Mansión "Ojo Loco" Potter Blue (MM B: 78439)

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba llegando a preocuparme bastante, si no habia nadie en casi seguro habia pasado algo. Conocía como se movia este lugar y sabia que los mortífagos solian dañar a quienes no se unían a sus pensamientos antimuggles. El corazon me dio un vuelco pero otro pensamiento me cruzo la mente y si esa mujer que tanto odiaba y quedarse con toda la Fortuna de Thiago habia aparecido y les habia hecho daño

 

Termine de palidecer, me lleve una mano a la boca y casi lanzo un grito cuando vi la Aparicion a lo lejos de una dama que venia hacia la puerta.

 

- Tal vez si puedes ayudarme, estuve de viaje y soy amiga de la familia, llevo mucho tiempo aqui y nadie responde, temo que les hayan hecho daño.

 

Trate de respirar y de tratar de calmar mis pensamientos. Cerre los ojos y recorde mis modales

 

-Disculpa mis modales, soy Selene Ariane Dumbledore

 

Le ofrecí la mano para saludar

[Sagitas E. Potter Blue]

Sé que soy algo difícil cuando tengo el ceño fruncido. Supongo que, por eso, Harpo carraspeó para sacarme de mi ensimismamiento (juro que no se me cruzó por la cabeza avadear a Sean, no es digno de... ejem... una fenixiana) y entregarme el papel que le había dado una funcionaria del departamento de Criaturas. Lo leí por encima, ya que lo había visto en otros negocios. Eso me recordó que tendría que preguntar sobre mis nuevas adquisiciones de animales que había comprado en el Mall, aunque sólo fuera para cerciorarme de que no tuviera problemas.

 

Intenté dejarlo de lado, no estaba para pensar en bestias en ese momento. Y lo hubiera conseguido si no hubiera sentido la voz de Tama por toda la casa, buscando a su conejito.

 

-- ¡Por los dioses! Esta mujer va a conseguir que se derrumben las paredes como siga gritando así -- ahora que pensaba, hacía tiempo que no veía a mi rana ni a su conejo [no pensemos mal], así que decidí preocuparme por nuestras dos mascotas.

 

Me puse el abrigo para no pasar frío y dirigí mis pasos hacia el jardín, para ver si los encontraba, cuando más voces se unieron al caos normal de la casa. Esta vez era Matt, quien preguntaba si había alguien. Sonreí y le contesté (por supuesto, a gritos):

 

-- ¡No hay nadie, nos perdimooooos todos!

 

Sabía que él se pondría a reír porque era una broma que nos hacíamos a menudo, debido al montón de aventuras que sufríamos y en las que siempre estábamos a punto de dejar la piel en ellas. Aún no había pisado el césped bien cuidado de los jardines cuando Harpo volvió con otro papelito ministerial. Esta vez se trataba de una invitación a una cena de navidad. Aún no había decidido si ir o no a ese evento cuando algo-alguien-comopilleaquienfuesevaaenterar me empujó y practicamente me tiró al suelo.

 

-- ¿Qué demonios...?

 

Empecé a luchar con mi abrigo, que parecía que estaba embrujado o algo así por la manera en que se debatía para escaparse. Tuve suerte. Salí viva del enfrentamiento con las mangas, que consiguieron salir de mis brazos sin romperme ningún hueso.

 

-- ¡Quieto, maldito demonio! No me obligues a hacer un exorcismo-- le dije al abrigo, quien se debatía como si tuviera vida propia. Al final, se escapó de mi control y voló hacia el jardín.

 

Le hubiera perseguido. Ningún retalucho de tela se burla de mí, por muy endemoniado que esté, pero entonces entró Harpo (por tercera vez, puff, qué pesadilla de elfo) y me avisó que había visitas.

 

-- ¿Visitas? ¿Ahora? -- refunfuñé, aún mirando el lugar por donde mi abrigo se había escapado a mi control. Decidí ser buena anfitriona y fui yo misma a la entrada a abrir la puerta. -- ¡Arianeeeeee! ¡¡Bienvenida a casa!! ¡Cuánto tiempo sin verte!

 

Realmente estaba feliz de ver a mi cuñada. Sin embargo, torcí el morro de nuevo cuando vi a Lisa.

 

-- ¡Vaya, tú por aquí! ¿Qué...? -- Sí, creo que si no me llego a callar le hubiera preguntado qué tripa se le había roto, pero no quería ser descortés delante de Selene, así que rectifiqué a tiempo y controlé mi lengua: -- ¿Qué es lo que te trae a la Mansión "Ojo Loco"? Seguro que es un asunto... agradable...

[Ada Camille Dumbledore]

Esperaba que la dama que habia llegado a la puerta me diera noticias, parecía personal del Ministerio de Magia. El corazón lo tenía en un hilo y en ese momento el odio que le tenia a Lucrezia se acrecentaba porque una de las razones de alejarme tanto de los integrantes de la familia era no verla a ella, la oportunista que queria quedarse con la fortuna de mi exesposo.

 

La puerta se abrio e inmediatamente senti el alivio de ver a Sagitas en ella. Me lance a sus brazos y la abrace fuerte, no tenía idea porque me habia preocupado tanto sin razón.

 

- Sagitas que gusto de verte...- me separe de ella-... ¿estan todos bien?

 

Mi voz salio aun con tono preocupado, no queria perderlos aunque no fueran mi familia sanguínea los amaba. Suspire con mas tranquilidad y trate de controlarme. Me aleje de ella y la mire su cabello violeta algo alborotado y toda ella exhalando alegría y energía.

 

-Que gusto en verte Sagitas...

 

Sonreí ampliamente

 

@ y @@lisa

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¡Ay, dioses! -- exclamé, ante el abrazo de oso que me dio mi cuñada y amiga. -- No aprietes tanto que me rompes -- no había queja sino un tono de sorpresa agradable y feliz al sentir que, a pesar del tiempo transcurrido desde la última vez que nos habíamos visto, aún me quería. -- Todos bien, preparando las fiestas de Navidad. Pasa, pasa.

 

Me di cuenta de mi torpeza (¿buscada?) al decirlo en singular. Sonreí a Lisa y carraspeé.

 

-- Pasar, pasar... Estamos decorando. ¿Os gusta decorar la mansión? Podríais ayudarme.

 

Pregunta trampa, puesto que no me imaginaba a Lisa poniendo guirnaldas de muérdago en ningún lugar. Seguro que presentaba batalla y hacía duelos con las plantas de navidad. Casi me puse a reír al imaginármela y me aparté para que pudieran pasar.

 

-- Venga, ayudarme a colgar guirnaldas, por favor. Lisa, ten cuidado con la varita, no quemes nada.

 

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No estaba segura de que Lisa fuera capaz de manejar su varita sin lanzar hechizos, así que mejor le señalé las plantas y le solté, sí, algo mandona:

 

-- Anda, Lisa, encárgate tú de poner las flores rojas por todas partes. ¿Te parece?

 

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[Tamarindo]

Me había quedado dormida en el jardón con lo de estar con mi conejito flamingo flamengo, que no pongo mayusculas porque estoy algo vaga esta mañana, claro, es lo que tiene despertarse en una mañana fría en medio de la hierba.

 

Y mi conejito no estaba T_T

 

Me sacudí a saber qué ropa llevaba y desde cuando (Nota, me tengo que bañar y cambiar de ropa sucia a una limpia) y me fui hacia la puerta... ¿Llamar? Que va... Si estoy en la puerta trasera, desde el jardín. Mejor entrar sin mas.

 

Entré en la casa de la locura... y grité

 

--SUGUSSSSSSSSSSSSSSSSSSS que me quiero bañar. No entres al BAÑOOOOOOOOOOOO

 

Supongo que con este aviso estaba todo correcto, asi que me fui al baño, sin hacerle caso a nada ni a nadie... y tras encerrarme bien, con pestillos y magia, y una banqueta que atrancaba la puerta (no vaya a ser, en esta casa seguro consiguen entrar v_v), llené la bañera de agua calentita y me metó a bañarme. Yo sin ropa, pero la ropa tambien dentro... que es un 2x1 y me lavo yo y la ropa tambien.

[Sagitas E. Potter Blue]

Estaba en el desván de la mansión, recogiendo en cajas todos los adornos de Navidad, que ya tocaba, cuando sentí un grito. La verdad es que, en cuanto reconocí a quien era la autora de tal vocerío, no me extrañó que los vecinos nos odiaran: no dejábamos de gritar, dar golpes y sacar humor de la cocina con mil y un pastel que se quemaba si yo era quien estaba dentro. Sonreí. Me encantaba que Tama estuviera con nosotras y se sintiera como de la familia, así que actué como ella se esperaba: gritando.

 

-- ¿Bañarteeeeeeeeeeeeee? ¡¡Espera, Tamarindooooooo!! ¡¡No lo hagaaaaaas!! La última vez que lo hiciste atoraste todos los desagües y se inundó el sotanoooooo. ¡¡Esperaaaaaa!!

 

Salí corriendo, olvidando que podía aparecerme dentro de la sala donde ella estuviera, y llegué por segundos a la puerta del baño donde ella se había atrancado.

 

-- @@Tamarindo ¡¡Tamarindooooo!! -- grité con furia, golpeando con idem la puerta. -- ¡Sal de ahí, no me obligues a entrar a sacarte! Mira que puedo aparecerme dentro y te vas a enterar...

 

Ni loca me aparecía dentro del baño. No podía con el trauma de verla duchándose... ¿Se cortaría las uñas en el lavabooooo? Me estremecí.

 

-- ¡¡Tamaaaaa!! Sal de ahí o llamo a Amya para que te saque...

[Tamarindo]

Vaya gritos echaba la Sugus de Sagitas del otro lado de la puerta, y qué rapido apareció ahi. Seguro que hasta me andaba espiando o algo y ya me quiere echar, con esos gritos... a saber...

 

Y aun por encima me manda salirme de la bañera... ¿Ahora? ¿Ahora que ya está llena de agua y estoy yo tan a gusto?

 

Me puse a frotar la ropa con geles y champuses u lo que tuviese para lavarse de jabones, porque la ropa tiene que lavarse igual que la señora que esta en la bañera, osease yo jajajajaaj.

 

--Que to de aqui no me saaaaaaalgoooooooooooo

 

Obvio le gritaba, porque de eso de trataba, de si no nos vemos, nos gritamos... sy si nos vemos, tambien lo hacemos. La cosa era gritar.

 

--De aqui no me salgo que el agua está calentita y hace friooooooooo

[Sagitas E. Potter Blue]

Estaba dispuesta a cumplir mi amenaza. Yo tal vez no pudiera sacar a Tama de mi cuarto de baño pero estaba segura que la suegris de la nueris podría sacarla en un plis-plas. También es cierto que eso hacía peligroso la forma en la que mi hermana @ podría intentar sacar a la intrusa. Tal vez necesitara hacer una remodelación total de la mansión cuando lo consiguiera.

 

¿Pero qué es la vida sin peligros?

 

Golpeé con fuerza la puerta, esta vez con los puños.

 

-- ¡Qué sí sales! Que siempre me queda todo sucio como si fuera una pocilga. ¡En serio, Tama! Cuento hasta tres y te lanzo una Bombarda. ¡Te lo juro!

 

Y @@Tamarindo tan terca como una mula, que no, que no, que no salía, alegando que el agua estaba calentita. Golpeé de nuevo la puerta.

 

-- ¡Qué salgas! Mira que hago que el agua salga helada como nieve deshelada. ¡¡Sal de una veeeeez!!

[Tamarindo]

--Que nooooooo, que de aqui no salgo, señora terca!!!!!

 

A ver por qué será que me quiera sacar de aqui, si llevo a remojo un buen tiempo y calentando el agua con la varita para no pasar tanto frio como hace por Ottery en invierno v_v

 

--Ni se te ocurra enfriarme el agua o te quedas sin mis brownies y mis galletas y dulces varios.

 

A ver si aghi le daba en lo que mas le dolia, la barrigota de glotona... que tenemos las dos jojojo. Es mas, por si acaso mejor echar un protego en la bañera, asi no le pasará nada al agua. Y dicho y hecho, me eché el protego, y la bañera estaba protegida de todo mal, conmigo incluida dentro.

 

--Atrévete ahora, que tengo un protego protegiendome!

[Perenela Arya Grindewald Potter Blue]

Me despertó el llanto de SJ en un momento que estaba plácidamente dormida, ¿Como había llegado a la cama? Me espabilé y me dirigí a la cuna que estaba al lado de mi cama en mi habitación, cargue al bebe y me fui a la comoda pañalera que mi madre había instalado para cambiarlo, empecé a hacer el ejercicio con la varita para hacerlo hasta que me hice un lío con las cintas y la varita, por lo que la deje a un lado mientras le hacía arrumacos a mi hijo y le terminaba de cambiar manualmente, como los muggles, aún no había dominado el hechizo para limpiarlos con la varita, tal como lo hacía mi madre.

 

Respire profundo y cargue a mi bebe, preparandome psicologicamente a ver qué demonios pasaba en la casa, porque lo que había despertado a SJ y por ende a mi misma era la algarabía que se había formado en un momento en la mansión:

 

-¿Se puede saber qué demonios pasa aquí? - dije a la casa entera mientras bajaba las escaleras para encarar toda la mansión, sin gritar para no alarmar a SJ pero sin perder potencia para que todos escucharan, cerré bien mi bata, no tenía porqué mostrar mi cuerpo ni quería tampoco ponerme algo mas para estar en mi casa - Despertaron a SJ y yo no he dormido más de 3 horas...