Legilimancia

[Ela Karoline]

--¿Nuestras primeras impresiones?-- “tonta sobre la habilidad” le decía una vocecilla interior a la Lockhart que de pronto se había quedado en blanco, quizás porque todo le hablaba a la vez, si, si, las plantas, la tierra, el entorno, era como un jolgorio de voces a la vez que llegaban hasta la sacerdotisa, y no es que no estuviera acostumbrada a no escuchar, sino que allí parecían más vivaces que nunca.

 

--Bueno para mí la Legilimancia es un todo un misterio al que quiero quitarle el velo, descubrirla y dominarla por razones personales y altruistas-- hubiera podido agregar que fenixianas también, pero esa frase la dijo solo con la mirada a su nieta Bodrik. Mientras contestaba eso, su mente trataba de canalizar todo lo que había escuchado de labios de la arcana camino al invernadero.

 

--Y mi nombre es Cye, Cye Lockhart-- claro que aquello que acabada de decir no era del todo cierto, como sacerdotisa, había practicado la comunicación mental con sus iguales, pero eso era distinto, al menos un tanto, quería tener el dominio total y completo de la habilidad, y perder como bien había mencionado ese dejo de respeto a la privacidad, porque de otra manera la habilidad no tenia lógica, se trataba de invadir la mente de alguien, de entrar y hurgar hasta enterarse del más mínimo detalle.

 

--Por cierto tiene usted un bonito lugar, debe ser muy feliz entre tanta… vida-- agrego mirándola directamente a los ojos, no hacía falta ocultar su naturaleza sacerdotal y el dominio de ciertas cosas como energías, auras, y la conexión con la naturaleza, desde luego todo era aprendizaje, fuera de los hermanos de sacerdocio conocía a pocas personas con aquella afinidad y le producía intriga y admiración. Ya la arcana había expresado como seria la clase, dos fases había dicho, una teorica y la otra practica y solo entonces consideraría el hecho de que avanzaran a la fase final.

 

--Ella es mi princesa, mi nieta @Bodrik-- dijo finalmente colocando ambas manos en los hombros de la pelinegra para presentarla a Pereira.

[Bodrik]

No paso mucho cuando la Arcana salió a verlas y les saludó amablemente y ellas también lo hicieron de igual manera pero su pregunta lejos de ser común era algo mucho más profundo o eso había llegado a entender con Sauda entonces intentó interiorizar las razones que la llevaban a tomar un curso como ese tan complejo y entonces visualizó su plan mental y las razones que tenía para seguirlo y su mente se llenó de recuerdos familiares e inmediatamente se vio tratando de evadir los obstáculos de la cárcel Nurmengart para rescatarlos.

 

-Para mí le Legilimancia ayudara a mi mente a expandirse aún más pues deseo dominarla y ser capaz de proteger a los míos- dijo tratando se resumir con palabras lo que tanto anhelaba. La arcana las había invitado al Invernadero y ambas brujas la seguían animadas.

 

Luego escuchó la pregunta acerca de sus nombres y sonrió pues con los nervios que traía no se había ni alcanzado a presentarse entonces escuchó a su abuela conversando con la agradable mujer y prefirió permanecer en silencio para no cortar su conversación pero con la mención del bonito lugar movió la cabeza asintiendo pues sabia a la perfección que para @ este sería un lugar ideal gracias a su condición de Sacerdotisa y que seguramente estaba escuchando a las plantas y toda criatura susurrándole una gran cantidad de cosas y Bodrik sintió un poco de celos por ello.

 

De igual manera Bodrik tenía su propia conexión con el lugar pues también amaba la naturaleza, pero su relación estaba ligara a la energía que todo ser vivo emanaba y que fluía equilibradamente desde cada a uno de ellos llenando a la joven Paladín de tranquilidad y esta a su vez trasmitía energía a su entorno- Sí, Soy su nieta Bodrik Lockhart y mi abuela tiene razón este lugar es bellísimo y tranquilo- le dijo con tranquilidad siguiendo un camino de piedras que los llevaba a una estructura de cristal que estaba por detrás de su cabaña de la agradable Arcana.

 

 

Al llegar hasta allí la mujer explicó el plan de trabajo y entonces hizo la pregunta más complicada hasta el momento- este es el lugar perfecto para nosotras. – comenzó a responder, pero hizo una pausa sabiendo como le había enseñado Sauda que debía aprender por si mima – La plantas, las flores y el sendero por el que hemos caminado me hacen sentir como en casa y esa afinidad parece una línea de comunicación entre mi cuerpo y este lugar –

[Rosália Pereira]

Rosália abría un poco más los ojos por cada oración que escuchaba de Cye y Bodrik. Era la primera vez que se encontraba con alumnos tan entusiasmados por…todo. Es decir, Cye estaba perfectamente conservada para ser una abuela de una adolescente. Esas cosas que pensaba la Arcana, como de paso. Luego recordaba que ella misma tenía casi un centenario y entendía que el mundo mágico tenía esos casos.

 

Frunció un poco los labios, procesando la nueva información que le llega, siempre caminando sobre el sendero. Les había preguntado sobre las primeras impresiones, y las dos respondieron algo por el estilo: sus razones para dominar la habilidad. Negó levemente la cabeza. Cada uno tenía sus propias razones y todas ellas eran coherentes y válidas. Rosália sabía un poco de la coyuntura política de la comunidad mágica británica; la lucha entre fenixianos y mortífagos era algo que azotaba el contexto de forma permanente y siempre el defender a los mios, o descubrir a mis enemigos, daban pie a entender que formaban parte de esa batalla.

 

Vamos, uno más uno.

 

Y aunque Rosália intentase descubrir cuál era el bando en el que pertenecían las dos, sólo vería en sus mentes lo que ella misma se reflejaba. Porque así funciona la legilimancia.

 

Seguía caminando manteniendo distancia. Todo ese proceso mental, pesante, se contrarrestaba con el alivio que sentía al ver que las alumnas apreciaban el lugar de trabajo.

 

- Oh, muchachas, son demasiado generosas. La naturaleza creció por sus propios medios.

Se detuvo y giró la cadera para poder observarlas.

 

- Y por cierto, hay que ser feliz, entre vida y entre muerte. El contexto no te tiene que determinar.

 

O al menos así pensaba ella.

 

Pasaron unos matorrales. Incluso hasta los yuyos más invasivos se doblegaban ante el paso de la brasilera. Después de todo, eran sus amigos y sí, sentía una comunicación, pero a otro nivel. A uno que la magia de cualquier mago no podía alcanzar. Era como una profundidad diferente. Saber nadar en otras aguas. Respirar otro aire.

 

Llegaron a la estructura de cristal y con un pequeño golpe de sus uñas, las puertas se abrieron de par en par. El invernadero mantenía una temperatura pesante y húmeda, a diferencia de lo que se podía apreciar afuera. A un lado, estaba una pequeña caseta con herramientas, macetas y bolsones de tierra. De la misma entrada, se desprendían tres caminos, dos que contorneaban los bordes del rombo y uno tercero que iba por la mitad. Entre ellos se comunicaban por pequeños senderos no marcados con tanta intencionalidad como estos primeros.

 

- La Legilimancia es comunicación. Tiene sus grandes límites y peligros, pero es extremadamente gratificante. Cuando se aplica este tipo de magia, se genera un puente entre conciencias. Comunicar, es descubrir tanto del otro, como uno hacia fuera.

 

Se llevó las manos a la cintura.

 

- Existen dos tipos de legilimancia. La primera es la superficial, generalmente es cuando escuchan voces. No hace falta espedcíficamente contacto visual. Sólo podrán sentir lo que la otra persona piensa como si hablara en voz alta. Se modifica teniendo en cuenta la intensidad del pensamiento y la cercanía de la fuente. Imagen como una radio.

 

Emprendió camino nuevamente hacia el centro del invernadero, donde había una gran fuente sin funcionar. El agua estaba completamente verde, no por lo estancada, sino por el reflejo de su contexto.

 

- La segunda, es la entrada en el otro. El contacto visual es necesario y las dos personas entran en un trance. Es la más difícil y tanto el legilimante, como la otra persona, quedan condicionadas ante el uso de la habilidad.

 

Llegaron hacia el borde de la fuente, donde había una pequeña mesita de hierro decorada por ramas y hojas. Típico de Rosália.

 

- ¿Alguna duda hasta ahora? Les tiro una pregunta. Si yo aplicara Legilimancia en ustedes, ¿qué vería? ¿sus pensamientos como si viera una memoria en un pensadero?

[Bodrik]

Se sentía verdaderamente cómoda con todo al menos lo que tenía a su vista, pues luego de la primera experiencia con la magia arcana aquello parece mucho más placentero y agradable y no porque la arcana Sauda hubiese sido mala, todo lo contrario, era un ser maravilloso de quien había aprendido sobre todo a ser más independiente, sino porque ya tenía más claro lo que le esperaría al adentrarse en su propia mente y dejar que otros dieran un vistazo al interior de la misma.

 

Sin dejar de avanzar la adolescente alumna observaba con cuidado todo su entorno mientras la armoniosa voz de Rosalía acariciaba su propia mente y estaba segura que Cye también estaría gradecida por la oportunidad de vivir una experiencia como aquella y estaba segura de lo consiente que era también del reto que podía significar controlarse estando tan cómodas como estaban sacerdotisa y paladín en compañía de Rosalía.

 

Sonrió feliz ante el comentario acerca de su espacio y de cómo la misma naturaleza se iba amoldando al entorno como le placía y teniendo en cuenta la similitud que la misma arcana tenía un aspecto parecido a una planta a Bodrik se le antojaba como si de algún modo todas las flores fueran una extensión del aura de la mujer y que ahora mismo ellas estaban caminando en medio de su propia mente, pero trató de apartar ese pensamiento para concentrarse en las enseñanzas de Rosalía.

 

 

-Tiene razón, la felicidad debe estar dentro de nosotras mismas y no en el exterior- comentó recordando un poco la prueba que había librado para obtener el aro de la Oclumancia donde nada era agradable y cálido, sino que por el contrario estaban en un entorno carente de vida, frio y que cada vez se tornaba más hostil, pero para poder vencer ambas brujas tuvieron que enfrentar sus más oscuros miedos, o al menos así había sido con ella.

 

Siguiendo a la arcana atravesó por unos matorrales sin apartarse aun del camino de piedra, aunque cada vez más espeso y complicado pero la energía de la mujer-planta hacia que cada árbol y arbusto se apartara para demarcar el camino que debían seguir hasta una estructura de cristal que sorprendentemente abrió con un leve toque de sus uñas y una vez todas atravesaron el ambiente cambió por completo a lo que tenían a fuera pues ahora Bodrik podía apreciar la humedad.

 

Vio la pequeña caseta, aunque desconocía su contenido y pronto se encontró en el dilema de hacia dónde seguir, pero como la idea era continuar tras la arcana terminó dejándose llevar hasta la mitad del invernadero cristalino -Woo suena muy estresante y cansado, si no quieres escuchar realmente- dijo encogiéndose de hombros cuando hacia referencia la primera Legilimancia y continuaron su camino por un último trecho hasta detenerse por fin.

 

Entonces escuchó algo más interesante justo cuando llegaron a una fuerte que aparecía estar fuera de servicio y que al mismo tiempo parecía estar hecha de agua nada mas - ¿trance? – preguntó no porque no conociera el significado, sino porque justo al conocerlo sabía que será sumamente difícil conseguir sincronizar la mente con otra persona a tal magnitud.

 

-La mente es como esta agua refleja todo a su alrededor, pero nada especifico – mordió su labio inferior un poco nerviosa y sorprendida con ella misma como si su mente hubiera conectado con todo aquello – puedo ver un todo, pero nada es especifico, no se ven los completos detalles de los arboles- continuó y se acercó hacia la fueren para tratar de ver más de cerca.

 

- creo que sería como en un pensadero, no podría ver sino los bordes de mis recuerdos porque en realidad no habría una sincronización por ejemplo con mis sentimientos – bueno ella se imaginaba eso gracias a la visión de la fuente pues a pesar de poder mostrar el contorno del invernadero, esta no podría captar ni la temperatura, ni la esencia del lugar, o eso pensaba.

 

 

- creo que mis dudas tenían mucho que ver con lo que de explicar y acerca de ver en la mente de otro- ahora lo veía mucho más relacionado con la ciencia paladín y la meditación pues era algo que no solo gastaba gran cantidad de energía, sino que también debía estar completamente concentrado – El gasto energético debe dejar completamente agotado y creo que se necesita de mucho tiempo para adquirir el conocimiento supremo-

 

 

@

[Rosália Pereira]

Cye había quedado atrás. Supuso Rosália que no era momento para que ella pudiera vincularse con la habilidad. Después de todo, ella era muy exigente con los conocimientos de sus estudiantes. La Legilimancia no era solamente pararse frente a una persona, alzar la varita, decir una palabra y ya saber todo del otro. No. Era más. Porque, era una forma de comunicación.

 

Se sentó en el bordillo de la fuente, por más que tenía al lado las sillas. Escuchó la respuesta de Bodrik con interés. Levantó la ceja y asintió un poco a la metáfora del agua. Lo bueno de que los alumnos intenten explicar las situaciones con ejemplos materiales, que tenían alrededor, la ayudaba a entender desde dónde venían. Después de todo, para eso estaban en el invernadero, para aprender trabajando.

 

Cuando terminó de hablar Bodrik, la Arcana colocó su mano dentro de la fuente.

 

- ¿Qué pasa si hago esto?

 

Agitó su mano y, lo que fue una vez un espejo esmeralda, se transformó en una distorsión total de todo lo que lo rodeaba.

 

- La mente es mucho más que la relación que tenemos con el exterior. Por consiguiente, no solo se queda en memorias. Después de todo, es lo que generalmente los alumnos buscan. Saber lo que el otro vivió. Sin embargo, no es tan así.

 

Sacó la mano y la sacudió un par de veces para secarla.

 

- No es específicamente como un pensadero, porque la mente está establecida en base a una conciencia. Una conciencia es mucho más que lo vivido, porque también forma partes de las relaciones entre esos mismos recuerdos. La conciencia, por lo tanto, es una relación, no una imagen en sí.

 

Las memorias en un pensadero eran imágenes fijas, por más que se reproduzcan como una película en tiempo real. Porque la concepción que tenemos de una memoria, puede cambiar con el tiempo. A diferencia del pensadero, nunca se ve lo mismo cuando uno entra en la mente de una persona…

 

- Ni mucho menos seleccionar un pensamiento específico.

 

Rosália le sonrió con amabilidad. Estaba a punto de demostrarle con un ejemplo a Bodrik. Es más, levantó el dedo, cuando se le ocurrió la idea. Pero paró, respiró, y se llevó el mismo dedo al mentón.

 

- Tengo una última pregunta, ¿qué pasa si entras a la casa de alguien con tu calzado sucio?

[Bodrik]

Su mirada se desviaba de vez en cuando esperando que su abuela Cye pudiera alcanzarlas a tiempo pues una de las razones que tenía para tomar la habilidad de Legilimancia era sin duda compartir junto a su dulce abuela la vinculación con cada nueva habilidad que probara y en ningún momento deseaba quedarse sola, pero la arcana avanzó y Bodrik tuvo que hacerlo también sin perder la esperanza de verla de nuevo.

 

Cuando Bodrik terminó de hablar la arcana hizo algo que cambiaba la perspectiva acerca de la Legilimancia que tenía hasta ese momento pues el agua dejo de ser la tranquila y cristalina agua que la adolescente había visto en un principio, sino que el entorno se tonaba turbio y borroso – Todo cambia, deja de ser una imagen reflejada y se convierte en una imagen distorsionada- respondió observando con detenimiento el agua de la fuente – Entonces todo cambia dependiendo del momento y al igual que el agua de la fuete, es necesario que quien usa su habilidad se encuentre como agua tranquila- tal vez ahora cada un poco con la enseñanza.

 

No podía pensar en la mente como meros recuerdos, sino que debía conectarse a ella como a una red donde la información iba de parte y parte haciendo que cada vez que se abriera las perspectivas podían cambiar – Es decir que, así como yo cambio el modo de ver a una persona una vez entablo una conversación, así también la mente puede cambiar el modo como ve una determinada situación – agregó esperando estar más acertada esta vez.

 

Sabía que el camino que estaba recorriendo en ese momento era muy amplio y por tanto debía estar muy atenta a cada explicación que Rosalía pudiese proporcionarle para ampliar su conocimiento del tema y ahora que estaba sin la compañía de su abuela Cye sentía un poco de desconcierto pues si bien, Sauda les había ayudado a ser independientes una de la otra, de todas formas en los planes de la Lockhart jamás estuvo la de afrontar ese camino sin contar con la rubia, aunque sus pruebas sin duda serian individuales tal como ocurrió con la vinculación al aro de la Oclumancia, sin embargo debía intentar avanzar un poco más – No se puede seleccionar un pensamiento especifico – repitió tratando de memorizarlo todo.

 

De pronto la mujer hizo un ademan, como si quisiese señalar algo, pero en su lugar hizo una nueva pregunta – Ensuciaría por completo el piso si es que este estaba limpio- entonces comprendió a que se refería – Es decir que todo depende de la perspectiva, si el piso está limpio y es de madera por ejemplo, mis pisadas se notaría mucho, pero si está muy sucio y lleno de barro, mis pisadas haría mera parte de un todo- mordió su labio inferior con muchos nervios – para irrumpir en la mente de alguien, mi mente debe en blanco- dijo.

[Rosália Pereira]

El frío le bajaba un poco la energía a Rosália. Eso no implicaba que no estuviera más atenta con su alumna. Sólo que se sentía con un ritmo un poco más lento. Era normal que se presentara esos tipos de cambios en su cuerpo. Después de todo ella no era tan… humana.

 

Se llevó la mano a la boca. Sus ojos de color avellana estaban fijos en el discurso de la adolescente. Como si pudiese ver de alguna manera lo que ella estaba diciendo. Alguna vez se perdió un poco, más que nada para intentar deducir su trasfondo. Cosas como su trabajo, o su enseñanza. De alguna manera, se sentía un poco cínica al ver una persona tan joven dentro de su invernadero. Aunque, después de todo, lo más importante era la intención por aprender.

 

Entrecerró los ojos. Sintió que Bodrik se quedaba solamente con la dimensión perspectiva. En alguna forma sí, era bastante importante, pero, había mucho más que solamente entender desde qué punto se plantea la diferencia entre las personas. Sobre todo, desde que punto partía la alumna, eso era lo conflictivo.

 

- Me parece bastante curioso cómo se configura tu hilo mental. Sin embargo… te faltan cosas.

 

El agua de la fuente volvió a serenarse.

 

- Primero, me parece un poco personalista decir que uno cambia la perspectiva del otro… Tienes que pensar que esa categoría teórica es una forma de ¿ambiente? Sí. Uno solo no es que cambia la perspectiva del otro. Uno solo puede mudar sus propias perspectivas. Y nunca separes tu conciencia de tu mente. No es la misma cosa, porque uno puede estar consciente de su mente. Pero, no pueden estar separados.

 

Sonrió levemente y cerró los ojos con cuidado. Parecía que Bodrik estaba forzando el intelecto a un grado de memoria.

 

- En lo último, algo de razón tienes. Mas debes expandir tu visión. Si el piso de una casa está sucio o no, no depende de la perspectiva. Un pavimento está sucio, si tiene en sí mismas las categorías de una convención de suciedad. Sin embargo, lo que cambia es la reacción de la persona. La persona define al objeto, pero, no modifica la escencia del objeto como ente independiente.

[Ela Karoline]

La vida tenía una extraña forma de hacer las cosas, y desde hacía mucho tiempo sabia que aquel lazo tan fuerte que la impulsaba a estar cerca de Bodrik, en ocasiones se tensaba al punto de hacer retroceder a una y avanzar a otra, separándolas momentáneamente, lo cual era parte de la experiencia y las hacía más fuertes y más unidas, si es que se podía, en esta ocasión no había sido distinto.

 

Cye recorría de nueva cuenta el camino a encontrarse con la arcana sola, sola con sus pensamientos, con sus sentimientos, no se daría por vencida, ¡claro que no! se dijo a si misma mentalmente, mientras sus pasos la ponían de vuelta en los jardines de la Universidad, desde donde el bullicio de los estudiantes y profesores empezaba a perderse. Ahora que la naturaleza comenzaba a ser más vibrante y presente su cuerpo comenzó a relajarse, siempre ocurría cuando estaba en contacto con los sonidos propios de las ramas de los arboles, con el canto de las aves, incluso la percepción del viento moviéndose a su alrededor y acariciándola.

 

Allá más adelante un trío de mariposas de exóticos colores aleteaba vivazmente en dirección a la edificación que ya había visitado, como si quisieran indicarle el camino para que no se perdiera en el trayecto, la sonrisa de la bruja se amplio, recordando que la vida y la felicidad estaba hecha de pequeño momentos, de detalles simples que le daban color y sabor a cada experiencia, y de que nada ocurría por casualidad, no si dependía de la madre naturaleza.

 

Esa era una gran lección que había aprendido a lo largo de los años como sacerdotisa, valorar lo más simple era parte del proceso, y aquella sensación dulzona en la boca que se extendía a su mente y su cuerpo no era otra que la paz y el buen flujo de energía, entonces supo que estaba lista para asimilar lo que @Rosália Pereira tenia para enseñarle. Apresuro el paso y llego hasta la terraza donde había avistado a varias hadas. Cerró los ojos y sin querer ser temeraria, sino comunicativa se concentro en una de la criatura de hermosas y diminutas facciones, buscando una conexión, aunque fuera fugaz

 

“Pregúntale a la Arcana Rosália: ¿puede recibirme?” Hecho esto la hada retrocedió aleteando y de inmediato alzo el vuelo perdiéndose de vista, mientras que el resto volaban a ocultarse tras cualquier cosa que se interpusiera entre ellas y la sacerdotisa, sin dejar de sentir curiosidad por las flores que prendían de su cabello y que parecían totalmente vivas, incluso como si recién estuvieran bañadas de gotas de roció con pequeños destellos plateados.

[Bodrik]

Suspiró profundamente mientras escuchaba la intervención de la Arcana tratando de concentrarse mucho más en sus enseñanzas pues a decir verdad sus pensamientos eran muy filosóficos y la corta edad de la adolescente no era de mucha ayuda en esas cuestiones, sin embargo, no se rendiría, aunque el frio comenzaba a aumentar poco a poco conforme avanzaba el tiempo y con esa época del año estaba un poco friolenta.

 

El agua de la fuente estaba calmada de nuevo y la arcana de hablo de todo lo que aún le hacía falta y como Bodrik era muy consiente de aquello le miró tranquila – entonces me parece una buena oportunidad para aprender de usted – sonrió y se quedó relajada al igual que el agua como si pudiese dejar que su mente se apaciguara de esa manera.

 

Todo en el invernadero le hacía sentirse tranquililla y en casa, pues a pesar de que su Clan se reunía en un templo escondido en el bosque prohibido, las plantas y los árboles en general se conectaban como por una red de energía y esto de algún modo le hacía sentirse conectada con su ser interior , ese que tenía su corazón dividido entre su familia y su clan, pues pertenecía a ambos más que a nada en la tierra a pesar de amar también su profesión , pero era una Lockhart y por ende una guerrera, o al menos ella se veía a sí misma como una.

 

Rosalía Pereira explicaba con muchos detalles todo lo referente a la mente y Bodrik trataba con todo su corazón aprender todo lo importante acerca del estudio de la mente que cada vez parecía más complejo y Bodrik se daba cuenta que aún le faltaba muchísimo por asimilar, sobre todo esa parte relacionada con la conciencia y también con la forma que cambia – entonces es posible que los cambios se deban solo a los momentos consientes o inconscientes- trataba de comprender un poco más acerca de esto- ¿ Es factible que cambie con la edad, el punto de vista y las propias experiencias? – agregó tratando de dar con el concepto.

 

No estaba determinada a saberlo todo, sino más bien a aprender y crecer como persona y preguntar hasta entender cómo funcionaba la habilidad porque en un principio pensó que sería muy parecida a la Oclumancia, pero a medida que conversaba con la Arcana, se daba cuenta de las grandes diferencias pues, aunque ahora tenía la mente mucho más controlada, todavía había mucho en ella que le contada esconder, pero sabía que a medida que pasara el tiempo esa brecha se iría acortando.

 

-comprendo – dijo mordiendo su labio – lo que vemos y como lo vemos dependerá de nosotros mismos y las experiencias y propios conceptos, no del objeto. Entonces puede haber muchas realidades en nuestra mente – se refería a los puntos de vista como si cada día es un nuevo comienzo- aunque se vaya a los mismos lugares, al final uno no puede volver a hacer las cosas del mismo modo porque al final algo cambiara- es como un rio. Se dice que uno no se baña en la misma agua porque está en constante movimiento.

Editado 13 de Diciembre del 2017 por Bodrik

[Rosália Pereira]

A la muchachita le estaba costando entender los pormenores necesarios para desarrollar la Legilimancia. Tal vez fuera la edad o, tal vez, que la Arcana había expuesto la teoría de una forma poco amena para la chiquilla. Rosalía era muy habladora y éste también podía ser un factor que estuviera incidiendo en la confusión que parecía sentir Bodrik en ese momento.

 

- Creo que tendremos que aprender sobre la marcha, muchacha. Tal vez así no te sea tan difícil. Ven, dame una mano...

 

La arcana no esperó que la chica consintiera en el contacto sino que ya alargó sus dedos, delgados como un tallo de hoja y acarició el dorso suave de su piel. Por un instante, pareció que unas hojas verdosas se enroscaran entre los dedos y sujetaran a Bodrik por la muñeca. Duró poco; enseguida los dedos de la Arcana parecieron lo que eran, dedos humanos que apenas rozaban los suyos.

 

- Mírame a los ojos, muchacha. Intenta buscar un pensamiento mío relacionado con... Este hermoso invernadero.

 

Sonrió un poco porque sabía que le iba a costar, sobre todo si era la primera vez. Se lo pondría fácil.

 

- Recuerda lo primero que os dije cuando llegasteis, tú y tu amiga. La Legilimancia es Comunicación, te dejaré "ver" este invernadero a través de mi mente. Dime lo que ves. Mantén el contacto visual, cuesta mucho conseguir el... feeling... la relación comunicativa entre las dos personas. Suele ser positiva. Intenta que sea positiva. Un Legeremante poderoso sabrá buscar entre sensaciones positivas o negativas pero para empezar, la empatía con la otra persona, el ponerte en su lugar, el buscar algo común te ayudará a "entrar", suponiendo que esa fuera una palabra exacta.

 

Tenía aún mucha teoría que enseñarle pero, a la vez, notaba que esa parte le estaba costando a Bodrik, por lo que extendió una enmarañada red de raíces finas entre su mano y la de ella, para ayudarle a encontrar lo que buscaba. Después le enseñaría la diferencia entre lo que ella veía dentro de una mente y lo que se veía en un recuerdo, a sobrevivir a una visión y a no quedarse con la esencia del otro y perder la suya propia.

 

- Has de saber retroceder siempre que te veas en peligro. Tal vez lo que veas no te guste o te guste demasiado. Te puedes buscar problemas si no recuerdas tu propia esencia y te pierdes en la mía. ¿Estás lista?

 

El ambiente se había hecho frío y la arcana, criada en el ambiente cálido de su Brasil natal, lo notaba. Aún así, se aisló, envolviéndose con más ramas y hojas, en el cuello y en el cuerpo, impidiendo que el frío la atenazara. Pronto tendría que ir por una chaqueta pero no ahora, que la aprendiz iba a probar entrar en su mente.

 

Tampoco se inmutó al sentir el aleteo de una hada que se acercaba a ellos. Le pasó un mensaje y asintió, sin añadir nada más. No había falta. La hada desapareció de su vista mientras ella esperaba, pacientemente, a que Bodrik se atreviera a picar el anzuelo de la prueba. El hada retrocedió todo aquel camino volado y apareció ante la muchacha rubia de flores en el pelo que esperaba en la puerta.

 

- Me alegra verla de nuevo, señorita Cye Lockhart. He notado que ha usado un poco de Legeremancia con la hada que ahora uso para recibirla. Pase hasta el invernadero, ya sabe el camino. Por favor, entre de puntillas. Su... nieta... está a punto de hacer un experimento y no quisiera que la estorbaran sus pisadas.

 

El hada guardó silencio durante unos segundos, aturdida. Después se reunió con las otras de su especie y revoloteó junto a ellas.