla.

 

Enterró su caña de pescar en la orilla y extendió sus brazos. Un brillo especial estaba en sus ojos. Era obvio que le estaba mintiendo un poquito a Niko. Su hogar y los territorios cercanos estaba lleno de sus amigas. Las conocía a cada una de ellas, obvio, y sus regalos, lo que les podía dar. Algo que capaz a él le podía llevar un segundo, con un simple nombre al aire, a Niko le podía tardar toda la tarde.

 

- No te preocupes por tu caña. La cuido yo. Ahora, ve, apúrate, así podemos cenar temprano.

 

Levantó un poco su sombrero y lo apuró con las manos.

[Niko Uzumaki]

- Conocerlas un poco más de cerca... - Las palabras de Lawan se quedaron en su mente y no podía dejar de pensar en lo que el arcano le acababa de decir. Le daba pánico tener que acercarse a las serpientes pero quizás estaba en dicho lugar para superar ese miedo que tanto tiempo lo había perseguido. Y Lawan parecía lo podía percibir porque todo lo que había puesto a hacer consistía en estar muy cerca de ellas casi al punto de tener contacto lo cual sí que lo haría desmayar y no quería un Warlock en ese estado dentro de la Universidad.

 

- ¿Cenar? - Se cuestionó mientras se levantaba para dejar su caña junto al arcano. Sin duda no tenía ganas de comer y no le darían muy pronto pero el arcano había decidido ponerle una presión extra dado que sería descortés ponerlo a esperar con hambre. Niko sabía que tendría que estar muy tranquilo o al menos parecer que lo estaba para lo que estaba a punto de ocurrir pero sus nervios siempre lo traicionaban o lo delataban.

 

Se adentró en al espesura con mucho cuidado aunque lleno de miedo por lo que encontraría en el lugar. Le gustaría contar con el apoyo de su elfo en dicho momento pero sabía que era algo que él solo debía llevar y que no podría recibir ayuda de su fiel amigo. Así que se limitó a seguir adelante y pensar en monosílabos como le había dicho Lawan - Ven sssserpiente - No funcionaría pero sabía que debía empezar por algún lado para lograr atraerla.

 

- Por favor, ssssseñora ssserpiente venenossssa - Sabía que la educación no se podía perder en ningún momento y no sabía si los modales le importaban a las serpientes pero prefería mantener su esencia incluso en ese tipo de situaciones. No sabía cómo la identificaría así que confiaba en poder entenderle a los animales y que ellas lo pudieran guiar hasta su destino en donde podría encontrar a la serpientes más venenosa.

 

- Sssigueme - Su sorpresa fue muy grande al notar que una serpiente le decía ello - Claro que sssssí - Niko se limitó a caminar detrás de ella el camino de salida sería fácil de encontrar así que no le preocupaba. Lo que sí le preocupa es que no sería cortés encerrar a la serpiente y que tendría que pedirle muy amablemente que lo acompañara hasta en donde se encontraba Lawan para mostrarle que sí era capaz de cumplir con su solicitud.

 

Después de varios largos minutos deseando que todo terminar lograron llegar hasta la zona en la que se encontraba la misma - Buenasss - Fue lo único que se limitó a decirle - Lawan me ha enviado a bussscarla - Le dijo esperando que lo siguiera, no quería tener mucho que esperar así que se limitó a comenzar a caminar. Sabía que tenía que meterle presión para que le diera curiosidad perseguirlo y acompañarlo en us camino.

 

- Lawan he regresado - Después de varios minutos recorriendo los mismos caminos logró llegar hasta en donde se encontraba el arcano y unos metros más atrás se encontraba la serpiente más venenosa.

[Lawan Nguyen Thanh]

La víbora australiana taipán era una de las amigas más venenosas de Lawan. Una personalidad fuerte, claro. No seguía a Niko porque sí. No, no lo había hecho porque había escuchado sisear al alumno. Fue el nombre del Arcano el que estremeció sus escamas. Porque, si bien, era la más venenosa, el vampiro tenía la mordida más potente. Había ganado el respeto de todas por igual.

 

Y sonrió ante la llegada de su alumno, pero con malicia. ¿Cenar? Era vampiro, no necesitaba comida sólida más que un poco de sangre de vez en cuando.

 

- Robbie, zveo queh sssstaz bien.

 

El pársel podía escucharse como un lenguaje común entre todos los hablantes. Sus sonidos, en cambio, era más tenues y sinuosos. Era como si la misma lengua del parlante se convertía en una serpiente que reptaba entre sus mejillas. A cualquier ajeno de la lengua le podía dar escalofríos.

 

- Hassss lo tuyzo.

 

Levantó las cejas. La autraliana de taipán reptó rápidamente por la pierna de Niko y en pocos segundos saltó a su brazo izquierdo para inyectarle el potente veneno. Los ojos del Arcano brillaron. Le encantaba cuando sus planes salían como había planeado.

 

Ni siquiera se levantó de la orilla, con las dos cañas clavadas y esperando a sus presas.

 

- Sabes lo básico de pociones ¿verdad? Quiero que hagas un antídoto frente mío. Un beozar no te ayudará esta vez. Conéctate con el veneno, deja que te consuma un poco y siente lo que significa tener a una serpiente en tu lengua. Sólo entendiendo los susurros del veneno podrás entender la fórmula del antídoto.

 

Miró cómo la herida palpitaba.

 

- Olvídate de esas tonterías de Warlock o director o lo que sea Niko. Eres tu contra la naturaleza. O te adaptas, o mueres.

[Niko Uzumaki]

- ¿Lo tuyo? - Niko no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Lawan le había puesto una trampa y él no había hecho nada para evitarlo - Malditos arcanos - Pensó mientras su mente seguía completamente cerrada gracias a su Oclumancia. Odiaba a los arcanos hombres y seguía sin entender qué hacía en ese lugar. Quizás había cometido su mayor error al presentarse a dicho lugar y conocer a Lawan como maestro algo que sin duda alguna no deseaba repetir nunca más. Solo quería terminar con toda esa situación.

 

- Esto no sé cómo manejarlo - Las palabras pasaban por su mente. Siempre había hecho pociones e incluso sabía cómo los muggles preparaban sus antídotos contra el veneno de las serpientes, pero esta vez era diferente. Lawan había sido muy claro en asegurarle que un bezoar no serviría así que seguramente tampoco le servirían los métodos más tradicionales de preparación y tendría que ser más creativo en su ejecución.

 

Cerró los ojos para concentrarse en escuchar los sonidos en su sangre, mientras tanto tomó su varita y extrajo un poco del veneno y lo puso en un caldero que había sacado unos segundos antes para prepara el antídoto. Sabía que necesitaba parte del veneno para poder empezar a hacer todo pero para conocer la forma adecuada de atacarlo tendría que primero entenderlo e ir poniendo poco a poco diferentes cosas para hacerlo.

 

- Ssssalado - El lenguaje del veneno no era muy claro pero necesitaba sentirlo y comprenderlo. A medida que las palabras y las distintas características del veneno iban haciéndose sentir sus manos ponían elementos e ingredientes dentro del caldero para preparar el antídoto. Sin embargo, no solo se basaba en poner ingredientes debía entender el comportamiento y lo que significaba ser una serpiente o al menos eso era lo que había entendido.

 

- Sssseducción - Un rasgo muy importante de las serpientes era ese y su importancia radicaba en la captura de sus presas. Debía sentirla en su sangre y ser capaz de transmitirla a través de sus movimientos al antídoto o de lo contrario no le serviría de nada. Sus manos se movían rápidamente concentrando su energía en sentir las emociones necesarias y dejar fluir todo, en especial teniendo el tiempo en su contra debido al veneno.

 

- Ssssiente la frialdad - Sin duda eso era lo que acababan de demostrarle Lawan y la serpiente. Eran demasiado frías y no dudaban en ningún momento. Una emoción difícil de sentir para el Tonks pero que tenía que dejar fluir por su cuerpo y llevarla hasta su poción a través de su magia. El antídoto estaba listo, el veneno le estaba comenzando a hacer daño así que el momento de beberlo había llegado para seguir con vida y no morir en medio de la clase.

 

El rubio sirvió un poco del antídoto y lo bebió rápidamente. Unos segundos después comenzó a sentir que la mezcla del veneno con el antídoto estaba corriendo por su sangre y que al menos por ese momento seguiría con vida y no moriría a causa de lo que le había inyectado la amiga de Lawan en su cuerpo. La herida comenzó a sanar lentamente y le dejó de arder.

[Lawan Nguyen Thanh]

- Vaya… Al fin.

 

Lawan levantó las cejas sorprendido. Casi que no lo acompañaba al Tonks cada vez que recitaba las palabras. Por primera vez lo vio no resistirse contra la naturaleza de ser serpiente. La precisión que tuvo fue determinante entre la vida y la muerte. Por fin habló en veneno. Por fin habló Parsel. Y todo a raíz de una desesperación pura. Le daba gracia, le criticaban sus métodos de enseñanza, pero al final del día aquellos elegidos por el don de los ofidios.

 

Se levantó. Acomodó su sombrero y recogió las cañas de pescar. A todo esto, había conseguido varios pescados para esa misma tarde.

 

- Veo que ahora entiendes lo que significa el lenguaje de mis amigas. No es solamente mover la lengua y sisear. Es saber reptar. Entender cada escama. Mudar la piel. Afilar los colmillos. Mover el cascabel. Cazar. Retozar bajo el sol.

 

Varios llegaban sabiendo cómo pronunciar palabras. ZZhablarzz assssí no era la habilidad. No se quedaba ahí. Sssssuponer que ssssosssstener lasss essses podía brindarte un puente comunicacional a una de las especies más mágicas del mundo era de obtusos, de pensamiento llano, aquellos que solamente se quedaban con la superficialidad barata buscando un conocimiento hueco. Lawan no era para ellos.

 

- Creo que estás preparado para la prueba de habilidad, ¿qué me respondes, joven Tonks? Mientras, volvamos a la cabaña para comer.

[Niko Uzumaki]

- Eso parece - Fue lo único que se ánimo a decir ante el comentario de Lawan sobre el entendimiento que había logrado unos minutos antes. Estaba agotado por todo lo que había tenido que hacer para salvar su vida y de paso un poco débil por los efectos del veneno. Sin duda necesitaría descansar un poco al finalizar la clase que esperaba fuera pronto ya que no creía poder soportar un poco más en dicho lugar, o capaz terminaría odiando al arcano más.

 

El rubio había pasado por mucho durante sus habilidades pero sin duda Lawan lo había llevado al límite de una forma demasiado práctica. No le gustaba que afectaran su vida y su propia salud y el arcano había decidido cruzar dicha barrera así que no se encontraba muy cómodo ni feliz en dicho momento. Solo deseaba ir a casa con su elfo y ojalá poder preparar la prueba si es que ese era el deseo del arcano o simplemente retomaría su vida normal.

 

- ¿Comer? - Hizo una leve pausa sin haber terminado de comprender lo que le había dicho - Creo que prefiero irme a mi casa a descansar - Su mente estaba tan concentrada en irse que el rubio no logró comprender bien las palabras del arcano y omitió responderle la pregunta. Se quedó pensando unos segundos ante lo extraña de la situación que estaban viviendo, seguro era el primer aprendiz de Lawan que no le daba una respuesta. Ahora sí pensaría que era todo un desastre y el peor de sus aprendices.

 

- Y sí, si quiero presentar la prueba de la habilidad - Sabía que podía retirarse dado que había decidido pasar de la comida. Tendría tiempo para cenar en otro momento por ahora solo necesitaba un poco de descanso y un baño de agua tibia.