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Leyes Mágicas y Adivinación


Cissy Macnair
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El frío aire invernal se colaba por la ventana abierta del aula 715. La había abierto ni bien había llegado al aula, pues parecía que aquel lugar llevaba tiempo sin que nadie se pasara y tenía cierto olor a humedad, algo que me había llamado enormemente la atención hasta notar que había algo de musgo en una de las paredes. No era musgo normal, claramente, sino el rastro de algún Bundimun que, seguramente, se había escapado de alguna clase de Criaturas Mágicas. En todo caso, el aire fresco había deshecho el olor a humedad y ahora se podía respirar algo tan puro y limpio que daban ganas de quedarse junto a la ventana. El único inconveniente era la nieve, que había comenzado a caer pesadamente y se estaba acumulando en el alféizar, de modo que lo que se derretía comenzaba a inundar lentamente el suelo de piedra.

 

-Pensé que incluso en esta época tendríamos el asolador sol del desierto- musité.

 

Pero desde que la Academia se había reestructurado y reconstruído el viejo Hogwarts, el Ateneo se había dividido, de modo que una parte tenía una representación de la Universidad y, la otra, era un poco más parecido a un Hogwarts universitario. Los Uzza, que ya se habían dejado mostrar por el lugar, se encontraban recelosos del clima frío, por lo que pocas veces se acercaban a aquel lugar y preferían permanecer en la magia meteorológica de su lado de la Universidad. Los Arcanos eran otra cosa, algunos apenas se habían dejado ver, así que no sabía qué opinaban ellos del clima.

 

En cualquiera de los casos y aunque el aire me gustara, era mejor cerrarla antes de que alguno de los alumnos cogieran un resfríado. Elvis me había comentado que iba a necesitarme para que diera dos clases juntas, una que dictaba actualmente, donde habría dos alumnos y, la segunda asignatura, que había impartido durante tres años anteriormente. Me gustaba sentirme feliz de haber guardado todos mis antiguos apuntes sobre Adivinación, porque de ese modo podría llevar la clase sin ningún drama, aunque era interesante ver cómo se las iban a arreglar para no distraerse con lo que estuviera diciendo en aquel momento.

 

En vez de convertir el aula en un tribunal, como había hecho otras veces o en una pequeña habitación repleta de almohadones y olor a incienso, simplemente había dispuesto tres bancos que daban a dos pizarras. Una de ellas poseía la inscripción "Leyes Mágicas" en lo alto y, la otra, rezaba "Adivinación", de modo que los alumnos podrían saber qué tareas debían hacer.

 

Acomodé mi vestido largo de invierno y esperé, parada, aún observando la ventana, a que los alumnos llegasen.

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Leyes Mágicas. Era algo nuevo para él. Desde hacía unos meses había leído mucho sobre las leyes mágicas. Habían un montón y las más importantes las conocía. Sabía, por ejemplo, que por seguridad la venta de criaturas estaba regulada según el poder que el mago tenía. Todo dependía del rango social al que se pertenecía. También sabía que si deseaba aprender aquellas poderosas magias de los Uzzas era indispensable contratar una bóveda de máxima seguridad en el Banco. Puesto que, cuando la magia fuese aprendida, en ese sitio se resguardarían con hechizos muy poderosos los libros mágicos. Sabía más de leyes. Su negocio, sin ir muy lejos, incumplía un montón de regulaciones no solamente mágicas sino también muggles. Leyes locales y leyes internacionales. El tatuaje de su brazo: también ilegal.

 

Pero él necesitaba conocerlas más a fondo. Y no precisamente para saber que es lo que podía hacer y que no. Sino todo lo contrario. Sus motivaciones era encontrar agujeros legales mediante los cuales pudiera hacer más libremente cosas que eran o estaban planteadas como ilegales. Encontrar formas mediante las cuales en lugar de ir a Azkaban le tocase pagar una multa o hace trabajo comunitario (aunque ambas cosas eran desagradables, más lo era ir a prisión).

 

Así que aquel día decidió dejar la espada en casa. También decidió hacer un viaje que podría considerarse ilegal. Encendió la moto voladora y se puso un casco. Aquel día el saco/capa de viaje no era rojo sino negro. No llevaba la vaina de la espada por lo que se sintió un tanto más ligero. Los dedos de las manos estaban fríos, pues los guantes de piel de dragón llegaban hasta sus nudillos.

 

Aceleró e hizo fuerzo para levantar la parte delantera de la moto. No era la primera vez que Bastian manejaba un vehículo de aquel tipo. Cuando era espía, hacía ya varios meses, se movilizaba en el mundo muggle en una moto un tanto más discreta pero sin dejar la elegancia. Eran motos mágicas, si, pero como mucho eran capaces de volverse invisibles o acelerar a gran velocidad en poco tiempo. Era la primera ocasión, si, que hacía un viaje volando en una moto.

 

No le costó levantar el vuelo. Voló por casi una hora, o quizá haya sido más, hasta que aterrizó en los patios de la Universidad. Ató la moto a un árbol utilizando una cuerda mágica invisible y caminó en dirección al aula de clases. Se sorprendió cuando vio dos pizarras. Recordó que él mismo había dado dos clases y supuso que sería igual.

 

—Buen día, Cissy. Hacía tiempo que no te veía ¿Qué tal el trabajo? —preguntó.

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El vaho que salió de su boca cuando apareció por primera vez en la nueva universidad, le proporcionó una perspectiva mítica del panorama. Jank fue dando pasos cortos, como un alumno inexperto. De repente, había retrocedido cinco años en el tiempo, donde prácticamente podía verse a sí mismo caminando con suma curiosidad y nerviosismo la vieja academia. Aún recordaba lo magnífica que había sido aquella primavera; ni siquiera las hadas se ocultaban y no se molestaban en dejar su rastro luminoso en lo más alto de los árboles de los Jardines Sumanaes. Pero aquel día, en invierno, todo pintaba ser muy diferente.

 

Los alumnos, que corrían de un aula a otra tomándose de los cabellos, compitiendo por llegar más rápido al salón o haciendo levitar sus libros sobre sus cabezas, daban un ambiente tan típico que Jank quiso salir huyendo. Si bien había amado aquella etapa de su vida, el estar nuevamente sentado en un pupitre no le hacía demasiada gracia. De hecho, había tenido la suerte de viajar a un campamento druida, participar en un ajedrez mágico e incluso, combatir un gigante en una isla volcánica durante sus travesías estudiantiles. Ni siquiera concebía la idea de quedarse sentado durante horas anotando lecciones en las páginas de una libreta que, seguramente, terminaría extraviando.

 

Pero los pasos lo guiaron hasta el aula 715. Jank cerró los ojos para conservar encerradas sus expectativas pesimistas. Acomodó el sombrero de brujo que traía puesto sobre su cabeza y, en cuanto lo rozó, las estrellas dibujadas sobre su tela empezaron a desplazarse y brillar. Allí dentro tenía todo lo que necesitaba. Menos entusiasmo, que era lo que más le escaciaba. Sería su segundo intento de adquirir Adivinación, no podía ser tan difícil...

 

Cuando abrió la puerta y se encontró, inmediatamente, con el rostro de Cissy Macnair, el impulso de cerrar de golpe la puerta y desaparecer no tardó en invandirle. Había escuchado rumores de que Catherine estaba de viaje, muy lejos de Inglaterra y que del propio Winterfell. Pero nadie le había informado que su reemplazo sería la mortífaga de la que tenía que seguir ordenes todos los días. ¡Y ahora, por partida doble! Recostó la sien contra la puerta, e hicieron falta prologando segundos para que se dignara a ingresar, encorvado.

 

- Pensé que Catherine daba esta materia. O Richard Stark, su hermano, en su ausencia.

 

Su voz se escuchó como una daga afilándose, sin miedo y determinación. El respeto que le profesaba a Macnair jamás permitiría que se convirtiera en temor, y ese día no sería la excepción. Ubicó uno de los dos asientos dispuestos frente al pizarrón que marcaba la materia por la que había pagado, y se sentó en un plomazo. Su compañero estaría por llegar, o eso quería pensar. Se acomodó la chaqueta de cuero, haciendo que se ajustara aún más a su cuerpo. La ventana por donde entraba la ventisca del Campus no ayudaba demasiado, aunque tampoco se quejó. El frío se adaptaba muy bien a lo que sentía.

 

- ¿Leyes Mágicas con Adivinación? - dijo al cabo de unos minutos, atreviéndose a leer las asignaciones de los incautos alumnos que asistirían para cursarla. Uno de ellos había llegado primero, y parecía conocer a Cissy. A Jank le fue familiar su rostro, pero el nombre no le llegó. Quizá por eso necesitaba tomar adivinación...

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*

Mynerva estaba pasando las vacaciones de fin de año en su querido país, Argentina. Hacía tantos años que no iba allá que ya no recordaba lo tórrido que podría ser pasar allí las fiestas muggles. Sentía que en cualquier momento podría derretirse dejando sólo un pequeño charco en el suelo.

Por esa razón el alivio la alcanzó cuando su fiel Becky le entregó el mensaje que habían dejado en la mansión Weasley, los correos de la universidad. La profesora Cissy Macnair dictaría la clase. Pero parece que al comienzo del año había pocos alumnos por lo que daría una doble: para ella misma y Jules sería de Leyes Mágicas y para Adryanie y Jank, de Adivinación.

Sonrió al recordar su propia experiencia con esta última asignatura y lo extraño que fue todo entonces. Pero había sobrevivido a ella y no tenía ninguna objeción a ver cómo se las arreglaban los alumnos que la tomaran ahora.

Le resultó difícil conseguir un traslador que la llevara de vuelta a Londres por lo que tuvo que resignarse a aparecerse directamente en su mansión para tomar algunos pergaminos y plumas que le sirvieran en su clase. Se despidió de amigos y parientes y concentrándose en su dormitorio desapareció rumbo a él.

Acababa de aparecerse en su casa cuando el elfo familiar hizo lo mismo.

- No esperaba verla tan pronto, ama, - la chillona voz de Toño la sobresaltó. Pero se dio cuenta que él se sentía muy responsable de la seguridad del lugar y estaba atento a cualquier ruidito inesperado. Sonrió ante sus palabras y comentó.

- Han vuelto las clases en la universidad. Tengo que asistir. Vine a buscar algo para tomar notas, por si acaso.

- Y de inmediato me voy porque no quiero llegar tarde.

Mientras hablaba, fue guardando en un pequeño bolso de mano lo que creía que necesitaría.

- ¿Quiere algo de comer?

- ¿Para llevar? – levantó una ceja interrogante.

- Mejor como algo ahora y luego voy. ¿Puedes prepararlo? Yo me cambiaré de ropa porque la de verano que tengo me hará congelar. Veo que por acá hay bastante nieve.

Toño salió y Mynerva buscó en su placard algo más acorde al clima de Londres. No quería sentirse incómoda durante la clase. Necesitaría concentrarse bien y aprender las leyes que aún no sabía. Suponía que una bruja de tanto prestigio como Cissy Macnair sería la fuente de sabiduría ideal. Lo que no se imaginaba es cómo se las arreglaría dando dos clases sobre temas distintos al mismo. Pero siendo tan pocos alumnos, suponía que todo saldría de maravillas.

Una falda larga de abrigo, camisa blanca de mangas largas y una chaqueta a juego con la pollera fueron su elección. También una bufanda que rodeó su cuello y protegió sus rojizos cabellos cortos del viento y la nieve que caía. Un par de botas cortas completaban su atuendo.

Apenas si probó unos bocados de la bandeja que le trajo el elfo. Ya se sentía ansiosa por estar en la Universidad. Esta vez le resultó más fácil identificar su destino y pronto apareció en los jardines desde donde se dirigió a pié hacia el aula 715. Vio a la profesora allí con dos alumnos que ya habían llegado. Los conocía a todos pero no sabía si ellos se darían cuenta de quién era. Le gustó la disposición del aula con dos pizarrones, uno para cada materia con sendos bancos delante de ellos.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Saludó a los tres y tomó asiento frente al pizarrón de Leyes Mágicas.

- Buenos días, Cissy, Bastian, Jank. Soy Mynerva de Weasley, - concluyó como disculpándose si ellos habían olvidado su nombre. Hacía bastante tiempo que no lo usaba.

Mynerva, matriarca Weasley
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Primero fueron un par de pasos y luego, la voz de Bastian se oyó a mis espaldas. Me era tan conocida a esas alturas que podría haber jurado que nos encontrábamos en la Fortaleza Oscura y no en la Universidad. Pero lo que menos quería hacer era llamar demasiado la atención sobre nosotros, sobre todo sabiendo quiénes eran los que iban a asistir a la clase.

 

-Buen día, Bastian. El trabajo bien, un poco ajetreado como de costumbre, pero nada que no se pueda manejar- respondí en el mismo tono, como si simplemente me hubiera comentado algo sobre el clima que hacía en Londres. Mientras menos se notara que nos conocíamos, mejor era para todos.

 

Noté que había mirado las dos pizarras, pero no comenté nada, seguro que solo había entendido a qué se debía aquello. Desde que me habían pedido que fuera suplente había estado pensando cómo impartiría las dos clases, que poco tenían que ver y, parte de que estuviera manteniendo las dos el mismo día en el mismo aula, tenía que ver con Elvis, el director, quien me había sugerido una modalidad que ya alguien había utilizado antes. Justamente, quien ahora se encontraba en el aula.

 

Dejé de contemplar la nieve que había comenzado a caer con mayor fuerza y me giré hacia la puerta cuando la más que conocida figura de Jank Dayne entraba en el aula. Podría haber soltado un resoplido de frustración, un suspiro de cansancio y algo por el estilo, pero en lugar de eso decidí mirarlo elevando la ceja derecha, con mi mejor cara displicente.

 

-Buen día a tí también, Jank. Me alegra que al menos sepas quién es el profesor titular de la asignatura que decidiste tomar... como me alegra que hayas encontrado el aula sin un mapa- comenté de forma desagradable, diciendo cada palabra entre dientes-. Catherine está de ausencia de momento y Richard... la verdad que no lo he visto por la Universidad. Si tienes alguna queja, puedes dirigirte a los Directores- le señalé la puerta por la que había entrado para que supiera que podía marcharse en cualquier momento.

 

A pesar de que trabajábamos juntos y de que casi siempre nuestro trato era de mutuo respeto, nos despreciábamos desde que él se había declarado abiertamente como miembro de la Orden del Fénix y yo de la Marca Tenebrosa en el Atrio del Ministerio. Claro que eso no hubiera sido del todo terrible si no hubiéramos intentado matarnos luego y hubiéramos fallado, lo que había tenido como consecuencia el que tuviéramos que seguir soportándonos en el Concilio. Y si él no fuera tan bueno en su trabajo, seguramente le hubiera tirado una maldición imperdonable por la espalda. Pero a pesar de todo lo sucia y rastrera que pudiera llegar a ser, todavía el honor y el respeto formaban parte de mi vocabulario y, por consecuente, de mis acciones.

 

Tan sólo había terminado de dirigirme rudamente a Jank cuando un tercer alumno ingresó en el aula. Esta vez se trataba de Mynerva, alguien a quien había conocido brevemente.

 

-Hola Mynerva, un gusto tenerte en mi clase. Bueno, aunque todavía falta una alumna, podemos ya comenzar y ella se integrará luego. Sé que les va a costar un poco, quizás, el que esté dictando dos clases hoy, pero como esto no es una lección lineal de profesor que enseña y alumno que aprende, siéntanse de libres de tomar las riendas de la clase, explayándose en sus dudas o en los temas que les gustaría conocer- saqué de mi túnica la varita y la agité hacia los pizarrones.

 

En el de Leyes Mágicas podía leerse la pregunta: ¿Qué son las leyes mágicas?, mientras que en el de Adivinación decía: ¿Qué es la adivinación?.

 

-Se encontrarán con que no deben responder al pie de la letra, sino con lo que ustedes saben al respecto- miré a Mynerva y a Bastian-. ¿Qué son las leyes? ¿Qué leyes conocen? ¿Cuáles quisieran aprender?- luego miré a Jank-. ¿Qué es la adivinación? ¿Qué sabes sobre ella? Siéntanse libres de intercambiar opiniones aunque no sea sobre la materia que están cursando actualmente.

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Recogía sus cosas, ya no trabajaba con la universidad en parte le alegraba porque le dejaba mucho tiempo libre para hacer una de las cosas que más le gustaba que era cazar mortífagos y ¡al diablo! ella había renunciado a dar clases ahí, pero no podía dejar de sentir un dejo de melancolía al recoger sus cosas de lo que había sido su oficina mientras fue jefa y profesora.

 

Una vez que todas sus cosas estaban listas y la habitación estaba vacía había una cosa más que necesitaba hacer y era terminar adivinación. Por cosas dela vida la había tenido que dejar lo que era una lástima porque se había divertido mucho el poco tiempo que estuvo en ella. Iba con tiempo aún así que no había porqué estresarse, salió de la oficina dejando sus cosas dentro,si todo salía bien pronto volvería ya con aquella asignatura aprobada y recogería sus cosas por fin. Dudó unos segundos en recoger su bola de cristal que tan ansiadamente había comprado para aprender a leerla, al final no la llevó la vez pasada Richard había mandado a guardarla.

 

Fue hasta el aula asignada al parecer de los pisos superiores a juzgar por el número. Dentro habían varias personas dos de las cuales ya habían llevado adivinación con ella también ¿será que también se quedaron en la materia como ella? ¿al final solo una alumna pasó adivinación? Se alegró de no ser la única irresponsable, de Jank no le extrañaba en absoluto pero ¿Mynerva? no la conocía mucho pero parecía una persona responsable.

 

Ya la clase había dado comienzo. Miró su reloj, de seguro estaba mal porque tenía una hora exacta, no había llegado tarde, al rato era que se había adelantado la hora sin avisarle, se encogió de hombros y fue al lado de Jank, lo abrazó por atrás y le dio un beso en la mejilla al Dayne. Nunca se había mostrado muy cariñosa con nadie, pero de alguna manera quería asombrar al demon hunter.

 

— Hola guapo, me alegra verte de nuevo aquí — Se sentó al lado de él — Gracias por tomar la clase conmigo de nuevo — Le guiñó un ojo.

 

Sabía que Jank no había tomado la clase por casualidad, al menos en aquel mes específicamente. Le agradecía que lo tomara aquel mes para que la acompañara aunque no parecía tener malos compañeros...

 

—¿Dos clases? Pero... ¿Y Catherine o Richard? o...o ... — Miraba asombrada a su compañero¿en serio? no sabía que tan buena idea era aquello... — Al rato aprenda algo de leyes también.

 

Se rió ella sola sintiendo la mirada e Jank sobre ella. él había sido su profesor de Leyes hace mucho tiempo ¿si había aprendido algo? Bueno.....

 

Luego del shock inicial por los cambios tomó atención a la clase y la tarea. Pensó un momento en la pregunta que les hacía la profesora.

 

—Yo creo que la adivinación es el arte de predecir el futuro — Realmente no sabía como expresarse, y fue lo primero que se le ocurrió aunque sabía que también tomaba en cuenta cosas que pasaban en el presente ¿o no?

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*

Al menos, Cissy pareció reconocerla y la saludó con amabilidad. Esto contrastó con la forma de tratar a Jank que trabajaba con ella en el mismo Departamento. Levantó una ceja extrañada, pero luego pensó que algo habría en su trato cotidiano que provocaría ese comportamiento.

Una nueva alumna entró al aula. No saludó en general salvo a Jank a quien rodeó con sus brazos y le plantó un beso en la mejilla. Su actitud también la sorprendió pero después de oír las palabras de la chica agradeciéndole que la hubiera acompañado a tomar esa clase, creyó entender la razón de las muestras de afecto.

En realidad, recordaba a ambos como compañeros de la clase de adivinación que había tomado hacía unos meses. Los dos habían tenido algún inconveniente y no habían terminado el curso por lo que se veían obligados a repetirlo ahora.

Mynerva se dio cuenta de que debía dejar de fijarse en los demás alumnos y concentrarse en lo que les había pedido Cissy.

- ¿Qué son las leyes? ¿Qué leyes conocen? ¿Cuáles quieren conocer?

- Vaya, si supiera esas respuestas no estaría tomando esta clase, - rezongó por lo bajo ya que durante años había tenido en cuenta innumerables leyes que rigen las actividades del banco de los magos y ya estaba bastante harta de ellas. Por eso había dejado ese trabajo, pero desgraciadamente había elegido la oficina del ministro como lugar para ganar algunos galeones y estaba totalmente perdida sobre cuáles eran las que aplicaban a ese departamento. Sin embargo, no quería mostrar lo ignorante que se sentía y trató de buscar alguna respuesta que satisficiera a la profesora.

Pasó los dedos por su frente intentando retirar un mechón rebelde de cobrizo cabello y fijando sus ojos azules en la instructora comenzó a hilar una contestación.

- Creo que las leyes mágicas son distintas reglas que como magos y brujas debemos respetar para tener una sana convivencia entre nosotros y con los muggles. Por ejemplo el Estatuto del Secreto de los Magos que es una ley que se enseña desde niños. Pero para los adultos, me gustaría saber qué leyes se aplican en cada departamento del Ministerio de Magia. También en las organizaciones dependientes como el Concilio, San Mungo, El Profeta, los distintos bandos, etc. Me interesa saber qué Leyes rigen en el Laboratorio de Análisis e Investigación Clasificada y cómo es eso de Control del Comercio Universal. Sólo puedes ahorrarte las del Banco que creo recordar todavía.

Miró a Jules sentado a su lado y que tal vez tendría sus propios conocimientos y dudas que expresar. Y a los alumnos de adivinación. ¿Tendrían que turnarse con ellos para tener la atención de Cissy? Ya veríamos.

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La última alumna de la clase, Adryanie, entró en el aula, pero en vez de saludar a todos como habían hecho respetuosamente sus compañeros (bueno, menos Jank), ella sólo se dirigió a Dayne, lo que provocó que mi ceja derecha se elevara en muestra de incredulidad.

 

-Buenos días a usted también, señorita Adryanie. Parece ser que usted y su amigo Dayne tienen modales parecidos- esbocé una fría sonrisa antes de asentir por su respuesta-. Algo así, podríamos decir. La adivinación no es sólo sobre el futuro, sino también sobre el pasado y el presente, pues hay que tener conocimiento de hechos pasados y de cosas presentes para poder tener predicciones más exactas del futuro.

 

Hice una pausa momentánea mientras posaba mis ojos en Bastian y Mynerva, siendo ésta última quién dio una respuesta aproximada. Pero yo había dicho que no debía ser exacta y, más aún, no tenían por qué dar respuestas exactas. No había respuestas erróneas, sólo datos erróneos o poco conocimiento, lo que nos llevaba a impartir la clase en la que se encontraban en aquel día. Tan sólo podrían haber dicho un "no sé" y sería tan válido como cualquier otra respuesta, puesto que estábamos para aprender.

 

-Son exactamente eso, Mynerva, las leyes son distintas reglas o normas que se aplican a la sociedad para mantener cierto control sobre la misma. No todas las normas aplican a todo el mundo, por ejemplo, porque algunas dependen de la situación del mago o la bruja y, además, no son las mismas leyes las de aquí que las de otros países, por ejemplo, aunque, como bien mencionas, tenemos leyes compartidas: el Estatuto del Secreto de los Magos, como bien has mencionado- esbocé una sonrisa más cálida para la antigua directora de Gringotts.

 

-No quiero respuestas específicas, de memoria, preconcebidas. Quiero que me digan los que ustedes creen o piensan, lo que saben y lo que no- aclaré para todos en general-. En esta clase, los alumnos de adivinación verán la Quiromancia, también conocida como al lectura de la palma de la mano; Teomancia: Lectura de las Hojas de Té y, el Tarot. Los alumnos de Leyes Mágicas veremos algunas leyes aplicadas en diferentes departamentos e intentaremos proponer algunas nuevas, que hacen falta para la regulación de ciertas situaciones de la vida de todos nosotros- moví la varita y en ambos pizarrones aparecieron las consignas que había mencionado con anterioridad.

 

En la pizarra de adivinación apareció un dibujo de una palma de una mano con líneas marcadas que poseían inscripciones, ya que sería el primer tema que veríamos. Me alegró que al menos hubiera dos alumnos, así podrían estudiarse mutuamente y luego presentarme a mí los resultados.

 

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-Quiero que miren en la mano derecha de su compañero y encuentren estas tres líneas que marca el esquema: Línea de la Cabeza, del Corazón y de la Vida. Luego, utilizando un pequeño manual que les dejaré a continuación, quiero que interpreten a su compañero:

 

 

 

En la lectura de la mano se dice lo siguiente:

  • Para las mujeres, en la mano derecha se ve lo que trajeron al nacer y en la izquierda lo que han acumulado en la vida.
  • Para los hombres, en la mano izquierda se ve lo que trajeron al nacer y en la derecha lo que han acumulado en la vida.
  • Con esto en mente, también podrás escoger la mano dominante para ver la vida presente y pasada (por ende la mano que no es dominante sería la mano para ver el futuro de la vida).
    • Hay diferentes corrientes de pensamiento en el asunto. Algunas corrientes dicen que la mano izquierda muestra el potencial de la persona y lo que podría llegar a ser, no necesariamente lo que será en el futuro. Y una diferencia en las manos podría significar que uno está a punto de tomar acción cuando se trata de su vida, cambiándola.

Interpreta la línea del corazón. Esta línea se puede leer en cualquier dirección (del dedo meñique al dedo índice o viceversa) dependiendo de la tradición que se siga. Se cree que indica la estabilidad emocional, las perspectivas románticas, la depresión y la salud cardíaca. Las interpretaciones básicas son las siguientes:

  • Empieza debajo del dedo índice: la persona está conforme con su vida amorosa.
  • Empieza debajo del dedo medio: es egoísta en el amor.
  • Empieza debajo del dedo anular: se enamora fácilmente.
  • Recta y corta: tiene menos interés en el romance.
  • Se junta con la línea de la vida: le rompen el corazón fácilmente.
  • Larga y curvada: expresa libremente sus emociones y sentimientos.
  • Recta y paralela a la línea de la cabeza: tiene un buen control de sus emociones.
  • Ondulada: muchas relaciones y amantes, ausencia de relaciones serias.
  • Con un círculo en la línea: tristeza o depresión.
  • Línea interrumpida: trauma emocional.
  • Líneas perpendiculares más pequeñas encima de la línea del corazón: trauma emocional.
Examina la línea de la cabeza. Esta representa el estilo de aprendizaje de la persona, su método comunicativo, su intelectualismo y su necesidad de conocimiento. Si la línea es curvada, se asocia con la creatividad y la espontaneidad, pero si es recta, se asocia con métodos prácticos y estructurados. Las interpretaciones son las siguientes:
  • Línea corta: prefiere los logros físicos a los mentales.
  • Línea curvada e inclinada: creatividad.
  • Separada de la línea de la vida: aventura, entusiasmo por la vida.
  • Línea ondulada: periodos cortos de atención.
  • Línea profunda y larga: pensamiento claro y centrado.
  • Línea recta: piensa de forma realista.
  • Forma de rosquilla o cruz en la línea de la cabeza: crisis emocional
  • Línea de la cabeza interrumpida: inconsistencias en el pensamiento.
  • Cruces múltiples sobre la línea de la cabeza: decisiones cruciales.
Evalúa la línea de la vida. Esta empieza cerca del pulgar en forma de arco hacia la muñeca. Refleja la salud física, el bienestar general y los cambios significativos en la vida (por ejemplo, eventos cataclísmicos, heridas físicas y traslados). Su longitudno se asocia con la longitud de la vida. Las interpretaciones básicas son las siguientes:
  • Pasa cerca del pulgar: cansancio frecuente.
  • Curvada: mucha energía.
  • Larga y profunda: vitalidad.
  • Corta y superficial: se deja manipular por los demás.
  • Se curva en forma de semicírculo: fortaleza y entusiasmo.
  • la opuesta de la mano: cauteloso en las relaciones.
  • Múltiples líneas de la vida: vitalidad extra.
  • Un círculo en la línea: hospitalizado o herido físicamente.
  • Interrupciones en la línea: cambio repentino en el estilo de vida.

 

 

 

 

En la pizarra de Leyes, aparecieron diferentes departamentos y a qué se dedicaban cada uno.

 

 

Departamento de Cooperación Mágica Internacional

 

Este departamento se ocupa de las relaciones internacionales. De él dependen organismos como la Confederación Internacional de Magos, sede Británica, el Organismo Internacional de Normas de Instrucción Mágica o la Oficina Internacional para la Ley Mágica.

 

Cuartel de Aurores

 

El Cuartel de Aurores dedica sus esfuerzos a la erradicación de cualquier posible uso de las artes oscuras prohibidas. Analiza y crea estrategias eficaces para que el movimiento auror sea activo y eficiente en pro a erradicar las Artes Oscuras del mundo.

 

Cuartel de Inquisidores

 

Los Inquisidores conforman un cuerpo policial cuya responsabilidad es mantener el orden y perseguir a los delincuentes y organizaciones ilegales.

 

 

 

-Les he dejado una planilla donde podrán encontrar esos departamentos mencionado y a qué se dedican. Mi intención es que sepan distinguir las leyes que aplican. No hace falta que sea algo muy elaborado, sólo que sepan decirme cuáles de esas normas conocen y cuáles desconocen o saben poco- en el pupitre de cada uno apareció una planilla con un listado de los departamentos y a qué se dedicaban.

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~Bastian

Bastian había probado, contra todo pronóstico, que era perfectamente posible llevar dos clases diferentes al mismo tiempo y en el mismo lugar. Él había utilizado a Kelian como su ayudante, pues aquellos conocimientos que en su momento compartió eran totalmente prácticos. También tenía mucho que ver el sitio al que viajaron, un lugar muy peligroso lleno de monstruos y criaturas fuera de control.

 

—Me suena tu rostro, Mynerva. Un gusto en verte —respondió.

 

Frunció la nariz ante la presencia de Jank, delincuente declarado. Lo mismo sucedió en cuanto la otra bruja, también acusada de crímenes y absuelta en lo que fue una pantomima de juicio auspiciado por Mei, la directora de la Oficina del Ministro. Él mismo había sido parte del jurado, y en realidad había votado a favor de liberarla. Para la mayoría quedo muy claro que aquella fue una burla para con aquel juicio. El jurado estaba compuesto, en su mayoría, por familiares de la imputada ¿Cómo podía ser justo algo así?

 

—Las Leyes son reglas que tenemos que seguir. Conozco varias. es estatuto de secreto, por ejemplo. La incapacidad de que una persona ejerza dos cargos ministeriales. No se si sea Ley, pero está prohibido pertenecer a la Orden del Fénix también.

 

Al responder, Cissy, la profesora de la clase, les tendió una especie de plantilla en la que constaban los departamentos encargados de hacer cumplir las leyes mágicas. Lo leyó con detenimiento, aunque a groso modo ya sabía él como es que funcionaban algunas cosas en el ministerio.

 

—Yo tengo la duda de las leyes a las que te refieres. ¿Qué leyes debemos clasificar? Lo siento, es que aveces soy un poco lento

 

 

 

 

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Nada más había terminado de entregar las planillas de Leyes cuando Bastian habló. Le dediqué una sonrisa apenas visible, antes de acercarme un poco a él.

 

-No se trata de clasificarlas, sino de reconocerlas. En el Cuartel de Aurores, por ejemplo, se ejercen leyes que tienen que ver con la prohibición de las Artes Oscuras en específico. Se podría decir que ellos son los magos y brujas que se encargan de erradicarlas, ¿cierto? Ya sabemos que las Artes Oscuras están prohibidas, las maldiciones imperdonables son ilegales y todo el que las ejerza será enjuiciado y encarcelado. Por otro lado, tenemos al Cuartel de Inquisidores que se encarga de el control del orden público y la erradicación de cierto grupo delictivo como es la Orden del Fénix. ¿Acaso no aplican las mismas leyes para ambos cuarteles? Sin embargo, son dos entidades separadas- expliqué, mostrándole donde decía a qué se dedicaba cada departamento en específico.

 

-Esto sucede porque antes, el Ministerio tenía una división diferente, lo que generaba conflicto a la hora de ejercer las leyes. Si bien es la Oficina del Uso Incorrecto de la Magia la que se ocupa de los delitos de carácter reglamentario (la mayor parte de las infracciones como violar el Estatuto del Secreto es sancionada por esta oficina), delitos de carácter criminal como el asesinato, secuestro, destrucción de propiedad e, incluso, tráfico de objetos o criaturas, es reglamentado tanto por el Cuartel Auror como por el de Inquisidores. Pero no son ellos quien se encargan hoy en día de hacer esto, sino el Departamento de Seguridad Mágica- hice una pausa, notando que quizás era demasiada información junta-. En sí, ¿puedes decirme qué leyes aplica cada uno de estos departamentos? Como dije, no hace falta que seas específico, sólo con que tengas una idea general del asunto es válido.

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