Jump to content

Íncubos y Súcubos (MM B: 84760)


Tauro M.
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Caminaba feliz por el callejón, había sido una noche maravillosa al lado de un maravilloso ser, lo que había sucedido entre ambos era tan especial tan único, no era usual en mí pero hubiera podido saltar por las calles del callejón cómo una adolescente. Todo este secreto era un condimento extra para la relación que había nacido hacia ya varios años como una simple amistad y confianza. El hecho de que ambos tuviéramos esa chispa hacia que mi corazón se desbocara en mi pecho como si aun tuviera vida.

 

Me sentía plena y feliz, estaba en aquel lugar para tomarme una copa y poder calmar un poco esa locura que se había desatado en mi el sentir tantos sentimientos de nuevo.

 

Debia ser prudente, aún no sabía de qué iba todo esto, pero esta noche solo quería un trago.

 

Fui directamente a buscar el bar, ansiaba algo que incendiara mi garganta. Llegué hasta la barra y tomé asiento, no vi al cantinero por ningún lado pero esperaba poder verlo para que me brindará un buen trago.

 

@

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Robert Smith

 

La vida noctura en el hotel era muy movida, muchísimo más que en horas de la mañana. Realmente eran pocas las personas que se quedaban más de una noche, porque por lo general solo iban una, o un par de horas, solo los que estaban suficientemente borrachos preferían dormir antes de exponerse a los peligros del Callejón, más que todo siendo guiados por los prudentes consejos del personal que allí trabajaba, en especial el cantinero, que se mantenía en constante comunicación con las meseras y meseros del lugar. La puerta se abrió y una mujer entró, atrayendo la mirada de los que allí se encontraban.

 

Disculpe usted que me haya ausentado -dijo a la mujer —Yo soy Robert, y estaré sirviéndole lo que desee por el resto de la noche.

 

Robert era un hombre bastante amable, no debía tener más de 35 años y siempre era muy cordial con los visitantes, en especial con las mujeres. En más de una ocasión había aceptado una bebida o dos, pero lo cierto es que las terminaba botando ya que para él no era correcto ingerir alcohol en el lugar de trabajo, por eso muchas veces terminaba viéndose con ellas al salir. Robert también era muy bueno escuchando y dando consejos, así había hecho amigos de una sola noche, a veces para toda la vida.

 

Dígame qué le puedo servir y si no le molesta que le pregunte, ¿hay algo que la acongoje? @

UASDi2b.gif
HakOva6.png
XzWZp5H.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Pesadillas. Ansiedad. Miedo no, pánico. Pinchazos en mi mente de todo eso combinado. Los demonios más peligrosos jugando conmigo. Los de mi cabeza.

 

Porque sigue siendo todo demasiado bueno para ser realidad ¿en serio la tenía allí en mi habitación? o ¿ es que estaba por despertar?

 

Quizá no.

 

Sus labios me susurran lo que suena a una promesa. Frases que me dedica que incluyen "conmigo" me hacen imaginar el más incierto de los futuros. Me fascina cuando la escucho soñadora y hasta emocionada de su recién descubierta "libertad"

 

− Te dejaría solo porque es muy sexy... Líder.

 

Era más que inevitable. Era imperante rendirme a cada uno de sus encantos. Ésta vez, cada vez, toda vez. Corrían mis sentimientos el mismo destino que un metal intentando resistirte a un imán. Un esfuerzo inútil y absolutamente superfluo.

 

− ¿ Acaso importa? − exhalo exasperada y a mis palabras le acompañan un resoplido. Aquella era una seña rotunda de que no podía estar soñando o de lo contrario seguramente estaría escuchando más de sus gemidos nuevamente. No sabía porque me afectaba tanto aquel tema.

 

− Mejor... pellízcame − susurro y la sorprendo con un delicado pellizco en su espalda, quizá muy al sur de su espalda − es que pareces un sueño − le comparto lo que pienso, en parte mis miedos, porque entonces debería entender que despertar sería difícil. Así había sido desde que la conociera, sin secretos o mentiras de cortesía.

 

La beso antes de que diga más. Como si fuese la primera vez, la última o el beso de SIEMPRE.

 

Suspiro después, reconozco que no seré capaz de distraerla por mucho tiempo y murmuro.

 

− Gaunt − escupo el apellido y observo su reacción pues parece parece particularmente interesada en el tema cuando para mí, aquella mujer era lo último en mi cabeza.

@

EcRpQeP.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

La palabra de líder la incomoda un poco, espera no volver tener que utilizarla ni en un futuro lejano, más que todo porque la mayoría de los recuerdos que se le vienen a la mente en esos momentos no son buenos, a pesar de que sabe que no todo fue malo, ahora mismo no lo logra ver de esa manera. De todos modos sabe que Sophie lo dice con otro tipo de connotación, pero no puedo evitar pensar en lo que había significado ser líder para ella.

 

-- Sí, claro que importa --responde colocándose un poco más seria --Porque noto como te molesta el tema y no, no voy a dejar de insistir aunque intentes distraerme --pero ni bien hubo terminado la frase de nuevo se encontraba allí, divagando en sus pensamientos, en otras sensaciones hasta que inevitablemente volvió a centrarse --Entonces, ¿me vas a decir? ¿O tengo que utilizar mis antiguos poderes de líder para sacarte la verdad a la fuerza? --bromea.

 

--Gaunt.

 

Esas fueron exactamente sus palabras y la mirada de Tauro no pudo ser más de horror. Por impulso se aleja de Sophie y empieza a caminar de un lado a otro, desesperada, sin decir una palabra. Se detiene mirando a una pared vacía, terminando de asimilar aquella información, sintiéndose incapaz de volver a mirar a Sophie de la misma manera, de hecho no cree que pueda verla ahora, pero nota su mirada penetrante, casi de súplica y no puede evitar voltear.

 

-- Solo conozco una Anne Gaunt, no es un apellido común, así que debes estar hablando de la misma. De ser así... --se negaba a terminar la frase, porque una vez lo dijera entonces se hacía real. Hizo un esfuerzo --Esa Anne Gaunt es mi hermana --. El silencio reinó en esa habitación y Tauro estaba teniendo un serio conflicto en elegir las siguientes palabras --Eso... cambia mucho las cosas. No... --se volteó --No sé qué hacer.

 

@

UASDi2b.gif
HakOva6.png
XzWZp5H.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Es evidente que algo va mal. Terriblemente mal. Se aleja de mi y siento el rechazo herir fibras tan delicadas dentro mío. Me quedo helada, cientos de malos recuerdos se agolpan en la memoria. Tomo una nota mental de lo tarde que es, que llevo estas incontables horas creyendo que me he resistido al encantado a la ilusión y era algo tan inevitable. Amarla es lo único que he sabido hacer bien desde que la conocí.

 

Pasmada soy incapaz de saber que debo hacer. ¿Debería seguirla? ¿Detenerla? Todo lo que puedo a este punto es seguirla con la mirada, casi ni respiro por el miedo a quebrarme.

 

¿Qué es lo que había pasado? Trato de recontar mentalmente lo que había dicho y el detonante había sido el apellido de aquella mujer. Poco a poco se me aclaran las ideas y quizá el rechazo no era hacia mi, de nuevo la inseguridad me hacía malas pasadas. Dos segundos más pasan, creo que entiendo un poco más de todo y al mismo tiempo no entiendo nada.

 

– Tau – el dolor me quiebra la voz. El aire se siente tan pesado, siento que respiro hielo.

 

Comienza a explicarme, en realidad me parece irónico como tan pocas palabras tienen la capacidad de cambiar, al menos, dos vidas completas. Hermana. No le toma mucho a mi cerebro seguir la lógica de ese lazo, ni siquiera puedo pensar en el parentesco que eso implica. Tantas posibilidades también ¿ y si era adoptiva? ¿solo media hermana? ¿una mentira?.

 

Suelto una risotada, amarga, tan fuera de lugar como una en un funeral. Me dice que no sabe que hacer, es extraño pero yo lo tengo claro a pesar de todo lo que implica.

 

– Hasta hace unos minutos creía que esa mujer – porque ni el nombre puedo repetir – lo había hecho todo para arruinar mi vida ¿sabes? – soy yo quien se aleja de su mirada.

 

Me dirijo al mueble del bar, pero no sirvo de ninguna botella sobre la mesa, sino de una específica bajo llave, no es exagerar decir que es un destilado infernal y ahorita no me siento tan humana. Sirvo un segundo para mi y un primero para ella que no estaba segura que aceptaría. De igual manera lo dejo cerca de ella cuando ya termino el segundo trago.

 

No creía que el alcohol diera coraje, no es así como funciona. Lo que hace el alcohol es desinhibir, lo que a su vez implica que haces y dices cosas que en un estado sobrio, parecen imposibles. En múltiples sentidos somos presa de nuestros pensamientos, nos determinan y encasillan.

 

Para aquel momento he considerado las opciones que tenemos. Una más inaceptable que la otra, pero lo que me hiere en aquel momento no es el dolor de aquella verdad, ni el asombro o la crueldad de la vida que disfruta tanto de complicarnos estar juntas, no... nada de eso. Me hiere que la decisión no es solo mía, que ocupo que Tauro esté dispuesta a apostar tanto como yo. Apostarlo todo. Y por eso bebía, porque no sabía si iba a perderlo todo. De nuevo.

 

– No hay que pensar mucho lo que podemos hacer – me siento junto a ella y busco su mirada azul – no es como que podamos deshacer o cambiar nada – Tau – la llamo porque me evita y lo sé, sé cuan repugnante parece todo en este momento – nuestras opciones son simples y debemos elegir una - ahora que me devuelve la mirada es momento de sacar el veneno de la herida. Millones de brujas y magos lo habían hecho antes, esta no sería ni por asomo la relación más retorcida.

 

– ¿Infalible o no?

 

Aquello lo resumía todo. Era un concepto nuestro. Era cuestión de decidir si siempre había sido así de cierto.

 

@@Tauro M.

EcRpQeP.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 año más tarde...

Colinas abajo : era muy notoria mi presencia y ya sabemos que lo hacía muy notorio el uniforme de beubatonxs por suerte mi capa era un faldón desmontable  tan mío y muy especial aquí fue donde traje a arcanus y lo volvería a hacer ahora a quien tráere revivir los misterios recuerdos que se quedaron camine unos pasos para inspeccionar con la mirada 

 

Nada mal 

http://i.imgur.com/108nu8F.png

u.u nunca mas un juntos para siempre

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 7 meses más tarde...

Parecimos en una habitación del bello hotel Íncubos y Súcubos cuya dueña era una gran amiga mía por lo que podía darme ese lujo de solamente aparecer en la habitación de desease. No habíamos dejado de besarnos desde que salimos del lugar donde estábamos, sabía lo bella que era la habitación pero en ese momento lo que menos me interesaba era los adornos o el estilo de aquel cuarto, lo único que necesitaba era fundirme con la Gryffindor, hacernos uno en ese momento.

Con mucho pesar tuve que retirar mi mano que se encontraba bajo su falta para poderme deshacer una vez más de aquel hermoso vestido rojo que, a pesar de ser de mi completo agrado, se ha convertido en mi mayor enemigo ya que era una barrera que impedía el sentir su piel, sutilmente ella entendió mi intenciones y levantó sus manos lo que me facilitó el trabajo, nuevamente ella estaba frente a mí, una obra de arte de carne y hueso, una hermosa creación de la naturaliza que en ese instante estaba hecha para mí, unos segundo tuve que parar ya que aquello si era digno de admirar, además, ahora si tendríamos todo el tiempo de hacer lo que queríamos, lo que tanto pensábamos y no nos atrevíamos a hacer.

-Ahora sí, no hay nada que nos detenga...-le dije sin dejar de verla de pies a cabeza.

Mis manos fueron a abrazar su cadera y mi boca fue directo a su cuello, despacio fui empujándola hacia la cama donde caímos, me encontraba sobre ella, ahora era mi ropa la que estorbaba, mis labios bajaron lentamente hasta llegar hasta su corazón y seguí deslizándome hasta llegar a lugar donde había anhelado estar desde hace mucho tiempo ya y me uní con ella en un apasionado y dulce beso.

@ Mica Gryffindor

 

Mefis-2-11-22.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Él le avisó que desaparecerían de aquel sitio, justo antes de que la sensación se volviese real. No podía separarse de él, la atracción era tanta que hasta asustaba un poco el no saber detenerse pero ¿qué los obligaría a hacerlo si lo estaban pasando tan bien juntos? 

Emitió un leve gruñido al sentir su mano separarse de donde se había encontrado por largo rato, empezando a anhelarlo apenas sucedió. Comprendió que era solo un paso hacia algo mucho más placentero y alzó las manos ansiosa al momento en que se dispuso a retirar de su cuerpo aquel vestido. 

La mirada de su amante paseó sin ningún tabú sobre su desnudo cuerpo. Le dio el tiempo que desease, reprimiendo su necesidad de lanzarse de rodillas a sus pies en busca de una nueva forma de darle cariño. Ya llegaría ese momento, ahora era él el que llevaba el gobierno sobre cada movimiento, lo daría por un tiempo más, pues realmente le encantaba su modo de dominarla. 

No dijo nada, dejando que sea su voz quien sentenciase lo que ambos deseaban. Se dejó envolver por sus fuertes brazos y echó hacia atrás la cabeza para darle vía libre al recorrido de sus labios por su cuello. Las manos en sus caderas la empujaban lentamente, con total confianza se dejó llevar hasta toparse con una cama a sus espaldas, donde se dejó caer con el peso de él sobre su cuerpo. 

Se acomodó, amoldándose a su cuerpo, mientras sus labios iniciaban un recorrido extenso, por su cuello, su pecho, su vientre y más allá. Sus manos se aferraron a las mantas sintiendo ese beso que jugaba con su voluntad.

-¿Dónde has estado toda mi vida? -susurró agitada, sintiendo que su corazón intentaba escapar de su pecho. 

@ Mefistófeles Evil.

Editado por Mica Gryffindor

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Podía sentir como su cuerpo estaba completamente a mi merced, mi lengua siseaba en su cuerpo, recorriendo el mismo camino de norte a sur, sintiendo como su cuerpo se contorneaba complacido por cada rose de mi boca en ella, la sensación era única y excitante, el tenerla en mi boca, el sentir aquellos espasmos de placer en mis labios, me daba mil veces más placer que a la castaña, sentir su disfrute era mi gloria.

Pero ya no aguantaba más, necesitaba sentir el calor de su cuerpo conectado al mío, dejé con mucho pesar aquella zona en la cual me deleité y terminé por despojarme las pocas prendas que me quedaban dejándome libre para poder completar este perfecto ritual.

Me coloqué sobre ella, quise ser sutil pero no lo conseguí, pero su cuerpo estaba listo para recibirme, y me conecté de forma perfecta con su cuerpo, sin exagerar su ser quemaba, sentí como me abrazó y me lleno de calor y se inició el va y ven frenético y apasionado, que me hacían pedir más y más de ella,  levanté sus piernas con la finalidad de que el vínculo sea completo, ahora si no importaba lo que se diga o se grite, los únicos testigos que teníamos en ese momento eran esas cuatro paredes y una cama.

-Bienvenida a mi mundo-...le decía mientras embestía con fuerza su cuerpo, ya no había lugar para la dulzura el tino y el tacto, eran los instintos los que jugaban, los que tomaron el control de mis acciones, mi objetivo solo era buscar el mayor placer que pueda encontrar dándole el mejor placer que en su vida le pudieron dar, será una experiencia que nunca se borrará de su cuerpo y de su mente.

@ Mica Gryffindor

Mefis-2-11-22.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Él no respondió, concentrado como estaba en enseñarle lo bien que se le daba su labor.  Una de sus manos se dispuso a acariciarle el cabello, como intentando llevarlo más cerca, retener ese contacto que le daba tanto... pero cedió enseguida cuando él quiso abandonar ese lugar, preparada para amoldarse a cada deseo que él hiciese realidad esa noche. 

Demoró apenas segundos en volver a estar encima de ella, fundiéndose en su cuerpo sin esperar más, lográndolo en un solo un intento y haciéndola sentirlo por completo. No dudó en envolverlo con sus brazos y piernas, deseando llevarlo más cerca aún, tanto como fuese posible. Él le alzó más las piernas y ella no dudó en reaccionar para seguir el pedido. Cada movimiento la hacía sentir más suya, más vulnerable a sus acciones. 

-Bienvenido tú al mío -susurró en respuesta a las palabras de su amante, mirándolo por unos segundos a los ojos antes de besarlo con ansiedad, al tiempo que sus manos recorrían su espalda, presionándolo con fuerza contra su pecho.

Nuevamente, se sentía su presa, le encantaba eso, pensar que sería con quien él podría cumplir las fantasías que se formaran a su mente...

 

@ Mefistófeles Evil.
 

Editado por Mica Gryffindor

oKhf7Mf.png

4dV4RuU.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.