La Ostara - Primavera Celta

[Niko Uzumaki]

- Ha llegado la hora - Susurró mientras observaba su ropa totalmente blanca, era muy raro verlo con un pantalón de dicho color pero la ocasión lo solicitaba. Tendría una pequeña fiesta en el Bosque Prohibido, la cual era una tradición de todos los años y conocía perfectamente el lugar en el que se realizaría, había recibido un mapa pero no tendría que utilizarlo.

 

El Tonks se encontraba en Hogwarts visitando a sus compañeros, no podía creer en lo que se había convertido la antigua Academia, pero estaba muy feliz. Era un muy buen lugar para los estudiantes y lleno de muchos lugares para enseñar. Salió del castillo y comenzó a caminar por el bosque, lo conocía bien y sabía que había muchas criaturas en su interior, pero también sabía que ninguna de ellas le haría daño.

 

- Creo haberte dicho que te quedaras en casa - Murmuró después de caminar durante un par de minutos, aparentemente se encontraba solo pero él sabía que tenía un pequeño, quizás no tan pequeño, acompañante que no quería que lo vieran. Su hipogrifo se encontraba a unos metros de él, adoraba las fiestas y le encantaba poderse encontrar con otras criaturas - Al menos, espero que me lleves de regreso a casa - Le dijo en señal de aceptación, ya no podía hacer nada así que lo dejaría quedarse.

 

Siguieron caminando hasta llegar al lugar en el que se realizaría el evento. En el lugar ya se encontraba muchos de los invitados y Niko conocía a varios de ellos, rápidamente se acercó a Kassandra - Hola, veo que andas bien ocupada - La mujer estaba hablando con varias personas al tiempo y no quería interrumpirla, pero tampoco conocía a las otras personas, excepto a Groter que lo había visto en algunas ocasiones.

 

 

[VioletteMoon]

La pelirroja se había puesto un vestido hasta las rodilla y unos tacones del mismo color, pues se dirigía a una celebración en el Bosque Prohibido, había tomado la invitación y el mapa del lugar. Violette se puso a dudar antes de salir de su habitación, ya que socializar no le gustaba pero aun así decidió ir, esperando que no notaran su presencia.

 

Una vez en camino, miro el mapa. -Conozco el lugar perfectamente, no necesito un tonto mapa.- Se dijo a sí misma y siguió su camino. Luego de un rato caminando llego al lugar de la celebración, había mucha gente y miraba a su alrededor buscando algún rostro conocido, pero no vio a nadie que le interesara, así que decidió simplemente quedarse en una esquina observando el lugar a ver si ocurría algo interesante.

[Ela Karoline]

Celebrar el solsticio de primavera era para una sacerdotisa como Cye un ritual mágico, nunca pasaba nada exactamente igual, incluso nunca había podido celebrarlo en el mismo lugar (a excepción de cierto lugar misterioso al que solo ciertos elegidos tenían acceso). Era emocionante celebrar el fin de la época oscura llamada invierno y darle paso a la fertilidad, pues a partir de aquel día, toda la naturaleza cobraría vida en un germinar, nacer, brotar, buscar reproducirse.

 

En esta ocasión había recibido una invitación poco usual, era un pergamino que a simple vista no tenía nada, pero una vez que sus manos le tocaban un mapa cobraba vida con la ubicación, el día y la hora precisa del encuentro. Por supuesto que no iba a perderse la oportunidad de presenciar la transición.

 

Luego de una profunda meditación la Lockhart estaba lista, siguió la ruta señalada, y comenzó su pequeña caminata ataviada con una túnica blanca que cubría toda su anatomía, inclusive su cabellera pues tenía una capucha, la prenda fluía libre hasta su cintura que era rodeada por un cordel plateado, luego la prenda seguía libre hasta tapar los tobillos de la bruja dejando solo al descubierto sus pies que iban sin ningún calzado.

 

Cada paso dado la había puesto en contacto con la vegetación, a medida que caminaba pudo tocar la corteza de algunos árboles incluso había saludado a un par de lechuzas que ulularon a su paso, por un instante un grupo de luciérnagas la acompañaron hasta que la iluminación de la fogata se vislumbro entre los dos últimos arboles. Con paso sereno se fue acercando, emocionada y expectante, buscaba rostros conocidos y entre que se acercaba a donde estaba @ y @@Niko Uzumaki también hacia una pequeña inclinación de cabeza a modo de saludo a un par de Centauros que conocía desde sus días de estudiante.

 

-Hola, Kass, ¡Niko! Temía llegar tarde- expreso con deleite al ver que no había sido así. Fue entonces que noto un poco más allá la presencia de Groter y su ahijada reviguelle a quien había conocido días atrás. Se giro normal, según ella, pero al parece que fue un poco brusca al punto de interponerse en el camino de un mago que iba de paso, levanto el rostro haciendo que la capucha se deslizara hacia atrás y dejando al descubierto su rubia cabellera que iba suelta y caía en cascada sobre sus hombros y espalda.

 

-Oh disculpa- dijo con sinceridad, sin haber calculado que la magia la ponía frente a frente con aquel mago de complexión fuerte y cabello castaño de nombre @@Olenko de godric que tendría mucho que ver en su vida.

Editado 17 de Abril del 2016 por Cye Lockhart

[Alexandra Eirian]

Mama por poco me habìa arrastrado hasta su hija y nos presento y dijo que teniamos que eperar a Ainara su ahijada.

 

-Hola, soy Alexa- dije a la joven hija- parece que a partir de ahora somos hermanas, la muchacha estaba por contestar pero fuimos interrumpidas por la llegada de muchas personas que se acercaban a saludar a mama, a algunas ya las conocia como groter y Cye pero otras no y mama lo hacia por mi, pero no me gustaba mucho estar rodeada de tantas gente asi que deje a Kassandra con ellos y me fui cerca del lago donde me tope con hermosas criaturas pero otras no tan tranquilas, desde no se donde bolas de barro vinieron hacia mi.

 

-Protego- exclamè- ¡Peeves!- dije un poco enojada, pero luego comence a reirme a carcajadas- eres un caso perdido- le dije- oye se a quien puedes molestar, acercate- le dije al oido que vaya a molestar un poco los gnomos y se fue corriendo- por fin tranquilidad- y me sente en el lago a hacer meditacion y pude sentir como toda la energìa entraba en mi cuerpo renovandome-.

[Reviguelle Fiorentini S.]

-No creo que nadie se haya dado cuenta así que descuida, tu secreto está a salvo conmigo-le guiñe un ojo a Groter para darle a entender que yo estaría calladita y no sería tan obvia, claro que daría mi mejor esfuerzo para ello.

 

Seguí mirando alrededor para ver que mucha gente se nos había unido, el ambiente se hacía cada vez más tranquilo como si se apagara el ruido externo y solo se escuchara a la naturaleza vivaz dándonos un hermoso concierto.

 

-Estuve bien, quiero decir mi día- murmure distraídamente mientras pensaba en mis deberes-Estuve leyendo algunos libros y tratando de hacer algunas tareas, pero no podía concentrarme por venir aquí, y a ti como te fue?- Lo mire a la cara mientras me respondía, me preguntaba qué hora era y si ya empezaría la ceremonia principal- Crees que falte mucho para que empiece? Ya sé! Preguntémosle a la anfitriona! Que dices, debe estar por aquí en algún lado-Lo jale del brazo mientras buscaba con la mirada a Kassandra y tarareaba una

cancioncita en el momento.

 

@@Groter Shulton Granpié Shulton Granpié

[Groter Shulton Granpié]

Groter Shulton Granpié

 

 

Escuché a la joven, me daba gracia como se tomaba las cosas, menos serias de lo que podían ser, pero con la misma importancia que me lo tomaba yo mismo, me estaba gustando la combinación que me mostrabaja mi ahijada y aunque apenas la estaba conociendo, pero lo poco que iba averiguando de la joven tanto me sorprendía como me agradaba, había tenido la suerte de ser padrino de una persona tan comprometida.

 

- Pues te diré que eso espero... Al menos hasta que el momento adecuado llegue. - Le dije con una sonrisa voltenado a ver a la susodicha, en el vestido se veía realisticamente angelical, un angel diferente, un angel con cabellos mas oscuros a lo que dibujaban sobre ellos y me parecía fascinante. No pude evitar poner una sonrisa tonta al verla y por un segundo me distraje, ¿cuándo me había empezado a gustar tanto?

 

- ¿Y cómo van esas tareas? - Le pregunté saliendo de mi enbobamiento, para volver a concentrarme en lo que estaba pasando. - A mi me ha ido bastante bien, aunque debo admitir que el trabajo está consumiendo gran parte de mi tiempo. - Le conté y era verdad, últimamente el trabajo tomaba muchas más horas de las que se supone que debía trabajar, pero no me importaba, quería hacer un buen trabajo como parte del CCU.

 

- La verdad no lo... - No pude decir mas, parecía que al final no me había pedido opinión alguna, sino que había decidido por los dos y aunque pudiera ponerme difícil no me pondría a renegar contra el hecho de que cierta parte de mí quería ir a saludar, aunque la parte pensante de mi cabeza temía por lo que pudiera suceder.

 

@reviguelle

[hani_price]

La Weasley estaba tan ocupada contemplando los detalles del lugar, así como de los presentes, que no notó cuando su madre llegó hasta ella. Dio un pequeño brinco en señal de sorpresa cuando escuchó una voz a sus espaldas y se giró de golpe –¿Te has visto en el espejo acaso?- continuó la broma empezada por su progenitora mientras su pulso se regulaba. –Me has dado un buen susto… ¿Y así te haces llamar mi madre?- le recriminó. –Hola Alex!- saludó a su hermana, cayendo en la cuenta que no estaban solas -¿No les encanta este estilo?... nos queda genial- comentó con voz cantarina al tiempo que daba una vuelta haciendo que su vestido se ondeara levemente y que su cabello lo imitara.

 

-Seguro que no tarda en llegar…- comentó refiriéndose a la ahijada de Kass. –Me sorprendió recibir la invitación… y los nervios que tenía al abandonar el castillo, solo espero que no se nos complique al regreso – Siguió observando a su alrededor, ya habían llegado más personas, aunque no todas parecían estar muy a gusto. –Deberíamos bailar o algo así… - les susurró a las mujeres que la acompañaban. Comenzaba a aburrirse de esperar a que los demás invitados llegasen.

 

 

@ @@Alexandra Eirian

[Patrick Colt]

Había caído la noche muy rápidamente, como siempre, cuando el mar furioso se tragaba al cielo con fervor por allá en el horizonte.

 

La brisa era fría, muy fría. Capaz de congelar vellos, gargantas y pezones. Se paseaba por todos los paredones aledaños a la cámara, de paredes robustas y techo pedregoso que encerraba la oscuridad de esa mirada alimentada por la furia. Intentaba refrescar en un intento de supervivencia vano. Al final, el sofoco del lugar extinguía la fluidez de su abrazo fresco y sus intenciones sanas.

 

Al final de la cámara el tarugo de la mesa cimbró. Sus ojos se activaron como una lanza fría de oro fundido en medio de las entrañas del nocturno. Y sonrió. Tenía una larga lista de cosas qué hacer para satisfacer dicho regocijo. El tatuaje en su zurda empezó a doler. Aún más gratificante todo. Y sin pensarlo tomó su arma.

 

En ese momento, la nube negra descendió por el claro hacia el corazón del bosque. Estaba poblado, una decena importante de rostros parecía gozar una velada cualquiera. Sobre el inicio de algo importante para ellos; pero para el mortífago esto no removía su alma ni por un instante. Apretó el amarre con su brazo izquierdo donde aún el tatuaje ardía, y subió con vigor la varita en su diestra apretando su punta contra la garganta que aprisionaba.

 

- Señores. Presentes - se sentía un tono a burla carmesí en su voz a través de su careta de titanio. De esas ironías sangronas que lograba despertar antipatía en sus receptores. El césped a sus pies se desmayaba, y las copas de los árboles intentaban repelerse a esa presencia oscura, que en vez de contagiar rechazo, infundía pavor -. vamos al grano -.

 

Levantó la quijada y su mirada oro se enganchó en Cye; una miembro de la Orden del Fénix, como si buscara el escrutinio de rostros que pudieran ayudarlo por las buenas.

 

- No quiero ser precipitado -. Patrick Colt volvió a reírse ahogado por un leve gorgoteo. Apretó su varita en el cuello de su víctima cuyo rostro era lienzo blanco de finas lágrimas de resignación. Los cabellos dorados se resbalaban en sudor por su frente y sus mejillas. El mortífago cambió su tono de voz de sublime a firmeza - ¿ Dónde están Lisa Weasley y su novia inseparable ? Quiero lugar, y lo quiero ahora. Mis locarios y yo no fuimos llamados a esta celebración, pero estoy a punto de repartir las invitaciones.

Editado 21 de Abril del 2016 por Patrick Colt

[Alexandra Eirian]

Estaba muy tranquila en mi meditaciòn cuando de pronto sentì que toda la aenergìa antes viva y exuberante comenzaba a morir, entonces abrì los ojos y veo a varios con miedo y odio a la vez, los animales inquietos al acercarme a la gente veo a un mortìfago que tenia a Cye apuntandole en el cuello.

 

-Este no es lugar para tì- le dije al mortìfago- aqui se celebra la vida no la muerte- enojada- Lisa Weasley y su novia no esta, ni siquiera se quien es- mintiendo como condenada ya que al ser todavía estudiante podia ocultar mi pertenencia a la Orden- te sugiere que te vayas ahora mismo mortìfago porque te aseguro que los Aurores o los fexinianos serán el menor de tus problemas-.

 

Mientras hablaba podia sentir como màs mortìfagos se acercaban y lo peor como sentìa que estaba perdiendo un poco el control de mis poderes oscuros.

 

-Vete antes de que seas alimento para el Hades- le advertì-.

Editado 21 de Abril del 2016 por Alexandra Eirian

[Patrick Colt]

- ¡Incárcerus! - dirigió su varita en dirección de la osada. Tres gruesas cuerdas emprendieron una carrera hacia la mujer. Su cuerpo quedaría aprisionado. Manos sujetas, tobillos sujetos y visión anulada. Patrick Colt volvió su sonrisa cuando vio a la chica caer amarrada por su invocación y negó con la cabeza.

 

Su máscara enardecida mostraba vertiginosa los tenues dedos de la luna que descendían sobre la escena. Lenta, cautelosa, había salido impresionante sobre los frondosos poblados de vegetación del Bosque. Como siempre, como todas las noches, inocente de lo que sucedía en sus alrededores.

 

- Tus amigos ministeriales estarán satisfechos de conocer al grupo que perteneces -. dijo rebosante en motivos, viendo como Alexandra Eirian peleaba sin fuerzas contra las mágicas cuerdas que la ataban. Que diera gracias que aquél mortífago deseaba torturarla y no acabar con su vida en ese mismo instante. Después de todo era Patrick, Patrick Colt -. Con que aprendiz de Auror, ¿eh? Y unas simples cuerdas... - bufó de cansancio, apretó fuerte a la mujer, y retomó la perorata -. Esos buenos tiempos, en que los Aurores daban buenas batallas y dejaban buenos recuerdos.

 

La brisa se había detenido, al igual que los gritos, los murmullos, los secretos. Era como si la vida del festejo hubiera desaparecido con la llama extinta de la fogata que ahora yacía en la imaginación del conglomerado de festejantes. No había más nada qué apreciar, nada qué celebrar, nada qué adolecer, tan solo por el simple hecho que la vida de Cye pendía de los antojos de ese crudo mortífago con modales poco coloridos.

 

- ¿Qué tal un truco de magia? - preguntó -. Que el próximo panelista diga algo mejor que esta pena de mujer tirada en el suelo. Quiero mi información por las buenas, y la quiero ahora.

 

@

Editado 21 de Abril del 2016 por Patrick Colt