Jump to content

Mansión "Ojo Loco" Potter Blue (MM B: 78439)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Thiago Gryffindor

 

- Claro...

 

Al sentir el suave contacto de su piel, Thiago elevó la mano derecha de su hermana y apoyó sus carnosos labios en el dorso con delicadeza; sus verdes ojos, que no habían perdido un ápice de su característica expresión jovial, se clavaron en los Sagitas a sabiendas que no podría dejar de admirarla durante esa velada. Luego de aquel beso reverencial volvió a colocar sus brazos en la posición inicial y comenzó a mover sus pies al compás de la música. Al entrelazar los dedos con los de la joven desprendió su baile de toda elegancia presumida y dejó que sus emociones tomaran las riendas de su cuerpo, ahora completamente libre.

 

Silencio. Cómplice silencio. Por unos segundos, la dulce melodía que emitía el gramófono volvió a tomar el absoluto protagonismo sonoro en la habitación mientras la mirada del Gryffindor se clavaba más en los ojos marrones de su compañera de baile, que denotaban el entramado de sentimientos que aquel encuentro había provocado en su mente: sorpresa, confusión, admiración ¿Acaso había allí algún indicio, aunque fuese mínimo, de alegría? Los años junto a Sagitas habían formado un lazo aparentemente inquebrantable entre ambos, pero los años posteriores a su desaparición de Inglaterra habían iniciado el proceso de desvanecimiento de una conexión que se intuía única. No descifraba aun si podría leer tan fácilmente las expresiones de su hermana como antaño.

 

- ¿Cómo están las cosas por aquí? A Ottery me refiero...- aclaró con cierto aire pícaro, mientras alzaba su brazo para que su hermana girara sobre su eje- ¿Siguen los mortífagos atacando familias día si y día también? Créeme que es algo que no extrañé…

 

Su parloteo rebosante de simpatía se frenó en seco. Los latidos de su corazón se aceleraron súbitamente al terminar de decir aquella frase pues su bocaza lo había traicionado como pocas veces antes. Thiago se había precipitado a mencionar por primera vez su no presencia en Ottery los últimos años, tras borrarse del mapa sin previo aviso. Había abandonado todo lo que alguna vez le importó: su familia, su respetable posición en la sociedad mágica, su trabajo en el Ministerio, sus aethonans...a su hermana, su bella y única hermana. Inhibió cualquier reflejo que sus pensamiento pudiesen tener en su pálido rostro, que mantenía intacta su sonrisa jovial y contagiosa, y prosiguió con su baile.

 

- ...¿Me extrañaste? Creo que te debo explicaciones, pero antes quiero saber eso...

Editado por Lucrezia Di Médici
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sonreí, primero en una leve mueca que se fue haciendo cada vez más grande a medida que la hilaridad se hacia dueña de mis emociones. Bailar con mi hermano era la experiencia más viva que hacía tiempo no sentía. Danzar al ritmo de una melodía envolvente que parecía girar, ensoñadora, alrededor de nuestros cuerpos, me hizo gozar de un pasado lejano como si fuera el presente de hoy, sin que el tiempo hubiera retozado entre nosotros, rompiendo aquella bonita relación que nos había mantenido juntos. Hoy, ahora, Sagitas bailaba con Thiago y se estremecía con el contacto de aquel roce en la mano, le admiraba por lo que era y lo que representaba para ella y se sentía feliz, sintiéndole suyo, acoplados en un movimiento de baile que los aunaba como si no hubiera nada ni nadie más que ellos dos en el espacio. No cerré los ojos porque me perdía en la jovialidad de su mirada y no quería desperdiciar ni una sola de aquellas profundas sensaciones estremecedoras de que éramos más que hermanos, que éramos...

 

Inicié un leve acercamiento hacia él mientras el baile me transportaba a un mundo mágico donde los sentimientos se ensalzaban en cada paso, en cada giro, en cada nota musical que arrancaba un gemido de lo más hondo de mi pecho. Sin darme cuenta, aspiré con fuerza por la nariz y abrí levemente los labios, iniciando un gesto prohibido que hacía muchos años que nos habíamos obligado a no efectuar. Giré sobre mí misma, en una pirueta que él mismo había acompañado con su mano, y volví a enlazarme a él, aproximándome demasiado y deliberadamente a su persona. No era yo misma, me dejaba llevar por todo lo que mi hermano había despertado en mí de aquel pasado olvidado. Yo, ahora, era aquella chiquilla del pasado que estaba enamorada de su hermano y que no se permitía dar ningún paso en falso.

 

Su voz me despertó a tiempo. Supongo que nunca sabré si él se dio cuenta de lo que estuve a punto de hacer en aquel instante de ensueño. Volví al presente en cuanto me preguntó por Ottery. La realidad es demasiado dura y me golpeó tan fuerte que dejé de bailar sólo un segundo después que él hablara, por lo que intuyo que no supo que me había frenado en seco antes de cometer un desliz imperdonable. Sentí un mal sabor de boca, agrio, que casi me produjo una nausea que retuve apretando con fuerza la mandíbula y endureciendo mi mirada. Después, retrocedí un paso porque él parecía dispuesto a seguir bailando y yo no quería volver a tocarlo, no de nuevo, mientras sintiera aún latiendo con fuerza un corazón que parecía querer escaparse.

 

-- Ottery sigue como siempre. Los mortífagos existen, supongo... -- No le iba a confesar, de buenas a primeras, que yo había vuelto al bando que una vez nos vio corretear juntos y unidos y del que ambos escapamos por motivos diversos. No. No era momento de confesar nada. Thiago era ahora un desconocido que volvía a casa después de muchos años desaparecido.

 

Retrocedí otro paso, aún embargada por un calor inusitado que había invadido mi cuerpo. Maldije el gramófono que seguía sonando, incansable, con aquella música que, ahora, se me hacía insoportable.

 

-- Me casé. -- Lo solté así, de golpe, poniendo un escudo ante lo que acababa de suceder. O, mejor dicho, ante lo que yo había estado a punto de provocar. Después, mis sentimientos se desbordaron y, ante su sencilla pregunta, me puse a llorar. Corrí hacia él y lo abracé, con fuerza, con las manos alrededor de su cuerpo y dejando mi cara sobre pecho. -- ¡Maldito seas! ¡Te eché mucho de menos! ¡Me quedé sola en este condenado pueblo!

 

Dejé de abrazarle y toqué sus mejillas con mis manos, sintiendo el tacto ansiado de su carne. Reseguí con mis dedos el contorno de su cara y me incliné a besarle, en la mejilla derecha, antes de separarme de nuevo, aunque con las manos aún en su cuerpo.

 

-- Te extrañé mucho, Thiago. Te creí muerto. Todos te creímos muerto... Y te he echado tanto de menos todo este tiempo...

 

Y sonreí, feliz y con lágrimas aún en los ojos, porque había regresado y estaba allá, a mi lado, en aquel momento.

Editado por Sagitas E. Potter Blue

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Thiago Gryffindor

 

El baile se detuvo súbitamente. No. Ella lo detuvo con una brusquedad que lo tomó por sorpresa, una reacción que se había prohibido experimentar tiempo atrás. Por un momento su rostro de rasgos angulosos perdió su media sonrisa placentera y se desprendió de toda rigidez, dejándose caer en la más absoluta naturalidad antes aquella escena. Solo le había tomado unos segundos a su hermana desconectarse de la música que lo envolvía y del reconfortante abrazo de sus cuerpos, llamados a encontrarse nuevamente tantos años después ¿Qué había hecho?¿Qué provocó ese contenido espasmo que el avispado ojo de Thiago había percibido?

 

Que se hubiese casado no fue un dato que afectara la vulnerabilidad que se había hecho con el control de sus emociones. La vio alejarse otro paso, la observó agachar su mirada. El dolor provocado por su desaparición se hacía presente por primera vez en su relación, en medio de un encuentro luego de años de ahogante duda sobre su paradero, sobre su bienestar, sobre si el otro aun vivía. Cada instante que ella retrocedía algo en el interior del Gryffindor se resquebrajaba, como una estructura de piedra vulnerada por un terremoto repentino. Aunque lo negara una y otra vez, aunque quisiera acabar con él, el llameante fuego que alguna vez los había unido aun persistía, tirano y fortalecido.

 

La recibió en sus brazos y correspondió con ternura aquella muestra de afecto, apoyando su mejilla sobre la cabeza de su hermana que habían quedado al mismo nivel, dada la diferencia de altura entre ambos. Al abrazarla, extendió sus delgados dedos sobre la espalda de su hermana para poder abarcar lo máximo posible de su cuerpo, para contener aquel llanto inusitado que él no podía permitirse, no en ese momento, no aunque su instinto joven se lo pidiera a gritos. Acercó sus carnosos labios a la tensa frente de su hermana y la besó suavemente. Su corazón se había acelerado involuntariamente, bombeando arrítmicamente en su pecho, y sabía que Sagitas podría percibirlo a través de sus livianos ropajes. Debía contenerse.

 

- ¡Ey! Pero estoy vivo, al menos por ahora. No debes preocuparte más.- exclamó, volviendo a formular una sonrisa contagiosa - Aun así, te debo una explicación de por qué partí, Sagitas. Más bien debo enseñartelo...

 

Desprendió con cuidado los únicos dos botones de su túnica y retrocedió un paso, separándose del cálido contacto de su hermana. La dejó caer libremente. La fina tela se deslizó por su espalda hasta caer finalmente al suelo y dejando al desnudo un torso pálido como la nieve, con las notorias marcas de los huesos de su pecho. Su abdomen permanecía fuerte y musculado como antaño, aunque la baja de peso había provocado también un descenso en su volumen. Sin embargo, su viril atractivo quedaba opacado por otro detalle: decenas de cicatrices uniformes surcaban su piel.

 

Thiago tomó con cuidado el dedo índice de su hermana, con la fuerza justa para controlarlo sin causarle incomodidad, y se la llevó a la primera de ellas: Dos milimétricas marcas oscuras, como círculos irregulares, en la conexión entre el hombro derecho y su cuello. Hizo que Sagitas las repasara repetidas veces con su tacto para que sintiera el ínfimo relieve que denotaba que las heridas habían cerrado tiempo atrás. Las cicatrices aun emitían un débil calor, señal inequívoca de qué las había provocado.

 

- Eso fue un vampiro, en Bélgica. Sabes que no son seres que me caen muy en gracia, casi tan poco como la burocracia. Aunque la burocracia me cae peor, definitivamente ¡Maldita burocracia!- bromeó con su típico tono jocoso, dejando escapar una risa inconsciente.

 

Sin separarla un milímetro de su piel, la yema del dedo de Sagitas llegó hasta su pecho, traccionada por la mano de Thiago. Una cicatriz carmesí atravesaba de un lado al otro su pecho, en una perfecta línea recta sobre sus pectorales. La textura de aquella herida era muy particular: parecía cristalina, como si la profundidad con la que se había grabado en su cuerpo hubiera transformado la blancura de su piel en rubí. Antes de emitir palabra alguna, sus verdes ojos se clavaron fijo en los de su hermana, interrogando silenciosamente por su reacción ante todo lo que había sucedido.

 

- Esta es la última, creo que no la he curado bien porque se sigue abriendo cada tanto. Me la hizo un Galés Verde que por suerte para mi no emitía fuego.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Había cedido momentáneamente a la pena y la desilusión por su ausencia pero ahora tocaba a lo más importante: seguía vivo. Su tono jocoso me contagió su sonrisa y, aunque ya no era la misma sensación que nos había unido minutos antes, mientras bailábamos, me sentí contenta, olvidando el resto que borrara la felicidad que inundaba mi rostro.

 

-- ¡Claro que estás vivo! Y esquelético, manito. ¡Necesitas el cuidado de una mu... de tu hermana, que te haga engordar unos cuantos kilos. ¿Es que has estado haciendo ayuno o qué...? -- el desliz fue disimulado con mi verborrea, así que le dejé besarme la frente y sentir el contacto que hacía tantos años que no sentía.

 

Sin embargo, no duró mucho aquella sensación en cuanto empezó a justificarse. Intenté decirle que no necesitaba explicaciones, que me era más que suficiente su palabra de que no volvería a irse cuando se desvistió. La túnica que le cubría cayó al suelo antes de que yo pudiera decir nada y mi corazón volvió a dar un pálpito al ver su torso desnudo. Aquella sensación de alarma calurosa cesó casi al instante, apenas empezada, pues tardé un poco en ver la realidad, perdiéndome en aquella carne blanquecina y aquellas formas que me recordaban tanto al Thiago de antaño.

 

Pero después vi las cicatrices y toda similitud desapareció en mi quejido de asombro y perplejidad. Quise levantar la mirada de ellas y fijarme en la cara de mi hermano, para que me dijera que no era verdad lo que veía, pero no pude mover los ojos de aquellas marcas, algunas muy profundas. Aspiré con gran ruido, como si me costara respirar.

 

-- ¡Demonios! -- dije, al fin, la única expresión que pude soltar para demostrar mi asombro por lo que tenía que haber sufrido cuando las recibió. No pude decir nada más mientra él guiaba mi mano por ellas.

 

Las contemplaba con los ojos muy abiertos y la boca cerrada, con el dedo índice sintiendo aquellos surcos cicatrizados que habían afectado su cuerpo. Casi ni respiraba. La otra mano se alzó sin darme cuenta hacia mi boca cuando habló del vampiro. Las aletas de la nariz se dilataron aún más sentía como bromeaba sobre sus heridas. No me reí, algo extraño en mí; más bien me inquieté porque no quería pensar en todo lo que había sufrido. No pude evitarlo, cuando puso mi mano sobre mi pecho, sobre aquella fina línea de piel que no parecía cerrar la herida interior, me agaché y la besé, mientras las lágrimas volvían a surcar mis mejillas.

 

-- Tenías que haber vuelto a casa antes, hermano. En estos años... -- Suspiré y levanté la mirada hacia él, ahora sí, sin dejar de tocar su pecho, sintiendo su corazón latiendo en la palma de mi mano. -- En estos años he ido recopilando conocimientos y magia poderosa, fuerte, magia que es capaz de recuperar la vida que se escapa de un cuerpo, magia que burla a la misma muerte. Magia que puedo usar en ti y curarte, si me dejas. Magia que te hará recuperarte. Puedo sanar tu cuerpo, si quieres. Tu alma... Es diferente...

 

Cerré los ojos con fuerza para resistirme al empuje de seguir besándole y decir en voz alta que no me importaba lo que hubiera sufrido, que yo le haría olvidar todo y que sería como antes de que se fuera. Resistí porque, al fin y al cabo, somos los que hemos vivido, bueno o malo, y eso nos hace ser fuertes.

 

-- Te quiero, Thiago. Quiero que lo sepas. -- Carraspeé... -- Y quiero saber porqué estás tan loco como para meterte con un Galés verde. ¿Es qué querías morirte?

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Jack Blackner [Maridito Fantasma de Sagitas] Invisible. Solo visible y audible para Sagitas

 

Esta ida, o más bien, su cabeza. Allá en los jardines, a pesar de nuestra cercanía, no lograba materializarme como otras veces había hecho. Estaba turbio, con lo cual su propia cabeza no estaba en aquel momento, sino muy lejos, y eso impedía que la magia que nos unía hiciera lo que debía.

 

Pero no dije nada. Una elfina trajo una nota, lo qeu le hizo pedirme volver dentro. Asentí, levitando a su lado, justo cuando Harpo, el elfo gruñón, apareció ante nosotros anunciando la presencia de otro fantasma. Ladeé ligeramente la cabeza, pero Sagitas parecía conocerle, nombrando a su hermano. Un hermano qe regresaba a casa.

 

Echó a correr y comencé a escuchar voces en el salón de la mansión. Con cierta tranquilidad levité, atravesando las paredes qe encontraba a mi paso hasta dar con la situación qeu se producía, un chico a pecho descubierto pasaba un dedo de la matriarca por una serie de cicatrices. Si no fuera porque ella le había llamado hermano, me hubiera puesto celoso.

 

Aunque una de aquellas heridas de Thiago parecía no haber sanado bien. levité para quedar tras Sagitas y le susurré.

- Si quieres que la herida sane, creo qeu Matt guarda lágrimas de Bennu en un pequeño bote. Para emergencias

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Empleado del Departamento de control de criaturas mágicas

 

 

Los papeles saliena por arte magia Amelie la directora del departamento de criaturas solicitud un reunión donde decía que la aprobación de criaturas se volvía abrir, saori pinto una sonrisa sabiendo esto Amelie Black lestrange hizo una organización donde saori tomo iniciativa tomando un par hojas y pergaminos con los poster para entregar en las mansiones y castillos del oterry eso era su misión.

 

Saori da un beso a su madre y salio con paso firme peinando su cabello y su maletín con los papeles, en su camino miro donde ir primero y la mas interesante fue la Mansión Potter Blue teniendo ya un objetivo la joven demonio se trasporta rápidamente a entregar este aviso.

 

-Ok ya llegue - suspiro lentamente mientras sacaba uno de los poster.

 

Camino mirando la bella entrada de aquel lugar se puso algo nerviosa por lo general se la pasa mas en la oficina, peino su cabello y toco suavemente la puerta.

-Tock Tock

Sonó la puerta, saori se quedo un momento en la puerta esperando hasta que un elfo apareció y de inmediato saori se asusto un poco el elfo hizo una mirada algo extraña y dijo - que se le ofrece joven - con sus brazos cruzados Saori responde muy amable mente.

 

-Hola buenos días, vengo a entregar esta información para darles a saber.- saco el poster y miro al elfo con una sonrisa - Ok aquí esta.

 

http://i.imgur.com/XUfzJG0.jpg

 

Mirando al elfo entrego el poster y dio una reverencia y dijo- Por favor entregan esto a la matriarca y a su familia - con una sonrisa el elfo le responde - Muy bien Muchacha gracias les diré

nEKbykK-Recuperado1.png.d4ebba2cd4c68128eUlO3.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Estaba tan ocupada y preocupada con Thiago que olvidé por completo que mi marido estaba en algún sitio de la mansión. Lo había dejado en los jardines pero, a través de las paredes, podía encontrase en cualquier sitio. No lo esperaba, lo reconozco, así que me sobresalté cuando me susurró al oído.

 

Lancé un leve gritito y solté la mano del pecho de Thiago, como si quemara. Me puse roja. ¿Era vergüenza porque mi marido me pillara tocando a otra persona? ¿Era vergüenza por recordar que estaba casada y que no le había presentado a mi hermano a mi marido? ¿Era, en realidad, vergüenza porque mi hermano fue, en su momento, el intermedio amoroso entre un amor filial y un amor sensatamente frenado, entre mis dos matrimonios con Jack?

 

No tenía que avergonzarme de nada; al fin y al cabo, Jack estaba muerto cuando Thiago entró en mi vida y seguía muerto cuando él se fue del pueblo y le saqué del patriarcado porque odiaba a aquella mujer, su prima, que intentaba quedarse con todo. No tenía que tener remordimientos. Y, sin embargo, retiré la mano y yo misma me alejé unos pasos de él mientras sonreía, de forma algo forzada, a mi hermano y alargaba la mano hacia mi mejilla, donde sabía estaba la cara de Jack, allá, levitando. Sabía que, con el contacto, aparecería y podría se visible ante él.

 

-- Thiago, este es Jack, mi marido. Sí, lo sé... Es un fantasma... Ya sabes que soy algo peculiar...

 

Suspiré, intentando relajarme.

 

-- Y acaba de decirme algo en lo que no había pensado.... Tenemos un Fénix en la Potter Black y ama a Matt, mi hijo. Nuestro hijo -- corregí, algo avergonzada. -- Estoy segura que sus lágrimas podrían solucionar esa... herida abierta.

 

Me mordí los labios porque ya no sabía qué más decir.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Jack Blackner [Maridito Fantasma de Sagitas]

 

Los elfos se habían encargado de ir a la Potter Black a buscar a Matt para pedirle el bote con lágrimas de fénix. La ventaja de que el chico se llevara tan bien con la criatura familiar, era que teníamos acceso a aquel preciado elemnto con bastante regularidad, de forma que, si no estaba cerca, teníamos algunas reservas de las lágrimas de Bennu a mano.

 

El recién llegado había sido llevado a una de las habitaciones, mientras que nosotros habíamos pasado a otras tareas. Que Ithilion consintiera en ducharse e irse a dormir, a veces, era una tarea ardua.

 

- Sigues pensativa - dije, mirando a Sagitas. Solos y en principio, más o menos tranquilos, siempre que algún familiar no decidiera que era hora de meterse en líos. - Sigues preocupada por el chico. - afirmé.

 

No se me escapaba, sentía que ella estaba intranquila, era algo inevitable entre nosotros.

- Por cierto, se que hace un par de días estuviste con Matt en el Puerco Galopante. Sigue tan mugriento como lo recordabas? - pregunté.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

OFF: hace mucho que no me reporto, lo se, pero eso tiene su justificación, y es que me case en el mundo muggle, con un nacido de muggles (lo amo, acepta todo lo de este hermoso mundo y hasta lo tengo en la honorable casa Huffle), prometo estar mas activa o sino, me desheredan XD... los amo.

 

ON:

 

una vez mas, la pelirroja se preparaba para su viaje, ya los años habían pasado y ya no era la misma indefensa jovencilla cuya existencia quedo marcada por la posesión demoníaca adquirida en su natal Egipto, ahora los rasgos de la chica eran los de una señorita mas madura, con suficientes conocimientos y excelente dominio de las lenguas conocidas, en su cuerpo habían quedado los trazos de lo que su indomable condición licantropo había ocasionado sobre su ser, su mano derecha que había sido arrancada años atrás en uno de sus arranques lobunos, ahora estaba reemplazada por un guante de plata (lo que en parte controlaba mas su transformación).

 

La joven no necesitaba encartarse con equipajes, pues ya lo había enviado a su habitación, en la mansión Potter Blue, la cual había cambiado, su elfina había fallecido, (el ultimo recuerdo de su niñez y su padre) la pobre había intentado evitar que su ama se agrediera en su transformación, y había ido a parar al suelo, hecha trizas.

 

Era un día hermoso, la pelirroja había volado desde muy lejos, finalmente había arribado a la entrada de la enorme mansión, llamo a la puerta y esta se abrió, el aroma conocido llenò a la pelirroja de recuerdos, muchos de ellos abrumadores, la joven se dirigió a su recamara y estaba acomodando sus cosas, muchos libros sobre botánica amazónica, hechizos y demás objetos, luego retiro las pesadas cortinas que había puesto, dejando que la luz inundara cada rincón, pensaba en ir a buscar a su madre y a su abuela, ya que les había traído objetos interesantes de sus innumerables viajes.

 

 

OFF 2: detesto el pc desde donde estoy, tiene las tildes invertidas y me estresan!!

http://i983.photobucket.com/albums/ae313/Epolar/Firmas/Otros/ginevra_zps9431e777.jpg
http://i.imgur.com/7OcHz.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Levanté la mirada, triste, hacia Jack.

 

-- Sí, estoy pensativa.

 

Era difícil explicarle a mi marido la situación con mi hermano Thiago, sobre todo porque yo misma siempre había estado hecha un lío con su presencia en la mansión.

 

-- Una vez fue patriarca de esta mansión, ¿sabes? Me ayudó muchísimo. Pasé por una etapa oscura; difícil... Él siempre estuvo a mi lado.

 

¿Por qué lo había sacado de patriarca, entonces? Recordé a su presunta prima que intentó quedarse con la mansión y todos los medios que dispuse para evitar que aquella mujer se quedara con nada de la Familia. Suspiré cuando Ithilion acabó, por fin, con el pijama puesto. A veces era imposible que lo hiciera. Le di un beso en la frente, lo arropé y le puse el hipogrifo descabezado al lado de la almohada. Ya dormía cuando apagué la luz. Debía estar sumamente cansado.

 

-- Necesito dormir. ¿Y tú...? Ay, Dioses... Perdona...

 

Era una pregunta muy estúp.enda decirle eso a Jack. Lo arreglé.

 

-- ¿Tal vez si te acuestas a mi lado y me das calorcito...? -- o fresquito, según como se mire.

 

Y cuando estaba a punto de entrar en nuestro cuarto, una procesión de elfos y elfinas que llevaban equipaje y entraban en una habitación me hizo arquear una ceja. Les preguntó sobre lo que hacían.

 

-- Mañana llegará la señorita Ginebra, traemos sus cosas y vamos a preparar su recámara.

 

Bostecé.

 

-- Despertarme mañana cuando llegue para saludarla. Ahora necesito descansar...

 

Mañana haría un día soleado y luminoso, gran día para saludar a un familiar que volvía pero hoy necesitaba dormir o lo haría en medio del pasillo.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.