Mansión Vladimir (MM B: 96425)

[Kira Black]

En instantes salio mi querdia amiga @@Reena Vladimir me dio un breve abrazo mi presencia vampirica no era mucho de agrada pero no era mi culpa que me hayan vuelto asi, pase a un hermoso comedor al parecer habia mas gente lo cual me parecia agradable ya que no solia ver mucha gente en esta mansion.

 

-Hola, reena como estas un milagro verte de nuevo. - dije con una sonrisa

 

Vi a una hermosa mujer sentada y a la cual reena me presento al parecer era su prima eso se suponía la vladimir me ofreció una silla, me senté cómoda mente y vi a la señorita Helike al parecer asi se llamada. - Hola, señorita mucho gusto soy jorah Macnair. - dije mientras movió mi cabeza un poco.

 

-Claro en encantado, tengo un poquito de hambre - dije mientras acomodaba mi silla.

 

Una pregunta vino hacia mi, no pasaba mucho tiempo en un lugar por asuntos personales - Pues no hace unas semanas llegue de nuevo y pues creo que ya es para quedarme, por si quieres estas invitada a la mansión macnair, y claro tu prima igual si gustan... - dije mientras recostaba mis brazos.

 

-Tu reena que he estado haciendo en este largo tiempo - dije mirándola - tienes un bello castillo hace mucho que no vengo aqui - dije mientras observaba el gran comedor.

 

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[Reena Vladimir]

-Milagro? -me reí por lo bajo- Claro, nunca vienes a verme, rufián, tu tienes toda la eternidad y yo solo un suspiro!

 

Escondí un poco la sonrisa cuando aceptó cenar con nosotras. Miré a uno de los elfos y asentí, les daba permiso para que aceptasen la petición que hiciera Jorah.

 

-Lo único que no hay en el menú, somo nosotras o cualquier criatura o persona que habite en la casa, y sangre humana de cualquier otra. Por lo demás, pide lo que quieras.

 

Agradecí con un gesto de cabeza la invitación a la mansión Macnair, a casa no se invita a cualquiera, aunque la vladimir estaba abierta a cualquier visitante o viajero. Ser sacerdotisas nos obligaba a ser generosas y se nos distinguía por ello.

 

-El castillo es una herencia, que no me pertenece del todo, Akira será el patriarca cuando crezca, mientras, mi niño lo hace, yo cuido la casa y a los que le rodean. La familia es lo mas importante, tenlo en cuenta.

 

En todo aquel tiempo, me había casado y divorciado una vez, me había enamorado varias veces pero la muerte me los había arrebatado. Pero me había dejado una pequeña criatura a la que cuidar y de esa forma le había dado sentido a mi vida. El resto de la familia había cuidado de mi para que yo encontrase el camino adecuado para llegar a ese momento.

[Kira Black]

Como siempre el humor de reena llenada la sala - Jajaja si tengo una eternidad, pero no tu nunca me invitas y no puedo llegar como si nada aquí, yo sufro de pena constante jajaaj- dije riendo un poco y mirándola.

 

Su elfo al parecer con solo señales hacia lo que ella quisiera eso daba miedo era un sacerdotisa y daba miedo, cuando la conocí su caracter era algo mas fuerte creo que cambio un poco. -Jaja reena ya no eres tan ruda como antes - dije mientras reia.

 

Su humor era algo ofensivo pero a mi no me importaba ella sabia el por que ? era un vampiro asi que no me molesta lo que me diga, es una amiga- Jajaja lose tranquila, esa desconfianza que es por así - dije movimiento mi manos. - acuerdas de larry - dije mientras esperaba la comida.

 

-Me imagino pues el macnair no creo que me pertenezca no soy hijo único pero mi madre no ha sabido nada de mis hermanos así que nose la verdad desde que llegue mi madre ha estado de un amor que me da ternura - dije mientras veia que ella sabia que no cualquiera entraba a la mansión dije un poco indiscreto.

 

-No te preocupes por que te estoy invitando yo... oye y como esta tu hijo - concluyo mientras pedía al elfo algo de comer .

 

Por fa pequeño dame de lo mejor que haya no soy exigente. Dije mientras le guiñaba un ojo al pequeño.

 

@@Reena Vladimir

[Reena Vladimir]

Hacía mucho tiempo que no iba por casa, el viaje había sido mas largo y accidentado de lo que esperaba al principio.

 

Si alguien me veía entrar en casa con aquellas pintas se alarmarían bastante... Pasar por delante del espejo en el recibidor, lo dejó patente. La falda estaba muy raida y agujereada, la camisa tenía un hombro arrancado y me faltaba parte del antebrazo en una de las mangas. Mi pelo era todo menos limpio y sedoso, de echo tenía una parte pegada a la cara por sangre reseca.

 

Me miré durante unos segundos y luego aproveché las sombras para subir a mi habitación, tenía que ocuparme de mis heridas antes de que tuviera tiempo de poder dedicarme a escorder y analizar el libro egipcio que tenía guardado en la precaria bolsa de tela que me colgaba del hombro que tenía intacto.

 

Iba a alcanzar el primer rellano, ya casi en mis aposentos, cuando el chasquido de aparición de mi elfina y su grito de sorpresa, me hicieron recordar cuanto odiaba a los elfos y lo útiles que son.

 

-Shhhh, shhh, shhhh Taga! Shhhh!

 

-Qué diablos le ha pasado?

 

-Necesito vendas, desinfectante, algo para coser y que seas discreta por favor...

 

La criatura desapareció con casi el mismo estruendo y yo pude al fin esconderme en mi habitación. No sabía si necesitaba dormir, ducharme o comer, pero desde luego no recordaba cuando había hecho todas esas cosas, solo esperaba que mi elfina no tardase mucho en volver.

 

 

@ @ @@Matt Blackner

[Sagitas E. Potter Blue]

Ithilion:

 

--¡¡Tiita Rina, tiita Riiiinaaaa!!

 

El mocoso se abalanzó sobre la figura femenina, tras abrir la puerta de su dormitorio. Ithilion estaba en la mansión Vladimir porque lo había traído su mamita Sagitas para estar un rato con su primo Akira. Pero él era un pequeñín y se había quedado dormido y su mami le había dicho que él también durmiera mientras ella buscaba a la matriarca. Ithilion es muy listo y había simulado que le hacía caso y, en cuanto le dejó solito en la habitación, se escapó y se puso a jugar por la casa. Pero se aburría y justo iba a volver a jugar con los juguetitos de su primo cuando sintió la voz de tiita Reena.

 

Y el chiquillo estaba tan contento de verla que se tiró a sus brazos, sin percatarse que ella parecía haber pasado por una guerra.

 

-- ¡Tiiitaaaa! He cuidao de Akira, tiita... ¿Te vas a morí?

 

Vale, eso sonaba rarísimo que lo dijera un niño, ¿no?

 

-- Es que dise mami que te va a matá cuando vuelvas por desapareser de la villa. ¿Ande has ido, tiita? Dise mami que tenterrará bajo semento pá que no tescapes de nuevo.

 

Y le abrazó fuerte. Ithilion quiere a su tita.

[Hayame Snape Potter Black]

Una pequeña lechuza llegó volando a la mansión y comenzó a revolotear cerca de la puerta principal, como si no estuviese muy segura acerca de qué dirección tomar.

Un círculo, dos...

De ahí agitó las alas hasta posarse en el afeizar exterior de una de las ventanas para comenzar a picotear el cristal con la esperanza de poder llamar la atención de alguna de las brujas residentes o si no, al menos de la elfina a la que su ama solía tener gran confianza a pesar de que ya no le era de propiedad; al parecer, tendría que conseguirse una nueva pero aquello no era algo que le incumbiese al pajarillo que llevaba una pequeña nota por parte de la antigua fundadora de aquel hogar

Una dónde el nombre de cierta sacerdotisa que solía tener el cabello púrpura aparecía y dónde las palabras "He Vuelto" se formaban en una estilizada cursiva

Después de todo, no se necesitaba más para saber de quién se trataba

[Sagitas E. Potter Blue]

Harpo es un elfo algo Donjuan. Aprovechaba siempre que podía para acompañar a la Ama Sagitas y/o al pequeñín Ithilion para ver a la bella Zaphire. Cualquier excusa era buena para verla y llevarla una flor o una pelusa de lana enmarañada. Sagitas siempre se reía de él pero hacía la vista gorda y siempre le ayudaba para que tuviera un momento para acudir a la mansión.

 

Y hoy estaba allá, en la Mansión Vladimir, cortejando a la elfina mientras Ithilion hacía una siesta (o eso creía él, pues en realidad se había escapado y ahora estaba con su tía Reena) y la Ama Sagitas se había perdido en la zona del Templo, seguro que haciendo algo de sacerdotisa. Los dos estaban en la habitación de la bruja pelivioleta, ella arreglando la habitación, él con la excusa de que le ayudaba...

 

Un ruido en los cristales les sobresaltó. Los dos elfos se mantuvieron quietos, a la expectativa, hasta que Zaphira dio un gritito y corrió hacia la ventana.

 

-- ¡Es de ella, es de ella, lo presiento!

 

Harpo acudió en su ayuda y tomó el pajarito con cuidado. Para su tamaño era meritoso pues el ave más parecía un águila que una sencilla ave mensajera. Tomó la nota, sencilla y corta. Dirigida a la Ama Sagitas.

 

-- ¡Es ella!

 

Los dos se miraron, se dieron la mano y corrieron en busca de la mujer para darle la nota. Harpo sonrió para sus adentros. Bendita la emisora de la carta que había hecho que la elfina le diera la mano con total confianza. Ya la tenía en el bote...

[Hayame Snape Potter Black]

El ave dio unos cuántos revoloteos al ser liberada por ambos elfos y curiosa, se decidió a seguirles al pleno para ver a la destinataria de la carta que le habían colocado en la pata

Sabía que para la vampiro, su hermana era una de las personas más importantes que existían, claro, junto con la actual matriarca de aquella mansión y la Adler más loca; pero también tenía de conocimiento que no le sería perdonada ninguna falla, aunque reconocía a la elfina como aquella que alguna vez sirviese a su ama pero si no veía por su propia cuenta a la Potter Blue, seguramente la humana de cabello rojo frunciría el ceño y no dejaría de verle con molestia

Sacudió la emplumada cabeza y se lanzó en la misma dirección de las criaturillas, dejando salir un ululato como si casi quisiera decir "espérenme!"

La sombra del ave pasó unos segundos por encima de ambos elfos pero entonces, usó sus amplias alas para frenar un poco y no ir por delante de estas; solo le faltaba asustar a alguna de las brujas del sitio y que la terminasen convirtiendo en alguna especie de zapatilla, de bufanda o sabría Merlín en qué otra cosa podrían hacer con ella!

Quizá un té de lechuza...

Editado 18 de Enero del 2018 por Hayame Vladimir Potter Black

[Matt Blackner]

Había acompañado a Sagitas a la mansión de la prima @@Reena Vladimir , hacía tiempo que no la veíamos, pero tampoco nos era raro ir por alli para ver al pequeño Akira, que jugara un poco con Ithilion y de paso intentar qeu no tirasen abajo la mansión. La verdad es qeu se echaba de menos a Reena, pero a veces tenía la sensación de que poco a poco, la familia se iba disgregando, que se marchaban y nos íbamos quedando solos en Ottery, como los últimos reductos de la familia.

 

Aunque escuché las voces de Harpo y una de las elfinas de la mansión algo exaltados, afirmando qeu "era ella" y que escuchaba el ulular de una lechuza acercándose, también había oido la voz de Ithilion. Se suponía qeu el pqueño dormía en la habitación con Akira, asi qeu me preocupaba más vigilar qeu no hiciera trastadas o Sagitas me mataría.

 

Aunque no fuera culpa mia

 

Asi qeu seguí el rastro de la voz del niño "Está hablando con alguien?" me pregunté extrañado, ya que parecía mantener una conversación con alguien.

 

Al abrir la spuertas de la sala, encontré una escena más bien...preocupante. Ithilion se abrazaba a Reena, que tenía el mismo aspecto que alguien que acaba de librar una guerra. Asi qeu me acerqué con una sonrisa, y le quité de encima al enano.

- Anda, por qué no buscas a mamá y le dices que Reena está aqui? - le mandé, dandole un empujoncito para que se marchara.

 

Pasé el brazo de Reena por encima de mi y asi, la ayudé a llegar hasta la cama.

- Que te ha pasado? - pregunté preocupado.

[Hayame Snape Potter Black]

*En otra parte de la mansión*

El ave continuaba revoloteando por encima de los elfos y chasqueaba el pico cuando le parecía notar que uno de ellos se entretenía más en cortejar a la hembra de su especie que en transmitir su importantísimo mensaje; qué no sabía el pequeño elfo que la vida de aquella ave mensajera estaba en peligro como no se dijesen las palabras exactas que venían en el pequeño pergamino que ella con gran orgullo se había encargado de entregar??

Aunque bueno, tampoco era como que fuese de vital importancia, seguro que su ama entendía que había ocasiones en que las sorpresas ocurrían en su antiguo hogar y que con tanto loco suelto sería normal que el papelillo se perdiese...

NO

Sacudió su aplumada cabeza y volvió a ulular, más molesta consigo misma que con ninguna otra persona o criatura presente

Era su misión, su trabajo como lechuza el asegurarse de que todo mensaje llegase a su destinatario y aún así tuviese que fungir de niñera para aquellos dos elfos domésticos, se aseguraría de que la tal Sagitas Potter Blue revisiese el aviso; no le importaba incluso dejarse parte de sus preciosas plumas negras y marrones en ello, vería que la bruja de cabello morado supiese que su hermana estaba de regreso en el redil

No sabía muy bien escribir humano... pero incluso si eso se necesitaba, se haría leer... lo que fuese

Volvió a revolotear y pasó sobre las cabecitas de los elfos, volviendo a chasquear el pico para hacerles saber que había prioridad en ese mensaje, más que los arrumacos