Libro del Caos

[Bakari]

- ¿Dominar el libro del Caos? - Una de sus nuevas alumnas estaba siendo demasiado ambiciosa para el gusto de Bakari. Era un guerrero Uzza y el encargado de enseñar dicho libro así que no sabía cómo alguien se atrevía a decir esas palabras ante él - Y resulta que son dos - No podía ocultar su disgusto con respecto a lo que le acababan de decir y tal vez las haría regresar a sus casas porque no se sentía muy seguro de enseñarles pero no podría hacerlo aunque quisiera.

 

- Tal vez esto sea mucho mejor. Antes de pensar en dominar podrían pensar en aprender un poco y no ser tan ambiciosas - La última alumna en llegar había sido la única que le había dado algo para darle ganas de trabajar y como sabía que no eran nuevas en el aprendizaje del libro podría aprovechar ello para ponerlas un poco a prueba y verificar qué tanto habían logrado aprender en su última clase si es que habían podido aprender algo.

 

- Con cuatro alumnos podemos hacer muchas cosas - Keaton había sido el último en llegar y no lo conocía así que tendría que tratarlo de una forma diferente - A ti te voy a pedir que me digas qué te trae hasta mí y espero que no me digas lo obvio - Estaba aburrido de escuchar respuestas llenas de ambición y sin mucho contenido, así como de aquellos que solo buscaban conocimiento y poder porque ese no era el objetivo de la magia Uzza.

 

- Ustedes tres quiero que me demuestren que es lo que saben hacer - Sus instrucciones no eran muy claras pero necesitaba ver qué habían aprendido sobre el Libro del Caos si es que sabían algo hasta ese momento. En caso de no haber aprendido, tendrían que indicarle qué las motivaba a estar en ese lugar y convencerlo de enseñarles algo.

[Ellie Moody]

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Rueda del Caos

[Ellie Moody]

Ellie intercambia una mirada de incomodidad con Mel, al advertir el mal comienzo que habían tenido con el instructor. Le parece un poco chocante que Bakari haya ignorado la parte de "aprender de usted". Además, está convencida de que nunca entenderá ni a los guerreros uzza ni a los arcanos de la universidad; en su experiencia, han dudado de ella por no mostrar del deseo intenso y vehemente de obtener sus conocimientos, pero cuando decide mostrarse más segura con respecto a sus metas en la experiencia con ellos, es tachada de ambiciosa. ¡Nunca los entenderá! La idea de regresar a casa pasa por su mente, pero decide apartarla. Como lo ve, lo mejor que puede hacer es concentrarse en sus conocimientos del libro y en la técnica de los hechizos, en lugar de en lo que el guerrero piense de ella; así, indudablemente, demostrará que es hábil y que merece vincularse a la magia del caos definitivamente.

 

Si bien es la primera vez que se presenta ante Bakari, no habría sido capaz de hacerlo sin estudiar previamente el libro. De hecho, sólo en muy pocas oportunidades se presentó a un curso sin haberse instruido previamente; cree que lo mejor es hacerlo, para así aprovechar al máximo la presencia del instructor. No desea "fastidiar" a nadie para que se le enseñe, paso por paso, como hacer algo... pero tampoco quiere rogar por conocimiento, cuando éste muchas veces está al alcance de la mano.

 

La presencia de Mel y Bel, y el conocimiento de que no es la primera vez que están ahí, le hace sentir más confianza y comodidad.

 

—Entendido —dice finalmente, luego de que el guerrero les indica que demuestren lo que saben hacer, aunque la respuesta se extiende también a sus comentarios anteriores.

 

Se aleja varios metros, pues hay todavía un estudiante hablando con Bakari y, además, no quiere ni imaginar lo que sucedería su por accidente llegara a tocarle un pelo al guerrero... Confía en que sus compañeras hacen lo mismo, para comenzar con la demostración.

 

—Bueno, Mel... ¿no te molesta, verdad? —le pregunta a su prima, mientras saca la varita mágica del bolsillo de su túnica y esboza una tensa sonrisa— Para practicar, demostrar lo que hemos aprendido....

 

No cree que su prima se moleste con ella. Además, no será ruda, ella no es así. Sólo debe demostrar lo que ha aprendido del libro del caos. Tras alejarse unos tres metros de su prima, levanta la varita mágica hacia ella, aunque todavía no realiza ningún movimiento. Lo primero que hace es cerrar los ojos y concentrarse, para invocar a las llamadas fuerzas del caos, que puede que favorezcan sus poderes o no... Para Ellie, quien siempre intenta estar informada y segura de lo que hace, es extraño tener la incertidumbre de no saber qué sucederá. Sin embargo, debe reconocer que a la vez es un poco emocionante. Eso sí, espera que en la impresión que tenga el guerrero de ella, no esté incluida su suerte, que suele ser bastante mala.

 

Invoca a la rueda del caos, que podría potenciar su magia como minimizarla o, simplemente, no tener ningún efecto sobre ella.

 

—¡Densaugeo! —exclama Ellie, agitando con energía la varita mágica hacia Mel. Sin embargo, cuando un rayo de luz sale disparado de ésta, siente el efecto que han provocado las fuerzas del caos sobre su magia; el rayo de luz es débil y no siente haber empleado muchas energías en el encantamiento. Decepcionada, a pesar de que aquello se escapa de sus manos, sacude la cabeza. Aún antes de que el hechizo alcance a su prima, está segura de lo que pasará; éste no actuará normalmente, sino con más o menos la mitad de su potencia. Todavía le crecerían los dientes, pero duda que vaya a tener muchas complicaciones para hablar.

 

 

 

Pd: Como sé que el foro es medio troll, dejo captura de la tirada que me salió, aunque en el rol describí el efecto.

 

https://i.imgur.com/j5yo6i4.png

 

 

Editado 18 de Enero del 2019 por Eileen Moody

[Rory Despard]

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Rueda del Caos

[Rory Despard]

Bien, Bakari no se andaba con rodeos y directamente quería que mostráramos lo que habíamos aprendido anteriormente. Mientras le dedicaba unas palabras al recién llegado, intentando profundizar en sus motivaciones para llevar la clase, aproveché de tomar distancia y practicar la concentración de energía mágica en mis manos. Las dos veces ,aquel ejercicio resultaba vital para poder luego no tener dificultades al momento de lanzar los hechizos.

 

Solo cuando conseguí estabilizar aquella energía producto de pensamientos negativos, decepciones y en fin, toda la clase de sentimientos que provocaban caos en mi interior en lugar de paz, me sentí lista para atacar. Eileen había atacado a Melrose, y se encontraba desprotegida, así que era divertido poder aprovechar ese momento para lanzarle un ataque.

 

Sí, de alguna forma, la presencia de ambas mujeres conseguía disipar la tensión que en otras circunstancias estaría invadiéndome por completo. La última vez, pese a que también me había encontrado con gente conocida, eran tantos que su presencia me había sentir un tanto intimidada. Por ahora, que solo fueran cuatro era lo ideal y esperaba que así se mantuviese.

 

- Langlock- conjuré alzando la varita y concentrando mi energía mágica para invocar a la rueda del caos, esperando me fuera favorable.

 

Lamentablemente no fue así. El conjuro llegó hasta Eileen, pero fue visible la disminución de poder obtenido.

 

¿Podría ser que el buen humor que estaba experimentando en el fondo afectara al rendimiento?

[Keaton Ravenclaw]

La típica pregunta.

 

Bueno, a Keaton no le sorprendía, a decir verdad, él mismo solía preguntar aquello cuando dictaba alguna clase, motivo por el cual tampoco sabía qué contestar, porque a veces los catedráticos esperaban una respuesta más elaborada que la sencilla respuest que los alumnos solían darles. Es por ello que el Ravenclaw se quedó unos segundos pensando en cómo era que había tomado la decisión de seguir tomando los Libros de Hechizos, porque como ya había pensando al llegar a aquel lugar, él sólo quería quedarse con los conocimientos que le brindaba el del Druida al encontrarlo más útil que todos los demás.

 

―Igual no es la respuesta que desea escuchar, Guerrero Bakari, pero este libro me llama ciertamente la atención por la manera en la que funciona. Hasta el momento es la única magia que sé tiene como factor principal el Caos, o sea, el azar, y ese es el motivo por el cual deseo aprender del Libro a invocar estas fuerzas y conocerlas, poderlas, con el tiempo, dominar, y en todo caso, de no poder, al menos saberla utilizar de manera adecuada ―Dijo con voz calmada y sin demasiada parafernalia.

 

Y es que tal vez no era lo que deseaba escuchar, pero ¿por qué otro motivo los ingleses/europeos tomarían aquellos cursos para aprender los secretos de los Libros de Hechizos? Básicamente solo había de dos sopas, o era para hacerse más poderosos, o sólo para poder tener un mayor conocimiento de la magia y ser así un poco menos ignorantes y desarrollar más sus capacidades. En fin, las demás compañeras del ojiverde había empezado a utilizar la magia del Caos, pero el Triviani no tenía ni la más peregrina idea de cómo hacerlo.

[Rory Despard]

1d7

Señor del caos
Dejo captura por si cambian los dados Editado 31 de Enero del 2019 por Bel Evans

[Rory Despard]

Bien, aun si las cosas no salían bien, tenía que seguir intentándolo. La clave con esos libros era la práctica después de todo. Lo malo con esto era la carga de negatividad que hasta cierto punto debías cargarte para poder efectuar correctamente los poderes, pero no había más que hacer.

 

De sentimientos felices, paz y prosperidad jamás provendría la energía para desatar el caos.

 

Dejando de prestar atención a la reacción de Eileen, cerré los ojos, y nuevamente concentré energía entre mis manos. Esta vez, recuerdos inquietantes de un cúmulo de personas muertas en una cueva, me trajo la intranquilidad suficiente para que comenzara a generarse un cúmulo gris de energía anómala que recorrieron mis brazos como si de una descarga eléctrica se tratase.

 

No era nada agradable recordar la fatídica matanza en Córcega, que había marcado el quiebre en la aventura de búsqueda de una criatura extinta, pero por lo menos, me sentía segura de poder invocar a un señor del caos. Y eso hice, con el cuerpo tenso y firme, esperando que la suerte me acompañase un poquito más esta vez.

 

Lamentablemente, cuando abrí los ojos, comprobé desanimada ¡que tenía a Peeves delante de mí! Y ya había probado bastante bien lo que su presencia significaba. Arrugando el entrecejo, di un suspiro cansada, y sin pensármelo mucho, conjuré un aguamenti apuntando el chorro de agua hacia mí misma.

 

Tosí porque sin proponérmelo me atoré con parte del agua, que me mojó por entero, empapando también mi la ropa que llevaba. El acto como suponía arrancó la carcajada de Peeves, quien pronto comenzó a hacer chistes de pollitos mojados y otras cosas que ni siquiera quería oír.

 

Al menos, si me ponía optimista, el agua me había refrescado del calor.

 

- Vamos, no se corten, si querían un pretexto para burlarse de mí, ahora es cuando al menos será útil para algo.

 

Más que nunca agradecí por quienes tenía de compañeros de clase.

[Ellie Moody]

1d7

Señor del Caos

[Ellie Moody]

Ellie no alcanza a ver la reacción del conjuro en Mel, puesto que siente cómo un encantamiento impacta en ella; sin embargo, se trata de un golpe leve. Se vuelve en busca del culpable y observa a Bel con la varita en alto todavía. Abre la boca para reclamar un ataque tan traicionero, aunque no es capaz de articular correctamente pues su lengua está algo tiesa. Es entonces cuando se da cuenta de qué encantamiento intentó usar la bruja sobre ella y, además, que la Rueda del Caos lo afectó de la misma forma que afectó con el que ella atacó a su prima.

 

—Espero que no nos reprueben por tener mala suerte —dice cuando el efecto del débil conjuro desaparece, sonriendo con cierta diversión. Esa magia es extraña, impredecible... no sabe qué tanto confiaría en ella, pero definitivamente es divertida de practicar.

 

Se queda quieta por un momento, observando cómo Bel concentra sus fuerzas para realizar otro conjuro. Por su expresión parece estar esforzándose demasiado... sin embargo, lo que aparece es un poltergeist. Ellie suelta una gran carcajada cuando Bel se ve obligada a mojarse a sí misma para entretener al no-ser, aunque sabe que la bruja se la cobrará cuando tenga la oportunidad.

 

—No estoy de ánimos para una fiesta de camisas mojadas —suelta Ellie entre risas, decidiendo que lo mejor es aprovechar la situación y pasarlo bien. Están en confianza, después de todo.

 

Luego de unos momentos, ahoga las risas para entonces levantar la varita y cerrar los ojos. Como lo hizo anteriormente, se concentra para poder llamar a las fuerzas del caos, confiándoles su poder mágico para que invoquen al Señor del Caos, a pesar de que no sepa con certeza lo que sucederá. Es cuestión de arrojar los dados y ver qué sucede...

 

Cuando abre los ojos, Ellie se queda boquiabierta. Su corazón comienza a latir con fuerza y su rostro se sonroja, no precisamente por el calor. La Hechicera es hermosa y, por las barbas de Merlín, muere por besar sus labios... Sin embargo, se detiene. Ha leído acerca de esa criatura y lo letal de su beso. Debe ser fuerte. Sostiene su varita mágica con firmeza y conjura un finite incantatem internamente, para liberarse temporalmente del influjo, aunque esté lejos de deshacerse de ella.

 

—Creo que prefiero a Peeves —suspira Ellie.