Conocimiento de Maldiciones

[Mica Gryffindor]

La rubia caminaba de un lado a otro de la habitación en forma ansiosa. Acababa de saber que el profesor de uno de los conocimientos más complejos no podría hacerse cargo de la clase, por ende debería impartirla. Llevaba tiempo con ese conocimiento en su posesión y era una gran usuaria de las maldiciones; no temía enseñarlas pero si le daban a elegir prefería al menos prepararse con tiempo.

Pero si algo no había era tiempo. Ni siquiera siendo directora de aquella prestigiosa Universidad podía darse el gusto de postergar una clase. Debería improvisar, de poco intentar hacer mucho. Sin embargo todo dependería de las alumnas que la acompañarían ese mes, todas ellas brujas prestigiosas y con muchas cualidades para la magia.

Escuchó a sus espaldas una pequeña explosión y de inmediato supo de qué se trataba. Sonrió levemente a Mushu, el elfo doméstico que la acompañaba desde siempre, quien llegaba agitado a reunirse con ella.

- ¿Has podido conseguirlo?- su voz dejaba en evidencia su curiosidad.

- Mmm tal vez no sea lo que esperaba, ama. Con tan poco tiempo a Mushu ha sido difícil lograr un “tesoro”–bajó la cabeza al terminar la frase.

La mortífaga no dijo nada. Se acercó al pequeño individuo y se arrodilló frente a él, intentando demostrar toda la amabilidad que le era posible. Puso una mano en su pequeño hombro y aguardó a que continúe.

- Esto es algo que sé que varias damas quieren… espero que baste –tras decir eso le tendió lo que parecía un trozo de tela.

Agatha lo tomó, esperando que tan solo fuese el envoltorio. Pero al estirar el retazo de tela descubrió que se trataba de una prenda, de una prenda íntima de hecho.

-¿Calzones? ¿A quién se los has robado? –dijo entre divertida y preocupada.

-Son… del señor director, ama. He oído que varias en el mundo mágico lo conocen y admiran. Muchas querrían conseguirlos- terminó la frase con una sonrisa, un poco más animado al saber que la mortífaga no se había enfadado.

- Creo que servirán, o al menos haremos que funcione…- lo tranquilizó, antes de ponerse de pie y dirigirse a buscar las lechuzas que llevarían la convocatoria a sus alumnas.

***

Apenas habían pasado unas horas, el momento de inicio había llegado. Los ojos ambarinos de la demonio recorrían el paisaje a través de la ventana del salón de clases. Claro, no se quedarían allí, pero prefería reunirlas en un sitio seguro antes de iniciar su aventura.

Una a una llegaron las inscriptas. Agatha aguardó a que estuviesen todas antes de comenzar, apenas saludándolas con una sonrisa. A algunas de ellas las conocía, a otras esperaba lograr conocerlas. Debía cuidar lo que mostrase pues nunca se sabía cuándo podía hallarse en el grupo algún miembro de la Orden que pudiese ponerla en evidencia.

-Bienvenidas chicas- dijo alisando con las manos la seda de la negra túnica que cubría su cuerpo. -El profesor de Conocimiento de Maldiciones no ha podido dar la clase, por lo que yo lo reemplazaré. Mi nombre es Agatha, para quienes no me conocen y soy la directora de esta prestigiosa Universidad. ¿Quiénes son ustedes?- dio un momento para que cada una de ellas se presente antes de seguir.

Quería saber de ellas, aunque realmente lograría conocerlas a través de su desempeño. El bien o el mal conviven en cada uno y solo cuando hay posibilidad de manifestarlos es cuando somos nosotros realmente.

Mientras todas ellas hablaban, tomó la varita y trazó a su derecha un rectángulo del tamaño de una puerta pequeña. El área interior a su trazo qudó iluminada, cargada de magia.

-Usualmente en sus clases se escoge un sitio y se les pone obstáculos. Esta clase será diferente. Tenemos en nuestro poder un tesoro que deberemos resguardar del resto del mundo. La primera que se atreva a cruzar este portal será quien escoga el sitio en que lo ocultaremos, y cada quien será encargada de agregar los obstaculos que cualquier curioso deberá atravezar si quiere conseguirlo.- Las miró una a una, esperando conocer sus pensamientos- ¿Quién comienza?

Off:

Bienvenidas.

Estudiantes de la clase:

@

@@Jessi R. Diggory

@@Mia Zoeh

@Amya_An

Editado 2 de Enero del 2016 por Agatha M. Gryffindor

[Jessi R. Diggory]

Estaba entusiasmada, desde hace muchos meses había querido cursar esta clase, el hecho de saber mas acerca de estos temas me hacía sentir muy ansiosa por aprender mas cosas, aunque tenía muchas cosas que hacer en mi vida sabía que esto era muy importante por lo cual sacarme el tiempo para poder asistir a dicha clase me había resultado muy difícil pero como nada es imposible pude lograrlo.

 

No tenía conocimiento si mas personas iban a estar conmigo en el transcurso de la clase pero ya lo averiguaría. Ese día había decidido salir con anticipación de la mansion Gryffindor para evitar así llegar tarde, odiaba la impuntualidad por lo cual la evitaba, no era agradable hacer esperar a las personas así que evitaba hacerlo.

 

Todo estaba tranquilo, el día parecía ser bueno, las cosas antes de venir a la clase habían salido bien. Me había levantado con anticipación y sin sueño, había preparado mi pequeña bolsa con lo necesario y en la mansión todos parecían estar descansando así que sin ningún inconveniente pude llegar al lugar donde se impartiría la clase.

 

Como siempre, traté de mantenerme alejada una vez que llegue a la clase, la bruja encargada de darnos la clase se encontraba ya en el sitio. Solo la salude con una sonrisa y un movimiento de cabeza, me parecía ya haberla visto por algún lugar del mundo mágico aunque no recordaba donde, no era raro cuando se podían encontrar con tantas personas cada vez que salías a dar un paseo al callejón diagon o a trabajar en el ministerio.

 

Mientras esperaba que las demas personas llegaran comenze a pensar de que podría estar llena esta clase, siempre había algo que me sorprendía en este tipo de clases así que estaba segura que esta no sería la excepción. Cuando por fin llego el turno de comenzar hablar no me sorprendí cuando solicitaron presentarse, era lo que siempre se hacía y un hecho muy útil.

 

Al ver que nadie se atrevía hablar decidí hacerlo yo, al fin no perdía nada haciendolo.

 

-Mi nombre es Jessi- Comencé hablar -Provengo de la Familia Gryffindor y la familia Rambaldi, ahora mismo no estoy trabajando pero estoy en espera de que aprueben mi solicitud para unirme al departamento de misterios lugar donde trabaje hace un par de años. Hace mucho que no estoy en un salón de clases así que es muy extraño de una manera agradable- Me quedé callada pensando que mas decir -Espero poder trabajar de buena manera con todas ustedes y que esta clase deje mucho aprendizaje para los que estamos aquí-

 

Ahora tocaba esperar que las demas personas se pudieran presentar para ponernos en marcha con lo que sea que siguiera en la clase.

[Helene Eloise Bellerose]

Ya no era una novata en la universidad, pero el sólo sentimiento de regresar a las aulas como estudiante le producía una mezcla de nerviosismo y ansiedad. Para la ocasión sentía una especial expectación, conocía a la docente, estaba segura que ambas ya habían compartido la docencia en anteriores ocasiones. Muchas cosas habían cambiado en ese lapso, la Weasley había desaparecido del mundo mágico por un tiempo prolongado y la Gryffindor ahora era la flamante directora de la academia, junto con Elvis.

 

Muchas cosas habían cambiado desde la última vez que había pisado la academia para aprender un conocimiento. Ahora, varias de las metas propuestas por la castaña se habían cumplido, incluyendo su regreso a la docencia y al ministerio. Le sentaba bien regresar a las formalidades ministeriales y eso se reflejaba en su vestimenta sobria y formal. Un vestido azul real ceñido a justa medida y hasta la rodilla, una chaqueta a juego y unos zapatos altos evidenciaban la formalidad de su atuendo.

 

Los pasillos por más que hasta la fecha habían sido recorridos por ella ya un millar de veces, todavía le resultaban animosos e interesantes. Las juveniles caras de los estudiantes aportaban energía, vitalidad y vivacidad. Estaba justa con el tiempo, lo revisaba constantemente en el reloj de pulsera. Llegando finalmente a la clase señalada, divisó con agrado que Jessi también sería su compañera.

 

—Buenas tardes. —Saludó con la formalidad justa mientras notaba que el aula era nada más una estancia temporal. Con la habilidad de la directora, una puerta mágica dio paso a lo que supuso conformaría el "aula" de clase.

 

—Soy Kassandra Weasley Stark, actualmente defensora del mago. Es mi segunda vez en un aula de conocimientos y estoy verdaderamente ansiosa de aprender esta asignatura.

 

Una sonrisa selló esa presentación. La curiosidad por saber qué había al otro lado de la entrada creada por la directora le picaba. Escuchó con atención su explicación, imaginando lugares usuales y también inusuales para esconder un tesoro. Sin embargo, era un poco sobre entusiasta intervenir sin esperar a que los demás se presentaran así que aguardó ansiosa a que la clase empezara finalmente.

Editado 5 de Enero del 2016 por Kassandra Weasley

[Mica Gryffindor]

Uno de sus grandes defectos era el de no ser paciente con quienes no actuaban del modo en que ella esperaba. Ser una Mortífaga con espíritu Gryffindor la hacía tal vez más osada que la mayoría de los magos. Y su propio ego hacía que así se viera. De estar en lugar de ellas, habría sin dudas sido la primera en lanzarse, tal vez sin mediar siquiera presentación.

Tenían una aventura por delante y de las dos chicas que acababan de llegar ninguna se había atrevido a iniciarla. Puso los ojos en blanco luego de sus presentaciones y se cruzó de brazos, conteniéndose de empujarlas a ambas a través del portal.

- Bienvenidas- murmuró conteniendo la histeria- el portal no muede, de hecho ustedes deciden a dónde lleva. Tenemos unos calzones... emm digo, un importante tesoro que esconder ¡No perdamos tiempo!- sonrió, sabía que solo necesitaban tiempo y podrían ser grandes aventureras si se lo proponían.

Hizo un leve movimiento con su mano, invitándolas a comenzar. Las demás podrían sumarse, el portal quedaría abierto y las conduciría hacia el sitio escogido, sin dudas.

-No hay tiempo que perder...- agregó intentando que notasen la urgencia del inicio.

A decir verdad, tenía cierto temor de recibir una visita inesperada del director fenixiano y que éste la descubriese en propiedad de sus calzones. Tal vez no le parecería del todo gracioso... solo tal vez.

[Amya An]

.

........... La bruja dormía la mona muy plácidamente hasta cuando uno de los elfos de la casa, literalmente, apareció a un lado de la cabecera de la cama y desde allí, le aventase una carta sellada proveniente del Ateneo de Conocimientos.

 

- Ama Floja, levántese!

 

............................... Le chilló como si fuera éste el mandamás del lugar, y al ver que no le hacía ni caso, empezó a brincarle como ¿duende? por el alrededor ... cosa que solo la acunaba mas, xDDD.

 

- ... la deshonra a los Adler´s! repetir un curso so pretexto de andar empanzada!

 

............... Y se atrevió a lanzarle uno de los cojines tirados al pie del lecho mientras le jalaba las cobijas para des-acurrucarla de allí.

 

No, ese elfo nunca le dejaría olvidar aquello. Le martillaría el seso, una y otra vez con éso, hasta desquiciarla completamente (!)

 

- *0* Por los mangos revueltos!!! déjame en paz!!!

 

.... Chilló finalmente ella, semi-incorporándose levemente, y en respuesta a la bulla del orejudo, lanzando su almohada a .. quien sabe a donde pues ni con los ojos abiertos atina a nada, menos toda zombie como andaba. E intentando volver a dormirse se dejó simplemente caer ... sin contar con el demente del elfo quien, chasqueando los dedillos, quien sabe cómo, la hizo puff de allí hacia el piso, resultando en un muy bonito rebote contra el duro y frio piso de madera.

 

- Elfo del Demonioooooo!!!

 

............ Chilló, ahora sí parándose de golpe pues el solo deseo de alcanzarle el pescuezo al bicho aquel, le despejó el cerebro completamente.

 

Pero ya se habia ido, contento de haber logrado su objetivo ... sacar a Amya_An de la cama, xDDD.

 

..... Encontró, la bruja, la misiva en su mano, y era cierto, era de la Universidad mágica, cosa nada extraña si recordaba que se había re-inscrito a una clase. Mas el pliego tenía pegoste de un montón de cosas.

 

- Pero, pero ...

 

Pronunció confusa mientras le daba vueltas al rectangulito sosteniéndole de las orillitas, solo con las puntas de los deditos.

 

- ... pero, por dónde rayos te has ido a pasear, ¿eh?

 

.................. Hablaba con la cartita que evidenciaba rastros de haber viajado medio mundo antes de llegar hasta ella (?)

 

- La clase! mi clase!

 

.... Ahora sí que le tocaría correr como loca todo el trayecto hasta ... hasta que inevitablemente ...

 

- Amya_An Adler!!! no me cierren la puerta!!!

 

.... Venía sin disminuir la velocidad de su corre-corre, y como era regular en esas clases, pensó que la luminosidad (?) proveniente desde dentro ¿del aula? solo podía ser que ¡toda la clase se estaba transportando mágicamente haia la locación de ...! lo que sea, xDDD.

 

- Echen pa.ja!!!

 

Lo única que consiguió notar tras tropezarse y ir volando rumbo a aquel acceso mágico fue ... un par de jóvenes que bien podrían ser las compis de curso y una mágica mas que ... desde su perspectiva, parecía que era quien "sostenía" la puerta mágica (!)

 

o.O la profe traía unos calzones masculinos en la mano???

 

Detestaba los medios mágicos, los de transportación, siempre le ponían mal las tripas (!)

 

Sintió la succión, y de esas sensaciones de estiramientos faciales (?) y por todo el cuerpo (¿?). Los inevitables giros tipo montaña rusa muggle ó tobogán acuático sin control (!) ... el cerebro se le hizo gelatina y hasta creyó que las extremidades se le habían estirado como masa chiclosa, y anudado como moñas navideñas, ó cables de auriculares muggles (¡?)

 

Según ella, la escupieron. Ella se sintió expectorada y ya tragaba tierra en el suelo.

 

Olia a tierra rancia. A cueva húmeda y hasta a sudor apestoso de bestia ...

 

- o.O una mina muggle ... O.O y una sin oro ó diamantes que robar???

 

Ok, éso se sentía estafa (?)

 

..... Ahora solo faltaba que le salieran zombies espectrales, como en los videojuegos muggles de su marido (¡?)

 

- Hola? alguien?

 

........................... Solo escuchó el eco de su voz yendo y viniendo por el laberinto de túneles subterráneos calamitosos ; profundos, oscuros, apestosos ... todo un agujero de orcos (?)

 

- *0* Alguien??? que no me gustan las expediciones solitarias a lugares lúgubres!!!

.

[Helene Eloise Bellerose]

Kassandra iba a proponer un destino, el que tenía pensado desde hace varios minutos en su cabeza. No había dado del todo el paso al frente cuando una compañera ingresó a la clase y sin dar ni un pío por explicación, atravesó el portal a la velocidad más grande y con eso, las atrajo a todas hacia el destino que ella había elegido. ¿Una mina? Luego de levantarse y acudirse la suciedad del vestido, la Weasley estuvo en capacidad de observar con más claridad lo que le rodeaba claramente decepcionada. No veía nada novedoso ni retador en una caverna mohosa a varios metros bajo el suelo. Suspiró. Su idea de llevárselas al desierto de Tengger tendría que esperar, definitivamente.

 

Suspiró, con el olor rancio se imaginaba en las catacumbas parisinas o algo parecido, pero no. La mina mostraba claros signos de no haber sido ocupada en años, inclusive se podía notar que los instrumentos habían sido abandonados ya hace mucho tiempo por la capa de moho que corrompía los metales dándoles un acabado oxidado y las telarañas que se formaban muy a la vista y a la altura de sus rostros.

 

—Okey. ¿En dónde es que estamos exactamente?

 

Imaginó que la última chica, quien había evidentemente creado el portal con un destino claro sabría explicarles en dónde se encontraban. Caminó unos pasos sintiendo los zapatos de tacón alto hundirse levemente en la suciedad bajo sus pies. Gimió para sus adentros al notar que efectivamente no llevaba el atuendo más cómodo y menos para su entorno. Tenía la varita en mano y aunque no se encontraban muy lejos de la entrada (motivo por el cual era capaz de vislumbrar las cosas al menos hasta 20 metros de su posición) se adentrarían y necesitarían una luz guía, o eso esperaba.

 

—Lumus.

 

El extremo de astrihtr se encendió con una luz fuerte y brillante iluminando la estancia un poco más. La maestra había hablado de poner obstáculos y la castaña empezó a imaginar con rapidez el tipo de alimañas que trataría de crear aunque primero tenía que cerciorarse de que los demás hayan llegado bien.

 

—¿Jessi? ¿Agatha? —En medio de su abrupto aterrizaje, notó que no habían aparecido todas juntas. Bufó, ahora tendría que buscar al grupo o sino no serían capaces de seguir con la clase. Caminó un par de pasos intentando divisar al resto del grupo en medio de las tinieblas.

[Jessi R. Diggory]

Viajar a otro lugar a través de un portal el cual tomaría la forma del lugar de la primera que pasar parecía ser un reto muy interesante, aunque a mi me hubiera gustado elegir el sitio espere a que Kassandra pasará por el portal primero, parecía estar muy entusiasmada por el lugar que pensaba llevarnos. Sin embargo otra bruja entró apresuradamente la puerta del salón de clases y sin nada que decir cruzó el portal, eso no nos daba tiempo para pensar así que sin mas seguí a Kassandra la cual entro segunda.

 

Esperaba que la directora nos siguiera con el objetos valioso que teníamos que tener. No había tenido el tino de preguntar pero con el tiempo me daría cuenta que es lo que íbamos hacer. Unos mareos me embargaron en cuanto crucé el portal, era lógico debido a que estaba transportando a otro sitio aun así no quitaba el hecho de ser molesto.

 

Caí en la tierra bruscamente, había salido del portal y había llegado a mi destino solo que estaba muy oscuro. Me levanté y sacudí mis pantalones. Saqué mi varita mágica mientras susurraba un Lumos haciendo que una pequeña luz saliera de la punta de mi varita alumbrando todo el lugar. Eso ayudaría a moverme con mayor facilidad.

 

-Maldición- Murmuré cuando me dí cuenta que estaba sola. Esto me daba muy mala espina, el hecho de no olvidar que esto era una clase sobre saber acerca de maldiciones trajo a mi cabeza muchos escenarios en los cuales pudiera pasar algunas complicaciones. No sabía si este había sido el objetivo de portal o solo había salido algo mal.

 

El ambiente no era muy acogedor, todo estaba oscuro salvo por la luz de mi varita que no iluminaba mucho, tenía que moverme, mientras mas rápido encontrara a las demas mucho mejor. Había mucho lodo, sonreí para mis adentros al ver las botas que traía, definitivamente me iba ayudar mucho las vestimenta. Sin mas preambulos comencé a caminar vislumbrando cada una de las cosas a mi alrededor, lo mejor estaba por comenzar.

[Amya An]

.

..... Cuevas, catacumbas ... xDDD, debería de dejar de ver tanto el History Channel muggle (?)

 

...................... Por alguna extraña razón, aquellos desconocidos calzones le había traído al seso imágenes de los westerns de antaño ; cowboys, apaches ... la fiebre del oro, Gambusinos, el sendero de lágrimas ... y por supuesto, minas ; minas abandonadas tan laberintosas como nido de hormigas.

 

- Estoy segura que aquí, a la familia le gustaría extraviar un par de cadáveres a propósito ...

 

...................................... Se dijo en voz alta para no sentirse tan sola (?) mientras se animaba a darle la primera ojeada al lugar.

 

.......... Pensó que necesitaría la varita libre, por lo cual, decidió hacer una antorcha improvisada de maderos y una de sus calcetas algo sudadas ... la que le tomó un poco de tiempo prender aún con fuego mágico (!), por lo humedecida que estaría.

 

.................................................... *Pufff*, con ese camino tan estrecho, se le acentuaba la claustrofobia.

 

................... Avanzó tanteando piso y paredes, observando bien el techo por si se le venía encima.

 

- ... Interesante ... algunos recovecos, estarían buenos para una buena tela de acromántula pegajosa ...

 

......... Continuó hablando sola para no morirse de miedo ... ó pánico. Pero era una lástima que no llevase mas que un intruso criopuff de la Tama y como se lo extraviara, seguro que la nueris la mata y re-mata sin necesidad ni de magia (!)

 

...................................................... Y en uno de esos giros, se dio con las líneas de un carrito volcado.

 

- Bueno, quizás no funcione ... pueda que sí, pueda que no.

 

.................... Y le lanzó un buen reparo al cacharro para así, poder hacer uso de éste.

 

- Caminar cansa mas de la cuenta, ¿no?

 

.... Hubo que darle un par de hechizos mas, concentrados y repetitivos, a las vías para que se enderezaran un pelín ... lo suficiente como para que el cosito le pudiera andar encima sin descarrilar con ella dentro. No le agradaba mucho la aventurilla ... menos después de la pasada en las bóvedas maldecidas de Gringotts, en donde hasta la troll-earon (?)

 

......... Con un traqueteo despacito, avanzó en su cosito. Iba cómoda por el carril, iluminado con su farol tenue pero suficiente. Y sin tener mucho mas que hacer, hasta se puso a cantar :

 

♪♫ Vamos de Paseo,

pi pi pi

en cacharro feo

pi pi pi

pero no me importa

pí pi pi

comeremos torta ... ♫♪

¿?

 

. Y tanto se le subió el ánimo que ... empezó a menear la varita y a llenar los arcos cuadrados de madera (los que iban quedando hacia atrás) que sostenían el paso a través del un tanto túnel serpenteante ; ¡con especies de cortinas de tela de araña conjuradas!

 

...... Como iba despacio, le dio tiempo de darle a una pared lateral, literalmente hecha de puras piedras apiladas ... recordó la broma de la multiplicación al tacto y le echó la maldición carcajeándose de su malvadez (?)

 

... o.O quien se atreviera a tocar esa mole de rocas,

se vería aplastado con una ¿reproducción? alocada de éstas, xDDD.

.

[Mica Gryffindor]

Estaba llamando la atención a las jóvenes cuando una desconocida llegó corriendo y cruzó el portal a toda velocidad. Frunció el entrecejo sin poder ocultar su estado de aturdimiento, aquella muchacha no había escuchado las instrucciones ¿sabía el objetivo? Todo podía resultar un desastre, el portal solo se abría una vez y las llevaría a ese único lugar.

Un dato que había “olvidado” decir a sus alumnas era que tan solo tenían dos horas para realizar la travesía y regresar, o deberían utilizar algún otro medio para intentar transportarse… lo que resultaría imposible si la chica en cuestión no conocía el sitio preciso de destino. Se mordió los labios a sabiendas de cómo podría todo resultar el fin de su carrera como directora de la Universidad.

Aguardó a que las alumnas puntuales cruzaran el portal y cerró la marcha. A sus espaldas una tiza se alzó para trazar en un negro pizarrón el mensaje: “solo síguenos a través del portal, mejor tarde que nunca”, por si Mia se hacía presente. Prefería no tener desaprobados, ya que pagaban el curso ¿por qué no atreverse a intentarlo? Claro, no todo mundo estaba listo para las Maldiciones.

Ahora sí, siguió a sus alumnas, hallándolas justo al momento en que empezaban a encender sus varitas. Se sorprendió porque una de ellas creaba una antorcha en lugar de usar la magia como el resto. El Lumos era un hechizo no invasivo, que permitía seguir usando magia a pesar de estar iluminando.

Sin esperar instrucción, vio como la misma muchacha de la antorcha, empezaba a andar, sin siquiera mirar al grupo con el que viajaba. Abrió mucho los ojos e hizo señas de que la siguieran, sumándose e intentando alcanzar a quien parecía solo hacer lo que le venía en gana. Vio como arreglaba algunos rieles y subía a un carro que avanzó más a prisa que sus pies, lanzando hechizos para obstaculizar.

- Si hechizas el camino ahora ¿cómo vamos a salir?- inquirió, esperando que se detenga- vamos primero a buscar el lugar propicio para esconder nuestro “tesoro”. Lumos- dijo encendiendo también su varita, notando una negrura mucho más intensa en el camino por el que el carrito se dirigía. - ¡Oh por Merlín! ¡Salta!- gritó a viva voz, notando que había un precipicio, los rieles terminaban abruptamente, rotos por el tiempo y solo una caída libre la esperaba.

Buscó con la mirada ayuda en las otras dos muchachas, aquel no era el camino que seguirían por las vías, definitivamente, pero no por ello podían simplemente dejar caer ahí a Amya.

-Ayudémosla… - lanzó con un veloz movimiento de varita una telaraña similar a la que su poco obediente estudiante había utilizado para hechizar el camino, intentando un freno en el túnel justo antes de la posible caída. Pero no era suficiente, requeriría al menos que las tres lanzasen el mismo hechizo para intentar frenarla.

[Helene Eloise Bellerose]

El camino que eligió para seguir no era tan profundo como parecía en un principio. Pronto y para bien de todos encontró a las demás, a la maestra, a Jessi y a la chica que había abierto el portal. Suspiró intentando concentrarse, a la Weasley le gustaban las reglas, sin embargo parecía ser que alguien no las estaba siguiendo del todo. Chasqueó la lengua con impaciencia al notar que la chica que no conocía había creado una antorcha y comprobó que todas tenían encendida la varita.

 

Con un sencillo encantamiento transformó los zapatos de tacón alto en cómodos zapatos bajos que le permitieron apremiar el paso y situarse junto al grupo. Jessi parecía estar bien y Kassandra aún tenía curiosidad de saber cuál había de ser el tesoro a esconder, a sabiendas que la maestra todavía no se los había mostrado. Debía ser algo pequeño y portátil, aunque en el mundo mágico las cosas se podían esconder fácilmente y ella lo sabía.

 

Pretendía preguntar qué debían hacer a continuación, cuando notó que la alumna que había creado el portal ahora se dirigía con premura hacia las rieles y subía a un carrito. Notó las miradas impacientes que Agatha les dirigía y la siguieron a pesar de no saber exactamente a dónde iban. La chica en cuestión empezó a cantar y a hechizar piedras con la maldición geminio, potenciando el riesgo de que las chicas que iban detrás murieran aplastadas o algo así. Kassandra alzó una ceja, más no emitió ningún comentario. La siguió con la mirada para ver a dónde se dirigía o qué era lo que pretendía hacer, y su curiosidad se vio saciada con rapidez. El carro adquirió velocidad, más de la que la muchacha podía controlar aparentemente. Se dirigía sin remedio hacia un precipicio del que no pudo escapar. Agatha trató de advertirle sin embargo fue muy tarde, el carrito cayó y la bruja quedó suspendida en el borde del precipicio.

 

—¡Ay por Merlín!

 

Exasperada, Kassandra veía a Amya An dirigirse a un final seguro. Claro que se iba a caer si no le ayudaban. Sacando la varita con parsimonia, apuntó obedientemente como la maestra hacía, hasta que una telaraña salió de su varita para detener la caída inminente de la aludida. Esperó a que Jessi hiciera otro tanto.

 

—Chica, al ritmo que vienes desde la entrada te matabas si no te agarrábamos.

 

Lanzó el comentario con neutralidad, aunque dejaba implícito su deseo de que se calmara un poco para que la clase pudiera seguir con calma.