Legilimancia

[Goderic Slithering]

« No, vine a leer un libro en compañía de las plantas» pensó Goderic ante la pregunta de la arcana. No solía llevarse bien con las preguntas retóricas. Aunque conociendo el sentido de orientación de algunos era probable que más de alguno se haya equivocado de habilidad en el pasado, por lo que no se burló de Rosália y solo lo mantuvo en su mente. Sin embargo, no pudo retener un bufido cuando escuchó a la Arcana hablar, no era un hombre de moda como para tomar una habilidad solo por eso. Sin embargo, no dijo nada ya que su compañera había aclarado el motivo obvio.

Escuchó atento las respuestas que daban sus compañeros mientras observaba el nuevo ambiente al cual habían llegado tras la invitación de la arcana. A pesar de las sillas, se mantuvo de pie. Esperaba que algunos de los magos se presentaran pero no lo hicieron — ¡Qué mala educación! — refunfuñó. Quizás se conocían entre ellos pero mínimo decir su nombre para saber cómo dirigirse a ellos.

— Hola, mi nombres es Goderic y estoy de acuerdo con... Disculpen ¿cuáles son sus nombres? — hizo una pausa esperando que respondieran, luego continuó. — Bueno, si fuese consciente que entró en mi mente sin mi autorización lo sentiría como una violación y claramente me vería tentado a saldar cuentas por ello. Sin embargo, probablemente buenos legeremantes tendrían la capacidad para leer mentes ajenas sin ser notados.

Claramente habían muchas formas de lograrlo, como alterando los recuerdos para hacerles olvidar la intrusión. Esperaba que la arcana pudiese, durante la clase, enseñarles algunos "trucos" para permitirle invadir la mente de alguien sin dejar rastros.

— Como a diferencia de mi compañero no poseo oclumancia dudo que pueda defenderme y eso me haría sentir impotente, a su vez, como creo que la información y el conocimiento son lo más poderoso en la vida siento que sin importar quien tratase de entrar en mi mente inconscientemente trataría de repelerlo, probablemente sin éxito pero creo que me daría una sensación para nada agradable.

Luego de pensar en Emily, quien ha sido su compañera en diversas aventuras durante los últimos años confirmó lo que había dicho.

— Ni siquiera a una gran amiga que es parte de mi familia le he permitido intrusear en mi mente. No creo que exista nada más privado que la mente de una persona.

Editado 4 de Junio del 2018 por Goderic Slithering

[Undefined]

Nadie pareció reaccionar a su grito en el exterior, pero sus voces se hicieron aún más fuerte, ignorando todo lo que tuviese que decir. Su intento de callarlas, apaciguarlas, se estaba tornando más complicado que de costumbre, poco más pudo hacer a esas alturas y él en el fondo estaba consciente de ello. Una chica de cabello castaño fue la primera en hablar, saludando como una persona común y corriente, preocupada por si la arcana llegaba a enojarse al interrumpirla. Fue extraño pero eso ocurría con la mayoría de las personas cuando eran interrumpidas y hacían algo importante, pensó que tal vez los arcanos serían más estrictos e iban a reprobarlos a todos solo por entrometerse en la clase que estaba dando.

Segundos después una cuarta persona apareció, un chico con cabello rubio, preguntó con una gruesa voz si todos estaba esperando allí por mucho tiempo. No le dio oportunidad a Undefined de saludar a los recién llegados cuando uno de ellos simplemente entró al invernadero confiando en que la arcana no lo ignorase y lo reconociera, pareció ansioso por tomar la clase. Terminaron por entrar todos y en ese momento la arcana se despedía de sus alumnos los cuales no parecieron avanzar conforme ella esperaba. Inútiles, vociferó una de sus voces. Una de ellas culpaba a la arcana y otra la defendía, no se entrometió en esa discusión cuando lo único que decían eran si y no como dos niños.

Fue la primera vez donde conoció a la arcana. No era una humana normal, lo parecía por su rostro, pero las hojas, flores y raíces adornaban y rodeaban su femenina figura como si las controlase y pudiera ordenarles como debían colocarse para ella verse mejor. Es un monstruo, huye, nos matará; eran las cosas mencionadas en su cabeza por el bullicio de sus voces, tratando de alejarlo. Undefined llegó a desconfiar de ella por su aspecto, quizás por lo dicho en su cabeza o por decisión propia. No iba a alejarse, más personas se encontraban cerca de él por si algo extraño pasase, podía notar la realidad de esa manera.

La arcana habló, dando la bienvenida y preguntando sobre si todos venían por lo mismo, como si alguien fuese a visitar a un arcano solo por placer. Una vez más le tocó seguir a la multitud, el invernadero al parecer estaba cansado de recibir gente y necesitaba un descanso, pensó en la probabilidad de que fuese otro ser viviente híbrido pero esas mismas cavilaciones se alejaron después de escuchar las preguntas de la chica y las respuestas de sus compañeros. Varios de ellos mencionaban verlo como una intrusión a la mente, una violación.

Uno de ellos preguntó por los nombres de todo. Undefined se dedicó a responder.

- ¿No es divertido leer la mente de las personas? - Preguntó, sin esperar respuesta alguna - Puede sacarse mucha información sin la persona notarlo.... puedes... monetizarlo. La información es poder.

Terminó, respondiendo sobre lo interesante de la habilidad, no estaba seguro del porqué le llamaba la atención. No necesitaba percibir más voces dentro de su cabeza, pero tal vez podía jugar con ellas haciendo a las personas escuchar cosas similares a lo escuchado por él todos los días. No estaba seguro en ese momento de si la habilidad le otorgaba el poder de introducir elementos en la mente de los demás.

- Sería interesante... - Comenzó a hablar - Yo... no creo que pueda notar la diferencia si estuviese en mi cabeza, tratando de averiguar mis secretos y mi pasado. Y... Tampoco creo que pueda durar mucho en la mía.

Varias voces en su interior empezaron a gritar animando a la arcana para que se introduciese en su cerebro, llamándola, como si los escuchase.

[Ellie Moody]

Con las palabras de Hobbamock, consigue sonreír. Eso le parece bueno: significa que no todo fue un desastre. A pesar de tener fervientes sentimientos de quedarse y continuar con el aprendizaje, termina despidiéndose de él y de Kaori con un gesto de la mano, para entonces dar un paso para atravesar el portal. Al abrir los ojos (Ellie, inconscientemente, cierra los ojos antes de entrar en una portal o una chimenea), se encuentra sí misma en la entrada de la institución. Repentinamente cansada, sintiendo todo el peso de la jornada sobre sus hombros, se sienta en una banca y alza el rostro hacia el enorme complejo que es la Universidad Mágica. No puede sacudirse ese sentimiento de frustración, por no lograr un mayor avance, y de vergüenza, porque estar en una situación así frente a tres personas conocidas. Le gustaría regresar a casa, con Mel y desahogarse con ella, mientras Richard canta ópera en el baño.

Durante un largo rato, se queda sentada allí, repasando lo que ha sucedido el último par de días... y, entonces, lo decide. No va a mandar al caño las horas de estudio y el empeño que ha puesto en dominar aquella habilidad. Además...

«Maldición. Dejé la escoba en el invernadero».

La caminata hasta los jardines de la arcana resulta vigorizante, luego de haber estado sentada tanto tiempo; la brisa resulta vigorizante y la ayuda a despejar sus pensamientos, mientras que los sonidos de la naturaleza la tranquilizan físicamente, relajándola. Por su carácter introvertido, Ellie, luego de un rato, se cansa de las personas; luego de un rato, necesita descansar. No sabe por cuánto tiempo camina, pero, cuando divisa la cabaña de la arcana, sabe que fue el tiempo suficiente como para ponerlo todo en orden. «Aquí vamos», se dice, decidida a lograrlo esta vez. Tanto tiempo, tanto avance, no puede quedar en la nada; no obstante, al caminar hacia el invernadero, en cuya entrada todavía está apoyada su Saeta de Fuego, se repite que debe calmarse y despejarse. No pensar en retrospectiva, sino avanzar, en lo que deba avanzar.

Ellie toma la escoba y asoma la cabeza al interior del invernadero, pero no escucha nada.

—Oh, vaya —murmura.

Sólo por si acaso, busca en el bolsillo de su túnica uno de sus amuletos mágicos hasta dar con un anillo, el cual se coloca para activar el encantamiento que posee. Poco a poco, su oído se va agudizando y entonces es capaz de escuchar voces, sólo que no vienen del invernadero. Decidida, las sigue, sin darse cuenta de que se está conduciendo nuevamente a la cabaña de la arcana; no obstante, en lugar de entrar como lo hizo un par de noches atrás, la rodea y alcanza el patio trasero. Alrededor de una mesa de madera, los distingue. El más reconocible, por lo menos para ella, es Hobbamock; luego de ello, observa a Kaori y a los otros dos magos. Por supuesto, con ellos está la arcana Rosália. Sin darse tiempo para pensarlo dos veces, camina hacia allí, tras colgar cruzada a su espalda, con ayuda de una correa de cuero, la Saeta de Fuego.

—Mi escoba había quedado en el invernadero —dice, con tono de disculpa, aunque luego se da cuenta de que probablemente eso no tenga importancia para ninguno de los presentes—. Quiero continuar, así que volví en otro momento —le dice a la arcana. Si no se sienta, es porque la mayoría de los presentes no lo están, lo cual puede significan que continuarán con el aprendizaje en otro ambiente.

»Hiya —saluda a los demás, con su usual tono escocés—, soy Ellie —se presenta, especialmente para los dos magos que no conoce, aunque a uno de ellos está seguro de haberlo visto en otro lugar de la Universidad.

[Rosália Pereira]

Había ciertas casualidades en el mundo mágico que no se podían ignorar, como cuando cuatro personas se presentaran al mismo tiempo en el invernadero. Le generaba desconfianza a Rosália. Su instinto de supervivencia intentaba aflorar a toda costa. Sobre todo, cuando los cuatro comparten el mismo bando y… no se conocen; pero eso no lo sabía ella, así que un poco caía en saco roto. But still… le daba mala espina. Todo tan natural, todo tan casual, la comunidad mágica no era tan grande, ella lo sabía, por eso tenía pocos alumnos.

 

Echó su cuerpo en una de las sillas colocando su cuerpo de lado. Su espalda estaba pegada a uno de los respaldos de la silla, mientras que las piernas colgaban de la otra. Dejó caer su cabello rojizo por detrás. Cuidó desde el primer momento no denotar ninguna característica de su naturaleza. Se había quitado las hojas de la espalda tras una ducha al igual que las raíces en sus cabellos. Permitir que otros la vieran como era podía poner en peligro su propia vida, aunque fuera una Arcana con vara de cristal, anillo de habilidad y toda la demás parafernalia.

 

- ¡Perfecto! Ese uso de palabras, muy académico –soltó tras una risita entre dientes-. ¿Y qué más me puedes decir de esta autobiografía? Es decir, ¿no crees que es demasiado peligroso sacar la mente de una persona y meterla en otra? Pienso en voz alta, capaz, si mi mente se desprende de mi cuerpo, yo no puedo pensar… Respirar, vivir. Pero, ¿crees tú que es necesaria que la mente se desprenda en la legilimancia? Y, hablaste de que es diferente, ¿Por qué?

 

Guardó un poco de silencio.

 

- Todos, de alguna manera hablaron que la legilimancia es una intrusión. Una cosa ajena entra en su propia mente. ¿Para qué entonces aprender la habilidad si van a estar violando lo más privado de una persona?

 

Bueno, es que tampoco ella se pondría a juzgar morales. Es decir, ella también tenía su propia agenda. Pero, su valoración era diferente y no veía a la habilidad de esa manera. Capaz, porque el sentido instrumentalista era tan fuerte en la comunidad británica, que difería en parte de ella. Por eso estaba tan intrigada en ciertas expresiones.

 

Monetizarlo.

 

Se incorporó, sentándose correctamente en la silla. Movió un poco la misma al borde de la mesa y apoyó su codo en la superficie, dejando el mentón en la palma.

 

- ¿Por qué la información es poder? ¿De dónde sale este poder? ¿Qué información sacarías? ¿Hay diferencias entre lo real y la información?

 

Estaba por volver a hablar cuando Eileen apareció devuelta. Se sorprendió. Buscó el sol. No habían pasado ni cinco minutos que ya había vuelto en otro momento.

 

- Bienvenida nuevamente Eileen, claro que puedes continuar, pero me deberás explicar nuevamente algunos temas antes de volver al debate sobre el tiempo. Creo que recuerdo que una vez dijiste que todas las mentes funcionan igual, pero luego que no lo creías, ya sabes, fervientemente. Hobbamock aquí presente habló que no todas las personas sienten lo mismo. ¿Cómo podrías hilar estas dos ideas?

[Ellie Moody]

Luego de unos momentos, Ellie se quita la Saeta de Fuego para apoyarla contra una de las sillas, asegurándose de mantenerla a la vista —no porque tema que se la roben, sino más bien para no volver a olvidarla— , y finalmente toma asiento. A la larga, es la mejor decisión. Cuando la arcana de dirige a ella, se da cuenta de un pequeño error en sus palabras, pero asume que se refiere a lo que estuvieron hablando largamente en el invernadero. Es consciente de que su respuesta no la hizo sentir satisfecha, pero había cumplido con explicarle su sentir; no obstante, también es consciente de que lo único que puede hacer para avanzar en su aprendizaje es responder las interminables preguntas de la arcana. El dolor en los bolsillos de su túnica le recuerdan que, si no aprovecha esa oportunidad, está arrojando a la basura horas y horas de trabajo.

—Disculpe, pero es mi prima Melrose, otra de sus alumnas, la que piensa eso —musita. Por supuesto, no sabe cómo le fue a su prima el día anterior, en la cita que había acordado con la arcana. Sólo ahora se da cuenta de que Kaori tendría también su encuentro el día anterior... Sin embargo, se dice que luego le preguntará a la propia Mel—. Lo que yo le dije, era lo contrario: que no todas funcionan igual y que pensaba que la legeremancia me ayudaría a comprender mejor a los demás.

Lo cierto es que no sabe qué es lo que dijo Hobbamock exactamente, ya que se unió al grupo luego de que cada uno realizara su aportación y, por lo que había escuchado a medias, la arcana realizara sus respectivas observaciones y preguntas. De modo que, la información que tiene, es la que le dio la arcana: no todas las personas sienten lo mismo. Una idea muy similar Ellie intentó trasmitir. Si ella desde un principio le dijo a la arcana que no pensaba que todas las mentes funcionaran igual, es porque, si bien existen los mismos emociones y sentimientos para todas las personas, no significa que todas las personas las sientan de la misma forma. Supone que ésto puede deberse simplemente a la forma de ser de cada quién, pero también podría influir la crianza, las vivencias y quién sabe qué más.

Es cierto que no lo creía fervientemente. ¿Cómo iba a hacerlo? Por eso, le dijo a la arcana, tenía que practicar la legeremancia para saberlo... por eso, en un principio, había acudido a ella. Al final, aunque la arcana la despidiera del invernadero, así fue.

Si bien no hizo más que echar un vistazo a la mente de Jank, de una forma tan brusca que hubiera sido imposible que tal invasión pasara desapercibida, le pareció que su idea y su creencia cobraba fuerza. ¿Que Ellie lo percibió así, porque así era como se había imaginado la legeremancia? Cree que es muy posible, de la misma forma en la que luego pensó que, quizás, los propios sentimientos y pensamientos del legeremante podían influir en lo que encontrara y su forma de percibirlo. De todas formas, había algo diferente en la mente de Jank. No sabría describirlo, pues no realizó ningún tipo de exploración —probablemente, no se hubiera atrevido a hacerlo—, pero... pero había una sensación que no se sentía normal ni familiar, como al explorar en sus propios recuerdos; fue gracias a ese algo, que fue capaz de recordarse que estaba en el invernadero con el mago y la arcana. Quizás más adelante, con un poco más de experiencia, pueda hablar de eso en voz alta de una forma que resulte clara y satisfactoria para la instructora.

—De esa forma, mi idea y la de Hobbamock se complementan. Todos tenemos diferentes formas de sentir las mismas emociones y eso modela nuestras mentes de formas diferentes, así que no todas funcionan igual —explica, recordando la lección de los anillos del tronco del árbol en el invernadero, donde terminó concluyendo que la mente podía ser un laberinto más complejo que la idea general que tenía.

»Sin embargo, si lo que quiere es que le hable sobre esas dos aparentes contradicciones... Bueno, quizás no sean contradicciones. La mecánica de la mente es la misma, y como todos sentimos de formas diferentes creemos que nuestras mentes son diferentes por completo, pero, en el fondo, en lo más básico, en realidad funcionan de formas similares —ahora que lo dice en voz alta, especialmente conociendo la condición de su prima, cree entender su pensamiento. Entre humanos y no humanos, incluso en la mente, en realidad no hay motivos para clasificarlos entre superiores e inferiores, o hacer distinciones o separaciones. Ellie se da cuenta de que, quizás, lo que Mel intentaba encontrar en la legeremancia eran motivos para no sentirse excluída—. Así uniría esas dos ideas. Creo que cada legeremante tiene su opinión o, bien, su forma de entender la mente, para facilitar su ejecución de la legeremancia.

Concluido su aporte, vuelve a apoyar la espalda contra el respaldar de la siga y observa a la siguiente persona en hablar.

Editado 11 de Junio del 2018 por Eileen Moody

[Juliens]

Hobb es especialista en dos cosas, al menos en dos cosas que en ese momento importan. La primera es escuchar. Le gusta escuchar, puede estar horas y horas oyendo a otras personas, intentando entender sus argumentos y sus puntos de vista. La segunda es dudar. Dudar de si lo que dijo es correcto o confundir conceptos de distintos autores creando teorías frankenstein con las ideas de diferentes conocedores.

 

Pero pese a ello está seguro de algo, las palabras de Porpentina se grabaron demasiado bien en su cabeza como para confundirlas o mezclarlas. Admira demasiado a los Scamander como para permitirse confundirlos con alguien más. Conoce a la perfección todas las palabras escritas por Newt y por su esposa. Luego de pensarlo por un rato acepta que no esta omitiendo nada. Porpentina escribió sobre la legeremancia en su biografía, sin embargo lo hizo desde su percepción, explicando sus sentimientos y los de su esposo. Lo que Goderic dice parece ser bastante compatible con lo que él ya sabe. Y es cuando su habilidad para confundir cosas aflora. Nunca se le ocurre relacionar lo dicho por Porpentina con el hecho de que la legeremancia sirve para espiar.

 

—¡Ellie, pensé que no te vería nuevamente hoy!

 

Se olvida completamente de la legeremancia. Sus sentimientos siguen confundidos y contradicen todo lo que sabe sobre si mismo. ¿Cómo puede sentirse así de nervioso y perdido en presencia de una chica? No es tan intenso como aquello que sintió por Erick o por Mark, pero es algo que está ahí, algo contra lo que tiene que enfrentarse más temprano que tarde. Pero no es el momento, se obliga a ocultar sus mejillas sonrojadas utilizando la metamorfomagia.

 

—Estem —se aclara la garganta porque apenas y logra escuchar lo que dice —. Me gustaría agregar que comparto también la opinión de Goderic, personas entrenadas, hábiles en el uso de la legeremancia debería poder entrar en una mente sin dejar siquiera huellas.

 

Mientras Rosalía va soltando sus palabras, algunas le parecen coherentes y con la capacidad de guiarlos en la dirección que él espera, parte de su mente viaja a las palabras escritas por Porpentina. Él también espera recordar más pistas sobre la legeremancia, algún secreto revelado por su hermana. Pero es un intento vano, él sabe bien que no hay absolutamente nada más (al menos nada interesante) sobre la lageremancia. Hay una historia de como la legeremancia salvó al matrimonio de morir en el MACUSA.

 

—No hay más datos sobre la legeremancia en la autobigrafía. Porpentina habla de como la legeremancia la salvó a ella y a Newt de morir. Y es cuando explica como se sentía tener a su hermana en la cabeza. Sobre sus otras preguntas. En lo personal no creo que sea un desprendimiento, sino más bien una forma de extender la mente. De poder "copiar" lo que otra persona siente y recuerda. Y finalmente sobre su otra pregunta. Quiero aprender legeremancia porque hay una guerra, necesito saber en quien se puede confiar.

 

Ahora si se sienta, quiere poder concentrarse en cosas de verdad importantes. En una situación más normal, quizá entrenándose en otra habilidad, se habría preocupado de ocultar sus ojos. Sin embargo, tal como decidió ante de acudir al invernadero, permite que se mantengan su tonalidad blanca.

[Goderic Slithering]

Goderic escuchó la respuesta de la arcana a los comentarios del primer compañero en hablar. Si bien no respondió, pues no fue una pregunta abierta sino dirigida directamente a él, pensó en una. No creía posible que una persona dejara de respirar por perder su mente en la de otra. Podía ser peligroso perderse en la mente de alguien, quizás sí, sobretodo de desconcentrarse; pero era como cualquier magia, un error podía salir caro. No obstante, no creía que uno dejaría de respirar o moriría por ello. Era similar a dormir o estar en coma, el sistema nervioso seguiría funcionando realizando las tareas que son vitales pero no necesitan el control directo del ser pensante como tal. Uno no tenía que estar pensando y recordando que se debe respirar a cada segundo «por suerte» pensó pues estaba seguro que sino todo el mundo se volvería loco por la repetición constante. Tener siempre de nuestras cabezas una voz que dijera «hay que respirar, inhala, exhala, hay que respirar, no te desconcentres, inhala, exhala».

Mientras se perdía en sus pensamientos ante la idea extraña y aterradora de tener una voz constantemente atormentando su interior, Goderic pareció oír una voz externa pero algo onírica. Era una voz real pero lejana y etérea, como si realmente tuviera alguien dentro de él, en lo profundo de su interior recordándole que debe respirar sin embargo esta voz ¿o voces? parecían preocupadas de otras cosas ya que les daban la sensación de estar exitadas, contentas de tener un ser nuevo con quien ¿jugar?.

Abrió sus ojos que había cerrado por concentrarse demasiado o quizás debido al cansancio del viaje. Se sentía cansado como si hubiera estado en un sueño, le recordó la experiencia donde el arcano Sajag había utilizado la quema de ciertas hierbas como incienso para ayudarle a despertar su ojo interior; se preguntó si Rosália no había hecho algo similar con las plantas al rededor para permitirles abrir sus mentes y poder integrarse de forma más fluída a la habilidad de Legeremancia. Ni siquiera notó cuando Ellie había llegado, por lo que claramente se saltó su presentación.

Trató de recordar qué había preguntado la arcana y no le costó demasiado, además utilizando las respuestas de sus compañeros le sirvió para guiarse y recordar.

— ¿Para qué entrar a mentes ajenas? Por poder, apoyo a mi compañero en que la información y conocimiento es poder. Con poder me refiero a tener las herramientas y la capacidad para proteger a quienes quieres y en lo que crees, Más allá de la guerra, el mundo lamentablemente no es un lugar seguro y no me quedaré de forma pasiva esperando que el mal golpee mi puerta.

Luego de volver a concentrarse completamente nota que Ellie y el chico con ojos blancos se sentaron, cuando pensó en hacerles compañía notó un ambiente un poco ¿amoroso? entre ellos. Quizás fuese los años experimentando la vida que le permitía notar esa sutil sensación o quizás el estar tanto tiempo tratando de comprender a bestias mágicas solo a partir del lenguaje corporal. Sin embargo, luego de notar aquel sospechoso ambiente, decidió mantenerse en pie para así dejar al par de magos en su propio mundo.

— Entiendo que además de poder sumergirse en los recuerdos y vivencias de alguien, también uno puede escuchar lo que un mago cercano está pensando, como si fuera una radio que capta dichos pensamientos. ¿Existe un método práctico para poder controlar bien esta “radio”? Pregunto porque en caso de estar en una habitación cerrada y con muchos seres pensantes podría crearse algo como “ruido” y debería ser complicado sintonizar a la mente correcta ¿o me equivoco?

Editado 12 de Junio del 2018 por Goderic Slithering

[Undefined]

Pregunta tras pregunta.

Todos los presentes fueron acribillados con preguntas complicadas y no tan fáciles de responder porque no tenían una respuesta correcta. Pero Undefined empezaba a sentirse atacado, recordó las primeras sesiones con un psiquiatra donde realizaba interrogante tras interrogante sin darle tiempo de contestar una por una. Lo colocaban en una situación estresante en la cual se sentía forzado a responder para no quedar como un est****o delante del especialista que trataba de evaluarlo, quizás no lo juzgaba, pero ese tipo de comportamientos estaban en los seres humanos. Siempre tratando de comportarse correctamente, siendo amables, sonriendo, esperando nunca ganarse el odio de nadie. Quedar bien.

Las voces en su cabeza deseaban que se cállese, algunas que se cállese... para siempre. Las más violentas esperaban algún tipo de accionar de Undefined y algunas imágenes se mostraron en su cabeza. Él sacando su arma mágica, apuntando hacía la arcana y sentenciando un Avada Kedavra que impactaba sin impedimento. Sacudió su cabeza alejando ese tipo de fantasías tratando de centrarse nuevamente en la realidad, casi, seguía viendo ramas moverse a sus alrededores, flores aparecían y desaparecían de la piel de su instructora. Pensó en la poca probabilidad de éxito si se enfrentaba en duelo contra los de su clase, él ya no tenía las habilidades de antes.

Sus compañeros respondieron las preguntas a quienes fueron dirigidas. Una de ellas era la chica que recién acababa de llegar y se marchó minutos antes por el portal de la arcana. Esta vez la pudo notar mejor, era una chica baja no tan agraciada a la vista, pero parecía tener algo llamativo en ella, con un cabello color rubio y unos ojos de color azul. Su respuesta se basaba en esa frase "Cada cabeza es un mundo" tan popular. Él junto a las varias personas conocidas en las consultas al psiquiátrico podía afirmarlo, la arcana podía hacer lo mismo si entrase en la mente de cada uno de ellos y averiguar si poseían cierta similitud funcional en su subconsciente. Pero ella pareció no querer hacerlo.

A la persona que hablaba sobre la biografía, Hobbamock creyó recordar su nombre, no logró escucharlo lo suficiente. Sus voces empezaron a aumentar el tono sin razón aparente, pero escuchó escasas palabras sobre Newt o Porpentina. Goderic también llegó a responder las preguntas realizadas a Undefined optando por defender la humanidad o algo parecido. Era extraño, pero sus voces no querían que escuchase alguna de las intervenciones dadas, tal vez porque no mostraban algo interesante o simplemente la idea acabar con la arcana continuaba en ellos.

- Si... - comenzó a hablar tratando de escuchar e hilar sus propias palabras - alguno de nosotros tratase de dañarla o a los de su pueblo, usted querrá saberlo antes de que ocurra una desgracia - Sin quererlo estaba dando una opinión similar a la de su compañero Goderic, conocer ciertos datos ayuda a prevenir ciertas situaciones desconocidas para magos sin la habilidad de legeremancia, algunos podrán tener una especie de instinto, un sexto sentido, no era algo certero, ni siquiera la videncia o adivinación.

- La legeremancia es el arma que nos permite acceder a ese poder. Claro que hay diferencias... - espetó de repente - Lo real es esto que estamos viviendo todos, la información solo nos puede decir lo ocurrido en el pasado o las acciones posibles en un futuro inmediato, ese tipo de cosas estan disponible en la mente de todos nosotros.

Goderic terminó su intervención con algunas preguntas, comparando la habilidad con una especie de radio donde cualquier legeremante podría recibir pensamientos de las personas más cercanas a él. Un atisbo de esperanza se mostró en Undefined, pensando por un momento en la probabilidad de que estuviese escuchando los pensamientos de otras personas y era portador de la habilidad desde años atrás, escuchando millones de cosas incluso en la soledad. Sin embargo, eso no explicaba como confundía la realidad con la fantasía viendo flores y ramas moverse a cada segundo allí mismo donde se encontraba.

Esa esperanza se iba...

[Valky]

Kaori.

Las mejillas de la bruja se tiñeron de un suave color rosa cuando el mago de nombre Goderic los llamaba mal educados por no presentarse y es que la verdad Kaori había olvidado por completo decir su nombre antes de responder a las preguntas de la Arcana. Sentada como estaba la muchacha cruzo los brazos y adoptó una posición de lo más relajada, por lo que podría notar estaría ahí un buen rato contestando preguntas que los hacían reflexionar sobre la habilidad, sobre el uso que le darían, etc. Supuso que antes de aprender a dominarla se debía saber la teoría.

Pronto todos respondieron y lo que más llamó su atención era lo que decía el chico de aspecto extraño, aquel que parecía tener un debate interno consigo mismo muy intenso. Claro que la información era poder, saber algún secreto de alguien para usarlo a favor en una situación dada podría suponer la victoria en una disputa o simplemente para prevenir que algo suceda, actuar a conveniencia. Era algo en la que Van Halen había pensado, sí, pero no le apetecía que otros lo supieran.

La voz de Rosalia la hizo centrarse nuevamente en la clase, giró su cabeza hacía la mujer-planta que, aunque parecía actuar con naturalidad, pudo notar que al igual que la pasada noche había cierta desconfianza en la mirada ¿Será que es así con todos los estudiantes? Se preguntó. Una ronda más de preguntas fue hecha y ella empezaba a creer que estaba en una prueba en la primaria, ninguna era de forma personal hacía ella así que con paciente esperó a que cada uno de los alumnos respondiera.

Cuando todos hablaron incluida Eilen quien se había vuelto a unir a la clase, Kaoria no quería redundar en la respuesta a las preguntas, sus compañeros habían dejado en claro que la información era poder y que esta estaba dentro de la mente de cada persona, el cómo usar esa información era muy diverso y dependía mucho de cada quien, del propósito que los haya llevado a desear poseer dicho conocimiento. Aquel pensamiento le trajo una nueva inquietud.

—Si seremos capaces de sacar pensamientos… imagino que podemos dejar, así mismo, parte de los nuestros en la otra persona… se imaginan el daño que alguien pudiera hacer —cuando se percató de que la última frase la había dicho en voz alta añadió — o el bien… todo depende… siempre todo depende — se quedó pensando un par de minutos y luego añadió.

—Arcana… ¿Cuándo podremos practicar? Mi padre siempre dice que la practica hace al maestro y si, los conceptos y tener claro lo que es la habilidad ayudan mucho a entender… pero creo que soy de las personas que aprende mejor con la practica…—La verdad es que estaba ansiosa por usar la habilidad, quizá en el chico raro — ¿Hay que poner la mente en blanco y relajarse para poder hacerlo? ¿El legeremens es indispensable o podremos hacerlo sin usar el hechizo? —Preguntó, esperaba que la Arcana empezara a enseñarles y no se molestara por el entusiasmo que Kaori demostraba, pero de verdad quería poner en practica lo que hasta el momento solo habían hablado.

[Juliens]

Le parecen interesantes las respuestas de sus compañeros de aprendizaje. Le gustan, especialmente, las respuestas y dudas que presenta Goderic a la clase. Hobb busca tener poder más no es el poder su objetivo. Simplemente quiere mantenerse a salvo, quiere poder hacer muchas cosas que no se atreve a hacer. Pero él conoce la otra cara del poder, lo aprendió en su estadía en brasil. Sabe que mucho más fácil abusar del poder que contenerse, sabe que es más sencillo actuar antes que esperar y contenerse. La legeremancia es su mayor prueba. ¿Puede Hobb, como Erick, conocer un tipo de magia como la legeremancia y decidir no usarla para fines egoístas?

 

Las mente son, desde su punto de vista, maravillosas. Y es por eso que le llama la atención la respuesta dada por Kaori. Le asusta lo que insinúa, por su puesto, sin embargo eso no significa que la posibilidad sea bastante interesante y tentadora. «Otra prueba, si eso es posible es otra cosa contra lo que luchar» se dice varias veces para no llegar a olvidarlo.

 

—¿Puede hacernos una demostración de la legeremancia? —pregunta a la Arcana —. Quizá así podamos entender mejor como funciona, como se siente —añade.

 

Se siente con un poco más de confianza para realizar preguntas que antes no hizo. Sabe que los arcanos, por las experiencias vividas y las historias escuchadas, pueden llegar a ser bastante sensibles cuando no se utiliza las palabras adecuadas en el momento adecuado. Con Kaori preguntando cosas más entradas en el tema tiene más confianza, aunque igual sabe que debe buscar las palabras exactas.

 

—Yo incluso podría ofrecerme de voluntario para que nos enseñe como funciona. No creo que con usted haga falta desmontar las protecciones que la oclumancia me provee.

 

En cuanto se ofrece como voluntario para pruebas de legeremancia se arrepiente, justo en el mismo momento, incluso antes de terminar de hablar. Pero no cree que sea buena idea cambiar de opinión y retractarse en ese momento de la clase. Respira profundo un par de veces mientras su magia trabaja tan rápido como puede. Quizá no solo Rosalía intente romper las defensas, quizá los demás también lo hagan... Crear muros en cabeza mucho más fuertes y profundos de tal forma que algunas cosas incluso las olvida temporalmente por seguridad.