Jump to content

Cintas de Colores (MM B: 107664)


Jessie Black Lestrange
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Una vez que los dos entraron en el lugar, me sentí un tanto más relajado. Todavía había uno que otro curioso mirando a los protagonistas de aquella escena frente al local pero, considerando que me había encontrado en situaciones no sólo incómodas, sino de crucial importancia, creo que estaba bastante bien. De hecho, se trataba de una situación de lo más normal que uno podría experimentar. No se había enfrentado a ese tipo de eventos desde hacía unos años, por lo que había olvidado cómo reaccionar ante simples cosas como un tropiezo.

 

-Irónico, diría yo...Tantos colores no son precisamente mi estilo. -ante esto, dejé escapar una leve risa nerviosa. ¿Qué pasa, Thawne, desde cuándo posees la facilidad de palabra? Recordemos que el último sujeto con el que hablaste no terminó del todo bien. -Pero... -agregué, ante su comentario. -Creo que es un buen lugar. Estoy seguro de que su ser querido ha hecho un buen trabajo. De no estar este local, me temo que mi antojo por algún bocadillo no habría sido saciado, llevándome a la pérdida parcial de mi cordura.

 

Sí, definitivamente había algo extraño en todo esto. No era el lugar en sí, sino el acontecimiento. -Es un gusto, Maida. -le devolví la mirada. Tenía un cierto parecido a alguien, pero de momento no recordaba a quién. De hecho, había preferido mantener todo lo referente a mi pasado tan secreto como fuera posible. No es como que estuviera huyendo, más bien, postergando el momento de la verdad. Entonces recordé que no me había presentado. -Oh...Mi nombre es Eobard Thawne. -le sonreí por unos segundos, ya que la mención de mi apellido, aunque fuera por mí, resultaba un tanto conflictiva por los recuerdos que esto conllevaba.

 

-Así es...Relativamente nuevo, he de decir. -respondí a su pregunta. -Aunque me temo que no soy británico. Más bien, norteamericano. -negué levemente ante la suposición de mi nacionalidad. -Exiliado a Reino Unido gracias a ciertos eventos que realmente no creo que sea conveniente discutirlos, al menos no de momento. -suspiré y entonces recordé que aún nos encontrábamos en la entrada. -¿Gusta que la acompañe?

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Maida se rió del comentario y observó su propio atuendo, no, ella tampoco era una persona que se entregara demasiado a los colores.

 

— Perder la cordura por un bocadillo parece un poco ... ¿exagerado? —se atrevió a comentar. La verdad es que se detuvo a estudiar los rasgos de Eobard, un chico de ojos grises. Un detalle bastante extraño en Maida era que relacionaba todo con las primeras personas que conocía o las que más relevancia habían adquirido en su vida, es así como al ver la mirada gris del joven que ahora conocía, no podía evitar preguntarse si tenía relación o no con Aaron Black Ryddleturn. Un hermano o un primo quizá— A menos que sea de esa clase de hombres que son incapaces de sostenerse con un poco de hambre en el cuerpo. Le sorprendería saber que yo soy capaz de quedarme hasta tres días sin comer ...y sin perder la cordura por ello.

 

Se encogió de hombros sonriendo y encaminó sus pies hacia algún lugar donde pudieran ser atendidos.

 

Eobard, un nombre peculiar —susurró—, Eobard Thawne ...si, supongo que podemos hacernos compañía mutua para un bocadillo. Intentaré ser una compañía agradable, lo prometo.

 

La mente de Maida paseaba por terrenos que hacía mucho no pisaba, un antiguo hobbie escolar, tantear la fortuna de la numerología. Reía mientras sus memorias se formulaban en lo desconocido, sumando, restando, encontrando significado. Hasta que un número concluyó en el nombre de su nuevo conocido...el 8. El éxito.

 

¿Conoce usted algo de aritmancia, Eobard Thawne de Norteamérica? —preguntó con suavidad, no queriendo ser grosera.

 

@@Eobard Thawne

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-Un decir... -me encojo de hombros. -En circunstancias normales, soportaría un par de horas, hay que ser honesto. Pero, con este clima, mi temperamento y la sensación de hambre se magnifican, lo cual no sé si es bueno o malo. -En ese momento, noto que me mira a los ojos, como analizándome. No puedo evitar vaciar mi mente, ya que, si bien no consideraría el uso de Legeremancia algo común por parte de una persona que acaba de conocerme, es mejor no visitar fragmentos de mi pasado, ya que eso me ocasiona unas terribles jaquecas. -Debo admitir que tres días ya es una hazaña, señorita Yaxley. Se ha ganado mi reconocimiento por ello.

 

Una vez que llegamos al mostrador, aguardo un momento para permitirle a Maida hacer su pedido. Posteriormente, decido hacer el mío. Aunque, con tanta variedad de postres, me es imposible seleccionar uno de inmediato. Es muy similar a estar en una dulcería. Irónico, ya que debe haber bastantes dulces en la tienda de regalos.

 

Tras dos vistazos rápidos hacia el refrigerador, ya tengo una idea de lo que deseo probar. Es una combinación inusual, quizá, pero el estar en ese lugar ya era bastante extraño, así que decido no cuestionar mi elección de bocadillo. -Será una rebanada de esa tarta de piña, no se ve nada mal. Y un café expresso.

 

-Oh, y con hielo, por favor. -agrego, al ver que la chica del mostrador se retira a realizar los pedidos. Últimamente pedía casi todas las bebidas con un poco de aquel objeto cúbico cuya finalidad era refrescar la bebida. Se estaba volviendo una costumbre, o una manía. Casi como lo era llevar aquel sombrero.

 

-Buen título. -sonrío, escuchando aquella adición a mi nombre. Y en ese momento recuerdo haber leído en alguna parte otro título que me parece un tanto gracioso: Jinete de barriles. Esto hace que se me escapé una leve risa, que contengo en el mismo. -Una disculpa. -la pregunta sobre Aritmancia me toma desprevenido.

 

-Me temo que no es mi fuerte... -hago una mueca, negando con la cabeza. Si bien era una de las áreas de la magia en la que deseaba profundizar, aún tenía mucho que aprender antes de poder siquiera considerarlo. -Tal vez sólo un concepto o dos. Es una rama interesante, en verdad. ¿A qué se debe dicha pregunta, señorita Yaxley?

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tres días sin comer no es una hazaña, no para ella en todo caso. Tenía la particular habilidad de aprovechar su vena supernatural para eso, aunque no lo hacía tan seguido solo cuando quería refugiarse del mundo. De todas maneras, entendió que el hecho sorprendiera a Eobard, se encogió de hombros mientras el joven realizaba el pedido, ella por su cuenta pidió un sencillo pastel de vainilla.

 

Creo que añadiré un expresso, como usted —finalizó dejando que la encargada adquiriera para ellos los postres— ¿Hielo? Nunca he sido fanática de mezclarle hielo a una bebida tan típicamente caliente, creo que estoy demasiado apegada a mis tradiciones, me da sienta seguridad.

 

Los pedidos llegan y con los postres, la pregunta sobre Aritmancia es recordada. Maida estaba ansiosa de tomar una maestría en esa rama, o en Runas Antiguas, pero aún no encontraba el tiempo, ni las habilidades necesarias para poder hacerlo. Sin embargo, sí que tenía algunos conocimientos, y el nombre le había resultado tan interesante que, mentalmente, se había puesto a sumar, restar, y encontrar conceptos tan antiguos en ella que parecieron fascinantes.

 

Lo siento, su nombres despertó en mí una vieja costumbre de hallarle la numerología y un poco de la Aritmancia a su nombre: Eobard Thawne da como resultado el número 8 —explicó mientras con una cucharilla revolvía el azúcar de su café, no se atrevía a mirarlo por miedo de parecerle una vieja gitana loca o algo similar, pero si se animó a continuar—, sucede pues, que está muy relacionado con la ambición y el reconocimiento personal, una cualidad que lo hace enfocarse en retos cada vez más complejos para hallar su lugar en el mundo. A la vez, es un número siempre aunado al éxito. Quizá me equivoque en juzgarlo a través de una ciencia tan inexacta como la numerología, pero es divertido jugar a leer las palmas de las manos de cuando en cuando ...después de todo, estamos unidos por la magia, ¿no? De todas maneras, disculpe mi atrevimiento.

 

@@Eobard Thawne

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ciertamente, tres días sin probar bocado parece algo improbable para mí. Quizá porque no me he visto en una situación en la que deba renunciar a los alimentos. Con los Thawne jamás hubo épocas de austeridad, ni mucho menos. Hasta podría decir que estoy un tanto malacostumbrado a esto. Pero, la llevo bastante bien por mi cuenta. Hasta ahora, al menos.

 

-Lamento mis tan poco usuales costumbres, señorita Yaxley. -suspiro leve. En serio debía aprender a controlar esa manía por adicionarle hielo a cualquier bebida que se me pusiera enfrente. Bien podría pedir algo frío y ya, pero no lo hacía. Quizá por el hecho de que las bajas temperaturas y mi presencia no eran la combinación ideal pero, ¿qué le vamos a hacer? -He de confesar que no es una costumbre propia de Norteamérica. No, no...Es algo personal.

 

No planeo abrumar a Maida con alguna vieja historia sobre mí, eso no pasará. A menos que quiera saberlo, e insista en ello, lo cual veo poco factible. De cualquier forma, sólo somos dos extraños que se han hablado por, ¿el azar? Bien pude haberme movido antes, lo cual quizá habría ocasionado que ella se estampara contra la puerta del local. O que ni siquiera intentara frenar, sino que caminara y entrara con normalidad. Una infinidad de probabilidades. Como si cada una fuera una línea temporal que, entretejidas, formaban una gran red.

 

No pasa desapercibido el hecho de que mi nombre pareció despertarle algún interés. Mientras sea un interés bueno, superficial, supongo que no hay de qué preocuparse. La investigación a fondo sobre mí no es una buena idea. -Así que...El ocho. Es un número peculiar, he de decir. Y coincide con algunos puntos que ha expresado. -para ser una mera especulación, ha acertado en lo más importante.

 

-Puedo confesar que busco un lugar. Pero no en el mundo, necesariamente, es más una prueba personal. Entre los Thawne hay considerables eminencias, por lo que la expectativa, naturalmente, es alta con cada nuevo miembro. -tomo el plato con el pedazo de tarta y la taza, indicándole con un movimiento de cabeza que buscáramos algún lugar para tomar asiento. -No es como que yo haya hecho algo digno de recordarse pero, sí, digamos que aspiro a algo de eso. En el futuro, tal vez.

 

La señorita Yaxley quizá había tomado algunos riesgos al compartir sus pensamientos sobre mí. Aunque, y lo admito, ha sido la más acertada hasta ahora. El encuentro no ha resultado ser tan malo, después de todo. Pero deberé esperar un poco antes de poder confiarle un poco más acerca de mí. -Disculpa aceptada, señorita. No obstante, no lo consideraría un atrevimiento. Más bien, una curiosa, pero correcta, forma de describir de cierta forma a una persona.

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Norteamérica, conocía sólo a una persona que había pisado ese suelo pero jamás le había preguntado acerca de Ilvemorny ni nada que se le asemejara. Maida solía ser muy cauta en cuanto a sus preguntas, mucho más con personas recientes, no le gustaba que la tildaran de curiosa o entrometida, la vida le había enseñado a esperar con cierta comodidad que las personas le dieran a conocer el lado que ellos querían y por su parte hacía lo mismo. Aunque claro, la vida de la búlgara era tan sencilla que pocos detalles quedaban de interesantes por descubrir.

 

La ojiazul siguió a Eobard a través de algunas mesas y sillas, hasta que consiguieron una alejada de los otros comensales. Eso, por supuesto, le daba más confianza a la conversación, libre de oídos curiosos, libertad para preguntar más acerca de esta familia con personajes importantes que narraba su acompañante.

 

— La verdad, aunque mi familia tiene cierto prestigio dentro de la comunidad mágica, debo agradecer que no pesan sobre mis hombros esa carga que usted narra, y menos mal ...estoy segura de haber fallado algún tipo de prueba —bromeó mientras acomodaba sus cosas en la mesa, aún sin decidirse a probar bocado—, pero pronto descubrirá que Londres se maneja de una manera sencilla en realidad. Yo a pesar de sólo poseer una educación medianamente alta, he podido hacer un par de ascensos en el Ministerio de Magia —se aclaró la garganta y reaccionó—, de hecho, creo que siento usted de Norteamérica a lo mejor puedo serle de alguna utilidad en el futuro, trabajo en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional, cualquier duda o consulta no demore en ir al quinto piso del lugar y lo atenderé con gusto, señor Thawne.

 

Y entonces si, bebió un poco de su café, dulce, pero incapaz de apagar ese presentimiento que lejos de desaparecer comenzaba a extenderse por su pecho. ¿Algo estaría pasando con los suyos y no se había dado cuenta? Esperaba que no, tanta opción para distraerse a lo mejor la estaba alejando de lo que era realmente importante. Respiró pesadamente mientras dejó su taza en el plato blanco. ¡Quién pudiera saber algo del futuro!

 

— Me alegra que no tomara mis curiosidades como una impertinencia, de todas maneras en algún momento intentaré tomármelas más en serio, quizá logre así adivinar las cosas en algún futuro o pueda determinar que posición tomaran mis allegados con respecto a alguna decisión importante —sentenció sonriéndole.

 

@@Eobard Thawne

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El lugar donde tomamos asiento me parece una buena opción. De esa forma, cualquier curioso tendrá que esforzarse si quiere escuchar nuestra conversación. No es como que el tema sea algo muy secreto, pero me siento más cómodo alejado de ojos y oídos curiosos. Y no es para menos, después de todo el incidente en la entrada.

 

-Podría haber discrepado acerca de ello, pero usted lo ha dicho, lo cual me ha dejado un poco soprendido. No parece el tipo de persona que habría fallada en tal prueba ante su familia. -río leve, encogiéndome de hombros. El momento de hacerle honor a la familia llegaría, o no. Sólo quedaba preocuparse por el aquí y el ahora.

 

-Sí, de hecho, me parece que el sistema en Reino Unido es mucho más sencillo que el de Norteamérica. Con todos esos consejos, senados... -hago una mueca, recordando la diferencia entre la comunidad mágica británica y la americana. A pesar de sólo conocer de ella a través de los libros, debido a mi exilio autoimpuesto, los norteamericanos eran un tanto conflictivos en cuanto a la magia. -Cooperación Mágica Internacional, ¿eh? Bueno, de hecho, quizá habría algo. Realicé trámites para registro de inmigrantes y pasaporte, pero no he recibido respuesta alguna, tal vez usted pueda ayudarme con eso, señorita Yaxley. -bromeo antes de beber un poco del expresso.

 

Durante ese lapso, puedo atisbar una sensación de concentración por parte de Maida, como si pensara en algo. No obstante, decido no hacer preguntas, ya que me entrometería demasiado. Más de lo que ya he hecho. Y eso no sería muy productivo que digamos. Todos tenemos algo en lo que pensar.

 

-Oh, no, para nada... -hago un leve ademan, restándole importancia al asunto. -Insisto, yo lo vería más como un intento para describir a alguien. Los números siempre han sido tema curioso en el mundo mágico, a diferencia del concepto que tienen los muggles. No obstante, si en alguna de sus investigaciones llega a prever que corro peligro... -sonrío ligeramente, pensando en las posibles repercusiones que esto traería. -le agradecería mucho que no me lo mencionara. No es bueno que una persona sepa mucho de su futuro, o posible futuro. Lo digo por experiencia.

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La relevancia que le ponían a algunos al peso de los apellidos parecía saltar en esa conversación y nuevamente se vio arrastrada a recordar a su amigo en la Black, ¿sería el mismo tratando de jugarle una broma? No, no era propio del escaso sentido del humor del Black tomarle el pelo de esa manera, sus ínfulas iban por otros caminos. Se preguntó además que tan acertado estaba Eobard en esto de no fallar una prueba familiar con los Yaxley, los Black e incluso los Ivashkov. Después de todo su único hechizo poderoso era el de encantar sus pies para no ensuciarlos, nadie ganaba medallas por impermeabilizadora. No que ella supiera al menos.

 

Y entonces, los trámites ministeriales. Uy, una parte de su oficina que trataba de poner más al fondo de su lista de quehaceres. Es más, no se había pasado por la Ventanilla de Trámites en muchísimo tiempo, pero por una grata amistad, podría hacer el esfuerzo.

 

¿Problemas con el pasaporte? No se preocupe, haré que revisen su caso en cuanto ponga un pie en el Ministerio, de última instancia, lo revisaré yo misma —concedió mientras continuaba bebiendo del expresso, con cierta lentitud—, ¿Conoce bien el pueblo? La verdad es que me agrada su compañía y esperaba poder alargar el placer de la misma unos momentos más, despejar la mente un poco, ya sabe.

 

Y mientras esperaba la respuesta se descubrió sorprendiéndose de sí. Ella no actuaba de esa manera, como si fuera una loquita cualquiera giró el cuello a ver si alguien estaba apuntándola con su varita con algún clase de Imperio, pero no. Al parecer, el incidente de la puerta estaba superado y nadie les prestaba atención. ¿Tan necesaria era la necesidad de huir un poco de sus propios pensamientos que se aventuraba a algo así? Igual no es que se arriesgara tanto, Eobard Thawne no parecía el chico del que uno tuviera que tener miedos o reparos.

 

— Perdón si la invitación es inapropiada —y se echó a reír al escucharse—, y perdón por disculparme cada que abro la boca, es una pésima costumbre mía.

 

 

@@Eobard Thawne

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

A simple vista, puedo apreciar que la sola mención de la importancia de los apellidos y el lugar que cada uno ocupa en su familia parece no ser un tema del total agrado de Maida. Y tampoco del mío, para ser honestos. Todo esto hace que venga a mi memoria el cómo le fallé a los Thawne, al serme imposible volver a casa, a pesar de que sabía que mis acciones ocasionarían tal consecuencia. No es como que me arrepienta de lo que he hecho, pero a veces me hubiese gustado tener un poco más de...tiempo.

 

Entonces entramos al tema de los trámites en el Ministerio. Viene a mi memoria aquel día lluvioso en el que fui a realizar algunos de ellos, esperando una pronta respuesta. Salí de ahí al Londres muggle, el cual parecía a punto de inundarse, por lo que tuve que arriesgarme y refugiarme en un segundo piso, una cafetería situada a unas calles de la entrada de visitantes.

 

-Ciertamente, y espero no tenga problemas con la aprobación. Usted sabe, hay veces que uno necesita despejarse, salir de la rutina. No digo que no me agrade Reino Unido, pero hay bastantes lugares por visitar allá afuera. -sonrío leve ante el ofrecimiento por darle seguimiento a mi situación. Normalmente nadie accedería a ello ante alguien que acaba de conocer, pero la señorita Yaxley ha roto todos esos estigmas en cuestión de segundos.

 

-Sólo un poco, digamos. No he tenido el gusto de recorrerlo en su totalidad, pero en su compañía me parece una excelente oportunidad para hacerlo. -tampoco era usual recibir una invitación de ese estilo en tan poco tiempo. No me asustaba, sino que me parecía peculiar, de todas las personas, Maida parecía intentar estrechar un lazo de confianza, lo cual no me parecía tan mal. -Estaré atento a su invitación, señorita Yaxley.

 

Dicho esto, y aprovechando que la joven giro la mirada, buscando algo, o a alguien, sacudo mi cabeza y me coloco los lentes, que generalmente mantenía a salvo en el bolsillo. Las palabras me habían salido casi naturales, y eso no era normal, ya que tendía a dar muchos rodeos, al menos hasta que pudiera confiar en la persona en cuestión. Y es extraño, a pesar de conocerla apenas hace unos minutos, podía decirse que confiaba en Maida. Ya iba siendo hora de que dejara atrás mis prejuicios.

 

-Irónico, disculparse por las disculpas emitidas anteriormente. -río, intentando aligerar la situación. La verdad es que no tiene por qué hacerlo, pero su tendencia me recuerda un poco a mí cuando joven, lo cual me resulta inesperado. -No considero para nada inapropiada su invitación, ni mucho menos. Al contrario, y como le dije, estaría encantado.

 

-Por otra parte, no se preocupe por aquello que ha dicho hasta este punto. No me ha ofendido de alguna forma. -niego con la cabeza. Era relativamente difícil que alguien lo lograra, pero aún así, siempre he optado por no perder los estribos. -Al contrario, lo que ha dicho me resulta interesante. Más bien, soy yo quién debería disculparse, no es como que yo pueda contar algo de ese estilo.

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sonrió ante el proceder de Eobard, al menos, ya se aseguraba no tener que regresar al Ministerio o a Ottery en los siguientes momentos, y para ella ya eso era bastante. Quizá si seguían en ese mismo ritmo pronto podría confiarle al joven sus preocupaciones, de momento, con conocerlo bien, bastaba.

 

Ya veremos si no tenemos historias interesantes que contarnos —sacó de su túnica un monedero sencillo y dejó en la mesita los galeones suficientes como para cubrir la cuenta de ambos—, y antes que pueda refutar nada, le prometo que tendremos una oportunidad nueva para equiparar las cuentas.

 

Antes de retirarse, comenzó a mover la varita sobre alguna servilletas, formando con ellas ligeros paquetitos dónde guardar los restos de los postres y así tener algo con lo que entretenerse en el camino. Se había acostumbrado a hacerlo cuando joven, los restaurantes "cercanos" al Instituto Drumstang estaban como a dos horas de camino y a una siempre le pillaba el hambre de cualquier chuchería. No se atrevió a mirarlo mientras efectuaba esos simples hechizos, y es que la verdad, la habitual inseguridad de Maida comenzaba a llenarle el cuerpo. Ofrecer una invitación así a un extraño, ¿en qué estaría pensando? ¿Y qué pensaría él de ella? Miró sus manos, nada que delatara su conducta inapropiada, pero bueno...el sudor si que comenzaba a humedecerle las palmas.

 

¿Listo? —no, tampoco se iba a retractar.

 

Tomó la delantera y segundos más tarde ya estaban ambos, y estaba vez sin tropezarse, en las calles del Callejón Diagon.

 

@@Eobard Thawne

T7GHFlv.gifUseiaum.gif

c2ixJhD.jpg

oPH1dye.gif- kBtusEd.gif-

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.